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3. GESTIÓN DE RESIDUOS: URBANOS, INDUSTRIALES, HOSPITALARIOS Y PELIGROSOS. 3.1. Definición y clasificación de los residuos. Se entiende por residuo cualquier material que resulta de un proceso de fabricación, transformación, uso, consumo o limpieza, cuando su propietario lo destina al abandono. Tal y como se puede deducir, se trata de una definición muy amplia que ha sido objeto de las políticas de residuos desarrolladas en los países industrializados a lo largo de los últimos años. La siguiente pregunta que se plantea es: ¿qué hacer con los residuos? En un principio las políticas iban encaminadas al vertido y dispersión de contaminantes, bajo el supuesto de que la capacidad de carga del medio era ilimitada. Sin embargo, el aumento del nivel de vida y el crecimiento demográfico asociado determinaron también una producción más elevada de residuos, con lo que aparecieron los problemas de espacio y aquellos derivados de las características tóxicas y bioacumulativas de los residuos, lo cual propició el establecimiento de medidas correctivas de final de línea ("end of pipe") en los procesos (filtros, ciclones, depuradoras, vertederos) y métodos de tratamiento de residuos (físico-químicos, térmicos, entre otros). A pesar de todo ello, las políticas de tratamiento basadas en la corrección poseen hoy en día numerosas lagunas, por lo que es necesario un cambio de paradigma en la concepción de la gestión del residuo, replanteando la pregunta inicial por otra de carácter preventivo: qué se puede hacer para no generar residuos? A ésta y otras preguntas responderemos a lo largo del texto. Tipos de residuos Los tipos de residuos producidos por la actividad humana son muy variados. En este sentido, se pueden clasificar en: - Residuos Sólidos Urbanos. - Residuos no peligrosos. - Residuos peligrosos. - Residuos Industriales. - Residuos asimilables a urbanos. - Residuos inertes. - Residuos peligrosos. Residuos sólidos urbanos Elías (2000) define Residuos Sólidos Urbanos (RSU) como los "residuos que se generan en espacios urbanizados como consecuencia de las actividades de consumo y gestión de actividades domésticas (viviendas), servicios (hostelería, hospitales, oficinas, mercados, etc.) y tráfico viario (papeleras y residuos varios de pequeño y gran tamaño)". Residuos no peligrosos "Se generan en los domicilios particulares, comercios, oficinas o servicios, y todos aquellos que no tengan la calificación de peligrosos y que por su naturaleza o composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades" (Ley española 10/98 de 21 de abril, de residuos). Esta definición indica que los residuos generados en la industria que no tengan la calificación de peligrosos son residuos asimilables a urbanos y, por tanto, pueden ser gestionados como tales. Una posible clasificación divide los residuos domésticos en orgánicos e inorgánicos (Tabla 3.1-1). ORGÁNICOS INORGÁNICOS Materia orgánica fermentable (Residuos de comida) Vidrio Papel Latas de Hojalata Cartón Aluminio Plásticos Otros metales Textiles Suciedad, cenizas, etc. Goma Cuero Residuos de jardín Madera Otros orgánicos Tabla 3.1-1. Composición típica de una muestra de RSU domésticos. Fuente: adaptado de Tchobanoglous, Theisen & Vigil (1996,168). Se consideran también como residuos urbanos no peligrosos: - los procedentes de la limpieza de vías públicas, zonas verdes y recreativas, playas, etc.; - los muebles y enseres abandonados, animales domésticos muertos, entre otros; y, - los residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria. Residuos peligrosos La EPA (Environmental Protection Agency) define los residuos peligrosos en general como "aquellos residuos o combinación de residuos que presentan un determinado peligro, ya sea actual o potencial, para la salud humana o para otros organismos vivos, debido a alguno de los cuatro motivos genéricos siguientes: - No degradabilidad y persistencia en el lugar de vertido. - Posibilidad de efectos nocivos por acumulación. - Posibilidad de producir transformaciones biológicas, que aumenten sus efectos perjudiciales. - Contenido elevado en componentes tóxicos". Esta tipología de residuos exige un tratamiento específico o seguimiento periódico dada sus características tóxicas o peligrosas. Algunos ejemplos en el ámbito urbano son las pinturas, disolventes, pesticidas, pilas, tubos fluorescentes, medicamentos, aceites, aerosoles, envases de productos químicos, lodos, baterías, productos químicos de fotografía, entre otros. Asimilables a urbanos Son los residuos procedentes de los comedores de las industrias, envases y similares. Inertes Se define como residuo inerte aquel que "una vez depositado en un vertedero, no experimenta transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas" (Directiva 1999/31/CE). Esta tipología de residuos proviene de las actividades de construcción y derribo de edificios, desmontes y excavaciones, siempre que no produzcan alteraciones graves en el medio. Peligrosos Los residuos peligrosos pueden encontrarse en cualquier estado de agregación (sólido, líquido, pastoso, etc.). Se pueden citar los aceites usados, los PCB y PCT, envases que los contienen, metales pesados, etc. 3.1.1 Gestión de los residuos En el pasado, los residuos eran considerados como un único material para el cual se podía encontrar una única solución de tratamiento: el vertido. Hoy en día se tiende a considerar a los residuos separadamente en sus componentes, cada uno de los cuales necesita una recogida selectiva, un transporte y un tratamiento y destino final separado. En los criterios avanzados de gestión no existe ya un único flujo de residuos desde los lugares de producción a los lugares de tratamiento, sino que se trabaja con flujos distintos que, partiendo de componentes diferenciados, transcurren por vías específicas de transporte a diferentes puntos terminales de tratamiento, según la mejor conveniencia de cada uno de ellos. Por otra parte, la gestión final, que en otro tiempo era única, hoy se plantea como un sistema llamado tratamiento integrado, que prevé más de un punto terminal en función del recorrido de los diversos flujos de los residuos. 