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Hepatitis C Informacion para pacientes

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hepatitis c
información
para 
pacientes
autores
Antonio Oliveira Martín. Unidad de Hepatología. Servicio de Aparato 
Digestivo. Hospital Universitario “La Paz”. Madrid
José Carlos Erdozaín Sosa. Unidad de Hepatología. Servicio de Aparato 
Digestivo. Hospital Universitario “La Paz”. Madrid
Pilar Castillo Grau. Unidad de Hepatología. Servicio de Aparato Digestivo. 
Hospital Universitario “La Paz”. Madrid
Rocío Calvo. Unidad de Hepatología. Servicio de Aparato Digestivo. Hospital 
Universitario “La Paz”. Madrid
Jose Maria Segura Cabral. Unidad de Hepatología. Servicio de Aparato 
Digestivo. Hospital Universitario “La Paz”. Madrid
Gregorio Castellano. Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario “12 
de Octubre”
Gerardo Clemente. Servicio de Hepatología. Hospital General Universitario 
“Gregorio Marañón”
Tomas Hernández Fernández. Servicio de Promoción de la Salud. Dirección 
General de Salud Pública y Alimentación.
Ángel Negro Jiménez. Servicio de Promoción de la Salud. Dirección General 
de Salud Pública y Alimentación.
Ramón Aguirre Martín-Gil. Servicio de Promoción de la Salud. Dirección 
General de Salud Pública y Alimentación.
revisores
Dª. Teresa Molina. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. 
Subdirección de Asistencia Farmacéutica 
Dª Marisa Pires Alcalde. Servicio de Promoción de la Salud. Dirección 
General de Salud Pública y Alimentación.
Comité de Expertos para el Asesoramiento Científico-técnico en 
Hepatitis C de la Comunidad de Madrid
edita Dirección General de Salud Pública y Alimentación. Consejería de Sanidad y Consumo.
diseño www.andreatomasov.com
1ª edición. Noviembre 2007. 
índice
generalidades 4
formas de contagio 6 
síntomas de la hepatitis c 9
diagnóstico 13
evolución, 
posibles complicaciones 
y pronóstico 16
tratamiento 18
tipo de vida 25
4
generalidades
 ¿Qué es una hepatitis crónica? 
La hepatitis es la inflamación del hígado. Si se 
prolonga durante más de 6 meses se consi-
dera crónica. Existen diferentes causas de he-
patitis crónica, como virus (B, C, D), alcohol, 
enfermedades hereditarias o medicamentos. 
¿Qué es la hepatitis C?
Es la inflamación del hígado causada por el 
Virus de la Hepatitis C (VHC). Este virus se 
encuentra fundamentalmente en la sangre de 
las personas que tienen esta enfermedad y es 
actualmente uno de los principales causan-
tes, en todo el mundo, de hepatitis crónica.
¿Es una enfermedad grave? 
La mayoría de las personas diagnosticadas 
de hepatitis C no sufren ningún problema 
serio de salud en relación a la infección a lo 
largo de su vida. En 7 de cada 10 casos la 
enfermedad se hace crónica y en una propor-
ción pequeña de estos la enfermedad puede 
ser grave.
5
Un porcentaje elevado de las personas que 
se infectan por este virus C son portadoras 
del mismo durante toda la vida. 
¿Existen muchos casos de hepatitis C?
Se estima que a nivel mundial están infecta-
das 3 de cada 100 personas, es decir unos 
150 millones. En España se estima que hay 
unas 800.000 personas infectadas. En la Co-
munidad de Madrid afecta a una o dos perso-
nas (1,5) de cada 100, es decir, alrededor de 
96.131 personas.
¿Existe Información disponible por 
sexos?
La frecuencia de esta enfermedad, entre los 
16-40 años, es mayor en hombres que en 
mujeres debido a su relación con ciertos fac-
tores de riesgo (en especial el uso de drogas 
por vía parenteral).
hepatitis C
6
formas de contagio
¿Cómo se contagia?
Es difícil saber con seguridad el momento y 
forma del contagio y sólo podemos hablar 
de la relación con ciertos factores de riesgo, 
aunque suele existir un antecedente que jus-
tifica la infección actual. 
