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Receptores del Sistema Nervioso

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE BIOANÁLISIS 
ALUMNO: Dayra Elizabeth Hernández Bautista Fecha:07/05/2021 SECCIÓN: 1 
DOCENTE: Biólogo. Cabañas Hernández Daniel 
RECEPTORES DEL SISTEMA NERVIOSO. 
➢ TACTO. 
En la piel se encuentran receptores sensitivos que captan estímulos muy diversos 
que, en conjunto, conocemos como tacto. El tacto no es un sentido único, pues 
permite percibir distintos tipos de sensaciones: 
− El tacto propiamente dicho, que informa sobre la forma, el aspecto y la textura 
que tienen los objetos. 
− La presión que ocasionan las sensaciones táctiles intensas. 
− El calor o temperaturas más altas de lo habitual. El frío o temperaturas más 
bajas de lo habitual. 
− El dolor. 
La piel es un órgano con función protectora, donde se localizan los receptores del 
tacto. 
Está formada por: Epidermis (Tejido 
epitelial), Dermis (Tejido conjuntivo) e 
Hipodermis (Tejido adiposo). 
Epidermis: Capa superficial de tejido 
epitelial pluriestratificado, 
Dermis: Capa más profunda de la piel, 
donde se localizan los capilares 
sanguíneos. Posee dos capas: 
− Zona papilar en contacto con la epidermis, con papilas que se proyectan 
hacia ella. 
− Zona reticular en la que se encuentran los melanocitos (células responsables 
del color de la piel). 
Hipodermis: Zona subcutánea formada por tejido adiposo que actúa como aislante. 
Pelos. Estructuras epidérmicas que crecen en la dermis en una cavidad llamada 
folículo piloso. Se encuentran asociados a un músculo horripilador que, al 
contraerse, hace que el pelo se erice (se ponga vertical) 
Uñas. Láminas córneas curvas que protegen la parte superior de los extremos de 
los dedos. 
Glándulas. Son de tres tipos: 
− Glándulas sebáceas: Segregan sustancias grasas que lubrican la piel y los 
pelos. 
− Glándulas sudoríparas: Segregan agua, sales minerales y otros productos de 
excreción e intervienen en la regulación de la temperatura 
− Glándulas mamarias: Segregan leche, sólo son funcionales en las madres de 
los mamíferos durante el período de lactancia. 
Receptores táctiles. 
Son terminaciones nerviosas que pueden ser libres o estar encapsuladas (corpúsculos 
táctiles). 
1. Terminaciones nerviosas libres captan presión, temperatura y dolor 
2. Corpúsculos de Meissner. Captan presiones ligeras, el contacto continuo y las 
texturas. Son muy abundantes en los dedos y en la lengua. Para que sean 
estimulados deben entrar en contacto con el objeto. La adaptación táctil es rápida, 
enseguida se deja de sentir el contacto. 
3. Corpúsculos de Pacini. Están en la parte más profunda de la dermis, son poco 
abundantes. Son sensibles a las fuertes presiones y a las vibraciones. 
4. Corpúsculos de Krause. Se localizan en la superficie de la dermis. Son sensibles 
al frío y perciben las presiones ligeras. 
5. Corpúsculos de Ruffini. Son muy alargados, están en la dermis, pero en zonas 
más profundas que los anteriores. Son sensibles al calor y detectan los cambios de 
presión. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
➢ OLFATO. 
El sentido del olfato nos permite detectar las moléculas gaseosas que llegan a la 
nariz. 
En el interior de las fosas nasales, en una zona denominada pituitaria amarilla, se 
encuentran las células olfativas, que se agrupan en el bulbo olfativo. 
 