3.1.1.1 Estrategias para la gestión de los residuos Tal y como se ha comentado, la solución a estos problemas ha de pasar por una gestión eficaz y un cambio en los hábitos de comportamiento de las personas, basándose en la prevención, es decir, la minimización de los residuos y en la recogida selectiva de estos materiales. De esta manera, conseguiremos reducir la cantidad de residuos que en la actualidad se destinan al rechazo y que causan graves problemas ambientales. Actualmente, la política general de tratamiento de los residuos tiene las siguientes fases: - Reducción en origen o minimización. Se entiende la disminución del volumen o la peligrosidad de los subproductos generados mediante la puesta en marcha de prácticas adecuadas a la modificación de procesos que impliquen el cambio a tecnologías más limpias, equipos más eficientes, sustitución de materias primas o modificación de la composición de los productos. - Reutilización. Proceso de minimización de generación de residuos consistente en recuperar los materiales e introducirlos de nuevo en los procesos de producción y consumo, en lugar de destinar estas sustancias a las corrientes de residuos. Normalmente puede tener lugar en las mismas plantas productoras, y puede ser realizada por los mismos generadores de residuos. - Reciclaje. Conjunto de sistemas que se siguen, por tratamientos diversos, para la recuperación de materiales a partir de residuos y basuras procedentes de diversos orígenes -que de otra manera se convertirían indefinidamente en desechos de otras clases- y retorno de este materialpara su reutilización. El reciclaje requiere de una mayor y más compleja estructura organizativa, económica y tecnológica que la reutilización. El reciclaje incluye el compostaje y la biometanización, pero no la incineración con o sin recuperación energética. - Recuperación energética (valorización). Extracción de las sustancias o recursos valiosos contenidos en los subproductos. Normalmente se realiza mediante tratamiento previo importante y se utiliza posteriormente con otra finalidad a la original. Comprende la valorización de los residuos mediante su combustión controlada y el vertido a depósito controlado. La Reducción, Reutilización, Reciclaje y Recuperación, constituyen la denominada "Ley de las cuatro Rs". 3.1.2 El reciclaje de los residuos Tal y como se ha comentado, el reciclaje es una operación compleja que permite la recuperación, transformación y elaboración de un material a partir de residuos, ya sea total o parcial en la composición definitiva (Elías, 2000, 39). Con el reciclaje se pretenden resolver dos problemas al mismo tiempo: por un lado, deshacerse de los residuos sin ocupar espacio en el vertedero y, por otro lado, aprovechar lo que en ellos exista de recuperable. Este procedimiento se considera un principio de cambio de postura hacia posiciones más racionales sobre el uso de los recursos naturales y el incremento del costo de las materias primas. En este contexto, dicho sistema de tratamiento de los residuos viene impuesto por el nuevo concepto de gestión de los residuos que debe tender a lograr los siguientes objetivos: - Ahorro de energía. - Ahorro de recursos naturales. - Disminución del volumen de residuos a eliminar. - Protección del medio ambiente. El reciclado puede realizarse de dos formas: • Mediante la separación de los componentes a recuperar de las basuras domésticas desde su inicio, dando lugar a la denominada recogida selectiva en origen. Para ello, es necesaria la participación ciudadana al tener que depositar en recipientes distintos los diferentes componentes de los residuos que intentan recuperarse. Normalmente se utilizan tres contenedores: uno para el vidrio, otro para el papel y un tercero para el plástico. Con este objetivo, en las inmediaciones de las ciudades se pueden encontrar unos espacios destinados a la recogida selectiva de residuos de origen doméstico. Dichos espacios, denominados puntos limpios, pueden ser fijos o móviles. • En las plantas de reciclaje, a partir de las basuras brutas, y realizando una selección de los residuos a reciclar. En este caso la separación es un proceso costoso, ya que se necesita mucha mano de obra. El reciclado de los componentes de los residuos consiste básicamente en la recuperación y su reintroducción en los procesos industriales y circuitos económicos. SECUENCIA DE OPERACIONES REALIZADA EN UNA PLANTA DE RECICLAJE 1. Se separan los objetos de gran volumen clasificándolos para su posterior eliminación o reciclado. 2. Se separan las latas y los materiales ferrosos con un imán magnético. 3. Se separa manualmente el papel y el cartón para su almacenamiento y posterior reciclado. 4. Separación manual de vidrios según su color. 5. Separación de materiales textiles. 6. Finalmente, quedan los restos orgánicos fermentables, que se utilizan para hacer compost o se eliminan. A pesar de las ventajas en cuanto a aprovechamiento de las materias primas, economía energética y uso racional de los recursos naturales, existen no pocos obstáculos que limitan el fomento del reciclaje: - Barreras técnicas. - Presencia de sustancias tóxicas. - Ausencia de estándares. - Temas relacionados con la imagen y la calidad. Desde el punto de vista ecológico, un análisis del ciclo de vida sería muy importante para saber si, por ejemplo, contamina más el reciclado de una lata (aunque su recuperación es sencilla, debe sufrir una serie de operaciones de limpieza y tratamientos con nueva generación de residuos, antes de su entrega a la fundición) o su deposición en vertedero controlado. Si se habla en términos económicos, la tarea resulta más fácil, pues únicamente hay que conocer el precio de mercado y compararlo con los gastos de recogida y limpieza. 3.1.3 Política futura en la gestión de los residuos Considerando todo lo visto hasta ahora, se puede decir que la gestión futura de los residuos se centrará en tres líneas básicas de actuación jerárquica: 1. Prevención: Se fomentará la minimización de residuos como herramienta básica de prevención. Se intentará impedir en la medida de lo posible que se generen residuos innecesarios a través del uso de tecnologías limpias, que reduzcan al máximo posible su producción. Se promoverá la producción de productos limpios que produzcan el mínimo impacto posible sobre el medio ambiente. Se promulgará el desarrollo de productos de larga duración. 2. Recuperación: Se someterán los residuos generados a un proceso de valorización con el objetivo de volverlos a introducir nuevamente en el ciclo productivo. Para ello se fomentará la recogida selectiva, la reutilización, el reciclaje y la recuperación de materias primas o energía. Para llevar a cabo esta línea de trabajo es necesario promocionar el desarrollo de las técnicas de reutilización y reciclaje, optimizar estos procesos, reducir los costes externos de estos trabajos y, por último, dar salida a los productos reutilizados y reciclados. 