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UNIDAD 8: FAMILIA Y CAPACIDAD 
F18054. ABELLEIRA Y DELUCCA. CLÍNICA FORENSE EN FAMILIAS CAP. III: ACERCA 
DE LA FAMILIA 
En la década que comienza en 1970, Berenstein concebía al grupo familiar como “un sistema con una estructura 
inconsciente”. Sistema regulado por el principio de intercambio y el tabú del incesto, donde metodológicamente se 
diferenciaban 2 niveles de funcionamiento: el observable de las relaciones familiares, más accesible a la conciencia 
de sus integrantes y el de la estructura inconsciente, inferible desde el terapeuta o investigador, a partir del marco 
teórico de referencia. Se accedía al funcionamiento inconsciente a través de lo que llamara las producciones 
familiares: sistema de los nombres propios, representaciones del tiempo y espacio, circulación del dinero, discurso, 
mitos y creencias. Algunas de sus proposiciones básicas de su modelo de la estructura familiar inconsciente (EFI) 
son: 
-Las relaciones familiares tienen un carácter simbólico, cuyo significado yace en la estructura 
inconsciente. 
- La estructura inconsciente de las relaciones familiares es un conjunto ligado de las relaciones entre 
términos (Alianza, consanguinidad, filiación, avuncular) 
 La EFI es un operador a través del cual se generan significaciones provenientes de la cultura, éstas llegan a los 
integrantes de la familia mediante transformaciones que les dan sentido y significado a las relaciones familiares. En la 
misma, habría una transmisión transgeneracional de significados icc de una generación a otra. 
Ahora bien, los cuatro tipos de relaciones pueden evolucionar hacia funcionamientos psicopatológicos o hacia la 
normalidad. La normalidad, estaría más cerca de la exogamia, la diferenciación sexual y generacional, la prohibición 
del incesto y del funcionamiento del padre como doble interdictor. 
En la actualidad el problema es que la EFI resulta insuficiente a la hora de analizar los avatares de los vínculos 
familiares después del divorcio u otras temáticas que fueron surgiendo acorde se fueron sucediendo cambios 
histórico-sociales (caída de los ideales de la modernidad, declinación del patriarcado, incremento del individualismo, 
cambios en el lugar de la mujer, frecuencia de divorcios, familias monoparentales, familias con parejas 
homosexuales), a los cuales se fue amoldando la familia. Esto sumado al hecho que la EFI se basó exclusivamente 
en la representación de la familia tradicional patriarcal. 
Con todo, seria más pertinente hablar de “las familias”, dada la validez que actualmente se le otorga a su 
heterogeneidad. La familia o grupo sustitutivo, si bien continúa siendo indispensable para el proceso de humanización 
del sujeto, comparte tempranamente la producción de subjetividad con otras instituciones como el jardín y la escuela, 
con figuras significativas no pertenecientes al ámbito familiar y aún con otros anónimos a través de los medios 
masivos de comunicación. Por lo tanto, pensamos el proceso de construcción del sujeto, en constante operatoria de 
producción de nuevas inscripciones en cada encuentro vincular significativo. 
Se piensa en el vínculo como una relación de un sujeto con otro sujeto, al que llamaremos “ otro”. Vínculo 
considerado desde cada sujeto como gente de la relación, centrando la mirada en lo que en conjunto construyen, lo 
que los une y lo que los separa. Para que el vínculo se constituye y se sostenga, es necesaria la presencia del otro. 
Berenstein pone el acento en el concepto de vínculo, señalando su ligadura icc, mientras que el concepto de relación 
lo adscribe a las manifestaciones del mismo. El vínculo genera una representación que une a un yo con el otro. El 
otro no puede faltar como garante y soporte del vínculo. 
En cada vínculo significativo se da un encuentro con tres dimensiones del Otro: 
- Con lo semejante. A través del mecanismo de la identificación que permite la vivencia de lo compartido. 
- Con lo diferente. Si bien son aspectos del otro con los que NO nos identificamos, podemos acceder a ellos, 
conocerlos y aceptarlos y tornarlos compartibles a través de diversos intercambios. 
- Con lo ajeno. Lo inasimilable, no compartido ni compartible,que refiere aun límite, a aspectos incognoscibles 
del otro e irrepresentables del otro como de sí mismo. 
Lo incognoscible e inabarcable por el yo, como ajenidad, no sólo implica lo inasimilable del otro, sino la dimensión 
inconsciente del propio yo y ciertos sectores del mundo social. 
Por otra parte, dentro de la familia distinguiremos dos órdenes de vínculos: 
- Simétricos. Se dan entre sujetos en quienes las estructuras psíquicas están constituidas en sus aspectos 
diferenciales, aunque permanecen abiertos a nuevas construcciones subjetivas a lo largo de la vida. Por 
ejemplo: Entre el hombre y la mujer que forman pareja conyugal. También es simétrico el vínculo entre 
hermanos en tanto ambas subjetividades están en vías de constitución. 
- Asimétricos. Al devenir padres, conforman un vínculo asimétrico con los hijos, dada la necesaria dependencia 
de éstos al estar transitando los inicios del proceso de constitución subjetiva. 
Este entramado vincular que constituye la familia, se organiza en torno a los lugares materno, paterno y filial, en tanto 
denominaciones del parentesco instituidas y subsistente aun, más allá de las diversidades con que aparecen las 
familias, tanto en distintas épocas de la historia como en el momento actual. 
En relación a los lugares pero no estrictamente ligados a ellos, se espera Y es deseable que se ejerzan en la familia 
funciones de sostén y amparo, de discriminación- corte y transmisión de la ley, que se han denominado clásicamente 
en la teoría como funciones materna y paterna 
Las funciones son operatorias necesarias para la Constitución y construcción de la organización psíquica de los 
sujetos; han de estar encarnadas, o por lo menos transmitidas por personas reales o que posean un índice de 
realidad para el hijo. 
Existen dos funciones fundamentales que se ejercen desde las instancias parentales, o por quienes ocupen estos 
lugares dentro de la diversidad de configuraciones familiares existentes, que se transmiten desde el comienzo de la 
vida del hijo, en articulación una con la otra y que dan lugar a diferentes procesos psíquicos en el ser en formación, 
quién se va apropiando paulatinamente de lo transmitido, inscribiendo en una complejización creciente, estas marcas 
provenientes de sus progenitores.: 
- Función amparadora primaria. Hace referencia al conjunto de cuidados brindados al infans por la madre, 
padre o sustitutos, como asistentes de las necesidades del recién nacido. Se refieren al amparo y sostén 
biológico y psíquico que le proveen. 
En tanto sostén psíquico supone que para sobrevivir y constituirse como sujeto humano, todo ser necesita,no solo de 
alimento, sino que alguien catectice, libidinice, desee que ese niño viva y le signifique en un comienzo, cada una de 
sus experiencias sensoriales y vitales, con los objetos de su entorno y con los otros. Por lo tanto, esos 
otrosprivilegiados se constituyen en el primer portavoz de la cultura a la que pertenece el infans. Esto posibilita: la 
erogenizacion del cuerpo del bebé como fuente de placer y sufrimiento ( no sólo como organismo viviente); las 
vivencias de unificación narcisizantes como efecto de la ternura que los otros le transmiten; la indicación y 
significación de sus experiencias tempranas a través del discurso parental, siempre desde las propias 
interpretaciones que ellos hagan de las mismas. En tal sentido, ese otro u otros privilegiados operan y se constituyen 
para el hijo, en el primer contexto identificatorio que fundara el yo. Desde el contacto cuerpo a cuerpo y sus deseos 
inconscientes, el otro contribuye a fundar la sexualidad del infans. 
- Función simbólica, ordenadora, de corte y diferenciación. Tal es la función ordenadora de los vinculos 
intersubjetivos ejercida desde las instancias parentales, en tanto representantespara el hijo del acceso a lo 
simbólico, al lenguaje de una cultura y sociedad determinada. Los progenitores no sólo le otorgan y brindan un 
sentido a las experiencias inmediatas, emocionales del hijo, sino que se ubican como referentes de una ley de la 
cultura y le transmiten de manera explícita e implícita los valores, ideales y modelos predominantes que ellos han 
interiorizado en cuanto a lo prohibido y lo permitido para cada vínculo. 
Tradicionalmente definida como función paterna, debemos diferenciar claramente la función simbólica, de la persona 
concreta del padre de una familia determinada. Esta delegación en el padre de la transmisión de la ley como 
representante de la autoridad en la familia, está ligada a la representación social del patriarcado, cuya fuerza 
instituyente está en declinación actualmente. Lo que la cultura aún retiene de esta función simbólica asignada al 
padre, es el reconocimiento de que es quien dona el apellido al hijo. Función paterna, entonces, no puede ser 
equiparada a función simbólica, ya que el corte y el proceso de diferenciación que el hijo pueda ir realizando entre él 
y la madre, entre él y el padre y paulatinamente asumirse como otro con deseos propios más allá de los enunciados 
identificatorios familiares, implica un largo recorrido por diferentes vínculos y la apropiación- elaboración de 
enunciados de conjunto. 
Si mediante la función amparadora primaria el hijo construye su YO, el efecto de la función simbólica abre a la 
inscripción de las categorías de lo permitido y lo prohibido y a la construcción psíquica del SUPER YO y de los 
ideales del yo, como ideales a ser. 
Este proceso de construcción de la subjetividad, incluye la vertiente intra subjetiva ( la capacidad de cada sujeto de 
inscribir y metabolizar), intersubjetiva ( lo que se construye en y por los vínculos) y transubjetiva ( lo que se inscribe 
de las marcas sociales y culturales). 
Otras funciones de una familia, junto a las anteriores ejercidas por las instancias parentales, son: 
- Función filial. Implica la impronta de lo novedoso que cada hijo le impone a la organización familiar. El hijo 
no solo se constituye sobre los modelos parentales, sino que a través de su singular metabolización de lo 
trasmitido, aporta nuevas significaciones, que en la adolescencia, cuestionan lo heredado.Generalmente 
producen transformaciones creativas, otras tienden a repetir lo recibido y en ocasiones se enfrentan a la 
familia con vacíos de significaciones que evidencian sostenes imaginarios y simbólicos fallidos o deficitarios. 
Las fuerzas potencialmente desestructurantes o patógenas están vinculadas a un déficit en el sostén y 
apuntalamiento psíquico, o bien a un exceso abusivo de las instancias parentales, que transmiten inconscientemente 
la prohibición de un pensar y sentir autónomos, que obstaculizan el surgimiento del deseo propio del sujeto ( violencia 
secundaria segun Aulagnier ) 
- Función de las familias de origen, o los ancestros representan las tradiciones familiares. Se incluyen a través 
de las creencias y mitos que la familia conyugal sostiene, formulados en nuevas síntesis, que constituyen el 
relato de su origen como familia. Desde ese lugar, avalan y son garantes de la nueva organización familiar; pero 
también pueden obstaculizar los acuerdos y transacciones de la pareja, tanto a través de una presencia que 
interfiere la concreción de los mismos, o expresado en la puja entre marido y mujer por imponer los modelos 
ideales heredados por cada uno. Si se ubican en el lugar de garantes, cumplen la función de abuelidad, 
reforzando el sostén afectivo de los nietos. 
En síntesis, este entramado vincular o estructura abierta, compleja y heterogénea, Cómo pensamos hoy a la familia, 
funda y marca el origen subjetivo en forma privilegiada pero no única, sentando las bases de lo prohibido y lo 
permitido a través de la operatoria de la prohibición del incesto, ejercida y recibida desde los lugares de parentesco y 
sus funciones. 
La familia es el mediador entre el sujeto en construcción subjetiva y la cultura, en cuanto a reproducir sus valores e 
ideales. Pero además, de lo anterior se desprende, que en este proceso de constitución de subjetividad, no son solo 
los hijos, sino también los propios padres los que van siendo afectados en el devenir familiar. 
Las significaciones sociales también cumplen un importante papel en el proceso de construcción de las 
subjetividades. Operan como los organizadores de sentido de cada época, estableciendo lo permitido y lo prohibido, 
lo valorado, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, etc. Son un sistema de interpretación y de valoración de la realidad. 
A su vez, son una pieza eficaz del sistema de Control Social. 
Nos hemos movido durante muchos años con el concepto de estructura familiar inconsciente (EFI). Es importante 
poder revisar el concepto de Estructura para saber que alcances tiene y cuáles son sus límites. 
Una idea crucial, en relación a revisar la EFI, es el concepto de Prygogine de estructuras disipativas, para referirse a 
aquellas estructuras abiertas, complejas, en las cuales los sucesivos intercambios con el exterior a sí a través del 
tiempo darán lugar al encuentro con lo azarozo y podrán imprimir a su recorrido diferentes vías de desarrollo que no 
se pueden predecir en el punto de partida. Una hipótesis importante de este autor es que la evolución hacia la 
complejidad puede dar lugar a la novedad. 
Por último, señalaremos que la transmisión transgeneracional tiene tres vías: 
La simbólica que refiere a prescripciones y prohibiciones transculturales fundantes de la cultura (todas las culturas 
tienen algún tipo de tabú necesario para su sostén). Se efectiviza a través del linaje mediante la prohibición del 
incesto, y a su vez, permite las normas básicas de la cultura. 
La imaginaria. Aquí se transmite tanto el imaginario social como el familiar. El primero implica cuestiones 
relacionadas con las creencias, valores, que son transmitidos a cada uno de los integrantes de la cultura, y tiene la 
doble función de lo instituido y lo instituyente. Además, sostienen la identidad de los miembros de una sociedad. El 
imaginario social se transmite a través del imaginario familiar dado que cada familia, por estar inmersa en una 
sociedad, recoge el imaginario social de su época, transmitiéndolo en la singularidad de su seno. 
Po último, las cuestiones no representadas por los ancestros. Aquí se transmite el vacío de significación: los duelos 
no realizados, los traumas no procesados. Lo traumático insiste para encontrar ligadura a través de las generaciones. 
BARRIO-CAPACIDAD JURÍDICA Y EL ROL DEL PERITO EN EL PROCESO DE 
RESTRICCIÓN 
La convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad del año 2006 y la Ley de Personas con 
Discapacidad (26378) plantean un cambio de paradigma en relación a los conceptos de discapacidad y su correlato 
jurídico de incapacidad. 
El paradigma viejo, planteaba un modelo médico, donde la persona era declarada incapaz a partir de un 
certificado médico. Una vez establecida esta incapacidad, quedaba permanente, igual para todos los casos, (sin 
revisar) y absolutas, restringiendo todo el ejercicio de las capacidades de una persona. Se equiparaba las personas 
por nacer, los menores de 14 años, dementes e inhabilitados y sordomudos que no se dieran a entender por escrito. 
La ley privaba a las personas físicas de la facultad de obrar por sí mismas, fundada en la falta o insuficiencia de su 
desarrollo mental por la incapacidad de manifestar su voluntad. 
El nuevo paradigma, plantea un concepto social de la incapacidad, y esto es lo que retoma el nuevo Código 
Civil y Comercial (CCyC). Así, todas las personas son sujetos de derecho siendo la capacidad de las personas la regla, 
y su restricción una excepción que debe fundarse. Así se establece que, ante la restricción para “determinados actos” 
se designarán los apoyos necesarios que deben promover la autonomíay favorecer las decisiones que respondan a 
las preferencias de la persona protegida. 
ACERCA DE LOS CONCEPTOS DE CAPACIDAD-INCAPACIDAD 
La capacidad: es la aptitud de la persona para ser titular de derechos, adquirir obligaciones y ejercer dichos 
derechos por sí misma. 
El derecho civil tradicional ha calificado a la capacidad como un atributo de la persona, inherente a su condición de 
tal; por su parte, el reconocimiento de la capacidad guarda relación con el respeto de la dignidad y libertad personal y 
por ello sus eventuales limitaciones solo pueden ser establecidas legalmente. Tradicionalmente, el concepto de 
capacidad se ha dividido en capacidad de derecho y capacidad de hecho (o de obrar, de ejercicio o goce). 
• La capacidad de derecho refiere a la aptitud que toda persona tiene para adquirir derechos y contraer 
obligaciones, por el solo hecho de ser tal. 
• En cambio, la capacidad de hecho, refiere a la aptitud de la persona para adquirir y/o ejercer tales derechos 
por sí misma. En el nuevo CCyC se hablara de capacidad de ejercicio: toda persona puede ejercer por sí los 
actos jurídicos, con las solas excepciones establecidas en la norma. La capacidad será el principio a partir del 
cual, eventualmente, podrán disponerse restricciones puntuales y en última instancia, interdicciones generales. 
Capacidad de Derecho: 
ARTÍCULO 22 
Las incapacidades de derecho se instituyen en protección de ciertos intereses y nunca de modo general en referencia 
a una persona. Apunta a la consideración de dicha persona frente a determinados actos concretos. Las limitaciones a 
la capacidad no pueden ser totales o absolutas, de un modo que elimine la condición de persona o importe la 
consecuencia de “muerte civil” (esclavitud). 
RESTRICCIONES A LA CAPACIDAD: 
ARTÍCULO 31.- Reglas generales 
1. La capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, 
2. Las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre en beneficio de la 
persona; 
3. La intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como en el proceso 
judicial; 
4. La persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas para su 
comprensión; 
5. La persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada, que debe ser 
proporcionada por el Estado si carece de medios; 
6. Deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades. 
 
