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La Biblia Del Beatmaker

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Prefacio
Mi nombre es Matías Zozaya, alias Klear Beats, y este libro fue escrito no
sólo basándome en mi perspectiva personal, sino también en los años de
experiencia que he acumulado dentro del mercado musical.
En el año 2006 comencé a dar mis primeros pasos dentro de la música
de la mano de mi primer guitarra. Fue un obsequio de mi padre que
daría un viraje a mi vida para siempre.
Quince años después, habiéndome apuntado logros como operar
eventos musicales en vivo de más de 7.500 personas, construir un canal
de YouTube con más de 235.000 vistas acumuladas, etcétera, me vi en la
necesidad de dar un sistema que me permitiese obtener ingresos
estables sin tener que alejarme de este mundo.
No es ningún secreto que los músicos, productores y técnicos de audio,
generalmente vivimos en la “cuerda floja”. Necesitamos movernos
constantemente para generar nuevos clientes y, al mismo tiempo,
realizar nuevos trabajos cada mes para obtener ingresos económicos
medianamente predecibles.
Esa fue mi misma situación hasta el preciso momento en el cual
comencé a especializarme en el mundo del beatmaking. Investigando un
poco sobre este nicho, rápidamente comencé a identificar las “reglas”
que todos los expertos recomiendan para ser exitosos. Sin embargo,
muchas de estas reglas se enfocaban demasiado en lo artístico y no en la
faceta “económica” o de “negocios” que también debemos dominar para
poder sustentarnos vendiendo nuestra música.
Fue entonces que me vi en la tarea de diseñar un plan de negocios que
me permitiese sostenerme económicamente en base a la creación y
venta periódica de instrumentales.
Luego de meses de trabajo, he plasmado en este libro el resultado de
todas mis investigaciones, avances y descubrimientos dentro del mundo
del beatmaking para que todos los productores del mundo puedan vivir
de lo que aman: hacer música.
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Introducción
Estimado lector, quiero darte la bienvenida a La Biblia del Beatmaker.
Lo que tienes en tus manos no es simplemente un libro, sino una
herramienta que te permitirá descubrir una nueva manera de hacer
negocios con tu música en internet.
No quiero caer en afirmaciones engañosas como “obtendrás 500 clientes
nuevos cada semana”, “venderás USD$5.000 a diario”, etcétera. Sin
embargo, sí puedo afirmar que si aplicas todos los conocimientos que
obtendrás mediante este libro, podrás ver una mejoría en las ventas de tu
negocio musical.
Así como ser productor y beatmaker es todo un arte, lograr sustentarse
económicamente con estas actividades también es otro tipo de arte en sí
mismo. Y si bien llegar a esa gloriosa meta de “vivir de nuestra música”
suele ser algo complicado, no es nada imposible de lograr contando con
los consejos adecuados.
Según mi criterio y mi experiencia, para mantener un negocio de
beatmaking sustentable deberemos dominar tres pilares fundamentales,
en el siguiente orden:
➔ La creación de instrumentales de calidad profesional.
➔ La adecuada promoción de estos instrumentales en internet.
➔ La correcta venta de estos instrumentales.
Es por ello que, basándome en esos tres pilares, he estructurando la
información de este libro en tres grandes capítulos (más un cuarto
capítulo a modo de bonus) que te serán sumamente valiosos para
acelerar tu negocio de producción musical o, por qué no, inclusive
comenzar desde cero... ¡Comencemos!
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Capítulo I - Cómo hacer un beat.
1. ¿Cómo elegir tu DAW?
Antes que nada debemos comprender que es un DAW. Y sencillamente
se trata de un acrónimo para “digital audio workstation”, que en español
sería “estación de trabajo de audio digital''.
Si bien algunos autores se refieren a los DAWs como un sistema
completo integrado tanto por el software como por los equipos que se
necesitan para trabajar con audio digital, nosotros solamente nos
enfocaremos en la parte del software.
Esta clase de software se utiliza tanto en estudios profesionales como en
estudios pequeños para poder grabar, editar, mezclar y masterizar audio
digital.
Existen decenas de opciones desde las cuales podremos elegir con qué
software trabajar. Y lamentablemente lo que siempre veo en internet, es
que se aconseja algo extremadamente erróneo. Generalmente, se tiende
a creer que mientras más costoso sea el software, de mejor calidad será.
Esto bajo ningún concepto es así.
Pongámoslo de la siguiente manera: si yo quisiera quitar un tornillo de un
trozo de madera utilizando un martillo, claramente no podré hacerlo.
Ahora, ¿qué pasaría si yo fuese a la ferretería y comprarse un martillo el
triple de costoso? Obviamente, seguiría sin poder realizar la tarea que
quiero realizar. Lo que debería estar utilizando es un destornillador y no
un martillo.
Con este ejemplo, lo que quiero transferirte, es que no importa el precio
de la herramienta, sino que lo que importa es que utilicemos la
herramienta adecuada para el trabajo adecuado.
Dentro del mundo de los DAWs, si bien casi todos cumplen exactamente
la misma función (que como ya dijimos es grabar, editar, mezclar y
masterizar audio digital), algunos serán mejores para producir géneros
relacionados al rock, otros serán mejores para producir géneros
relacionados a la música urbana, y así sucesivamente.
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1.1. El caso de Pro Tools.
Si nos ponemos a hablar un poco sobre Pro Tools, lo principal que
podríamos destacar de este software es que se ha vuelto un estándar en
un gran porcentaje de los estudios de grabación a nivel mundial.
Ahora, podrías preguntarte por qué Pro Tools ha llegado a ese nivel de
propagación con el elevado costo económico que posee. Y si bien la
respuesta fácil sería decir que es el mejor DAW del mercado, yo
personalmente opino que Pro Tools no posee mayores ventajas por
sobre otros softwares de su categoría, y que ha logrado estandarizarse a
lo largo del mundo por haber sido uno de los primeros DAWs en
aparecer en el mercado.
Tan sólo te invito a imaginarlo. Hace un par de décadas atrás, no existían
tantas alternativas como existen hoy en día. Y es así como la gente de Pro
Tools, valiéndose de esa escasez y de una excelente e impecable
estrategia de marketing, logró posicionar a su producto como uno de los
más utilizados en casi todos los estudios a nivel mundial.
Pro Tools es un excelente software que, además, es extremadamente
versátil. Los ingenieros lo utilizan para producir una infinidad de géneros
musicales diferentes. Sin embargo, lo que siempre aconsejo, es que si
recién te estás iniciando en este mundo, Pro Tools no será tu mejor
opción, debido a que tiene un altísimo costo económico.
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1.2. FL Studio vs. Ableton.
Como dijimos previamente, cuando nos disponemos a realizar una tarea,
debemos elegir la herramienta adecuada para realizarla.
Y si bien Pro Tools es un software excelente, personalmente creo que a la
hora de dedicarnos al beatmaking nuestros mejores aliados serán tanto
FL Studio como Ableton.
Ahora, que yo los recomiende como la mejor alternativa para dedicarnos
al beatmaking, para nada quiere decir que estos sean los dos mejores
DAWs del mundo. Es más, hasta me atrevo a decir que no existe tal
cosa como “el mejor DAW del mundo''.
Volviendo a FL Studio y Ableton, al ser éstos los softwares más utilizados
por los beatmakers, se ha generado una suerte de tribalismo y rivalidad
sin sentido entre los usuarios de ambos DAWs.
Si bien soy usuario de FL Studio, tampoco soy una persona necia. Sé
reconocer que Ableton también es una excelente opción si queremos
dedicarnos a esta profesión.
Así que amigo, voy a recomendarte dos cosas puntuales:
➔ Probar ambos softwares antes de decidirte por uno de ellos.
➔ Una vez que realices tu elección, no entres en esas absurdas
peleas por redes sociales en las cuales se debate si FL Studio es
mejor que Ableton o viceversa. Concéntrate en lo importante:
dominar tu DAW de elección.
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2. Dominando tu DAW.
Si quisieras ser piloto, lo primero que deberías hacer es tomar un curso
para aprender cómo operar un avión. Si quisieras ser chofer de camiones,
obviamente primero deberías aprender a manejar. Si quisierasser
carpintero, deberías aprender a utilizar sierras, lijadoras, cepilladoras,
etcétera, antes de poner manos a la obra.
Entonces, si queremos ser beatmakers y/o productores musicales, el
primer paso que debemos dar es dominar nuestro DAW. Si no
sabemos cómo grabar, editar, mezclar y masterizar audio correctamente
en nuestra estación de trabajo, mucho menos podremos crear
instrumentales de calidad.
Bien podemos tener muchísimos conocimientos musicales, más si
fallamos en la parte técnica de nuestra profesión, nunca podremos lograr
que las melodías que tenemos en nuestra cabeza suenen bien en
nuestros parlantes (y en los parlantes de nuestra audiencia).
Si eres usuario de FL Studio (o estás considerando utilizarlo en un
futuro), te invito a aprovechar mi curso gratuito de este DAW que tengo
disponible en mi canal de YouTube. Podrás acceder haciendo click aquí.
En caso de que hayas optado por algún otro DAW, estoy un cien por
ciento seguro de que podrás encontrar algún curso gratuito en YouTube
para aprender a operarlo.
Así que, amigo, debemos avanzar paso a paso. Primero tenemos que
dominar nuestra herramienta de trabajo, y luego podremos pensar en
hacer negocios con nuestra música.
3. El controlador MIDI.
Eventualmente, deberemos incorporar a nuestras producciones
instrumentos a los cuales tal vez no tengamos acceso.
Puede darse que necesitemos incorporar un sonido de sintetizador
vintage, algunas secciones de órgano de tubos, o hasta tal vez pueda
suceder que en alguna situación necesitemos un sonido de batería
característico, pero no contemos con ese kit de batería de manera física
en nuestro estudio.
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https://youtube.com/playlist?list=PLApMxwhGK-S43GUjX_X0D7O8O2AJH-PR_
Allí es donde los instrumentos virtuales VSTi jugarán un rol importante
y nos darán la posibilidad de añadir a nuestras producciones toda esa
variedad de elementos.