3. Eliminación segura: Una vez ejecutados todos estos procesos de tratamiento, los residuos que no se hayan podido aprovechar deberán ser depositados en vertedero controlado o incinerados con las debidas garantías marcadas por la legislación al respecto. La forma más barata de gestionar los residuos consiste en no producirlos. 3.2. Características y composición de residuos urbanos, industriales, hospitalarios y peligrosos. 3.2.1. Residuos urbanos Desde la aparición de las primeras sociedades urbanas, las basuras se han convertido en una de las preocupaciones ambientales más importantes. Este problema se origina por el cambio de la sociedad hacia unos ideales consumistas que comportan un desmesurado aumento del volumen de basuras domiciliarias. Dichas basuras están formadas por productos de poca duración (embalajes, envoltorios y envases de todo tipo) y difícilmente reutilizables. La solución a estos problemas tiene varias vertientes: - La adopción de acciones preventivas que eviten la fabricación de productos de poca duración. - La adopción de medidas de tratamiento de los residuos que posibiliten encajarlos en su ciclo natural de descomposición. - La adopción de medidas legales y fiscales destinadas a racionalizar el consumo. 3.2.1.1 Producción de residuos sólidos urbanos Las cantidades de residuos sólidos urbanos generadas por habitante y día no son uniformes, sino que dependen de varios factores como pueden ser: - El nivel de vida: en los barrios de nivel de vida más elevado los residuos son mucho más abundantes y diversos que en los barrios más pobres. - La localización: la producción de los residuos sólidos urbanos varía dependiendo de la zona. - La variación estacional: en verano se consumen más frutas y verduras incrementándose la producción de residuos con un alto contenido en materia orgánica, mientras que en invierno aumenta la producción de cenizas. Por ejemplo, en España es de 1,3 kg/hab·día, es decir, una media de 0,35 t por persona y año, a diferencia de otros países como Perú en que la tasa oscila de 0,5 a 0,6 kg/hab·día o México con 0,8 kg/hab·día. 3.2.1.2 Caracterización de los residuos sólidos urbanos La caracterización de los residuos sólidos urbanos es uno de los temas de mayor trascendencia en el desarrollo de un proyecto de gestión, ya que a partir de la descripción de un residuo se pueden proponer diversas rutas de tratabilidad y disposición final. La tabla3.2.1.2-1 ilustra los principales parámetros cuantitativos y cualitativos necesarios a la hora de caracterizar un residuo sólido urbano. PARÁMETROS QUE DEFINEN LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS RSU Cualitativos Cuantitativos Composición Inflamabilidad Volumen Concentración de orgánicos Zonificación Producción per cápita Porosidad Reciclabilidad Densidad Densidad Putrescibilidad Concentración y% de fracciones que lo integran Peso específico Biodegradabilidad Toxicidad Humedad Reactividad Manejabilidad Olor Compresibilidad Solubilidad Relación C/N Volatilidad Poder Calorífico Tabla 3.2.1.2-1. Parámetros cuantitativos y cualitativos de caracterización de los RSU. 3.2.1.3 Composición A diferencia de lo que ocurre en el ámbito de la generación de residuos industriales, los hábitos en la generación de RSU son muy similares de unas ciudades a otras. Con el fin de hacerse una idea de la composición y porcentaje de las fracciones de RSU que se generan una gran ciudad, en la Tabla 3.2.1.3-1 se muestra el ejemplo de la ciudad de Sevilla (España). FRACCIÓN % Materia orgánica fermentable 37,8 Papel/cartón 23 Plásticos 14,3 Vidrio 8,9 Loza/tierra/cenizas 2,9 Madera 1,6 Metales férricos/no férricos 2,8 Bricks 1,4 Otros 7,3 Total 100 Tabla 3.2.1.3-1 Composición de los RSU en la ciudad de Sevilla (España) en el año 2005. Esta composición puede sufrir importantes modificaciones en virtud de varios factores, aunque es bastante orientativa. Fuente: LIPASAM (2005). Tal y como se puede observar, los residuos municipales están constituidos por un conjunto de materiales muy heterogéneos. No obstante, para caracterizarlos, se pueden dividir en una serie de categorías recogidas en el siguiente cuadro. Materia orgánica fermentable: está constituida por los residuos orgánicos propios del hogar, que se producen principalmente en las cocinas por la manipulación, preparación y consumo de la comida, y también por los residuos provenientes de productores singulares como pueden ser los mercados municipales, restaurantes, hoteles, grandes superficies, etc... Residuos de jardinería o poda: ya sea a nivel privado o municipal. En algunas bibliografías se suele incluir conjuntamente a la materia orgánica fermentable. Papel y cartón: comprende diarios, revistas, cartones y papel escrito o de ordenador como más importantes. Presentan diferentes características en función de su composición, uso, etc... Vidrio: incluye residuos provenientes fundamentalmente de envases de un solo uso como pueden ser los de refrescos, conservas, comida para niños, vinos y licores. Plásticos: proceden esencialmente de envases y embalajes. Los que más frecuentemente encontraremos en los residuos sólidos urbanos son polietilenos de baja densidad (procedentes de bolsas, sacos, juguetes,...), polietilenos de alta densidad (como cables, envases, embalajes, botellas de leche, cascos,...), propilenos (formados por componentes de automóviles, utensilios del hogar, cuerdas y varios tipos de envases), poliestirenos (componentes de electrodomésticos, juguetes y utensilios de hogar), policloruros de vinilo, polietileno y poliuretano. Metales: incluye latas de bebida y pequeños objetos domésticos metálicos. Textiles: como ropa, trapos, restos de tapicería, etc... Voluminosos: se consideran como tales los muebles, los colchones, los electrodomésticos de línea blanca y, en definitiva, los residuos que por su gran volumen no pueden ser evacuados por los medios convencionales utilizados en los residuos urbanos. Escombros: se engloban en este apartado los residuos que se producen en pequeñas obras domésticas. Aquí no se incluyen los residuos procedentes de la construcción, ya que tienen una regulación específica. Peligrosos: en este epígrafe se incluyen todos aquellos residuos que por su composición química o por sus propiedades físicas presentan unas características de peligrosidad para el medio ambiente o para la salud de las personas, que hace que se tenga que plantear una gestión especial. Aquí se incluirían algunos componentes de los residuos eléctricos y electrónicos (equipos de rayos UVA, por ejemplo). Otros: incluye residuos no considerados en los apartados anteriores o de difícil clasificación. 