> Los casos adquiridos antes de 1990, en su 
gran mayoría, eran por transfusiones o uso 
de jeringuillas para el consumo de dro-
gas contaminadas por el virus C. Actualmen-
te, contagiarse por una transfusión es extre-
madamente raro (1 caso de cada 1.000.000 
transfusiones) dado que los nuevos conoci-
mientos y técnicas permiten un control muy 
riguroso de la sangre. 
> Hoy día la transmisión por sangre suele 
ser casi en exclusiva, debido al intercam-
bio de jeringuillas entre personas adictas a 
drogas y, de forma excepcional, tras un pin-
chazo accidental con agujas contaminadas 
por el virus C, principalmente en profesiona-
les sanitarios. 
> En la realización de tatuajes y en la práctica 
de acupuntura sin las condiciones de 
higiene y asepsia necesarias.
> Otras causas más infre-
cuentes de infectarse son 
las relaciones sexua-
les sin protección (sin 
preservativo) en pa-
rejas en las que uno 
de ellos es portador 
del virus C. La pre-
vención en estos ca-
7
formas de contagio
sos consiste en que los pacientes infectados 
por el virus C deben utilizar preservativo du-
rante la menstruación o cuando exista algún 
tipo de lesión en el aparato genital. Es reco-
mendable que la pareja sexual se realice un 
análisis de anticuerpos del virus C y si estos 
son negativos no es necesario hacer ningún 
otro análisis de forma periódica.
> En el momento del parto la transmisión de 
madre infectada por virus C a hijo/a se pue-
de producir cuando la sangre de la madre 
entra en contacto con las mucosas del 
recién nacido. Este riesgo es inferior al 5% 
y no comporta graves peligros para el niño/a, 
por lo que el embarazo no está contraindi-
cado y tampoco influye negativamente en la 
evolución de la hepatitis C de la madre. No 
obstante, estas circunstancias, son tenidas 
en cuenta por los profesionales sanitarios 
para minimizar al máximo el riesgo de trans-
misión madre-hijo durante el parto.
> El virus C no se transmite a través de 
la leche materna, pero si puede hacerlo 
a través de heridas mamarias. En los hijos 
de madres con hepatitis por virus C se debe 
realizar análisis de virus C cuando tengan 
6-12 meses. A los 18 meses, si la prueba del 
RNA es negativa, la seguridad de 
que el hijo está sano es absoluta.
> Es muy raro el con-
tagio intrafamiliar de 
las personas que 
conviven con los 
pacientes con he-
patitis C crónica al 
hepatitis C
8
formas de contagio
compartir utensilios de aseo personal (hojas 
de afeitar, cepillos de dientes, corta uñas, pei-
nes, etc.). No obstante, debe evitarse com-
partir objetos de aseo personal, como los 
mencionados, y cubrir la heridas con apó-
sitos, para protegerlas de un contacto san-
guíneo.
Aproximadamente un 10% de las infecciones 
carecen de justificación aparente. 
¿Cómo no se contagia? 
> La convivencia social normal no conlleva 
un particular riesgo de infección por el virus C 
por lo que no existe razón para aislar, social 
o laboralmente, a las personas infectadas por 
este virus.
> No se contagia a través de los besos 
(mientras no existan heridas o lesiones que 
produzcan sangrado en la boca), ni por 
compartir utensilios de uso común, como 
los vasos, cubiertos, ropas, etc., por lo que 
no es necesario que estos sean sometidos a 
una desinfección especial.
síntomas
9
La mayoría de las veces, no hay síntomas 
en el momento de la infección, o son tan leves 
que no se les hace caso (cansancio, males-
tar...). Algunos pacientes dicen “¡Yo no re-
cuerdo haber pasado una hepatitis...!”
Tan sólo un número pequeño de personas 
notarán los síntomas bien conocidos de he-
patitis aguda (“ponerse amarillo”). Por dicho 
motivo, cuando nos dicen que tenemos esta 
enfermedad probablemente desde hace 
años, no recordamos el momento en que la 
pudimos haber cogido.