A partir de este artículo, el nuevo CCyC diseña el régimen de restricciones a la capacidad de las personas mayores 
de edad. 
El modelo social de la discapacidad. Este modelo importa un giro trascendental en la condición de las personas 
con discapacidad ya que deja de considerarlas portadoras de una patología que las “discapacita” y ubica “el 
problema” en el escenario social, inadecuadamente preparado para el pleno desarrollo de la persona con 
discapacidad. 
Efecto de lo dictado por la ley resulta la inadmisibilidad del dictado de sentencias atributivas de “incapacidad. 
Respetuoso de este marco jurídico, el nuevo CCyC titula la Sección 3ª de este Capítulo 
“Restricciones a la capacidad˝, dando cuenta de que la capacidad será el principio a partir del cual, eventualmente, 
podrán disponerse restricciones puntuales y no interdicciones generales sobre la capacidad. Así, en este art. 31 se 
reúnen no solo reglas generales de fondo sino también de forma o procedimentales: tales, la participación de la 
persona en el proceso de restricción de su capacidad, el derecho a la asistencia letrada, el diseño de procesos que 
faciliten la información y la comprensión para la toma de decisiones. 
 
El ARTÍCULO 32 expresa: 
El juez puede restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece años que 
padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que 
estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes. 
En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que prevé el artículo 43, 
especificando las funciones con los ajustes razonables en función de las necesidades y circunstancias de la 
persona. El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las decisiones que respondan 
a las preferencias de la persona protegida. 
Por excepción, cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su 
entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyos 
resulte ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y designar un curador. 
En el supuesto de restricción a la capacidad, no procede la tradicional figura sustitutiva del curador, sino la 
designación de persona/s de apoyo, cuya función es “... promover la autonomía y favorecer las decisiones que 
respondan a las preferencias de la persona”- 
Declarar la incapacidad; pero solo como última instancia. 
El CCyC elimina las etiquetas o calificaciones preexistentes en el antiguo código — 
“sordomudos que no saben darse a entender por escrito”; “dementes”; “disminuidos en sus facultades mentales”— y 
reemplaza ello por enunciaciones genéricas: alteración mental y adicción. 
Así, la declaración de “capacidad restringida” requiere que la persona se encuentre en situación de daño a su 
persona o a sus bienes consecuencia de sus actos. Nuevamente, el Juez de Familia, requerirá la evaluación 
correspondiente al Psicólogo Jurídico en cada caso particular, acerca de la aptitud de la persona para 
comprender, razonar y expresar voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado de su voluntad. 
 
Capacidad de hecho o de ejercicio: 
ARTÍCULO 23 
La restricción a la capacidad aparece fundada en la pretensión de protección de la persona por el ordenamiento, 
auxiliando la ejecución de los actos a través de mecanismos de asistencia para su celebración. 
Personas incapaces de ejercicio: ARTÍCULO 24. 
En estos casos, la respuesta legal para suplir dicha incapacidad es la figura de la representación, conforme regula el 
art. 100 y ss. CCyC. 
➢ La persona por nacer 
Es clara su imposibilidad de ejercer derechos. Que la persona por nacer ostenta la condición de persona humana 
surge del art. 19 y ss. del CCyC. Son representantes de las personas por nacer, sus padres —art. 101, inc. a) 
CCyC—. 
➢ La persona menor de edad que no cuenta con edad y grado de madurez suficiente 
La única distinción etaria que impone la nueva normativa es la que delimita entre niños y adolescentes, siendo el 
punto de efracción el de los 13 años de edad. 
El requisito normativo es mixto: la edad y la madurez suficiente. El calificativo “suficiente” guarda relación con el acto 
de que se trata. La referencia a la presencia de una cierta “edad y madurez suficiente” da cuenta de que el sistema 
se aleja de conceptos más al tiempo que emparenta mayormente con la noción bioética de “competencia. Esta 
noción es de carácter más empírico que técnico y toma en consideración la posibilidad personal de comprender, 
razonar, evaluar y finalmente decidir en relación al acto concreto en juego. 
Rol Profesional 
En este caso, será necesaria la evaluación del psicólogo jurídico, dentro del equipo técnico de los Juzgados 
de Familia, donde se evaluará la madurez del niño y adolescente en relación al concepto incorporado de 
autonomía progresiva. 
Teniendo en consideración que este ejercicio personal puede generar conflictos con las decisiones de los 
representantes legales, la norma brinda respuesta a través de la facultad del niño, niña o adolescente de defender su 
posición con el auxilio de asistencia letrada, y para ello se incorpora la figura del abogado del niño/a (Art. 27, ley 26.061) 
----- Ley de protección integral de los derechos N,NyA. 
➢ La persona declarada incapaz por sentencia judicial 
Hace referencia a la persona declarada incapaz por sentencia judicialy en la extensión dispuesta en dicha resolución. 
En el CCyC la incapacidad resulta una respuesta residual, excepcional y restrictiva. Nuevamente, la evaluación del 
psicólogo jurídico como miembro del Equipo Técnico dentro de los Juzgados de Familia, es clave en el 
auxilio al Juez para que pueda determinar en cada caso esas restricciones. De esta manera, el psicólogo 
evaluará la capacidad de comprensión y razonamiento que requiera cada acto concreto en juego en un 
sujeto determinado. 
 
REPRESENTACION Y ASISTENCIA. TUTELA Y CURATELA 
ARTÍCULO 100. Las personas incapaces ejercen por medio de sus representantes los derechos que no 
pueden ejercer por sí 
De esta forma el nuevo Código introduce un giro conceptual trascendente: la consideración permanente de la 
condición de persona humana de aquel que no puede ejercer por sí los actos jurídicos y, en consecuencia, la 
necesidad de respetar el ejercicio de su derecho a ser oído y a participar en la medida posible en la toma de 
decisiones. 
ARTÍCULO 101. Son representantes: 
a. de las personas por nacer, sus padres 
b. de las personas menores de edad no emancipadas, sus padres. 
Si faltan los padres, o ambos son incapaces, o están privados de la responsabilidad parental, o suspendidos 
en su ejercicio, el tutor que se les designe; 
c. de las personas con capacidad restringida, el o los apoyos designados cuando, conforme a la 
sentencia, éstos tengan representación para determinados actos; de las personas incapaces en los términos 
del último párrafo del artículo 32, el curador que se les nombre. 
La representación legal de dichas personas se desarrolla a través de distintas instituciones: la responsabilidad 
parental y los apoyos con facultades representativas, reconocidos como “apoyos intensos”. 
 
