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Principales acciones de enfermería en un paciente con hemorragia digestiva - Romero Bernal Eduardo

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UNIVERSIDAD MEXIQUENSE DEL
BICENTENARIO
Fisiopatología
Lic. Enfermería
La hemorragia digestiva es una urgencia médica que requiere una atención rápida y eficaz para evitar complicaciones graves como el shock hipovolémico, la anemia o la perforación intestinal. El rol de enfermería es fundamental para el manejo adecuado de estos pacientes, tanto en la valoración inicial como en el tratamiento y el seguimiento.
Algunas de las acciones de enfermería más importantes en un paciente con hemorragia digestiva son:
· Valorar el estado hemodinámico del paciente, controlando los signos vitales (presión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, temperatura y saturación de oxígeno), el nivel de conciencia y el balance hídrico. Si hay signos de hipotensión o hipoperfusión se debe avisar al médico y administrar fluidos intravenosos según prescripción12.
· Mantener una vía aérea permeable y administrar oxigenoterapia si es necesario. Vigilar el reflejo tusígeno, nauseoso y deglutorio del paciente para prevenir la aspiración de sangre o contenido gástrico31.
· Realizar una anamnesis dirigida al paciente o a sus familiares para identificar posibles factores de riesgo o causas de la hemorragia digestiva, como antecedentes personales (enfermedades hepáticas, úlcera péptica, diverticulosis), hábitos tóxicos (alcoholismo, tabaquismo), uso de medicamentos (antiinflamatorios no esteroideos, anticoagulantes) o síntomas previos (dolor abdominal, pirosis, dispepsia)12.
· Observar las características del vómito o la deposición del paciente para determinar el origen y la gravedad de la hemorragia. La presencia de sangre roja fresca o coágulos indica una hemorragia activa y baja; la presencia de sangre digerida o melenas indica una hemorragia alta; la presencia de sangre mezclada con heces indica una hemorragia colónica12.
· Colaborar con el médico en la realización de pruebas diagnósticas como análisis de sangre (hemograma, coagulación), endoscopia digestiva alta o baja (para localizar y tratar la fuente del sangrado) o angiografía mesentérica (para visualizar los vasos sanguíneos del intestino)12.
· Administrar los medicamentos indicados por el médico según la causa y el tipo de hemorragia digestiva. Algunos ejemplos son: inhibidores de la bomba de protones (para reducir la acidez gástrica), antibióticos (para erradicar Helicobacter pylori si es responsable de una úlcera péptica), octreótido (para disminuir el flujo sanguíneo portal en caso de varices esofágicas), vasopresina (para contraer los vasos sanguíneos del tubo digestivo) o transfusiones sanguíneas (si hay anemia severa)12.
· Educar al paciente y a sus familiares sobre las medidas preventivas para evitar nuevas hemorragias digestivas. Estas incluyen: seguir una dieta blanda y equilibrada; evitar alimentos irritantes como picantes, ácidos o grasos; evitar el consumo excesivo de alcohol o tabaco; tomar los medicamentos según las indicaciones médicas; consultar ante cualquier signo o síntoma sospechoso12.

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