Una vez que la infección se ha hecho cróni-
ca, igualmente lo habitual es que no se no-
ten síntomas o que estos sean leves, como 
cansancio o molestias en el lado derecho del 
costado. Algunos pacientes comentan en 
estas fases de la enfermedad “¡Pues yo no 
noto nada; yo me encuentro bien!” y por 
eso, el descubrimiento de la infección suele 
ser casual, por ejemplo en un análisis por otro 
motivo o en un análisis rutinario.
¿Se puede saber cómo se produjo el 
contagio?
Es necesario revisar si el paciente ha vivido 
alguna de las siguientescircunstancias: 
> Haberse inyectado drogas, aunque sólo 
lo hiciese hace ya tiempo y sólo unas pocas 
veces, compartiendo con otras personas las 
jeringuillas o los utensilios para la inyección.
> Haber recibido tratamiento por problemas 
de coagulación con productos de la sangre 
elaborados antes de 1990.
10
síntomas
> Haber recibido una transfusión de sangre o 
un trasplante de órganos sólidos (por ejem-
plo, riñón, hígado, corazón) de un donante 
infectado.
> Haber estado en un programa de diálisis de 
riñón por un tiempo prolongado.
> Haber trabajado algún periodo de tiempo 
en algún centro sanitario en el que tuvo con-
tacto frecuente con sangre y/o haberse pin-
chado accidentalmente con una aguja.
> Si su madre tenía hepatitis C en el momento 
en que nació.
> Haber mantenido alguna vez relaciones 
sexuales sin protección con una persona in-
fectada con el VHC.
> Haber compartido con alguna persona in-
fectada utensilios de higiene tales como na-
vajas o cepillos de dientes contaminados con 
sangre.
> Haber sufrido alguna intervención odonto-
lógica.
> En el 10% de los casos, según ya se ha 
comentado anteriormente, se desconoce el 
origen.
¿Cómo prevenir el contagio del virus de la 
hepatitis C a otras personas?
Es importante llevar a cabo las siguientes me-
didas:
> No donar sangre, órganos, otros tejidos 
corporales ni semen.
> No compartir cepillos de dientes, navajas, 
hepatitis C
11
jeringuillas ni otros artículos personales que 
puedan tener sangre.
> Cubrirse con apósitos las heridas y/o llagas 
abiertas, observando higiene y prevención en 
los pequeños accidentes domésticos que pu-
diera sufrir con algo de sangrado.
> Si el paciente vive de forma estable con 
una pareja, no necesita cambiar sus prácti-
cas sexuales, no obstante existe una posibili-
dad muy pequeña de transmitir la hepatitis C 
a su pareja por contacto sexual. Si se quiere 
reducir la posibilidad de contagio a su pare-
ja, ha de usar sistemáticamente medidas de 
protección utilizando preservativos y de forma 
especial durante la menstruación o cuando 
exista algún tipo de lesión en el aparato geni-
tal. Es recomendable preguntar al médico si 
su pareja sexual tiene que hacerse la prueba 
de detección del virus de la hepatitis C. 
> Es preciso utilizar preservativo de forma sis-
temática en caso de tener de forma esporádi-
ca y puntual varias parejas sexuales, siendo en 
este caso recomendable la vacunación fren-
te a la hepatitis B. Hay que recordar que 
existen muchas otras Enfermedades de 
Transmisión Sexual que pueden sur-
gir al mantener relaciones sexuales 
sin protección, destacando entre 
ellas la infección por 
el VIH/SIDA. 
12
síntomas
¿Qué ocurre si la persona con hepatitis C 
está embarazada? 
Aproximadamente 5 de cada 100 bebés na-
cidos de madres infectadas por el VHC se 
infectan con el virus. Esto ocurre durante el 
parto, y no existe un tratamiento que pueda 
evitarlo, aunque son circunstancias, que son 
tenidas en cuenta por los profesionales sani-
tarios para minimizar al máximo el riesgo de 
transmisión madre-hijo durante el parto.
Los bebés infectados por el VHC durante el 
parto no presentan problemas durante sus 
primeros años de vida, aunque necesitan ser 
estudiados para determinar si tendrán proble-
mas en el futuro debido a la infección. Como 
ya se ha dicho, en los hijos de madres con 
hepatitis por virus C se debe realizar análisis 
de virus C cuando tengan 6-12 meses. A los 
18 meses, si la prueba del RNA es negativa, 
la seguridad de que el hijo está sano es ab-
soluta.
