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LLEGADA A AMERICA

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LLEGADA A AMERICA
Hay dos teorías sobre cuándo llegaron a América los primeros seres humanos.
Las dos principales corrientes son la teoría del poblamiento temprano (los que dicen que ocurrió hace unos 30.000 o 25.000 años) y la teoría del poblamiento tardío (quienes consideran que fue hace unos 12.000 o 14.000 años).
Durante mucho tiempo, se pensó que el poblamiento fue tardío. A esa hipótesis también se le conoce como “teoría clásica sobre el poblamiento de América” o “modelo clovis”.
Los clovis, considerados a mediados del siglo XX la cultura indígena más antigua de América, utilizaban una técnica muy cuidadosa de tallado de piedras para cazar la fauna gigante que existía en la Edad de Hielo con unas herramientas que hoy conocemos como “puntas clovis”.
Durante décadas, se encontraron estas “puntas clovis” en yacimientos arqueológicos de hace unos 13.000 años esparcidos por diversas partes de Norteamérica, por eso se pensó que los clovis fueron los primeros pobladores de América.
Pero en años recientes varios estudios genéticos han rebatido esa idea.
Aunque no existe consenso, hoy son más los científicos y arqueólogos que sostienen que la ocupación de América ocurrió mucho antes de lo que se pensaba.
“La mayoría de los científicos y arqueólogos hoy día respalda la teoría del poblamiento temprano, y no la del tardío, pero los investigadores no se ponen de acuerdo sobre una fecha concreta o sobre qué sitios arqueológicos son los ‘auténticos’”, le dice a BBC Mundo Jennifer Raff.
El análisis genético de poblaciones contemporáneas y antiguas fue clave para que la teoría del poblamiento temprano ganara peso.
No obstante, muchos investigadores —principalmente arqueólogos— siguen defendiendo la teoría del poblamiento tardío.
“Algunos arqueólogos son escépticos respecto a los sitios tempranos, principalmente porque no aceptan los métodos de fechamiento, las asociaciones con actividad humana y la estratigrafía (el análisis de estratos arqueológicos) que se ha reportado”, explica Acuña-Alonzo.
“Es cierto que demostrar la antigüedad de la presencia humana es bastante complicado o difícil, así que sólo sitios muy bien excavados y documentados servirán para ir cambiando esas posturas”, añade el investigador.
También sigue debatiendo cómo entraron al continente los primeros seres humanos una vez abandonaron Beringia, pero los científicos barajan principalmente dos posibilidades: una ruta marítima o una ruta terrestre.
Teoría de la vía marítima
La opción de una ruta marítima está ligada a la teoría del poblamiento temprano y ha sido respaldada por estudios arqueológicos, lingüísticos y genéticos relativamente recientes.
Según esta teoría predominante, los primeros humanos habrían ingresado a América bordeando la costa del Pacífico, ya que en esa época tan fría “el nivel del mar era más bajo y las costas mucho más amplias. No habrían podido atravesar grandes distancias ni corrientes marítimas que no les favorecieran”, explica Acuña-Alonzo.
No sabemos la fecha concreta, puede ser hace unos 17.000 años o ¡incluso 20.000 o 30.000 años!
Teoría del paso terrestre
De nuevo, no hay consenso, aunque son menos los científicos que dicen que la ruta fue por tierra hace unos 13.000 años, coincidiendo con la teoría del poblamiento tardío.
“Los investigadores que defienden ese modelo creen que los primeros humanos que llegaron a América lo hicieron mucho después del Último Máximo Glacial, viajando por un corredor libre de hielo que se abrió paso en las Montañas Rocosas de Canadá a medida que se retiraron los glaciares”, explica Raff.
Según esta teoría los humanos habrían atravesado ese “pasillo” entre los glaciares por el interior de Norteamérica, para después esparcirse por Sudamérica.
Pero el estudio de genomas antiguos y contemporáneos, el descubrimiento de sitios anteriores a los clovis y algunos estudios ambientales cuestionan esa teoría; por eso son más los científicos que defienden que el paso fuera por mar.
Uno de los descubrimientos más recientes fue el hallazgo en septiembre de 2021 de huellas humanas en un lago de Nuevo México que datan de hace más de 20.000 años.
Esas huellas sugieren que los primeros humanos llegaron a América en el apogeo de la Última Edad de Hielo y que pudo haber grandes migraciones sobre las que todavía no sabemos mucho.
El mestizaje
Apenas sabemos qué aspecto tenían los primeros seres humanos que llegaron a América.
Para tratar de averiguar quiénes eran, recurrimos de nuevo a la genética.
Gracias a ella sabemos que los ancestros de los primeros americanos se separaron de sus “primos asiáticos” cuando entraron en Beringia, y que se movilizaron y mezclaron entre sí mucho más de lo que se daba por sentado, sobre todo durante los últimos 10.000 años.
Los genetistas creen que hubo un mestizaje entre dos poblaciones humanas ancestrales: los antiguos norsiberianos y los antiguos asiáticos del este, según cuenta Acuña-Alonzo.
Raff dice que uno de esos grupos habitó lo que hoy es el Sudeste Asiático. Se cree que ese grupo contribuyó mayoritariamente a la ancestría de los primeros seres humanos que poblaron el continente americano —concretamente, en un 60%, apunta Víctor Moreno.
La otra rama ancestral emergió hace unos 39.000 años en lo que hoy es el nordeste de Siberia.
Esos dos grupos convergieron hace unos 25.000 y 20.000 año
	El poblamiento de América
	
