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RESPONSABILIDAD SOCIAL

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Guía de Lectura “Ética para el Desarrollo” 
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PROGRAMA DE FORMACION 
EN ETICA PARA EL 
DESARROLLO 
 
 
 
 
 
 
 
 
G U I A D E L E C T U R A 
(Extracto de la guía original del “Programa Amartya Sen” de la FCE de la UBA) 
 
Guía de Lectura “Ética para el Desarrollo” 
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I N T R O D U C C I Ó N C O N C E P T U A L 
 
1) Ética y economía. Contexto Social 
1.1 Las relaciones entre ética y economía 1 
 
 
La ética cuenta 
Hay una sed de ética en América Latina. La opinión pública reclama en las encuestas y por todos los canales 
posibles comportamientos éticos en los líderes de todas las áreas, y que temas cruciales como el diseño de las 
políticas económicas y sociales y la asignación de recursos sean orientados por criterios éticos. 
Contrariamente a ese sentir, las visiones económicas predominantes en la región tienden a desvincular ética 
y economía. Sugieren que son dos mundos diferentes con sus propias leyes, y que la ética es un tema para el 
reino del espíritu. Este tipo de concepción que margina los valores morales parece haber sido una de las causas 
centrales del “vacío ético” en el que se han precipitado diversas sociedades latinoamericanas. La idea de que los 
valores no importan mayormente en la vía económica práctica ha facilitado la instalación de prácticas corruptas 
que han causado enormes daños. El papa Juan Pablo II ha encabezado el cuestionamiento de la supuesta 
dicotomía entre ética y economía. Ha señalado repetidamente que es imprescindible volver a analizar la relación 
entre ambas, y que la ética no sólo no es ajena a la economía sino que debería orientarla y regularla. Así, entre 
otros aspectos el Papa exige un “código ético para la globalización.” 
Esta discusión está lejos de ser teórica. Tiene sustanciales efectos prácticos. La ética incide todos los días en 
la economía. 
Lo que una sociedad hace respecto de los valores éticos puede tener importancia decisiva en su economía. 
En contra, como en los casos de Enron, Collor de Mello, Fujimori, la grave crisis de corrupción en la Argentina 
de los años noventa y otros ejemplos similares, o a favor. Si una sociedad cultiva sistemáticamente sus valores 
éticos, cosecha resultados. Noruega, por ejemplo, es el número uno —en los últimos tres años— entre 180 países 
del mundo en la tabla de Desarrollo Humano de la ONU. Una economía potente, con altísimo desarrollo social y 
sin corrupción. Esa sociedad trata por todos los medios de mantener muy altos estándares éticos. Así está 
analizando continuamente y con autocrítica sus responsabilidades como país desarrollado hacia el mundo en 
 
 
1 Extracto de : “Más ética, más desarrollo” de Bernardo Kliksberg. Editorial Temas. 19va edición 
 
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pobreza, y su gobierno impulsa una discusión ética permanente sobre los desafíos éticos de la sociedad en las 
escuelas. Los valores éticos anticorrupción y pro igualdad, solidaridad y cooperación que ha puesto en marcha 
son esenciales en sus logros económico-sociales. Esos valores son cultivados cuidadosamente en el sistema 
educativo en todos sus niveles y a través de ejemplos de los líderes. 
Es imprescindible en una América Latina agobiada por grados agudos de pobreza y desigualdad (casi uno 
de cada dos latinoamericanos es pobre, la pobreza es más elevada que en 1980, la desigualdad es la mayor del 
planeta) recuperar la estrecha relación que debería haber entre valores éticos y comportamientos económicos. 
Ello significa poner en el centro de la agenda pública temas como la coherencia de las políticas económicas con 
los valores éticos, la responsabilidad social de la empresa privada, la eticidad en la función pública, el 
fortalecimiento de las organizaciones voluntarias, y el desarrollo de la solidaridad en general. Todos los actores 
sociales deberían colaborar para que la ética volviera, tanto para erradicar la corrupción como para motivar 
actitudes positivas. 
Es fundamental al respecto el papel que puede jugar la educación en todos sus ámbitos y particularmente en 
las universidades. Las nuevas generaciones de profesionales deben ser preparadas a fondo en sus 
responsabilidades éticas. Ello es crucial en áreas decisivas para el desarrollo, como las de gerentes, contadores, 
economistas y otras profesiones afines. Así, entre otros aspectos, los especialistas en ciencias gerenciales 
deberían ser formados para impulsar un avance en las prácticas de responsabilidad social empresarial, muy 
limitadas en las realidades latinoamericana y nacional (como lo indica, entre otros, un estudio reciente de IDEA 
de la Argentina, Tercer Sector, junio 2003)2. Los contadores deberían velar por la protección de los intereses de la 
comunidad garantizando confiabilidad y transparencia total en la información tanto en el área pública como 
privada. Los economistas deberían contribuir en la generación de una economía que enfrente las tremendas 
exclusiones actuales, como la pauperización de los niños (60% de éstos en América Latina son pobres), la 
destrucción de familias por la pobreza y el desempleo (una de cada cinco en toda la región), la marginación de 
los jóvenes (su tasa de desocupación duplica en la región y en la Argentina las elevadas tasas promedio), las que 
derivan de las discriminaciones de género, del maltrato a las edades mayores, a las minorías indígenas, a los 
discapacitados, y otras. 
 
