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Edificios y calles Cuál es la relación entre el tejido y el espacio público?- Monografía

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Edificios y calles 
¿Cuál es la relación entre el tejido y el espacio público?
Edificios y calles 
¿Cuál es la relación entre el tejido y el espacio público?
Cátedra:
 Arq. Héctor Floriani
Docentes:
 Baudino Nicolas
 Chialvo Gustavo
 Cicchini Ana María
 Fedele Javier
 Kawano Roberto
 Leonhardt Leticia
 Levit Gisel
Alumna:
 Uliassi María Eugenia
ÍNDICE
1.Introducción
2.El Espacio público
2.1 ¿Qué es el espacio público? Concepto
2.2 Componentes del sistema de espacios públicos
3.El tejido
3.1 ¿Qué es el tejido? Concepto
3.2 Dimensiones del tejido: Lo público y lo privado
4.El espacio público entre los edificios
4.1 La calle
4.2 La acera
4.3 Tejido y calle: Tres autores
5.Conclusión
6.Bibliografía y fuentes
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1. INTRODUCCIÓN
La presente monografía parte de la premisa de que la relación del tejido con la calle en
su límite entre lo público y lo privado es uno de los puntos más importantes para la vida del
espacio público. El tema surge a partir de la lectura de los autores propuestos por la cátedra,
en la materia Análisis urbanístico, sobre todo la interacción de los textos de Jan Gehl,
Cristopher Alexander y Robert Venturi. A partir de la inquietud de cómo se percibe el espacio
público que se encuentra entre los edificios, es decir “la calle” como usuario y de todos los
elementos que influyen en esta experiencia.
Según J. Gehl ,el espacio público de la ciudad debe ser diseñado cuidadosamente con
el fin de tornarlo atractivo, eficiente y seguro. Uno de los principales elementos que atraen a
este espacio son los edificios, sobre todo a través de su planta baja: donde el edificio se
encuentra con la calle. Este punto de encuentro, la planta baja como un espacio de transición
entre lo privado y lo público, es determinante en configuración de una ciudad de mejor o peor
calidad urbana.
Como se mencionó anteriormente, el objetivo principal de este trabajo es exponer de
qué modo, a través del tejido, la calle puede dotarse de estímulos para incentivar al usuario a
permanecer en él, a recorrerlo y a vivir determinadas experiencias en el mismo, para ello será
necesario desarrollar algunos conceptos fundamentales con el fin de entender cómo funciona
la vida urbana en este ámbito, como lo son el de espacio público y sus distintos componentes,
el concepto de tejido y luego ir desglosando ambos para poder definir finalmente el concepto
de calle. También a lo largo del trabajo se ejemplificarán distintos casos para facilitar su
comprensión y llevar los conceptos a la práctica.
Lo que se intenta es responder a determinadas preguntas que surgen a lo largo del
trabajo del año y de las distintas lecturas ¿En qué influye el tejido en el espacio público? ¿Se le
otorga la importancia que corresponde al espacio público entre edificios en nuestra ciudad y en
otras ciudades? ¿Cómo influye el tejido a la hora de movilizarse peatonalmente? ¿Cómo son las
calles, son diferentes, qué elementos las caracterizan?
2.EL ESPACIO PÚBLICO
2.1 CONCEPTO
“La historia de la ciudad es la de su espacio público. Las relaciones entre los habitantes
y entre el poder y la ciudadanía se materializan, se expresan en la conformación de las calles,
las plazas, los parques, los lugares de encuentro ciudadano, en los monumentos”. (Borja Jordi,
Muxi Zaida.2000 pp. 8)
Definir el concepto de espacio público es complicado, no es un concepto unívoco, ya que
admite muchas definiciones, varía según los paradigmas de cada sociedad, dependiendo de sus
formas de vida y admitiendo muchos puntos de vista. Se define por sus cualidades espaciales
arquitectónicas como por sus usos y procesos, es importante remarcar que cuando definimos
un espacio público, no nos podemos desprender de las actividades que allí se desarrollan y de
los actores que lo utilizan, ya que ellos le otorgan el carácter al espacio público.
El espacio público define la calidad de la ciudad, porque indica la calidad de vida de la
gente, de sus habitantes, es el elemento estructural de un modelo de ciudad. Es el de la
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representación, en él la sociedad se hace visible. No es simplemente un espacio residual entre
calles y edificios, tampoco es un espacio vacío.
En el Sistema de indicadores y condicionantes para ciudades grandes y medianas, de la
Agencia d’Ecologia Urbana de Barcelona describen el concepto de espacio público como un
indicador de estabilidad, como un elemento estructural de un modelo de ciudad más
sostenible, en relación a la convivencia ciudadana y a la forma de la ciudad, considerado como
una red de equipamientos, espacios verdes y espacios de estancia para la vida social.
“El espacio público tiende fundamentalmente a la mezcla social, hace de su uso un
derecho ciudadano de primer orden, así el espacio público debe garantizar en términos de
igualdad la apropiación por parte de diferentes colectivos sociales y culturales, de género y
edad…” (Borja Jordi, Muxi Zaida. 2000)
Fig. 1 Parque de las Fig. 2 Peatonal Córdoba Fig. 3 Calle recreativa
colectividades picnic nocturno
Imágenes de distintos espacios públicos de la ciudad de Rosario. En ellas se puede ver el carácter que
adquiere cada espacio público a partir de las actividades y los actores que los utilizan.
Estamos en un espacio público a diario, cuando salimos de nuestra vivienda, cuando
estamos en la calle, en una plaza o en un parque, los espacios públicos invitan a las personas a
convivir en ellos pero también como afirma Senett , el entorno urbano debe ser civil, es decir1
que existan espacios en los que la gente pueda compartir como persona pública, sin que se la
presione u obligue a quitarse la máscara, a soltarse o a expresarse. En los espacios públicos
tiene que existir la coexistencia de personas. Con esto queremos decir que hay distintos tipos
de espacio públicos.