 
 
 
 
− Pituitaria roja: Se sitúa en la parte inferior. Se trata de una mucosa muy 
vascularizada que calienta el aire inspirado. Posee pelos y sustancia mucosa 
que facilita el encuentro entre la molécula aromática y la célula receptora. 
− Pituitaria amarilla: Se sitúa en la parte superior, en ella se localizan los 
quimioceptores, células encargadas de captar las partículas aromáticas. La 
información es mandada al bulbo olfatorio y de ahí al cerebro mediante el 
nervio olfativo. 
La estimulación de las células olfativas produce la sensación del olor. El ser humano 
puede detectar cerca de 3 000 olores distintos. Se piensa que todos ellos son el 
resultado de la combinación de siete olores básicos o primarios: alcanfor, almizcle, 
flores, menta, éter, acre y podrido. 
Las sustancias olorosas deben ser: 
− Gaseosas. Son transportadas en el aire inspirado o en el aire que llega a 
través de las coanas, procedente de la cavidad bucal procedente de las 
sustancias volátiles de los alimentos. 
− Solubles: 
• Las sustancias hidrosolubles se disuelven en el líquido mucoso y así 
estimulan a las células olfatorias. 
• Las sustancias liposolubles se disuelven en la capa lipídica de las 
membranas citoplasmáticas de las células produciendo una impresión 
olorosa más fuerte. 
Cuando las partículas gaseosas y solubles llegan hasta estas terminaciones 
nerviosas, provocan un impulso nervioso que viaja hasta el cerebro, donde se 
convierte en la correspondiente sensación de olor. 
Las células olfatorias llegan a fatigarse: Tras un largo período oliendo la misma 
sustancia, dejan de emitir impulsos nerviosos respecto a ella. 
➢ GUSTO. 
El sentido del gusto nos permite detectar las sustancias químicas disueltas en la 
saliva, procedentes de los alimentos que tomamos. 
Las sensaciones producidas constituyen los sabores y, aunque existe una enorme 
variedad, todos son el resultado de la combinación de cuatro sabores básicos: 
dulce, salado, ácido y amargo. Cada uno de ellos se localiza, fundamentalmente, 
en zonas específicas de la lengua. 
Los receptores del gusto son células agrupadas en botones gustativos los cuales, a 
su vez, forman las papilas gustativas, que se encuentran en el interior de la boca, 
sobre todo en la lengua. 
Los impulsos nerviosos que provocan las 
sustancias llegan a la corteza cerebral por el nervio 
glosofaríngeo y allí son registrados de acuerdo con 
los 4 posibles tipos de sabor: 
− Dulce 
− Salado 
− Amargo 
− Ácido 
 
 
El sabor que caracteriza a un alimento es en realidad una mezcla de sabor y olor, 
ya que, durante la masticación, las sustancias volátiles de los alimentos pasan a las 
fosas nasales (a través de las coanas) donde al mismo tiempo son olidas cuando 
estamos resfriados, los alimentos parecen insípidos, porque los receptores olfativos 
quedan aislados por la mucosidad nasal. 
El sentido del gusto 
presenta una marcada 
adaptación, disminuyendo 
la sensación con la que se 
percibe un sabor, cuando 
se está saboreando cierto 
tiempo. 
 
 
 
 
➢ OÍDO. 
Los oídos son los órganos de la audición y del equilibrio 
Los oídos se encuentran 
situados a ambos lados de la 
cabeza, en ellos se diferencian 
tres partes: 
− Oído externo constituido por: 
Pabellón auricular (repliegue de 
la piel sostenido por cartílagos). 
Conducto auditivo externo (Con 
glándulas productoras de 
cerumen). Tímpano (membrana 
situada al final del conducto 
auditivo). 
− Oído medio situado en una 
cavidad del cráneo. Contiene tres huesecillos encadenados martillo, yunque 
y estribo en contacto con un extremo con el tímpano y por el otro con el oído 
interno. Se comunica con la faringe por la trompa de Eustaquio, conducto 
que permite la entrada y salida de aire para equilibrar la presión a ambos 
lados del tímpano. 
− Oído interno formado por: El laberinto óseo (sistema de canales encajados 
en el hueso temporal rellenos de un líquido llamado perilinfa). El laberinto 
membranoso (se aloja dentro del laberinto óseo, como en un molde, está 
relleno de la endolinfa) 
Funcionamiento 
− Audición: Las vibraciones producidas en el aire por las ondas sonoras son 
recogidas por el pabellón auditivo, pasan al conducto auditivo y hacen vibrar 
al tímpano. Esta membrana transmite la vibración a la cadena de huesecillos 
(martillo, yunque y estribo) que amplifica la vibración y mueve los líquidos 
que rellenan el caracol donde se encuentran los mecanorreceptores 
sensibles a la vibración. Estos convierten el estímulo en impulsos nerviosos, 
que son enviados al cerebro por el nervio auditivodonde se interpretan como 
sonidos. 
− Equilibrio: Al mover la cabeza la endolinfa que rellena los tres canales 
semicirculares que se orientan en las tres direcciones del espacio, se 
desplaza. Este movimiento es captado por los receptores situados en su 
pared y transformado en impulsos nerviosos que envían la información al 
cerebro. El cerebro determina nuestra posición y orientación a partir de estos 
estímulos y envía órdenes a nuestros músculos para mantener el equilibrio. 
 
