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Lev Vygotsky: “El desarrollo de los procesos psicológicos superiores”.
El objetivo que se propone es el de caracterizar los aspectos humanos de la conducta, y ofrecer hipótesis acerca del modo en que dichos rasgos se han ido formando en el curso de la historia humana y del modo en que se desarrollan a lo largo de la vida de un individuo.
Critica a los modelos botánicos innatistas por considerar que la maduración es un proceso pasivo.
Critica a los modelos zoológicos (por ejemplo conductismo) por interpretar a las funciones intelectuales superiores como una continuación directa de los procesos animales correspondientes.
Se le concede al lenguaje una específica función organizadora que se introduce en el proceso del uso de instrumentos y produce nuevas formas de comportamiento.
El momento más significativo en el curso del desarrollo intelectual, que da a luz a las formas más específicamente humanas de la inteligencia práctica y abstracta, es cuando el lenguaje y la actividad práctica, dos líneas de desarrollo completamente independientes hasta ese momento, convergen.
Antes de llegar a dominar su propia conducta, el niño comienza a dominar su entorno con la ayuda del lenguaje. Ello posibilita nuevas relaciones con el entorno además de la nueva organización de la propia conducta. La creación de estas formas de conducta esencialmente humanas produce más adelante el intelecto, convirtiéndose, después, en la base del trabajo productivo: la forma de utilizar las herramientas que tiene el hombre.
Es natural y necesario para el niño hablar mientras actúan; la investigación ha demostrado:
1) Para el niño el hablar es tan importante como el actuar para lograr una meta. Los niños no hablan sólo de lo que están haciendo; su acción y conversación son parte de una única y misma función psicológica dirigida hacia la solución del problema planteado.
2) Cuanto más compleja resulta la acción exigida por la situación y menos directa sea su solución, tanto mayor es la importancia del papel desempeñado por el lenguaje en la operación como un todo.
El niño planea como resolver el problema a través del lenguaje y luego lleva a cabo la solución a través de la actividad abierta. La manipulación directa queda remplazada por un complejo proceso psicológico mediante el cual la motivación interna y las intenciones, pospuestas en el tiempo, estimulan su propio desarrollo y realización.
El lenguaje no sólo facilita la manipulación efectiva de objetos por parte del niño, sino que también controla el comportamiento del pequeño.
El lenguaje egocéntrico debe se considera como la forma transicional entre el lenguaje interno y el externo.
El mayor cambio de la capacidad del niño en el uso del lenguaje como instrumento para resolver problemas tiene lugar en una etapa posterior de su desarrollo, cuando el lenguaje socializado (que en un principio se utiliza para dirigirse a un adulto) se interioriza. En lugar de acudir al adulto, los niños recurren a sí mismos; de este modo, el lenguaje adquiere una función intrapersonal además de su uso interpersonal.
En un principio, el lenguaje sigue a las acciones, está provocado y dominado por la actividad. Sin embargo, en los estadios superiores, cuando el lenguaje se desplaza hacia el punto de partida de una actividad, surge una nueva relación entre la palabra y la acción. Ahora el lenguaje guía, determina y domina el curso de la acción; la función planificadora del lenguaje hace su aparición junto con la ya existente función del lenguaje de reflejar el mundo externo.
Gracias a las palabras, los niños distinguen elementos separados, superando con ello la estructura natural del campo sensorial y formando nuevos centros estructurales. El niño comienza a percibir el mundo no solo a través de sus ojos, sino también a través de su lenguaje.
Más tarde el lenguaje no estará limitado al hecho de etiquetar las cosas con nombres, sino que adoptará una función sintetizadora, que, a su vez, será también instrumental al lograr formas más complejas de percepción cognoscitiva.
El lenguaje y la percepción están íntimamente relacionados; en la resolución de tareas, aunque no se emita ningún sonido, el lenguaje desempeña un importante papel en lo que al resultado final se refiere.
La percepción de objetos reales hace referencia a que el mundo no se ve simplemente con colores y formas, sino que también se percibe el mundo con sentido y significado.
El sistema de signos reestructura todo el proceso psicológico y capacita al niño para dominar sus movimientos. El movimiento se separa de la percepción directa y se somete al control de las funciones del lenguaje.
Con la ayuda de la función indicativa de las palabras, el niño comienza a dominar su atención creando nuevos centros estructurales en la situación percibida. El niño es capaz de determinar por sí solo el “centro de gravedad” de su campo perceptivo. Al controlar verbalmente su atención reorganiza su campo perceptivo.
El campo de atención del niño abarca todos los campos perceptivos potenciales que forman estructuras dinámicas y sucesivas.
