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4 Botana y Gallo De la República posible a la República verdadera

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Botana - Gallo: De la República posible a la República verdadera 
 
El noventa y sus consecuencias: La década empezó con la caída de Miguel Juarez Celman por un alzamiento cívico-
militar. 
 
Presidentes: Pellegrini (1890 – 1892), Saenz Peña (1892 -1895) y Uriburu (1895 – 1898). 
 
El roquismo siguió teniendo alta influencia en el poder ejecutivo nacional. Surgieron dos estrategias políticas nuevas 
basadas en actitudes de acuerdo o de intransigencia en la Argentina posroquista que tuvieron como referentes a: 
1. Bartolomé Mitre → Acuerdo de todos los partidos políticos que diese cierta apertura progresiva del sistema 
representativo, se basa en la tradición teórica liberal. (actitud de acuerdo) 
2. Bernardo de Irigoyen → interpretación política republicana basada en competencia abierta de partidos. 
(intransigencia) 
3. Leandro Alem → Principios de su agrupación (Unión Cívica) no eran negociables y menos el ejercicio de sus 
derechos políticos (el mas intransigente): Dispuesto a resucitar una antigua constitución con ciertos “parches” 
generacionales Para él, los revolucionarios eran los gobernantes que pusieron al país en una situación totalmente 
anormal e inconstitucional (según el, los que combaten el sistema son conservadores porque defienden una situación 
anterior, el formaba parte de este grupo). Crítica a la revolución francesa en defensa de la Revolución Gloriosa 1688 
en UK sosteniendo que esta ultima se defendía de las usurpaciones, del despotismo de la Corona en defensa de las 
libertades y las instituciones. Plano intermedio entre la voluntad del republicanismo clásico apoyado en la virtud 
cívica y el regeneracionismo liberal. Clásico por ambos lados: por el lado cívico y por el lado liberal. Quería una 
república a la antigua, promoviendo una ciudadanía activa perfeccionándose a través de la educación cívica y 
militar, dándole conciencia de sus derechos y preparándola para la defensa del interés nacional. Defensa del 
liberalismo fiscal y monetario en contra de la centralización de las instituciones financieras del Estado. 
 
Línea de tiempo: 
 
1892: Acuerdo entre Roca y Mitre lleva a la presidencia a Saenz Peña. Levantamiento de radicales en las provincias. El 
roquismo y los radicales seguían enfrentándose. 
1896: aparición del Partido Socialista Obrero que en su manifiesto sostiene no luchar por un patriotismo puro sino por 
los interesa legítimos del pueblo trabajador criticando obviamente a la clase capitalista. 
1897: a un año de la muerte de Alem, asume el liderazgo de la UCR Bernardo de Irigoyen. 
Irigoyen: plan de acción compartida de la UCR con las FFAA para arreglar un estado corrupto e insostenible. 
 
El problema del Federalismo 
 
Las críticas se concentraron en la organización federal del Estado. Luego del debate de 1880, la cuestión no volvió a 
agitarse hasta los primeros años de la década de los 90. Se empezó a redefinir el sentido del federalismo y a revalorizar 
el papel hegemónico de las autoridades nacionales, produciendo el estallido de conflictos. Para quienes lo impulsaban , 
los enfrentamientos se producían por el cercenamiento de la libertad política y por la necesidad de limpiar el sufragio 
de impurezas. Desde la oposición se desenvolvió un estilo dispuesto a rechazar las normas de las constituciones 
provinciales tildándolas de engaño y distorsión. El federalismo volvió a estar subordinado a la voluntad cuasi 
monárquica del Poder Ejecutivo Nacional. Regionalmente, la rebelión se justificaba con que los rebeldes eran los 
gobernantes, apoyados por la intervención del gobierno naconal y el estado de sitio. Para Pizarro, senador de Córdoba, 
el clima revolucionario que envolvía al país estaba lejos de abonar una nueva y espontánea reacción multitudinaria, eran 
ideas erróneas que buscaban generar la acefalía del orden jurídico. Según Alem, la revolución buscaba restituir las 
libertades tradicionales. Para Pizarro, ésta tenía como fundamento la demolición de las condiciones previas de la 
libertad, sin ellas el federalismo no podría en el futuro hacer una evolución gradual. El argumento ponía de relieve el 
método de legitimación formal en donde cada nivel y cada rama del Poder legislativo en las provincias y en la nación 
eran jueces de los comicios que se celebraban para designar a sus miembros. Si eso se rompía, el federalismo dejaba de 
funcionar. Debate en Diputados sobre la enseñanza de un idioma nacional (un solo lenguaje para una nación indivisible) 
 