Ahora, la manera tradicional de secuenciar estos VSTi es a través del
piano roll de los DAWs, los cuales se ven más o menos así:
Y si bien podríamos lograr nuestro cometido dedicando mucho trabajo y
dedicación a secuenciar de esta manera, existe una alternativa que
puede aportar dos características clave a la secuenciación: ahorro de
tiempo y humanización. Esta alternativa se refiere al uso de
disparadores MIDI.
Como ya hemos dicho, al utilizar este tipo de
dispositivos estaremos aportando a nuestra
grabación dos elementos clave:
➔ Ahorro de tiempo: al utilizar estos
disparadores, no solo podremos ejecutar
en tiempo real los VSTi, sino que también podremos grabarlos en
tiempo real, ahorrandonos horas de trabajo sobre el piano roll.
➔ Humanización: al grabar con instrumentos reales, el swing o
groove que sentiremos en las tomas de audio, se deben a las
pequeñas imperfecciones con las que el ser humano ejecuta los
instrumentos. Contrariamente a ello, editar midi con un piano roll
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puede llevarnos a una secuenciación del instrumento demasiado
perfecta. Es allí donde nuestro aliado clave será el disparador midi,
pues nos permitirá tomar ventaja de los VSTi, pero sin perder el
factor humano (imperfecciones) en las tomas.
4. La Teoría Musical.
Querer hacer música o dedicarse a la música sin saber al menos un poco
de teoría musical, es el equivalente a querer ser un virtuoso escritor de
novelas sin saber hablar, leer ni escribir.
Si bien existen muchas personas que han desarrollado diversas
habilidades musicales sin saber ni un solo gramo de teoría musical,
también es cierto que si apuntamos a dedicarnos a esta actividad con un
enfoque profesional, tarde o temprano vamos a tener que darle un poco
de importancia a la teoría.
La teoría musical nos permitirá comprender a fondo qué sucede en cada
canción en particular. Qué técnicas o recursos se utilizan en cada género
musical, para luego poder replicarlo en nuestras composiciones y poder
valernos del legado que nos han dejado muchísimos músicos a lo largo
de la historia.
Los procesos de composición musical no sólo se componen de nuestros
conocimientos y de nuestras técnicas sino que, tanto consciente como
inconscientemente, se nutren de recursos musicales que hemos
absorbido de otros compositores.
Muchas veces, las composiciones musicales que realizan los beatmakers
se basan en un cien por ciento en un trabajo de improvisación musical. Y
este trabajo de improvisación musical se torna extremadamente difícil
cuando no comprendemos teóricamente qué es lo que estamos tocando
en nuestro instrumento musical.
Si alguna vez se te ocurrió una secuencia de acordes y no supiste cómo
ponerle una melodía principal encima o, al contrario, si alguna vez
compusiste una breve melodía y no supiste cómo acompañarla con
acordes de fondo, debo decirte que esas cosas las podrías haber
solucionado muy fácilmente si supieras al menos un poquito de teoría
musical.
Por lo cual, si bien saber teoría musical no es necesario para iniciarse en
este mundo, si será necesario que tomemos algún que otro curso sobre
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este tema en el momento en el cual tomemos la decisión de
dedicarnos profesionalmente al beatmaking.
No quiero oír excusas. Existen miles y miles de cursos gratuitos en
YouTube y plataformas similares. Así que todo dependerá de tí mismo y
de si estás dispuesto a invertirle tiempo y sacrificio a tu carrera
profesional.
5. Herramientas para crear melodías.
Como ya dijimos previamente, saber teoría musical será fundamental
para que podamos crecer como productores musicales y beatmakers.
Sin embargo, cuando nos encontramos en una etapa de principiantes
podemos valernos de ciertas herramientas para poder crear melodías sin
necesidad de que tengamos tantos conocimientos de teoría musical.
Más allá de que ninguna solución mágica reemplazará los conocimientos,
el talento y la intuición de un músico bien instruido, es innegable que
estas herramientas nos serán de gran ayuda para poder iniciarnos en el
mundo del beatmaking.
5.1. “Scaler 2”.
Se trata de un excelente plugin que nos mostrará de manera muy
sencilla qué acordes y qué notas pertenecen a cada escala musical.
Sencillamente deberemos elegir la escala musical con la cual queramos
trabajar, y el Scaler 2 nos ofrecerá un abanico de acordes que podremos
utilizar para crear nuestras secuencias melódicas.
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Si bien yo poseo conocimientos en el ámbito de la teoría musical, hasta el
día de hoy utilizo este plugin como un puntapié inicial para mis trabajos
y, luego, voy modificando estas secuencias melódicas siguiendo a mis
oídos y guiándome por mis conocimientos.
Es decir, que yo solamente utilizo esta clase de plugins para matar
rápidamente los bloqueos creativos y no para reemplazar mis
conocimientos de teoría musical.
La idea sería que en un principio tú utilices esta clase de herramientas
para suplantar tu falta de conocimientos y que, conforme vayas
aprendiendo teoría musical, dejes de usarlas de ese modo y comiences a
utilizarlas solamente para eliminar tus bloqueos creativos.
5.2. Generadores y Ri�ers MIDI.
Se trata de una clase de plugins que no nos ofrecen un abanico de
posibilidades desde el cual nosotros podamos elegir sino que, más bien,
directamente nos generan una melodía midi aleatoria para que la
podamos utilizar con algún instrumento virtual.
Existen generadores MIDI más complejos que nos pueden llegar a
generar tanto la melodía principal como los acordes de
acompañamiento, y existen otro tipo de generadores más básicos que
sólo nos podrán generar una secuencia melódica a la vez.
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Como verás, si bien este tipo de plugins son muy similares al Scaler 2,
trabajan de una manera un poquito diferente.
5.3. Ayudas de nuestro DAW.
Actualmente, casi todos los DAWs traen incorporadas una serie de
herramientas que nos ayudarán a complementar nuestros
conocimientos de teoría musical.
En el caso del FL Studio, este posee varias ayudas de las cuales nos
podremos valer para crear nuestras melodías en el piano roll.
Un claro ejemplo de esto es la función Scale Highlighting
(anteriormente denominada “Helpers”), que nos permitirá marcar en el
piano rollcuáles son las notas que componen cada escala musical.
Entonces, por ejemplo, si elegimos que queremos trabajar con la escala
musical de Do menor, esta función del FL Studio nos marcará en el piano
roll qué notas deberíamos utilizar y qué notas no deberíamos utilizar.
De esa manera, todas las notas que dibujemos estarán dentro de la
escala de Do menor y podremos crear una melodía fácilmente.
Así como existen estos helpers del FL Studio, cada DAW posee sus
propias funcionalidades que nos permitirán crear melodías sin mayor
esfuerzo. Ya dependerá de tí mismo que investigues qué herramientas
posee tu DAW y que hagas uso de ellas.
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6. Cómo hacer un beat paso a paso.
Si eres un productor novato, estoy casi seguro de que actualmente no
logras obtener una calidad consistente en tus producciones. En otras
palabras, un día produces un beat excelente, y al otro día produces un
beat horrible.
Esto generalmente le ocurre a los productores principiantes que
producen sin un sistema adecuado de trabajo que les permita crear
instrumentales de forma organizada.
Y a lo que precisamente me refiero con la palabra “organizada”, es que
debemos contar con un sistema de pasos que podamos seguir y, más
importante aún, repetir en cada uno de nuestros trabajos.
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Si contamos con un sistema de pasos que podamos seguir en cada una
de nuestras producciones, siempre sabremos qué hacer y nunca se nos
presentará ningún tipo de bloqueo.
Es más, trabajar de forma organizada y sistémica nos permitirá que todas
nuestras producciones musicales cuenten con la misma calidad final.
A continuación, veremos una serie de pasos que te recomiendo aplicar a
la hora de trabajar en tu estudio de producción musical.
6.1. Preparar la sesión.
Lo primero que te recomiendo es preparar la sesión de tu DAW antes
de comenzar a producir música.
Esto incluye darle nombre y colores a los canales que componen tu
sesión.
En el caso específico del FL Studio, tendremos los canales del channel
rack y los canales del mixer, por lo cual deberemos darle nombres y
colores no sólo a los canales del channel rack sino que también
deberemos organizar correctamente el mixer para poder saber con
facilidad qué es cada cosa.
No hay nada más horrible que producir música en una sesión en la cual
no sabemos qué es qué.
Por otro lado, también te recomiendo trabajar siempre con un Limitador
en el canal Master. Esto nos permitirá ponerle un tope de volumen a
nuestra producción y, en caso de que se nos escape el volumen en uno
de nuestros instrumentos, el imitador nos permitirá proteger nuestros
preciados monitores de estudio y no romperlos.
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6.2. Iniciar con una melodía base.
Ahora que tenemos la sesión organizada debemos comenzar con la
melodía del instrumental.
Y esta tarea vas a poder afrontarla de dos maneras. Bien podrías
comenzar con una secuencia de acordes, o con alguna melodía pegadiza
que se te haya ocurrido. Da igual el orden.
En el caso de que inicies con una secuencia de acordes, luego vas a tener
que ponerle alguna melodía pegadiza por encima. Y en el caso de que
hayas iniciado con alguna melodía, luego vas a tener que añadirle una
secuencia de acordes que la acompañe.
Ahora, si no eres muy bueno generando melodías desde cero, vuelvo a
recordarte que puedes utilizar herramientas como el Scaler 2 o
cualquier otro tipo de herramienta que consideres conveniente.
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6.3. Añadir una “counter melody”.
Este es un paso realmente optativo pero que cuando lo llevamos a cabo
añade unos puntos extra de calidad a nuestro instrumental.
Y se trata de las tan famosas “counter melodies”, que no son ni más ni
menos que una melodía que funciona a modo de “respuesta” (o
complemento) de la melodía principal. Ni más ni menos que eso.
6.4. Los vocal chops.
Los “vocal chops” son algo que nos ayudarán muchísimo a adornar
nuestros instrumentales. Y en caso de que no sepas qué son estos vocal
chops, son nada más ni nada menos que pequeños recortes de pistas de
voces.