La posibilidad de combinar elementos de los campos visuales presentes y pasados en un solo campo de atención conduce, a su vez, a una reconstrucción básica de otra función vital, la memoria. A través de formulaciones verbales de situaciones y actividades pasadas, el niño se libera de las limitaciones del recuerdo directo y es capaz de sintetizar el pasado con el presente para seguir sus propósitos.
La creación y utilización de signos como método auxiliar para resolver un problema psicológico determinado es un proceso análogo a la creación y utilización de instrumentos en lo que al aspecto psicológico se refiere. El signo actúa como un instrumento de actividad psicológica, al igual que una herramienta lo hace en el trabajo. La analogía descansa en la función mediadora que caracteriza a ambas. 
La diferencia esencial entre signo y herramienta está en los distintos modos en que orientan la actividad humana. La función de la herramienta es la de servir de conductor de la influencia humana en el objeto de la actividad; se halla externamente orientada y debe acarrear cambios en los objetos. Es un medio a través del cual la actividad humana externa aspira a dominar la naturaleza. Por otro lado, el signo no cambia absolutamente nada en el objeto de una operación psicológica. Se trata de un medio de actividad interna que aspira a dominarse a sí mismo; el signo, por consiguiente, está internamente orientado.
No obstante existe un vínculo real entre estás dos formas de actividad. El dominio de la naturaleza y el de la conducta están íntimamente relacionados: la alteración de la naturaleza por parte del hombre altera, a su vez, la propia naturaleza del hombre.
La internalización es la reconstrucción interna de una operación externa. Por ejemplo, cuando un movimiento orientado hacia un objeto (movimiento de asir un objeto) se convierte en un movimiento dirigido a otra persona (acto de señalarle a una persona un objeto).
El proceso de internalización consiste en una serie de transformaciones:
1) Una operación que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza a suceder internamente.
2) Un proceso interpersonal queda transformado en otro intrapersonal. En el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: primero entre personas (interpsicológica), y después, en el interior del propio niño (intrapsicológica). Todas las funciones superiores se originan como relaciones entre seres humanos.
3) La transformación de un proceso interpersonal en un proceso intrapersonal es el resultado de una prolongada serie de sucesos evolutivos.
La internalización, que implica la reconstrucción de la actividad psicológica en base a las operaciones con signos, es el rasgo distintivo de la psicología humana, la base del salto cualitativo de la psicología animal a la humana.
El análisis de las funciones psicológicas superiores está formado por tres principios:
1) Análisis del proceso, no del objeto. Requiere un despliegue dinámicode los principales puntos que constituyen el desarrollo de los procesos. El método podría denominarse experimental-evolutivo, en el sentido de que crea o provoca artificialmente un proceso de desarrollo psicológico.
2) Explicación versus descripción. La simple descripción no revela las relaciones dinámico-causales reales que subyacen a los fenómenos. Distinguimos entre los puntos de vista genotípicos o explicativos entre los puntos de vista fenotípicos o descriptivos en psicología. Al hablar de estudio evolutivo de un problema, me refiero concretamente al descubrimiento de su génesis, de su base causal dinámica.
3) El problema de la conducta fosilizada. Hallamos a menudo procesos que ya han desaparecido, es decir, procesos que han recorrido un largo estadio de desarrollo histórico y han terminado por fosilizarse; de tal forma que han perdido su apariencia original, de modo que su aspecto externo no nos dice absolutamente nada acerca de su naturaleza interna. Debemos comprender el origen de estos procesos; centrarnos, no en el producto del desarrollo, sino en el proceso mismo.
Estudiar algo desde el punto de vista histórico o evolutivo significa estudiarlo en su proceso de cambio; esta es la exigencia básica del método dialéctico.
El desarrollo del niño es un proceso dialéctico complejo caracterizado por la periodicidad, la irregularidad en el desarrollo de las distintas funciones, la metamorfosis o transformación cualitativa de una forma en otra, la interrelación de factores internos y externos, y los procesos adaptativos que superan y vencen los obstáculos con los que se cruza el pequeño. Se trata de transformaciones revolucionarias y espasmódicas, que implican una evolución.
En la investigación también se utiliza el método denominado “de doble estimulación”. Se coloca cerca del niño un objeto neutro, el niño incorpora activamente estos objetos neutros en la tarea de resolución de un problema. Los estímulos neutros asumen la función de signos y adquieren un carácter esencialmente distinto. Brindamos simultáneamente una segunda serie de estímulos que poseen una función especial. De este modo, podemos estudiar el proceso de realización de una tarea mediante la ayuda de medios auxiliares específicos; al mismo tiempo podemos descubrir la estructura interna y el desarrollo de los procesos psicológicos superiores.