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Unidad 2 GESTIÓN DE RESIDUOS PELIGROSOS - Cris López

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3. GESTIÓN DE RESIDUOS: URBANOS, INDUSTRIALES, HOSPITALARIOS Y 
PELIGROSOS. 
 
3.1. Definición y clasificación de los residuos. 
 
 
Se entiende por residuo cualquier material que resulta de un 
proceso de fabricación, transformación, uso, consumo o limpieza, 
cuando su propietario lo destina al abandono. 
Tal y como se puede deducir, se trata de una definición muy amplia que ha sido 
objeto de las políticas de residuos desarrolladas en los países industrializados 
a lo largo de los últimos años. La siguiente pregunta que se plantea es: ¿qué 
hacer con los residuos? 
En un principio las políticas iban encaminadas al vertido y dispersión de 
contaminantes, bajo el supuesto de que la capacidad de carga del medio era 
ilimitada. Sin embargo, el aumento del nivel de vida y el crecimiento 
demográfico asociado determinaron también una producción más elevada de 
residuos, con lo que aparecieron los problemas de espacio y aquellos 
derivados de las características tóxicas y bioacumulativas de los residuos, lo 
cual propició el establecimiento de medidas correctivas de final de línea ("end 
of pipe") en los procesos (filtros, ciclones, depuradoras, vertederos) y métodos 
de tratamiento de residuos (físico-químicos, térmicos, entre otros). 
A pesar de todo ello, las políticas de tratamiento basadas en la corrección 
poseen hoy en día numerosas lagunas, por lo que es necesario un cambio de 
paradigma en la concepción de la gestión del residuo, replanteando la pregunta 
inicial por otra de carácter preventivo: qué se puede hacer para no generar 
residuos? A ésta y otras preguntas responderemos a lo largo del texto. 
Tipos de residuos 
Los tipos de residuos producidos por la actividad humana son muy variados. En 
este sentido, se pueden clasificar en: 
- Residuos Sólidos Urbanos. 
- Residuos no peligrosos. 
- Residuos peligrosos. 
- Residuos Industriales. 
- Residuos asimilables a urbanos. 
- Residuos inertes. 
- Residuos peligrosos. 
Residuos sólidos urbanos 
Elías (2000) define Residuos Sólidos Urbanos (RSU) como los "residuos que 
se generan en espacios urbanizados como consecuencia de las actividades de 
consumo y gestión de actividades domésticas (viviendas), servicios (hostelería, 
hospitales, oficinas, mercados, etc.) y tráfico viario (papeleras y residuos varios 
de pequeño y gran tamaño)". 
Residuos no peligrosos 
"Se generan en los domicilios particulares, comercios, oficinas o servicios, y 
todos aquellos que no tengan la calificación de peligrosos y que por su 
naturaleza o composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores 
lugares o actividades" (Ley española 10/98 de 21 de abril, de residuos). 
Esta definición indica que los residuos generados en la industria que no tengan 
la calificación de peligrosos son residuos asimilables a urbanos y, por tanto, 
pueden ser gestionados como tales. 
Una posible clasificación divide los residuos domésticos en orgánicos e 
inorgánicos (Tabla 3.1-1). 
ORGÁNICOS INORGÁNICOS 
Materia orgánica fermentable 
(Residuos de comida) 
Vidrio 
Papel Latas de Hojalata 
Cartón Aluminio 
Plásticos Otros metales 
Textiles Suciedad, cenizas, etc. 
Goma 
 
Cuero 
Residuos de jardín 
Madera 
Otros orgánicos 
 
Tabla 3.1-1. Composición típica de una muestra de RSU domésticos. 
Fuente: adaptado de Tchobanoglous, Theisen & Vigil (1996,168). 
Se consideran también como residuos urbanos no peligrosos: 
- los procedentes de la limpieza de vías públicas, zonas verdes y recreativas, 
playas, etc.; 
- los muebles y enseres abandonados, animales domésticos muertos, entre 
otros; y, 
- los residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y 
reparación domiciliaria. 
Residuos peligrosos 
La EPA (Environmental Protection Agency) define los residuos peligrosos en 
general como "aquellos residuos o combinación de residuos que presentan un 
determinado peligro, ya sea actual o potencial, para la salud humana o para 
otros organismos vivos, debido a alguno de los cuatro motivos genéricos 
siguientes: 
- No degradabilidad y persistencia en el lugar de vertido. 
- Posibilidad de efectos nocivos por acumulación. 
- Posibilidad de producir transformaciones biológicas, que aumenten sus 
efectos perjudiciales. 
- Contenido elevado en componentes tóxicos". 
 
Esta tipología de residuos exige un tratamiento específico o seguimiento 
periódico dada sus características tóxicas o peligrosas. 
Algunos ejemplos en el ámbito urbano son las pinturas, disolventes, pesticidas, 
pilas, tubos fluorescentes, medicamentos, aceites, aerosoles, envases de 
productos químicos, lodos, baterías, productos químicos de fotografía, entre 
otros. 
Asimilables a urbanos 
Son los residuos procedentes de los comedores de las industrias, envases y 
similares. 
Inertes 
Se define como residuo inerte aquel que "una vez depositado en un vertedero, 
no experimenta transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas" 
(Directiva 1999/31/CE). 
Esta tipología de residuos proviene de las actividades de construcción y derribo 
de edificios, desmontes y excavaciones, siempre que no produzcan 
alteraciones graves en el medio. 
Peligrosos 
Los residuos peligrosos pueden encontrarse en cualquier estado de agregación 
(sólido, líquido, pastoso, etc.). Se pueden citar los aceites usados, los PCB y 
PCT, envases que los contienen, metales pesados, etc. 
3.1.1 Gestión de los residuos 
En el pasado, los residuos eran considerados como un único material para el 
cual se podía encontrar una única solución de tratamiento: el vertido. Hoy en 
día se tiende a considerar a los residuos separadamente en sus componentes, 
cada uno de los cuales necesita una recogida selectiva, un transporte y un 
tratamiento y destino final separado. En los criterios avanzados de gestión no 
existe ya un único flujo de residuos desde los lugares de producción a los 
lugares de tratamiento, sino que se trabaja con flujos distintos que, partiendo 
de componentes diferenciados, transcurren por vías específicas de transporte a 
diferentes puntos terminales de tratamiento, según la mejor conveniencia de 
cada uno de ellos. 
Por otra parte, la gestión final, que en otro tiempo era única, hoy se plantea 
como un sistema llamado tratamiento integrado, que prevé más de un punto 
terminal en función del recorrido de los diversos flujos de los residuos. 
3.1.1.1 Estrategias para la gestión de los residuos 
Tal y como se ha comentado, la solución a estos problemas ha de pasar por 
una gestión eficaz y un cambio en los hábitos de comportamiento de las 
personas, basándose en la prevención, es decir, la minimización de los 
residuos y en la recogida selectiva de estos materiales. De esta manera, 
conseguiremos reducir la cantidad de residuos que en la actualidad se destinan 
al rechazo y que causan graves problemas ambientales. 
Actualmente, la política general de tratamiento de los residuos tiene las 
siguientes fases: 
- Reducción en origen o minimización. Se entiende la disminución del 
volumen o la peligrosidad de los subproductos generados mediante la puesta 
en marcha de prácticas adecuadas a la modificación de procesos que 
impliquen el cambio a tecnologías más limpias, equipos más eficientes, 
sustitución de materias primas o modificación de la composición de los 
productos. 
- Reutilización. Proceso de minimización de generación de residuos 
consistente en recuperar los materiales e introducirlos de nuevo en los 
procesos de producción y consumo, en lugar de destinar estas sustancias a las 
corrientes de residuos. Normalmente puede tener lugar en las mismas plantas 
productoras, y puede ser realizada por los mismos generadores de residuos. 
- Reciclaje. Conjunto de sistemas que se siguen, por tratamientos diversos, 
para la recuperación de materiales a partir de residuos y basuras procedentes 
de diversos orígenes -que de otra manera se convertirían indefinidamente en 
desechos de otras clases- y retorno de este materialpara su reutilización. El 
reciclaje requiere de una mayor y más compleja estructura organizativa, 
económica y tecnológica que la reutilización. El reciclaje incluye el compostaje 
y la biometanización, pero no la incineración con o sin recuperación energética. 
- Recuperación energética (valorización). Extracción de las sustancias o 
recursos valiosos contenidos en los subproductos. Normalmente se realiza 
mediante tratamiento previo importante y se utiliza posteriormente con otra 
finalidad a la original. Comprende la valorización de los residuos mediante su 
combustión controlada y el vertido a depósito controlado. 
 