De seguro alguna vez habrás oído algún que otro instrumental en el cual
suenan “vocecitas” de fondo que, si bien no logramos entender qué es lo
que dicen, estas cumplen un excelente rol adornando las melodías de los
instrumentales.
Ahora, ¿cómo podrías agregar estos vocal chops a tus instrumentales?
Sencillamente, descargando algún que otro pack de voces sampleadas y
cortando en pedacitos estos samples. Luego podrás ir agregandolos en
tus producciones.
También existen ciertos instrumentos virtuales como el “exhale” de la
empresa Output, que nos permitirán añadir múltiples vocal chops a
nuestras producciones con una calidad realmente profesional.
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6.5. Los drums.
A la hora de programar los drums de nuestras producciones, no existe
ningún secreto mágico. Tan sólo puedo limitarme a darte tres consejos
fundamentales.
En primer lugar los samples que utilices deben ser de muy buena
calidad y deben tener su tono musical identificado, debido a que los
drums de cada producción tienen que estar obligatoriamente afinados
con la escala musical que estamos utilizando.
En segundo lugar, los patrones rítmicos que hagamos con nuestros
drums, indudablemente deberán seguir la vibra de la melodía que
hayamos creado. Por lo cual, aquí se pondrá a prueba nuestro oído y
nuestro gusto como productores. Si la melodía va por un camino y los
drums van por otro camino diferente, la producción terminará sonando
horrible.
En tercer lugar, en caso de que sientas que tus drums no tienen
suficiente fuerza o suficiente pegada, te recomiendo aplicarles algún tipo
de distorsión, en especial soft clipping.
6.6. El bajo y el 808.
No es ningún secreto que para tener un low end bien potente en
nuestras producciones, debemos contar con un buen bajo y un muy
buen 808.
En el caso del bajo, deberemos tener mucho cuidado de que este no
colisione con el kick y con el 808. Esto es algo que podremos lograr muy
fácilmente recortando las frecuencias subgraves del mismo.
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De esta manera, el bajo se encargará de llenar la zona de graves de
nuestra melodía, pero éste NO será el encargado de brindar el low end
a nuestra producción.
Es aquí donde entrará en juego el 808. Este será el encargado de definir
nuestro low end en conjunto al kick. Sin embargo, si bien estos dos
elementos poseen una carga de subgraves enorme, si no los mezclamos
correctamente, en lugar de sumarse entre sí, estarán compitiendo por
ver quién opaca a quién. Entonces, sería una muy buena idea que ya
desde un principio tomemos una decisión al respecto.
Personalmente suelo hacer que el kick suene más fuerte que el 808. Pero
esta clase de decisiones irán variando de productor en productor. Si a tí te
gusta más que el 808 suene más fuerte que el kick, eres totalmente libre
de tomar esta decisión en tus producciones.
6.7. Dándole una estructura al beat.
Casi todo en la vida tiene una estructura. Por ejemplo, las series y las
películas poseen una introducción, un nudo (o problema), y un
desenlace.
De la misma manera, nuestra música deberá tener una correcta
estructura para que resulte agradable al oído y que también retenga al
oyente.
Esto de estructurar la música no es algo nuevo. Se lleva a cabo desde que
la música existe como tal. Y si bien existen formas básicas mediante las
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cuales podrías estructurar tus producciones, lo cierto es que muchas
veces podremos observar que algunas canciones se salen de las
estructuras clásicas y logran un éxito rotundo en el mercado, sea por
intención de los compositores o por un mero accidente.
Lo que siempre deberemos tener en cuenta al estructurar un beat o
instrumental es que, cuando alguien nos lo compre, luego lo utilizará
para crear una canción. Por lo cual debemos hacerle la vida sencilla a
nuestros clientes, y utilizar modelos de estructuras sobre los cuales será
fácil componer una melodía de voz.
Una manera sencilla de estructurar un instrumental podría ser:
1. Intro.
2. Estribillo.
3. Verso.
4. Estribillo.
5. Verso / puente.
6. Outro / estribillo final.
Sin embargo, no existen reglas mágicas quenos indiquen que esta
estructura funcionará en cada una de las canciones que vayamos a
producir.
Deberemos tener un oído crítico y usar nuestra intuición de productores
en cada proyecto en particular para poder darle una estructura
adecuada.
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Tan solo voy a aconsejarte lo siguiente:
➔ Consejo #1: no estructures tu canción de una manera muy
previsible, ni muy compleja. Intenta llegar a un equilibrio para no
aburrir a la audiencia.
➔ Consejo #2: recuerda que la atención de las personas es
extremadamente dispersa, por lo que deberás darles motivos
musicales para seguir oyendo la canción. Por ejemplo, un estribillo
extremadamente pegadizo.
➔ Consejo #3: intenta añadir una buena variedad de cortes,
transiciones y fills a la canción para que el cantante pueda
inspirarse y nutrirse de estas variaciones.
6.8. Añadiendo nuestro TAG.
Nunca debemos olvidar que hay muchísima gente mal intencionada en
internet. Y cuando queramos subir nuestras obras a internet, debemos
contar con la posibilidad de poder identificarlas como nuestras y tener
algún que otro mecanismo de defensa.
Uno de esos mecanismos de defensa, es añadir un “tag” de productor a
nuestros instrumentales. Se trata de un pequeño archivo de audio que
añadiremos a cada uno de nuestros beats, en el cual sonará nuestro
nombre artístico, indicando que la obra nos pertenece.
Más allá de ello, añadir un “tag” no solo cumple una función de defensa o
protección.
6.8.1. Función antirrobo.
Si alguien utiliza tu instrumental sin tu permiso, no sólo estará
quebrantando la ley, sino que deberá soportar que tu nombre artístico
suene un par de veces en su canción. Por lo cual cumple una muy buena
función como sistema antirrobo.
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6.8.2. Función de marketing.
Cuando tu nombre artístico suene en cada uno de tus beats, estarás
construyendo una marca. Con el pasar del tiempo, si te vuelves bueno en
lo que haces, con solo oir tu “tag” las personas ya sabrán dos cosas:
1. Quién produjo el instrumental (o sea tú).
2. Que el beat sonará genial, por la calidad a la que los tienes
acostumbrados.
Sin ir más lejos, llegará un momento en el cual si logras “pegarte” en el
mercado con alguna canción, hasta te pedirán que dejes tu “tag” en los
instrumentales por una cuestión de prestigio.
Todos querrán contarle a los demás que les produjiste su canción.
6.8.3. Función musical.
Muchas veces, los “tags” de los productores son tan ingeniosos que
hasta los utilizan como un recurso musical. Suelen funcionar para
adornar transiciones, para generar build ups, etcétera.
Así que dependerá de tu ingenio y creatividad generar un “tag” que
quede grabado en la mente de las personas y que pueda ser utilizado
como un recurso extra en tus beats.
6.9. La Mezcla.
Una vez que finalicemos la sección “creativa” de producir un
instrumental, deberemos meternos de lleno en la mezcla del mismo
para que luego, por último, pasemos al mastering.
Durante la mezcla, el objetivo principal será crear un balance agradable
entre todos los instrumentos que componen nuestra producción. Y si
bien aprender a mezclar correctamente lleva mucho tiempo y práctica,
existen una serie de consejos básicos que podría transmitirte para que
comiences con el pie derecho:
#1 - Volumen y Paneo.
Un buen punto de partida, es iniciar la mezcla intentando lograr un buen
balance entre los instrumentos tan solo utilizando los faders de volumen
y perillas de paneo. Olvídate de los efectos por ahora. Utiliza sólo
volumen y paneo.
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Puedes intentarlo poniendote una meta extra, como por ejemplo, tratar
de mezclar en el menor tiempo posible. De ese modo matarías dos
pájaros de un tiro: al mismo tiempo que mezclas lo más rápido posible,
estarías evitando acostumbrarte al sonido de los tracks y perder
objetividad.
No olvidemos que mientras más tiempo pasemos oyendo una
producción, más nos acostumbraremos a su sonido. En consiguiente, por
este acostumbramiento auditivo, comenzaremos a dejar de notar las
imperfecciones que debemos corregir. Es por ello que será fundamental
que mezclemos en intervalos de 30 minutos y que tomemos descansos
en el medio para refrescar nuestros oídos.
#2 - Ecualización.
Una vez logrado un balance aceptable, es hora de “pulir” o “refinar” el
audio de cada pista.
El ecualizador será una de las herramientas más poderosas que tendrás
a tu alcance para lograr ese sonido que estás buscando en cada
instrumento.
Con él podrás cortar frecuencias molestas, añadir ganancia a aquellas
que lo necesiten, y lograr un balance mucho más agradable en tu mezcla.
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Pero cuidado… debes evitar cometer los tres errores más comunes entre
productores inexpertos:
➔ Ecualizar con la vista y no con los oídos: que la curva de
ecualización “se vea bien” no quiere decir que esté ayudando a tu
mezcla.
➔ Quitar o añadir muchos más decibeles de lo necesario en las
bandas de ecualización.
➔ Ecualizar con los canales en “solo” y no prestando atención al
contexto de la mezcla.
#3 - Compresión.
Una vez lograda una ecualización que nos agrade, es hora de controlar la
dinámica de las pistas. El compresor será la segunda herramienta más
poderosa que tendrás a tu alcance para añadir cuerpo a tu mezcla y
lograr desde un sonido conservador hasta un sonido ultra potente y
moderno.
Se trata de un dispositivo que se encarga de reducir la dinámica del
audio que le enviemos. De esta manera, los niveles más altos de la señal
serán atenuados y estarán en mayor cercanía a los niveles intermedios y
leves.
Más precisamente, el Compresor es un procesador que se encarga de
REDUCIR el nivel de nuestro Audio. Y la manera en la que lo hace es
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fijando un Umbral (o Threshold en inglés) que marcará el punto a partir
del cual el Nivel de la señal va a empezar a reducirse.
La posición inicial del Umbral es 0dB, que es el punto máximo que puede
alcanzar el audio digital antes de empezar a distorsionar. A medida que
vayamos bajando el Umbral, la señal empezará a atravesarlo y esto
producirá el efecto de compresión.