2.2 COMPONENTES DEL SISTEMA DE ESPACIOS PÚBLICOS
Antes de hacer una enumeración a los distintos tipos de espacio público que
encontramos en la ciudad, se hará una mención a la estructura física de la misma ya que sus
componentes condicionan a las ciudades, por ejemplo las vías primarias/secundarias/terciarias
o las grandes infraestructuras productivas. Hay otros componentes de la estructura física que
forman la estructura urbana por ejemplo los mojones, forman parte del paisaje urbano,
también los monumentos y los espacios verdes, tienen una incidencia fundamental en la
estructuración de la ciudad y en la calidad de vida de la misma. Los elementos que componen
1 Concepto de "civilidad" de Richard Sennett, desarrollado por Bauman, Zygmunt.(2002) .Modernidad líquida. Fondo de
cultura económica de Argentina S.A.
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la estructura física de una ciudad definen la forma de la misma, la caracterizan; y los espacios
públicos son componentes de esta estructura física.
En relación a este tema, podemos profundizar el concepto a partir del texto de Oscar
Yujnovsky “Estructura interna de la ciudad” en donde el autor escribe sobre el concepto de
estructura como una noción abstracta que se entiende por las relaciones entre los diversos
elementos componentes, en este caso de una ciudad. La ciudad está formada por distintos
elementos componentes que tienen una determinada posición en el espacio y que a su vez se
vinculan entre sí. Entonces la definición dada por el autor es “Se llama estructura urbana al
conjunto de actividades de la ciudad y a la red o esquema de relaciones que se establece entre
las mismas” (Yujnovsky. 1967. pp.115)
El concepto de estructura urbana engloba más conceptos, entre ellos el de estructura
física, del cual se pueden desprender los espacios públicos y los elementos que conforman a
estos mismos. Los componentes que se pueden mencionar dentro de este concepto son los
edificios, las redes, las instalaciones, cuyas características serían el tamaño, la altura, la
superficie. También engloba el concepto de estructura social y política, que está compuesta
por los individuos y grupos sociales que establecen relaciones en el espacio, podemos
considerarloscomo los actores que hacen uso de los espacios públicos de la ciudad y junto con
las actividades le otorgan carácter a los mismos.
A continuación, una pequeña enumeración de las distintas tipologías de espacio
público, para detenerme luego en una de ellas, la calle. Conocemos como espacio públicos las
plazas, los parques, los monumentos, los paseos y la calle. Por una mera cuestión cuantitativa
se considera a la calle como el componente principal del sistema de espacios públicos. El
espacio público por excelencia.
Plazas
La plaza es el primer espacio, el más antiguo y cotidiano de los espacios públicos. El
espacio de la plaza no está definido por sus veredas, sino por los edificios que las enfrentan.
Resulta difícil imaginar una plaza sin fachadas perimetrales. Las plantas bajas de los mismos
representan un aporte para la vida de la plaza. El beneficio, de todas formas, es recíproco.
En general, cuando se habla de plaza, nos referimos a un espacio abierto, en donde
podría decirse que el espacio público se ensancha, la calle se ensancha. Hay dos formas de
entender una plaza, la más conocida es la de vaciar una manzana, pero en realidad la plaza es
todo, es el conjunto edificado que bordea un espacio abierto, no es solo el vacío del cordón de
la vereda hacia adentro. Siempre que hubo ciudad, hubo plazas, no existe prácticamente el
concepto de ciudad sin una plaza, siempre existió una plaza, por ejemplo el Ágora Griega, el
Foro Romano.
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Fig. 4 y 5: Plaza Mayor en Madrid. Pensada como un gran espacio arquitectónico, no es simplemente una manzana
vacía.
Parques
El parque es un espacio de reposo, remite al paisaje natural. Satisfacen el deseo de la
naturaleza. El parque es un tipo de espacio público que empieza a surgir en la ciudad a partir
del siglo XIX. Muchas veces los parques están proyectados como tales. Pero en algunos casos,
tenían otro uso u otro programa y luego pasaron a abrirse y convertirse en lo que hoy son, por
ejemplo el Parque Nacional a la Bandera en la ciudad de Rosario.
Fig. 6 y 7: Parque Independencia en Rosario.
Monumentos
Cuando hablamos de monumentos no solo hablamos de edificios o construcciones
conmemorativas, como por ejemplo una estatua o una fuente. Sino en ocasiones, se utiliza la
palabra monumento para hacer referencia a determinadas edificaciones que de por sí cumplen
una función, pero que por su historia o por su carácter, se destacan en el entorno en el cual se
encuentran y asumen una carga simbólica e identitaria por parte de la ciudadanía. Al igual que
los parques, los monumentos pueden haber sido proyectados como tales o haber adquirido
con el tiempo cierto valor histórico y simbólico para la ciudad.
Fig. 8 y 9: Torre Eiffel, París. Pensada en primer medida como una construcción temporal para la Exposición
Universal de París en el siglo XIX, como demostración de las posibilidades que permitía el acero como un avance
tecnológico del momento. Decide dejarse, transformándose en un Monumento para la ciudad, conocido hoy en día
a nivel mundial
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Paseos
Los paseos, otro de los tipos de espacios públicos, generalmente son calles, pero con
alguna determinada característica. Son espacios de carácter lineal por los cuales se puede
recorrer parte de la ciudad. En algunos casos son reciclajes de antiguas estructuras que son
convertidas en paseos. También se puede considerar paseo a calles que en determinadas
ocasiones son transformadas en paseos, por un período de tiempo o un día en particular de la
semana.
Fig. 10: Calle recreativa, Rosario. Calles que se cierran determinados
días de la semana, transformándose en un paseo.
Fig 11: High Line Park en Nueva York. Estructura elevada por donde
pasaba el ferrocarril y que hoy en día ha sido transformada en un espacio verde lineal, considerado un paseo
Calle
Al referirnos a la calle, no es exclusivamente la calzada, sino la calzada, la vereda y los
frentes, sobre todo de lo que en ellos ocurre, ya que es lo que define en gran medida el
carácter de esa calle. En algunas ocasiones nos topamos con calles muy similares entre sí en
sus dimensiones físicas, en cuanto al ancho de calzada y de vereda, a la altura y a la
heterogeneidad u homogeneidad de sus edificaciones, pero su carácter es distinto, porque lo
importante es lo que ocurre en el tejido, en sus plantas bajas. Hablamos de un espacio público
sumamente complejo, que se define por sus características arquitectónicas, por sus
dimensiones físicas pero también por los flujos que en ella se desarrollan.
