ENSAYO - Adriana Santillán

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Nombre: Adriana Santillán
Paralelo: “A”					Fecha: 21/06/2018
El arte del mirar, un sentido para la vida
Maudie: el color de la vida, es una película que nos relata la vida de la pintora canadiense Maud Lewis antes de llegar a ser tan reconocida a nivel mundial. Pero, ¿qué hay detrás de todo eso?. En el presente trabajo se analizará la relación entre el goce del objeto pulsional mirada con el deseo del sujeto; con base de la lectura Nacimiento del Sujeto de Anny Cordié. Para ello, se escogerá algunas escenas relevantes de la película, en donde se aprecia dicha relación en Maud Lewis.
Desde el nacimiento, el Otro es fundamental para la vida del niño, un Otro que ayuda a satisfacer sus necesidades; un Otro que va a influir en el instinto de vida del sujeto. Cuando el niño sale del Edipo, opera la castración y por ende habrá represión, habrá falta. El deseo le ofrece al sujeto una vía para hacer con la falta, empuja a buscar algo para llenar ese vacío. Este deseo cargado de pulsión, buscara un objeto por medio de cual descargarse, satisfacerse; es decir, mediante la satisfacción de lo pulsional surge el goce. De acuerdo a Lacan, la voz y la mirada son los dos objetos que atañen más específicamente al deseo. Hay un goce al ser mirado, pero también hay un goce al mirar.
Siempre hay un empuje a mostrar, de ver y dejarse ver. En la película, vemos este goce del objeto pulsional mirada en Maud a través de su inspiración para pintar y sus pinturas. En la escena cuando Maud va a la casa de Sandra esta le pregunta que cuál era su motivación al momento de pintar, a lo que Maud le responde que lo hace a partir de su memoria; aquello hace referencia a todas su experiencias y momentos, en donde aquella función escópica está presente. También se puede notar como cada vez que alguien reconocía sus obras, ella pintaba con más motivación. El ser reconocido y admirada por el Otro le gustaba y la empujaba a la repetición, a continuar pintando para volver a sentirlo otra vez. Lo podemos apreciar en la escena en donde Sandra va a la casa a reclamar por un pedido y ve un dibujo y le pregunta a Maud si lo había hecho, entonces respondió que sí, enseguida Sandra la halagó por aquella pintura; vemos como esas palabras causaron tanta satisfacción en Maud. En otra escena donde Sandra nuevamente va y ofrece pagar por una pintura de ella, vemos como le emociona, y cuando se va le dice alegremente al esposo “pagó por mi pintura”. De ahí a lo largo de la película sigue pintando y a la vez recibiendo halagos, lo que provocaba ese goce en Maud, esa satisfacción.
Podemos ver que, a pesar de todos los sucesos negativos en su vida, como el fallecimiento de su madre, la supuesta muerte de su hija, el que la trataran como incapaz, el que no le dieran el reconocimiento que ella esperaba, motivó a Maud a buscar un sentido a la vida, el deseo de hacer algo con esas faltas. Cuando la reconocen por sus pinturas, se aprecia cómo este deseo que hay detrás, la lleva a seguir buscando algo que llene esas faltas, la empujaba a no darse por vencida.