Si el paciente hubiese tenido hijos desde que 
contrajo el VHC es recomendable que con-
sulte con su médico acerca de la necesidad 
de hacerles la prueba del VHC.
diagnóstico
13
¿Cómo se diagnóstica la enfermedad?
Casi siempre el diagnóstico surge por el estu-
dio de una alteración en los análisis, la eleva-
ción de las transaminasas. Sin embargo hay 
que tener en cuenta que existen otras cau-
sas para esta alteración. Si se sospecha que 
el responsable es el virus C se solicitará una 
prueba específica para confirmarlo o descar-
tarlo.
¿Qué son las transaminasas?
Las transaminasas son un componente nor-
mal de las células del hígado. Cuando las cé-
lulas del hígado se destruyen por efecto de la 
inflamación que causa el virus, las transami-
nasas se liberan en exceso a la sangre detec-
tándose ese aumento en los análisis. 
¿Las transaminasas constituyen un 
indicador del funcionamiento del hígado?
Las transaminasas no son un parámetro de 
funcionamiento del hígado. Una vez diagnos-
ticada la enfermedad, más importante que la 
cifra de transaminasas es saber cómo fun-
ciona su hígado. Ello lo podemos valorar me-
14
diante otros datos analíticos como la albúmi-
na, la bilirrubina o el tiempo de protrombina, 
los cuales se suelen pedir habitualmente en 
sus revisiones.
Qué es el genotipo?
Igual que existen personas de diferentes tipo-
logías y razas, dentro del virus C hay distintos 
subtipos o genotipos que se denominan con 
números del 1 al 6.
Los genotipos no guardan relación con el 
daño en el hígado o el pronóstico de la enfer-
medad. Su única utilidad para conocerlos es 
con vistas a la planificación del tratamiento. 
Teniendo en cuenta que peor respuesta al tra-
tamiento no quiere decir siempre enfermedad 
más grave, los pacientes con genotipo 1 son 
los que tienen menores posibilidades de cu-
ración (aproximadamente 50%). En el otro ex-
tremo, los que tienen genotipo 2 ó 3 se pue-
den curar hasta en un 80% de los casos. En 
España el más frecuente es el genotipo1. 
diagnóstico
15
hepatitis C
 ¿Qué es la viremia o carga viral?
La viremia o carga viral es la cantidad del virus 
circulante en sangre. Al igual que las transa-
minasas su cifra es oscilante: unas veces más 
alta y otras más baja. Contra lo que pudiera 
parecer evidente, la cantidad de virus, o sus 
subidas y bajadas, tampoco guardan relación 
con la gravedad de la enfermedad. 
Personas con cantidades muy elevadas de 
virus en sangre pueden tener poco daño en el 
hígado, mientras que otra con cantidades ba-
jas puede tener una enfermedad más grave. 
Al igual que en el caso del genotipo, su uti-
lidad es con vistas al tratamiento: las perso-
nas con cantidades bajas de virus circulante, 
es más fácil que se curen que las que tienen 
cantidades altas.
¿Es necesaria una biopsia del hígado?
Según los datos de su enfermedad su médico 
valorará si es necesario completar el estudio 
con la realización de una biopsia del hígado.
16
evolución, posibles complicaciones y pronóstico
¿Qué me puede pasar por tener 
hepatitis C?
En principio, debemos considerar la hepatitis 
C como una infección relativamente benigna, 
no obstante, es verdad que algunas personas 
infectadas (entre 8 y 20 de cada 100) pue-
den llegar a desarrollar un daño importante 
(cirrosis,...) en su hígado tras muchos años de 
evolución (15, 20 o más). 
¿Qué es la cirrosis?
Cuando uno se hace una herida aparece una 
pequeña inflamación y el organismo repara la 
herida formando una cicatriz. Como ya se ha 
dicho, el virus C, aunque sin síntomas, pro-
duce inflamación continua en el hígado du-
rante años, terminando en algunas personas 
por aparecer estas “cicatrices”, cambiando el 
hígado que se vuelve duro, se deforma y sufre 
alteraciones en su funcionamiento. 