“La calle es un antepatio de las casas a ella contiguas. La calle antes de ser vía pública,
ha sido la vía o el sendero privado y particular de la casa a la que está pegada.” (Cerdá, 2014,
pp. 13-22). La cita mencionada alude al artículo de Cerdá “La Calle” publicado en la revista de
obras públicas de Madrid, es una afirmación correspondiente al siglo XIX pero que hace
referencia y anticipa los diversos temas a tratar en los capítulos siguientes; sin embargo las
reflexiones de Cerdà acerca de la calle, vistas hoy, vuelven a sorprender por la contundencia
con la que observan y sistematizan cuestiones que hoy en día vemos en las ciudades o que
muchos autores siguen tratando en sus escritos. De todas formas, considero necesario
complementar con una afirmación más actual por lo que se optó por el artículo de “La calle,
común y repetida, aunque real e irreal a un tiempo” de A. M. Ramos.
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“Un espacio, el de la calle, que se puede aprovechar, no obstante, de los más variados
recursos procedentes de las circunstancias en que queda enmarcado. (...) Y del espacio privado
que lo enmarca dependen cualidades decisivas para hacer mejor la ciudad en la contribución a
lo público que personaliza la calle.” (Ramos, 2014, pp.9)
En síntesis cuando hablamos del espacio público calle, hablamos de un sistema que
implica una porción de espacio privado y principalmente de espacio público, y cómo ese
espacio privado que es el tejido sirve para caracterizar, cualificar y determinar ese espacio
público, tanto desde lo espacial, desde lo funcional, desde lo simbólico, desde el carácter.
3. TEJIDO
3.1 CONCEPTO
Podríamos definir al tejido como una construcción social, porque es un componente de
la forma urbana que se construye de manera colectiva, es resultado de múltiples operaciones,
que expresa las vinculaciones entre los usos y los modos de ocupación del suelo. Expresa los
perfiles sociales y culturales de los habitantes de una ciudad.
Es el agregado edilicio con los usos que en los edificios se desarrollan, que se
entretejen conformando el tejido. Como se menciona, está conformado por tres componentes:
las parcelas, las edificaciones y los usos que albergan. Estos últimos dos suelen estar sujetos a
modificaciones, pero, en cambio, no es habitual que la estructura parcelaria sufra alteraciones.
La densidad y los usos son de suma importancia para caracterizar el tejido, también
para cualificar al espacio público, la densidad poblacional, la mixtura de usos adecuada entre
residencia, usos terciarios, son factores que a través del tejido garantizan vitalidad en el
espacio público.
En líneas generales, asumimos que lo que ocurre dentro de la manzana es privado y lo
que ocurre por fuera de la línea de edificación es el espacio público. Esto no es 100% así, ya
que puede haber edificaciones públicas dentro de una manzana. Pero en líneas generales
podemos decir que lo que muestra el trazado es una delimitación en áreas públicas y privadas.
3.2 DIMENSIONES DEL TEJIDO: LO PÚBLICO Y LO PRIVADO
Podemos identificar dos grandes dimensiones del tejido, la del dominio público y la del
dominio privado. En este caso, el sistema de espacios públicos y los equipamientos, definen el
dominio de lo público. Mientras que el sistema parcelario y el sistema edilicio definen el
dominio de lo privado.
Pero, en el texto de Philippe Panerai “Formas urbanas: de la manzana al bloque”, el
autor hace otra distinción de lo público y lo privado o de la periferia y el interior teniendo en
cuenta estosespacios intermedios que se dan entre el tejido y la calle . Se menciona que la
manzana puede dividirse en la periferia y en el interior. Considerado a la periferia como densa,
como la conexión directa con la calle, entendida como el lugar de intercambios, el umbral, el
espacio de la presentación. En cambio, el interior es la zona más alejada de la calle, que se
conoce como lo privado, casi oculto, es adaptable y moldeable, algo que no suele pasar con las
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fachadas. Las fachadas cierran por completo el espacio público, quedando el mismo contenido
como en una caja muraria
La residencia, los intercambios sociales, el trabajo, el ocio, los equipamientos públicos,
son espacios colectivos que se entremezclan dentro de la manzana. “La relación dialéctica de
la calle y los edificios, o mejor de las parcelas construidas, cimienta la existencia del tejido”
Podríamos considerar a la unidad de base del tejido como una porción de calle que distribuye a
ambos lados un conjunto de parcelas construidas. Teniendo en cuenta la anchura de la calzada
y la acera y la profundidad de las parcelas determinan los tipos edilicios que pueden situarse
allí.
Fig.12 Imágenes extraídas del libro antes mencionado. Representan secciones sucesivas de una manzana que
muestran las distintas relaciones entre los espacios privados y los espacios públicos
4. EL ESPACIO PÚBLICO ENTRE LOS EDIFICIOS
4.1 LA CALLE
Si bien en el primer capítulo ya fue otorgada una definición del espacio público Calle, a
continuación se entrará más en detalle, a partir de un breve contexto histórico y teniendo en
cuenta determinadas características de la misma y su relación con el tejido.
La coexistencia de ciudades y el progresivo desarrollo de la división del trabajo dieron
origen a una mayor movilidad de personas, bienes e información y provocaron un aumento
constante de las necesidades de transporte. Debido a esto había que transportar más, lo que
implicaba otorgarle mayor lugar a los vehículos y mayor velocidad. A partir del siglo XVIII y en
consecuencia de esto, las calles tuvieron una tendencia a agrandarse. Las veredas, comenzaron
a desarrollarse a partir del XIX, lo que permitió a los peatones que pudieran detenerse frente a
alguna necesidad.
