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FIGURA 4-59. Valva aórtica, senos aórticos y arterias coronarias. A) Al igual que la valva pulmonar, la valva aórtica tiene tres válvulas semilunares: derecha, posterior e izquierda. B) La sangre expelida del ventrículo izquierdo fuerza la apertura de las válvulas. C) Cuando se cierra la valva, los nódulos y las lúnulas se encuentran en el centro. VASCULARIZACIÓN DEL CORAZÓN Los vasos sanguíneos del corazón comprenden las arterias coronarias y las venas cardíacas, que llevan sangre hacia y desde la mayor parte del miocardio (figs. 4-60 y 4-62). El endocardio y parte del tejido subendocárdico localizado inmediatamente externo al endocardio reciben oxígeno y nutrientes por difusión o directamente por microvascularización desde las cavidades del corazón. Los vasos sanguíneos del corazón, normalmente embebidos en tejido graso, recorren la superficie del corazón justamente profundos al epicardio. En ocasiones, partes de los vasos se integran en el miocardio. La inervación de los vasos sanguíneos del corazón corresponde tanto al sistema simpático como al parasimpático. Irrigación arterial del corazón. Las arterias coronarias, las primeras ramas de la aorta, irrigan el miocardio y el epicardio. Las arterias coronarias derecha e izquierda se originan de los correspondientes senos aórticos en la parte proximal de la aorta ascendente, justo por encima de la valva aórtica, y pasan alrededor de los lados opuestos del tronco pulmonar (figs. 4-59 y 4-60; tabla 4-4). Las arterias coronarias irrigan tanto los atrios como los ventrículos; sin embargo, las ramas atriales suelen ser cortas y no se ven fácilmente en el corazón del cadáver. La distribución ventricular de cada arteria coronaria no está claramente delimitada. La arteria coronaria derecha (ACD) se origina en el seno aórtico derecho de la aorta ascendente y pasa al lado derecho del tronco pulmonar, discurriendo por el surco coronario (figs. 4-59 y 4-60 A). Cerca de su origen, la ACD normalmente da origen a una rama para el nodo sinoatrial (SA) ascendente, que irriga el nodo SA. La ACD desciende entonces por el surco coronario y da origen a la rama marginal derecha, que irriga el borde derecho del corazón a medida que discurre hacia el vértice (aunque no lo alcanza). Después de emitir esta rama, la ACD gira hacia la izquierda y continúa por el surco coronario hacia la cara posterior del corazón. En la cara posterior de la cruz del corazón —la unión de los tabiques interatrial e interventricular entre las cuatro cavidades del corazón— la ACD da origen a la rama para el nodo atrioventricular (AV), que irriga el nodo AV (fig. 4-60 A a C). Los 699 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado nódulos SA y AV forman parte del sistema de conducción del corazón. El predominio del sistema arterial coronario viene definido por cuál es la arteria que da origen a la rama interventricular (IV) posterior (arteria descendente posterior). El predominio de la ACD es lo más habitual (en un 67 % de los sujetos) (fig. 4-60 A); la ACD da origen a una rama grande, la rama interventricular posterior, que desciende en el surco IV posterior hacia el vértice del corazón. Esta rama irriga áreas adyacentes de ambos ventrículos y envía ramas septales interventriculares perforantes para el TIV (fig. 4-60 C). La rama terminal (ventricular izquierda) de la ACD continúa entonces, en un recorrido corto, por el surco coronario (fig. 4-60 A y B). Así, en el patrón de distribución más frecuente, la ACD irriga la cara diafragmática del corazón (fig. 4-60 D). Habitualmente, la ACD irriga (fig. 4-60): El atrio derecho. La mayor parte del ventrículo derecho. Parte del ventrículo izquierdo (la cara diafragmática). Parte del TIV (normalmente el tercio posterior). El nodo SA (en un 60 % de la población). El nodo AV (en un 80 % de la población). La arteria coronaria izquierda (ACI) se origina en el seno aórtico izquierdo de la aorta ascendente (fig. 4-59), pasa entre la orejuela izquierda y el lado izquierdo del tronco pulmonar, y discurre por el surco coronario (fig. 4-59 A y B). En un 40 % de las personas, aproximadamente, la rama del nodo SA se origina de la rama circunfleja de la ACI y asciende por la cara posterior del atrio izquierdo hacia el nodo SA. Cuando entra en el surco coronario, en el extremo superior del surco IV anterior, la ACI se divide en dos ramas, la rama interventricular anterior (los clínicos siguen utilizando el término DAI, abreviatura de arteria «descendente anterior izquierda») y la rama circunfleja (fig. 4-60 A y C). 