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División Ciencias de la salud Tecnología para el cuidado de la salud Variables para el cuidado de la salud E.E.C.I Francisco Javier Lara Guzman Yaney Yridian Uribe Sanchez 2C Variables Los servicios de salud han aumentado su cobertura y mejorado significativamente en términos de organización y calidad. Algunas iniciativas se basan en un "enfoque de riesgo" que co mbina medidas terapéuticas tradicionales con otras actividades de carácter preventivo y promotor de la salud. Con la combinación estrecha y sistemática de estos dos enfoques, la reorientación de los servicios de salud relevantes ya se ha agregado a la literatura internacional en el campo de la salud pública. La salud y la enfermedad no son una reflexión extrema, pero los diferentes niveles de adaptación contra las agencias ambientales, se ven afectadas por las condiciones y los patrones de la vida y afectan las actividades de los hombres al mismo tiempo que un municipio, por lo que se desarrollan los métodos y estilos de vida para la sociedad. y los individuos, afectarán el impacto positivo o negativo con la bienvenida dañina o dañina). Por lo tanto, la salud depende de los hábitos, los hábitos y los resultados diarios de las acciones y los esfuerzos que cada vida se realice en sus vidas y mejoren. Muchos factores pueden afectar el peso y provocar sobrepeso u obesidad. Algunos de estos factores pueden dificultar la pérdida o el mantenimiento del peso. Historia familiar y genes El sobrepeso y la obesidad tienden a darse en familias, lo que sugiere que los genes pueden desempeñar un papel. El riesgo de tener sobrepeso es mayor si uno o ambos padres tienen sobrepeso u obesidad. Los genes pueden afectar tanto las reservas de grasa corporal como las reservas de exceso de grasa corporal. Raza u origen étnico Ciertos grupos, incluidas las minorías raciales y étnicas, tienen más probabilidades de desarrollar obesidad. En los Estados Unidos, las tasas de obesidad en adultos son más altas entre los afroamericanos, seguidos por los hispanos/latinos y luego por los blancos. Estos índices se aplican tanto a hombres como a mujeres. Aunque los hombres y las mujeres asiático-americanos tienen los índices más bajos de obesidad, aún pueden estar en riesgo de contraer enfermedades relacionadas con la obesidad si están embarazadas. Grasa abdominal no saludable, incluso cuando su IMC (Índice de Masa Corporal) es más bajo. Edad Muchas personas aumentan de peso a medida que envejecen. Los adultos con un IMC normal generalmente comienzan a aumentar de peso al principio de la pubertad y continúan aumentando de peso hasta que tienen entre 60 y 65 años. Además, los niños obesos tienen más probabilidades de seguir siendo obesos cuando sean adultos. Sexo En los Estados Unidos, la obesidad es más común en mujeres negras o hispanas que en hombres negros o hispanos. El sexo de una persona también puede afectar el lugar donde se almacena la grasa corporal. Las mujeres tienden a almacenar grasa en las caderas y las nalgas. Los hombres generalmente almacenan grasa en el abdomen o el estómago. El exceso de grasa, especialmente alrededor del abdomen, puede poner a las personas en riesgo de sufrir problemas de salud, incluso si tienen un peso normal. Hábitos de alimentación y de actividad física Los hábitos de alimentación y de actividad física de una persona pueden aumentar la probabilidad de que tenga sobrepeso y obesidad si: 1. consume muchos alimentos y bebidas con alto contenido de calorías, azúcar y grasa 2. toma muchas bebidas con alto contenido de azúcares añadidos 3. pasa mucho tiempo sentada o acostada y la cantidad de actividad física que hace es limitada 4. Lugar donde una persona vive, trabaja, se recrea y practica su religión Donde una persona vive, trabaja, juega y práctica, su religión puede afectar sus hábitos alimenticios y actividad física, así como su acceso a alimentos saludables y lugares para hacer ejercicio. Por ejemplo, vivir en un área con muchos supermercados puede aumentar el acceso a alimentos bajos en calorías y de alta calidad. Vivir en un vecindario con mucho espacio verde y áreas seguras para la actividad física puede alentar a una persona a ser más activa físicamente. El lugar donde trabaja y practica su religión también puede hacer que sea más fácil comer alimentos poco saludables y ricos en calorías. Es posible que las máquinas expendedoras, las cafeterías o los eventos especiales en su trabajo o lugar de culto no ofrezcan opciones saludables y bajas en calorías. Siempre que sea posible, elija opciones más saludables, reduzca el consumo de dulces y disfrute de un pequeño trozo de torta o pastel. Hábitos familiares y culturales Los hábitos alimentarios y de estilo de vida en la familia pueden afectar el peso y la salud. Algunas familias pueden consumir alimentos y bebidas con alto contenido de grasas, sal y azúcares añadidos o comer grandes cantidades de alimentos poco saludables en las reuniones familiares. Algunas familias también pueden pasar tiempo inactivo viendo televisión, usando la computadora o usando un dispositivo móvil en lugar de estar físicamente activas. La cultura de un grupo social, étnico o religioso también puede influir en el peso y la salud debido a los hábitos alimenticios y de estilo de vida compartidos. Algunas culturas consumen alimentos y bebidas con alto contenido de grasas añadidas, sal y azúcar. Algunos métodos comunes de preparación de alimentos, como freír, pueden consumir muchas calorías. Con el tiempo, el consumo regular de alimentos ricos en calorías, grasas y azúcar puede provocar un aumento de peso. No dormir suficiente Las personas que no duermen suficiente pueden consumir más calorías y comer más bocadillos.6 Los expertos recomiendan que los adultos entre 18 y 64 años duerman de 7 a 9 horas al día, y los mayores de 65 duerman de 7 a 8 horas al día. El equilibrio que llamamos salud (comprensión como un buen estudio, relacionado con la morfología, los empleos, el desempeño y el comportamiento) o un desequilibrio que llamamos enfermedades (conceptos erróneos y ambientes ambientales y entornos ambientales). Para poder mantener, a lo largo de los años, una buena salud y una calidad de vida lo más elevada posible, es necesario adoptar en el día a día una serie de hábitos saludables que nos ayudarán, dentro de lo posible, a gozar de ese estado de bienestar físico, mental y social. Ello implica, entre otras recomendaciones: Seguir una dieta variada y equilibrada, que nos provea de los nutrientes y calorías que nuestro organismo necesita para mantenerse sano. Hidratarnos regularmente, ingiriendo líquido abundante. Dormir un número de horas suficiente Practicar ejercicio físico de manera regular. Moderar el consumo del alcohol y evitar el tabaco.
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