3.2.2 Residuos industriales Toda actividad industrial transforma las materias primas en productos, produciendo en mayor o menor medida pérdidas de eficiencia en forma de residuos. Por tanto, se hace necesario que toda organización deba tener presente en sus actividades un plan de gestión óptimo de los residuos que produce. Todo lo que no sea producto es pérdida de eficiencia y ello tiene un coste económico. Por ejemplo, una empresa debe conocer si sus residuos están considerados como peligrosos, sus obligaciones como productor y los pasos a seguir para su correcta gestión de acuerdo a la legislación vigente1. A menudo se asocia residuo industrial a residuo peligroso. Tal y como se verá esto es un error pues hay residuos generados por la industria que no están clasificados como tales (envases o embalajes que no hayan contenido productos peligrosos, plásticos, aguas de lavado de bebidas, etc.) ni tampoco todos los residuos peligrosos se generan en la industria, como se mencionó a la hora de clasificar los RSU. Una vez hechas estas matizaciones, se está en condiciones de definir qué se entiende por residuo indutrial: Según la legislación española, se define como residuo industrial "cualquier material sólido, pastoso o líquido, resultante de un proceso de fabricación, de transformación, de utilización, de consumo o de limpieza que el productor o el poseedor del mismo lo destina al abandono". Se excluyen expresamente los afluentes gaseosos que se emiten a la atmósfera y los que se eliminan como aguas residuales. Dentro de esta tipología de residuos no se incluyen: - Los residuos domésticos. - Los residuos hospitalarios y clínicos. - Los residuos derivados de la actividad minera. - Los residuos radiactivos. - Los residuos no industriales derivados de actividades agrícolas o ganaderas. - Los efluentes gaseosos. - Las aguas residuales. Elías (2000) distingue entre residuo industrial y subproducto2: Un residuo industrial es "un residuo generado en los procesos industriales que no tiene la posibilidad de reciclarse, recuperarse o reutilizarse en la propia planta, por ser imposible, no existir la tecnología necesaria para ello o no tener salida al mercado, por su coste o no conocerse sus posibilidades". Un subproducto es "un residuo que se obtiene en un proceso de producción, con un valor más reducido que el del género principal, y que se puede utilizar directamente como materia prima de otra producción o como sustituto de productos comerciales y que puede ser recuperable sin necesidad de someterlo a operaciones de tratamiento". Por tanto, desde el punto de vista industrial, se entiende por tratamiento: "todos aquellos procesos que tienen como fin reducir la toxicidad del residuo, pero cuyo final es el vertedero" (Elías, 2000). En consecuencia, puede definirse el ciclo de los residuos dentro de los procesos industriales tal y como se ilustra en la figura 3.2.2-1 Figura 3.2.2-1: Ciclo de los residuos industriales. 3.3. Gestión integral de residuos sólidos urbanos RSU: generación, recolección, disposición y tratamiento. Normativa legal. La gestión integral de los RSU se puede definir como el conjunto de operaciones que tienen como fin proporcionar a los residuos producidos en una zona el destino global más adecuado, desde el punto de vista ambiental y sanitario y en concordancia con sus características, volumen, procedencia, coste del tratamiento, posibilidades de recuperación y de comercialización y, respetando las directrices administrativas existentes en este campo. La figura 3.3-1 ilustra un esquema del proceso de gestión integral de los RSU.Figura 3.3-1: Fases de la gestión integral de residuos sólidos urbanos. Pre-recogida de los RSU La forma en la que los ciudadanos depositen los RSU resulta decisiva para que el servicio de recogida municipal sea rápido, higiénico y económico. Es por ello que los ayuntamientos, a través de ordenanzas municipales, han implantado las prescripciones técnicas mínimas de presentación de los residuos sólidos urbanos en las condiciones higiénicas más idóneas, y en las horas y lugares establecidos para ello. Hoy por hoy, los recipientes más utilizados para depositar los residuos sólidos urbanos al paso de los camiones de recogida municipal son los siguientes: • Bolsas o sacos desechables. Normalmente son de plástico y, a pesar de que tienen las ventajas de que se suprime la operación de devolución y la de lavado del contenedor habitual, tienen el gran inconveniente de que se rompen fácilmente, ensuciando la calle. Actualmente su uso es cada vez más reducido. • Cubos de basura. Hasta hace poco tiempo era el sistema de recogida más utilizado. Con este sistema se solucionan los inconvenientes de la recogida de las bolsas de basura, pero presentan como desventaja que su manejo precisa de un gran número de operaciones y de, al menos, dos operarios. • Contenedores de dos ruedas. Éste es un sistema innovador y se está implantando mucho por su gran eficacia. Posee muchas ventajas como su gran maniobrabilidad (facilitando enormemente las tareas de recogida), su rapidez y su resistencia. No obstante, este tipo de recogida exige un equipo elevacontenedor en el camión de recogida, acceso fácil desde el camión y un sistema de mantenimiento y limpieza de los contenedores. • Contenedores de cuatro ruedas. Poseen una capacidad de carga mayor que los anteriores sistemas y disfrutan de las mismas ventajas que los contenedores de dos ruedas, aunque su gran capacidad y peso hacen necesaria una recogida totalmente automatizada. Este sistema de recogida es el más utilizado en ciudades y urbanizaciones. • Contenedores de gran capacidad. Poseen mucha más capacidad que los anteriores (tienen de 5 a 30 m3 de capacidad) y van equipados con un equipo autocompactador que permite una reducción de 2/3 del volumen de los residuos. En ellos se pueden depositar residuos voluminosos y se utilizan principalmente en los grandes conjuntos de viviendas, en mercados y en hospitales. Con este tipo de contenedores lo que se pretende es reducir el número de transportes necesarios. • Contenedores para la recogida selectiva. Están concebidos para recibir