2 El estudio realizado en doce empresas de primera línea recoge entre las afirmaciones de los mismos entrevistados, según indica la revista Tercer 
Sector, que “no se está en presencia de un cambio de paradigma en cuanto al rol que tienen las empresas en el desarrollo de la sociedad y que las 
prácticas socialmente responsables no atienden las expectativas y demandas del conjunto de los actores sociales.” 
 
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2.2 Desarrollo sostenible 3 
 
El desarrollo sostenible procura satisfacer las necesidades del presente sin hipotecar las de las generaciones 
venideras. Debemos hallar un medio de solucionar los problemas sociales y medioambientales de hoy y 
aprender a vivir de manera sostenible. 
 
 
 
¿Qué es el desarrollo sostenible y cómo puede lograrse? 
¿A qué llamamos exactamente desarrollo sostenible y cómo puede alcanzarse? Veamos algunos ejemplos 
concretos de lo que cabe hacer: 
- Fomentar la paz 
En el decenio de 1990 se produjo un aumento de los conflictos tanto en África y América del Sur, como en 
Asia y Europa. La guerra es un estado de violación extrema de los derechos humanos, en particular el derecho a 
la vida, y de profunda desorganización en el país, que aniquila todo progreso social y económico. Sin paz, no 
será posible ningún modelo de desarrollo. Por ello, fomentar la paz es también trabajar en pro del desarrollo 
sostenible. 
- Luchar contra el calentamiento del planeta 
Expertos de todo el mundo estudian las causas y consecuencias de las emisiones de gas con efecto 
invernadero, que se encuentran en el origen del calentamiento global del planeta. La comunidad internacional se 
ha movilizado para hacer frente a este problema. 
Se han adoptado medidas para preservar el planeta de las repercusiones negativas del calentamiento 
 
3 Información relevada del programa La educación para el desarrollo sostenible de UNESCO. Más información en: 
http://www.unesco.org/es/education- for-sustainable-development/ 
 
http://www.unesco.org/es/education-
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mundial causado por la contaminación del aire (transporte, fábricas y centrales nucleares), entre ellas el cambio 
climático, el aumento de los niveles del mar y la modificación de las corrientesmarinas. Debemos, pues, 
proteger el planeta a fin de transmitir un patrimonio sostenible a las generaciones futuras. 
 
- Reducir las desigualdades entre el Norte y el Sur y luchar contra la pobreza 
Un importador del Norte organiza un circuito de compra y distribución de café producido por agricultores 
del Sur en un entorno preservado. 
Estos agricultores venden su producción a un precio justo, lo que les permite cubrir los costos de producción 
y vivir dignamente. Estamos hablando del comercio justo, que contribuye a reducir la pobreza. 
 
- Luchar contra la marginación de las mujeres y las niñas 
En el Sur, la alfabetización de las mujeres y la asistencia de las niñas a la escuela garantiza el bienestar de sus 
familias: los niños están mejor nutridos, cuidados y, por lo menos, cursan el ciclo completo de enseñanza 
primaria. Las madres pueden contribuir entonces a los ingresos familiares mediante actividades económicas y 
participan plenamente en la vida de la comunidad. La alfabetización de adultos o la escolarización de los niños 
permiten a todos y cada uno beneficiarse de su derecho a la educación. 
 