A lo largo de los años, el tránsito ha jugado un rol progresivamente más importante y,
en consecuencia el lugar que ocupa en la ciudad. La calzada se ha ido acrecentando, la función
de la circulación primó más que la de la residencia y las actividades comerciales, las
dimensiones de las veredas se fueron reduciendo dando mayor lugar al automóvil y al
transporte público. A raíz de esta situación, la concepción de las calles, pero también de las
ciudades, han estado así cada vez más marcadas por las lógicas de organización de los
transportes y por la maximización del tráfico. Las ciudades comenzaron a estructurarse en
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función de los flujos. A partir de ello se comenzaron a clasificar a las calles según su escala de
incidencia en la ciudad, teniendo en cuenta los flujos de automóviles y peatones que
transportaban a diario, imponiendo un modelo urbano de flujos y redes. Dando lugar a la
clasificación de las calles según su escala de incidencia dentro de las ciudades, generando tres
categorías, la escala territorial, urbana y barrial.
Una calle es una vía en el interior de una de una aglomeración que sirve, específica o
simultáneamente, para atravesar una zona de esta aglomeración, para acceder a lugares
situados a lo largo o inmediatamente próximos a esta vía, y para producir espacio colectivo
utilizable en diversos tipos de actividad. La calle, además de ser vía pública, es un apéndice y
complemento indispensable de la casa que a sus bordes se levanta, ese vínculo de unión
inseparable que existe entre la casa y la calle y que viene a formar de las dos una especie de
entidad, que no destruye bajo ningún concepto la viabilidad.
El ciudadano que transita por la calle, dice Rafael Iglesia, no solamente “va”, sino que
observa, se para, compra, tiende a eludir los trayectos monótonos. Un asiento que se retira,
una recova que se demuele, la vereda que se angosta, todo esto sabotea el espacio público, el
espacio de encuentro (Guérin, Giunta, Iglesia, Molinos, 2004). Los peatones transitan con
mirada diferente esos espacios llamados calles, conformados, como se menciona en el primer
capítulo por la calzada vehicular, sus bordes peatonales y una fila de edificios frentistas,
incluyendo la secuencia de puertas de ingreso al espacio privado. Considerado este último, uno
de los elementos principales de este espacio público, que son los puntos de origen y destino de
los flujos de ciudadanos, representando la articulación del espacio privado con el espacio
público. Las fachadas, entendidas como límite el exterior de los edificios, son los planos
“contenedores” del espacio público. El arbolado, otro elemento indispensable, son definitorios
para otorgarle identidad a la calle, más allá de proporcionar sombra al peatón, caracteriza
visualmente la calle por el color, el follaje, el tamizado de la luz, su altura, su forma.
Fig. 13 En estas imágenes podemos ver dos tipos distintos de calle dibujadas en planta en la a una amplia
acera con poca cantidad de personas, que probablemente estén solo de paso y algunos usos en las plantas bajas. En
la b podemos ver un tejido con bordes menos definidos con ante patios, espacios públicos que casi se disuelven en
lo privado, gran variedad de usos y por lo tanto mucha más actividad social.
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“(...)las calles y sus aceras son los principales lugares públicos de una ciudad, son sus
órganos más vitales ¿Qué es lo primero que se nos viene a la mente al pensar en una ciudad?
Sus calles, cuando las calles de una ciudad ofrecen interés, la ciudad entera ofrece interés.”
(Jacobs, 2011)
La calle es un espacio público, por lo que debe incitar al peatón a permanecer en ella,
paseos interesantes, personas con quienes interactuar, zonas iluminadas para otorgar
seguridad, movimiento, el movimiento y las personas atraen a otras personas. El tejido juega
un rol fundamental en la calle, sobretodo cuestiones tipológicas del mismo, el tejido debe
alentar a la permanencia, tienen que ser edificios hechos para interactuar con ellos, con
plantas bajas permeables que no le den la espalda al hombre, de lo contrario generarían un
espacio público monótono, inseguro, vacío o como menciona Bauman “un espacio público
urbano pero enfáticamente no civil”, en el que probablemente no te sientas bienvenido y no te
consideres invitado a permanecer en él.
Todo lo mencionado en el anterior párrafo le aporta carácter a la calle, caracteriza a la
misma para diferenciarse de otra y para ser recordada dentro de la ciudad. Las actividades, las
personas, el paisaje.
Por ejemplo, situándonos en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, se puede ver,
en la fig.14 calle Riobamba próxima a la ciudad universitaria, puede notarse una calle con un
uso mayoritariamente residencial, con un tejido heterogéneo de diferentes alturas. Luego
pasamos a otra calle (fig.15) , en este caso el pasaje Monroe, también con predominancia
residencial, casi diría en un 100%, pero el carácter de la misma es totalmente distinta a la
anterior, es una cortada, con empedrado, con mucha presencia de arbolado público y un tejido
de alturas homogéneas. Pero, cuando pasamos a la última imagen (fig. 16), calle San Luis, en la
zona centro de la ciudad y la comparamos con el primer caso, desde el punto de vista físico, del
ancho de la calle, del ancho de la acera, de la altura de las edificaciones, de la heterogeneidad
del tejido, no pueden verse grandes diferencias. Lo que cambia en esta situación son las
actividades que se dan en las plantas bajas de las edificaciones, eso define el carácter de la
calle. Por eso, cuando hablamos de calle hablamos de un espacio público tan complejo, porque
se define por sus características arquitectónicas, pero también por los flujos que se dan y por
las actividades que se presentan en el tejido.
Fig.14: Calle Riobamba. Rosario. Santa Fe.
Fig. 15: Cortada Monroe. Rosario. Santa Fe.
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Fig. 16: Calle San Luis. Rosario. Santa Fe.
4.2 LA ACERA
“Un día cualquiera en una calle cualquiera. Los peatones caminan por las aceras, los
niños juegan delante de los portales, la gente está sentada en bancos y escalones (...)” (Gehl,
2006, pp.17)
Cuando hablamos de las aceras o las veredas, hablamos del espacio de la calle
dedicado al peatón, donde las interacciones sociales ocurren. Las veredas representan la mayor
parte del espacio público peatonal, ocasionalmente en las ciudades se le quita el valor que le
corresponde , por su configuración de senda angosta, sin la posibilidad de instalación de
grandes grupos sociales, aportando la mayor cantidad del ancho al vehículo y lo mínimo al
humano.