exclusivamente un solo tipo de residuo: vidrio, latas, cartones o papeles, plásticos, entre otros, por lo que se instalan en sectores estratégicos de la ciudad para favorecer la recogida selectiva de aquellos residuos que es interesante someter a procesos de recuperación. Recogida y transporte de los residuos sólidos urbanos La recogida y transporte de los RSU comprende la serie de operaciones que es preciso realizar para la retirada de los residuos, partiendo desde el punto en el que se ha abandonado el producto hasta la descarga o entrega en el lugar de eliminación o en la instalación de aprovechamiento. Dentro del problema global de los RSU, la recogida constituye la fase de más envergadura y en algunos aspectos la más importante, pudiendo llegar a representar entre el 70 y el 90% de los costes del servicio. En la elaboración de un plan de recogida tenemos que intentar que ésta sea rápida y eficaz, por lo que hay que considerar los siguientes aspectos: - Características de los residuos a recoger. - Variaciones estacionales de la cantidad de residuos sólidos urbanos producidos. - Infraestructura urbana y urbanismo. - Distancia al centro de eliminación o descarga. - Normalización de contenedores o recipientes. Una vez depositados los residuos sólidos urbanos en los recipientes antes descritos, ha de procederse a su carga en vehículos adecuados para transportarlos a los distintos Centros de Tratamiento. En la actualidad se dispone de una amplia gama de vehículos, tanto en tamaño como en posibilidades técnicas, que permiten adoptar soluciones en todos los casos, ya sea la recogida en el interior de los núcleos urbanos como en recorridos con puntos diseminados. Los camiones recolectores-compactadores permiten abarcar rápidamente gran cantidad de basuras (pueden reducir entre 3 y 5 veces el volumen de los residuos), realizar las operaciones de recogida con una gran limpieza, facilidad de descarga y seguridad. El sistema de recogida más implantado actualmente es el de la recogida mecanizada en contenedores de cuatro ruedas distribuidos por manzanas o grupos de viviendas. Este sistema supone un mayor esfuerzo de desplazamiento para el usuario aunque, sin embargo, reduce mucho los tiempos de la operación de recogida, aumentando el rendimiento de los operarios. La recogida neumática constituye un sistema novedoso que también acepta la recogida selectiva de residuos. Consiste en una serie de buzones conectados por una red subterránea de conductos por las que circula aire comprimido en horas preestablecidas y que impulsa las bolsas de basura hasta unas centrales de recogida, desde donde se trasladan por carretera a los puntos de tratamiento o eliminación. Por último, para un óptimo funcionamiento del sistema de recogida se hace imprescindible contar con la colaboración ciudadana y para ello se deberán realizar constantes campañas de concienciación. Recogida selectiva La recogida selectiva consiste en la organización de un servicio particular de recogida para cada uno de los elementos que se quieren recoger separadamente (vidrio, papel, plástico, etc...). Tras la recogida selectiva debe haber un proceso de recuperación de materiales que posteriormente se reciclarán. Este modelo de recogida parte de dos suposiciones: 1. Participación ciudadana, al depositar en distintos recipientes los diferentes materiales que conforman los RSU. Se requiere un grado de concienciación y colaboración ciudadana elevados. 2. La recogida por separado en vehículos adaptados para ello. La tendencia actual de los municipios es la de organizar dos sistemas de recogida independientes: la recogida ordinaria de los residuos sólidos urbanos y la recogida selectiva. Plantas de transferencia En determinadas situaciones, las exigencias económicas y medioambientales exigen transportar los residuos a lugares alejados con la finalidad de reducir al mínimo los impactos. Cuando esto ocurre, los camiones de recogida convencionales no pueden realizar estos servicios, ya que no sería rentable. La idea básica de una estación de transferencia es la de trasladar los residuos a una planta central de descarga, para transportarlos posteriormente, con medios adecuados para largos recorridos (camiones, ferrocarriles, etc...) a los puntos de tratamiento o eliminación. Con este planteamiento se consiguen disminuir los costes del sistema de recogida al minimizar los costes de transporte y al reducir los tiempos muertos ocasionados por el traslado hasta la planta o vertedero. En la figura 3.3-2 se ilustra el funcionamiento de una planta de transferencia. Figura 3.3-2: Esquema de funcionamiento de una planta de transferencia. Las plantas de transferencia están compuestas por una plataforma elevada de unos tres metros en relación al nivel del suelo. Los camiones de recogida acceden a esta plataforma por una rampa de acceso y allí maniobran para vaciar la carga sobre unas tolvas, las cuales descargan por gravedad los residuos sobre contenedores de gran capacidad (de 25 a 50 m3). En la base de estas tolvas existen unos compactadores que compactan la basura reduciendo su volumen y aumentando la capacidad de carga de los contenedores. Una vez llenos, estos contenedores son evacuados con camiones apropiados hacia el Centro de Tratamiento. En general se estima que es necesaria una plantade transferencia cuando se genera una cantidad importante de residuos y el Centro de Tratamiento se encuentra a una distancia superior a 15-20 km. Tratamiento integral de los residuos sólidos urbanos Se entiende como tratamiento de residuos el conjunto de operaciones encaminadas a su eliminación o aprovechamiento de los recursos contenidos en ellos. Por ejemplo, supongamos que una familia de nivel de vida medio genera un determinado volumen de RSU con una composición de: - 41% de fracción fermentable. - 45% de fracción combustible (RDF). - 14% de inertes. Una gestión integral de los RSU se basará en una recogida selectiva de la fracción fermentable para la producción de compost; la recogida selectiva de vidrio para reciclaje; la incineración de la fracción combustible y, finalmente, el depósito en vertedero controlado del rechazo de la planta de tratamiento (figura 3.3-3). Figura 3.3-3: Posibles tratamientos de los residuos sólidos urbanos: vertido controlado, incineración, recuperación de materiales y compostaje de la materia orgánica. Aunque algunos de estos tratamientos serán objeto de estudio en el siguiente capítulo, en la tabla 3.3-1 se adelantan