La Reducción, Reutilización, Reciclaje y Recuperación, constituyen la 
denominada "Ley de las cuatro Rs". 
3.1.2 El reciclaje de los residuos 
Tal y como se ha comentado, el reciclaje es una operación compleja que 
permite la recuperación, transformación y elaboración de un material a partir de 
residuos, ya sea total o parcial en la composición definitiva (Elías, 2000, 39). 
Con el reciclaje se pretenden resolver dos problemas al mismo tiempo: por un 
lado, deshacerse de los residuos sin ocupar espacio en el vertedero y, por otro 
lado, aprovechar lo que en ellos exista de recuperable. Este procedimiento se 
considera un principio de cambio de postura hacia posiciones más racionales 
sobre el uso de los recursos naturales y el incremento del costo de las materias 
primas. En este contexto, dicho sistema de tratamiento de los residuos viene 
impuesto por el nuevo concepto de gestión de los residuos que debe tender a 
lograr los siguientes objetivos: 
- Ahorro de energía. 
- Ahorro de recursos naturales. 
- Disminución del volumen de residuos a eliminar. 
- Protección del medio ambiente. 
El reciclado puede realizarse de dos formas: 
• Mediante la separación de los componentes a recuperar de las basuras 
domésticas desde su inicio, dando lugar a la denominada recogida 
selectiva en origen. Para ello, es necesaria la participación ciudadana 
al tener que depositar en recipientes distintos los diferentes 
componentes de los residuos que intentan recuperarse. Normalmente se 
utilizan tres contenedores: uno para el vidrio, otro para el papel y un 
tercero para el plástico. 
 
Con este objetivo, en las inmediaciones de las ciudades se pueden 
encontrar unos espacios destinados a la recogida selectiva de residuos 
de origen doméstico. Dichos espacios, denominados puntos limpios, 
pueden ser fijos o móviles. 
• En las plantas de reciclaje, a partir de las basuras brutas, y realizando 
una selección de los residuos a reciclar. En este caso la separación es 
un proceso costoso, ya que se necesita mucha mano de obra. 
 
 
El reciclado de los componentes de los residuos consiste 
básicamente en la recuperación y su reintroducción en los procesos 
industriales y circuitos económicos. 
 
SECUENCIA DE OPERACIONES REALIZADA EN UNA PLANTA DE RECICLAJE 
1. Se separan los objetos de gran volumen clasificándolos para su posterior eliminación o 
reciclado. 
2. Se separan las latas y los materiales ferrosos con un imán magnético. 
3. Se separa manualmente el papel y el cartón para su almacenamiento y posterior reciclado. 
4. Separación manual de vidrios según su color. 
5. Separación de materiales textiles. 
6. Finalmente, quedan los restos orgánicos fermentables, que se utilizan para hacer compost o 
se eliminan. 
A pesar de las ventajas en cuanto a aprovechamiento de las materias primas, 
economía energética y uso racional de los recursos naturales, existen no pocos 
obstáculos que limitan el fomento del reciclaje: 
- Barreras técnicas. 
- Presencia de sustancias tóxicas. 
- Ausencia de estándares. 
- Temas relacionados con la imagen y la calidad. 
Desde el punto de vista ecológico, un análisis del ciclo de vida sería muy 
importante para saber si, por ejemplo, contamina más el reciclado de una lata 
(aunque su recuperación es sencilla, debe sufrir una serie de operaciones de 
limpieza y tratamientos con nueva generación de residuos, antes de su entrega 
a la fundición) o su deposición en vertedero controlado. Si se habla en términos 
económicos, la tarea resulta más fácil, pues únicamente hay que conocer el 
precio de mercado y compararlo con los gastos de recogida y limpieza. 
3.1.3 Política futura en la gestión de los residuos 
Considerando todo lo visto hasta ahora, se puede decir que la gestión futura de 
los residuos se centrará en tres líneas básicas de actuación jerárquica: 
1. Prevención: 
Se fomentará la minimización de residuos como herramienta básica de 
prevención. 
Se intentará impedir en la medida de lo posible que se generen residuos 
innecesarios a través del uso de tecnologías limpias, que reduzcan al máximo 
posible su producción. 
Se promoverá la producción de productos limpios que produzcan el mínimo 
impacto posible sobre el medio ambiente. Se promulgará el desarrollo de 
productos de larga duración. 
2. Recuperación: 
Se someterán los residuos generados a un proceso de valorización con el 
objetivo de volverlos a introducir nuevamente en el ciclo productivo. Para ello 
se fomentará la recogida selectiva, la reutilización, el reciclaje y la 
recuperación de materias primas o energía. 
Para llevar a cabo esta línea de trabajo es necesario promocionar el desarrollo 
de las técnicas de reutilización y reciclaje, optimizar estos procesos, reducir los 
costes externos de estos trabajos y, por último, dar salida a los productos 
reutilizados y reciclados. 
3. Eliminación segura: 
Una vez ejecutados todos estos procesos de tratamiento, los residuos que no 
se hayan podido aprovechar deberán ser depositados en vertedero controlado 
o incinerados con las debidas garantías marcadas por la legislación al 
respecto. 
 