PROCESO DE DECLARACIÓN DE RESTRICCIÓN A LA CAPACIDAD. 
ROL DEL PSICÓLOGO JURÍDICO: 
Este proceso judicial, 
1. Se inicia con una demanda ante el Juzgado de Familia donde se 
solicita la declaración de restricción de la capacidad por determinada causa. 
2. Al mismo tiempo que se ofrece el sistema o persona de apoyo. 
3. A continuación, se realiza una breve historia de la patología que 
presenta el sujeto, las limitaciones en la vida que le genera, junto con certificados médicos, psicológicos, y de otras 
especialidades que lo acrediten. 
4. Finalmente, se justifica la elección de la/s personas de apoyo, teniendo 
en cuenta el apoyo de hecho que se viene haciendo hasta el momento de la presentación judicial. 
5. A continuación, se ofrecen las pruebas que acrediten lo dicho: 
documental (certificados, historias clínicas, documentos, etc), informativa, testimonial y pericial interdisciplinaria. 
En este caso, será el Equipo Técnico Interdisciplinario del Juzgado de Familia, el que de manera 
interdisciplinaria evaluará y determinará la aptitud mental para ejercer sus derechos civiles, entendiendo esa 
aptitud como la capacidad para conducirse a sí mismo, sus relaciones familiares y sociales y la capacidad 
para administrar sus bienes. 
El abordaje del sujeto como una integridad biopsicosocial, plantea la necesidad de la valoración 
interdisciplinaria (psicológica, médica y de trabajo social) para evaluar la presencia de trastornos psíquicos, 
enfermedades médicas, situación psicosocial y ambiental y la actividad global de la persona, pronóstico, posibilidad 
de autonomía para los diversos actos y funciones que una persona podría realizar, como así también la evaluación 
de recursos personales, familiares y sociales que la familia presenta. 
Rol del Psicólogo Juridico 
Así, el psicólogo jurídico, como miembro del Equipo, evaluará el estado psicológico de la persona, la presencia de 
alguna patología psíquica en tanto y en cuanto afecte las capacidades del sujeto mencionadas anteriormente, la 
fecha de inicio de la problemática, pronóstico, qué sistemas de apoyo aconseja para el desarrollo de la vida diaria del 
peritado y posibles tratamientos. Se consideran actos diarios de la vida común trabajar, viajar, asistir a eventos, 
educarse, realizar tareas domésticas, actividades políticas como votar o afiliarse a un partido, acciones que tienen 
que ver con la responsabilidad parental y diversos actos de la vida civil como contraer matrimonio, comprar, contratar, 
disponer y administrar bienes, etc. 
La confección del Informe Pericial se plantea de manera conjunta e interdisciplinaria, aportándole al 
juez una valoración integral del sujeto, teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente. Luego de la 
producción de toda la prueba, será mediante sentencia judicial la determinación de la declaración de la restricción de 
la capacidad de la persona y la asignación de sus sistemas de apoyo. 
F18058. LIC. SILVIA GOMEL PENSANDO LA PSICOPATOLOGÍA VINCULAR DESDE LA 
TRANSMISIÓN TRANSGENERACIONAL 
Reflexionar sobre las ciencias de la subjetividad, lleva también a un replanteo de la idea de sujeto, atravesado por 
distintas marcas: económicas, sociales, culturales, deseantes; que van dando origen y despliegue a distintos tipos de 
ciencias, en rigor de ramas de la ciencia, pero que tienen a la subjetividad como común denominador. 
Nos hemos movido durante mucho tiempo con el concepto de estructura familiar inconsciente, pero es importante 
poder revisar el concepto de estructura a la luz de estas problemáticas, para saber con qué noción nos estamos 
moviendo, qué alcances tiene y cuáles son sus límites. 
La idea de complejidad 
Una idea que ha sido crucial al revisar la estructura es el concepto de estructuras disipativas, que están lejos del 
equilibrio, en las que el equilibrio es el desequilibrio. Las nociones de estructura con las que nos hemos manejado 
tienen consecuencias en la psicopatología, con funcionamiento neurótico, perverso, etc. estamos presuponiendo una 
estructura básica en la cual vamos a ir detectando variables que nos hablan de funcionamiento psicopatológico, una 
estructuración psicopatológica con funcionamientos predominantes. 
La estructura familiar inconsciente, el zócalo icc, ¿se refiere a sistemas simples o complejos? La diferencia, arma una 
psicopatología diferencial. La evolución hacia la complejidad puede dar lugar a la novedad. Se diferencia complicado 
de complejo. 
Un sistema complicado, tiene muchas variables que necesitan ser desarmadas una por una para lograr su 
comprensión. En un sistema complejo no conocemos todas las variables y nunca vamos a lograr una comprensión 
cabal. 
La idea revolucionaria de los nuevos paradigmas es que un sistema, en sus caminos de transformaciones, puede 
elegir entre diversas alternativas, no siendo posible saber a priori cuál va a elegir: depende de su historia y de las 
condiciones específicas contextuales en ciertos puntos críticos de su desarrollo. La idea que subyace a un sistema 
simple es que, conociendo todas sus condiciones de partida, podemos prever sus transformaciones. No sabemos en 
cuál va a devenir, pero sí sabemos que hay un número fijo de transformaciones. En cambio, esta idea novedosa de 
complejidad implica que resulta imposible conocer todas las condiciones de partida, pero no por ignorancia del 
investigador, sino por la propia condición de complejidad. Así, un sistema que entre en situación de transformación 
puede derivar, puede elegir distintas alternativas, diferentes derroteros, siendo imposible predecir cuál va a ser el 
destino final de la transformación. 
De esta manera pierde en predictibilidad, pero gana en especificidad. Así, el azar es distinto de lo aleatorio, irrumpe 
como un rayo porque no estaba contemplado en las posibilidades del sistema. el azar, es necesario, es el elemento 
disruptivo, impredecible; forma parte de los fenómenos mismos. En cualquier momento produce cambios no 
anticipables. 
Las ciencias de la complejidad se fundamentan en un grupo de hipótesis: 
+ Identidad dinámica: Las partes de un todo complejo y sus propiedades sólo adquieren sentido en la 
interacción, y en relación a la organización total.En los vínculos, identidad dinámica significa que no existe el 
ser en sí mismo, existe el ser en la interacción. El ser deviene, no es, y lo hace en la interacción con el otro. 
+ Totalidad compleja no totalmente especificable: El sistema complejo es un sistema abierto en altísima 
interacción con su medio. Su identidad se sostiene en la ligadura, y esta totalidad compleja no lo es sólo 
porque es difícil, sino también porque no es totalmente decible. No hay modo de desarmarla y volverla a 
armar. 
+Autonomía relativa: No existen las leyes deterministas como destino inapelable. El sistema es flexible y 
nada puede ser pensado como una causalidad absoluta. 
+El universo como entramado relacional: No tiene sentido preguntarse por la causa, si la causa está en la 
forma, si tiene que ver con lo histórico. Ya no se habla de causa sino de condiciones de emergencia, de 
factores coproductores. 
Ha dado lugar a las cuestiones de la interdisciplina y transdisciplina. Aceptar que no hay una sola disciplina 
que pueda saturar un fenómeno abordado desde las ciencias de la complejidad. Los momentos de mayor 
probabilidad de predicción son los de estabilidad. Pero los sistemas complejos tienen como característica la 
de estar mayormente en situación de crisis. 
La psicopatología vincular me remite más a heterogeneidades que homogeneidad. La heterogeneidad tiene que 
ver con lógicas diversas que atraviesan los vínculos, con mecanismos diferenciales coexistentes. La transferencia no 
es únicamente reedición de modelos vinculares, sino también posibilidad productora de nuevos modelos que en 
potencia no estaban y que se despliegan en el azar del encuentro con un determinado terapeuta. Nos arranca de un 
lugar de pronóstico, y nos pone mucho más en el día a día del proceso, y en observar hacia dónde va ese proceso 
más allá de lo que nosotros pensábamos o suponíamos. 
La transmisión transgeneracional 
La vincularidad implica para el sujeto una exigencia de trabajo distinta a la que le impone lo pulsional, que se funda 
en dos cuestiones: pertenecer a una línea genealógica y velar lo imposible para lograr la consolidación del vínculo. 
Pertenecer a una línea genealógica implica que somos, desde el inicio sujetos de genealogía, esta línea tiene 
ascendientes y descendientes. Desde el inicio el individuo tiene un fin en sí mismo y un fin para la especie. Algo 
tenemos que hacer con nuestra prehistoria vincular, no sólo con lo vivido efectivamente, que han dejado marcas en la 
propia subjetividad. Nuestra historia transgeneracional requiere una exigencia de trabajo psíquico para poder 
subjetivizarla. Línea genealógica que nos enfrenta con lo vivido ancestral, hecho carne en nosotros a través de 
nuestra psique. 
La transmisión transgeneracional tiene tres vías: 
• La vía de lo simbólico: Tiene que ver con el tema del parentesco y los mandatos fundamentales de la 
cultura. Prescripciones y prohibiciones transculturales (todas tienen un tabú para su sostén). Coloca a la línea 
genealógica en relación al linaje como un modo clasificatorio de los individuos para que pueda efectivizarse 
la prohibición del incesto. La línea genealógica señala quiénes son los padres de, los hermanos de, primos 
de, etc. cuando la línea genealógica entra en caos, el sujeto no puede ser clasificado claramente en un lugar 
de parentesco y hay confusión sobre quién es su antecesor y quién su sucesor. Estamos frente a la 
producción de psicosis. 
• La vía de lo imaginario: Se transmite transgeneracionalmente tanto el imaginario social como el familiar. El 
imaginario social implica todas aquellas cuestiones relacionadas con las creencias, los valores, cánones 
estéticos, axiología, que son transmitidos a cada uno de los integrantes de la cultura. El imaginario no sólo es 
instituido, también es instituyente. Estas cuestiones arman y sostienen la identidad de los miembros de una 
sociedad. El imaginario social se transmite a través del imaginario familiar, pues si bien cada familia tiene un 
sistema de valores, ideales, etc. también por estar inmersa en una sociedad recoge el imaginario social de su 
época. En el imaginario familiar, encontramos la transmisión por la vía de las identificaciones. 
• La vía de lo real: Especifica la herencia de las cuestiones no representadas por los ancestros. Si en las 
primeras circulan representaciones, en esta se transmite lo que no logró estatuto representacional; se 
transmite el vacío de significación (Por ej. Los duelos no realizados), que al no ser procesadas en las 
generaciones en que sucedieron, son legadas en su cualidad de no representadas hacia otras generaciones. 
Estos legados constituyen y arman un motor en la vincularidad. 
La cuestión de la negatividad 
Un segundo motor de la vincularidad tiene que ver con la negatividad. Estamos acostumbrados a pensar los vínculos 
en su positividad. Una de las revoluciones que trae el pensamiento complejo es la cuestión de la negatividad, del no 
ser. Cuestión el no-todo, de la negatividad, que se encuentra en el corazón mismo del ser, el no-ser en el ser. La 
vincularidad tiene en sí misma, el no-vínculo, la imposibilidad vincular. El vínculo soporta un lugar imposible 
donde los seres humanos estamos irremediablemente solos y no podemos cubrir esa soledad radical. La exigencia 
