ENFERMEDADES FORESTALES EN LAS REGIONES TROPICALES Y TEMPLADAS - Erik Chala (3)

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ENFERMEDADES FORESTALES EN LAS REGIONES TROPICALES Y TEMPLADAS DEL MUNDO 
Las regiones tropicales del mundo son las que se encuentran ubicadas en el centro del globo, bordeada horizontalmente por el trópico de Cáncer al Norte y el Trópico de Capricornio al Sur. El trópico incluye el Ecuador y partes de América del Norte y del Sur, África, Ásia y Australia. Las enfermedades forestales han sido las responsables de grandes daños y pérdidas en el mundo, producidas por distintos organismos y agentes abióticos que reducen el crecimiento de los árboles, disminuyen su calidad y la del producto forestal. Los principales patógenos que causan enfermedades serias en las especies forestales son los hongos, numerosas especies de plantas parasitas, bacterias, nematodos, entre otros. 
Haciendo referencia a algunas enfermedades forestales presentes en las regiones tropicales del mundo, el ejemplo más clásico ha sido el de la grafiosis o enfermedad holandesa del olmo, causada por Ceratocystis ulmi, que invadió el continente europeo en la segunda década de este siglo pasando de aquí a Norteamérica y reinvadiendo nuevamente Europa en los años sesenta, procedente esta vez de Norteamérica, después de haber sufrido una mutación genética que la ha transformado en una cepa hipervirulenta que está asolando actualmente el continente europeo después de haber destruido casi totalidad de los olmos de Inglaterra. Otra de las enfermedades que han tenido efectos devastadores en el mundo es la tinta de castaño, causada por Cryophonectria parasitica, tiene una distribución mundial produciendo daños más relevantes en las zonas tropicales, subtropicales, en la cuenca mediterránea y en regiones de clima templado suave. Causa podredumbres radicales en especies forestales, plantas ornamentales y árboles frutales tropicales y subtropicales. 
El cancro del eucalipto causado por el hongo Chrysoporthe spp. es una de las enfermedades más importantes en las regiones tropicales y subtropicales del mundo. La infección puede llegar a causar hasta 50% de las plantas de especies susceptibles como Eucalyptus saligna y Eucaliptus grandis. El género Eucalyptus es originario de Australia con más de 700 especies distribuidas en regiones de climas mediterráneos, tropicales y subtropicales. Los síntomas que presenta esta enfermedad en el mundo son diferentes, por ejemplo, los cancros en Sudamérica y en el Sudeste de Asia son distintos en función de las alturas de los tallos, mientras que en Sudáfrica sólo se forman en la base de los árboles. 
La enfermedad de la corteza del haya es una enfermedad que se distribuye en el este de Estados Unidos, Canadá y Europa. El agente causal de esta enfermedad es el hongo Nectria coccinea que está asociado con el insecto escama de haya Cryptococcus fagisuga, que se alimenta únicamente de haya. El primer signo que manifiesta la infestación de insectos de escamas de haya es una cubierta cerosa, blanca y lanuda que segrega el insecto. Los hongos Neonectria también presentan signos, una señal temprana es lo que parece una mancha sangrante en el árbol. Un líquido de color marrón rojizo rezuma del sitio de la herida, dándole esta apariencia. Otro signo de esta enfermedad es la formación peritecia alrededor del punto muerto. 
Una de las enfermedades que también resulta una amenaza en América del Norte es la denominada “cancro resinoso” del pino, su nombre se origina debido a la abundante resinación que produce el patógeno en el árbol infectado, esta enfermedad es causada por el hongo Fusarium circinatum, que afecta a diferentes órganos de la planta y en cualquier etapa de su ciclo de vida atacando a las plantaciones de Pinus spp., que son susceptibles a Fusarium circinatum. La manifestación de los síntomas dependerá del hospedero, órgano afectado y las condiciones ambientales. En árboles adultos, los síntomas en ramas comienzan usualmente con marchitamiento y decoloración de las acículas, tornándose luego de color rojizo, seguido de defoliación y muerte progresiva. La muerte del tejido en la zona infectada causa un anillamiento y la consecuente obstrucción del flujo de agua, causando finalmente la muerte de la rama. A su vez, en la zona de la infección se produce resina y la madera toma un color miel, que se observa al retirar la corteza sobre la lesión. A pesar de la importancia de la enfermedad a nivel mundial, no existen medidas de control individuales completamente eficaces contra F. circinatum en viveros y plantaciones forestales. Para reducir su impacto se debe considerar el manejo integrado, incluyendo medidas cuarentenarias, control cultural, químico y biológico, y selección de árboles con resistencia genética. En regiones donde las plantaciones presentan altos niveles de la enfermedad, es recomendable excluir la utilización de especies susceptibles al patógeno.