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evolución del concepto patrimonial

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Evidencia de 
estudio 
 
 
“Evolución del concepto patrimonial” 
El concepto de Patrimonio Cultural ha experimentado una evolución significativa 
en el contexto internacional a lo largo del tiempo. En un principio, se centraba 
principalmente en la protección y conservación de las manifestaciones culturales 
materiales, como monumentos, sitios arqueológicos y conjuntos arquitectónicos, 
que tenían un valor excepcional desde una perspectiva histórica, estética, 
científica, arqueológica, etnológica o antropológica. Estos bienes culturales eran 
protegidos por una jurisdicción específica a nivel nacional e internacional. 
Sin embargo, durante el último tercio del siglo XX, se produjo un cambio en la 
percepción sobre el concepto, esto se debió al reconocimiento de nuevos 
enfoques y conceptos, como el desarrollo de los pueblos, la tolerancia, la 
diversidad cultural y la conservación del medio ambiente; estos nuevos 
elementos enriquecieron el concepto de "cultura" y llevaron a una ampliación de 
la definición. 
Se tomó conciencia de la importancia del patrimonio intangible, es decir, las 
manifestaciones culturales inmateriales, como tradiciones, expresiones orales, 
conocimientos y prácticas. Esta ampliación del concepto de Patrimonio Cultural 
se tradujo en la creación de nuevas categorías y enfoques de protección y 
preservación. 
En la actualidad, el concepto incluye tanto el patrimonio material como el 
inmaterial, se reconoce la necesidad de salvaguardar y proteger tanto los 
monumentos y sitios históricos como las tradiciones y expresiones culturales 
 
transmitidas generacionalmente. Se ha hecho hincapié en la importancia de 
promover la participación ciudadana en la gestión del patrimonio cultural, 
involucrando a las comunidades locales en la toma de decisiones y en la 
preservación de su propio patrimonio. 
En el contexto mexicano, el concepto también ha experimentado una evolución 
significativa, al igual que en el contexto internacional, en un principio, la atención 
se centraba principalmente en la protección y conservación de los bienes 
culturales materiales, como zonas arqueológicas, monumentos históricos y 
construcciones emblemáticas. Estos elementos eran considerados como 
patrimonio cultural debido a su valor histórico, artístico o científico. 
En las últimas décadas, se ha ampliado la concepción, se ha reconocido la 
importancia de los elementos intangibles, como las tradiciones, festividades, 
conocimientos y prácticas comunitarias, que son parte fundamental de la 
identidad cultural del país. Estos elementos inmateriales son considerados 
igualmente valiosos y dignos de protección y preservación. 
Se ha dado mayor énfasis en la participación de la sociedad civil en la gestión 
del patrimonio cultural, reconociendo que la conservación y promoción del 
patrimonio cultural no debe ser responsabilidad exclusiva de las instituciones 
gubernamentales, sino que debe involucrar a toda la sociedad. Esto implica la 
participación activa de las comunidades locales, los expertos en patrimonio, los 
investigadores, los artistas y la población en general. 
En este sentido, se ha fomentado la creación de políticas de colaboración y 
coordinación entre las instituciones gubernamentales y la sociedad civil, para 
lograr una gestión más eficiente y una mayor participación de la comunidad en 
las decisiones. Se han desarrollado programas y proyectos que buscan 
 
fortalecer el sentido de apropiación y pertenencia de la población hacia su 
patrimonio cultural, así como promover la transmisión de conocimientos y 
prácticas tradicionales a las nuevas generaciones. 
El papel de la sociedad civil es fundamental y es cada vez más reconocido en el 
ámbito internacional, esta tiene conocimientos y experiencias locales que son 
valiosas para la gestión. Los ciudadanos, como portadores de tradiciones, 
conocimientos y prácticas culturales, tienen un vínculo directo con su patrimonio 
y son quienes mejor conocen sus necesidades, inquietudes y perspectivas, por 
ello son esenciales para identificar los bienes más importantes, evaluar su 
estado de conservación y desarrollar estrategias adecuadas para su protección. 
Al mismo tiempo, puede desempeñar un papel activo en la promoción y difusión 
del patrimonio cultural. Las organizaciones de la sociedad civil, como 
asociaciones culturales, ONGs, colectivos de artistas y grupos comunitarios, 
pueden organizar eventos culturales, exposiciones, talleres y programas 
educativos que contribuyan a la valoración y difusión del patrimonio. 
La sociedad civil puede ejercer una función de control y vigilancia, así como 
garantizar una mayor transparencia en la toma de decisiones y en el uso de los 
recursos destinados a la protección del patrimonio. Los ciudadanos pueden velar 
por el cumplimiento de las leyes y normativas de protección, denunciar posibles 
daños o intervenciones indebidas en los bienes culturales y contribuir a la 
preservación a largo plazo del patrimonio. Su participación activa es fundamental 
para garantizar la preservación y promoción del patrimonio cultural en beneficio 
de las actuales y futuras generaciones. 
La globalización ha tenido un impacto significativo en la creación de nuevas 
categorías, el mundo se ha vuelto más interconectado y las culturas han entrado 
 
Hernández González. E. (2010). Evolución del concepto de patrimonio cultural y la 
parcipaciòn ciudadana. México, https://hal.science/hal-
01141657/documentRecuperado de: 
https://ich.unesco.org/doc/src/2003_Convention_Basic_Texts-_2018_version-SP.pdf 
en contacto unos con otros, ha surgido una mayor conciencia de la diversidad 
cultural y de la necesidad de proteger y preservar la herencia cultural de 
diferentes comunidades. 
Ha implicado la adaptación y el cambio cultural en muchas comunidades, esto 
ha llevado a la creación de nuevas formas de expresión cultural y a la 
emergencia de híbridos culturales que combinan elementos de diferentes 
tradiciones y culturas. Estas nuevas formas de expresión y manifestaciones 
culturales también han sido reconocidas como parte del patrimonio cultural y se 
han establecido categorías para su protección. 
 
Referencias

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