de trabajo de la vincularidad marca la necesidad de transformar lo imposible en prohibido. Podemos hacer el 
movimiento de velar la imposibilidad del vínculo para lograr armar un vínculo. Para poder tejerlo es necesario un 
movimiento de desmentida, desmentir que el vínculo es imposible. Aquello que se desmiente queda como 
exterioridad del vínculo, y como tal es motor. Justamente que un vínculo no puede saturar aquello que se espera de 
él, lo constituye en motor. El concepto de imposibilidad vincular es otro motor básico, en cuanto a exigencias de 
trabajo de la vincularidad. 
Momentos de retorno 
Las producciones vinculares son modos de retorno de aquello que en la familia se ha constituido frente a las 
exigencias de la vincularidad. Hay que pactar, hay que acordar qué va a quedar fuera del vínculo y qué puede 
ingresar en él. ¿Cómo se las arreglaron los sujetos del vínculo con las exigencias de la vincularidad? Es una 
pregunta para ir armando un perfil psicopatológico. 
Existen formas de retorno que están en el plano de la representación, que tienen que ver con lo simbólico y lo 
imaginario, con posibilidades de velamiento de lo imposible vincular, con un sostén importante en los temas del linaje 
y del armado identificatorio: producciones del decir. Otro modo de retorno es el de “precipitaciones del hacer”, un 
hacer sin representaciones (transmisión transgeneracional de lo no representado). Lo que no logra escena psíquica 
se coloca en una escena fuera de escena, la realidad. Cuando nos encontramos frente a una vincularidad en la cual 
los retornos son del orden de lo no representado y de la imposibilidad vincular, lo que no se ha podido lograr 
plenamente es el nivel de lo inconsciente. Mal podría el analista usar la interpretación para tratar de descifrar, 
cuando o que no se pudo es cifrar. 
Cuando hablamos de estructura familiar inconsciente, presuponemos vínculos en los que se ha podido armar lo 
icc. Pero hay otros modos vinculares. Es necesario que el analista vaya armando en su cabeza los ejes básicos de 
los perfiles psicopatológicos de un vínculo, para poder acomodar su propia respuesta a esa vincularidad. El pasado 
no constituido en historia retorna por vía del hacer. Cuando no hay trabajo del icc, no hay posibilidad asociativa: un 
hecho no lleva a otro hecho, está velado y encapsulado en sí mismo. 
F9031. LEY 11.453: TEXTO ACTUALIZADO CON MODIFICACIONES INTRODUCIDAS POR 
LA LEY 12.318 
ARTICULO 1.- Créase en el Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, el “FUERO DE FAMILIA”, compuesto 
por Tribunales Colegiados de Instancia Única. 
ARTICULO 3. El Cuerpo estará integrado por un (1) Médico Siquiatra, un (1) Sicólogo y tres (3)Asistentes Sociales. 
La dotación integrada de cada Tribunal Colegiado de Instancia Única del Fuero de Familia, será nombrada y 
removida por la Suprema Corte de Justicia. 
ARTÍCULO 831.- Informe. Resolución. El Consejero de Familia, una vez recibida la solicitud, informará dentro de las 
veinticuatro (24) horas sobre la conveniencia de la etapa. Si la considerase inadmisible, elevará las actuaciones de 
oficio en el mismo plazo al Juez, quien resolverá en definitiva. 
ARTICULO 832. Recusación. Los consejeros de familia son susceptibles de ser recusados y deberán excusarse 
siempre que se encuentren comprendidos en las causales del articulo 17. 
ARTICULO 833. Las funciones de los Consejeros de Familia se desarrollarán en la etapa previa y en la contenciosa, 
mediante asesoramiento y orientación, intentando la conciliación, procediendo de la manera mas conveniente al 
interés familiar y al de las partes. 
ARTICULO 834. Podrán convocar a las partes y a toda persona vinculada tanto la colaboración del cuerpo técnico 
auxiliar, de la oficina pericial y efectuar el reconocimiento de personas o lugares. 
F18048. TRANSMISIÓN GENERACIONAL, FAMILIA Y SUBJETIVIDAD – SILVIA GOMEL 
CAPÍTULO 2: EL DISCURSO FAMILIAR 
TRANSMISIÓN Y DISCURSO 
La sustitución de la realidad por un signo es una operación de mediación mediante la cual el sujeto toma respecto de 
lo vivido, un distanciamiento que le posibilita identificarse en la diferencia. El nacimiento del lenguaje opera así una 
disyunción entre la vivencia y el signo. 
La cría del hombre se humaniza a partir d su incorporación al circuito del intercambio, al ser nominada por la palabra 
de los padres; el lenguaje como sistema regulador sella desde el inicio una intersubjetividad simbólica. Encontramos 
en él dos aspectos diferenciados: lengua, código intersubjetivo, y habla, ejecución lingüística gravitando en torno del 
código. 
La lengua es una institución, concierne a grupos, implica intersubjetividad, regula los intercambios. Funciona 
coactivamente porque obliga a ajustarse a ciertas pautas para intercambiar. El código sólo está en los hechos del 
habla, e inversamente el habla inexorablemente gira en torno de un código; se sostiene así una implicación recíproca. 
En cuanto al discurso, como dimensión restringida del lenguaje, refiere a su carácter privado en detrimento del 
carácter universal de la lengua. Todo discurso es por definición vincular – crea lazo social – y se constituye como una 
configuración de sentido articuladora de lo dicho y lo no dicho: palabras, gestos, movimientos, actos. 
Discurso familiar es el conjunto de los acontecimientos del decir efectivizados en una familia, subsidiario del modo 
peculiar y restrictivo mediante el cual la lengua se realiza en habla en dicho contexto. Leído desde la perspectiva de 
los discursos ancestrales que ciñen el devenir vincular, el discurso familiar es vía regia de transmisión de lo 
generacional. 
El proceso de significancia familiar reconoce sobre-determinaciones. Desde lo macro-contextual, como impronta de la 
cultura específica en que la familia anuda su pertenencia; desde lo trans-generacional, a través del legado de un 
arcón de significaciones; y desde cada uno de los miembros en el movimiento del aporte de sus propias 
semantizaciones al conjunto. Combinación en la cual lo dicho excede siempre la voluntad del decir. 
Como todo discurso, reconoce en su constitución diversos canales de transmisión: las palabras – dimensión 
estrictamente lingüística – y las mímicas y gestos, aspecto paralingüístico. El contexto extralingüístico interviene en la 
determinación del sentido 
La enunciación como producción familiar 
Todo discurso construye dos dimensiones fundamentales: el que habla (enunciador) y aquel a quien se habla 
(destinatario). Son simultáneas, se trata de un circuito discursivo. 
La enunciación refiere a la dimensión discursiva en la que se plasma la relación del hablante con el contenido de lo 
dicho, relación necesariamente ligada a otra: aquello que el emisor le propone al receptor del mensaje. El enunciado 
a su vez es un producto a través del cual el sujeto hablante se inscribe permanentemente en el interior de su propio 
discurso, al mismo tiempo que inscribe allí al otro. 
El discurso familiar puede ser abordado a partir de las huellas de los interlocutores en el seno de los enunciados, 
como lugares de inscripción y modalidades de existencia de las subjetividades anudadas en los vínculos de 
parentesco. En ese sentido es lugar de anclaje y emergencia de la operatoria vincular. 
El concepto de “formación discursiva” puede considerarse al enunciador como el representante y el portavoz de un 
grupo, ampliando la noción de sujeto hablante a la de sujeto trans-individual. Constituye a los individuos en sujetos de 
un discurso anónimo. En psicoanálisis, en todos los conceptos de formación se juega un proceso especial de 
elaboración psíquica. Designa tanto el proceso como el resultado de éste. Resultado que, al modo de una 
construcción, reconcoe en su armado múltiples elementos confluyentes. 
Pienso al discurso familiar como formación en este mismo sentido, verdadera arquitectónica transindividual, 
producto anónimo con un estilo específico resultado del proceso de ensamblaje. Revelador a través de sus líneas de 
fractura de la impronta del conflicto en la doble economía del discurso: la del sujeto singular y la del grupo familiar. En 
ella emergen entrelazados lo subjetivo y lo vincular convirtiendo a la enunciación en producto de un acople ignorado. 
La dimensión pragmática 
La pragmática es el estudio de los actos de lenguaje a partir del interjuego de sus participantes. Hablar es 
intercambiar información, pero es también efectuar un acto regido por reglas precisas que pretenden transformar la 
situación del receptor, modificando su sistema de creencias y su actitud conductual. Al decir ciertas palabras estamos 
haciendo algo y no dando cuenta de algo: se puede “hacer cosas con palabras”. Más que expresar un proceso 
interno, pronunciar la palabra es realizar la acción. Cuando alguien dice algo debemos distinguir: el acto de decirlo 
(nivel proposicional), el acto que realizamos al decir algo [dimensión ilocutoria del acto lingüístico (prometer, advertir, 
jurar)], el acto que llevamos a cabo porque decimos algo [dimensión perlocutoria del acto lingüística (intimidar, 
asombrar, convencer, apenar)]. 
En cuanto al valor ilocutorio, siempre es indispensable que las palabras se expresen en circunstancias apropiadas. 
Cuando no ocurre, la expresión es “desafortunada”. Del acto lingüístico no puede aseverarse su verdad o falsedad: 
puede en cambio ser nulo. “para que aquello que el acto dice sea llevado a cabo, debe incluir la expresión de ciertas 
palabras por ciertas personas en ciertas circunstancias”. 
El nivel pragmático es el más próximo a lo intersubjetivo. En la problemática de los actos del lenguaje se trata de 
analizar las relaciones establecidas a través del enunciado entre los miembros del intercambio verbal, 
complementario con el estudio del marco enunciativo. 
Modalidades del discurso familiar 
Una forma posible de organización circula alrededor del eje enunciativo: particularidades de la enunciación y modos 
de recepción del mensaje. Los modelos de discurso trabajados y sus efectos en la interdiscursividad son los más 
relevantes para el acercamiento a la clínica vincular. Cada una de las formas estudiadas establece una construcción 
modelística, difícilmente hallable en forma pura. 
El discurso dialógico: Supone un emisor y un receptor que al compartir el conocimiento del código, posibilita la 
decodificación del valor semántico proposicional y la discriminación del nivel pragmático. Todos los participante 
involucrados en el circuito del discurso pueden emitir y responder los mensajes en conocimiento de las reglas del 
juego. Dentro de esta categoría se ubican el discurso no autoritario, el discurso a predominio ideal del yo, el discurso 
devida. 
Podemos definir una “familia de las enunciaciones” en la cual el posicionamiento subjetivo en la enunciación se 
asume explícitamente y relativiza la verdad de la afirmación. Se apunta así a quebrantar las certezas reconociendo 
las diferentes subjetividades en juego. 
Formación discursiva transmisora y a la vez creadora de condiciones para la autonomía del pensamiento, señala las 
posiciones de los integrantes de una familia en relación con la verdad. La modalidad dialógica se asienta en el 
discernimiento y la aceptación del principio de realidad. Se admite la policausalidad, incluso circular. También 
aparece la posibilidad de resignificación. Como todo modelo discursivo, es a la vez efecto de una organización y 
fundamento de ella. implica una operatoria familiar caracterizada por la renuncia frente a una complementariedad 
imposible, motor para cada uno de los integrantes de la propia actividad de pensar. 
 
