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Módulo 4 
Objetivos:
� Analizar los requerimientos hídricos y nutricionale s del cultivo de maíz 
� Brindar herramientas para el diagnóstico de deficie ncias nutricionales y el manejo de la 
fertilización del cultivo
� Analizar las principales adversidades que afectan e l cultivo (plagas, enfermedades, 
malezas) y los principios para su manejo y control 
� Caracterizar las normas de comercialización del cu ltivo de maíz 
Requerimientos hídricos y manejo del agua 
Della Maggiora et al. (2000). 
Cultivo Rendimiento Nutriente Requerimiento Ind. Cosecha Necesidad Extracción
Maíz kg/ha kg/ton kg kg
1000 N 22 0,66 22 15
P 4 0,75 4 3
K 19 0,21 19 4
Ca 3 0,07 3 0
Mg 3 0,28 3 1
S 4 0,45 4 2
B 0,020 0,25 0,020 0,005
Cl 0,444 0,06 0,444 0,027
Cu 0,013 0,29 0,013 0,004
Fe 0,125 0,36 0,125 0,045
Mn 0,189 0,17 0,189 0,032
Mo 0,001 0,63 0,001 0,001
Zn 0,053 0,50 0,053 0,027
Ni
Cultivo Rendimiento Nutriente Requerimiento Ind. Cosecha Necesidad Extracción
Trigo kg/ha kg/ton kg kg
1000 N 30 0,66 30 20
P 5 0,75 5 4
K 19 0,17 19 3
Ca 3 0,14 3 0
Mg 3 0,50 3 2
S 4,5 0,25 5 1
B 0,025 0,025
Cl
Cu 0,010 0,75 0,010 0,008
Fe 0,137 0,137
Mn 0,070 0,36 0,070 0,025
Mo
Zn 0,052 0,44 0,052 0,023
Ni
� Los principales nutrientes que limitan el rendimiento del maíz en la 
Región Pampeana son el nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S). 
� El zinc (Zn) puede ser un factor limitante fundamentalmente en 
planteos de alta producción (> 10.000 kg/ha) en suelos con bajos 
contenidos de Zn disponible, que son frecuentes en el norte de 
Buenos Aires y sur de Santa Fe. 
Requerimientos nutricionales del maíz
IPNI, 2009. 
Diagnóstico de la fertilización nitrogenada en maíz
� Los principales modelos de diagnóstico disponibles para definir la dosis de
fertilización con nitrógeno (N) se basan en el análisis de N en el suelo 
(nitratos) a la siembra, considerando en general una profundidad de 60 cm. 
� Estos modelos definen un objetivo de N (suelo + fertilizante) que se debe 
alcanzar para lograr un determinado rendimiento. 
� La dosis surge de la diferencia (resta) del N objetivo y el N medido a la 
siembra a través del análisis de suelo. Así, si el objetivo de N es 150 kg/ha y 
a la siembra determinamos, por ejemplo, que hay 80 kg/ha de N (0-60 cm), 
entonces la dosis a aplicar es de 70 kg de N/ha (este valor surge de hacer
150-80). 
� En términos generales, los modelos de la Región Pampeana indican que 
con 150-200 kg de N/ha se maximiza la producción de maíz, aunque hay 
varios modelos disponibles y se debe seleccionar el que mejor se adapte 
a cada ambiente y/o condición de producción 
Ejemplo de un modelo de fertilización nitrogenada en 
maíz desarrollado en la Región Pampeana 
Correndo & García, 2014
Alvarez et al., (2003)
Otros modelos de diagnóstico de fertilización nitrogenada 
en maíz
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
0 100 200 300 400
Nitrógeno suelo + fertilizante 
(kg N ha -1)
R
en
di
m
ie
nt
o 
(k
g 
ha
-1
)
Ruiz et al. (1997, 2002)
Diagnóstico de la fertilización con fósforo. 
� La probabilidad de respuesta el agregado de fósforo (P) se evalúa a partir 
del análisis de P extractable (P Bray 1, 0-20 cm) realizado a la siembra. 
� Con una disponibilidad menor a 18-20 ppm de P Bray 1 (0-20 cm) hay alta 
probabilidad de respuesta a P, y con valores mayores a ese límite crítico, 
la probabilidad de obtener respuestas significativas a la fertilización fosfatada 
son bajas. 