Las veredas y en consecuencia, sus esquinas, constituyen espacios de identidad y de
apropiación social, que deben tener cualidades de habitabilidad. Las ciudades que más se
recuerdan, las más convocantes, son aquellas ricas en este tipo de lugares, espacios
intensamente vividos que incitan a la interacción. La acera es el espacio fundacional de la
sociedad, lugar de cruces y encuentros casuales, de compras y paseos. Lo ideal, para aumentar
la vida en las veredas y generar una transición entre el espacio público y el privado,
perteneciente al tejido, sería generar un retroceso de las plantas bajas de los edificios, recovas,
espacios semicubiertos o incluso ante patios.
Fig.17 Conversaciones de más de dos minutos en la
esquina de la Quinta Avenida con la calle Cincuenta,
mayor concentración en esquina
Fig.18 Conversaciones de más de dos minutos en la esquina de la Quinta Avenida con la calle Cincuenta, mayor
concentración en esquina
Cuando hablamos de las aceras, podemos identificar distintas franjas de actividades en
ellas, la primera es prácticamente estanca, no permite la circulación, en la cual se podrían
incluir las colas de transporte público, los parquímetros, postes de luz, estacionamientos de
bicicletas y también elementos vinculados a la vida en la calle, los árboles con sus canteros, los
puestos de diarios y flores. Esto a su vez genera pequeños grupos de conversación, por ejemplo
entre árbol y árbol.
La segunda franja, que es la central, puede considerarse como el corredor de
circulación, en la cual no debería haber obstáculos ni sobresaltos de los pisos. En esta franja se
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identifican peatones movilizándose a diferentes velocidades, grupos de personas caminando
en fila, personas con carritos, coches o cargas pesadas que usualmente ocupan gran parte de
estos sectores y también porque no, peatones distraídos que entorpecen las marchas.
Fig.18 y 19 Distintas situaciones dadas en las veredas, gente caminando, sentada en sillas de un bar, sentadas en
umbrales de edificios.
Y ,por último la tercera franja, que bordea la línea de edificación correspondiente al
tejido, en la que encontramos los accesos a las diferentes edificaciones, los umbrales, en esta
franja se suelen dar instancias sociales muy significativas para una persona, como las
despedidas o la llegada después de un recorrido urbano. Contiene vidrieras comerciales, mesas
y sillas de los locales gastronómicos, ante patios de viviendas. Podría considerarse como la
franja principal para el enriquecimiento de este espacio público, son los lugares más
significativos, donde se da la mayor cantidad de interacciones sociales.
“En sí misma una acera urbana no es nada. Es una abstracción. Tiene significado en
conjunción con los edificios y otros servicios ajenos a ella (…)” (Jacobs, 2011)
Las aceras tienen un uso diversificado determinado por las circunstancias, de descarga
de objetos, de encuentro de personas, de reposo, de intereses de algún transeúnte que mira
detenidamente una vidriera. El caminar por la vereda está lleno de sorpresas, giros
impensados, relaciones que no alcanzan a ser, entremedio de personas de género, edad y
aspectos distintos que en tanto unos conversan, otros barren, otros fuman, otros simplemente
miran. El caminar por ahí es un caminar atento pero disimulado; atento porque hay que ir
pendiente de los cambios que se suceden en el espacio y , disimulado porque ello se realiza
discretamente.
4.3 TEJIDO Y CALLE: TRES AUTORES
Christopher Alexander
El segundo autor a mencionar es Christopher Alexander en su escrito “La ciudad no es
un árbol”, en parte del texto el autor describe la interacción entre el espacio público, el espacio
privado, las actividades y los actores a través de un ejemplo que deja muy clara esta situación
en las ciudades, teniendo en cuenta esta idea de superposición de elementos que conforman la
ciudad.
Alexander menciona que cuando los elementos de un conjunto se pertenecen entre sí,
porque cooperan o trabajan juntos de alguna manera, se llama sistema a ese conjunto de
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elementos. Para entenderlo, expone un ejemplo situado en la ciudad de Berkeley en la que
tiene en cuenta diversos elementos, considerados de importancia en lo expuesto a lo largo de
la monografía. En este ejemplo se relacionan un cruce de calles, el tejido con presencia de
actividades como una farmacia, la acera con un semáforo, un kiosco de diarios. También entran
en juego los actores, la gente cruza la calzada cuando el semáforo está en rojo. Pero, cuando no
pueden cruzar surgen actividades espontáneas por plazos de tiempo muy cortos, como ojear
los diarios desplegados, contactos visuales con alguien que quizá si está comprando un diario.
Esto quiere decir que si bien el kiosco que forma parte del tejido y el semáforo son
elementos independientes, forman un sistema junto a los demás elementos, todos ellos
trabajan en conjunto. Esta es una clara relación de que la vitalidad y el carácter del espacio
público se debe a lo que pasa en el tejido, a las actividades que allí se desarrollan y a cómo los
actores interfieren en esos espacios. Dentro del sistema se superponen muchas unidades o
componentes, algunos son fijos, siempre van a estar ahí, como la acera, la calzada, el semáforo,
el tejido, que trabajan junto a partes que son cambiantes, como la gente, los diarios del día, las
luces del semáforo, los autos que pasan.
Fig. 20 : Esquinas de Brooklyn
Por ejemplo en esta imágen de la ciudad de Brooklyn podemos observar una situación
muy similar a la del ejemplo expuesto por el autor, tenemos una esquina con un semáforo que
permite o no cruzar la calle, probablemente haya autos pasando, gente en la esquina
esperando para cruzar y elementos, en este caso un bar, que pueden despistar a los peatones y
generar algunas situaciones espontáneas, gente entrando y saliendo del local.
Fig. 21: Calle de Toulouse, Francia
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En esta imágen podemos observar más situaciones, en las que entran en juego
diversos elementos que se relacionan entre sí, actores, actividades. Es una calle peatonal en
Toulouse, Francia. Aquí podemos ver los peatones que caminan por la calle calzada, las
vidrieras de los locales, los carteles expuestos en la acera que podrían detener la vista de
alguna persona. El tejido con sus ventanas, algunas abiertas otras cerradas, los “ojos en la
calle”. Todos estos elementos se relacionan entre sí, si bien todos son elementos
independientes forman un sistema, se superponen. En esta situación tenemos elementos fijos
como el tejido, la acera, la calzada peatonal, pero también elementos cambiantes, como las
actividades de los locales, los peatones que pasan, la gente que disfruta de un café en un local,
los carteles con anuncios.