La forma más barata de gestionar los residuos consiste en no 
producirlos. 
 
 
3.2. Características y composición de residuos urbanos, industriales, 
hospitalarios y peligrosos. 
3.2.1. Residuos urbanos 
Desde la aparición de las primeras sociedades urbanas, las basuras se han 
convertido en una de las preocupaciones ambientales más importantes. 
Este problema se origina por el cambio de la sociedad hacia unos ideales 
consumistas que comportan un desmesurado aumento del volumen de basuras 
domiciliarias. Dichas basuras están formadas por productos de poca duración 
(embalajes, envoltorios y envases de todo tipo) y difícilmente reutilizables. 
La solución a estos problemas tiene varias vertientes: 
- La adopción de acciones preventivas que eviten la fabricación de productos 
de poca duración. 
- La adopción de medidas de tratamiento de los residuos que posibiliten 
encajarlos en su ciclo natural de descomposición. 
- La adopción de medidas legales y fiscales destinadas a racionalizar el 
consumo. 
3.2.1.1 Producción de residuos sólidos urbanos 
Las cantidades de residuos sólidos urbanos generadas por habitante y día no 
son uniformes, sino que dependen de varios factores como pueden ser: 
- El nivel de vida: en los barrios de nivel de vida más elevado los residuos son 
mucho más abundantes y diversos que en los barrios más pobres. 
- La localización: la producción de los residuos sólidos urbanos varía 
dependiendo de la zona. 
- La variación estacional: en verano se consumen más frutas y verduras 
incrementándose la producción de residuos con un alto contenido en materia 
orgánica, mientras que en invierno aumenta la producción de cenizas. 
Por ejemplo, en España es de 1,3 kg/hab·día, es decir, una media de 0,35 t por 
persona y año, a diferencia de otros países como Perú en que la tasa oscila de 
0,5 a 0,6 kg/hab·día o México con 0,8 kg/hab·día. 
3.2.1.2 Caracterización de los residuos sólidos urbanos 
La caracterización de los residuos sólidos urbanos es uno de los temas de 
mayor trascendencia en el desarrollo de un proyecto de gestión, ya que a partir 
de la descripción de un residuo se pueden proponer diversas rutas de 
tratabilidad y disposición final. 
La tabla3.2.1.2-1 ilustra los principales parámetros cuantitativos y cualitativos 
necesarios a la hora de caracterizar un residuo sólido urbano. 
PARÁMETROS QUE DEFINEN LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS RSU 
Cualitativos Cuantitativos 
Composición Inflamabilidad Volumen 
Concentración de 
orgánicos Zonificación Producción per cápita 
Porosidad Reciclabilidad Densidad 
Densidad Putrescibilidad Concentración y% de fracciones que lo integran 
Peso específico Biodegradabilidad Toxicidad 
Humedad Reactividad Manejabilidad 
Olor Compresibilidad 
Solubilidad Relación C/N 
Volatilidad Poder Calorífico 
 
Tabla 3.2.1.2-1. Parámetros cuantitativos y cualitativos de caracterización de los RSU. 
3.2.1.3 Composición 
A diferencia de lo que ocurre en el ámbito de la generación de residuos 
industriales, los hábitos en la generación de RSU son muy similares de unas 
ciudades a otras. 
Con el fin de hacerse una idea de la composición y porcentaje de las fracciones 
de RSU que se generan una gran ciudad, en la Tabla 3.2.1.3-1 se muestra el 
ejemplo de la ciudad de Sevilla (España). 
FRACCIÓN % 
Materia orgánica fermentable 37,8 
Papel/cartón 23 
Plásticos 14,3 
Vidrio 8,9 
Loza/tierra/cenizas 2,9 
Madera 1,6 
Metales férricos/no férricos 2,8 
Bricks 1,4 
Otros 7,3 
Total 100 
 
Tabla 
3.2.1.3-1 
Composición de los RSU en la ciudad de Sevilla (España) en el año 2005. Esta 
composición puede sufrir importantes modificaciones en virtud de varios factores, 
aunque es bastante orientativa. Fuente: LIPASAM (2005). 
 
Tal y como se puede observar, los residuos municipales están constituidos por 
un conjunto de materiales muy heterogéneos. No obstante, para 
caracterizarlos, se pueden dividir en una serie de categorías recogidas en el 
siguiente cuadro. 
Materia orgánica fermentable: está constituida por los residuos orgánicos propios del hogar, 
que se producen principalmente en las cocinas por la manipulación, preparación y consumo de 
la comida, y también por los residuos provenientes de productores singulares como pueden ser 
los mercados municipales, restaurantes, hoteles, grandes superficies, etc... 
Residuos de jardinería o poda: ya sea a nivel privado o municipal. En algunas bibliografías se 
suele incluir conjuntamente a la materia orgánica fermentable. 
Papel y cartón: comprende diarios, revistas, cartones y papel escrito o de ordenador como 
más importantes. Presentan diferentes características en función de su composición, uso, etc... 
Vidrio: incluye residuos provenientes fundamentalmente de envases de un solo uso como 
pueden ser los de refrescos, conservas, comida para niños, vinos y licores. 
Plásticos: proceden esencialmente de envases y embalajes. Los que más frecuentemente 
encontraremos en los residuos sólidos urbanos son polietilenos de baja densidad (procedentes 
de bolsas, sacos, juguetes,...), polietilenos de alta densidad (como cables, envases, embalajes, 
botellas de leche, cascos,...), propilenos (formados por componentes de automóviles, utensilios 
del hogar, cuerdas y varios tipos de envases), poliestirenos (componentes de 
electrodomésticos, juguetes y utensilios de hogar), policloruros de vinilo, polietileno y 
poliuretano. 
Metales: incluye latas de bebida y pequeños objetos domésticos metálicos. 
Textiles: como ropa, trapos, restos de tapicería, etc... 
Voluminosos: se consideran como tales los muebles, los colchones, los electrodomésticos de 
línea blanca y, en definitiva, los residuos que por su gran volumen no pueden ser evacuados 
por los medios convencionales utilizados en los residuos urbanos. 
Escombros: se engloban en este apartado los residuos que se producen en pequeñas obras 
domésticas. Aquí no se incluyen los residuos procedentes de la construcción, ya que tienen 
una regulación específica. 
Peligrosos: en este epígrafe se incluyen todos aquellos residuos que por su composición 
química o por sus propiedades físicas presentan unas características de peligrosidad para el 
medio ambiente o para la salud de las personas, que hace que se tenga que plantear una 
gestión especial. Aquí se incluirían algunos componentes de los residuos eléctricos y 
electrónicos (equipos de rayos UVA, por ejemplo). 
Otros: incluye residuos no considerados en los apartados anteriores o de difícil clasificación. 
 
