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LA HUELLA DEL HOMBRE O EL FIN DE LA ESPECIE HUMANA

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EL CALENTAMIENTO GLOBAL Y SUS RIESGOS.
Jesús Quintanilla Osorio 
Nos enfrentamos al enorme desafío de superar, con inteligencia, los efectos de la destrucción de nuestro planeta.
El llamado efecto invernadero ha dado lugar al fenómeno del calentamiento global, y sus letales manifestaciones, ya se están dejando sentir con mayor intensidad, traduciéndose en tormentas de una intensidad que superan las escalas para su medición, en terremotos cada vez más mortales, en sequías agudizadas y en torrenciales lluvias probando inundaciones severas, así como la disminución de la producción agrícola en países con tradición como Congo y Rusia, convirtiendo en un cuadro más que factible, el tan anunciado apocalipsis, donde el mundo se colapsa. 
¿Existe algo que podamos hacer?
Este breve ensayo, analiza de forma sucinta este panorama, y ofrece la posibilidad de una salida.
I
Desde los comienzos de la Revolución industrial, los efectos adversos para la atmósfera, se han agudizado, sin embargo, si analizamos en el pasado, en las culturas nómadas, las tribus se detenían en cierto lugar, durante un tiempo, mientras duraba la caza y la pesca, y se continuaba el camino. Cuando surge la agricultura que da lugar a asentamientos más permanentes, ciertas culturas, como en la región sureste de México, y en particular, la maya, se dedicaron a la tumba-roza-quema, afectando la capa arable de la tierra, porque la aplicación de fuego es lesiva para el humus y los sustratos. Se agotaba el campo cultivable, sin rotar los cultivos, y la dedicación a las prácticas agrícolas se fue traduciendo en la tala de los bosques, la alteración del hábitat animal en perjuicio de la naturaleza.
Con la llegada de los europeos a las tierras americanas, la presencia de roedores como la rata noruega, afectó notablemente, y alteraron el ecosistema.
La huella humana –ese conjunto de acciones individuales que contabiliza todo nuestro paso por este mundo en el gasto de agua, de producción de basura; de consumo de productos agrícolas y animales – ha dejado un rastro bien definido que podemos seguir desde el pasado remoto hasta nuestros días.
Las constantes guerras entre facciones humanas provocaron miles de cuerpos abandonados en los campos de batalla, con la consiguiente putrefacción, y utilizando, como en el caso de ciudades amuralladas, estos cuerpos descompuestos con catapultas como armas biológicas para vencer las defensas de dichas urbes a fin de conquistarlas, provocaron epidemias que fortalecieron a los microbios y entidades patógenas contra sus hospederos humanos.
Si bien es cierto que obras sanitarias como los acueductos romanos le dieron un mejor sistema y calidad de vida a las urbes euroasiáticas gobernadas por el imperio, la apertura de estos mismos asentamientos cercanos a cuerpos de agua, provocaron la desaparición de bosques, y la muerte de miles de animales. Las ciudades con calles empedrados, restaron espacio a lo natural, y la basura comenzó a infestar los arroyos, los ríos, creando contaminación. 
El desarrollo mismo de la civilización se tradujo en la polución de la atmósfera, y del entorno natural. 
Cuerpos en los afluentes acuíferos para mermar a pueblos con vías de invasión. 
Y con la llegada de las locomotoras y barcos de vapor, el efecto se agudizó notable y fatídicamente.
Además, cuando surge el motor de combustión bajo los diseños de Karl Benz y Gotlieb Daimler, así como de Rudolph Diesel, la búsqueda de combustibles fósiles incremento el deterioro de nuestra capa respirable.
Las industrias arrojando toneladas de desechos a los ríos (como el Papaloapan que recibió descargas de amoníaco), así como las chimeneas echando humo, con mezclas en los procesos de combustión, aumentan los contaminantes a la atmósfera, y reducen el oxígeno disponible.
Y si aunamos, los desechos de aviones, Jet, avionetas y diversa clase de naves (incluso las espaciales como cohetes y transbordadores que desde Baikinur en Asia, Cabo Cañaveral en Norteamérica, Guyana francesa en Sudamérica y Japón envían sus ingenios al espacio exterior), la ecuación resultante, es avasalladora.
El CO3 se desintegra con los propulsores de espray que se comen literalmente el oxígeno, las emisiones de los CFC (Clorofluorocarbones) desde nuestros refrigeradores rasgan, y la quema de basura (que potencializa su daño cuando se suman las mezclas de elementos orgánicos e inorgánicos en un solo bloque), han provocado que la llamada capa de ozono, se haya reducido hasta niveles mínimos, e incluso, comience a desaparecer, dejándonos expuestos a la emisión de los rayos ultravioleta.