� La dosis se definirá según el criterio o filosofía de manejo del P (e.g. 
reposición, suficiencia, enriquecimiento y mantenimiento, etc.). 
� En los criterios de reposición se aplica el P que se espera extraer para los 
diferentes cultivos de la rotación. Para ello se utilizan los datos de extracción 
de nutrientes de los cultivos (e.g. los publicados por el IPNI Cono Sur). 
� En los criterios de suficiencia (o respuesta económica) se aplican dosis 
bajas dosis de P solo cuando el contenido de P extractable (P Bray 1, 0-20 
cm) en el suelo es menor al límite crítico del cultivo, con el fin de proveer P 
para el requerimiento inmediato del cultivo. 
Recomendaciones de fertilización fosfatada en maíz
Echeverría & García (1998). 
� Estas recomendaciones consideran una reconstitución parcial del P del 
suelo en las categorías mas bajas de disponibilidad y de mantenimiento en 
las categorías con contenidos de P del suelo mas elevados. 
� Es decir, utilizando estas recomendaciones de fertilización fosfatada, en 
suelos con bajos contenidos de P, el status de P del suelo se incrementan 
progresivamente alcanzando valores cercanos al límite crítico de P del cultivo 
de maíz (18-20 ppm). 
Rendimiento Contenido de P en el suelo (ppm, 0-20 cm) 
(Ton/ha) <5 5-7 7-9 9-11 11-13 3-16 16-20
………………... …..........Dosis de kg de P 2O5/ha…………………….......... 
5 59 48 43 39 35 30
6 65 54 50 45 41 37 26
7 71 60 56 51 47 43 32
8 77 66 62 57 53 49 38
9 83 72 68 63 59 55 44
10 89 78 74 70 65 61 50
11 95 84 80 76 71 67 56
12 101 90 86 82 77 73 62
Tecnología de la fertilización fosfatada en maíz. 
� Para las condiciones de la Región Pampeana, no se han observado 
diferencias significativas en efectividad (rendimiento) y eficiencia de uso del 
P aplicado (kg de grano/kg de P aplicado) entre fertilizantes fosfatados (e.g. 
MAP, DAP, SFS, SFT) cuando son aplicados con similares sistemas de 
aplicación (momento y forma de aplicación). 
� El método tradicional de aplicación del fertilizante fosfatado es a la 
siembra, por debajo y al costado de la línea de siembra. 
� En planteos en siembra directa de varios años, en suelos con 
contenidos de P intermedios, se ha observado que no hay diferencias 
marcadas en rendimiento cuando se compara la aplicación del P a la siembra 
o la aplicación al voleo anticipada 30-60 días previo a la siembra. 
� Sin embargo, en suelos de texturas arenosas con bajos contenidos de P 
extractable en el suelo, se recomienda realizar la fertilización fosfatada a la 
siembra, ya que la eficiencia de uso del P aplicado suele ser mayor.
Diagnóstico de fertilización con azufre en maíz 
� Caben las mismas consideraciones realizadas para el trigo. 
� Las condiciones en las cuales son frecuentes las respuestas a azufre son:
� Suelos degradados y/o con prolongada historia agrícola
� Bajos contenidos en MO y/o texturas gruesas. 
� Altas respuestas a nitrógeno y fósforo
� Evidencias claras de respuestas en ensayos conducidos en la zona (ej. 
INTA, AAPRESID, Universidades) o en el propio campo. 
� Bajos contenidos de sulfatos (S-SO4
2-) en el suelo en los primeros 20 
cm (<7-10 ppm). 
Diagnóstico de fertilización con micronutrientes 
� La información disponible para el diagnóstico y fertilización con 
micronutrientes en el cultivo de maíz es significativamente menor que para 
los macronutrientes (e.g. N, P) o mesonutrientes (e.g. S). 
� Sin embargo, en los últimos años se incrementó la frecuencia de casos de 
respuesta a la fertilización con zinc (Zn) y se ha generado bastante 
información experimental, sobre todo en lo relacionado a fuentes de 
nutrientes y métodos de aplicación. 
� La información disponible sobre diagnóstico en Zn indican que las 
condiciones donde es esperable mayor probabilidad de respuesta al agregado 
de Zn vía fertilización son:
� Sistemas de producción de alta productividad (>10 ton/ha). 
� Antecedentes de respuestas significativas a N, P y S. 