- El desarrollo sostenible implica una visión diferente del mundo 
El desarrollo sostenible, concepto en constante evolución, es por tanto la voluntad de mejorar la calidad de 
vida de todos, incluida la de las futuras generaciones, mediante la conciliación del crecimiento económico, el 
desarrollo social y la protección del medio ambiente. 
Como bien ilustran los ejemplos anteriores, la mejora de la calidad de vida se concreta de forma diferente de 
un continente a otro, de una nación a otra, y de un país a otro. Sin embargo, ningún continente, gobierno, 
institución o persona pueden por sí solos alcanzar este objetivo, por cuanto la índole de las dificultades que han 
de superarse requiere a la vez un compromiso internacional, colectivo e individual. 
 
Para mejorar nuestra calidad de vida es preciso cambiar nuestro aprendizaje. Tal y como destaca el Director 
General de la UNESCO Koichiro Matsuura: “La educación, en todas sus formas y todos sus niveles, no es sólo 
un fin en sí mismo, sino también uno de los instrumentos más poderosos con que contamos para inducir los 
cambios necesarios para lograr un desarrollo sostenible.” 
 
 
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3.2 La Responsabilidad social de la empresa privada 
 
Responsabilidad Social Empresaria, es una forma de gestión que se define por la relación ética y 
transparente de la empresa con todos los públicos con los cuales se relaciona, para el establecimiento de metas 
empresarias que impulsen el desarrollo sustentable de la sociedad, preservando los recursos ambientales y 
culturales para las generaciones futuras, respetando la diversidad y promoviendo una reducción de las 
desigualdades sociales4. 
 
 
Hacia un nuevo paradigma en responsabilidad social empresarial5 
 
 Las ideas predominantes sobre el rol de la empresa en la sociedad han cambiado aceleradamente en 
los últimos años. Durante décadas la visión con más preponderancia era la que sostenía que la única 
responsabilidad de la empresa privada era generar beneficios a sus dueños y que sólo debía rendirles cuentas a 
ellos. Fue legitimada doctrinariamente por Milton Friedman (1962), en un artículo donde sostenía que pedirle otra 
cosa era perjudicar su trabajo. Era la etapa de la "empresa narcisista" 
 
Se derrumbó en la realidad. Fuerzas sociales cada vez más amplias exigieron una perspectiva menos 
estrecha. En economías cada vez más concentradas, los impactos de las decisiones y acciones de las empresas 
líderes en los mercados recaen sobre toda la sociedad. En ciudades y regiones enteras unas pocas empresas son 
determinantes en la vida entera de esas áreas geográficas. 
Se pidió a la empresa que saliera de los marcos estrechos del narcisismo y surgió la era de la "empresa 
filantrópica". Crecieron las contribuciones de las empresas a causas específicas. Se desarrollaron las fundaciones, 
estimuladas por desgravaciones fiscales, y la empresa se transformó en un actor activo en campos como el 
 
4 Instituto Ethos. Disponible en: http://www.ethos.org.br y 
http://www.econ.uba.ar/www/departamentos/administracion/plan97/adm_general/Administra/ag3.html 
5 Extracto de: “Una agenda renovada de responsabilidad social empresarial para América Latina en la era de la crisis” de Bernardo Kliksberg. En “RSE y Trabajo 
Decente en la Argentina” – Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. 
 
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cultural donde se centraron muchos esfuerzos filantrópicos. 
Las empresas patrocinaban museos, expresiones artísticas de todo orden y Universidades. 
Sin embargo ese modelo quedó estrecho frente a una realidad cambiante. En el siglo XXI fuerzas históricas 
emergentes exigen que la empresa vaya mucho más allá. Que produzca una ruptura paradigmática con las 
visiones anteriores y se transforme en la empresa con alta responsabilidad social empresarial. 
Cuando los ciudadanos piden RSE, ¿qué es lo que exactamente están solicitando de las empresas? Por lo 
menos los siguientes desempeños: 
 
a) Políticas de personal que respeten los derechos de los integrantes de la empresa y favorezcan su 
desarrollo. 
La RSE empieza por casa. Se trata de asegurar condiciones dignas de trabajo, remuneraciones justas, 
posibilidades de avance, capacitación. Pero al mismo tiempo la idea incluye actualmente otros temas críticos; 
entre ellos: la eliminación de las discriminaciones de género -que siguen en vigencia en áreas como las 
remuneraciones y el acceso a posiciones directivas- y el fundamental tema del equilibrio familia-empresa. 
La empresa no debe generar incompatibilidades con los roles básicos necesarios para llevar adelante una 
vida familiar plena, sino por lo contrario favorecerlos. Es posible con las tecnologías modernas llevar adelante 
muchas ideas renovadoras al respecto. 
 