Ahora, cuánta compresión se le aplicará a la señal una vez que el audio
alcance el Umbral será definida por un Control llamado Ratio. Mientras
más alto sea el Ratio, más compresión se le aplicará a la señal una vez
que atraviese el Umbral.
Por ejemplo, con un Ratio de 2:1, por cada 2dB que atraviesen el umbral
sólo se escuchará 1dB. Con un Ratio de 4:1, por cada 4dB que atraviesen el
Umbral, sólo se escuchará uno, y así sucesivamente.
Ahora… ¿Por qué querríamos comprimir algo?
Te invito a imaginar una situación en la que hemos grabado la voz de un
cantante. La voz humana es un instrumento sumamente dinámico. Es
decir, cambia de volumen constantemente. Y esto produce que, por
momentos, la voz se oiga extremadamente fuerte y que en otras
secciones quede “oculta” por debajo de los demás instrumentos.
Es por ello que, utilizando un compresor, podremos “atrapar” los fraseos
que suenen más fuerte e igualarlos en volumen con los fraseos más
débiles. Al hacer esto, obtendremos una señal con una energía más
uniforme y no tan cambiante.
Por lo cual, respondiendo a la pregunta anterior, vamos a querer
comprimir una señal de audio cuando ésta posea demasiada dinámica, y
éstos constantes cambios de volumen nos dificultan mezclar la señal con
el resto de los canales.
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Podemos observar en la imagen de aquí arriba que se ha definido un Umbral (líneas
rojas). En consiguiente, los picos de audio que lo superan (marcados en color rosa) serán
reducidos en volumen. La porción de audio marcada en gris no será afectada por el
Compresor.
#4 - Reverb y Delay.
Si hay dos efectos que aportan un refinamiento hermoso al sonido de
una mezcla, son el Reverb y el Delay.
No se debe confundir al Reverb con el Delay, pues este último es un
rebote continuo o simple repetición del sonido a modo de “eco”. El reverb
es un efecto espacial.
Haciendo un buen uso de ellos, podrás añadir espacialidad y profundidad
a las pistas.
El Reverb como herramienta.
Generalmente esta herramienta es utilizada para emular de forma
artificial el sonido naturalde espacios físicos o recintos.
Dentro de los controles que podremos accionar en un efecto Reverb,
podremos encontrar:
● Wet/Dry: ajusta el balance que daremos entre la señal original y el
efecto resultante del Reverb.
● Size: ajusta el tamaño del espacio físico emulado por el Reverb.
● Time: ajusta la longitud del efecto. Con este parámetro
controlaremos el tiempo de reverberación.
● Damping: es un parámetro que emula la atenuación de
frecuencias, de la misma manera que ocurre con ciertos espacios
físicos.
25
● Filtros Hi-pass y Low-pass: actúan de igual manera que los filtros
que hallamos en un ecualizador regular.
● Pre-delay: se refiere al tiempo que transcurre hasta que inicia la
cola de reverberación.
● Width: ajusta la amplitud estéreo que tendrá el efecto.
● Colour: este ajuste es variable según el fabricante de la Reverb.
Generalmente controla el “tono” del efecto.
● Early reflections: controla las reflexiones tempranas del espacio
físico emulado.
El efecto Delay.
Se trata de un efecto de audio que consiste en el retardo y multiplicación
de una señal, para luego de ser procesada, mezclarla con la original.
Generalmente se lo percibe como un clásico efecto de “Eco”.
Esta clase de Procesadores, lo único que generan es una repetición de la
señal original, para luego ser mezcladas entre sí.
Algunos Procesadores de Delay poseen controles de Ecualización y de
alteración de Fase para las repeticiones. De esa manera nos permiten
manipularlas a nuestro gusto y obtener resultados diferentes
dependiendo de nuestra creatividad.
Te recomiendo probar el “zynaptiq SUBSPACE” y el “Valhalla Freq Echo”.
Ambos son gratuitos y muy sencillos de utilizar.
26
https://www.zynaptiq.com/subspace/
https://valhalladsp.com/shop/delay/valhalla-freq-echo/
#5 - Automatización.
Una vez logrado un balance adecuado con volumen y paneo, habiendo
ecualizado y comprimido correctamente cada pista, podremos ir aún
más allá: automatizar parámetros para generar diferentes sensaciones
a lo largo de la producción.
A mi criterio, no existe nada más aburrido que una producción estática y
por exceso repetitiva. Ésta debe transmitir emociones al oyente. Debe
tener pasajes marcados, partes que lleven al público de un lugar a otro. Y
es allí en donde la automatización jugará un rol clave.
¿Qué ejemplos concretos podríamos nombrar? Los siguientes:
➔ Automatizar el volumen de los instrumentos, para que suenen
más presentes en ciertas secciones y menos presentes en otras
secciones.
➔ Automatizar los efectos que le hayamos puesto a los
instrumentos, para generar distintos “paisajes” a lo largo de la
producción.
➔ Si estamos utilizando sintetizadores, automatizar sus parámetros
nos permitirá que la melodía no suene igual de principio a fin.
➔ Etcétera.
Todo residirá en tu creatividad como productor para llevar a cabo
automatizaciones interesantes que atrapen al oyente. Todo es
automatizable.
27
6.10. El Mastering.
Es aquí donde se genera una enorme confusión y abunda un secretismo
muy perjudicial en el entorno musical.
Lamentablemente, muchos músicos y productores que hace poco
tiempo se han iniciado en este mundo, confunden la etapa de Mastering
con la etapa de Mezcla, pensando (erróneamente) que es el mastering lo
que dará un sonido profesional a sus canciones.
Si una producción fue compuesta, arreglada, grabada, editada y
mezclada correctamente, el mastering simplemente se ocupará de dos o
tres cosas fundamentales:
➔ Dar un último control de calidad a la producción.
➔ Darle un volumen comercial final a la producción, con la menor
pérdida de dinámica posible.
➔ De ser necesario, realizar ajustes de ecualización, compresión, u
otros procedimientos correctivos. La regla general es siempre
corregir de una manera extremadamente leve.
Si bien existen ingenieros que se ocupan exclusivamente de masterizar
canciones, es una etapa que podrás llevar a cabo tú mismo respetando
los siguientes consejos:
Consejo #1 - Referenciar.
Una vez que hayas conseguido un sonido agradable para tu producción,
importa a tu sesión algún track que haya sido o que sea un éxito en el
mercado musical. De esa manera, tendrás un punto de comparación
para acercarte a un sonido profesional. Puedes utilizar este método con
cuantos tracks exitosos quieras y moldear tu producción con
ecualización, saturación, etcétera, para que se asemeje a tus tracks de
referencia.
Pero cuidado: al importar un track, bájale el volumen y equipáralo al de
tu producción para poder realizar una comparación objetiva. Recuerda
que nuestro cerebro tiende a creer de manera errónea que lo que suena
más fuerte suena mejor.
28
Consejo #2 - Volumen.
Ahora que has logrado un sonido equiparable al de producciones
exitosas que ya se encuentran en el mercado, es hora de elevar el
volumen de tu producción para que se ajuste a los estándares del
mercado.
El secreto está utilizar dos herramientas claves: un Limitador y un
Medidor de Volumen.
Todos los DAWs traen estas dos herramientas incorporadas. Sin embargo,
buscando un poco por internet podrás encontrar alternativas gratuitas
con más o menos funciones que se ajusten a tus necesidades.
Por ejemplo, te recomiendo el “Thomas Mundt Loudmax” y el
“MLoudness Analyzer” como opciones viables. Ambos son gratuitos.
Ahora, mucho cuidado con una cosa. Si bien debemos mostrar nuestras
producciones en plataformas como YouTube con un buen mastering
final aplicado, cuando vendamos el instrumental deberemos entregar la
versión sin mastering del instrumental al cliente.
No olvidemos que el cliente deberá grabar voces sobre nuestra
producción, y luego realizar la mezcla y el mastering final de su canción.
Si nosotros le proveemos únicamente un instrumental ya masterizado,
le será muy difícil trabajar.
Masterizar nuestras producciones solo responde a un único objetivo: que
suenen bien en las plataformas digitales para poder atraer clientes, y que
éstos “se hagan una idea” de lo bien que podría sonar su canción en un
futuro si utiliza nuestro beat.
Consejo #3 - Medición de volumen tradicional y moderna.
Al masterizar, tenemos a nuestra disposición varias maneras de medir el
volumen de nuestro trabajo para que éste se acerque a los estándares
internacionales.
Hasta hace no mucho tiempo, las mediciones se realizaban sólo a través
de la unidad de medida dBFS para medir el Volumen Peak (pico) y RMS.
Al hablar de mediciones por dBFS (decibels full scale), generalmente las
personas se refieren a mediciones peak o de picos, que reflejan los picos
29
https://loudmax.blogspot.com/
https://www.meldaproduction.com/MLoudnessAnalyzer
momentáneos de volumen del audio y cuyo tope máximo son los 0dBFS.
Pasados estos 0dBFS produciremos clipping digital.
Las mediciones por RMS (root mean squared) nos arrojan una lectura
promedio del volumen del audio durante un tiempo más prolongado (el
volumen que realmente percibimos), y también se mide utilizando a los
dBFS como unidad de medida.
Pasado el tiempo, ha venido ganando terreno una nueva unidad de
medida: los LUFS (loudness units full scale), utilizada para trabajos de
producción discográfica, streaming y producción audiovisual en general.
Las mediciones que hagamos mediante este novedoso sistema, nos
arrojarán valores muy similares a los de las mediciones por RMS, debido a
que también realizan una lectura promedio del volumen del audio
durante un tiempo prolongado.
Sin embargo, existen diferencias entre mediciones por LUFS y RMS. Al
utilizar LUFS, se genera una medición utilizando dos líneas temporales.
La primera (integrated loudness level) trabaja de manera muy similar a
la medición RMS, ya que trabaja con una línea temporal larga y reacciona
de manera muy leve a los sobresaltos de volumen. Lo que nos permitiría
conocer el volumen promedio y general más o menos percibido durante
la reproducción del audio de principio a fin.
La segunda (short-term loudness) trabaja con una línea temporal un
poco más corta, por lo que reacciona más a los cambios repentinos de
volumen en el audio sujetoa medición. Esta segunda línea temporal
puede ser de gran ayuda para apreciar las diferencias de volumen entre
distintas secciones de una canción que se está masterizando.
