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Definición de organismo vivo Un organismo vivo se define como cualquier entidad biológica que posee las características distintivas de la vida. Estos organismos son entidades individuales que exhiben procesos vitales, como el metabolismo, el crecimiento, la reproducción, la respuesta a estímulos del entorno y la capacidad de adaptación. Los organismos vivos pueden ser unicelulares, como las bacterias y las levaduras, o multicelulares, como las plantas, los animales y los seres humanos. Están compuestos por células, que son las unidades básicas de la vida, y pueden estar organizados en diferentes niveles, desde células y tejidos hasta órganos y sistemas de órganos. Estos organismos interactúan con su entorno, obteniendo los recursos necesarios para su supervivencia y manteniendo un equilibrio interno, conocido como homeostasis. Además, los organismos vivos tienen la capacidad de evolucionar y adaptarse a lo largo del tiempo, lo que les permite sobrevivir y reproducirse en diferentes condiciones ambientales. Función de un organismo vivo: La función principal de un organismo vivo es sobrevivir, crecer, reproducirse y mantener su homeostasis, que es el equilibrio interno necesario para un funcionamiento adecuado. Además, los organismos vivos interactúan con su entorno y desempeñan un papel en los ciclos biogeoquímicos y en la conservación de la biodiversidad. Características distintivas: Los organismos vivos exhiben características distintivas que los diferencian de los objetos inanimados. Estas características incluyen la organización celular, la reproducción, la capacidad de metabolismo (obtener y utilizar energía), la respuesta a estímulos del entorno, la adaptación y evolución, y el crecimiento y desarrollo. Estructura y niveles de organización: Los organismos vivos están compuestos por células, que pueden ser unicelulares (un solo tipo de célula) o multicelulares (compuestos por diferentes tipos de células especializadas). Estas células se organizan en tejidos, órganos y sistemas, que trabajan en conjunto para llevar a cabo funciones específicas en el organismo. Interacción con el entorno: Los organismos vivos interactúan con su entorno de diversas formas. Esto incluye la obtención de nutrientes y energía del medio ambiente, la respuesta a estímulos ambientales (como la luz, el calor o los cambios químicos), la adaptación a condiciones cambiantes y la interacción con otros organismos en un ecosistema. Reproducción y herencia: Los organismos vivos se reproducen para perpetuar su especie. Pueden reproducirse sexualmente, combinando material genético de dos progenitores, o asexualmente, donde un organismo da lugar a descendientes genéticamente idénticos. La reproducción asegura la diversidad genética y la transmisión de características hereditarias de una generación a otra. Evolución y adaptación: Los organismos vivos están sujetos a procesos de evolución y adaptación a lo largo del tiempo. Estos procesos resultan en cambios genéticos y adaptaciones que les permiten sobrevivir en entornos cambiantes y competir por recursos. La evolución implica cambios graduales en la composición genética de las poblaciones a lo largo de generaciones. En resumen, un organismo vivo es una entidad biológica que exhibe las características esenciales de la vida, incluyendo el metabolismo, el crecimiento, la reproducción, la respuesta a estímulos y la capacidad de adaptación.
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