las ventajas e inconvenientes de cada uno. MÉTODO VENTAJAS INCONVENIENTES Valorización: - Compostaje. - Reciclado. Ahorro de espacio en vertedero. Ahorro de materias primas, energía y emisiones. Recuperación de materia orgánica y NPK en los ciclos del suelo. Baja producción de efluentes. Buena percepción social a nivel general. El desecho llevado a un vertedero produce menos efluentes y menos emisiones. Consumo de energía. Emisión de CO2. Malos olores. Problemas de comercialización del compost y del material reciclado. Genera un desecho. Eficacia baja o mediana. Inversiones altas. Localmente, la percepción social puede ser mala. Vertedero Bajo consumo energético. Posible utilización energética del metano producido. Inversiones más bajas. Ocupación del territorio. Emisión de metano y CO2. Malos olores. Posibles problemas de estabilidad al cabo de unos años. Generación de efluentes líquidos y gaseosos. Uso ineficiente de los materiales de los RSU. Mala percepción social. Incineración Alta recuperación de energía. Ahorro de vertedero, aunque las cenizas sí se han de llevar. Emisión de CO2 y otros contaminantes atmosféricos. Generación de cenizas. Inversiones muy altas. Muy mala percepción social. Tabla 3.3-1 Ventajas e inconvenientes de los diferentes métodos de tratamiento de los residuos sólidos urbanos: valorización, vertido e incineración. 3.4 Gestión integral de residuos industriales: generación, manejo almacenamiento, transporte y tratamiento, disposición final. Normativa legal. Se entiende por gestión de los residuos industriales "la recogida, el transporte, el almacenamiento, la valorización, el tratamiento, la disposición del rechazo y la comercialización de este tipo de residuos. No se considera como gestión las operaciones de reciclaje en origen de los residuos que se incorporan al proceso productivo que los ha generado" (Real Decreto 833/1988). En la figura 3.4-1 se muestra un esquema del proceso de gestión de los residuos industriales. Figura 3.4-1: Esquema del proceso de gestión de los residuos industriales. Agentes implicados en la gestión de residuos industriales Los diferentes agentes implicados en la gestión de los residuos industriales son el productor y/o poseedor, el transportista y el gestor de residuos. • Productor y/o poseedor. Es la persona, física o jurídica, que en su actividad produce residuos (como productor inicial), efectúa operaciones de tratamiento previo, de mezcla o de otro tipo, que ocasionan un cambio en la naturaleza o composición de estos residuos y quien los tiene en posesión y no tiene la condición de gestor de residuos. Éste tiene la obligación de garantizar que estos residuos se gestionen de acuerdo con lo que establece la normativa vigente. OBLIGACIONES DEL PRODUCTOR DE RESIDUOS Estar debidamente autorizado. Reportar a la Administración la Declaración Anual de residuos, especificando el volumen, características y destino final de los residuos peligrosos producidos. Separación y clasificación adecuada de los residuos peligrosos. Envasado de los residuos peligrosos conforme dicte la legislación al respecto. Llevar un registro de la producción y su destino. Reportar toda la información necesaria al gestor de residuos. Informar de forma inmediata a la Administración en caso de accidente, pérdida o desaparición de los residuos peligrosos. • Transportista. Es la persona, física o jurídica que, con la autorización correspondiente del organismo competente, realiza la operación de traslado de los residuos desde el lugar de generación hasta las plantas de reciclaje, tratamiento o deposición del rechazo. • Gestor de los residuos. Es la persona, física o jurídica, que, con la autorización del organismo correspondiente, lleva a término la valorización, el tratamiento o la disposición del rechazo de los residuos industriales. Caracterización de los residuos industriales Por caracterización se entiende "el conjunto de operaciones destinadas a definir las características físicas, químicas y biológicas de un residuo, a partir de las cuales se puedan tomar decisiones para incluirlo en uno de los sistemas de gestión de residuos industriales para evaluar su potencial efecto ambiental". La caracterización de residuos comporta un proceso analítico que se realiza en laboratorios acreditados, en los cuales se determinan los parámetros constitutivos del residuo según: • Criterios de contenido. Dan una idea de la composición y expresan el riesgo potencial de contaminación. Son análisis realizados sobre el mismo residuo. • Criterios de comportamiento. Permiten conocer el comportamiento frente a situaciones simuladas, próximas a las que se verá sometido en la realidad. Son análisis realizados sobre un extracto de residuo obtenido mediante el test de lixiviación y pruebas similares. En la figura 3.4-3 se muestra la metodología seguida para caracterizar y analizar un residuo industrial y clasificarlo en la categoría correspondiente. Figura 3.4-3: Metodología para la caracterización de los residuos industriales. Clasificación de los residuos industriales Existen numerosas clasificaciones de los residuos industriales, según diferentes criterios. No obstante, desde el punto de vista de su gestión, una buena clasificación es la que proporciona la Junta de Residus del Departament de Medi Ambient en Catalunya (España), que establece la siguiente clasificación de los residuos industriales en función de sus características y propiedades intrínsecas: • Residuos inertes. Son aquellos que por sus características no ocasionan riesgo de contaminación directa. • Residuos asimilables a urbanos. Tal y como su propio nombre indica, son aquellos que, a pesar de provenir de la industria, pueden ser tratados como RSU (cartones, papel, plásticos, etc.). • Residuos especiales o tóxicos y peligrosos. Son todos aquellos que proceden de la actividad industrial o comercial y que, por sus características nocivas, tóxicas o peligrosas o por su grado de concentración, requieren de un tratamiento específico y de un control periódico de sus efectos nocivos potenciales sobre el medio ambiente. El ramo industrial es el sector que produce un mayor número de residuos peligrosos, aunque las cantidades generadas no suponen más de un 20-25% del total de los residuos de la industria (Montañés, 2005); no obstante, la amplitud y diversificación de este sector hace que su significación sea alta. La inclusión de un residuo dentro de una de estas categorías condiciona el tipo o la vía de