Trabajo cultura y estética - Sol Kir

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Evaluación de Cultura y Estética.
Grupo 3: Sol Kirschbaum
 Roi Ariel Kira
 Gonzalo Ditinis
América latina y su arte
Hasta el siglo XIX, el conjunto de las naciones que fueron conquistadas por España se llamaban Iberoamérica o Hispanoamérica. Pero, luego, comenzó a utilizarse la denominación de origen francés América latina. Esta expresión pretendía diferenciar de España a los países americanos, también, esta expresión intentaba independizarlos. Así, con el tiempo, el nombre América latina pudo imponerse. Generalmente, se designa con estos términos a todos los países que se encuentran desde México hacia el Sur, incluyendo los pueblos del Caribe y el territorio del Brasil, en manos de Portugal. Ya establecido el nuevo nombre, en el siglo XX, el continente fue testigo de muchos movimientos culturales tendientes a afirmar la existencia de lazos entre las culturas aborígenes y la europea. El crecimiento poblacional había determinado el surgimiento de grandes ciudades. Este factor, sumado a los avances científicos y tecnológicos, influyó en los cambios sociales. Entonces, en enormes centros urbanos, aparecieron importantes producciones culturales; y comenzaron a organizarse exposiciones, ferias y bienales.
Para comprender el fenómeno, se debe considerar un factor determinante: América latina se caracteriza por su abundante variedad, está marcada por la diversidad y por los rasgos de cada cultura, lo cual se observa en las artes visuales. Esta diversidad se debe tener en cuenta, ya que los modelos desarrollados en materia de arte no fueron los mismos en todas partes, y el tejido cultural de cada lugar es producto de la combinación de una gran variedad de elementos. Por otra parte, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, ciudades como Buenos Aires, Montevideo y San Pablo recibieron muchos inmigrantes que venían de países de Europa Central y Oriental. Ese origen europeo de muchos artistas quedó plasmado en sus obras.
Para acercarse adecuadamente al arte latinoamericano, hay que reconocer la natural diversidad, la riqueza de las tradiciones culturales autóctonas y el proceso de traslado de la influencia europea. Habría que considerar el impacto del choque de dos tradiciones, la europea y la latinoamericana.
A partir de eso, el arte latinoamericano presenta algunos caracteres particulares que no pueden considerarse solamente una imitación de las escuelas europeas o norteamericanas. Y es hacia 1920 cuando aparecen los primeros rasgos de una conciencia latinoamericana y de una sensibilidad artística que se revela surgida de la misma tierra en que nace la obra.
Joaquin Torres Garcia
Joaquín Torres García nació en Montevideo, el 28 de julio de 1874 y falleció el 8 de agosto de 1949 con 75 años. Fue un pintor, profesor, escritor, escultor y teórico del arte uruguayo. Es el creador del universalismo constructivo y del Taller Torres García, uno de los principales movimientos artísticos de su país. El fue hijo de María García Pérez y Joaquín Torres Fradera. Su padre era catalán y su madre era uruguaya. 
Debido a dificultades financieras Joaquín Torres Fradera decidió trasladarse con su familia en 1891 a Barcelona. Allí, Torres García tomó lecciones de pintura con Josep Vinardell. Su primer óleo lo realizó en 1891 en Mataró, cuando tenía 17 años. Ingresó en la Escuela Oficial de Bellas Artes de Barcelona en 1894 y también asistió a la Academia Baixàs. Barcelona fue un lugar de gran inspiración e influencias. También hizo amistades con importantes pintores y escultores de la época, como Manuel Hugué, Ramón Pichot. 
El nacimiento de sus hijos llevó su trabajo creativo por nuevos derroteros. Las figuras simples, geométricas, los colores primarios y un lenguaje infantil y simbólico caracterizan su obra a partir de entonces. Se trasladó en 1921 a Nueva York en busca de un entorno más moderno para su nueva propuesta pictórica y artística. Pero pese a lo mucho que le gusto la ciudad, nunca logró incorporarse a la sociedad. A partir de 1928 comienza a introducir en sus pinturas el entramado ortogonal que continuará desarrollando durante el resto de su vida.
Inicios
Habiendo conocido a Pablo Picasso e influido por el movimiento modernista catalán, en 1901 comenzó a pintar sus primeros frescos. De 1903 a 1907 colaboró con Gaudí en la realización de las vidrieras de la Sagrada Familia en Barcelona y también ayudó a la restauración de la catedral de Palma de Mallorca, realizando unas vidrieras con estilo geométrico.
Durante veintinueve años vivió en Barcelona, realizando muchas obras. Pintó, diseñó y realizó proyectos para edificios públicos y privados como las iglesias de San Jorge y San Agustín y el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona. Paralelamente visitó varios países. En 1910 se trasladó a Bruselas para decorar el Pabellón de Uruguay en la Exposición Internacional realizando dos murales acerca de la agricultura y ganadería uruguayos. Asimismo, visitó París, Florencia y Roma.
Escritor y las vanguardias
En 1913 publicó el libro Notes sobre Art, iniciándose en la teoría artística. Unos años después, en 1915, comenzó a experimentar con la influencia de las vanguardias. En esos años conoció pintores innovadores como Barradas, Delaunay, Theo Van Doesburg y Piet Mondrian; estos últimos figuras del constructivismo y la abstracción. 
Vuelto a París, en 1930 fundó la revista y el grupo de vanguardia Cercle et Carré; junto con otros artistas organizó una de las exposiciones de arte más importantes de la época. Por aquel entonces sus obras ya se exponían en importantes galerías.
(El Pez, 1928)
En 1934 se trasladó a Montevideo, su tierra natal, donde fundó la Asociación de Arte Constructivo. En Montevideo estuvieron en exposición varias de sus obras, mostrando al público su peculiar arte. En sus pinturas tempranas se encuentran referencias al mundo antiguo greco-romano, así como a maestros del arte español y renacentistas italianos, las mismas se caracterizan por un ajustado dibujo de gran sobriedad cromática y una particular geometría de corte modernista. 
(Constructivo con reloj, 1936)
Una de las principales propuestas de Torres García es la creación de la Escuela del Sur. Un proyecto en el que el artista plantea alterar el mapa conceptual de referencias para la producción de arte moderno desde Latinoamérica. Dicho proyecto es simbolizado por un dibujo de 1943 titulado América invertida, con el sur hacia arriba, indicando el norte.
(América invertida, 1943)
Gracias a la concreción de sus proyectos, es en parte uno de los caminos que llevan a lo que llamamos hoy “arte latinoamericano”
Universalismo constructivo
Se denomina Universalismo constructivo a una corriente estética creada por el artista plástico uruguayo Joaquín Torres García, y desarrollada en el extenso libro del mismo nombre, a lo largo de mil páginas y que fuera publicado en 1944, donde se destacan los aspectos metafísicos del arte y al movimiento estético promulgado por el Taller Torres García. 
Torres García se encontraba abocado a la búsqueda de una forma de expresar en conceptos, en formas simplificadas de la realidad, a esta realidad misma. Buscaba transmitir un mensaje a través de signos que admitieran lecturas libres de subjetividad. 
Este fue el resultado de todas las experiencias anteriores del maestro, que reúnen elementos del neoplasticismo, el cubismo, el surrealismo, el primitivismo, el arte precolombino y de la famosa regla o proporción áurea, rescatada de la cultura árabe. Una unificación de todas las formas de expresión que había percibido y practicado en su peregrinar por Europa y en sus contactos con los otros grandes maestros de la época. La vida de una obra depende de la funcionalidad de los elementos plásticos.
	
(Figura a 5 colores, 1946)