700 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado FIGURA 4-60. Arterias coronarias. A y B) En el patrón de distribución más frecuente, la ACD se anastomosa con la rama circunfleja de la ACI (no se muestran las anastomosis) después de que la ACD haya dado origen a la arteria IV posterior. A a C) La arteria IV anterior (también llamada rama descendente anterior izquierda) se curva alrededor del vértice del corazón para anastomosarse con la arteria IV posterior. C) Se muestran las arterias del TIV. La rama de la ACD que va al nodo AV es la primera de las muchas ramas septales de la arteria IV posterior. Las ramas septales de la rama interventricular anterior de la ACI irrigan los dos tercios anteriores del TIV. Debido a que el fascículo AV y las ramas fasciculares están situadas centralmente y sobre el TIV, típicamente la ACI proporciona la mayor parte de sangre a este tejido de conducción. D) Reconstrucción de un volumen en 3D del corazón y los vasos coronarios. ACD, arteria coronaria derecha; ACI, arteria coronaria izquierda; AV, atrioventricular; IV, interventricular; SA, sinoatrial; TIV, tabique interventricular. 701 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado FIGURA 4-61. Variaciones en la distribución de las arterias coronarias. A) En el patrón más frecuente (67 %), la ACD es dominante, dando origen a la rama interventricular posterior. B y C) La ACI da origen a la rama interventricular posterior en un 15 % de los individuos. D) Se dan otras muchas variaciones. La rama interventricular anterior pasa a lo largo del surco IV anterior hasta el vértice del corazón. En ese punto, gira alrededor del borde inferior del corazón y generalmente se anastomosa con la rama IV posterior de la ACD (fig. 4-60 B). La rama IV anterior irriga porciones adyacentes de ambos ventrículos y, a través de ramas septales IV, los dos tercios anteriores del TIV (fig. 4-60 C). En muchas personas, la rama IV anterior da origen a una rama lateral (arteria diagonal), que 702 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado desciende porla cara anterior del corazón (fig. 4-60 A). La rama circunfleja de la ACI, más pequeña, sigue el surco coronario alrededor del borde izquierdo del corazón hasta la cara posterior de este. La rama marginal izquierda de la rama circunfleja sigue el borde izquierdo del corazón e irriga el ventrículo izquierdo. Habitualmente, la rama circunfleja de la ACI termina en el surco coronario en la cara posterior del corazón, antes de alcanzar la cruz del corazón (fig. 4-60 B), aunque en alrededor de un tercio de los corazones continúa para emitir una rama que discurre por el surco IV posterior (fig. 4-61 B), o adyacente a él. Habitualmente, la ACI irriga (fig. 4-60): El atrio izquierdo. La mayor parte del ventrículo izquierdo. Parte del ventrículo derecho. La mayor parte del TIV (normalmente sus dos tercios anteriores), incluido el fascículo AV del tejido de conducción, a través de sus ramas septales IV perforantes. El nodo SA (en un 40 % de la población). Variaciones de las arterias coronarias. Las variaciones en los patrones de ramificación de las arterias coronarias son frecuentes. En el patrón dominante derecho, más común, que presenta un 67 % de las personas, la ACD y la ACI comparten de forma similar la irrigación sanguínea del corazón (figs. 4-60 y 4-61 A). En aproximadamente el 15 % de los corazones, la ACI es dominante en el sentido de que la rama IV posterior es una rama de la arteria circunfleja (fig. 4-61 B). Hay codominancia en un 18 % de las personas, en las que las ramas de la ACD y la ACI alcanzan la cruz y dan ramas que discurren por el surco IV posterior o cerca de él. Unas pocas personas presentan una única arteria coronaria (fig. 4-61 C). En otras, la arteria circunfleja se origina en el seno aórtico derecho (fig. 4-61 D). Un 4 % de las personas tiene una arteria coronaria accesoria. Circulación coronaria colateral. Las ramas de las arterias coronarias se consideran arterias terminales funcionales (arterias que irrigan regiones del miocardio que carecen de suficientes anastomosis con otras ramas grandes para mantener viable el tejido en caso de oclusión). No obstante, existen anastomosis entre ramas de las arterias coronarias, subepicárdicas o miocárdicas, y entre estas arterias y vasos extracardíacos, como los vasos torácicos (Standring, 2016). Hay anastomosis entre las terminaciones de las arterias coronarias derecha e