Cada una de esas situaciones que se dan diariamente, minuto a minuto en el espacio
público de la calle; son conjuntos de elementos que componen una unidad de la ciudad. La
ciudad está compuesta de conjuntos de situaciones. A partir de este ejemplo, el autor describe
dos conceptos: el de árbol y el de semi trama. Esta idea de que se tiende a simplificar nuestra
visión de los hechos urbanos y, se termina entendiendo a los hechos urbanos como una
colección de distintos elementos que tienenescasas relaciones entre sí, a esto es lo que hace
referencia Alexander cuando se refiere a un árbol. Pero en realidad, en la ciudad los distintos
componentes están ligados de una manera mucho más estrecha y también más compleja, si
bien podemos desarmar la ciudad en sus distintos componentes constitutivos, no se puede
perder de vista esa necesaria interrelación entre los distintos elementos, siendo este el
concepto de semi trama.
Jan Gehl
El primero de los autores en exponerse en esta sección será Jan Gehl, a partir de dos
de sus escritos “La Humanización del espacio urbano” y “Ciudades para la gente”, el trabajo del
Gehl es profundamente humano, explorando las necesidades que tenemos los seres humanos
dentro de las ciudades, necesitamos ver gente, caminar, afirma que las ciudades deben tener
características que propicien esa manera de vivirlas.
Para Gehl, lo que ocurre en la calle, la vitalidad de la misma es mucho más importante
que los diseños arquitectónicos de los edificios que a ella encierra. Una arquitectura, un
edificio no es nada si su entorno no es interesante, si no invita a la gente. “A la larga, la vida
entre los edificios es más importante y también más interesante de observar que cualquier
combinación de hormigón y formas edificatorias impactantes”. Aquí entran en juego los bordes,
el diseño del tejido y como es esa transición entre los edificios y la acera. Para el autor estas
transiciones deberían ser suaves y fluidas , con una delimitación, que no sea lo suficientemente
dura para impedir los contactos entre los edificios y el mundo exterior. Por ejemplo, cuando las
entradas, terrazas, galerías, patios delanteros y jardines dan a la calle de acceso, la gente desde
su vivienda puede seguir la vida en el espacio público y se encontrará con otras personas en el
curso de sus actividades diarias o entablando conversaciones espontáneas.
16
Fig. 22 Los antepatios de los edificios Fig.23 Pasa algo porque pasa algo
Otro ejemplo de este tipo de situaciones que se expone en el libro son los locales
gastronómicos, aquellos que presentan mesas en la acera, siendo conscientes de que la vida en
la vereda sería la atracción principal. Como puede verse en la imagen a continuación, las sillas
de los comensales orientadas a observar las zonas de mayor actividad, no por casualidad la
mayoría de estos locales suelen tener las mesitas de la acera completas.
Fig.24: La actividad como atracción
Hay un abanico de posibilidades a la hora de ver calles en las ciudades, y hay dos
extremos muy marcados. Un extremo es la ciudad con edificios muy altos, estacionamientos
subterráneos, mucho tráfico rodado y largas distancias entre edificios y funciones, lo cual
provoca que solo veamos autos y edificios, pocas personas y por lo tanto pocas relaciones
sociales, prácticamente numas. Las grandes distancias entre los edificios y las funciones muy
dispersas generan que esas calles sean únicamente de paso (Fig.23). Pero hay otro extremo de
ciudad, la que vemos en la Fig.24 Uno más favorable con edificios razonablemente bajos y
poco separados, espacio para el peatón y buenas zonas para estar en la calle y en relación
directa con las viviendas, edificios públicos, lugares de trabajo. A partir de lo que afirma Gehl
podría considerarse a ésta como una ciudad viva, en la que los espacios privados de los
edificios se complementan con los espacios públicos y donde los espacios públicos tienen
muchas más posibilidades de funcionar bien. A partir de esta segunda situación la gente se
siente atraída, y por lo general, es cierto que las personas y las actividades humanas atraen a
otras personas. “(...)la gente va donde hay otra gente”.
17
Fig. 25 : Bordes duros Fig.26: Bordes amigables, blandos
Siguiendo con esta relación tejido y calle, hay un tema esencial que se apunta en
ambos libros para que las calles sean un espacio público de calidad y es proyectar los edificios
en relación a las dimensiones humanas, tener sentido de la escala del peatón y además, algo
que deben pensar sobre todo los arquitectos a la hora de diseñar es orientar las edificaciones
hacia la calle, colocar los edificios y la orientaciones de las entradas con respecto a los
recorridos peatonales y generar zonas de estancia en los ingresos, son factores determinantes
al respecto.
“La vida en los edificios y entre los edificios parece considerarse, en casi todas las
circunstancias, más esencial y relevante que los propios espacios y edificios.”
En síntesis el autor propone que la calle en su conjunto, la calzada, la acera y sobre
todo el tejido, deben estar diseñados de tal forma para permitir al peatón moverse fácilmente
y sobre todo con confianza, poder permanecer en las ciudades, disfrutar de sus espacios
públicos, observar e interactuar con sus edificios y entablar relaciones sociales al encontrarse y
reunirse con sus pares.
Robert Venturi
El último de los autores que se mencionará y el cual aporta un ejemplo interesante y
diferente al del resto de las ciudades a la hora de ver la calle y sus características es Robert
Venturi, tomando como ejemplo la ciudad de Las Vegas y mencionando el tema en el
manifiesto de crítica arquitectónica y urbanística “Learning from Las Vegas” 2
A lo largo del texto, se identifican las distintas cualidades del Strip como calle3
moderna y singular de Las Vegas que realizaron los autores en aquel estudio, que puso de
manifiesto el interés que ese tipo de calles iba a alcanzar a escalas diferentes. Cabe destacar
que todas las impresiones de Las Vegas se dimensionan a la escala del auto y no desde la escala
del peatón. En el Strip, los casinos, que forman parte del tejido, se ubican prácticamente en la
acera. Los estacionamientos de los autos, que en otras ciudades poca importancia se le da y se
ubican en el espacio de la calzada, aquí forman parte de un “ritual” y cumplen una función
importante.
