Reflexión-Moscas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE INGENIERÍA
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
Ética Profesional
Grupo: 19 - Semestre: 2022-2
Reflexión:
El señor de las moscas
FECHA DE ENTREGA: 12/05/2022
Profesora:
Lazos Ramı́rez Luz Dra.
Alumno:
Téllez González Jorge Luis
Ciudad Universitaria, 12 de mayo de 2022
Introducción 
¿Civilización o Barbarie? Tal pregunta hace referencia a qué camino seguirían unos niños 
aislados de la civilización moderna en búsqueda de su supervivencia. La novela, 
principalmente, plantea cómo es que estos niños comienzan a modificar su comportamiento 
hasta llegar a un punto donde su educación anterior se ve completamente borrada en favor 
de una conducta primitiva donde la supervivencia se transforma en el factor clave en la 
interacción humana. 
 ¿Y qué es la supervivencia para un ser vivo sino priorizar sus intereses propios para 
garantizar su éxito? Morten Moshagen en su trabajo The Dark Core of Personality define 
un “Factor-D” inherente a todos los seres humanos que define como la tendencia a 
maximizar la utilidad propia a costa de otros, acompañada de creencias que funcionen 
como justificación de las conductas malévolas propias. [1] A partir de este concepto, 
Moshagen establece que, entre más fuerte sea este factor en una persona, más posibilidad 
tiene de manifestar actitudes y conductas éticamente, moralmente y socialmente 
cuestionables, y que este factor puede desarrollarse y amplificarse a partir de un rasgo 
oscuro como el narcisimo o el sadismo inherente a ciertos individuos. 
 Evidentemente, la conducta humana no es ni blanca ni oscura. La maldad humana 
no necesariamente puede manifestarse de la misma forma en todos ni darse por las mismas 
causas. 
 
Desarrollo 
Consideremos a los dos personajes principales que chocan durante la novela: Ralph y Jack. 
El primero representa al lider de la “civilización”; aquel que busca establecer una 
organización social seria y participativa al estilo de una democracia. Por otra parte, Jack 
representa a la “barbarie”; el que pone sus deseos sobre el resto tratando de doblegar a 
otros y dominarlos sin que nada se interponga en su camino. 
 Ambos líderes inevitablemente terminan en conflicto, con Jack logrando 
eventualmente destruir la organización inicial de Ralph al punto de que este tiene que 
esconderse hasta que finalmente un oficial naval descubre el dantesco escenario de una 
jungla en llamas. 
 ¿Qué eligirían unos niños que, en pleno desarrollo e inocencia, se ven forzados a 
sobrevivir sin tener una noción clara de aquello que es correcto o incorrecto en una 
civilización moderna? Un liderazgo correcto y plenamente conciente conduciría a una 
coexistencia adecuada, sin embargo, los niños a tan corta edad no tienen la plena 
capacidad de un adulto para comprender a cabalidad los códigos morales que conducen a 
las sociedades; incluso aunque puedan comprender a cierto nivel el concepto del bien y el 
mal. [2] En cambio, un niño es un ser que depende de una figura a la que seguir. Sin 
embargo, ¿qué ocurre cuando es otro niño aquella figura? 
El caso de Jack y su liderazgo autoritario nos lleva al concepto de la obediencia a 
la autoridad. Faltando los elementos esenciales para un buen liderazgo pleno y conciente 
y teniendo en su lugar un niño sin una guía moral y basándose en sus deseos, la aparición 
de Rogers que asesinen Piggys es una funesta consecuencia de líderes sin pleno sentido 
de responsabilidad y moralidad que imponen su voluntad y someten bajo su yugo a otros 
niños que, aunque sean los más calmados del mundo, pueden ser capaces de realizar 
cosas inimaginables. Un dictador que, en esencia, no es más que un niño incapaz de ver el 
futuro y que está atado al presente y la satisfacción de sus deseos. 
 
Conclusión 
A raíz de lo comentado, es posible afirmar que los niños atrapados en una situación como 
la planteada en el libro terminarían en la barbarie. Al no existir una guía moral (es decir, un 
adulto responsable) los rasgos oscuros de los niños pueden aflorar con suma facilidad y 
sin ningún freno. Un niño es capaz de causar tanto daño como un adulto y, aunque no se 
puede hablar de que ha nacido siendo malo, un ambiente propicio puede dar lugar al 
nacimiento de nuevos Jack incapaces de hacerse responsables de sus acciones y 
ensimismados en hacer realidad sus deseos propios a partir de su instinto natural de 
sobrevivir. 
Referencias 
[1] Kaufman S.B. (2018). The Dark Core of Personality. Recuperado de: 
https://blogs.scientificamerican.com/beautiful-minds/the-dark-core-of-personality/ 
[2] Castaño J. (2019). Menores transgresores: ¿En qué momento la maldad se apodera de la inocencia? 
Recuperado de: https://www.lafm.com.co/internacional/ninos-asesinos-en-que-momento-la-maldad-se-
apodera-de-la-inocencia 
https://blogs.scientificamerican.com/beautiful-minds/the-dark-core-of-personality/
https://www.lafm.com.co/internacional/ninos-asesinos-en-que-momento-la-maldad-se-apodera-de-la-inocencia
https://www.lafm.com.co/internacional/ninos-asesinos-en-que-momento-la-maldad-se-apodera-de-la-inocencia