� Región Pampeana norte (centro-norte de Bs.As, sur de Santa Fe). 
� Bajos contenidos de Zn en el suelo (<1 ppm de Zn, extraido con DTPA, 
0-20 cm). 
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
100
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0
Nivel de Zn en suelo (ppm x DTPA 0-20 cm)
R
en
di
m
ie
nt
o 
R
el
at
iv
o
Alta expectativa
de respuesta
baja expectativa
de respuesta
77 % de eficacia en separar sitios 
con al menos 5 % de respuesta 
EN BASE A DATOS DE:
Ferraris et al., 2008, 09, 10, 11,12 
Ventimiglia et al., 08, 09; 
Salvagiotti et al., 2010; 
Castillo & Espósito,2009 
Diagnóstico de zinc en maíz en la Región Pampeana central
Ferraris (2012)
Dosis de aplicación de Zn en aplicaciones al suelo en el 
cultivo de maíz 
Michiels & Ruffo, 2012. 
Tecnología de fertilización con zinc en maíz
 104,7%100%
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
Testigo Zinc (s)
Tratamientos de semilla (n=12)
R
en
di
m
ie
nt
o 
(k
g 
ha
-1
)
A
100%
Testigo Zinc (f)
Tratamientos foliares (n=16)
B
105,7%
107,2%
100%
Testigo Zinc (s)
Tratamientos al suelo (n=4)
C
Respuesta porcentual a la aplicación de Zn en maíz por medio de a) tratamientos de 
semilla (0,1-0,2 kg ha-1) b) aplicaciones foliares entre V5-V7, (0,3-0,5 kg ha-1) y c) 
aplicaciones al suelo entre V0 y V6 (0,4-3,5 kg ha-1) (Ferraris, 2011). 
 
Manejo de enfermedades en maíz 
� Los principios generales de fito-patología caracterizados en trigo, son 
también válidos y aplicables al cultivo de maíz. 
� El impacto de las enfermedades del maíz es variable según la zona 
de producción, de acuerdo a las condiciones agro-ecológicas y características 
de los sistemas de producción. 
� La enfermedad mas importante del maíz en la Argentina es el “Mal de Río 
Cuarto”. Es una enfermedad causada por un virus, cuyo vector (agente que lo 
transmite) es un insecto (Delphacodes kuscheli), vulgarmente conocida como 
“chicharrita”. Esta enfermedad se originó en Córdoba (de allí el nombre de la 
enfermedad) y presenta una amplia extensión de incidencia, sobre todo en la 
Región Pampeana Central. Cuando ocurre la enfermedad, los síntomas son 
diversos como acortamiento de entrenudos, enaciones (protuberancias en 
nervaduras), entre otros. 
� El manejo actual del “Mal de Río Cuarto” se realiza a través de prácticas 
culturales (e.g. selección de híbridos tolerantes, fechas de siembra 
tempranas, etc.), como así también realizando un muy buen control de 
malezas, ya que varias plantas pueden ser huésped del patógeno. 
Manejo de enfermedades en maíz (Cont.)
� Otras enfermedades que pueden ser relevantes por su daño son las royas, 
por lo cual es importante utilizar híbridos con buen comportamiento sanitario a 
este tipo de patógenos. 
� En los últimos años el monitoreo de enfermedades ha crecido 
significativamente, permitiendo tomar decisiones de control según la 
incidencia y severidad de la enfermedad, que muchas veces es variable de 
acuerdo al lote, sistema de producción y año. 
� Las principales “Buenas Prácticas Agrícolas” para el manejo de 
enfermedades en maíz son:
� Utilizar semilla de buena calidad (poder germinativo, energía germinativa).
� Proteger contra plagas y enfermedades lo máximo posible la semilla (e.g. 
cursamillas, tratamientos integrales de semilla, etc.). 
� Utilizar híbridos resistentes/tolerantes a las principales enfermedades. 
� Realizar una fertilización balanceada. 
� Realizar rotación de cultivos (la monocultura, siempre aumenta los problemas 
de plagas y enfermedades). 
� Evaluar la utilización de fungicidas en base a un monitoreo previo del cultivo. 
Las enfermedades en el ciclo del maíz. 
Windauer et al. 2003
Manejo de plagas en maíz
� Las principales plagas que pueden incidir significativamente en el cultivo 
son el complejo de insectos del suelo, las isocas u orugas cortadoras y 
defoliadoras y orugas que pueden afectar las espigas granadas (granos 
maduros).