3.2.2 Residuos industriales 
Toda actividad industrial transforma las materias primas en productos, 
produciendo en mayor o menor medida pérdidas de eficiencia en forma de 
residuos. Por tanto, se hace necesario que toda organización deba tener 
presente en sus actividades un plan de gestión óptimo de los residuos que 
produce. 
 
Todo lo que no sea producto es pérdida de eficiencia y ello tiene un 
coste económico. 
Por ejemplo, una empresa debe conocer si sus residuos están considerados 
como peligrosos, sus obligaciones como productor y los pasos a seguir para su 
correcta gestión de acuerdo a la legislación vigente1. A menudo se asocia 
residuo industrial a residuo peligroso. Tal y como se verá esto es un error pues 
hay residuos generados por la industria que no están clasificados como tales 
(envases o embalajes que no hayan contenido productos peligrosos, plásticos, 
aguas de lavado de bebidas, etc.) ni tampoco todos los residuos peligrosos se 
generan en la industria, como se mencionó a la hora de clasificar los RSU. Una 
vez hechas estas matizaciones, se está en condiciones de definir qué se 
entiende por residuo indutrial: Según la legislación española, se define como 
residuo industrial "cualquier material sólido, pastoso o líquido, resultante de 
un proceso de fabricación, de transformación, de utilización, de consumo o de 
limpieza que el productor o el poseedor del mismo lo destina al abandono". Se 
excluyen expresamente los afluentes gaseosos que se emiten a la atmósfera y 
los que se eliminan como aguas residuales. Dentro de esta tipología de 
residuos no se incluyen: 
- Los residuos domésticos. 
- Los residuos hospitalarios y clínicos. 
- Los residuos derivados de la actividad minera. 
- Los residuos radiactivos. 
- Los residuos no industriales derivados de actividades agrícolas o ganaderas. 
- Los efluentes gaseosos. 
- Las aguas residuales. 
Elías (2000) distingue entre residuo industrial y subproducto2: 
Un residuo industrial es "un residuo generado en los procesos industriales 
que no tiene la posibilidad de reciclarse, recuperarse o reutilizarse en la propia 
planta, por ser imposible, no existir la tecnología necesaria para ello o no tener 
salida al mercado, por su coste o no conocerse sus posibilidades". Un 
subproducto es "un residuo que se obtiene en un proceso de producción, con 
un valor más reducido que el del género principal, y que se puede utilizar 
directamente como materia prima de otra producción o como sustituto de 
productos comerciales y que puede ser recuperable sin necesidad de 
someterlo a operaciones de tratamiento". Por tanto, desde el punto de vista 
industrial, se entiende por tratamiento: "todos aquellos procesos que tienen 
como fin reducir la toxicidad del residuo, pero cuyo final es el vertedero" (Elías, 
2000). 
En consecuencia, puede definirse el ciclo de los residuos dentro de los 
procesos industriales tal y como se ilustra en la figura 3.2.2-1 
 