Discursos monológicos: la violencia discursiva: La voz del interlocutor se acalla, produciéndose una suerte de 
monólogo en una ficción de diálogo que despliega una violencia discursiva jugada en las modalidades del habla. La 
violencia radica en el avasallamiento de los deseos y aun de a subjetividad del otro, y puede ser definida como un 
comportamiento vincular coercitivo y arbitrario, de poca complejidad, opuesto a un vínculo reflexivo y elaborativo 
donde la distancia admite ser cubierta por hechos de lenguaje y afectos de mayor complejidad. Acto ejercido sobre 
otro desconociéndolo en su subjetividad. Las diferencias sexuales, generacionales y sibjetivas son negadas, y se 
consolida una fusión mortífera o una asimetría exagerada. En ambos casos el circuito sólo puede romperse mediante 
un acto de violencia. 
Tanto la racionalidad como la irracionalidad son transmisibles como significados al modo de mensajes entre las 
generaciones. Un significado se vuelve irracional cuando dado por un contexto determinado, no se adapta o no es 
contenido por la percepción, o también cuando su permanencia es mantenida a pesar del cambio contextual. 
El discurso familiar violento impone una relación fija e invariable entre significante y significado, anulándose la 
polisemia propia del lenguaje. A partir del presupuesto de una significación única e inamovible, el intento es convertir 
a alguien en ilusoriamente transparente a fin de imponer una semantización excluyente. No sólo la palabra 
pronunciada puede provocar efectos violentos, el texto ignorado violenta desde su presentificación en la ausencia, y 
exige un gasto psíquico continuo para sostenerse en dicho estatuto. El discurso violento es el producto de lo 
enunciado y de su recepción, y adquiere sentido en la respuesta de quien lo recibe. 
¿Cuál es la lógica vincular compatible con las condiciones de producción del discurso familiar violento? 
1) Obturación de un espacio de pérdida ligado a discriminación sexual, generacional o cultural; 2) Forzamiento de la 
continuidad de lo que debiera ser discontinuo, tanto a nivel del sujeto – relación con la otredad – como de los 
vínculos; 3) configuración de una temporalidad inmovilizante en la cual la creación de lazos inéditos entra en la 
categoría de lo impensable. 
Discurso sagrado autoritario Modalidad puesta en juego cuando el enunciante prescinde de su interlocutor o no o 
identifica claramente; habla para sí mismo y para todos, utiliza mucho más la tercera persona o el impersonal (se) 
que la primera o la segunda. La denominación “sagrado autoritario” no depende de los contenidos del enunciado sino 
de definir al interlocutor como prácticamente ausente. 
Desde la perspectiva transgeneracional, escuchamos con frecuencia una reiteración de enunciados y posiciones 
enunciativas formuladas en otro tiempo y lugar. El hablante se supone autor exclusivo de su discurso: sin embargo, 
también él es parcialmente hablado por enunciados transmitidos por la red vincular. Tiene una modalidad asertiva y 
generalizante, a partir del yo que enuncia con exclusión del otro o incluyéndolo en la formulación general del yo. 
Lo enunciado no admite otra lectura posible, es obvio. Se otorga a las convicciones su estatuto de creencia. Las 
creencias a su vez están emparentadas a la fe, cualidad peligramente cercana al fanatismo. 
Discurso paradojal: La paradoja es un recurso retórico al servicio del humor, del imprevisto o del efecto poético: 
existe incluso un nivel paradojal propio del lenguaje en su cuota de ambigüedad y confusión. 
La producción del modelo denominado Teoría del Doble Vínculo marcó un hito, su interrogante central giraba en 
torno a cómo, a través de determinados patterns vinculares, uno de los participantes podía enloquecer. Según 
Bateson los mensajes expresados simultáneamente por la madre u otros miembros de la familia son: 
- a) Conducta hostil o de retraimiento cada vz que el niño se acerca a ella por vivencia de peligro o angustia 
- b) Conducta a modo de acercamiento cuando el niño responde a su conducta hostil, como manera de negar 
que es ella quien se aparta (conducta “inocular bondad”). 
El efecto producido es el de perplejidad. La comunicación en doble vínculo actúa por adición para finalmente producir 
un verdadero trauma, obstaculizante de la capacidad de pensar del sujeto. 
El doble vínculo puede quizás ser leído desde el psicoanálisis como el efecto de la captura de una psique por el 
deseo ambiguo de otro omnipotente. 
La distorsión de la percepción como estrategia desesperada para sostenerse en un vínculo – desconocer la propia 
verdad ante la angustia impensable de discriminarse – precipita la fragmentación del orden representacional de 
quienes se encuentren sometidos sistemáticamente a esta modalidad discursiva. 
La representación abolida deja su huella en la fractura de lo simbólico y podrá retornar ya no como representación 
sino desde el exterior, al modo de la alucinación, sistemas delirantes o pasajes al acto, o desde el interior del cuerpo 
en la eclosión somática. El punto ciego de la percepción en uno o varios miembros de una familia, puede también ser 
leído en relación a huecos en la cadena trans-generacional de representaciones, monumento mudo a los eslabones 
faltantes en la efectivización de la ley paterna y al ulterior despliegue en ese hueco de lo superyoico. 
La lógica paradojal implica que los dos enunciados antagónicos obran sucesivamente y no simultáneamente. Es 
imposible deducir la verdad o falsedad de los enunciados. 
 