izquierda en el surco coronario y entre las ramas IV alrededor del vértice en aproximadamente el 10 % de corazones aparentemente normales. La posibilidad de desarrollo de circulación colateral existe, probablemente, en la mayoría de los corazones, si no en todos. Drenaje venoso del corazón. El corazón es drenado sobre todo por venas que desembocan en el seno coronario y parcialmente por pequeñas venas que desembocan en el atrio derecho (fig. 4-62). El seno coronario, la vena principal del corazón, es un conducto venoso amplio que discurre de izquierda a derecha en la porción posterior del surco coronario. El seno coronario recibe a la vena cardíaca magna en su extremo izquierdo y a las venas cardíacas media y menor en el derecho. La vena posterior del 703 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado ventrículo izquierdo y la vena marginal izquierda también desembocan en el seno coronario. La vena cardíaca magna es la tributaria principal del seno coronario. Su primera porción, la vena interventricular anterior, empieza cerca del vértice del corazón y asciende con la rama interventricular anterior de la ACI. En el surco coronario gira a la izquierda y su segunda porción rodea el lado izquierdo del corazón con la rama circunfleja de la ACI para llegar al seno coronario. (Una situación poco corriente se produce aquí: ¡la sangre fluye en la misma dirección en la arteria y la vena pareadas!) La vena cardíaca magna drena las áreas del corazón irrigadas por la ACI. FIGURA 4-62. Venas del corazón. Las venas cardíacas magna, media y menor, la vena oblicua del atrio izquierdo y la vena posterior del ventrículo izquierdo son los principales vasos que drenan en el seno coronario. El seno coronario, a su vez, drena en el atrio derecho. Las venas cardíacas anteriores drenan directamente en la orejuela del atrio derecho. La vena cardíaca media (vena interventricular posterior) acompaña a la rama interventricular posterior (que normalmente se origina en la ACD). Una vena cardíaca menor acompaña a la rama marginal derecha de la ACD. De ese modo, estas dos venas drenan la mayor parte de las áreas que normalmente irriga la ACD. La vena oblicua del atrio izquierdo (de Marshall) es un pequeño vaso, relativamente poco importante en la vida posnatal, que desciende sobre la pared posterior del atrio izquierdo y se fusiona con la vena cardíaca magna para formar el seno coronario (delimitando el comienzo del seno). La vena oblicua es el vestigio de la VCS izquierda embrionaria, que normalmente se atrofia durante el período fetal, aunque a veces persiste en los adultos, sustituyendo o potenciando la VCS derecha. Algunas venas cardíacas no drenan a través del seno coronario. Varias pequeñas venas cardíacas anteriores empiezan sobre la cara anterior del ventrículo derecho, cruzan el surco coronario y, normalmente, desembocan directamente en el atrio derecho; a veces lo hacen en la vena cardíaca menor. Las venas cardíacas mínimas son vasos diminutos que empiezan en los lechos capilares del miocardio y desembocan directamente en las cavidades del corazón, sobre todo en los atrios. Aunque se denominan venas, son comunicaciones sin válvulas con los lechos capilares del miocardio y pueden transportar sangre desde las cavidades cardíacas hasta el miocardio. 704 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Drenaje linfático del corazón. Los vasos linfáticos del miocardio y el tejido conectivo subendocárdico se dirigen hacia el plexo linfático subepicárdico. Los vasos linfáticos de este plexo pasan hacia el surco coronario y siguen a las arterias coronarias. Un vaso linfático único, formado por la unión de varios vasos linfáticos del corazón, asciende entre el tronco pulmonar y el atrio izquierdo y acaba en los nódulos linfáticos traqueobronquiales inferiores, normalmente en el lado derecho. SISTEMAS DE ESTIMULACIÓN, CONDUCCIÓN Y REGULACIÓN DEL CORAZÓN Sistema de estimulación y conducción del corazón. En la secuencia ordinaria de acontecimientos del ciclo cardíaco, el atrio y el ventrículo actúan conjuntamente como una bomba. El sistema de conducción del corazón (fig. 4-63) genera y transmite los impulsos que producen las contracciones coordinadas del ciclo cardíaco (tratado antes en estecapítulo). El sistema de conducción está formado por tejido nodal que inicia el latido y coordina las contracciones de las cuatro cavidades cardíacas, y por fibras de conducción, altamente especializadas, que las conducen rápidamente a las diferentes áreas del corazón. Los