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Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero, María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. UNIVERSIDAD DE CARABOBO Facultad de Ciencias de la Salud Escuela de Medicina Práctica Médica Valencia, 2017 Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero, María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. 1 EXAMEN FÍSICO SEGMENTARIO: EXAMEN DE ABDOMEN El paciente debe estar en decúbito dorsal (posición supina) y es necesario que relaje al máximo su musculatura abdominal. Para esto conviene que tenga sus brazos a los lados o sobre el pecho, pero en ningún caso hacia arriba; la cabeza sobre una almohada y, eventualmente, las piernas semiflexionadas con una almohada bajo las rodillas. El examen habitualmente se efectúa desde el lado derecho. Sin embargo, conviene tener destrezas para examinar desde ambos lados. División del Abdomen División en 4 cuadrantes: primeramente se trazan dos líneas imaginarias perpendiculares que pasan por el ombligo y delimitan los cuatro cuadrantes: superior derecho e izquierdo, e inferior derecho e izquierdo. Cuadrante superior derecho: hígado y vesícula biliar; cabeza del páncreas, parte del riñón derecho, glándula suprarrenal derecha, partes del tubo digestivo (ángulo hepático del colon). Cuadrante superior izquierdo: bazo, lóbulo izquierdo del hígado, cuerpo y cola del páncreas, parte del riñón izquierdo, glándula suprarrenal izquierda, partes del tubo digestivo (ángulo esplénico del colon). Cuadrante inferior derecho: ciego y apéndice; ovario y trompa derecha; polo inferior del riñón y uréter derecho; otras partes del tubo digestivo (colon ascendente), canal inguinal. Cuadrante inferior izquierdo: colon sigmoides y parte del colon descendente; ovario y trompa izquierda; polo inferior del riñón y uréter izquierdo, canal inguinal. División en 9 cuadrantes: se deben trazar dos líneas que en su extremo superior son la continuación de las líneas torácicas medioclaviculares que hacia abajo llegan a los extremos laterales del pubis, y dos líneas horizontales, pasando la primera por el punto inferior del reborde costal a cada lado (10ª costilla), y la segunda, por las crestas ilíacas anterosuperiores. Hipocondrio derecho: lóbulo hepático derecho, vesícula biliar, polo superior del riñón derecho, glándula suprarrenal derecha, ángulo hepático del colon. Epigastrio: estómago, duodeno, páncreas, Lóbulo derecho del hígado, aorta descendente, vena cava inferior. Hipocondrio izquierdo: bazo, cola del páncreas, ángulo esplénico del colon, polo superior del riñón izquierdo, glándula suprarrenal izquierda. Flanco derecho: parte del riñón derecho, uréter derecho, asas intestinales y colon ascendente. Mesogastrio: asas intestinales, curvatura mayor del estómago, colon transverso, aorta descendente, vena cava inferior, cabeza del páncreas. Flanco izquierdo: parte del riñón izquierdo, uréter izquierdo, asas intestinales y colon descendente. Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero, María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. 2 Fosa ilíaca derecha: ciego, apéndice, extremo inferior del íleon, ovario, desembocadura del uréter, canal inguinal. Hipogastrio: colon sigmoides, útero, vejiga, recto. Fosa ilíaca izquierda: colon sigmoides, ovario, desembocadura del uréter, canal inguinal. La evaluación del abdomen consta de 4 pasos en el siguiente orden: Inspección, auscultación, percusión y palpación. Observar la forma del abdomen, los movimientos respiratorios, si existen cicatrices o hernias. También puede ser importante fijarse en la presencia de manchas o lesiones de la piel, en la distribución del vello, o si existe circulación colateral anormal. La forma del abdomen en condiciones normales es plano en la parte superior y levemente abovedado en la parte inferior. Sus características dependerán si se observa en bipedestación y lateral o en decúbito dorsal. En las mujeres presenta una curva de concavidad externa debido a que el diámetro transversal de la pelvis es mayor. En el niño es globoso debido a un volumen mayor de las vísceras abdominales. En el adulto mayor de 40 años se vuelve prominente en la parte inferior y por la flaccidez tiende a colgar. En la multiparidad se puede ver prominente en la región infraumbilical y los flancos. También, los biotipos longilíneo y brevilíneo darán unas características particulares a la forma del abdomen. El ombligo normalmente es hundido o plano. En los casos donde existe ascitis de rápida aparición o en embarazadas puede estar protruido (onfalopreptosis). Algunas alteraciones pueden ser: un abdomen globoso (adulto) debido a obesidad, gran meteorismo o ascitis. Un abdomen excavado o “en batea” en los pacientes desnutridos. En la piel