Impuestos, conversión monetaria y tierras 
 
Fuerte recesión económica. Percepción de que la industria rural iba a sacar el país adelante generó debate sobre la 
legislación de tierras vigente. Lenguaje progresista reemplazado por palabras como austeridad y sacrificio en el discurso 
presidencial. En 1891 Pellegrini describía un panorama sombrío de la herencia recibida. Sectores afectados por las crisis 
habían pedido nuevas emisiones que fueron rechazadas. Se aumentó de carga impositiva: retenciones a la exportación 
de lana, incremento sobre patentes y sellos, impuesto a bancos extranjeros, sociedades anónimas, compañías de seguros. 
Debate en la Cámara de Diputados respecto de las leyes de aumento de presión tributaria. 
 
2 aspectos fueron especialmente impugnados: 
 
I. Inconstitucionalidad con la que se grava a la actividad de bancos extranjeros ya que introducía una doble 
discriminación: por un lado, distinguía entre bancos extranjeros y nacionales y dentro de los primeros entre 
radicados y no radicados en el país 
II. Inconstitucionalidad de la recaudación porque en teoría los impuestos internos debían ser recaudados por las 
provincias y no por nación. Esto cuestionaba un punto importantísimo de la ley que es la consolidación del 
estado nacional por sobre los provinciales. 
 
Reconstrucción de instituciones bancarias: La debacle de los bancos nacionales llevó a fundar el Banco Nación. Se 
produjo un cambio en el discurso presidencial: en 1891 Pellegrini decía que ya había pasado la época de los bancos 
estatales, pero en 1892 reconoció que la opinión publica estaba a favor de que haya una entidad bancaria del Estado. 
Sáenz Peña, al asumir como presidente, se muestra mas favorable a la existencia de este. La Ley de impuestos internos 
fue un paso más en la consolidación de la supremacía del gobierno nacional sobre los Estados provinciales. Los 
impuestos de la aduana conformaban la mayor parte de los recursos del tesoro nacional y condujo al debate en Diputados 
entre librecambistas y proteccionistas. Se sostenía que ya las leyes argentinas eran proteccionistas y habían creado 
ciertos intereses que no podían ser modificados radicalmente. El pensamiento económico oficial en los primeros años 
de los 90’ siguió con la tendencia de darle lugar amplio a la acción de los poderes públicos. Las viejas ideas liberales 
abandonaron la escena pero no enteramente, porque se refugiaban en la UCR, partido de la oposición. 
 
La UCR se identificó, en un principio, con el liberalismo económico por dos cuestiones: 
1. Temor de un incremento de poder por parte de un estado que ya gozaba alto grado de centralización política 
2. Defensa de los intereses de los consumidores que eran la base de su programa político-social. 
 
En 1896 empieza a ceder la crisis económica, introducción de dos temas: distribución de tierras y relación entre 
agricultura y ganadería. 
 
En 1899 se sanciona la ley de conversión monetaria. La inconvertibilidad era visto como uno de los males que había 
que eliminar para entrar al concierto de naciones civilizadas, apreciación del peso argentino en relación con el oro, el 
tipo de cambio propuesto por la ley fijaba al peso una cotización mejor a la que regía en el mercado (tipo de cambio 
fijo). Para la oposición, la ley no solucionaba el problema de la inconvertibilidad. 
 
La primer década del siglo XX inició con un clima más equilibrado, se mantuvo la prosperidad reinantey la estabilidad 
monetaria. La paz no se vió turbada sino hasta 1905 con estallidos revolucionarios, que provinieron de nuevos sectores 
sociales, los sindicatos y partidos políticos. La ‘cuestión social’ comenzó a ocupar un lugar importante de ahora en más. 
La respuesta oficialista fue una propuesta de leyes acompañadas por proyectos que introducían novedades en la 
legislación sindical y las condiciones de trabajo.

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