Discurso vacío Las familias despliegan a veces un discurso desvitalizado, monocorde, vacío en cuanto a la 
posibilidad de evocar o recrear otras significaciones. Las palabras duplican la realidad, al modo de noticieros 
objetivos y distantes. El fracaso del trabajo metafórico conduce a una falta de creación de sentido. 
La enunciación aparece borroneada, se habla en forma impersonal y tampoco queda claro a quién está dirigido el 
mensaje. Escasean las palabras referidas a estados afectivos y emocionales. 
En referencia a la temporalidad, los términos se hallan constreñidos a un tiempo acotado plegado a la actualidad, a la 
inmediatez de los hechos. Se producen muchos silencios, no al servicio de la comunicación sino del enmudecimiento. 
El silencio se hace guardián de la Nada: un silencio de piedra, un silencio de muerte. De modo inopinado, pueden 
aparecer explosiones de afecto surcando el discruso como un rayo, sin relación aparente con el resto del texto. 
Quedan allí, expresiones altamente cargadas de emocionalidad indicadoras de un desanudamiento de base. 
Otro polo es el discurso “demasiado lleno”, desplomando cataratas de palabras sobre los oídos del receptor. 
La desafectivización y el desapego en los vínculos actuales son con frecuencia sello de un apego radical a modelos 
vinculares pretéritos y señalan la repetición de los medios arbitrados ahora y siempre para huir de los impactos 
traumáticos, de los duelos no realizados, de los enigmas indescifrables.Definimos al humano como un ser de palabra; la subjetividad se liga al ser hablado desde un lugar que inscribe al 
niño en un orden clasificatorio y lo sitúa en el universo jurídico imperante en su sociedad. La inscripción del sujeto 
humano en las diferentes etapas de la filiación abarca no solamente el orden familiar sino su entidad jurídico social, 
marcando su autenticidad y legitimidad. 
F18022. LA FAMILIA: ¿QUÉ FAMILIA? - LLARULL 
Es una institución sumamente compleja y en constante y permanente transformación. 
La familia cumple comuna función primordial como lo es la sociabilización, que engloba las funciones placentarias, 
nutricias y socializadoras, cuyas funciones son las de cubrir las necesidades básicas, sociabilizar y al mismo tiempo 
trasmitir un conjunto de valores culturales. 
La familia se fue acomodando al contexto social: está en constante transformación. 
En la antigüedad encontrábamos por etapas: Familia Consanguínea, Familia Punalúa, Familia Sindiásmica y Familia 
Monogámica. 
En la actualidad, en ella ha habido un proceso de democratización que se manifiesta en el principio de igualdad de 
los conyugues; la intercambiabilidad de roles, ya que el hombre y la mujer trabajan en la producción social al mismo 
tiempo que pueden cooperar en los cuidados del hogar e hijos. Este proceso también se ve en que todos los hijos son 
iguales ante la ley. Aunque la ley toma como modelo solo a una de ellas, dentro de este proceso de democratización, 
existe también la idea de una pluralidad de formas de familia. 
También se puede decir que en las familias de la actualidad: 
• Hay un mayor reconocimiento de la existencia de familias de un solo progenitor (monoparentales) 
• Aparece la Familia ensamblada, en la que uno o ambos cónyuges tienen hijos provenientes de uniones 
anteriores 
• Hay ambigüedad en los roles. 
Familia Funcional 
La familia tiene que habérselas con distintos modos de enfrentar las crisis evolutivas esperables y además de las 
propias de la vulnerabilidad social. Si la familia establece estrategias disfuncionales ante las situaciones de crisis, como 
son la rigidez y la resistencia, provoca conflictos y por tanto, comienzan a aparecer síntomas que atentan contra la 
salud y el desarrollo de sus miembros. 
La familia se hace disfuncional cuando no se respeta la distancia generacional, cuando se invierte la jerarquía, o cuando 
la jerarquía se confunde con el autoritarismo. Para que la familia sea funcional debe mantener los “límites claros” 
(fronteras psicológicas entre las personas que permiten preservar su espacio vital) 
Demanda Judicial 
La demanda judicial se centra generalmente en dos tipos de diagnósticos: 
• De perfil de personalidad de alguno o todos los integrantes de la familia. 
• Diagnóstico de interacción familiar. 
En cualquiera de ellos se hace imprescindible rescatar la historicidad para a partir de ello, evaluar los estilos 
comunicacionales, los roles adjudicados y asumidos; el ejercicio del poder manifiesto y latente; los pactos, y la 
asimetría en cada una de las relaciones vinculares. 
Evaluación familiar 
A la hora de tomar decisiones respecto de los integrantes de una familia, el Juez convoca la opinión experta (Perito 
Psicólogo). Pero… ¿Cuáles modelos familiares deben ser tomados en cuenta al momento de evaluar? El modelo de 
evaluación debe ser tan plástico y dinámico como las circunstancias lo exijan. Evaluar a las personas significa 
tomarlas como sujetos y contrastarlos con la realidad familiar en la que están insertos, no imponer un modelo de 
comparación emanado de la tradición. 
El desafío implica tomar en cuantas aquellas conformaciones familiares, que lejos de ser disfuncionales, resultan aptas 
al momento de contener, comunicarse y constituir al Otro como integrante de la Familia para devenir en sujeto social 
en ejercicio pleno de sus derechos. 
F2474. MODIFICACIONES RELEVANTES DEL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA 
NACIÓN. ALGUNAS EXPLICACIONES SOBRE FAMILIA. MUGNAGA 
Temas mas relevantes al Derecho de Familia en la actualización y unificación de los Códigos Civil y Comercial de la 
Nacion desde 2015 
 