� El barrenador del tallo (Diatraea saccharalis) si bien es una plaga clave 
en el maíz, su incidencia se ha reducido notablemente desde que se 
introdujeron materiales con tolerancia a lepidópteros (e.g. TD MAX, MG, Bt).
� La disponibilidad de híbridos tolerantes a lepidópteros (especialmente a al 
barrenador del tallo), actualmente amplió considerablemente la posibilidad de 
realizar siembras tardías o de segunda, evitando los daños de esta plaga, que 
en materiales susceptibles (no tolerantes a lepidópteros) puede ser 
considerable. 
� El monitoreo de isocas u orugas defoliadoras es muy importante, y es cada 
vez mas frecuente delegar esta tarea a empresas que se dedican a estas 
cuestiones. 
Manejo de plagas en maíz
� Las principales “Buenas Prácticas Agrícolas” para el manejo de 
plagas en maíz son:
� Utilizar semilla de buena calidad (poder germinativo, energía germinativa).
� Proteger la semilla (e.g. cursamillas, tratamientos integrales de semilla, etc.). 
� Procurar una rápida emergencia del cultivo. 
� Utilizar híbridos resistentes/tolerantes a las principales plagas (e.g. Bt). 
� En fechas tempranas, realizar una fertilización con fósforo, como arrancador 
(mejora en el establecimiento del cultivo). 
� Realizar rotación de cultivos (la monocultura, siempre aumenta los problemas 
de plagas y enfermedades). 
� Evaluar la utilización de insecticidas en base a un monitoreo previo del cultivo. 
Las plagas en el ciclo del maíz
Insectos de suelo
Orugas cortadoras
Barrenador del tallo
Orugas defoliadoras
Orugas desgranadoras
Manejo de malezas en maíz
� Teniendo en cuenta que, en general, el maíz cultivado en sistemas de 
siembra directa forma parte de rotaciones con soja, donde el uso de glifosato 
es generalizado (toda la soja utilizada en Argentina es resistente a este 
herbicida), los lotes se mantienen con baja presión de malezas. 
� El control de malezas realizado en el barbecho (previo a la siembra) y en 
los estadios tempranos del cultivo, debe permitir que el cultivo se encuentre 
con baja presión de malezas, sobre todo en el período de emergencia (VE) 
hasta V5-6 (donde el cultivo es especialmente sensible a la competencia con 
malezas). 
� Si bien el tipo de herbicida aplicado de define en base al grado de 
enmalezamiento y el tipo de malezas presentes (diagnóstico), en términos 
generales el manejo habitual de control de malezas en sistemas de siembra 
de directa de la Región Pampeana es el siguiente: 
� Aplicación de glifosato en el barbecho, 30-40 días antes de la siembra (1 o mas 
aplicaciones según enmalezamiento). En algunos casos se puede combinar con 
herbicidas hormonales como el 2,4 D. 
� Aplicación de atrazina, que es un herbicida selectivo para maíz (no afecta el 
cultivo), sistémico (se absorbe y se transporta por toda la planta) y de acción 
residual (activo en el suelo por un tiempo prolongado). Se aplica en pre-
emergencia (luego de la siembra y antes de emergencia del maíz, o en post-
emergencia temprana (muy poco tiempo luego de emergencia del maíz). 
Manejo de malezas en maíz (Cont.). 
� Existen también en el mercado híbridos de maíz resistentes a determinados 
herbicidas, como las Imidazolinonas (e.g. híbridos CL y HCL). Estos herbicidas 
permiten controlar un amplio espectro de malezas, sin afectar al cultivo de 
maíz, de un modo similar a lo que ocurre con la aplicación del glifosato en 
soja. 
� En los últimos años se han incrementado los casos de malezas que se 
vuelven resistentes a los herbicidas (e.g. malezas resistentes al glifosato), 
con lo cual la industria de las semillas y de los herbicidas están evaluando 
continuamente nuevas alternativas para el productor. 
� El manejo de las malezas resistentes a herbicidas requiere de un mayor 
conocimiento sobre la ecología de las malezas en los sistemas de producción
y de un enfoque sistémico ya que se trata de un problema complejo. 
Norma de comercialización de maíz 
www.acbsa.com.ar