TEORIA PERSONALIDAD ENSAYO

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Teoría de la personalidad 2
Estudiante(s)
Yilena Astrith Martínez Chaverra 
Teoría de la personalidad Sigmund Freud
Profesor
Kelvis Angulo Palacios
Universidad tecnológica del chocó
Facultad ciencias de la salud
Psicología 
Quibdó – Chocó
2023
Introducción 
La personalidad humana es un tema complejo y fascinante que ha sido estudiado por muchos psicólogos a lo largo de la historia. Uno de los enfoques más influyentes en la comprensión de la personalidad es el psicoanálisis, desarrollado por Sigmund Freud a finales del siglo XIX. En este ensayo, exploraremos la perspectiva psicoanalítica de Freud sobre la personalidad, su teoría de la estructura mental y cómo esta teoría ha influido en la comprensión de la personalidad en la actualidad.
Cuerpo
La teoría psicoanalítica de Freud sostiene que la personalidad se compone de tres estructuras mentales: el ello, el yo y el superyó.
El ello es la primera estructura de la personalidad según Freud, y se refiere a las necesidades y deseos más básicos y primitivos del ser humano, como el hambre, la sed, el sexo y la agresión. El ello opera de acuerdo con el principio del placer, buscando satisfacer estas necesidades de manera inmediata sin importar las consecuencias. El ello es impulsivo, irracional y se encuentra en el inconsciente.
El yo es la segunda estructura de la personalidad, y se desarrolla para mediar entre las demandas del ello y las exigencias de la realidad externa. El yo opera de acuerdo con el principio de la realidad, buscando encontrar soluciones racionales y adaptativas para satisfacer las necesidades del ello de manera socialmente aceptable. El yo se encuentra en la conciencia y en el preconsciente, y es responsable de la toma de decisiones y el control de los impulsos del ello.
El superyó es la tercera estructura de la personalidad, y se desarrolla a través de la internalización de las normas y valores de la sociedad, como las creencias religiosas, los principios éticos y los ideales culturales. El superyó es la conciencia moral del individuo, que evalúa y juzga la conducta del yo. El superyó se encuentra en el preconsciente y el inconsciente, y es responsable de los sentimientos de culpa y de la autoevaluación.
Freud también introdujo la idea de que la personalidad se desarrolla a través de diversas etapas psicosexuales, que son periodos en los que el niño experimenta un impulso sexual dominante que influye en su desarrollo emocional y psicológico. Estas etapas son: la etapa oral, la etapa anal, la etapa fálica, la etapa de latencia y la etapa genital.
La etapa oral se establece se establece desde el nacimiento hasta alrededor de los 18 meses. El foco del placer es, por supuesto, la boca y si no se satisfacen las necesidades básicas, el niño puede desarrollar un apego ansioso y una dependencia en la vida adulta. Las actividades favoritas del infante son chupar y morder.
La etapa anal se encuentra entre los 18 meses hasta los tres o cuatro años. El foco del placer es el ano. El goce surge de retener y expulsar.
La etapa fálica va desde los tres o cuatro años hasta los cinco, seis o siete. El foco del placer se centra en los genitales. La masturbación a estas edades es bastante común.
La etapa de latencia dura desde los cinco, seis o siete años hasta la pubertad, más o menos a los 12 años. Durante este período, Freud supuso que la pulsión sexual se suprimía al servicio del aprendizaje. Debo señalar aquí, que, aunque la mayoría de los niños de estas edades están bastante ocupados con sus tareas escolares, y por tanto "sexualmente calmados", cerca de un cuarto de ellos están muy metidos en la masturbación y en jugar "a los médicos". En los tiempos represivos de la sociedad de Freud, los niños eran más tranquilos en este período del desarrollo, desde luego, que los actuales.
La etapa genital empieza en la pubertad y representa el resurgimiento de la pulsión sexual en la adolescencia, dirigida más específicamente hacia las relaciones sexuales. Freud establecía que tanto la masturbación, el sexo oral, la homosexualidad como muchas otras manifestaciones comportamentales eran inmaduras, cuestiones que actualmente no lo son para nosotros.
Una de las ideas más importantes de la teoría psicoanalítica de Freud es la noción de que los impulsos y deseos reprimidos del ello pueden manifestarse en la conciencia a través de los sueños, los actos fallidos y los síntomas desequilibrados. Según Freud, estos síntomas desequilibrados son el resultado de conflictos psicológicos no resueltos entre el ego, el superyó y el ello, y se pueden tratar a través del psicoanálisis, un proceso en el que el paciente habla libremente sobre sus pensamientos y sentimientos para explorar su inconsciente.
La teoría psicoanalítica de Freud ha tenido una gran influencia en la comprensión de la personalidad en la actualidad, aunque también ha sido objeto de críticas y controversias. Algunos psicólogos han argumentado que la teoría de Freud es demasiado determinista y que no tiene en cuenta la influencia de factores sociales y culturales en la personalidad. Sin embargo, la teoría psicoanalítica de Freud sigue siendo una de las perspectivas más influyentes en la comprensión de la personalidad y ha inspirado a muchos psicólogos a explorar el mundo del inconsciente y de los procesos psicológicos no conscientes.
En conclusión, la teoría psicoanalítica de Freud ha sido una de las perspectivas más influyentes en la comprensión de la personalidad humana. Su enfoque en la estructura mental (el ello, el yo y el superyó), las etapas psicosexuales (la etapa oral, anal, fálica, latencia y genital) y la importancia del inconsciente ha inspirado a muchos psicólogos a explorar el mundo interno de las personas.