impulsos se propagan entonces por las células del músculo estriado cardíaco, de forma que las paredes de las cavidades se contraen simultáneamente. El nodo SA está situado a nivel anterolateral justamente profundo al epicardio en la unión de la VCS y el atrio derecho, cerca del extremo superior del surco terminal (figs. 4-60 A y 4-63 A). El nodo SA —una pequeña acumulación de tejido nodal, fibras musculares cardíacas especializadas, y tejido conectivo fibroelástico asociado — es el marcapasos del corazón. El nodo SA inicia y regula los impulsos para las contracciones del corazón, proporcionando un impulso unas 70 veces por minuto en la mayoría de las personas, la mayor parte del tiempo. La señal de contracción desde el nodo SA se propaga de forma miógena (a través del músculo) de ambos atrios. El nodo SA está irrigado por la arteria del nodo SA, que se origina habitualmente como una rama auricular (atrial) de la ACD (en el 60 % de las personas), aunque a menudo se origina en la ACI (en el 40 %). El nodo SA es estimulado por la división simpática del sistema nervioso autónomo para acelerar la frecuencia cardíaca y es inhibido por la división parasimpática para volver o aproximarse a la frecuencia basal. 705 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado FIGURA 4-63. Sistema de conducción del corazón. A) Los impulsos (flechas) que se originan en el nodo sinoatrial, situado en el extremo superior del surco (internamente, cresta) terminal, se propagan a través de la musculatura atrial hasta el nodo atrioventricular. B) Los impulsos (flechas) recibidos por el nodo atrioventricular, en la porción inferior del tabique interatrial, son conducidos a través del fascículo atrioventricular y sus ramas hasta el miocardio. El fascículo atrioventricular empieza en el nodo atrioventricular y se divide en ramas derecha e izquierda en la unión de las porciones membranosa y muscular del TIV. El nodo atrioventricular es una agrupación más pequeña de tejido nodal que la del nodo SA. Está localizado en la región posteroinferior del TIV, cerca del orificio del seno coronario (figs. 4-60 A a C y 4-62 B). La señal generada por el nodo SA pasa a través de las paredes del atrio derecho y se propaga por el músculo cardíaco (conducción miógena), que transmite la señal rápidamente desde el nodo SA al nodo AV. A continuación, el nodo AV distribuye la señal hacia los ventrículos a través del fascículo atrioventricular (fig. 4-63 B). La estimulación simpática acelera la conducción y la estimulación parasimpática la lentifica. El fascículo AV, el único puente de conducción entre los miocardios atrial y ventricular, pasa desde el nodo AV a través del esqueleto fibroso del corazón (v. fig. 4-52) y a lo largo de la porción membranosa del TIV. En la unión de las porciones membranosa y muscular del TIV, el fascículo AV se divide en las ramas derecha e izquierda del fascículo (fig. 4-63 B). Estas ramas pasan por cada lado de la porción muscular del TIV profundas al endocardio y luego se ramifican en ramas subendocárdicas (fibras de Purkinje), que se extienden por las paredes de los ventrículos respectivos. Las ramas subendocárdicas de la rama derecha estimulan el músculo del TIV, el músculo papilar anterior a través de la trabécula septomarginal (banda moderadora), y la pared del ventrículo derecho. La rama izquierda se divide cerca de su origen en, aproximadamente, seis haces más pequeños, que dan lugar a ramas subendocárdicas que estimulan el TIV, los músculos papilares anterior y posterior, y la pared del ventrículo izquierdo. El nodo AV está irrigado por la arteria del nodo atrioventricular, la más grande y generalmente la primera rama septal IV de la arteria IV posterior, una rama de la ACD en el 80 % de las personas (v. fig. 4-60 A a C). Así, la irrigación arterial tanto del nodo SA como la del AV procede normalmente de la ACD. Sin embargo, el fascículo AV atraviesa el centro del TIV, los dos tercios del cual están irrigados por 706 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado ramas septales de la rama IV anterior de la ACI (v. fig. 4-60 C y D). La generación del impulso y su conducción pueden resumirse del siguiente modo: El nodo SA inicia un impulso que es conducido rápidamente hacia las fibras musculares cardíacas de los atrios y provoca su contracción (fig. 4-63 A). El impulso se propaga mediante conducción miogénica, que transmite el impulso rápidamente desde el nodo SA al nodo AV. La señal se distribuye desde el nodo AV a través del