	
	
	
	
	 
Los primeros seres humanos en llegar al continente americano provinieron de Asia. Aunque se ha discutido mucho acerca de la posibilidad de que América hubiera sido poblada originalmente por negros, semitas, caucásicos, australoides u otros grupos, hay pruebas suficientes para afirmar que el carácter racial de los habitantes originales de este continente fue mongoloide.
El paso de Asia a América
Los continentes de Asia y América están separados por el mar. Entre el Cabo Dezhnev, en Siberia, y el Cabo Príncipe de Gales, en Alaska, hay un paso marítimo que se conoce como el Estrecho de Bering y mide un poco más de 80 kilómetros. A la mitad de este estrecho hay dos islas, la Gran y la Pequeña Diomede. En esta parte, entre los meses de noviembre y junio, se forma una capa de hielo que forma un "puente" entre Asia y América. Aunque este paso es riesgoso por las fuertes tormentas que allí se dan y la fragilidad del hielo en ciertas áreas, es posible atravesarlo a pie y navegando. Hace más de 10 mil años era aún más factible cruzar por ahí que actualmente, porque esa zona estaba cubierta por un grueso manto de hielo, debido a una serie deque sucedieron en la Tierra. Se cree que hace 60 mil años comenzó la migración de Homo sapiens sapiens (la especie del ser humano moderno) de Asia a América. El avance fue lento, en el actual territorio de México hubo seres humanos hace unos 35 mil años y en el extremo sur, en la Patagonia, hace 12 mil 700.
	
	Rutas de migración del Hombre Prehistorico a América
Corredor entre los glaciales de las Montañas Rocosas
Ruta de entrada al continente por el litoral del Océano Pacífico
Areas de Glaciación
Extensión máxima de glaciación hace 20 mil años
Extensión de glaciación hace 12 mil años
Tierras emergidas hacia el final del Pleistoceno
Durante el Pleistoceno, un periodo geológico que empezó hace 3 millones de años y terminó hace 8,000, hubo glaciaciones que cubrieron grandes extensiones de la Tierra. Los intervalos interglaciares son períodos de deshielo en los que el clima mejora.
 