Psicológicamente, los valores peak o de picos no son tan importantes en
lo que a percepción del audio se refiere. Es de mucha más utilidad
manejar mediciones RMS y LUFS para mesurar el volumen que percibirá
el público.
En lo que a peak refiere, sólo debemos tener en cuenta que el límite son
los 0dBFS y que luego de ello viene el tan odiado clipping digital, del
cual debemos huír al mezclar y masterizar.
Ahora, habiendo explicado esto, quiero darte una ayuda extra. Mis valores
de referencia al medir en mis sesiones de mastering son:
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➔ Zona segura: entre -7 y -23 LUFS. Esta zona segura, nos permitirá
manejar un audio sano que no posea pasajes ni demasiado suaves
ni demasiado fuertes.
➔ Volumen musical en general: entre -9 y -12 LUFS. Este es el
estándar musical actual al cual debemos apuntar. Casi toda la
música que suena en las principales plataformas digitales posee
un volumen que oscila más o menos entre los -9 y -12 LUFS.
6.11. Exportación del Máster y de los Stems.
Una vez que hayamos finalizado la producción completa de nuestro
instrumental (incluyendo la mezcla y el mastering del mismo), debemos
proceder a exportar la versión final y a exportar los “stems”.
En caso de que no lo sepas, cuando nos referimos a exportar “stems”,
estamos hablando de exportar cada instrumento de nuestra producción
por separado.
Ahora… ¿por qué querríamos hacer algo semejante? Muy sencillo: van a
haber clientes que van a querer trabajar con algún ingeniero de mezcla
determinado, y para que éste pueda realizar su trabajo correctamente,
deberá contar con los “stems” de nuestro instrumental.
Entonces, de esa manera, el ingeniero podrá mezclar la voz del cliente
con cada elemento de nuestra producción de una manera mucho más
cómoda y conveniente.
Bien, para no extendernos demasiado, te aconsejo exportar tus
producciones de la siguiente manera:
Para subir el beat y mostrarlo en plataformas digitales:
➔ Exportar versión final con mastering aplicado en formato MP3
320 kbps.
➔ Exportar versión final con mastering aplicado en formato WAV
24 bits.
31
Para entregar el beat a un cliente que lo haya comprado:
➔ Exportar versión final sin mastering aplicado en formato MP3
320 kbps.
➔ Exportar versión final sin mastering aplicado en formato WAV 24
bits.
➔ Exportar “stems” de la producción en formato WAV 24 bits.
Podemos observar en la imagen de aquí arriba un ejemplo de cómo podríamos
organizar los archivos de cada producción. Podemos observar:
● La carpeta del proyecto, con todos sus archivos dentro.
● Los 3 contratos de licencia, con sus diferentes restricciones.
● Un archivo comprimido que contiene los stems del beat.
● Un archivo MP3 con Mastering aplicado para “mostrar” el beat.
● Un archivo MP3 sin Mastering aplicado, para el cliente final.
● Un archivo WAV sin Mastering aplicado para el cliente final.
32
Capítulo II - Cómo publicitar tus beats.
1. El beat debe ser bueno.
No quiero caer en un cliché al decirte que para poder publicitar y luego
vender tus beats, estos deben ser realmente buenos. Y es que los beats
son nuestra mercancía, el producto que estaremos ofreciendo. Por lo que
intentar comercializar instrumentales de mala calidad solamente
nos llevará a un fracaso rotundo.
1.1. La práctica hace al maestro.
Si recién te estás iniciando, mi principal consejo será que dediques el cien
por ciento de tu tiempo en perfeccionarte como músico y productor. Y
quiero que notes cómo utilicé dos palabras separadas: músico y
productor.
Deberás perfeccionarte como músico en un sentido referido a la teoría
musical, memoria auditiva y a la destreza para componer melodías. Y
deberás perfeccionarte como productor, en un sentido referido a la
creación rápida y efectiva de instrumentales, dominando tu DAW y todos
los aspectos que debemos saber para ser unos buenos productores.
Uno jamás dejará de aprender. Esto es innegociable.
1.2. ¿Cuándo un beat está terminado?
Bien, ya te has perfeccionado como profesional y te gustaría comenzar a
probar suerte en el mercado con tus instrumentales. Pero, ¿cómo saber
cuando un beat está terminado?
Vamos a hacerlo sencillo. Voy a compartirte un secreto que siempre
aplico a cada uno de mis trabajos y jamás me ha fallado:
“Sólo cuando podamos oír nuestra producción de principio a fin, sin que
ningún elemento nos genere una distracción, podremos decir que está
correctamente finalizada y lista para salir al mercado.”
Estas distracciones pueden ser generadas por errores en la estructura,
transiciones mal posicionadas, algún instrumento desafinado o fuera de
33
escala, algún patrón de drums que no acompañe correctamente a la
melodía, etcétera.
Todo debe sonar perfecto y ajustado. Solo allí el beat estará terminado.
2. Construyendo tu marca.
Existen decenas de miles de artistas en el mundo que
(lamentablemente) no poseen ni un gramo de talento. Y los productores
no se quedan atrás.
Pero por algún motivo tú fuiste ungido con el don de la música o, tal vez
al igual que yo, no naciste con ese don pero con muchos años de práctica
pudiste pulir tus oídos y tus técnicas para poder llegar al mismo nivel que
los productores que admiras.
Sin embargo, aunque tus producciones suenan excelente, por algún
motivo los artistas terminan trabajando con productores mediocres y
no contigo.
Eligen instrumentales realmente horribles para sus canciones. Y
sencillamente no puedes entender por qué no te eligen a tí.
Si tus beats son ampliamente superiores… ¿Qué estás haciendo mal?
➔ El problema no es tu talento.
➔ El problema no es tu música.
➔ El problema es que no saben que existes.
Por ende, veremos cómo construir tu marca de productor
correctamente para que los artistas puedan reconocerte e identificarte
fácilmente.
2.1. El Tag.
Ya hemos visto qué es un Tag de productor y sus tres funciones: su
función antirrobo, su función de marketing, y su función musical.
Si de construir tu marca personal hablamos, lo primero y principal que
deberás hacer es crearte un Tag de productor y comenzar a añadirlo en
cada una de tus producciones.
34
De esa manera los artistas comenzarán a identificar tus instrumentales
más fácilmente.
2.2. Tu marca visual o estética.
Lo visual y lo estético también comunica nuestro mensaje artístico. Por lo
cual vamos a enumerar las claves que yo considero cruciales para
afianzar el lado estético de nuestra marca:
2.2.1. Fotografía.
Deberás contar con un stock de buenas fotografías que te muestren
produciendo, o realizando actividades relacionadas a la música.
Opcionalmente también podrás contar con fotografías que estén por
fuera del ámbito musical, pero que hayan sido tomadas en ambientes
interesantes y con un buen criterio fotográfico.
Si no tienes dinero para pagar un fotógrafo, busca algún amigo que
tenga una buena cámara y pídele ayuda. Recuerda que una buena
fotografía depende en un diez por ciento de la cámara y en un noventa
por ciento de la técnica del fotógrafo y la iluminación del lugar.
YouTube está plagado de muy buenos tutoriales para realizar fotografías
profesionales con pocos recursos.
La clave en esto será contar con una “imagen profesional” que podamos
mostrar a nuestros clientes potenciales.
35
2.2.2. Paleta de colores.
Para que tu concepto estético tenga sentido, deberás elegir una paleta
de dos o tres colores (como mucho) y aferrarte a esa paleta todo lo que
puedas.
Si nuestros feeds parecen un arco iris, esto no transmitirá una
consistencia estética al cliente y todo se verá poco profesional.
Cada color transmite una sensación diferente. El rojo representa energía,
pasión, fuerza. El azul se asocia a la confianza, la responsabilidad y la
libertad.
En mi caso, casi siempre podrás ver los colores blanco, negro y variedades
de azul o celeste en mi sitio web y mis perfiles. Sin embargo, existen
excepciones a la regla. Por ejemplo, he subido videos a YouTubecuya
miniatura no se ajustaba a mis colores. A veces sucede.
Tan solo usa tu criterio al postear en tus perfiles e intenta aferrarte a tu
paleta de colores lo más que puedas. No siempre podrás hacerlo, pero
haz todo lo posible.
Si no eres bueno en esto, te recomiendo utilizar alguna herramienta
gratuita como coolors.co para generar una paleta de colores que te
agrade.
2.2.3. Fuentes.
Así como deberemos elegir una paleta de colores y aferrarnos a ella,
también debemos elegir una paleta o variedad de fuentes de texto.
36
https://coolors.co/
En mi caso particular suelo utilizar tres: “Anton” y “Bebas Neue” para
títulos, y “Roboto” para texto común.
Pero para nada quiero decirte que utilices esas fuentes. Sino que lo que
te recomiendo, es ingresar a algún sitio web como “DaFont.com” y
navegar entre todas las variedades de fuentes que existen. Elige dos o
tres como máximo y úsalas siempre para todos tus textos, diseños y
posteos.
2.3. Videos, artes de tapa y miniaturas.
Como ya vimos, trabajar con una paleta fija de colores y fuentes nos dará
una imagen sólida y nos ayudará a consolidar nuestra marca personal.
Y aquí es donde pondremos manos a la obra.
Cada vez que subamos un video a YouTube, diseñemos un arte de tapa
para un instrumental, una miniatura para un video o un post, tendremos
que apegarnos a nuestras opciones de colores y fuentes.
Sólo así iremos consolidando la parte estética de nuestra marca.
3. Redes sociales vs. motores de búsqueda.
¿A dónde nos conviene subir nuestros instrumentales? ¿Redes sociales,
YouTube, Beatstars, nuestro propio sitio web? Pues dependerá de lo que
queramos lograr…
37
https://www.dafont.com/es/
Cuando las personas están navegando en una red social, lo único que
buscan es pasar el rato y procrastinar un poco. Quítate de la cabeza que
entraron a instagram para verte únicamente a tí.
Es por ello que las redes sociales únicamente nos servirán para marcar
presencia y para interactuar con clientes potenciales.