del abdomen se podrían observar lo siguiente: En hemorragias peritoneales causadas por traumatismos abdominales, pancreatitis necrotizante o embarazo ectópico puede aparecer una equimosis periumbilical (signo de Cullen) Una equimosis en ambos flancos que se puede extender a la región lumbar (signo de Grey Turner), es común en la pancreatitis aguda. Se pueden encontrar algunas cicatrices quirúrgicas como: De McBurney: es una incisión en el cuadrante inferior derecho, usada en apendicetomías. De Kocher: incisión subcostal derecha, paralela al reborde costal, usada en colecistectomías. Incisión mediana supraumbilical: usada para operaciones del estómago y otras estructuras del hemiabdomen superior. Un abdomen normal debe ser blando, deprimible, no doloroso a la palpación y sin visceromegalias, ruidos hidroaéreos presentes. Las zonas donde el paciente refiera dolor se deben examinar al final. 1. INSPECCIÓN PERCUSIÓN DEL TORAX Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero, María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. 3 De Pfannenstiel: incisión arqueada por encima de la sínfisis pubiana en el sentido del pliegue suprapúbico, usada para efectuar cesáreas u operaciones ginecológicas como histerectomías. Mediana suprainfraumbilical o xifopúbica: utilizada en laparotomías exploratorias. La cicatriz abarca desde el apéndice xifoides hasta la sínfisis del pubis. Se podrían observar circulaciones venosas colaterales como: Porto-cava: debido a una obstrucción de la vena porta, en pacientes con cirrosis hepática avanzada. Las venas irradian desde ombligo hacia la periferia y el flujo venoso sigue el mismo sentido. Puede dar lugar a la llamada "cabeza de medusa". Cava-cava: es una circulación venosa colateralque se ve cuando existe una obstrucción de la vena cava inferior, las venas se desarrollan en las regiones laterales del abdomen y la sangre fluye en sentido ascendente. Se efectúa antes de la percusión y la palpación ya que éstas pueden alterar los ruidos intestinales o ruidos hidroaéreos. Debe ser metódica y cubrir los distintos cuadrantes del abdomen, colocando la membrana del estetoscopio sobre la pared abdominal. Se recomienda que ésta sea por más de 5 minutos e incluya todos los 9 cuadrantes abdominales (cfr. Argente). Lo normal es escuchar como clics o gorgoteos regulares, entre 5 a 35 por minuto. Cuando el gorgoteo es prolongado y de tono bajo se habla de borborigmo ("gruñidos gástricos"). En las diarreas y después de comer los ruidos intestinales o hidroaéreos están aumentados en frecuencia e intensidad. Cuando existe una parálisis intestinal (íleo paralítico), desaparece el peristaltismo y con ellos, los ruidos intestinales, y se escucha un silencio abdominal. En un íleo mecánico, por obstrucción intestinal, los ruidos están aumentados junto con la mayor actividad peristáltica en la porción intestinal que se encuentra antes de la obstrucción, esto se denomina ruidos de lucha. En la porción que esta después de la obstrucción existe silencio abdominal. NOTA: En mujeres embarazadas se pueden auscultar los latidos cardíacos fetales a partir de las 16 a 18 semanas. Un método para percutir puede ser: de arriba hacia abajo en forma radiada, empezando desde el apéndice xifoides hasta el hipogastrio y luego desde el xifoides hasta las fosas ilíacas. Al percutir el abdomen se pueden escuchar dos variedades de ruidos sonoros (cfr. Cossio): Timpánico que reflejan el contenido de aire en el tubo digestivo (vísceras huecas) Mate en la vísceras solidas (hígado y bazo) 2. AUSCULTACIÓN PERCUSIÓN DEL TORAX 3. PERCUSIÓN PERCUSIÓN DEL TORAX Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero, María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. 4 Frente a un abdomen distendido, la percusión puede ayudar a diferenciar si la distensión es por meteorismo, ascitis o un aumento de volumen anormal (ej.: tumor, globo vesical, útero miomatoso). Si el problema es acumulación de gas (meteorismo) se escucha una hipersonoridad. Si se trata de ascitis, al percutir el abdomen se delimita un área central de sonoridad normal (timpánica), rodeada por una zona periférica en los flancos e hipogastrio de sonoridad mate debido a la acumulación de líquido en la cavidad. Signos para diagnosticar ascitis: Signo de la ola: consiste en dar unos golpes en un hemiabdomen y ver si se reflejan ondas hacia el otro hemiabdomen. Para evitar que las ondas que se propagan se deban a un efecto del tejido adiposo de la pared abdominal, se coloca una mano de canto en la línea media del abdomen. Matidez cambiante (desplazable): estando el paciente en decúbito dorsal, se percute uno de los flancos; una vez comprobada la matidez, sin dejar de apoyar el dedo de percusión, se le indica al paciente colocarse en decúbito lateral