fascículo AV y sus ramas derecha e izquierda, que pasan por cada lado del TIV para dar ramas subendocárdicas a los músculos papilares y a las paredes de los ventrículos (fig. 4-63 B). FIGURA 4-64. Plexos y nervios cardíacos. Esta disección del mediastino superior y posterior muestra los ramos cardíacos del nervio vago (NC X) y los troncos simpáticos descendiendo a ambos lados de la tráquea para formar el plexo cardíaco. Aunque aquí se ve anterior a la bifurcación traqueal, la relación principal del plexo cardíaco es con la aorta ascendente y el tronco pulmonar; se ha extirpado la primera para exponer el plexo. Inervación del corazón. El corazón está inervado por fibras nerviosas autónomas procedentes del plexo cardíaco (fig. 4-64; v. también la fig. 4-69 B y C), que a menudo bastante artificialmente se divide en porción superficial y porción profunda. Esta red nerviosa, según se describe con más frecuencia, está situada sobre la superficie anterior de la bifurcación de la tráquea (una estructura respiratoria), ya que en la disección se observa habitualmente después de extirpar la aorta ascendente y la bifurcación del tronco pulmonar. Sin embargo, su relación primaria es con la cara posterior de estas dos últimas estructuras, en especial la aorta ascendente. El plexo 707 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado cardíaco está formado por fibras simpáticas y parasimpáticas en ruta hacia el corazón, así como por fibras aferentes viscerales que conducenfibras reflejas y nociceptivas desde el corazón. Las fibras se dirigen desde el plexo a lo largo y hacia los vasos coronarios y los componentes del sistema de conducción, en particular el nodo SA. La inervación simpática procede de fibras presinápticas, cuyos cuerpos celulares residen en los núcleos intermediolaterales (astas laterales) de los cinco o seis segmentos torácicos superiores de la médula espinal, y de fibras simpáticas postsinápticas con cuerpos celulares en los ganglios paravertebrales cervicales y torácicos superiores de los troncos simpáticos. Las fibras postsinápticas atraviesan los nervios esplácnicos cardiopulmonares y el plexo cardíaco, y terminan en los nódulos SA y AV, y se relacionan con las terminaciones de las fibras parasimpáticas en las arterias coronarias. La estimulación simpática aumenta la frecuencia cardíaca, la conducción del impulso y la fuerza de contracción, y al mismo tiempo aumenta el flujo a través de los vasos coronarios para soportar este aumento de la actividad. La estimulación adrenérgica del nodo SA y del tejido de conducción aumenta la frecuencia de despolarización de las células marcapasos mientras aumenta la conducción AV. La estimulación adrenérgica directa a partir de fibras nerviosas simpáticas, así como la estimulación hormonal suprarrenal indirecta, aumentan la contractilidad atrial y ventricular. La mayor parte de los receptores adrenérgicos de los vasos coronarios son receptores b2, que al ser activados producen relajación (o quizás inhibición) del músculo liso vascular y, por consiguiente, dilatación de las arterias (Wilson-Pauwels et al., 1997). Esto aporta más oxígeno y nutrientes al miocardio durante los períodos de mayor actividad. C U A D R O C L Í N I C O CORAZÓN Cateterismo cardíaco En el cateterismo cardíaco se inserta un catéter radiopaco en una vena periférica (p. ej., la vena femoral) y se lleva, con control fluoroscópico, a través del atrio derecho, el ventrículo derecho, el tronco pulmonar y las arterias pulmonares. Mediante esta técnica pueden registrarse las presiones intracardíacas y obtenerse muestras de sangre. Si se inyecta un medio de contraste radiopaco, puede seguirse su recorrido por el corazón y los grandes vasos mediante radiografías seriadas. Alternativamente, puede utilizarse la cinerradiografía o ecografía cardíaca para observar el flujo de colorante en tiempo real. Las dos técnicas permiten estudiar la circulación por un corazón en funcionamiento y son útiles para estudiar defectos cardíacos congénitos. Embriología del atrio (aurícula) derecho El atrio primitivo está representado en el adulto por la orejuela derecha. El atrio definitivo se ve agrandado por la incorporación de la mayor parte del seno venoso (fig. C4-23 A a C). El seno coronario también es un derivado de este seno venoso. La parte del seno venoso que se incorpora en el atrio primitivo pasa 708 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado booksmedicos.org Push Button0:
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