En cambio, cuando publicamos nuestra música en un sitio como
YouTube, o inclusive nuestro propio sitio web (optimizado para que
Google lo recomiende), el juego cambia completamente.
YouTube y Google no son redes sociales. Son motores de búsqueda.
Cuando una persona ingresa a estas plataformas, lo hace con la absoluta
intención de obtener cierta información que está necesitando… ¿Ves
como cambian las cosas?
Uno de tus videos de Instagram podrá volverse viral en muy poco tiempo
y darte exposición y reconocimiento. Pero del “like y compartir” a la
compra de un beat, hay un largo trecho que muy pocos usuarios estarán
dispuestos a transitar. No porque tu música no sea buena, sino porque los
usuarios no ingresaron en la app para comprar productos y servicios.
Ingresaron sólo para pasar el rato.
Por otro lado, la llegada que podríamos tener en una red social es
incomparable a la llegada que podríamos tener en un motor de
búsqueda. Esto es así, porque en las redes sociales la viralidad se produce
como un fruto de la interacción con el contenido. Por ende, los
algoritmos pueden mostrar tu contenido a muchísimas personas que ni
siquiera te conocen.
En cambio, en un motor de búsqueda, nuestro contenido, producto o
servicio, sólo será ofrecido a aquellas personas que busquen lo que
ofrecemos. Es decir, estamos limitados al número de personas que
buscan exactamente lo que ofrecemos.
En resumen: lo conveniente sería utilizar a las redes sociales como una
herramienta para “mostrar” quiénes somos y qué hacemos. Es decir,
forjar una identidad e interactuar con nuestra audiencia y clientes
potenciales.
En cuanto a los motores de búsqueda, para que nuestro contenido,
productos y servicios lleguen a la mayor cantidad de personas con
38
intención de compra posible, deberán estar optimizados para rankear
bien alto en sitios como YouTube y Google. Lo cual nos lleva al siguiente
punto, el “SEO”.
4. SEO.
El acrónimo “SEO” significa “search engine optimization”, cuya
traducción sería “optimización para motores de búsqueda”. Y
generalmente se utiliza esta palabra para referirse a las “buenas
prácticas” que debemos emplear para que la gente pueda encontrar
nuestro contenido, productos y/o servicios en internet.
Esto es algo que deberemos aprender lo antes posible si queremos
rankear bien alto en motores de búsqueda. Yo mismo lamento no haber
tenido a nadie que me diera este consejo cuando recién me iniciaba.
Cuando alguien tipea en YouTube o en Google algo como “beats estilo j
balvin”, los motores de búsqueda utilizan unos refinados bots para
entregarle al usuario los resultados más relevantes posibles.
¿Y cómo llevan a cabo esto? Pues, no trabajo en estas empresas que
mencioné, pero generalmente lo hacen:
➔ Analizando la coherencia y relevancia del título de los videos o
de las páginas web a lo largo del mundo, para buscar
coincidencias con las búsquedas de usuarios.
➔ Analizando la coherencia y relevancia de los “tags” o
“etiquetas” de los videos o de las páginas web a lo largo del
mundo, para buscar coincidencias con las búsquedas de
usuarios.
➔ Analizando los intereses de públicos similares a la persona que
está realizando la búsqueda. Si esos públicos similares son
propensos a hacer click en algo, ese resultado se mostrará al
usuario.
➔ Analizando los intereses pasados del usuario que realiza la
búsqueda.
➔ Analizando las compras pasadas del usuario que realiza la
búsqueda.
39
➔ Analizando la geolocalización del usuario que realiza la
búsqueda.
➔ Etcétera.
Si nosotros (por ejemplo) queremos rankear un instrumental estilo Bad
Bunny en YouTube, un buen comienzo para ir refinando nuestras
prácticas de SEO sería el siguiente:
Palabras clave en el título:
beat, instrumental, type beat, bad bunny, trap, reggaeton, etc.
Etiquetas clave:
beat, instrumental, type beat, bad bunny, benito martinez, beat reggaeton,
instrumental reggaeton, reggaeton 2022, etcétera.
Posible título del vídeo:
“Instrumental estilo Bad Bunny | Reggaeton 2022 | Bad Bunny type beat”
En el caso de YouTube, estas palabras clave también deberán estar en la
descripción y en las etiquetas del video. De esa manera podremos lograr
la famosa “triple relevancia”, que se logra (valga la redundancia)
ubicando las mismas palabras clave en el título, la descripción y en las
etiquetas del video.
Como verás, todo se trata de tener sentido común y de analizar de qué
manera deberíamos aplicar buenas prácticas de SEO a nuestro
contenido para que sea relevante en las búsquedas de los usuarios.
Si nadie encuentra nuestro sitio o nuestros videos, nunca nadie nos
conocerá. Y si nadie nos conoce, no hay a quien podamos venderle un
producto o servicio.
5. Análisis de mercado.
Un análisis de mercado consiste en llevar a cabo una evaluación que nos
permitirá determinar el tamaño de un mercado en particular, segmentar
nuestros clientes potenciales, conocer a nuestra competencia, y muchos
factores más.
Como ya lo dijimos, cuando queramos llegar a personas con intención de
compra, nos debemos enfocar en que nuestros productos y servicios
estén bien posicionados en los motores de búsqueda.
40
Y no solo eso. Deberán estar bien posicionados dentro de un nicho poco
explotado o, mejor aún, sin explotar. Ya hay demasiadas personas
tratando de vender instrumentales “estilo Bad Bunny”, por lo que un
correcto análisis de mercado nos dará la pauta de hacia donde
deberemos apuntar.
Existen diversas herramientas que nos permitirán realizar este análisis de
mercado de manera muy fácil, y nos ocuparemos de la que yo considero
una de las mejores en el punto “5.2”.
5.1. Aprovechar nichos no explotados.
Como ya lo dijimos, existen nichos en los cuales la demanda ya está
satisfecha. Si buscamos un instrumental “estilo Bad Bunny”, YouTube y
Google nos arrojarán miles y miles de resultados.
Ahora imagina que inicias un canal con cero suscriptores y tú tienes que
competir con toda esa gente. Serías un grano de arena en un desierto.
Es por eso que, insisto, debemos realizar un análisis de mercado para
encontrarun nicho poco explotado y poder atraer clientes potenciales.
Lo cual nos lleva al siguiente punto, en el cual aprenderemos cómo
utilizar una herramienta súper poderosa para llevar todo esto a cabo.
41
5.2. VidIQ.
VidIQ es una extensión para YouTube que nos permitirá realizar muchas
cosas. Posee un plan gratuito y diversos planes premium. Sin embargo,
con el plan gratuito será más que suficiente para iniciar nuestro estudio
de mercado.
Podremos analizar volúmenes de búsqueda, relevancia de títulos,
descripciones y etiquetas. Y hasta nos sugerirá alguna que otra
corrección que deberíamos hacer en nuestros videos para que rankeen
mejor.
Si, por ejemplo, buscamos “instrumental bad bunny” en YouTube, VidIQ
nos arrojará los siguientes datos:
En primer lugar podremos ver los detalles de la búsqueda, como el
volumen promedio de visitas generadas a raíz de esta búsqueda,
etcétera.
En segundo lugar podremos ver lo más importante: la relación entre el
volumen de búsqueda y la competencia que ya tiene contenido
relacionado a esta búsqueda. VidIQ nos está señalando que es una
búsqueda con un volumen intermedio, en el cual tendremos una
competencia normal. Y si nosotros tenemos un canal chico, apuntar a ese
nicho no sería una buena idea.
Ahora, si buscamos algo como “instrumental dillom”, VidIQ nos arrojará
los siguientes datos:
42
En este caso la oportunidad será mucho mejor. VidIQ nos está indicando
que ingresamos una búsqueda con más volumen de lo normal, y con una
competencia muy baja. En pocas palabras, mucha gente lo está
buscando, pero no hay muchos videos satisfaciendo esa demanda.
Intentar meternos en este mercado sería una mejor idea que la anterior.
Una vez identificado un nicho poco explotado, lo que podríamos hacer es
ingresar al primer o segundo video mejor rankeado de la búsqueda. De
esa manera podremos analizar lo siguiente:
43
En primer lugar, podemos observar que nuestro competidor está
utilizando ciertas palabras clave en el título del vídeo: “dillom, type beat,
hard, trap, beat, uso libre, instrumental”
En segundo lugar podemos observar que:
● Le puso un título muy largo al video;
● No incluyó tarjetas;
● No compartió el video en facebook;
● No puso un comentario fijado.
Todos esos errores que acabamos de identificar gracias a VidIQ, nosotros
podremos evitarlos al intentar competir con él.
En tercer lugar, podemos observar las etiquetas que utilizó en el video.
Copiaremos las que nos sirvan, y descartaremos las que no. Recuerda la
regla de la triple relevancia: debemos poner las mismas palabras clave en
el título, en la descripción y en las etiquetas de nuestros videos.
Ahora, quiero que entiendas algo: ningún estudio de mercado resiste el
contacto con la realidad. Solamente nos dará los lineamientos básicos
de hacia dónde sería lógico apuntar nuestro trabajo.
Por más que intentemos explotar un mercado sin competencia, eso no
nos garantizará el éxito. Deberemos tener en cuenta muchos otros
factores, como la calidad de nuestro producto, su precio, nuestro
marketing, y lo más importante de todo: que estamos sujetos a todos los
cambios repentinos que sufre el “algoritmo” de YouTube día a día. Lo que
hoy funciona perfecto, podría no funcionar mañana.
5.3. Repetir, no innovar.
Lo más importante que debemos entender a la hora de analizar
mercados dentro de la industria del beatmaking, es que pueden ocurrir
dos cosas:
1) Que al primer intento nos vaya increíblemente bien y crezcamos
muchísimo.
2) Que nos pasemos un tiempo probando en diferentes nichos
hasta que encontremos uno que nos dé buenos resultados.
44
Y lo importante de entender esto, es que el éxito vendrá de la mano de
la repetición y no de la innovación.
Es decir que, si eventualmente encuentras un nicho que te está dando
buenos resultados, aférrate a él con tu vida.