 Antes Actualmente 
Apellido de 
los hijos y de 
los cónyuges 
Los hijos matrimoniales de cónyuges 
de distinto sexo llevaran el primer 
apellido del padre. A pedido de los 
progenitores podrá inscribirse el 
apellido compuesto del padre o 
agregarse el de la madre. Los hijos 
matrimoniales de cónyuges del 
mismo sexo llevaran el primer 
apellido de alguno de ellos 
 El hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno 
de los cónyuges, en caso de no haber acuerdo se 
determina por sorteo realizado en el Registro del 
Estado Civil y Capacidad de las Personas. 
Todos los hijos de un mismo matrimonio deben llevar 
el apellido y la integración compuesta que se haya 
decidido para el primero de los hijos. 
El hijo extramatrimonial con un solo vinculo filial lleva 
el apellido de ese progenitor. 
Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el 
apellido del otro, con la preposición “de” o sin ella. 
Cambio de 
nombre 
 El cambio de prenombre o apellido solo procede si existen justos motivos a criterio 
del juez. Se considera justo motivo, de acuerdo a las particularidades del caso, entre 
otros: a) el seudónimo, cuando hubiese adquirido notoriedad. B) la raigambre 
cultural, c) la afectación de la personalidad de la persona interesada. Se consideran 
justos motivos y no requieren intervención judicial el cambio de prenombre por razón 
de identidad de género y el cambio de prenombre y apellido por haber sido víctima 
de desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil o 
la identidad. 
Matrimonio Los cónyuges tienen derechos y 
obligaciones correspondientes a 
fidelidad, asistencia, alimentos y 
cohabitación 
Se prevé la separación personal 
Se contempla el divorcio vincular, 
uno de los requisitos para solicitarlo 
es acreditar como minimo 3 años de 
estar separados de hecho. 
Para solicitar el divorcio es 
necesario invocar una de las 
causales subjetivas u objetivas 
dispuestas de manera taxativa por el 
Código. 
 
En el proyecto de Código con media sanción 
subsisten solamente el deber de cooperación, 
convivencia, deber moral de fidelidad, la asistencia 
mutua y alimentos 
Las normas sobre matrimonio se corresponden al 
régimen de la ley 26618 de Matrimonio Igualitario 
Se elimina la figura de separación personal 
En cuanto al divorcio vincular, se elimina entre otros, 
el requisito de 3 años para solicitar el divorcio. El 
divorcio puede ser solicitado de forma individual o 
conjunta. Se elimina la necesidad de invocar una 
causal impuesta de manera imperativa por el Codigo. 
 
Uniones 
convivenciales 
 Se incorporan las uniones convivenciales al derecho positivo, las cuales se definen 
como la unión basada en relaciones afectivas de carácter singular, publica, notoria, 
estable y permanente entre dos personas que conviven y comparten un proyecto de 
vida en común, sean del mismo o de distinto sexo. 
 
Parentesco Regula el parentesco por naturaleza, por métodos de reproducción humana asistida, 
por adopción y por afinidad. Se garantiza el derecho de comunicación de personas 
menores de edad. 
 
Filiacion La filiación puede tener lugar por naturaleza, mediante técnicas de reproducción 
humana asistida, o por adopción. No podrá tenerse mas de dos vínculos filiales. 
Se incorpora la prueba genética en casos de filiación. 
 
Responsabilidad 
parental 
 Se introducen los principios que rigen la responsabilidad parental (interés superior 
del niño, la autonomía progresiva de los hijos conforme a sus características 
psicofísicas, aptitudes y desarrollo, el derecho del niño a ser oído y a que su opinión 
sea tenida en cuenta de acuerdo a su edad y grado de madurez). 
Se incorpora la figura de la delegación del ejercicio de la responsabilidad parental 
que posibilita que los progenitores, ante determinadas circunstancias, deleguen su 
ejercicio en un parientemediante un acuerdo que debe ser homologado 
judicialmente debiendo oírse necesariamente al hijo. 
Con respecto al cuidado personal del hijo, se admiten dos variantes: el régimen 
conjunto alternado en el que el hijo convive un tiempo con cada uno de los 
progenitores, y el régimen indistinto según el cual ambos progenitores realizan las 
labores según las necesidades del grupo familiar, con independencia del lugar 
donde el niño reside principalmente. 
Se incorpora el plan de parentalidad, el cual puede ser presentado por los 
progenitores, indicando el tiempo y lugar en que el hijo permanece con cada 
progenitor, las responsabilidades que cada uno asume, el régimen de vacaciones, el 
régimen de relacion y comunicación con los hijos, entre otros. 
 
Progenitores e 
hijos afines 
 Se entiende por progenitor afin al conyuge o conviviente que vive con quien tiene a 
su cargo el cuidado personal del niño, niña o adolescente. 
El conyuge o conviviente de un progenitor debe cooperar en la crianza y educación 
de los hijos del otro, realizar los actos cotidianos relativos a su formación en el 
ámbito domestico y adoptar decisiones en situaciones de urgencia. 
El progenitor a cargo del hijo puede delegar a su conyuge o conviviente el ejercicio 
de la responsabilidad parental cuando no estuviera en condiciones de cumplir la 
funcion en forma plena. 
La obligación alimentaria del conyuge o conviviente respecto de los hijos del otro 
tiene carácter subsidiario, cesando este deber en los casos de disolución del vinculo 
conyugal o ruptura de la convivencia. 
 
Procesos de 
familia 
 Reglas procesales de derecho de familia. Se incorpora un nuevo titulo referente a 
procesos de familia, en el cual se incluyen: principios de tutela judicial efectiva, 
inmediación, buena fe y lealtad procesal, oralidad, reserva e interés superior del 
niño- 
Se contempla la participación de niños, niñas y adolescentes y personas con 
capacidad restringida y su derecho a ser oídos en todos los procesos que los afectan 
directamente. Su opinión debe ser tenida en cuenta y valorada según su grado de 
discernimiento y la cuestión debatida en el proceso. 
 