➢ VISTA. 
El ojo es un órgano que se 
encuentra en la cavidad ósea del 
cráneo, llamada orbita. Su parte 
externa se compone de pestañas, 
párpados y cejas que lo protegen 
impidiendo que entren sustancias 
dentro del mismo manteniéndolo 
húmedo, limpio y lubricado. 
El sistema visual detecta los 
estímulos luminosos (ondas 
electromagnéticas), distinguiendo entre dos características de la luz, su intensidad 
y la longitud de onda (los colores). Sin embargo, la luz, antes de llegar a 
la retina atraviesa las distintas partes del ojo: la córnea, el humor acuoso, la 
pupila, el cristalino o lente natural del ojo y el humor vítreo. 
Además, la retina contiene dos tipos de células fotorreceptoras. Las 
llamadas bastones (responsables de la visión periférica y nocturna) y conos (son 
sensitivas al color de la luz). 
De una forma simplificada, la función del globo ocular consiste en permitir que la luz 
excite los conos y los bastones de la retina, los cuales producen un impulso nervioso 
que es transmitido al cerebro por los nervios ópticos. 
La imagen que se forma en la retina está invertida, pero el cerebro interpreta la 
información que recibe y hace que la veamos en su posición real. No olvides que 
los órganos sensoriales, incluidos los ojos, son simples transformadores de 
estímulos en corrientes nerviosas. El sistema nervioso es el que realmente analiza 
e interpreta toda la información recibida a través de los órganos sensoriales. 
Antes de llegar a la retina, la luz atraviesa el globo ocular; en su recorrido tienen 
lugar dos procesos: 
− Regulación de la intensidad de la luz. Si esta es excesiva, es posible que se 
produzcan lesiones en las células fotorreceptoras, y si es muy pobre, el 
proceso visual no se podrá realizar. En este mecanismo de regulación 
interviene la pupila, que se abre más o menos, según sea la intensidad de 
la luz, mediante la contracción o la relajación de unos músculos muy 
pequeños situados en el iris. 
− Enfoque de las imágenes. Para que la luz reflejada por un objeto no origine 
una imagen borrosa, este debe enfocarse correctamente en la retina. Esto se 
consigue gracias a la modificación del grosor del cristalino, que actúa como 
una lente: se aplana para enfocar objetos lejanos y se abomba cuando están 
próximos. Un ojo normal enfoca adecuadamente objetos que se encuentren 
https://www.oftalvist.es/es/especialidades/unidad-de-retina-y-macula
https://www.oftalvist.es/es/especialidades/cornea-y-superficie-ocular
https://www.oftalvist.es/es/especialidades/cataratas
a una distancia comprendida entre 15 cm y 65 m, aunque, con la edad, el 
cristalino pierde elasticidad y este margen se reduce. 
 
BIBLIOGRAFÍAS. 
• Garcia, C. (2011, 23 agosto). Tipos de receptores. slideshare. 
https://es.slideshare.net/farmanajera/tipos-de-receptores?next_slideshow=1 
• O. (2021, 4 mayo). El sentido de la vista: Definición, partes y 
funcionamiento. Blog Oftalvist: Lo Último en Salud Ocular. 
https://www.oftalvist.es/blog/sentido-de-la-vista/ 
• Receptores y efectores. (2020, marzo). 
http://www.colegioscreacion.cl/archivos/documentos/20200320143335_RE
CEPTORES-Y-EFECTORES.pdf

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