b) Transparencia y buen gobierno corporativo. 
La información debe ser pública y continua, los accionistas deben tener posibilidades de intervención activa, 
los órganos de dirección deben tener idoneidad y ser controlables, se deben eliminar los conflictos de interés. Un 
capítulo especial es el de las remuneraciones y los sistemas de incentivos y control de los altos ejecutivos. 
 
c) Juego limpio con el consumidor. 
Se espera que los productos sean de buena calidad, los precios razonables, y es decisivo que los productos 
sean saludables. Muchas experiencias recientes han mostrado gruesos problemas en este campo. Van desde los 
causados por ciertas exportaciones chinas, hasta los efectos altamente nocivos para el organismo de las "fast 
foods" con sus contenidos de grasas ultrasaturadas, y los juicios masivos a laboratorios farmacéuticos, por 
medicamentos nocivos. 
 
d) Políticas activas de protección del medio ambiente. 
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Ello va desde convertir las empresas en limpias ambientalmente, hasta colaborar de múltiples formas con la 
crítica agenda que tiene el mundo por delante en este campo. 
 
e) Integración a los grandes temas que hacen al bienestar común. 
La expectativa es que la empresa privada colabore intensamente con las políticas públicas en alianzas 
estratégicas con ella y la sociedad civil, en el enfrentamiento de cuestiones esenciales para el interés colectivo 
como la deserción escolar, el mejoramiento de la calidad de la educación, la reducción de la mortalidad materna, 
y la mortalidad infantil, la inclusión de los jóvenes marginados, y otras similares. La empresa privada además de 
aportar recursos puede contribuir a grandes programas de utilidad pública con alta gerencia, canales de 
marketing, espacios en internet, tecnologías avanzadas, y muchas de sus tecnologíasespecíficas. No se pide que 
reemplace a la política pública que en una democracia tiene la obligación de garantizar a todos: educación, 
salud, trabajo, e inclusión, sino que sea un aliado creativo, y constante de ella. 
 
f) No practicar un doble código de ética. 
 