 
F6648. GRUPO FAMILIAR: SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES – PÉREZ T. 
Existen distintos enfoques para considerar tanto definiciones como modelos antropológicos de Familia. Algunos 
autores consideran a la familia como la institución social humana más antigua y aseguran su estabilidad en tanto la 
especie humana sobreviva. Actualmente se considera que tanto en las sociedades más civilizadas, como en aquellas 
de muy simple organización política, aún en pueblo semi-nómades, la estructura social más fuerte es el grupo 
familiar, monógamo, establecimiento independiente de la pareja recién casada, relación afectiva entre padres e hijos. 
El grupo familiar 
La familia, cualquiera sea la forma que presente puede ser entendida como un grupo humano natural, vigente en 
cualquier tipo de sociedad presente actualmente sobre el planeta. Lo natural proviene del hecho de que la 
reproducción en el humano está mediatizada en dos sexos. La maduración sexual en la especie humana está diferida 
en el tiempo. Su advenimiento en la segunda década de la vida, marcada por la pubertad, permite que mediante el 
coito se haga posible la reproducción. Este fenómeno marca también un límite, para llevar a cabo el acoplamiento 
aun en aquellas sociedades que practican el matrimonio infantil. 
Otra razón específica de la especie hace que los progenitores se vean obligados y durante mucho tiempo a 
complementar al hijo, quien como individuo, es inhábil para sobrevivir por sí mismo. Junto con la indefensión, la cual 
centra la dependencia en otro, el recién nacido no posee psiquismo desarrollado. Este irá estructurándose en 
sucesivos momentos madurativos, a lo largo del tiempo, sólo en la íntima convivencia con adultos de la especie, 
progenitores, a través de vinculaciones afectivas especialmente el vínculo madre-padre-hijo. Otra característica es 
que el ser humano dirime su conducta tanto consigo mismo como con el otro, bajo el imperio de sistemas 
emocionales, especialmente en la infancia y la adolescencia. 
La cultura ha modelado e impuesto que el intercambio sexual dentro de la trama familiar sólo se lleve a cabo por la 
pareja heterosexual conyugal. Esto es la prohibición del incesto y es de vigencia universal. De aquí que la sexualidad 
del hijo-a no se dirima en el interior de la trama, endogamia, sino que sea resuelta fuera de la misma, exogamia. 
Estas serían las características básicas de todo grupo humano natural, Familia. Ha sido llamada Familia o 
núcleo familiar, delimitando así de las familias de origen de los cónyuges, de la familia extendida, es decir, otras 
familias ligadas por parentesco. 
FUNCIONES DE LA FAMILIA 
El grupo familiar cumple funciones a los efectos de solventar la resolución de las demandas que se generan desde la 
constitución de la pareja conyugal, el advenimiento de los hijos y el transcurrir vital. 
1. Función sostenedora: Una primaria función es la de proveerse los medios de subsistencia tanto para 
adultos como para los niños. La pareja humana se auto-sostiene y sostiene. Estando como está, al servicio 
del despliegue y continuidad de la vida, una función primordial es la de atender las necesidades de 
autoconservación brindando suministros alimentarios, protección y cuidados materiales. La pareja se 
transforma en una usina nutriente de necesidades, tendiendo a lograr la satisfacción y obteniendo nuevos 
niveles de maduración, contrarresta la vulnerabilidad y la indefensión física. Quizá el paradigma de esto sea 
la lactancia. 
2. Función placentaria: Dado que el humano se relaciona consigo mismo y con el otro mediante estados 
emocionales, aparece la función de suministrar el clima emocional y afectivo imprescindible para el vivir. Así 
la familia, especialmente la pareja de padres, se constituye a los fines de solventar necesidades vitales en 
un sistema de matriz extrauterina proveyente y ligada al hijo por un vínculo, connotado físicamente 
(lactancia), emocional y afectivamente. 
 Humaniza al niño en el intercambio con él. Este siente sus acuciantes necesidades vitales como graves 
amenazas a su integridad y responder con intensas emociones: angustia a través del llanto y sus 
movimientos corporales. El contacto con la madre implica que ésta, hipotetice acerca de lo que lo angustia y 
sea capaz de calmarlo (como “madre contingente de Oiberman”). Va modelando poco a poco las 
emociones del bebé proveyéndolo de nuevos y más adecuados sentidos, lo madura emocionalmente, lo 
humaniza. 
 Esta función primordial del grupo familiar, se constituye en la base organizadora del psiquismo humano. 
Del funcionamiento simbólico dependerá el ejercicio del lenguaje. Además esta función es responsable de 
una buena maduración. A medida que el infante crece, irá proporcionando esta función modelos de ser, de 
resolver situaciones, proponiendo significados y valores, a través de los procesos de identificación con 
ambas figuras parentales y siempre mediante el vínculo afectivo, organizando así la personalidad y 
constituyendo la identidad de ese nuevo ser humano. 
3. Función socializadora: Todo el modelaje que realiza la familia tiene que ver con la relación entre un sujeto 
y otro (madre, padre, hermanos, abuelos, primos, etc.). Trae como consecuencia que el niño y el 
adolescente por experiencia vivencial sepa cómo actuar, con figuras de autoridad, con pares, como 
integrantes de un grupo, etc. 
 A esto se agrega que el estar en contacto con individuos de los dos sexos, también absorba la valoración 
otorgada a cada uno de los sexos y su comportamiento ante ellos. La familia es transmisora de las pautas 
sociales, imperantes en la comunidad, no de palabra sino de hecho. De vivenciar qué valor, lugar y posición 
le es otorgada a su propio status como miembro, en el grupo y cuál es el estatus de los otros. 
 La tramafamiliar se convierte así en una usina que provee, en un laboratorio que procesa y transforma, a 
través del accionar entre todos sus miembros, de esta manera y como resultante la familia constituye y 
madura el psiquismo, contribuye esencialmente al armado de lo mental. 
 Otro epifenómeno resultante del operar de la trama, es el acuñamiento de una “identidad familiar”. Esto 
refuerza el sentimiento de pertenencia y reasegura emocional y afectivamente, una filiación. 
La organización dinámica del grupo familiar 
Entendemos por dinámica familiar la seriada de correlaciones e inter-juegos que vinculan a un miembro con otro. Se 
generan movimientos tanto en la conducta motora, como en la psíquica que van relacionando, merced a propuestas 
de necesidades y respuestas de resoluciones que hacen que en la convivencia sostengan intercambios, que dirimen 
procesos absolutamente vinculantes. 
Hay tres grandes centros que, como a modo de motor, originan dinámicas que mueven, ponen en funcionamiento la 
vida del grupo familiar. 
a) Un primer motor, a su vez constitutivo básico del grupo familiar, es la pareja conyugal Lo que concierne es 
el intercambio en exclusividad de la vida sexual, de los integrantes de la pareja heterosexual adulta. La 
convergencia de hombre y mujer en la constitución de la pareja conyugal propone la base, o inicio de un 
grupo familiar. Subyace a la constitución de esta pareja la condición de ser estable. La pareja conyugal 
conlleva en su organización una fantasía de realización de sí mismos, compartida por ambos más allá del 
intercambio sexual. Esta ilusión provee a la misma de un fuerte sentimiento de estabilidad y perennidad. 
La cultura condiciona el ejercicio de la sexualidad en la pareja conyugal, condiciones que pueden variar de 
sociedad en sociedad. Pero hay una regla acerca del funcionamiento de lo sexual dentro de la trama familiar 
que tiene vigencia universal, el tabú del incesto. 
b) Un segundo motor, organizado desde el advenimiento del hijo-s es la pareja de padres, pareja parental. Lo 
que concierne es el funcionamiento como padres. Implica el despliegue de roles y/o funciones paterno-
materna. Tales ejercicios provienen, de una convergencia de ideales, valores, estilos de actuar, aportados 
por ambos padres. Entre los dos se gesta un proyecto de cómo desean ser como padres y cómo cada uno, 
desea que sea el otro con su hijo. 
Los ideales parentales se solventan, en general, sobre las identificaciones con los modelos y estilos de 
crianza de los padres de cada uno de los integrantes de la ahora pareja parental. Aspiran a que sus hijos se 
logren a su imagen y semejanza y esta aspiración estimula la función parental. 
 El hijo significa para los padres la posibilidad de trascenderse en el tiempo. A lo que aspira el padre-madre 
es a que el hijo lo continúe no sólo en cuerpo, sino fundamentalmente, en alma, que sea portador de todo lo 
que han sido sus valores e ideales. La existencia de los hijos desarrollándose bien, viviendo, le permite al 
humano maduro, sentirse superando la propia inmediatez. La dinámica de esta pareja es la que le permite la 
realización de la función placentaria, con sus especificaciones de Humanización, Individuación y 
Autonomización. 
c) Un tercer motor, organizado en función de un cuidado general del destino del grupo familiar: pareja tutelar. 
Movilizar todo lo que sea necesario a los fines de lograr plasmar en los hechos aquellos ideales, valores, 
expectativas y deseos que configuran el ideal de familia que se desea conseguir, la identidad familiar, el 
estilo de vida entresoñado. El mandato básico de esta pareja es el cuidado del núcleo familiar como un todo y 
del proyecto vital acerca del futuro del mismo. Administra el grupo y decide acerca del futuro del mismo. Es 
en este campo donde los ideales y deseos de realización constituyen el núcleo más fuerte y desafiante de las 
esperanzadas fantasías de realización en el mundo. 
 
UNIDAD 9: LA FAMILIA, EL NIÑO Y EL ADOLESCENTE ANTE LA LEY. 
F6605- CLÍNICA FORENSE EN FAMILIAS - ABELLEIRA & DELUCCA – 
CAPÍTULO IV: TEORIZANDO SOBRE EL PROCESO DE SEPARACIÓN EN FAMILIA 
 
Nos referimos en este capítulo al proceso de separación de la pareja conyugal cuando se ha constituido una familia, 
que es distinto que la separación de una pareja que no ha tenido hijos. 
Hemos formulado para su abordaje e investigación, tres momentos de este proceso: tiempo de construcción, de 
deconstrucción y nuevas construcciones. 
Divorcio se usa en el mismo sentido de ruptura, separación o disolución del vínculo de pareja. Si bien divorcio es el 
concepto que se utiliza a nivel jurídico, para denominar el proceso legal de separación de dos cónyuges unidos a su 
vez por un matrimonio legal, se ha incorporado al lenguaje corriente para comprender los avatares de toda disolución 
de un vínculo de pareja (legalizada o no) que ha convivido durante un determinado lapso. Si la pareja no ha convivido, 
es más habitual que se hable de ruptura. 
En la actualidad se legitima una pareja y la constitución de una familia, por su relativa estabilidad y convivencia y no 
solo por el cumplimiento del trámite legal del matrimonio civil. 
• Momento de construcción, alude al tiempo transcurrido entre el encuentro inicial de la pareja, la constitución 
del vínculo, su decisión de iniciar la convivencia, el advenimiento de los hijos y el comienzo del malestar 
vincular. Malestar que podrá instalarse como conflicto insoluble, llevándolos al planteo de la separación. 
El tiempo de la convivencia, va armando sin querer que los integrantes del grupo familiar sean cc, significaciones 
compartidas, creencias y mitos acerca de su origen, sobre lo que son y no son como familia. 
Se va construyendo el lazo familiar, que conformará un sentimiento de pertenencia y de identidad familiar. 
Tendremos en cuenta que en la familia existen diferentes tipos de vínculos y sujetos de esos vínculos. 
Cada sujeto mantiene dentro de la familia, o es deseable que mantenga, un sector de su espacio psíquico, creativo y 
singular, que lo habilita para otorgar nuevos sentidos a lo recibido o a lo vigente hasta ese momento y a establecer 
vínculos por fuera del espacio familiar. 
Conyugalidad es distinto de parentalidad, aunque ambas funciones se ejerzan desde la pareja: 
-Conyugalidad: vínculo que se crea en una pareja legalizado por el matrimonio o en una unión de hecho, que 
supone una convivencia medianamente estable, la prescripción de las relaciones sexuales genitales, la 
construcción de un proyecto de vida común y la expectativa de fidelidad mutua. No es un simple acuerdo entre 
partes, sino que inaugura un vínculo amoroso. Este vínculo implica poder aceptar y tolerar: lo semejante, lo 
diferente y lo irremisiblemente ajeno del otro. Amarlo por su alteridad. Además será necesaria otra asimilación 
de la realidad: que el conflicto es inherente a todo vínculo y que amor y deseo pueden caducar. 
-Parentalidad; el nacimiento de los hijos, por el cual un hombre y una mujer devienen padre y madre y un niño 
es reconocido como hijo, complejiza el vínculo de la pareja, al inaugurar en el mismo esta nueva dimensión, 
que pasa a coexistir y debe construirse diferenciada de la conyugalidad. Inaugura a su vez el pasaje de pareja 
a familia y los vínculos paterno y materno-filial. 
A través de su construcción en el tiempo, se generan afectos y se transmiten modelos, normas, valores, ideales y 
significaciones, que es esperable que admitan cambios, reformulaciones y el surgimiento de nuevas producciones. 
Cuando por diferentes motivos la pareja enfrenta la separación del vínculo conyugal, se abre en la familia una operatoria 
de transformaciones en los vínculos, que supone un complejo trabajo de reconocimiento de pérdidas, reformulación de 
las modalidades de intercambio relacional y necesidad de creación o producción de otras alternativas vinculares. 
• Es lo que hemos llamado momento de deconstrucción