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Reporte
Luis Lara Pardo y la prostitución
El artículo estudia la investigación "La prostitución en México" de Luis Lara y Pardo, publicado en 1908. El autor argumenta que el trabajo de Lara refleja la influencia de la cultura francesa en las élites mexicanas durante finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y que el libro se basó en las ideas del higienista francés Parent Duchatelet. 
Luis Lara y Pardo es presentado como un hombre versátil, nacido en la Ciudad de México en 1873 y fallecido en 1945. A pesar de que su obra más citada es "La prostitución en México", el autor destaca que Lara y Pardo también escribió sobre otros temas, como la puericultura y la higiene pública.
Estudió medicina en la Escuela Nacional de Medicina de México y luego se especializó en ginecología y obstetricia en París. Su obra, "La prostitución en México", se nutrió de diversas corrientes médicas y filosóficas, entre las que destaca la producción francesa sobre prostitución y enfermedad, lo cual se refleja en todo el imaginario sobre la prostituta, así como las concepciones científicas del momento.
El telón de fondo del pensamiento de Luis Lara y Pardo, al igual que otros médicos, filósofos e intelectuales de la época, se nutre de la biología y de la visión determinista, se adhiere a la teoría racial basada en dos puntos centrales: la humanidad fundamenta su crecimiento en la dominación de una raza sobre la otra, y el grado de desarrollo de una cultura depende de sus características alimentarias y de su situación geográfica.
En su obra "La puericultura en México", Lara y Pardo vislumbra tres obsesiones: la debilidad de los mexicanos, sus tendencias a la pereza y su fealdad y talla pequeña. Su discurso racial se encuentra influenciado por el positivismo, en particular por aquella ciencia transmitida por los franceses.
Lara y Pardo se identifica con la visión del indio como una "raza débil", y agrega el fantasma de la degeneración social, se preocupa por la niñez y por la población en su conjunto, considerando que su estado es fundamental para el desarrollo del país, pero que su crecimiento exagerado puede tener consecuencias funestas.
Se construyó un imaginario sobre las prostitutas usando una gran cantidad de adjetivos, metáforas y eufemismos para describirlas, su registro incluye términos como "infelices mujeres", "plantas silvestres", "clandestinas", "novicias", "libélulas del vicio", "cubiertas de seda" y "enmascaradas de afeites".
Se describe a las prostitutas como seres inferiores, socialmente hablando, que participan de los caracteres de inferioridad que distinguen a los degenerados; son vistas como seres perversos, que poseen características como la pereza, la despreocupación, la superstición y el deseo de llamar la atención, como mujeres descalzas, sucias, hambrientas y feas, que pasean su fealdad.
Durante esta época se generó un debate entre abolicionistas y regulacionistas en México. Los abolicionistas defendían la abolición total de la prostitución, mientras que los regulacionistas abogaban por la regulación y control de la prostitución.
Lara y Pardo se posiciona en contra del reglamentarismo, aunque su postura no es completamente abolicionista. Él cree que la prostitución debe ser controlada y desautorizada, pero considera que la reglamentación es contraproducente, ya que protege el oficio y a aquellos que lo explotan. En lugar de ello, propone un sistema restrictivo que suprima la tolerancia para las casas de prostitución, persiga el exhibicionismo de las mujeres del oficio, considere delito la reunión de mujeres para practicar la prostitución y persiga de manera directa el proxenetismo.
Eduardo Lavalle, quien reaccionó de inmediato a la publicación del libro de Lara y Pardo, defiende la reglamentación de la prostitución como una medida conveniente, útil y sin peligros. Lavalle propuso que las oficinas de sanidad se encuentraran en lugares apartados y cercanos a los sitios donde se ejercía la prostitución, y que el reglamento tuviera como objetivo moderar y abolir la esclavitud que las mujeres vivían en los burdeles.
En general, el debate entre abolicionistas y regulacionistas en México durante este período se centró en la forma en que se debía abordar la prostitución, y si debía ser abolida o regulada. Ambas posturas tenían argumentos a favor y en contra, y el debate continuó durante muchos años en México y en otros países.
Referencias· Estrada Urroz, R. (2008). La prostitución en México, ¿una mirada francesa?. México, UNAM, pp. 163-194.

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