Se debe entender la cirrosis como una fase 
avanzada de la enfermedad en la que pue-
den aparecer complicacio-
nes. Esta situación no tiene 
por qué implicar modifica-
ciones en la vida normal, 
aunque el paciente sí 
estará sometido a ma-
yor vigilancia médica 
para detectar posi-
bles complicaciones 
que pueden apare-
cer con el tiempo.
evolución, posibles complicaciones y pronóstico
17
¿Cuáles son las complicaciones de la 
cirrosis?
Cuando el hígado comienza a funcionar mal, 
aparece sensación de cansancio y falta de 
apetito. Algunas personas se ponen amarillas 
y pueden tener facilidad para retener líquidos 
(se notarán los pies y la tripa más hinchados). 
Enotras se pueden producir algún tipo de 
hemorragias internas. Raramente se forman 
tumores en el hígado. 
Su médico le planificará el seguimiento más 
adecuado para detectar lo antes posible es-
tas complicaciones en caso de que aparez-
can y así poder tratarlas lo mejor posible.
Se estima que cada año sólo 4 de cada 100 
pacientes con cirrosis desarrolla algún tipo de 
complicaciones de la misma. 
La posible aparición de cirrosis tampoco im-
plica que las cosas vayan a ir necesariamente 
mal.
18
tratamiento
¿Cómo se trata la hepatitis C?
A pesar de que hasta ahora no existe un 
tratamiento que asegure la curación de la 
hepatitis C en todos los pacientes, muchas 
personas se benefician del tratamiento con 
medicamentos. 
El mejor tratamiento actual contra la hepatitis 
crónica C es la administración de 2 medica-
mentos: Interferón pegilado y ribavirina. 
El interferón se inyecta una vez por semana 
de forma subcutánea.
La ribavirina se toma en cápsulas todos los 
días por la mañana y por la noche con la in-
gesta de alimentos. Durante el tratamiento se 
realiza control de consulta y análisis cada 1-2 
meses aproximadamente
La duración del tratamiento suele ser de 1 
año, excepto en algunos casos que es de 6 
meses (virus C de tipo 2 y 3 con carga viral 
baja). Con la analítica del 3º y/o 6º mes se 
decide si se debe seguir o suspender el tra-
tamiento.
Durante el tratamiento, el médico puede deci-
dir cambiar la dosis o suspender el tratamien-
to si considera que la eficacia no es buena 
o aparecen efectos adversos importantes. 
19
tratamiento hepatitis C
Cualquier paciente tiene derecho a abando-
nar libremente el tratamiento cuando quiera, 
pero es conveniente que lo comente con su 
médico.
¿Cuál es la eficacia de este tratamiento?
El tratamiento normaliza las transaminasas y 
hace desaparecer el virus de forma perma-
nente (curación) en aproximadamente el 50% 
de los pacientes con virus de tipo 1. En los 
pacientes con hepatitis por virus de tipo 2 y 3 
esto se consigue en el 80% de los casos.
En el 15-20% de los enfermos al suspender 
el tratamiento, se reactiva de nuevo el virus y 
se produce un leve aumento de las transami-
nasas.
¿Cuáles son los efectos secundarios del 
interferón? 
El más frecuente es el síndrome gripal, espe-
cialmente en el primer mes de tratamiento, y 
consiste en fiebre, escalofríos, dolor muscu-
lar, dolor de cabeza, cansancio y malestar ge-
neral. Para disminuir estos efectos se puede 
tomar paracetamol en las dosis que prescri-
ba el profesional sanitario. 
Después de las primeras 
semanas de tratamiento, 
el efecto secundario más 
frecuente es el cansan-
cio. 
Otros posibles efectos 
menos frecuentes son: 
pérdida de peso y ape-
20
tratamiento
tito, insomnio, irritabilidad, depresión, caída 
leve del cabello, inflamación en el punto de 
inyección, lesiones de piel, alteraciones del ti-
roides, disminución del número de células de 
la sangre como plaquetas y leucocitos, etc. 
¿Cuáles son los efectos secundarios de la 
ribavirina? 
