Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD MEXIQUENSE DEL BICENTENARIO Fisiopatología Lic. Enfermería El síndrome urémico es un conjunto de alteraciones que se producen por una acumulación de productos nitrogenados en la sangre debido a una insuficiencia renal grave. El síndrome urémico puede causar síntomas como náuseas, vómitos, anorexia, fatiga, confusión mental, convulsiones o coma1. El síndrome urémico puede ser una complicación del síndrome urémico hemolítico (SUH), que es una enfermedad rara y grave que se caracteriza por la destrucción de los glóbulos rojos (anemia hemolítica microangiopática), la disminución de las plaquetas (trombocitopenia) y el daño renal agudo2. El SUH puede ser causado por una infección intestinal por bacterias productoras de toxinas (como Escherichia coli O157:H7) o por alteraciones genéticas o adquiridas que afectan al sistema del complemento o a otros factores que regulan la coagulación3. La diálisis es un tratamiento que consiste en filtrar artificialmente la sangre para eliminar los desechos y el exceso de líquido que se acumulan por el fallo renal. La diálisis puede ser necesaria para tratar el síndrome urémico o el SUH cuando la función renal está muy deteriorada y hay riesgo de complicaciones graves como edema pulmonar, hiperpotasemia, acidosis metabólica o encefalopatía urémica4. La diálisis puede ser temporal hasta que los riñones se recuperen o permanente si hay daño renal irreversible. Existen dos tipos principales de diálisis: la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. La hemodiálisis utiliza una máquina que hace circular la sangre a través de un filtro externo llamado dializador. La diálisis peritoneal utiliza el peritoneo (la membrana que recubre el abdomen) como filtro natural y requiere introducir un líquido especial llamado dializado en la cavidad abdominal a través de un catéter. Ambos tipos de diálisis tienen ventajas e inconvenientes y deben adaptarse a las necesidades y preferencias de cada paciente5.
Compartir