Si los instrumentales “estilo dillom” le están sumando muchas visitas a tu
canal de YouTube, no hagas otra cosa que no sean instrumentales
“estilo dillom”.
Insiste con los instrumentales de ese género musical que te está
aportando ventas y crecimiento. El objetivo será acaparar ese nicho
específico lo más rápido que podamos.
En el momento en el cual otra persona quiera ofrecer instrumentales
“estilo dillom” en YouTube, deberá competir con todos los videos que tú
has subido previamente.
Si has hecho bien los deberes, tendrás la ventaja.
45
Capítulo III - Cómo vender tus beats.
1. Cómo ser dueño de tus beats. Su importancia.
Imaginemos que viene un cliente a nuestro estudio y nos pide que le
produzcamos una canción. Él trae la letra, y nosotros nos deberemos
encargar de la parte musical.
Producimos, grabamos, editamos, mezclamos, masterizamos, y luego
exportamos el track de audio final. Tenemos el archivo en nuestra
computadora.
Aún así, ¿podríamos decir que esa canción ya es nuestra?
En principio si. Pero esto solo sería suficiente en un mundo ideal sin
individuos mal intencionados. El problema se nos presentará en el
momento en el que otra persona intente arrogarse la autoría de la
canción.
Si solamente contamos con pruebas precarias de que esa obra fue
realizada por nosotros, correríamos el riesgo de que nos roben nuestra
música.
Llevemos esto un poco más allá. ¿Qué pasaría si vendieramos una
licencia de un beat que no hayamos registrado? Básicamente,
estaríamos dando a otra persona un permiso de uso sobre algo que
no tenemos pruebas de que nos pertenece.
Entonces, para poder contar con una prueba irrefutable de que una obra
nos pertenece, y para luego poder vender licencias de uso de la misma,
primero deberemos acudir a una entidad protectora de derechos de
autor. Esto incluye a los beats. Un beat no registrado, es un beat que
corre riesgo de ser robado.
Cada país posee su propia entidad que se encarga de proteger y
custodiar obras inéditas. Y es allí en donde, por medio de un trámite,
podremos proteger todo lo que queramos proteger.
46
2. Copyright y DDAA, SADAIC, ASCAP, BMI.
Copyright y DDAA (derechos de autor) significan lo mismo. En palabras
sencillas, son los derechos que tiene el autor sobre las obras que ha
creado.
En el caso de Argentina, la entidad que protege derechos de autor se
denomina DNDA (dirección nacional de derechos de autor). En el caso
de Estados Unidos, esto lo realiza la Oficina de Copyright. Y así, cada país
del mundo tiene su propia entidad.
Entonces, para que no queden dudas, antes de hacer cualquier cosa con
nuestro instrumental, debemos registrarlo en una entidad protectora de
derechos de autor. A partir de allí podremos vender licencias, prestarlo de
manera gratuita, etcétera.
Sin embargo, si bien este trámite nos permite tener un documento con
validez jurídica que nos certifica como legítimos dueños de nuestra obra,
esto no será suficiente a la hora de cobrar las sumas de dinero que nos
corresponden.
Es aquí donde entran en juego las entidades recaudadoras. Éstas se
encargarán de recaudar todas las regalías que le corresponden a los
autores y compositores a lo largo del mundo, cada vez que sus obras sean
utilizadas en películas, videojuegos, radios, plataformas digitales, etcétera.
En Argentina, la única entidad recaudadora que existe es SADAIC. Sin
embargo, existen entidades estadounidenses como ASCAP y BMI que
permiten la inscripción de autores y compositores de todo el mundo.
Ya dependerá de cada artista elegir a qué entidad quiere asociarse,
investigando y evaluando las ventajas y desventajas de cada una. Lo que
sí es cierto, es que sólo podrás inscribirte en una sola entidad. Así que
cuando elijas, procura hacerlo bien.
Entonces, en resumen, registrando nuestro instrumental en una entidad
protectora podremos tener una prueba irrefutable de que esa obra nos
pertenece. Y luego, para poder hacer dinero con ella, deberemos
registrarnos (y registrar la obra) en una entidad recaudadora.
En el caso de que otro artista registre una canción con un instrumental
tuyo de fondo, sería conveniente que lo obligues (mediante una cláusula
en tus contratos de licencia) a incluirte como compositorde la canción.
47
De esa manera, si la canción se pega, tú también cobrarás dinero. Lo cual
nos lleva al siguiente punto.
3. Qué es una licencia.
Una licencia no es ni más ni menos que un contrato. Un acuerdo legal
entre partes que establecerá ciertas condiciones que se deberán seguir.
En el mundo del beatmaking, las licencias suelen tener el siguiente
contenido:
➔ El productor le permite a un artista realizar ciertas cosas con uno
o varios instrumentales, a cambio de una suma de dinero.
➔ Qué tantas cosas podrá hacer el artista con el instrumental,
dependerá de las cláusulas del contrato de licencia.
➔ Generalmente, mientras más costosa sea la licencia, menos
restricciones tendrá para el artista.
Por lo cual, como podemos deducir, debemos tener contratos de licencia
bien redactados para que los límites entre lo que se puede y lo que no se
puede hacer con nuestros beats estén bien demarcados.
Por ejemplo, si queremos que el artista pueda tener sólo 5.000 plays de
su canción en Spotify, esto deberá estar incluido en una cláusula de tu
contrato de licencia. Y así sucesivamente con todas las restricciones que
queramos poner.
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Si no contamos con un instrumento legal que nos proteja a la hora de dar
permisos de uso sobre nuestros beats, podríamos correr el riesgo de que
los artistas acudan a prácticas abusivas y poco éticas.
3.1. Clases de licencias.
En el presente apartado, haremos mención de las clases de licencias más
utilizadas por los productores a la hora de vender sus instrumentales en
internet. Y ellas son las licencias básicas, premium y exclusivas.
Algo que debemos tener en cuenta, es que no existen reglas a la hora de
crear, darle nombre y ponerle un precio a nuestras licencias. Un gran
consejo que puedo darte, es que investigues cuánto cobran los
productores que estén en un nivel similar al tuyo, y que simplemente te
adaptes a los precios del mercado. En otras palabras, intenta cobrar un
precio similar al que cobra tu competencia directa.
3.1.1. Licencias básicas (Basic lease).
Se trata de un tipo de licencia de precio bastante económico, que le
otorga al comprador un permiso de uso no-exclusivo del instrumental.
Esto quiere decir, que el comprador tendrá que tolerar que otros artistas
utilicen el mismo instrumental para sus canciones.
Generalmente este tipo de licencias, al ser bastante económicas, poseen
muchas restricciones para el comprador. Como por ejemplo, la
posibilidad de tener pocos plays de la canción en las plataformas de
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streaming, la prohibición de utilizar el beat para performances en vivo,
etc.
3.1.2. Licencias premium (Premium lease).
Las licencias premium también son un tipo de licencia que le otorgan al
comprador un permiso de uso no-exclusivo sobre el instrumental. Solo
que, al ser un poco más costosas que las licencias básicas, éstas poseen
menos restricciones. ¿Cuantas menos restricciones? Eso dependerá de lo
que permita cada productor en sus licencias.
3.1.3. Licencias exclusivas (Exclusive lease).
Este tipo de licencias le otorgan al comprador un permiso de uso
exclusivo sobre el instrumental. Por lo que, a partir de la compra de una
licencia exclusiva, el productor no podrá seguir vendiendo más licencias a
otros artistas.
En general, no sólo estas licencias son muchísimo más costosas que las
básicas y premium, sino que también poseen muy pocas restricciones de
uso para el comprador.
Ahora bien, ¿qué pasa si vendo licencias comunes de un beat, y luego
otro cliente nos pide la exclusividad de ese beat? ¿deberíamos
reembolsar a todos los clientes anteriores que hayan adquirido licencias
no-exclusivas?
¡Claro que no!
Cuando un cliente nos pida la exclusividad de uso sobre un beat que ya
hayamos vendido, tendremos que ser transparentes e informarle la
cantidad real de personas que ya han adquirido el instrumental y, a partir
de allí, el cliente podrá decidir si de todas formas lo desea, o si quiere
elegir otro beat diferente.
No olvidemos que al vender un beat, estamos celebrando un contrato
con otra persona. Un contrato que debemos honrar. Y por más que un
artista obtenga la exclusividad de uno de nuestros instrumentales, los
clientes anteriores seguirán teniendo derecho a utilizar ese beat, en
virtud del contrato que han celebrado con nosotros.
En caso de que el cliente adquiera la exclusividad del beat,
automáticamente deberemos dejar de vender licencias. Por lo cual,
desde ese momento, los únicos que podrán utilizar el instrumental serán:
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➔ Tú mismo, como autor del beat (salvo cláusula en contrario).
➔ El artista dueño de la licencia exclusiva.
➔ Los artistas que anteriormente hayan adquirido licencias sobre el
beat.
3.1.4. Tabla ejemplificativa.
En este apartado veremos, sólo a modo de ejemplo, una tabla
comparativa entre tres clases de licencia.
Cuando le presentamos este tipo de información a un cliente potencial,
debemos hacerlo con una tabla comparativa bien diseñada. La
información debe estar bien resumida y ser fácil de comprender.
Recuerda que si confundimos al cliente con demasiados términos
complicados, acabará por no comprarnos nada.
El objetivo será que, al ver la tabla, el cliente sepa rápidamente qué podrá,
y qué no podrá hacer con el instrumental.
3.2. El problema con YouTube Content ID.
Si tuviese un dólar por cada productor que me ha consultado por
problemas referidos a YouTube Content ID, creo que sería millonario. Es
por ello que no quise dejar esta problemática por fuera de este libro.
Los dos problemas que más comúnmente se presentan son los
siguientes:
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➔ El productor vende un instrumental. El artista graba su canción y
la distribuye a todas las plataformas digitales, incluido YouTube
Content ID. Por lo cual el productor recibe un reclamo de
derechos de autor ¡¡¡ sobre su propio beat !!!
➔ El productor vende un instrumental. El artista graba su canción y
la distribuye. Pero, al subirla a YouTube, recibe un reclamo de
derechos de autor de otro artista que ha distribuído su canción
(utilizando el mismo beat) previamente.
