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CUENTO DE DEPORTE INCLUSIVO - Yuliana Barreto (1)

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Una noche lluviosa en una hermosa granja llena de flores y con muchos animales, Lucero, una niña de 6 años que no tiene una pierna debido a un accidente que sufrió, se prepara para dormir, como es de costumbre su mami lee un cuento para ella y con su muñeco favorito Willy, un piloto que no tenía una piernita y que su abuelo le regaló, en brazos, escucha atenta.
Mami, ¿Qué cuento me vas a leer hoy? pregunta la niña con curiosidad.
El cuento que te leeré hoy es Rapunzel dijo la mamá de Lucero y empezó a leer.
Al pasar unos minutos Lucerito, como solía llamarle su madre, quedo profundamente dormida.
Como la Bella DurmientePensó su madre, sonrió y le dio un beso en la frente.
Willy era único, y por eso es que era el favorito de Lucero, tenía un secreto que solo la pequeña sabia. Cuando la niña se quedaba profundamente dormida, Willy entraba en sus sueños y se volvía un guía que la llevaba en su avión, haciéndola vivir divertidas aventuras.
Esa noche, ya dormida, Lucero estaba con Willy y en ese momento este le explicaba a la niña la misión que tenían para hoy.
Hoy, mi pequeña Lucero, tenemos la misión de viajar al planeta de la intolerancia y lograr que todas las personitas que ahí habiten sean respetuosos y tolerantes.
 ¿Y cómo haremos eso Willy? Le pregunto la niña confundida.
 Con el poder de la comunicación, hablaremos con ellos y le enseñaremos la importancia de siempre estar unidos y respetar a los demás porque todos somos únicos y especiales.
Ambos sonrieron y emprendieron su maravillosa aventura y misión, que como todas las noches fue un éxito.
Lucero todas las mañanas se despertaba emocionada, ya que por las noches siempre tenía maravillosas aventuras y aunque fuera un secreto era lo único que la mantenía feliz, puesto que después de sufrir el accidente siempre se sentía triste pues no podía salir a divertirse con sus amiguitos, porque aunque ellos siempre la ayudaban había actividades que se le dificultaba realizar. Con la llegada de Willy Lucero se sintió muy identificada con él, por eso siempre hablaba con él y le contaba todos sus sueños y que de grande quería ser una gran piloto.
Una mañana soleada Lucero estaba muy feliz y nerviosa ya que sería su primer día de clases y quería conocer nuevos amiguitos para jugar y divertirse, por lo que se llevó a su muñeco Willy, en la escuela todos los niños parecían divertirse, se escuchan muchas risas y se veía a todos muy contentos. Cuando era la hora del descanso Lucero salió al parque a jugar con Willy, cuando de pronto se le acerca una niña llamada Sol y se empieza a burlar de ella y llamarla por apodos, Lucero se puso muy triste y por el resto de la clase solo estuvo callada y siempre abrazaba a su pequeño muñeco.
Cuando era la hora de dormir Lucero se durmió sin escuchar el cuento que su mamá le leía todas las noches, cuando estaba profundamente dormida Willy intento entrar en el sueño de Lucero pero había algo que no se lo permitía, la niña estaba muy triste y confundida por eso esa noche no pudieron emprender sus maravillosas aventuras.
Willy decidió hacer algo por Lucero y esa noche entro en los sueños de Sol, la encontró saltando y jugando y se acercó con mucho cuidado donde estaba ella, le conto una maravillosa historia de una niña que había sufrido un accidente y que quería ser piloto, la niña con cara de asombro le dijo.
 Pero eso es imposible.
Willy sonrió y le respondió
 Lucero es una niña maravillosa, tiene muchas cualidades y sobro todo tiene mucho cariño para dar y nada es imposible, ya que todos los sueños se pueden cumplir solo necesitas tener mucha paciencia y amor.
La niña solo se quedó mirando a Willy con una gran sonrisa en su rostro.
 A la mañana siguiente Lucero se despertó un poco triste pero aun así decidió ir a la escuela, cuando llego vio que Sol se acercó a ella y le pidió que jugaran juntas, Lucero no dijo nada y solo se reflejó una sonrisa en su rostro.
Cuando era la hora de dormir su madre le leyó un cuento y Lucero se quedó profundamente dormida, y ahí estaba Willy esperándola con una gran sonrisa.
 Te estaba esperando mi pequeña guerrera.
Lucero salió corriendo y le dio un fuerte abrazo y le dijo.
 ¿Y cuál es nuestra aventura el día de hoy? Ambos sonrieron.
Y desde ese día Lucero siempre vivía aventuras en la escuela y en sus sueños.
Una mañana en las afueras de la ciudad, en una pequeña, pero bonita casa, Willy se levantó feliz y motivado cómo todos los días, ya que ese día debía asistir a su primera entrevista de trabajo como piloto y estaba muy emocionado, era lo que siempre había soñado, pensó que luego de ese tan inmemorable accidente no encontraría trabajo y mucho menos para lo que él estudió.
Mamá, ya me voy le da un beso en la frente.
Bendiciones, mi niñodice la madre y lo besa igual.
En el camino a la entrevista de trabajo, Willy iba con una sonrisa radiante, pensando en lo maravilloso que es ser piloto, y que luego de largos años sin poder pilotar, iba a tener la posibilidad de hacerlo de nuevo. Recordó su niñez cuando jugaba con esos aviones de madera que su abuelo y su papa le regalaron y cuando le decía a sus padres que él quería ser “Amigo de las nubes”
Cuando llego al lugar de la entrevista notó que iba a ser un poco difícil subir, el lugar tenía un montón de escalones y con sus muletas se le haría un poco complicado; las personas que pasaban solo se quedaban mirando y no lo ayudaban, hasta que un hombre, que parece ser el celador de la empresa, se acercó a él y le dijo:
Hola, ¿Te puedo ayudar? Pregunto amablemente.
Hola, si claro, seria de mucha ayuda Respondió Willy.
El amable señor lo condujo hasta la puerta y mientras subían las largas escaleras Willy le conto a que venía, Silfredo, nombre del señor que lo ayudó, le explicó a Willy por donde tenía que ir para llegar a la oficina donde le iban hacer la entrevista. Al llegar, se encontró con otros candidatos fuera de la oficina y todos dirigieron su mirada a Willy, algunos puedo ver una sonrisa de burla y otros simplemente lo ignoraban, así mismo hizo el pelinegro y se sentó a esperar su turno para la entrevista.
Tras varias horas de espera, por fin fue el turno de Willy, cuando entro a la oficina se encontró con un señor alto y moreno que vestía un traje elegante negro, apenas vio a Willy se percató de que le faltaba una pierna y que usaba muletas, aun así, procedió a realizar la entrevista, al ver la hoja de vida de Willy se sorprendió porque tenía una excelente experiencia y buenas recomendaciones. Cuando finalizó la entrevista, el elegante señor le dijo:
¡Te llamaremos! y lo acompaño hasta la puerta.
Unas semanas después…
Willy estaba haciendo sus ejercicios para mantener un buen físico y una buena salud, cuando de repente su celular sonò.

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