 
Debe haber coherencia entre el discurso de RSE y la práctica. Una incoherencia fundamental es por ejemplo 
el llevar adelante prácticas de corrupción de funcionarios públicos para lograr objetivos empresariales. Hasta 
1999, en que la OCDE penó la corrupción en algunos países desarrollados se permitía la. deducción fiscal de los 
sobornos como "gastos de negocios". 
Por otra parte las empresas multinacionales no deberían aplicar un código de RSE en sus países centrales y 
otro disímil en países en desarrollo. Sería grave, como ha sucedido en algunos casos, que apliquen normas de 
conducta avanzadas en sus casas matrices y empleen mano de obra infantil, o degraden el medio ambiente sin 
consideraciones en sus inversiones. 
La idea de RSE ha progresado fuertemente en los últimos años. La revista The Economist por ejemplo, que 
hasta hace pocos años veía muy críticamente a la RSE, considera que "ha ganado la batalla de las ideas", y que 
"con el tiempo será simplemente la manera de hacer negocios en el siglo XXI". 
Detrás de su avance hay fuerzas históricas estructurales que la empujan a diario. En primer lugar en las 
democracias una sociedad civil cada vez más densa, articulada y participativa, los ciudadanos piden a voces 
éticas a los políticos y también crecientemente a los empresarios, las ONG y la opinión pública han librado 
victoriosamente luchas de largo alcance como la que llevaron adelante en defensa de la salud pública contra una 
de las concentraciones empresariales más poderosas, la de la industria del tabaco. 
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Han sido fundamentales en derrotar la tesis propiciada, según el Premio Nobel Al Gore, entre otros, por 
empresas contaminantes de que no hay un peligro ambiental real. Hoy la alarma está generalizada, el debate es 
cómo encararlo. 
Porter y Kramer (Harvard Business Review, diciembre 2006) describen así las presiones de la sociedad civil: 
"Muchas compañías despertaron a la responsabilidad corporativa después de ser sorprendidas por respuestas 
públicas a cuestiones que no consideraban previamente que eran parte de sus responsabilidades empresariales. 
Los laboratorios han descubierto que se espera que respondan a la epidemia de SIDA en África que está lejos de 
sus mercados y líneas de producción primarias. Las empresas de comida rápida están siendo hechas ahora 
responsables por la obesidad y la mala nutrición". 
Por otra parte los pequeños accionistas, ya muy inquietos por Enron, la séptima empresa de los Estados 
Unidos llevada a una quiebra fraudulenta que les costó 60.000 millones de dólares en ahorros, están ahora en 
total ebullición frente a la caída de las grandes instituciones financieras de Wall Street. Exigen a través de los 
fondos de pensiones, y otras organizaciones en que han invertido, un cambio sustancial en las reglas de juego en 
el que el buen gobierno corporativo controlado es una reivindicación central. 
En tercer término se halla el avance del consumo responsable. En los Estados Unidos como en otras 
economías desarrolladas crece el "consumidor verde o ético"; se estima en no menos de 110.000 millones de 
dólares en USA el mercado de consumidores que cuando compran tienen en cuenta si la empresa es saludable, 
amigable con el ambiente, y sus niveles de RSE. 
Ciudadanos activos, accionistas indignados, y consumidores responsables están empujando el cambio de 
paradigma en RSE. Han llegado para quedarse. Cuanto más progrese el irreversible y tan esperanzador proceso 
de democratización que viven amplias áreas del planeta, mayor será su incidencia y presión. 
Con su impulso, se ha cambiado totalmente la ecuación de Friedman, las empresas privadas que tendrán 
mayores chances de tener buena performance económica no serán las "narcisistas", sino por el contrario las de 
mejor RSE. 
Investigaciones de todo orden dan cuenta de que a más RSE, más competitividad, lealtad de los 
consumidores, posibilidad de atraer los más capaces a la empresa, productividad laboral, y confianza en los 
mercados. En una encuesta en The Economist (2005) "sólo el 4% de los empresarios afirmaron que la RSE era una 
pérdida de tiempo y dinero", 
La RSE es una exigencia ética de la sociedad, pero al mismo tiempo es el modo en que la empresa pueda 
reciclarse para el siglo XXI. Un Siglo donde deberá rendir cuentas no sólo a sus dueños como equivocadamente 
creía Friedman, sino a todos los stakeholders lo que significa a sus propios empleados, los pequeños 
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inversionistas, los consumidores, la opinión pública, y la sociedad civil en sus variadas expresiones. 
La crisis ha agudizado la necesidad de cambios perentorios en las ideas convencionales sobre el rol de la 
empresa en la sociedad. Lo ha entendido muy bien la Comisión Europea (marzo 2009) que termina de reclamar a 
las empresas "especialmente del sector financiero" que presten más atención a la ética y a las políticas de RSE. 
Sus concusiones son similares a las de la última reunión de consejo del Global Reporting Initiative (2009), 
autoridad mundial en informes de sostenibilidad que ante el hecho de que "con la falta de transparencia se ha 
fallado a los accionistas de las empresas" en la crisis, propone que es hora de reexaminar que la triple rendición 
que exige en los balances, económica, social, y medioambiental, deje de ser voluntaria y pase a ser obligatoria. 
Ya Suecia ha implantado esa obligatoriedad para las empresas con más de un 50% de participación estatal, y 
Dinamarca la está aplicando para sus 1.100 mayores empresas. 
 