derecho o izquierdo, se percute nuevamente y se obtendrá un sonido timpánico en la zona que antes tenía un sonido mate. Si el problema es un útero aumentado de volumen o una vejiga distendida (globo vesical), se encuentra matidez en la región del hipogastrio. En el epigastrio y la parte medial del hipocondrio izquierdo, se encuentra habitualmente una zona de mayor sonoridad timpánica que corresponde a aire contenido en el estómago (espacio semilunar de Traube). PERCUSIÓN DEL HÍGADO La percusión del hígado sirve básicamente para determinar los límites superior e inferior del órgano. Para delimitar el borde superior, se percute desde el 3er espacio intercostal a nivel de la línea medioclavicular y se va descendiendo; el nivel en que el sonido pasa de claro a mate corresponde al hígado. Habitualmente se ubica en el 5º a 7º espacio intercostal. Para delimitar el borde inferior del hígado, se utiliza predominantemente la palpación, aunque también se puede usar la percusión. En este caso, se comienza percutiendo en sentido ascendente desde la fosa ilíaca derecha y se va subiendo por la línea medioclavicular hasta encontrar el nivel de transición entre un ruido sonoro y uno mate. La proyección hepática se evalúa a través de la hepatometría, utilizando como referencia la línea para esternal, medio clavicular y línea axilar anterior derecha, cuyas medidas deben ser 8 cm (+/- 2), 10cm (+/- 2) y 12cm (+/- 2) respectivamente. En resumen, el área hepática oscila entre 9 y 12 cm. Valores mayores a estos sugieren una hepatomegalia. Debe recordarse que este nivel puede cambiar según el paciente esté en inspiración o espiración. Con la inspiración profunda el hígado desciende unos 2 a 4 cm. Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero, María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. 5 A. SUPERFICIAL Consiste en buscar puntos dolorosos y evaluar si la pared abdominal es deprimible. Puede ser monomanual o bimanual. Cuando existe resistencia muscular voluntaria, puede deberse a tensión nerviosa, temor a sentir dolor, frío o cosquillas. Es necesario tranquilizar al paciente y solicitarle que se relaje. El examinador debe poner su antebrazo y mano en posición horizontal, y los dedos van examinando ejerciendo una presión suave y uniforme, flexionando únicamente las articulaciones del carpo e interfalángicas. Se recorre el abdomen en todos sus cuadrantes teniendo presente qué se puede llegar a palpar en cada sector de acuerdo a la anatomía normal. Cuando existe resistencia muscular involuntaria el abdomen se encuentra rígido, poco depresible. La rigidez puede ser difusa (ej.: peritonitis generalizada) o localizada (ej.: apendicitis aguda). Algunos cuadros neurológicos impiden al paciente relajar bien su abdomen (p.ej.: tétanos, demencia). B. PROFUNDA Es necesaria para identificar con más detalles las estructuras intraabdominales. Se puede efectuar con una o ambas manos, aunque en la mayoría de los casos se usan ambas manos. Al usar ambas manos se coloca una sobre la otra, de modo que la superior ejerza la presión y la inferior efectúe la palpación. Al sentir una masa se debe precisar su localización, tamaño, forma, consistencia, sensibilidad, pulsación, movilidad y movimientos con la respiración. Si existe dolor es necesario precisar su localización, irradiación, maniobras que lo aumenten o lo disminuyan. Ante la duda de si la masa es de la pared abdominal o es intraabdominal, se solicita al paciente levantar su cabeza y hombros para contraer los músculos abdominales. Si es de la pared, seguirá palpándose; si es profunda, se volverá más difícil de sentir. 4. PALPACIÓN PERCUSIÓN DEL TORAX Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero,María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. 6 Algunas afecciones tienden a doler con más frecuencia en sitios específicos: En la apendicitis el dolor suele localizarse en la fosa ilíaca derecha. Existen signos y puntos dolorosos que cuando son positivos, orientan al examinador hacia el diagnostico de apendicitis. Entre los más comunes se encuentran: - Punto de McBurney: punto de máxima sensibilidad dolorosa cuando está afectado el apéndice. Se debe trazar una línea oblicua imaginaria desde el ombligo hasta la espina ilíaca anterior derecha, luego se debe dividir en 3 partes iguales y el punto se encuentra en la unión del 1/3 externo con los 2/3 internos. - Signo de McBurney: dolor ocasionado al presionar el punto de McBurney. - Signo de Blumberg: dolor provocado al descomprimir bruscamente la fosa ilíaca derecha. - Signo de psoas-ilíaco: aumento del dolor en fosa ilíaca derecha al realizar la flexión activa de la cadera derecha. El paciente debe estar acostado sobre el lado izquierdo. - En las peritonitis agudas, se describe el signo de