En América
Como los grupos humanos que habitaban Siberia eran nómadas y estaban acostumbrados a vivir en condiciones de frío extremo y escasos recursos, parece probable que su encuentro con el continente americano se debió a su constante exploración de territorios en la búsqueda de comida para sobrevivir.
La marcha humana que llegó a América avanzó muy lentamente al interior del continente. La penetración hacia el sur, desde Alaska, se realizó a lo largo de muchas generaciones. El movimiento de las familias dependió sobre todo de la cantidad de alimentos disponibles en las cercanías donde se encontraran. Enlos lugares y tiempos en que sobraba la comida, permanecían más tiempo; cuando faltaban los recursos, se dispersaban de nuevo.
Al adentrarse al continente americano, con su diversidad geográfica y ecológica - tan diferente entre el extremo norte, los trópicos, el ecuador y el extremo sur-, el ser humano tuvo que modificar y ajustar su forma de vida y los utensilios que fabricaba.
 Representa la teoría más popular del poblamiento de este continente desde Asia a través del Estrecho de Bering4. Gris: amerindios (30.000-12.000 años AP); gris claro: Na-Dene (8.000 años AP), atabascos de Canadá, grupos aislados de indios de California y Navajo y Apache del sur del Estados Unidos; gris oscuro: Eskimo (6.000 anos AP). Los aleutianos de las islas Aleutianas en el Estrecho de Bering están separados de los Eskimo en cuanto a la lengua y otros parámetros antropológicos y estaban presentes en las islas antes de que los Eskimo alcanzaran Norteamérica; además, el perfil HLA aleutiano es diferente del perfil de los Eskimo30. Otras teorías del poblamiento de América (flechas grandes): ruta Transpacífica (de Australia e islas del Pacífico), y del pueblo Solutrense de la Península Ibérica6,12. También están representados los descubrimientos arqueológicos más relevantes6. El hombre de Kennewick (Estado de Washington, EE. UU.); Meadowcroft (Pensylvania, EE. UU.); Cactus Hill (Virginia, EE. UU.); Pedra Furada (Brasil); Monte Verde (Chile).
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Los marcadores de ADN mitocondrial y cromosoma Y se han utilizado para estudiar los orígenes, tiempo y lugar de entrada de amerindios, atabascos y esquimales5 en América. También, han sido contrastados hallazgos arqueológicos con los datos genéticos1,5,6. Finalmente, las conclusiones son diversas, y no existe consenso sobre el origen y el emparentamiento de los amerindios2,3,5,7. La cuestión más importante es dilucidar si los inmigrantes (amerindios) estaban ya diferenciados (en Asia) en cada uno de los grupos étnicos cuyos descendientes permanecen todavía en Asia. El cómo y el cuándo cruzaron el Estrecho de Bering serían preguntas secundarias8
Según estos investigadores, una vez que los primeros pobladores procedentes de Beringia llegaron al sur del hielo, de ese único linaje surgieron el resto de grupos, que se expandieron hacia Mesoamérica y América del sur. Han visto que esa ola migratoria no se produjo solo en un único sentido ni tampoco una sola vez. Y, además, apunta Moreno-Mayar, han observado que esos primeros nativos americanos volvieron a migrar hace unos 8000 años, aunque esta vez salieron de América central y se dispersaron hacia el norte y el sur. Sus pasos están grabados en e ADN de las poblaciones indígenas actuales de las que se dispone de su genoma.
PRIMERAS CIVILIZACIONES
No fueron los aztecas ni los mayas de América Central, ni los incas de Perú, de hace casi 3 mil años. Las primeras sociedades complejas de las Américas son mucho más antiguas: surgieron en Sudamérica a la época del nacimiento de la civilización egipcia en el norte de África, y la mesopotámica en Medio Oriente, de acuerdo con dos estudios publicados en diciembre en Nature. Hace alrededor de 5.100 años, en el norte de Perú, en un paraje árido conocido como Norte Chico, vivieron los primeros habitantes del continente que dejaron la caza, la pesca y la recolección de alimentos por la agricultura irrigada. Habitaban al menos 20 núcleos residenciales monumentales, con plazas circulares y pirámides de hasta 26 metros de altura. Tres arqueólogos, Jonathan Haas, del Field Museum, de Estados Unidos, su mujer Winifred Creamer, y el peruano Álvaro Ruiz confirmaron el desarrollo de un complejo cultural en esa región entre 3.000 a.C. y 1.800 a.C., por medio de dataciones realizadas con carbono radioactivo. Intrigó el hecho de que ese pueblo no haya producido artefactos de cerámica ni plantado cereales, que en general constituyen la principal producción agrícola de las primeras sociedades complejas, sino solamente algodón, zapallitos, ajíes, fríjol, aguacate, guayaba y caña. Este descubrimiento