¿Hay más todavía?
Lo veremos en el siguiente capítulo.
II
Para quienes vivimos “Edicto, Natalidad prohibida”, (con Janis Joplin), la idea de un mundo donde el oxígeno se hubiera acabado y una densa capa de humo nos cubriera, sonaba fantástico, artificiosa.
Sin embargo, el calentamiento global que ha aumentado hasta en 15 grados la temperatura mundial en poco más de dos siglos, es resultado del efecto invernadero.
Debido a la densa capa de smog que cubre nuestra atmósfera, los rayos UV, la radiación ultravioleta, penetra hasta la misma tierra (y el calor generado por el sol es una evidencia en la piel sensible), pero los rayos no salen en la proporción que debieran, creando un calor sofocante, excesivo. Además del incremento de los incendios (y de los rusos que sufren esos daños y prejuicios), la sequía cada vez más prolongada, las lluvias más acentuadas (Minatitlán y Tlacotalpan en Veracruz, México, fueron desalojadas por estar inundadas con niveles de hasta 2.83 metros de profundidad) los huracanes, tornados y tormentas más severas, dan cuenta de lo que ya está sucediendo, el cambio climático no es cosa de fines de siglo o de un futuro aun por visualizar, sino de un hoy ya en peligro de estallar en nuestras manos.
Las especies animales sufren por las luces continuamente encendidas. Ciudades como Las Vegas, EUA, nunca apagan la luz, y las aves se han desestabilizado en su reloj biológico. 
Además, la persecución inmisericorde del tiburón (incluso sólo para quitarles sus aletas como en el caso de Japón, denunciado por Greenpeace), la quema de cuevas con murciélagos, la caza furtiva del venado cola blanca y del lobo mexicano, han dado lugar a la extinción, y el caracol judía es un triste ejemplo de ello.
Estamos en el umbral del fin de la especie si no hacemos algo para detener esta desenfrenada destrucción.
En cada kilómetro cuadrado del mar, hay basura plástica, resultado de la actividad humana. Las zonas vírgenes son escasas. La huella del Hombre se ha impreso marcadamente, dejando vacío, destrucción y una falta de conciencia por falta, en algunos casos, de conciencia ecológica, y en otros, como dice Roberto Carlos en su célebre “El Progreso”, por falta de escrúpulos comerciales. 
Estamos dedicados a lo inmediato, a lo instantáneo.
Los productos agrícolas transgénicos atentan contra la naturaleza desplazando a las especies silvestres, introduciendo modificaciones genéticas para darles resistencia contra las playas (que a su vez se vuelven más fuertes), sin que sepamos, a ciencia cierta, los efectos a largo plazo en nuestros organismos. El abuso de aguas carbonatadas, edulcorantes, saborizantes y sazonadores artificiales, nos producen sabores alejados de lo natural e introducen en nuestro cuerpo, más sodio y compuestos químicos de los que deberíamos, mientras la radiación de nuestros celulares (que los manualmente de teléfonos reconocen al advertir sobre efectos en los marcapasos del corazón), televisores, microondas, sensores infrarrojos, mini splits, monitores, computadoras y además aparatos electrónicos, anulan nuestras defensas provocando además de la esterilidad, la muerte de los glóbulos blancos, dejándonos abiertos a las infecciones y éstas, con patógenos fabricados desde laboratorio, nos enfrentan a la muerte misma.
En este aciago panorama buscamos una solución para postergar la vida en este mundo ¿Podremos, acaso, salvarnos, no ya del juicio de la historia, que es inevitable, sinodel exterminio de la raza? 
EPÍLOGO
Volver a lo natural.
Cultivar la tierra con nuestras manos, dejar de usar espray, volver al consumo de aguas frescas, la separación de la basura en orgánica e inorgánica, el uso de las especies y condimentos naturales, la siembra de árboles, el reciclaje de los mismos desechos, el consumo racional del agua, la protección de los animales, el usar los medios de comunicación para crear conciencia ecológica en la población, la mejor distribución de la riqueza, la justicia, dejando el egoísmo, y aplicando el amor entre nosotros como hermanos de la raza humana, son algunas de las muchas respuestas a este gran problema que vivimos.
Todos podemos aportar un grano de arena, con el cual construir un mundo mejor para nosotros y nuestros hijos, dejándoles un mañana, y no un mundo vacío, de sílice, donde vivir sea una agonía. Cambiemos el futuro, defendiendo el presente, con amor con acciones verdaderas.
El tiempo de actuar es hoy. 
 