El más frecuente es la anemia, que es im-
portante sólo en el 10-15% de los pacientes 
tratados. En estos casos para mejorar dicha 
anemia se valora la administración de otro fár-
maco (eritropoyetina o darbepoetina).
Otros posibles efectos adversos son picores, 
sequedad de piel y mucosas, por lo que es 
conveniente una buena hidratación de la piel 
con cremas y la ingesta de abundante líquido 
(2-3 litros al día).
Tanto los efectos secundarios del interferón 
como de la ribavirina desaparecen al suspen-
der el tratamiento.
Independientemente del sexo (varón o mujer) 
deben de tomarse medidas oportunas para 
evitar el embarazo durante todo el tratamien-
to y en los 6 meses siguientes a su finalización 
por los posibles efectos perjudiciales sobre el 
desarrollo del feto.
hepatitis C
2121
¿Cómo saber que el tratamiento está 
funcionando?
El objetivo del tratamiento es disminuir la can-
tidad de virus de la hepatitis C que existe cir-
culando en la sangre a niveles que no sean 
detectables después de 24 semanas de te-
rapia. La cantidad de virus en la sangre, ya 
se ha dicho, se llama carga viral. Al final del 
tratamiento el médico necesitará medir la car-
ga viral y determinar cómo está el hígado. El 
médico puede repetir muchos de los mismos 
exámenes que se hicieron al principio cuando 
fue diagnosticada la hepatitis C.
Si la sangre tiene tan pocos virus que las 
pruebas no pueden encontrarlo, se dice que 
el virus es no detectable. Si permanece no 
detectable por lo menos durante seis meses 
después de que el tratamiento ha terminado, 
se entra en una fase llamada respuesta viral 
sostenida. La gente que obtiene una respues-
ta viral sostenida tiene más probabilidades de 
no padecer problemas hepáticos graves en 
un futuro.
Si el tratamiento no disminuye la carga viral, 
o no se obtiene una respuesta viral sostenida 
después del tratamiento, el médico hablará 
con el paciente acerca de otras opcio-
nes de tratamiento. 
22
¿Es posible la curación?
Pese a que cada día se disponen de mejores 
medicamentos para tratar la enfermedad, hoy 
por hoy no es posible hacer desaparecer o 
matar el virus en todos los casos, porque en 
ocasiones es resistente a este tratamiento. 
Actualmente se curan más o menos la mitad 
de las personas que se tratan. Dependiendo 
de determinados datos de la enfermedad, al-
gunas personas pueden tener peores o me-
jores opciones de curación (algunos de casi 
el 80%).
¿Es conveniente tratarse?
Algunos pacientes con hepatitis C no requie-
ren tratamiento. Como se ha visto, la enfer-
medad produce pocos o ningún síntoma y en 
la mayoría de los casos no dará problemas. 
En la decisión de tratar la enfermedad, entre 
otros aspectos, habrá que tener en conside-
ración que el tratamiento no siempre cura, 
que es largo y que puede provocar efectos 
secundarios molestos.
tratamiento
23
El médico valorará determinados parámetros 
que le permitirán aconsejar sobre la necesi-
dad o no del tratamiento. 
La decisión final estará muy influenciada por 
la opinión del paciente. Por lo tanto es bueno 
que el paciente hable con su médico y se in-
forme, aclare sus dudas y decida con calma 
el tipo de tratamiento que casi nunca es una 
decisión urgente.
¿Cómo afecta a la salud mental el hecho 
de tener hepatitis C?
Afrontar el diagnóstico de hepatitis C no es 
fácil. El paciente puede sentirse triste, tener 
miedo, rabia, o tener dificultades para aceptar 
que tiene la enfermedad. Esos sentimientos 
son normales pero no deben impedirle vivir 
la vida cotidiana. Si lo hacen, o si duran un 
tiempo largo, puede estar sufriendo una de-
presión. 
Es necesario que el paciente hable con el mé-
dico si nota que tiene cualquiera de esos sín-
tomas u otros similares, con el 
fin de que sea convenien-
temente diagnosticado y 
tratado desde un punto 
de vista de la salud men-
tal. 
hepatitis C
24
¿Cuándo está indicado un trasplante?
Cuando el hígado no funciona bien, en algu-
nos pacientes se debe realizar un trasplante: 
quitar el defectuoso y poner uno nuevo, sano. 