Estos (y otros) son problemas que se dan mucho más a menudo de lo
que podrías imaginarte. Por lo cual te propongo una solución más que
sencilla:
➔ Añadir en tus contratos de licencias no-exclusivas una cláusula
que le prohíba al artista distribuir su canción a YouTube Content
ID, bajo apercibimiento de que si lo hiciese de todas formas:
◆ El contrato se extingue automáticamente, quitándole
todos sus derechos y sin posibilidad de pedir un
reembolso.
◆ Posibilidad de eliminar su canción de YouTube.
◆ Posibilidad de iniciar un juicio, en caso de que el daño que
haya causado sea grave.
➔ En caso de que el artista no respete el contrato, podrás presentar
un reclamo formal ante YouTube mediante este formulario. El staff
de YouTube revisará tu reclamo, y eliminará el video del infractor.
4. Cómo crear una licencia.
Como ya vimos, las licencias que utilizamos para vender música no son ni
más ni menos que contratos.
Ahora, tú te podrás estar preguntando… ¿Cómo hago estas licencias?
Y es que para alguien que no tiene conocimientos jurídicos, el mundo de
la contratación entre privados puede resultar abrumador o hasta
atemorizante.
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https://support.google.com/youtube/answer/2807622?hl=es-419
En este apartado vamos a ver dos maneras de crear licencias, y las
contracaras de cada una. Tenemos:
➔ La manera fácil de crear contratos de licencia, cuya contracara
es su costo económico.
➔ La manera difícil de crear contratos de licencia, cuya contracara
es el margen de error que podríamos tener al crear las licencias.
4.1. La manera fácil.
La manera fácil de crear contratos de licencia, consiste en acudir a un
estudio jurídico especializado en derechos de autor. Debemos contarle al
profesional con lujo de detalle a qué nos dedicamos y qué es lo que
queremos vender para que éste pueda darnos la mejor asesoría posible.
Debemos contarles que, más que un contrato específico, más bien
necesitamos modelos de contratos que podamos emplear en todas
nuestras ventas.
A partir de allí,los profesionales del estudio jurídico nos proveerán una
serie de modelos de contrato que podremos utilizar para vender música
por el resto de nuestras vidas (siempre y cuando el derecho de nuestro
país no cambie sus regulaciones).
Así y todo, como ya te lo adelanté, esto tiene su contracara. Y es que para
poder crear tus licencias de esta manera fácil y rápida vas a tener que
abonar una suma de dinero en concepto de honorarios a los
profesionales del estudio jurídico.
Sin embargo, si tienes el dinero para invertir, te aconsejo fuertemente
optar por esta opción puesto a que es una inversión única y tus contratos
estarán perfectamente redactados, dejando por fuera cualquier laguna
legal de la cual los artistas o sellos puedan aprovecharse.
4.2. La manera difícil.
La manera difícil de crear contratos de licencia, consiste en tomar
contratos ya existentes en el mercado y adaptarlos nosotros mismos (sin
asesoría jurídica) a nuestras necesidades.
¿Esto es realmente posible? Claro.
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¿Tiene sus riesgos? Por supuesto que sí.
Para empezar, no podremos copiar un contrato tal cual está, pues nos
podría traer aparejado una serie de problemas en los cuales no vamos a
profundizar. Más bien, lo que deberemos hacer es tomar un contrato
pre-existente como punto de partida y, desde allí, ir redactando el
nuestro.
Por ejemplo, podríamos ingresar al sitio web de algún productor exitoso
que admiremos y tomar como punto de referencia sus contratos de
licencia. Sencillamente deberemos copiar y pegar el contrato en un
documento de texto, para luego (a la par) ir creando en otro documento
de texto un contrato nuevo y similar.
Presta atención a cada detalle, a cada cláusula, y si no entiendes algún
término acude inmediatamente a un diccionario jurídico. Muchas
palabras tienen un significado en la jerga común, y otro significado
completamente diferente en la jerga jurídica.
Si bien este método no nos va a costar ni un sólo centavo, su contracara
(como ya te lo adelanté) es el margen de error que tendremos al redactar
nuestras licencias. Y mientras menos conocimientos jurídicos tengamos,
este margen de error será aún más grande.
¿Qué solución te propongo? La siguiente:
Si no tienes dinero para invertir, comienza con la manera difícil de hacer
contratos de licencia, pero pidiéndole ayuda a algún amigo que
estudie derecho. Esto te facilitará muchísimo las cosas. Luego, conforme
vayas vendiendo beats, considera fuertemente invertir ese dinero en
asesoramiento jurídico.
Al ver los primeros frutos de nuestro negocio musical, será muy tentador
invertir ese dinero en publicidad, en comprar algún plugin que nos gusta,
etcétera. Pero no olvides lo siguiente: si algún artista se hace famoso
utilizando un instrumental nuestro para su canción, y no se lo vendimos
con un contrato de por medio, las consecuencias podrán ser atroces.
4.3. Cláusulas que debe contener un contrato de licencia.
Como hemos aclarado, cuando hablamos de “licencia”, estamos
hablando lisa y llanamente de un contrato. Y como cualquier otra clase
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de contrato, su redacción dependerá exclusivamente de cada situación
en particular.
Sin embargo, tan sólo a modo de guía, podría nombrarte algunas
cláusulas esenciales que todo contrato de licencia debería incluir:
● Identificación de las partes (quiénes quedarán sujetos al contrato).
● Qué clase de licencia se otorga (exclusiva o no-exclusiva) y sus límites.
● Limitaciones de distribución a plataformas digitales (a qué plataformas
puede distribuir su canción y a cuáles no).
● Limitaciones de reproducción en plataformas digitales (cuántos plays
podrá tener su canción en cada plataforma digital).
● Obligación de dar créditos al productor del beat.
● Multas por incumplimiento de la licencia (qué riesgos corre el artista si
no cumple con las cláusulas de la licencia).
5. Incumplimientos de licencias.
Hay algo que quiero que sepas. Así como algunas personas intentarán
robar tus instrumentales, también habrá artistas que te comprarán
licencias pero no respetarán los términos y condiciones de las mismas.
No respetarán los límites de monetización, no respetarán los límites de
reproducciones en plataformas digitales, etcétera. Y muchas veces esto
ocurre no porque el artista sea una mala persona y quiera causarnos un
daño, sino que más bien lo hacen por ignorancia o por no haber leído el
contrato detenidamente.
Más allá de todo esto, por un lado, son cosas con las que tendremos que
aprender a convivir a diario y, por otro lado, para estar mucho más
tranquilos deberemos tener en cuenta dos cosas: la carga del riesgo, y
si valdría la pena ir a juicio.
5.1. El riesgo de incumplir. La carga del riesgo.
Algo que debemos tener muy presente, es que quien está en infracción
al incumplir los términos de nuestra licencia es el artista. Por lo cual, por
ende, el riesgo de ser demandado judicialmente también lo corre el
artista. La carga del riesgo cae directamente en quien incumple.
Entonces, teniendo esto en claro, te invito a estar tranquilo y no volverte
loco cada vez que alguien incumpla los términos de tus contratos. Es algo
normal y te pasará a menudo. Tan solo ten presente que si redactaste
bien tu licencia, estás teniendo un as bajo la manga, que es la posibilidad
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de demandar judicialmente al artista en el momento que consideres
apropiado.
5.2. ¿Vale la pena ir a juicio?
¿Valdrá la pena ir a juicio ante un incumplimiento de uno de nuestros
contratos de licencia? Esto estará directamente relacionado a una
evaluación de costo y oportunidad que deberemos hacer en cada caso en
particular.
Como ya vimos, los incumplimientos de contratos de licencia son algo
con lo cual deberemos lidiar a diario si queremos vivir del beatmaking.
Ahora bien, ¿cada incumplimiento será motivo de iniciar un juicio?
Claramente no. Es por ello que, insisto, deberemos realizar un análisis de
costo y oportunidad en cada caso concreto.
Como ya lo dije, tener un contrato bien redactado nos permitirá tener un
as bajo la manga en caso de que no respeten nuestras cláusulas. Es por
ello que voy a darte tres ejemplos de cómo procedería yo mismo en la
vida real:
Ejemplo 1
El artista adquirió una licencia que sólo le permite tener 5.000
plays en Spotify, y su canción tiene 7.500 de plays.
En este caso, el artista habrá obtenido aproximadamente unos
$20 dólares estadounidenses como regalías de los 5.000 plays que
tenía permitido, más $10 dólares adicionales que no le
corresponden por los 2.500 plays extra que tuvo.
Claramente, ir a juicio por $10 dólares no sería algo lógico. Tan solo
me limitaría a darle una advertencia e invitarlo a que adquiera
otra licencia con menos restricciones que la que posee.
Ejemplo 2
El artista adquirió una licencia que sólo le permite tener 50.000
plays en Spotify, y su canción tiene 75.000 de plays.
En este caso, el artista habrá obtenido aproximadamente unos
$200 dólares estadounidenses como regalías de los 50.000 plays
que tenía permitido, más $100 dólares adicionales que no le
corresponden por los 25.000 plays extra que tuvo.
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Claramente, ir a juicio por $100 dólares tampoco sería algo lógico.
Pero en este caso, al haber más dinero de por medio, podría
advertirle que si no actualiza su licencia podría realizar una
denuncia de incumplimiento de Copyright y eliminar su canción
de las tiendas digitales.
Ejemplo 3
El artista adquirió una licencia que sólo le permite tener 100.000
plays en Spotify, y su canción tiene 1.000.000 de plays.
En este caso, el artista habrá obtenido aproximadamente unos
$400 dólares estadounidenses como regalías de los 100.000 plays
que tenía permitido, más $3.600 dólares adicionales que no le
corresponden por los 900.000 plays extra que tuvo.
Además, el artista ha firmado un contrato con una empresa para
que su canción aparezca en una película taquillera y un
videojuego exitoso, y al declarar la canción en ASCAP, no nos ha
incluido como compositores (cosa que debía hacer según mi
contrato de licencia).
El artista estará percibiendo $3.600 dólares por streaming

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