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	Curp
	QUOJ660606HCSNSS08
	Primer Apellido
	QUINTANILLA
	Segundo Apellido
	OSORIO
	Nombre(s)
	JESUS
	Sexo
	HOMBRE
	Fecha de Nacimiento
	06/06/1966 
	Nacionalidad
	MEXICO
	Entidad de Nacimiento
	CHIAPAS
	Folio
	23539976
	Fecha de Alta
	17/07/1998
	Tipo Doc. Probatorio
	ACTA DE NACIMIENTO
	Datos del Doc. Probatorio
		Entidad
	07 CHIAPAS
	Municipio
	078 SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS
	Año
	1967
	Libro
	0004
	Tomo
	
	Foja
	
	Acta
	01053
	Crip
	
	Historicas
	
	Dependencia
	12001 DIRECCION GENERAL DE RECURSOS HUMANOS DE LA SECRETARIA DE SALUD, D.F.
	* Formato para fechas: dd/mm/aaaa
* DP: Documento Probatorio
	
	
SEMBLANZA CURRICULAR.
JESUS QUINTANILLA OSORIO (6 DE JUNIO DE 1966), NACE EN SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, EL 6 DE JUNIO DE 1966. SUS ESTUDIOS LOS REALIZA EN CHETUMAL, QUINTANA ROO, Y ES EGRESADO COMO PROFESIONAL TECNICO EN VERIFICACION SANITARIA, CON UNA TESIS SOBRE EDUCACIÓN PARA LA SALUD. 
OBTIENE EL SEGUNDO LUGAR NACIONAL EN EL VI CERTAMEN DE ESCRITORES DE TEATRO PARA ADOLESCENTES EN 1993, EN PUEBLA DE LOS ANGELES, MÉXICO. 
PREMIO ESTATAL DE CUENTO DE LOS IX, XI, XIII Y XV JUEGOS NACIONALES DE LOS TRABAJADORES RICARDO FLORES MAGON.
PREMIO ESTATAL DE ENSAYO POLÍTICO EN 1995 Y 1996. PARTICIPACIÓN EN CERTAMENES NACIONALES DE DEBATE POLÍTICO EN GUANAJUATO Y SAN LUIS POTOSI, OBTENIENDO LA MENCION HONORIFICA NACIONAL EN GUANAJUATO.
OBTUVO LA MENCION HONORIFICA INTERNACIONAL POR SU CUENTO BARRABAS EN LA REVISTA KATHARSIS DE ARGENTINA. 
HA PUBLICADO EN LA REVISTA EL APOSENTO ALTO DE NASHVILLE, TN, ESTADOS UNIDOS DE AMERICA QUE SE PUBLICA EN 44 EDICIONES Y MÁS DE 40 IDIOMAS, Y ES AUTOR DE NUMEROSOS ENSAYOS, CUENTOS, NOVELAS Y POESIAS, PUBLICADOS EN LAS PAGINAS WWW.BUBOK.ES Y WWW.LULU.COM 
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
RESIDE DESDE 1980 EN CHETUMAL, QUINTANA ROO. 
NOMBRE DEL AUTOR: JESUS QUINTANILLA OSORIO.
DIRECCIÓN: CALLE COCOYOL 197 COLONIA ARBOLEDAS
CHETUMAL, QUINTANA ROO, MEXICO
CP 77086 
CELULAR (MOVIL) 
9831110980.

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