Figura 3.2.2-1: Ciclo de los residuos industriales. 
3.3. Gestión integral de residuos sólidos urbanos RSU: generación, 
recolección, disposición y tratamiento. Normativa legal. 
La gestión integral de los RSU se puede definir como el conjunto de 
operaciones que tienen como fin proporcionar a los residuos producidos en una 
zona el destino global más adecuado, desde el punto de vista ambiental y 
sanitario y en concordancia con sus características, volumen, procedencia, 
coste del tratamiento, posibilidades de recuperación y de comercialización y, 
respetando las directrices administrativas existentes en este campo. 
La figura 3.3-1 ilustra un esquema del proceso de gestión integral de los RSU.Figura 3.3-1: Fases de la gestión integral de residuos sólidos urbanos. 
Pre-recogida de los RSU 
La forma en la que los ciudadanos depositen los RSU resulta decisiva para que 
el servicio de recogida municipal sea rápido, higiénico y económico. Es por ello 
que los ayuntamientos, a través de ordenanzas municipales, han implantado 
las prescripciones técnicas mínimas de presentación de los residuos sólidos 
urbanos en las condiciones higiénicas más idóneas, y en las horas y lugares 
establecidos para ello. 
Hoy por hoy, los recipientes más utilizados para depositar los residuos sólidos 
urbanos al paso de los camiones de recogida municipal son los siguientes: 
• Bolsas o sacos desechables. Normalmente son de plástico y, a pesar de que 
tienen las ventajas de que se suprime la operación de devolución y la de 
lavado del contenedor habitual, tienen el gran inconveniente de que se rompen 
fácilmente, ensuciando la calle. Actualmente su uso es cada vez más reducido. 
• Cubos de basura. Hasta hace poco tiempo era el sistema de recogida más 
utilizado. Con este sistema se solucionan los inconvenientes de la recogida de 
las bolsas de basura, pero presentan como desventaja que su manejo precisa 
de un gran número de operaciones y de, al menos, dos operarios. 
• Contenedores de dos ruedas. Éste es un sistema innovador y se está 
implantando mucho por su gran eficacia. Posee muchas ventajas como su gran 
maniobrabilidad (facilitando enormemente las tareas de recogida), su rapidez y 
su resistencia. No obstante, este tipo de recogida exige un equipo 
elevacontenedor en el camión de recogida, acceso fácil desde el camión y un 
sistema de mantenimiento y limpieza de los contenedores. 
• Contenedores de cuatro ruedas. Poseen una capacidad de carga mayor que 
los anteriores sistemas y disfrutan de las mismas ventajas que los 
contenedores de dos ruedas, aunque su gran capacidad y peso hacen 
necesaria una recogida totalmente automatizada. Este sistema de recogida es 
el más utilizado en ciudades y urbanizaciones. 
• Contenedores de gran capacidad. Poseen mucha más capacidad que los 
anteriores (tienen de 5 a 30 m3 de capacidad) y van equipados con un equipo 
autocompactador que permite una reducción de 2/3 del volumen de los 
residuos. En ellos se pueden depositar residuos voluminosos y se utilizan 
principalmente en los grandes conjuntos de viviendas, en mercados y en 
hospitales. Con este tipo de contenedores lo que se pretende es reducir el 
número de transportes necesarios. 
• Contenedores para la recogida selectiva. Están concebidos para recibir 
exclusivamente un solo tipo de residuo: vidrio, latas, cartones o papeles, 
plásticos, entre otros, por lo que se instalan en sectores estratégicos de la 
ciudad para favorecer la recogida selectiva de aquellos residuos que es 
interesante someter a procesos de recuperación. 
Recogida y transporte de los residuos sólidos urbanos 
La recogida y transporte de los RSU comprende la serie de operaciones que es 
preciso realizar para la retirada de los residuos, partiendo desde el punto en el 
que se ha abandonado el producto hasta la descarga o entrega en el lugar de 
eliminación o en la instalación de aprovechamiento. 
Dentro del problema global de los RSU, la recogida constituye la fase de más 
envergadura y en algunos aspectos la más importante, pudiendo llegar a 
representar entre el 70 y el 90% de los costes del servicio. 
En la elaboración de un plan de recogida tenemos que intentar que ésta sea 
rápida y eficaz, por lo que hay que considerar los siguientes aspectos: 
- Características de los residuos a recoger. 
- Variaciones estacionales de la cantidad de residuos sólidos urbanos 
producidos. 
- Infraestructura urbana y urbanismo. 
- Distancia al centro de eliminación o descarga. 
- Normalización de contenedores o recipientes. 
Una vez depositados los residuos sólidos urbanos en los recipientes antes 
descritos, ha de procederse a su carga en vehículos adecuados para 
transportarlos a los distintos Centros de Tratamiento. 
En la actualidad se dispone de una amplia gama de vehículos, tanto en tamaño 
como en posibilidades técnicas, que permiten adoptar soluciones en todos los 
casos, ya sea la recogida en el interior de los núcleos urbanos como en 
recorridos con puntos diseminados. Los camiones recolectores-compactadores 
permiten abarcar rápidamente gran cantidad de basuras (pueden reducir entre 
3 y 5 veces el volumen de los residuos), realizar las operaciones de recogida 
con una gran limpieza, facilidad de descarga y seguridad. 
El sistema de recogida más implantado actualmente es el de la recogida 
mecanizada en contenedores de cuatro ruedas distribuidos por manzanas o 
grupos de viviendas. Este sistema supone un mayor esfuerzo de 
desplazamiento para el usuario aunque, sin embargo, reduce mucho los 
tiempos de la operación de recogida, aumentando el rendimiento de los 
operarios. 
La recogida neumática constituye un sistema novedoso que también acepta la 
recogida selectiva de residuos. Consiste en una serie de buzones conectados 
por una red subterránea de conductos por las que circula aire comprimido en 
horas preestablecidas y que impulsa las bolsas de basura hasta unas centrales 
de recogida, desde donde se trasladan por carretera a los puntos de 
tratamiento o eliminación. 
Por último, para un óptimo funcionamiento del sistema de recogida se hace 
imprescindible contar con la colaboración ciudadana y para ello se deberán 
realizar constantes campañas de concienciación. 
Recogida selectiva 
La recogida selectiva consiste en la organización de un servicio particular de 
recogida para cada uno de los elementos que se quieren recoger 
separadamente (vidrio, papel, plástico, etc...). Tras la recogida selectiva debe 
haber un proceso de recuperación de materiales que posteriormente se 
reciclarán. Este modelo de recogida parte de dos suposiciones: 
1. Participación ciudadana, al depositar en distintos recipientes los diferentes 
materiales que conforman los RSU. Se requiere un grado de concienciación y 
colaboración ciudadana elevados. 
2. La recogida por separado en vehículos adaptados para ello. 
La tendencia actual de los municipios es la de organizar dos sistemas de 
recogida independientes: la recogida ordinaria de los residuos sólidos urbanos 
y la recogida selectiva. 
Plantas de transferencia 
En determinadas situaciones, las exigencias económicas y medioambientales 
exigen transportar los residuos a lugares alejados con la finalidad de reducir al 
mínimo los impactos. Cuando esto ocurre, los camiones de recogida 
convencionales no pueden realizar estos servicios, ya que no sería rentable. 
La idea básica de una estación de transferencia es la de trasladar los residuos 
a una planta central de descarga, para transportarlos posteriormente, con 
medios adecuados para largos recorridos (camiones, ferrocarriles, etc...) a los 
puntos de tratamiento o eliminación. Con este planteamiento se consiguen 
disminuir los costes del sistema de recogida al minimizar los costes de 
transporte y al reducir los tiempos muertos ocasionados por el traslado hasta la 
planta o vertedero. 
En la figura 3.3-2 se ilustra el funcionamiento de una planta de transferencia. 
 
Figura 3.3-2: Esquema de funcionamiento de una planta de transferencia. 
Las plantas de transferencia están compuestas por una plataforma elevada de 
unos tres metros en relación al nivel del suelo. Los camiones de recogida 
acceden a esta plataforma por una rampa de acceso y allí maniobran para 
vaciar la carga sobre unas tolvas, las cuales descargan por gravedad los 
residuos sobre contenedores de gran capacidad (de 25 a 50 m3). En la base de 
estas tolvas existen unos compactadores que compactan la basura reduciendo 
su volumen y aumentando la capacidad de carga de los contenedores. Una vez 
llenos, estos contenedores son evacuados con camiones apropiados hacia el 
Centro de Tratamiento. 
En general se estima que es necesaria una plantade transferencia cuando se 
genera una cantidad importante de residuos y el Centro de Tratamiento se 
encuentra a una distancia superior a 15-20 km. 
Tratamiento integral de los residuos sólidos urbanos 
Se entiende como tratamiento de residuos el conjunto de operaciones 
encaminadas a su eliminación o aprovechamiento de los recursos contenidos 
en ellos. Por ejemplo, supongamos que una familia de nivel de vida medio 
genera un determinado volumen de RSU con una composición de: 
- 41% de fracción fermentable. 
- 45% de fracción combustible (RDF). 
- 14% de inertes. 
Una gestión integral de los RSU se basará en una recogida selectiva de la 
fracción fermentable para la producción de compost; la recogida selectiva de 
vidrio para reciclaje; la incineración de la fracción combustible y, finalmente, el 
depósito en vertedero controlado del rechazo de la planta de tratamiento 
(figura 3.3-3). 
 