gestión, desde el transporte del residuo hasta los requisitos aplicables sobre las instalaciones autorizadas parasu tratamiento. Para determinar la vía correcta de gestión de los residuos industriales, deben conocerse las características constitutivas del residuo. Si alguno de los productores de residuos industriales tóxicos y peligrosos cree que su residuo no merece esta clasificación, tendrá que demostrarlo según las indicaciones de la legislación vigente y pasar un test estándar de lixiviación y bioensayo homologados. Esta tipología de residuos tiene un tratamiento individualizado, ya que vienen condicionados por sus características de peligrosidad, los constituyentes que puedan dar este carácter tóxico o peligroso, la actividad o el proceso en el que se genera este residuo y las cantidades producidas, entre otros. Alternativas para la gestión de los residuos industriales A continuación se citan las alternativas más usuales para la gestión de los residuos industriales. - Comercialización. Se entiende como tal la operación de venta o transferencia de subproductos y materias o sustancias recuperadas para incorporarlas al proceso productivo. - Reciclaje de los residuos industriales. Es la recuperación y/o reciclaje de determinadas materias o sustancias contenidas en los residuos industriales (aceites usados, disolventes, metales, bidones,...). - Tratamiento. Incluye las operaciones que tienen como fin último la disposición en vertedero controlado. Las más relevantes son: - Tratamiento físico-químico. Este tratamiento engloba todas aquellas operaciones orientadas a la reducción o neutralización de la toxicidad asociada a los residuos y el acondicionamiento de los que posteriormente se tengan que destinar a un vertedero. - Estabilización. Es el conjunto de operaciones y procedimientos que se utilizan para la fijación de los compuestos solubles (lixiviables) de los residuos, con el fin de obtener un residuo final sólido y estable admisible en un vertedero de residuos industriales. - Oxidación húmeda. Es la descomposición de compuestos orgánicos por la acción del oxígeno a temperaturas comprendidas entre 150-350ºC y presiones elevadas (10-220 bar). - Disposición del rechazo. Puede realizarse según los siguientes sistemas: - Incineración. La incineración es el proceso térmico que se utiliza para la descomposición térmica vía oxidación de los residuos industriales para convertirlos en menos voluminosos, menos tóxicos y menos perjudiciales. El campo principal de aplicación en la incineración de los residuos industriales lo constituyen los residuos industriales orgánicos líquidos y pastosos, siempre y cuando no contengan proporciones peligrosas de elementos susceptibles de generar gases tóxicos. No obstante, también se pueden incinerar residuos sólidos industriales. - Inertización. Consiste en la estabilización de los lodos o cenizas con el fin de obtener unos residuos químicos insolubles y sin reacción, de manera que garanticen su seguridad al destinarlos a depósitos controlados. Las tecnologías más utilizadas son la solidificación con cal, asfalto, productos bituminosos, plástico y cemento, entre otros. - Depósito controlado. El funcionamiento de un vertedero controlado de residuos industriales es idéntico al de un vertedero de residuos municipales. Únicamente hay que apuntar que en el caso de residuos tóxicos o peligrosos, además de unos requerimientos de localización, características del terreno, control y explotación más rigurosos, se hace necesaria una inertización previa de los mismos antes de ser depositados en el vertedero con el fin de no dañar el medio ambiente. El criterio que debe seguirse para la elección de este tipo de tratamiento es el de reservar su aplicación a los casos en los que no haya otra solución de tratamiento seguro. Por lo tanto, sólo se aplicará a residuos incombustibles o de difícil combustión, de tratamiento físico-químico o biológico imposible o que se produzcan en cantidades escasas y no permitan la mezcla con otro tipo de residuos para un tratamiento conjunto. En la figura 3.4-2 se ilustra de forma esquemática las diferentes alternativas que puede tomar un residuo a la hora de ser gestionado correctamente. Figura 3.4-2: Alternativas más importantes en la gestión de los residuos industriales. Reciclaje de los residuos industriales La valorización económica o reciclaje de los residuos industriales no es una solución milagrosa para la resolución total de los problemas que generan, pero es un buen punto de partida. La valorización opera sobre los residuos ya generados y su objetivo es conseguir que estos residuos no sean considerados como tales. Así pues, la función vital de la valorización es la de conferir un valor económico a un residuo que, por estar destinado al abandono, carece de él. Este valor que pueden adquirir los residuos industriales viene dado por la adquisición de importancia como materia prima en otro proceso productivo al poder ser reutilizado, inalterado o transformado de cualquier forma. Un ejemplo claro es la regeneración de aceites lubricantes ya utilizados o la regeneración de disolventes usados. Existen una gama importante de tecnologías probadas para el reciclaje de residuos, las más importantes son: - La absorción. - La adsorción. - El intercambio iónico. - La ceramización. - Las vitrifiicación. - Estabilización y solidificación. - Sistemas mixtos. - El compostaje. Las empresas generadoras de residuos que puedan ser reutilizados en otros procesos productivos, pueden ofrecer estos residuos como materiales útiles para otras empresas. El aprovechamiento de todos estos subproductos residuales de las industrias puede ser gestionado a través de las Bolsas de Subproductos. Éstas funcionan como instrumentos multisectoriales que deben ser impulsados desde las Administraciones y que funcionan como mercados de encuentro de oferta y demanda de residuos, con una clara finalidad de evitar una gestión innecesaria y un impacto sobre el medio ambiente. Las líneas principales de trabajo en este tipo de tratamiento van orientadas hacia los siguientes tipos de residuos: - Regeneración de aceites usados. - Recuperación de disolventes. - Recuperación de metales. - Recuperación de envases industriales. - Aprovechamiento de residuos cárnicos. - Valorización de neumáticos usados. - Valorización de polvos de acerería en la fabricación de materiales cerámicos. - Aprovechamientos de cenizas procedentes de centrales térmicas. - Valorización de vehículos usados. - Valorización de baterías. - Otros productos. - Neutralización de ácidos y bases. - Separación de emulsiones agua-aceite. - Oxidación de residuos de bajo contenido en compuestos orgánicos. 