es un desafío a la teoría de que las sociedades andinas complejas habrían evolucionado principalmente debido a la explotación de los recursos marítimos y, según Álvaro Ruiz, sugiere que se hace necesario repensar el comienzo del desarrollo económico, social y cultural de los albores de la civilización peruana y la de toda Sudamérica. El equipo de José Iriarte, del Instituto de Investigación Tropical Smithsonian de Panamá, reveló que había sociedades complejas antiguas donde no se imaginaba que pudieran existir: en la región de Los Ajos, un área de campos anegadizos del sudeste del Uruguay. Allí, alrededor de plazas, sobre montes de hasta 2 metros de altura, y dispuestas en forma de círculo o de herradura, los habitantes erigían sus habitaciones hace entre 4.800 y 4.200 años. Hay indicios de que esa sociedad, anterior a las que surgieron en la Amazonia, plantaba granos como por ejemplo el maíz, y ya habían abandonado la caza y la recolección de alimentos. Antes se pensaba que grupos con tal nivel de organización solamente hubieran existido en los Andes y en la llanura amazónica.
CIVILIZACION CARAL
La civilización de Caral, considerada la más antigua de América al desarrollarse hace 5.000 años en la costa central de Perú, realizó intercambios comerciales con otras sociedades de los Andes, la Amazonía, el sur de Ecuador y el norte de Chile, según su descubridora, la arqueóloga Ruth Shady.
La investigadora, que dirige la Zona Arqueológica Caral (ZAC), ha confirmado las relaciones interculturales que tuvieron los habitantes de Caral gracias a los hallazgos encontrados en Áspero, que en su día fue la ciudad pesquera de esta civilización.
Shady sostuvo que Caral ofrecía algodón y pescado deshidratado, en su mayoría anchoveta, a cambio de productos de zonas remotas como plumas de guacamayos y caracoles de la Amazonía, tubérculos andinos como la oca o conchas spondylus de las aguas tropicales de Ecuador, que utilizaban para elaborar adornos y collares.
"En Áspero ha habido una fuerte presencia de bienes de la Amazonía. Estamos investigando por qué hay una presencia tan fuerte de la selva. Las relaciones se dieron en condiciones de paz, respetando las diferencias étnicas y religiosas", indicó Shady.
Estos hallazgos demuestran que la primera civilización de América mantuvo relaciones con otros grupos sociales supuestamente menos desarrollados que habitaban a no menos de 400 kilómetros de distancia y a los que les separaba los Andes, una abrupta cadena montañosa que supera los 5.000 metros de altitud.
Entre las evidencias encontradas en Áspero destacan los adornos de la sepultura de la Dama de los Cuatro Tupus, considerado por el Instituto de Arqueología de América como uno de los hallazgos más importantes de 2016 al revelar la importancia de la mujer dentro de esta civilización contemporánea a Mesopotamia.
La producción de conocimientos por parte de los especialistas (en matemáticas, geometría, astronomía, biología, etc.) fue aplicada en el diseño urbano; la construcción arquitectónica; la elaboración del calendario y la predicción del clima; el acondicionamiento de los campos de cultivo y la implementación de un sistema de riego; el mejoramiento de las especies agrícolas; la administración pública, etc. Los avances científicos y tecnológicos fomentaron cambios en beneficio, principalmente, de los gobernantes y del estrato social al que ellos pertenecían.
La medición del movimiento de los astros fue plasmada en la construcción de grandes geoglifos y alineamientos de piedras, que antecedieron en más de tres mil años a los trazados en la Pampas de Nasca.
La información fue registrada mediante cuerdas y nudos; con la civilización se inició el uso del quipu que perduró hasta el Imperio Inca, más de cuatro mil años después de Caral.
La religión fue el instrumento usado por la clase gobernante para fortalecer la identidad cultural y la cohesión social. A través de la religión, las autoridades ejercieron, simultáneamente, elcontrol, justificaron sus privilegios, mantuvieron el orden y garantizaron la reproducción del sistema social.
Los pobladores participaban periódicamente en actividades colectivas de producción, que se combinaban con otras, sociales, económicas y religiosas. Así, el tejido de la estructura social fue mantenido y reforzado en eventos periódicos, donde los trabajos eran asociados con el dictado de disposiciones y regulaciones, con ferias o mercados y en un marco festivo, ceremonias, ritos, música, danzas, comidas y bebidas.
La práctica musical fue también colectiva; han sido recuperados conjuntos de instrumentos musicales: 32 flautas traversas, 38 cornetas y 4 antaras.

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