Figura 3.3-3: Posibles tratamientos de los residuos sólidos urbanos: vertido controlado, 
incineración, recuperación de materiales y compostaje de la materia orgánica. 
Aunque algunos de estos tratamientos serán objeto de estudio en el siguiente 
capítulo, en la tabla 3.3-1 se adelantan las ventajas e inconvenientes de cada 
uno. 
MÉTODO VENTAJAS INCONVENIENTES 
Valorización: 
- 
Compostaje. 
- Reciclado. 
Ahorro de espacio en vertedero. 
Ahorro de materias primas, energía y 
emisiones. 
Recuperación de materia orgánica y 
NPK en los ciclos del suelo. 
Baja producción de efluentes. 
Buena percepción social a nivel 
general. 
El desecho llevado a un vertedero 
produce menos efluentes y menos 
emisiones. 
Consumo de energía. 
Emisión de CO2. 
Malos olores. 
Problemas de comercialización del 
compost y del material reciclado. 
Genera un desecho. 
Eficacia baja o mediana. 
Inversiones altas. 
Localmente, la percepción social 
puede ser mala. 
Vertedero 
Bajo consumo energético. 
Posible utilización energética del 
metano producido. 
Inversiones más bajas. 
Ocupación del territorio. 
Emisión de metano y CO2. 
Malos olores. 
Posibles problemas de estabilidad al 
cabo de unos años. 
Generación de efluentes líquidos y 
gaseosos. 
Uso ineficiente de los materiales de 
los RSU. 
Mala percepción social. 
Incineración 
Alta recuperación de energía. 
Ahorro de vertedero, aunque las 
cenizas sí se han de llevar. 
Emisión de CO2 y otros contaminantes 
atmosféricos. 
Generación de cenizas. 
Inversiones muy altas. 
Muy mala percepción social. 
 
Tabla 
3.3-1 
Ventajas e inconvenientes de los diferentes métodos de tratamiento de los residuos 
sólidos urbanos: valorización, vertido e incineración. 
 
3.4 Gestión integral de residuos industriales: generación, manejo 
almacenamiento, transporte y tratamiento, disposición final. Normativa 
legal. 
Se entiende por gestión de los residuos industriales "la recogida, el 
transporte, el almacenamiento, la valorización, el tratamiento, la disposición del 
rechazo y la comercialización de este tipo de residuos. No se considera como 
gestión las operaciones de reciclaje en origen de los residuos que se 
incorporan al proceso productivo que los ha generado" (Real Decreto 
833/1988). 
En la figura 3.4-1 se muestra un esquema del proceso de gestión de los 
residuos industriales. 
 
Figura 3.4-1: Esquema del proceso de gestión de los residuos industriales. 
Agentes implicados en la gestión de residuos industriales 
Los diferentes agentes implicados en la gestión de los residuos industriales son 
el productor y/o poseedor, el transportista y el gestor de residuos. 
• Productor y/o poseedor. Es la persona, física o jurídica, que en su actividad 
produce residuos (como productor inicial), efectúa operaciones de tratamiento 
previo, de mezcla o de otro tipo, que ocasionan un cambio en la naturaleza o 
composición de estos residuos y quien los tiene en posesión y no tiene la 
condición de gestor de residuos. Éste tiene la obligación de garantizar que 
estos residuos se gestionen de acuerdo con lo que establece la normativa 
vigente. 
OBLIGACIONES DEL PRODUCTOR DE RESIDUOS 
Estar debidamente autorizado. 
Reportar a la Administración la Declaración Anual de residuos, especificando el volumen, 
características y destino final de los residuos peligrosos producidos. 
Separación y clasificación adecuada de los residuos peligrosos. 
Envasado de los residuos peligrosos conforme dicte la legislación al respecto. 
Llevar un registro de la producción y su destino. 
Reportar toda la información necesaria al gestor de residuos. 
Informar de forma inmediata a la Administración en caso de accidente, pérdida o desaparición 
de los residuos peligrosos. 
 
• Transportista. Es la persona, física o jurídica que, con la autorización 
correspondiente del organismo competente, realiza la operación de traslado de los 
residuos desde el lugar de generación hasta las plantas de reciclaje, tratamiento o 
deposición del rechazo. 
• Gestor de los residuos. Es la persona, física o jurídica, que, con la autorización 
del organismo correspondiente, lleva a término la valorización, el tratamiento o la 
disposición del rechazo de los residuos industriales. 
Caracterización de los residuos industriales 
Por caracterización se entiende "el conjunto de operaciones destinadas a 
definir las características físicas, químicas y biológicas de un residuo, a partir 
de las cuales se puedan tomar decisiones para incluirlo en uno de los sistemas 
de gestión de residuos industriales para evaluar su potencial efecto ambiental". 
La caracterización de residuos comporta un proceso analítico que se realiza en 
laboratorios acreditados, en los cuales se determinan los parámetros 
constitutivos del residuo según: 
• Criterios de contenido. Dan una idea de la composición y expresan el 
riesgo potencial de contaminación. Son análisis realizados sobre el 
mismo residuo. 
• Criterios de comportamiento. Permiten conocer el comportamiento 
frente a situaciones simuladas, próximas a las que se verá sometido en 
la realidad. Son análisis realizados sobre un extracto de residuo 
obtenido mediante el test de lixiviación y pruebas similares. 
En la figura 3.4-3 se muestra la metodología seguida para caracterizar y 
analizar un residuo industrial y clasificarlo en la categoría correspondiente. 
 
Figura 3.4-3: Metodología para la caracterización de los residuos industriales. 
Clasificación de los residuos industriales 
Existen numerosas clasificaciones de los residuos industriales, según 
diferentes criterios. No obstante, desde el punto de vista de su gestión, una 
buena clasificación es la que proporciona la Junta de Residus del Departament 
de Medi Ambient en Catalunya (España), que establece la siguiente 
clasificación de los residuos industriales en función de sus características y 
propiedades intrínsecas: 
• Residuos inertes. Son aquellos que por sus características no 
ocasionan riesgo de contaminación directa. 
• Residuos asimilables a urbanos. Tal y como su propio nombre indica, 
son aquellos que, a pesar de provenir de la industria, pueden ser 
tratados como RSU (cartones, papel, plásticos, etc.). 
• Residuos especiales o tóxicos y peligrosos. Son todos aquellos que 
proceden de la actividad industrial o comercial y que, por sus 
características nocivas, tóxicas o peligrosas o por su grado de 
concentración, requieren de un tratamiento específico y de un control 
periódico de sus efectos nocivos potenciales sobre el medio ambiente. 
El ramo industrial es el sector que produce un mayor número de residuos 
peligrosos, aunque las cantidades generadas no suponen más de un 20-25% 
del total de los residuos de la industria (Montañés, 2005); no obstante, la 
amplitud y diversificación de este sector hace que su significación sea alta. 
La inclusión de un residuo dentro de una de estas categorías condiciona el tipo 
o la vía de gestión, desde el transporte del residuo hasta los requisitos 
aplicables sobre las instalaciones autorizadas parasu tratamiento. 
 