3 Strip: Los autores utilizan esta palabra que significa tira, faja o banda, para designar el conjunto urbano, ya sea
comercial o residencial nacido a lo largo de una calle o una carretera.
2 Learning from Las Vegas,1972, Denise Scott Brown, Robert Venturi, Steven Izenour.
18
La trama de calles está pensada en relación al tejido, cuyo programa principal son los
casinos y los establecimientos comerciales, se permiten giros en U y cualquier tipo de
maniobra que facilite la transición entre la calle principal y los aparcamientos.
Fig. 27 y 28. En estas imágenes puede apreciarse el Strip, los anuncios, los edificios, los aparcamientos. y cómo
desde la calle misma, desde la vista del conductor puede apreciarse el paisaje urbano de esta ciudad.
La cantidad de carteles luminosos a lo largo de la calle, creando una fachada
prácticamente continua, funcionan de día y de noche, la noche es negada en el Strip, la luz
encandila (Fig.19) Es una calle multifuncional, en la cual se yuxtaponen diversas actividades, lo
cual hace que el movimiento de gente sea continuo, con actividades de paso por un tiempo
corto como lo es una estación de servicio o actividades que invitan a la permanencia por un
plazo de tiempo más largo, como lo son los casinos, pero esta interacción de actividades se da
a lo largo del auto, no está pensada para realizarse caminando.
Fig 29: Mensajes nocturnos, Las Vegas. Arquitectura de la comunicación
Pasando al tejido en particular, el típico complejo casino-hotel de Las Vegas se
compone de un edificio, lo bastante cerca de la autopista para ser visto desde la calzada con el
aparcamiento de autos en el medio. Los edificios están lo suficientemente separados entre sí,
algo característico del Strip, para ser percibidos a gran velocidad. Las partes traseras de los
edificios tienen poca relación con la fachada, podría decirse que nada, carece de estilo, todo
está volcado hacia la parte de adelante, la que se ve desde el auto, nadie ve lo de atrás.
19
Fig. 30: Secciones de Las Vegas
En estos dibujos expuestosen el libro, se muestran distintas secciones de los hoteles y Casinos de Las
Vegas, mostrando el ancho de la calle, la relación con el tejido, la altura de las edificaciones, los llenos y vacíos, lo
público y privado. En otras palabras, la relación entre la calle y los edificios.
En esta ciudad, la transición entre la calzada y el tejido es muy diferente a lo
mencionado a lo largo de la monografía, la acera casi no existe o tiene muy poca importancia,
no hay nada preparado para el peatón, el espacio que separa la calzada rápida de los edificios
es el estacionamiento para autos “Las configuraciones de las líneas de aparcamiento marcan la
dirección a seguir” afirma el autor.
Fig. 31: El Strip de Las Vegas: Público y privado
Para Venturi y Scott Brown el plano de Nolli es una referencia que empezaron a emplear en “Aprendiendo
de las Vegas” .Les permite visualizar el sector público recorrible. La codificación que realizan en su mapa muestra en
gris la estructura de aparcamientos y hoteles, y resalta en blanco los atrios interiores y los casinos.
En efecto, el autor analiza sobre todo la forma en que la arquitectura del strip de Las
Vegas “es antiespacial; es más una arquitectura de la comunicación que una arquitectura del
espacio; la comunicación domina al espacio en cuanto elemento de la arquitectura del paisaje”
(Venturi et al., 1998, pp. 29). En parte, el simbolismo es un aspecto fundamental del libro y
20
también la crítica a la arquitectura moderna, debido al olvido al que éste había quedado
sometido por parte de los arquitectos de la época .¿Y qué tenía las Vegas que no tiene la
arquitectura moderna? Respuesta rápida que da este libro: El simbolismo.
Todas las ciudades comunican mensajes a las personas que se mueven por ellas, el
mejor espacio para comunicar un mensaje es la calle. En el Strip existen muchos tipos de
mensajes que relacionan lo que bordea la calzada y al turista que la recorre, los carteles, los
mensajes emitidos por las fachadas de los edificios, los edificios muy separados entre sí, las
cientas de estaciones de servicio en las esquinas y el estacionamiento frente a los
establecimientos. En el Strip todos estos elementos se relacionan íntimamente, a veces se
combinan, a veces los mismos edificios se convierten en grandes anuncios. Es una ciudad que
se recorre de una forma muy particular y diferente a las que recorremos día a día, pero en la
cual se puede decir que la calle, en particular el Strip es su espacio público por excelencia.
5. CONCLUSIÓN
Para concluir, parece oportuno a partir de lo descrito afirmar que el espacio público
entre los edificios no se limita a la circulación peatonal o a las actividades recreativas o sociales
o al uso del automóvil. Sino que la vida entre los edificios abarca todo el espectro de las
actividades, que se combinan para hacer que los este espacio público de las ciudades sea
significativo y atractivo. Una buena ciudad es la que tiene edificios razonablemente adaptados
a la escala del peatón, con espacio preparado para el tráfico peatonal y buenas zonas para
estar en la calle y en relación directa con las viviendas, los edificios públicos. los locales. etc.
En su libro “Muerte y vida en las grandes ciudades”, Jane Jacobs recalca la importancia
vital de permitir una permeabilidad visual entre espacios públicos y privados, podríamos decir
entre la calle y el tejido. Según Jacobs, las actividades existentes en el interior de las
edificaciones y sus usuarios se presentan aportando seguridad. En otras palabras, la posibilidad
de observar el espacio exterior o de ser observado por ocupantes del espacio privado, torna
posible la vigilancia social necesaria para el buen desempeño de las funciones urbanas. En este
sentido, se evidencia la función de agregación y dinamización que poseen las calles,
principalmente aquellas ubicadas en zonas cuya mezcla de usos permite la utilización de tales
espacios ininterrumpidamente. Además de recomendar la permeabilidad visual
público-privada, Jacobs también defiende que “las aceras deben usarse sin parar: es la única
forma de aumentar el número de ojos en la calle y atraer las miradas que se encuentran dentro
de los edificios”. Es necesario que nos replanteemos, tanto ciudadanos como urbanistas y
arquitectos la importancia del espacio público, tanto la calidad formal, que la comunidad y
vecinos participen en la gestión de estos espacios, la inclusión de todas las personas, la
intensidad de su uso y; citando nuevamente a Jacobs, que existan “ojos en la calle”.