En España todos los años se realizan varios 
cientos de trasplantes relacionados con el 
virus C. Esta cifra, que puede parecer muy 
alta y preocupante, es muy baja si tenemos 
en cuenta el gran número de personas infec-
tadas (unas 800.000). 
Lo más probable es no necesitar el trasplan-
te. Tras 5 años, sólo lo necesitan el 17%.
¿Existen vacunas para esta enfermedad 
o recomendaciones específicas de 
vacunación?
Aunque existe mucha investigación, actual-
mente no hay ninguna vacuna disponible 
para prevenir la infección por virus de la he-
patitis C.
A los enfermos con hepatitis C se les reco-
mienda la vacunación frente a la hepatitis A 
y B, para evitar otros posibles daños hepá-
ticos.
tratamiento
tipo de vida
25
Tener unos hábitos de salud adecuados es 
esencial para aquellas personas que tienen 
hepatitis C.
> Dieta. No existe ningún alimento que sea 
específicamente perjudicial o beneficioso en 
lahepatitis C. Por lo tanto, no son necesarias 
dietas estrictas por este motivo. Debemos 
cuidarnos, como todo el mundo. No obstante, 
se sabe que la obesidad influye negativamente 
en la enfermedad, por lo que es necesario 
mantener un peso adecuado.
> Alcohol. Lo mejor es no probar el alcohol. 
Existe la evidencia de que pequeñas 
cantidades (por ejemplo, tan sólo un par de 
cañas diarias) son perjudiciales para el hígado 
si existe también infección por virus C. La 
enfermedad evolucionará más deprisa y el 
tratamiento no tendrá los efectos deseados.
> Ejercicio físico. Salvo que 
existan otras enfermedades, 
la hepatitis C no es motivo 
para disminuir la actividad 
física.
> Trabajo. No existe, a 
causa de la hepatitis 
C, restricción alguna 
para el desempeño 
laboral.
26
> Relaciones sexuales e interpersonales. 
Por ser portador del virus de la hepatitis C no 
existe riesgo de transmisión al toser, estornudar 
o sudar ni compartir vasos o cubiertos. No 
obstante, cada uno debe guardar las normas 
de higiene personal básicas y no compartir, 
en ningún caso, cepillos de dientes o cuchillas 
de afeitar o de depilar.
El riesgo de contagio por vía sexual es muy 
bajo, no obstante existe un cierto grado de 
riesgo por lo que la única forma de evitarlo 
sería usando preservativo en las relaciones 
sexuales.
En relaciones sexuales esporádicas o “dis-
persas” es mejor usar el preservativo siempre, 
de esa forma también estamos previniendo la 
infección por ciertas enfermedades de trans-
misión sexual y el SIDA. 
> Tener un hijo. La hepatitis C no influye en 
la capacidad de quedarse embarazada ni 
provoca problemas de malformaciones o 
enfermedades en el bebé. El riesgo para él 
de contagiarse es bajo: de 100 bebés sólo se 
infectarán 5. El contagio es de madre a hijo; si 
el infectado es el padre y la madre no, el niño 
carece de riesgos. 
En los niños la enfermedad parece 
más benigna que en los adultos, 
aunque al igual que en éstos, 
con los años alguno po-
dría desarrollar compli-
caciones. Como en el 
caso del preservativo, 
tipo de vida
27
el consejo actual es no desanimar a la mujer 
si quiere tener un hijo. Ella y su pareja tendrán 
que decidir teniendo en cuenta ese riesgo.
Habrá que planificar el embarazo, ya que du-
rante el tratamiento y los 6 meses siguientes 
a la finalización del mismo, hay que evitar el 
embarazo por posibles efectos perjudiciales 
para el desarrollo del feto. El riesgo para el 
feto se produce tanto si se está tratando la 
madre como el padre.
> Lactancia. Si la madre tiene virus C, no 
existe riesgo para el niño por darle el pecho (y 
además es muy sano para él).
> Medicamentos. Es necesario consultar con 
el médico sobre aquellos medicamentos que 
se vayan a tomar. 
hepatitis C
hepatitis c
información
para 
pacientes
d
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