Para determinar la vía correcta de gestión de los residuos industriales, deben 
conocerse las características constitutivas del residuo. 
 
Si alguno de los productores de residuos industriales tóxicos y peligrosos cree 
que su residuo no merece esta clasificación, tendrá que demostrarlo según las 
indicaciones de la legislación vigente y pasar un test estándar de lixiviación y 
bioensayo homologados. 
Esta tipología de residuos tiene un tratamiento individualizado, ya que vienen 
condicionados por sus características de peligrosidad, los constituyentes que 
puedan dar este carácter tóxico o peligroso, la actividad o el proceso en el que 
se genera este residuo y las cantidades producidas, entre otros. 
 
Alternativas para la gestión de los residuos industriales 
 A continuación se citan las alternativas más usuales para la gestión de los 
residuos industriales. 
- Comercialización. Se entiende como tal la operación de venta o 
transferencia de subproductos y materias o sustancias recuperadas para 
incorporarlas al proceso productivo. 
- Reciclaje de los residuos industriales. Es la recuperación y/o reciclaje de 
determinadas materias o sustancias contenidas en los residuos industriales 
(aceites usados, disolventes, metales, bidones,...). 
- Tratamiento. Incluye las operaciones que tienen como fin último la 
disposición en vertedero controlado. Las más relevantes son: 
- Tratamiento físico-químico. Este tratamiento engloba todas aquellas 
operaciones orientadas a la reducción o neutralización de la toxicidad asociada 
a los residuos y el acondicionamiento de los que posteriormente se tengan que 
destinar a un vertedero. 
- Estabilización. Es el conjunto de operaciones y procedimientos que se 
utilizan para la fijación de los compuestos solubles (lixiviables) de los residuos, 
con el fin de obtener un residuo final sólido y estable admisible en un vertedero 
de residuos industriales. 
- Oxidación húmeda. Es la descomposición de compuestos orgánicos por la 
acción del oxígeno a temperaturas comprendidas entre 150-350ºC y presiones 
elevadas (10-220 bar). 
- Disposición del rechazo. Puede realizarse según los siguientes sistemas: 
- Incineración. La incineración es el proceso térmico que se utiliza para la 
descomposición térmica vía oxidación de los residuos industriales para 
convertirlos en menos voluminosos, menos tóxicos y menos perjudiciales. 
El campo principal de aplicación en la incineración de los residuos industriales 
lo constituyen los residuos industriales orgánicos líquidos y pastosos, siempre y 
cuando no contengan proporciones peligrosas de elementos susceptibles de 
generar gases tóxicos. No obstante, también se pueden incinerar residuos 
sólidos industriales. 
- Inertización. Consiste en la estabilización de los lodos o cenizas con el fin de 
obtener unos residuos químicos insolubles y sin reacción, de manera que 
garanticen su seguridad al destinarlos a depósitos controlados. 
Las tecnologías más utilizadas son la solidificación con cal, asfalto, productos 
bituminosos, plástico y cemento, entre otros. 
- Depósito controlado. El funcionamiento de un vertedero controlado de 
residuos industriales es idéntico al de un vertedero de residuos municipales. 
Únicamente hay que apuntar que en el caso de residuos tóxicos o peligrosos, 
además de unos requerimientos de localización, características del terreno, 
control y explotación más rigurosos, se hace necesaria una inertización previa 
de los mismos antes de ser depositados en el vertedero con el fin de no dañar 
el medio ambiente. 
El criterio que debe seguirse para la elección de este tipo de tratamiento es el 
de reservar su aplicación a los casos en los que no haya otra solución de 
tratamiento seguro. Por lo tanto, sólo se aplicará a residuos incombustibles o 
de difícil combustión, de tratamiento físico-químico o biológico imposible o que 
se produzcan en cantidades escasas y no permitan la mezcla con otro tipo de 
residuos para un tratamiento conjunto. 
En la figura 3.4-2 se ilustra de forma esquemática las diferentes alternativas 
que puede tomar un residuo a la hora de ser gestionado correctamente. 
 
Figura 3.4-2: Alternativas más importantes en la gestión de los residuos industriales. 
Reciclaje de los residuos industriales 
La valorización económica o reciclaje de los residuos industriales no es una 
solución milagrosa para la resolución total de los problemas que generan, pero 
es un buen punto de partida. La valorización opera sobre los residuos ya 
generados y su objetivo es conseguir que estos residuos no sean considerados 
como tales. 
Así pues, la función vital de la valorización es la de conferir un valor económico 
a un residuo que, por estar destinado al abandono, carece de él. Este valor que 
pueden adquirir los residuos industriales viene dado por la adquisición de 
importancia como materia prima en otro proceso productivo al poder ser 
reutilizado, inalterado o transformado de cualquier forma. Un ejemplo claro es 
la regeneración de aceites lubricantes ya utilizados o la regeneración de 
disolventes usados. 
Existen una gama importante de tecnologías probadas para el reciclaje de 
residuos, las más importantes son: 
- La absorción. 
- La adsorción. 
- El intercambio iónico. 
- La ceramización. 
- Las vitrifiicación. 
- Estabilización y solidificación. 
- Sistemas mixtos. 
- El compostaje. 
Las empresas generadoras de residuos que puedan ser reutilizados en otros 
procesos productivos, pueden ofrecer estos residuos como materiales útiles 
para otras empresas. El aprovechamiento de todos estos subproductos 
residuales de las industrias puede ser gestionado a través de las Bolsas de 
Subproductos. Éstas funcionan como instrumentos multisectoriales que deben 
ser impulsados desde las Administraciones y que funcionan como mercados de 
encuentro de oferta y demanda de residuos, con una clara finalidad de evitar 
una gestión innecesaria y un impacto sobre el medio ambiente. 
Las líneas principales de trabajo en este tipo de tratamiento van orientadas 
hacia los siguientes tipos de residuos: 
- Regeneración de aceites usados. 
- Recuperación de disolventes. 
- Recuperación de metales. 
- Recuperación de envases industriales. 
- Aprovechamiento de residuos cárnicos. 
- Valorización de neumáticos usados. 
- Valorización de polvos de acerería en la fabricación de materiales cerámicos. 
- Aprovechamientos de cenizas procedentes de centrales térmicas. 
- Valorización de vehículos usados. 
- Valorización de baterías. 
- Otros productos. 
- Neutralización de ácidos y bases. 
- Separación de emulsiones agua-aceite. 
- Oxidación de residuos de bajo contenido en compuestos orgánicos. 
3.6 Gestión integral de residuos peligrosos: almacenamiento, transporte y 
disposición final. 
 