La presente investigación no está del todo concluida. Sin embargo, hasta aquí se puede
revelar que algunos hechos que pueden apuntar hacia un espacio urbano atractivo, confortable
y seguro, están vinculados a las características del tejido, tales como su tipología, su uso y las
características físicas, muchas de ellas definidas por las normativas de las ciudades, lo que
implica que cada ciudad presente calles diferentes, como pudo observarse lo que ocurre en Las
Vegas a partir del viaje de Venturi y Scott Brown. Pero, ¿cuál es la característica de la
morfología del espacio público que estos tejidos configuran? ¿Qué características distinguen o
no estos espacios? ¿Hasta qué punto el tejido ayuda en la formación de espacios urbanos
21
atractivos, cómodos y seguros? Estas son algunas de las preguntas que se fueron contestando a
lo largo del trabajo y otras que quedan por contestar.
6. BIBLIOGRAFÍA
Principal
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Reverté.
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Forgotten Symbolism of Architectual Form. Editorial Gustavo Gili.
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Complementaria
Bauman, Zygmunt.(2002) .Modernidad líquida. Fondo de cultura económica de Argentina S.A.
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Miguel A. Guérin,Rodolfo Giunta,Rafael E. J. Iglesia, Rita Molinos
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Iniciativa digital politécnica.
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A+T research group.¿Por qué la densidad? Desmontando el mito de la sandía cúbica. A+T
Architecture publishers.
FUENTE DE IMÁGENES
Carátula:
22
Autora de la foto: Muñoz Agustina
Fig 1:
https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/804591/picnic-nocturno-una-experiencia-colectiva-d
e-ocupacion-de-espacios-publicos-en-rosario?ad_medium=gallery
Fig. 2:
https://www.rosarionoticias.gob.ar/contenido/preview.php?id=303006
Fig. 3:
https://www.conclusion.com.ar/sin-categoria/rosario-una-ciudad-coronada-por-sus-espacios-v
erdes/11/2016/
Fig 4,5:
https://www.esmadrid.com/informacion-turistica/plaza-mayor-madrid
Fig 6,7:
https://www.rosarioesmas.com/page/noticias/id/500/title/Rosario-2021%3A-albergar%C3%A1
-un-evento-hist%C3%B3rico-con-29-deportes-y-un-Parque-%C3%9Anico
Fig. 8, 9:
https://www.toureiffel.paris/es/el-monumento
Fig. 10:
https://www.rosario.gob.ar/web/agenda/calle-recreativa
Fig 11:
Fotografía de Iwan Baan enPlataforma Arquitectura.
Fig. 12:
Imágenes extraídas del siguiente libro:
Panerai Philippe, Castex Jean, Depaule Jean-Charles. (1966). Formas urbanas: de la manzana al
bloque (pp. 88) . Editorial Gustavo Gili S.A.
Fig. 13:
Imágenes extraídas del siguiente libro:
Amos Rapoport.EL USO PEATONAL DE LA CALLE: CULTURA Y PERCEPCIÓN. En La calle moderna
en 30 autores y un pionero (pp. 102) . Angel Martín Ramos.
Redibujado de Rapoport, 1977: 221
Fig. 14, 15, 16:
https://www.google.com.ar/maps?hl=es-419&tab=wl
Fig. 17:
Extraída del siguiente libro
23
https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/804591/picnic-nocturno-una-experiencia-colectiva-de-ocupacion-de-espacios-publicos-en-rosario?ad_medium=gallery
https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/804591/picnic-nocturno-una-experiencia-colectiva-de-ocupacion-de-espacios-publicos-en-rosario?ad_medium=gallery
https://www.rosarionoticias.gob.ar/contenido/preview.php?id=303006
https://www.conclusion.com.ar/sin-categoria/rosario-una-ciudad-coronada-por-sus-espacios-verdes/11/2016/
https://www.conclusion.com.ar/sin-categoria/rosario-una-ciudad-coronada-por-sus-espacios-verdes/11/2016/
https://www.esmadrid.com/informacion-turistica/plaza-mayor-madrid
https://www.rosarioesmas.com/page/noticias/id/500/title/Rosario-2021%3A-albergar%C3%A1-un-evento-hist%C3%B3rico-con-29-deportes-y-un-Parque-%C3%9Anico
https://www.rosarioesmas.com/page/noticias/id/500/title/Rosario-2021%3A-albergar%C3%A1-un-evento-hist%C3%B3rico-con-29-deportes-y-un-Parque-%C3%9Anico
https://www.toureiffel.paris/es/el-monumento
https://www.rosario.gob.ar/web/agenda/calle-recreativa
https://www.google.com.ar/maps?hl=es-419&tab=wl
William H. Whyte.La vida social de la calle. En La calle moderna en 30 autores y un pionero (pp.
110) . Angel Martín Ramos.
Fig. 18 y 19
Imágenes extraídas del siguiente libro:
Gehl, Jan.(2009) La humanización del espacio urbano: La vida social entre los edificios. Editorial
Reverté.
Fig. 20:
https://unmesenny.wordpress.com/2014/08/01/tres-esquinas-de-brooklyn/
Fig. 21:
Fotografía de Javier Pérez Igualada
Fig. 22-26
Imágenes extraídas del siguiente libro:
Gehl, Jan.(2009) La humanización del espacio urbano: La vida social entre los edificios. Editorial
Reverté.
Fig. 27-31
Imágenes extraídas del siguiente libro:
Venturi Robert.,Scott Brown Denise,Izenour Steven(2011). Learning from Las Vegas: The
Forgotten Symbolism of Architectual Form. Editorial Gustavo Gili.
24
https://unmesenny.wordpress.com/2014/08/01/tres-esquinas-de-brooklyn/

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