3.6 Gestión integral de residuos peligrosos: almacenamiento, transporte y disposición final. Dentro de los residuos sólidos urbanos existe un grupo que, por sus características especiales, requieren ser gestionados con criterios diferentes a los tratados hasta el momento: los RSU tóxicos y peligrosos. Generalmente, la composición de estos residuos contiene sustancias tóxicas y peligrosas, lo que significa que cuando se tiran a la basura, se está provocando un considerable daño al medio. Estos residuos engloban generalmente a medicamentos caducados, fluorescentes y luces de vapor de mercurio, aceites, neumáticos, baterías, disolventes, pinturas, barnices, pilas y electrodomésticos que contengan sustancias tóxicas. Algunas de las características de los residuos tóxicos y peligrosos son las siguientes: - No son biodegradables o persisten en la naturaleza. - Pueden acumularse biológicamente. - Pueden ser letales. - Pueden, de otra forma, causar o tender a causar efectos perjudiciales acumulativos. Una estimación sobre la cantidad de residuos municipales especiales generados en diversas ciudades europeas ofrecía una cifra entre 1,5 y 5 kg/hab/año. Las propiedades de los materiales residualesque han sido utilizadas para valorar si un residuo es o no peligroso están asociadas con cuestiones de seguridad y salud: - Propiedades relacionadas con la seguridad: - Corrosividad. - Explosividad. - Inflamabilidad. - Reactividad. - Propiedades relacionadas con la salud: - Cancerigenicidad. - Infecciosidad. - Irritabilidad (respuesta alérgica). - Mutagenicidad. - Toxicidad (venenos). - Toxicidad aguda. - Toxicidad crónica. - Radiactividad. - Teratogenicidad. En particular, para definir un residuo peligroso dentro de los RSU, los municipios normalmente utilizan las siguientes propiedades: • Inflamabilidad. • Corrosividad. • Reactividad. • Toxicidad. • Cancerigenicidad. Esta clasificación, sin embargo, debe ajustarse siempre a la normativa vigente en el momento de hacer la valoración de los residuos peligrosos. Como residuos peligrosos, las clasificaciones internacionales involucran: los residuos listados (si aparece en la lista de peligrosos, se supone tóxico independientemente de su concentración), los residuos peligrosos característicos (basados en su inflamabilidad, corrosividad, reactividad y toxicidad), y otros tipos de residuos peligrosos (mezclas de peligrosos y no peligrosos, derivados de la gestión de otros residuos y materiales peligrosos contenidos en los RNP). COMPUESTOS TÍPICOS PELIGROS Residuos orgánicos no persistentes: Aceites, disolventes de bajo PM, pesticidas biodegradables (organofosfatos, carbamatos, triacinos, anilinas, ureas, aceites residuales, y la mayoría de detergentes). Toxicidad en el ambiente y biota en la fuente o punto de emisión. Efectos tóxicos rápidos después de exposición (agudos y subagudos). Residuos orgánicos persistentes: Hidrocarburos clorados y aromáticos con PM alto, pesticidas (insecticidas clorados -hexaclorobenceno, DDT, DDE, Lindane), PCBs, ftalatos. Efectos tóxicos inmediatos (agudos y subagudos) en la fuente o punto de emisión. Toxicidad crónica a largo plazo. El transporte de residuos orgánicos desde la fuente puede producir bioacumulación en la cadena alimenticia. Toxicidad crónica de la biota. Tabla 3.6-1. Compuestos peligrosos típicos persistentes y no persistentes y peligros asociados. Asimismo, estos residuos se caracterizan por su dificultad en reconocerlos, ya que son fácilmente camuflables entre el grueso de los residuos municipales. Por ello, al estar en pequeñas proporciones entre los residuos sólidos urbanos, los sistemas habitualmente empleados para eliminar los RSU resultan inadecuados para este tipo de residuos, de tal forma que sus características tóxicas pueden llegar a dañar en mayor medida al entorno. En este contexto, la colaboración del ciudadano es fundamental para proceder a una recogida adecuada. De esta manera, pueden diseñarse sistemas basados en: - La devolución de los productos a los lugares de compra. - Los puntos limpios fijos. - Los puntos limpios móviles. 3.6.1 Los residuos hospitalarios La sanidad es una importante actividad productora de residuos, tanto por su cantidad como por las características de peligrosidad de algunos de ellos. Dentro de los residuos clínicos existe una clara diferenciación entre los que pueden originar riesgo de contaminación biológica y aquellos que no comportan ningún riesgo. Estos últimos deberán depositarse en recipientes cuyas características específicas variarán según la naturaleza del residuo que vaya a eliminarse. En el ámbito hospitalario, los residuos asimilables a urbanos son gestionados por los mismos procedimientos que los habitualmente establecidos para los RSU y con los mismos equipos. El resto de residuos hospitalarios se recogen en contenedores herméticos y se llevan a los centros de tratamiento en camiones destinados exclusivamente para el transporte de este tipo de carga, con caja hermética cerrada y sin mecanismos de compresión. Estos residuos se eliminan por lo general mediante el sistema de incineración o pirólisis, aunque en caso necesario también podrían ser esterilizados en autoclaves y depositados en un vertedero controlado. 3.6.2 Los residuos eléctricos y electrónicos En los últimos años los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) se han convertido en una importante fracción de los residuos generados en el ámbito doméstico. Tanto es así que sólo en Europa se generaron en el año 2003 cerca de 4,4 millones de toneladas de chatarra electrónica, cifra que aumenta un 4% cada año (Recupera, 2004). Estos residuos contienen cantidades de metales pesados, plásticos no reciclables, condensadores PCB´s, baterías, etc., que con suerte terminan en el vertedero en el mejor de los casos. La primera fase de todo proceso consiste en la separación exhaustiva de todos los componentes potencialmente peligrosos: condensadores, circuitos impresos, plásticos que contengan PCB's, relés de mercurio, amiantos, etc. De ahí la necesidad de fomentar su valorización, con el fin de reducir la cantidad de residuos destinada a la eliminación, y economizar así recursos naturales a través de la reutilización y el reciclaje.
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