5) El rol de la Universidad 
5.1 Responsabilidad Social Universitaria6 
 
 
Al igual que la Empresa que ha debido superar el enfoque filantrópico de la inversión social (como gasto 
extra) para entenderse a sí misma bajo el nuevo paradigma de la Responsabilidad Social, la Universidad debe 
tratar de superar el enfoque de la "proyección social y extensión universitaria" como “apéndices” bien 
intencionados a su función central de formación estudiantil y producción de conocimientos, para poder asumir 
la verdadera exigencia de la Responsabilidad Social Universitaria. Todo parte, en nuestra opinión, de una 
reflexión de la institución académica sobre sí misma en su entorno social, un análisis de su responsabilidad y 
sobre todo de su parte de culpabilidad en los problemas crónicos de la sociedad, dejando de pensarse como una 
burbuja de paz y racionalidad en medio de la tormenta en que se debate el “Titanic planetario”, como llama 
Edgar Morin a nuestro “barco Tierra”, esa lujosa nave tecnocientífica pero sin rumbo. La verdad es que todos los 
líderes que hoy gobiernan las instituciones públicas y privadas que dirigen a este Titanic salen de las mejores 
Universidades y aplican a diario ciencias y tecnologías aprendidas ahí, que sin embargo crean y reproducen el 
mal desarrollo en el cual la mayor parte de la humanidad trata de sobrevivir. La relación entre la crisis del saber 
tecnocientífico hiperespecializado (fragmentado) y su ceguera crónica concerniente a los efectos globales que 
engendra por un lado, y la crisis social y ecológica mundial por otro lado, tiene que ser el punto de partida para 
una reforma universitaria de responsabilización social que no sea meramente cosmética, sino una profunda 
 
6 Extractos del texto: “¿Qué es la Responsabilidad Social Universitaria?”, por Vallaeys, François, Artículo publicado por la Un iversidad Internacional, 
www.rsu.uninter.edu.mx/ 
 
http://www.rsu.uninter.edu.mx/
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11 de 13reflexión sobre el significado social de la producción de conocimiento y la formación profesional de líderes en la 
era de la ciencia. 
Después de reconocer que no sólo se trata de reformar a las malas políticas, sino también a los malos 
conocimientos y epistemologías que la Universidad contribuye en producir y transmitir, y que inducen estas 
malas políticas, cada Universidad podrá empezar a elaborar su propio diagnóstico y reforma. La 
Responsabilidad Social Universitaria exige, desde una visión holística, articular las diversas partes de la 
institución en un proyecto de promoción social de principios éticos y de desarrollo social equitativo y sostenible, 
para la producción y transmisión de saberes responsables y la formación de profesionales ciudadanos 
igualmente responsables. 
 
La profundidad y la radicalidad de la reforma puede asustar, pero no debemos olvidar que el proceso puede 
ser gradual y empezar por cambios organizacionales sencillos. Además, muchos de los elementos de la reforma 
de responsabilización social están ya presentes en la mayoría de nuestras Universidades (como por ejemplo la 
investigación interdisciplinaria, la articulación en ciertos cursos de la docencia con la proyección social, el 
desarrollo de los métodos pedagógicos del Aprendizaje Basado en Problemas y el Aprendizaje Basado en 
Proyectos, etc.) salvo que de modo desarticulado y sin perspectiva institucional integrada. 
Para precisar orientaciones estratégicas generales de responsabilización social universitaria, es provechoso 
enfocar 4 líneas de acción institucional: 
 