Dentro de los residuos sólidos urbanos existe un grupo que, por sus 
características especiales, requieren ser gestionados con criterios diferentes a 
los tratados hasta el momento: los RSU tóxicos y peligrosos. 
Generalmente, la composición de estos residuos contiene sustancias tóxicas y 
peligrosas, lo que significa que cuando se tiran a la basura, se está provocando 
un considerable daño al medio. Estos residuos engloban generalmente a 
medicamentos caducados, fluorescentes y luces de vapor de mercurio, aceites, 
neumáticos, baterías, disolventes, pinturas, barnices, pilas y electrodomésticos 
que contengan sustancias tóxicas. 
Algunas de las características de los residuos tóxicos y peligrosos son las 
siguientes: 
- No son biodegradables o persisten en la naturaleza. 
- Pueden acumularse biológicamente. 
- Pueden ser letales. 
- Pueden, de otra forma, causar o tender a causar efectos perjudiciales 
acumulativos. 
 
Una estimación sobre la cantidad de residuos municipales 
especiales generados en diversas ciudades europeas ofrecía una 
cifra entre 1,5 y 5 kg/hab/año. 
Las propiedades de los materiales residualesque han sido utilizadas para 
valorar si un residuo es o no peligroso están asociadas con cuestiones de 
seguridad y salud: 
- Propiedades relacionadas con la seguridad: 
- Corrosividad. 
- Explosividad. 
- Inflamabilidad. 
- Reactividad. 
- Propiedades relacionadas con la salud: 
- Cancerigenicidad. 
- Infecciosidad. 
- Irritabilidad (respuesta alérgica). 
- Mutagenicidad. 
- Toxicidad (venenos). 
- Toxicidad aguda. 
- Toxicidad crónica. 
- Radiactividad. 
- Teratogenicidad. 
En particular, para definir un residuo peligroso dentro de los RSU, los 
municipios normalmente utilizan las siguientes propiedades: 
• Inflamabilidad. 
• Corrosividad. 
• Reactividad. 
• Toxicidad. 
• Cancerigenicidad. 
Esta clasificación, sin embargo, debe ajustarse siempre a la normativa vigente 
en el momento de hacer la valoración de los residuos peligrosos. 
Como residuos peligrosos, las clasificaciones internacionales involucran: los 
residuos listados (si aparece en la lista de peligrosos, se supone tóxico 
independientemente de su concentración), los residuos peligrosos 
característicos (basados en su inflamabilidad, corrosividad, reactividad y 
toxicidad), y otros tipos de residuos peligrosos (mezclas de peligrosos y no 
peligrosos, derivados de la gestión de otros residuos y materiales peligrosos 
contenidos en los RNP). 
COMPUESTOS TÍPICOS PELIGROS 
Residuos orgánicos no persistentes: 
Aceites, disolventes de bajo PM, pesticidas 
biodegradables (organofosfatos, carbamatos, triacinos, 
anilinas, ureas, aceites residuales, y la mayoría de 
detergentes). 
Toxicidad en el ambiente y biota en la fuente 
o punto de emisión. 
Efectos tóxicos rápidos después de 
exposición (agudos y subagudos). 
Residuos orgánicos persistentes: 
Hidrocarburos clorados y aromáticos con PM alto, 
pesticidas (insecticidas clorados -hexaclorobenceno, 
DDT, DDE, Lindane), PCBs, ftalatos. 
Efectos tóxicos inmediatos (agudos y 
subagudos) en la fuente o punto de emisión. 
Toxicidad crónica a largo plazo. 
El transporte de residuos orgánicos desde la 
fuente puede producir bioacumulación en la 
cadena alimenticia. 
Toxicidad crónica de la biota. 
 
Tabla 3.6-1. Compuestos peligrosos típicos persistentes y no persistentes y peligros asociados. 
Asimismo, estos residuos se caracterizan por su dificultad en reconocerlos, ya 
que son fácilmente camuflables entre el grueso de los residuos municipales. 
Por ello, al estar en pequeñas proporciones entre los residuos sólidos urbanos, 
los sistemas habitualmente empleados para eliminar los RSU resultan 
inadecuados para este tipo de residuos, de tal forma que sus características 
tóxicas pueden llegar a dañar en mayor medida al entorno. 
En este contexto, la colaboración del ciudadano es fundamental para proceder 
a una recogida adecuada. De esta manera, pueden diseñarse sistemas 
basados en: 
- La devolución de los productos a los lugares de compra. 
- Los puntos limpios fijos. 
- Los puntos limpios móviles. 
3.6.1 Los residuos hospitalarios 
La sanidad es una importante actividad productora de residuos, tanto por su 
cantidad como por las características de peligrosidad de algunos de ellos. 
Dentro de los residuos clínicos existe una clara diferenciación entre los que 
pueden originar riesgo de contaminación biológica y aquellos que no comportan 
ningún riesgo. Estos últimos deberán depositarse en recipientes cuyas 
características específicas variarán según la naturaleza del residuo que vaya a 
eliminarse. 
 
En el ámbito hospitalario, los residuos asimilables a urbanos son 
gestionados por los mismos procedimientos que los habitualmente 
establecidos para los RSU y con los mismos equipos. 
El resto de residuos hospitalarios se recogen en contenedores herméticos y se 
llevan a los centros de tratamiento en camiones destinados exclusivamente 
para el transporte de este tipo de carga, con caja hermética cerrada y sin 
mecanismos de compresión. 
Estos residuos se eliminan por lo general mediante el sistema de incineración o 
pirólisis, aunque en caso necesario también podrían ser esterilizados en 
autoclaves y depositados en un vertedero controlado. 
3.6.2 Los residuos eléctricos y electrónicos 
En los últimos años los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) 
se han convertido en una importante fracción de los residuos generados en el 
ámbito doméstico. Tanto es así que sólo en Europa se generaron en el año 
2003 cerca de 4,4 millones de toneladas de chatarra electrónica, cifra que 
aumenta un 4% cada año (Recupera, 2004). 
Estos residuos contienen cantidades de metales pesados, plásticos no 
reciclables, condensadores PCB´s, baterías, etc., que con suerte terminan en el 
vertedero en el mejor de los casos. 
 
La primera fase de todo proceso consiste en la separación exhaustiva de 
todos los componentes potencialmente peligrosos: condensadores, 
circuitos impresos, plásticos que contengan PCB's, relés de mercurio, 
amiantos, etc. 
De ahí la necesidad de fomentar su valorización, con el fin de reducir la 
cantidad de residuos destinada a la eliminación, y economizar así recursos 
naturales a través de la reutilización y el reciclaje.

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