1- En lo que concierne la Gestión interna de la Universidad: La meta es orientarla hacia la transformación 
de la Universidad en un pequeña comunidad ejemplar de democracia, equidad (supresión de las segregaciones 
y corrección de los privilegios), transparencia (política y económica), y hacer de ella un modelo de desarrollo 
sostenible (política de protección del medio ambiente, uso de papel reciclado, tratamiento de los desechos, etc.). 
Será pertinente utilizar herramientas empleadas ya por las empresas para lograr niveles de calidad como la 
norma SA 8000 por ejemplo, o el Balance social. Hacer de la Universidad una comunidad socialmente ejemplar, 
es beneficiarse de una doble fuente de aprendizaje: el estudiante aprende en la Universidad su carrera, pero 
también aprende de la Universidad los hábitos y valores ciudadanos. Más que los cursos de ética, cuyo impacto 
actitudinal es discutible, es la práctica cotidiana de principios y buenos hábitos comunes que forma las personas 
en valores. 
2- En lo que concierne la docencia: La meta es de capacitar a los docentes en el enfoque de la 
Responsabilidad Social Universitaria y promover en las especialidades el Aprendizaje Basado en Proyectos de 
carácter social, abriendo el salón de clase hacia la comunidad social como fuente de enseñanza significativa y 
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práctica aplicada a la solución de problemas reales. Aquí se trata de ser creativos, y de imaginar (no sólo a través 
de prácticas profesionales sociales, sino también en los cursos teóricos de cada carrera) cómo el estudiante puede 
aprender lo que tiene aprender haciendo cosas socialmente útiles y formándose como ciudadano informado y 
responsable. Esto fomentará la creación de talleres de aprendizaje en las facultades, mayor articulación entre las 
disciplinas (por la necesidad de un enfoque multi e interdisciplinario para tratar los problemas sociales), y 
mayor articulación entre la docencia, la investigación y la proyección social. 
3- En lo que concierne la investigación: La meta es de promover la investigación para el desarrollo, bajo 
todas las formas posibles. Por ejemplo, una estrategia posible es que la Universidad firme convenios de 
hermanamiento con distritos urbanomarginales o rurales e invite a los departamentos de las diversas 
carreras a desarrollar investigaciones interdisciplinarias aplicadas con dichas localidades. Así, 
investigadores y docentes se encuentran trabajando sobre la misma problemática en el mismo lugar 
desde sus especialidades respectivas, creando una sinergia de saberes, y la interdisciplinariedad deja 
por fin de ser el “elefante blanco” del cual todos hablan pero que nunca nadie ha podido domar y 
montar. 
4- En lo que concierne la proyección social: La meta es de trabajar en interfaz con los departamentos de 
investigación y los docentes de las diversas facultades para implementar y administrar proyectos de desarrollo 
que puedan ser fuente de investigación aplicada y recursos didácticos para la comunidad universitaria. 
Dejando atrás la marginalización institucional de estas iniciativas voluntarias humanitarias, por la debilidad 
de su vínculo con la formación profesional y la didáctica universitaria, la idea es de lograr una integración de la 
proyección social en el corazón de la institución, gracias a una Dirección Académica de Responsabilidad Social 
Universitaria que gestione las iniciativas estudiantiles y docentes, y pueda controlar su calidad. Inútil de 
precisar que tal unión estrecha entre proyección social, docencia e investigación resultará sin duda en el 
aumento significativo del voluntariado estudiantil, puesto que el alumnado habrá podido aprovechar de un 
aprendizaje basado en proyectos durante su formación. 
La articulación entre las líneas de acción institucional y las diversas carreras que propone cada Universidad 
se formula a través de los diferentes tipos de ejes temáticos que el campo del desarrollo ofrece, y que las ONGs y 
Organizaciones Internacionales han puesto en la agenda social: desarrollo humano y calidad de vida, desarrollo 
económico, desarrollo tecnocientífico sostenible, desarrollo ciudadano y de la democracia, desarrollo de 
capacidades y cultural, etc. Tantos temas que pueden interesar a todas las carreras universitarias posibles, desde 
las ingenierías hasta las artes plásticas, pasando por la psicología o la educación. 
Las posibilidades de integración entre las iniciativas de enseñanza, investigación y proyección social son casi 
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infinitas, sólo conviene brindar el apoyo institucional adecuado a las personas creativas de cada claustro 
universitario, y cuidar del retorno permanente de las acciones sociales emprendidas hacia el mejoramiento de la 
formación académica y profesional de la comunidad universitaria, única medida que garantice la continuidad a 
largo plazo de la dinámica de Responsabilidad Social Universitaria. 
 
	G U I A D E L E C T U R A
	(Extracto de la guía original del “Programa Amartya Sen” de la FCE de la UBA)
	1) Ética y economía. Contexto Social
	1.1 Las relaciones entre ética y economía
	2.2 Desarrollo sostenible
	¿Qué es el desarrollo sostenible y cómo puede lograrse?
	3.2 La Responsabilidad social de la empresa privada
	Hacia un nuevo paradigma en responsabilidad social empresarial
	a) Políticas de personal que respeten los derechos de los integrantes de la empresa y favorezcan su desarrollo.
	b) Transparencia y buen gobierno corporativo.
	c) Juego limpio con el consumidor.
	d) Políticas activas de protección del medio ambiente.
	e) Integración a los grandes temas que hacen al bienestar común.
	f) No practicar un doble código de ética.
	5) El rol de la Universidad
	5.1 Responsabilidad Social Universitaria

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