Gueneau de Mussy, el cual se caracteriza por dolor a la descompresión brusca de manera generalizada. - Otro signo característico de la peritonitis es un “abdomen en tabla” (rígido). PALPACIÓN DEL HÍGADO Con la punta de los dedos de la mano derecha, se va al encuentro del borde inferior del hígado mientras el paciente efectúa una inspiración profunda por la boca. Los dedos deben partir en búsqueda del borde hepático alejados del reborde y al encontrarlo, deben dejar que la superficie del hígado se deslice bajo ellos. La palpación se comienza en la línea medioclavicular y se va repitiendo hacia el epigastrio o más allá si el lóbulo izquierdo está hipertrofiado. Esto permite identificar las características del borde del hígado y de su superficie, y la consistencia del tejido. Es muy frecuente que el borde inferior del hígado no se logre palpar. Si se palpa, debe ser firme, liso uniformemente y no doloroso. PALPACIÓN DE LA VESÍCULA BILIAR Únicamente se palpa en condiciones patológicas. Se localiza por debajo del borde hepático, a la altura del borde lateral de músculo recto abdominal. En una colecistitis aguda (inflamación de la vesícula biliar) el dolor se localiza en el hipocondrio derecho. El signo característico de esta patología es el Signo de Murphy, el cual se explora al palpar en el borde externo del músculo recto anterior, debajo del reborde costal derecho, indicándole al paciente que haga una inspiración profunda. Se considera positivo cuando debido a la presión, el paciente manifiesta dolor y/o interrumpe la respiración. Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero, María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. 7 HERNIAS DE LA REGIÓN ÍNGUINO-CRURAL Una hernia es la protrusión de tejidos (epiplón, asas intestinales, ovario, etc.) contenidos en un saco herniario (habitualmente formado por peritoneo), a través de un anillo u orificio natural. Se dividen en: a. Hernias Inguinales (indirectas y directas) Las indirectas pasan por el orificio inguinal profundo (lateral a los vasos epigástricos inferiores), descienden por el canal inguinal y pueden atravesar el anillo inguinal externo. Las directas aparecen por la pared posterior del canal inguinal (medial a los vasos epigástricos inferiores). Ambas se ubican por encima del ligamento inguinal. Cuando una hernia inguinal desciende hasta la cavidad escrotal constituye una hernia ínguino-escrotal. b. Hernias Crurales o Femorales Pasan por detrás del ligamento inguinal, medial a la vena femoral, siguiendo el curso del canal femoral. Se ubican por debajo del ligamento inguinal. Evaluación de las hernias: Se comienza examinando al paciente mientras está en decúbito dorsal. Si la hernia está afuera, es fácil de ver y palpar. De no ser así, se le solicita al paciente que tosa o efectúe una maniobra de Valsalva (espiración forzada sin expulsar aire, con la boca y la nariz tapadas) para hacerla más evidente. Otra alternativa es examinarlo de pie y que puje. En esta posición el rendimiento del examen es mejor. Se debe evaluar la reductibilidad y la coercibilidad de las mismas - Hernias reductibles: aquéllas en que el contenido herniario puede reingresarse a cavidad abdominal con facilidad. - Hernias irreductibles: son aquellas donde no es posible ingresar el contenido herniario al interior de la cavidad. - Hernias coercibles: aquellas que cuando son reducidas permanecen en la cavidad por un lapso de tiempo importante. - Hernias incoercibles: son aquellas que al ingresarse a la cavidad abdominal protruyen inmediatamente. Elaborado por: Colaboradores: Dr. Jesús Ignacio Carrillo H. Dra. Ana C. Milanés, Brs. Andrea V. Rivero, María Laura Rivas, Andrea Rodríguez S, Eliana Rodríguez O. 8 CUADRO RESUMEN DE SIGNOS IMPORTANTES EN EL ABDOMEN Inspección Auscultación Percusión Palpación Hígado Buscar el límite superior e inferior Buscar el borde inferior. La proyección hepática normal es de 9-12 cm Bazo El área de matidez esplénica normalmente no sobrepasa la línea axilar anterior Normalmente no se palpa. Riñón derecho Posible palpación del polo inferior Riñón izquierdo Normalmente no se palpa Útero grávido, gran quiste ovárico, globo vesical Distensión del hemiabdomen inferior Matidez de convexidad superior Se palpa una masa de convexidad superior Aorta Latido en epigastrio Podría haber un soplo sistólico Se palpa un latido en el epigastrio. Intentar evaluar el diámetro en personas mayores de 50 años Ascitis Abdomen protuberante y eventualmente con los flancos abombados Sonoridad timpánica en región periumbilical, matidez desplazable en los flancos e hipogastrio Signo de la ola. Signo del témpano. Matidez cambiante. Colecistitis aguda Palpación de la vesícula distendida o de un plastrón. Signo de Murphy positivo, Apendicitis Punto de McBurney positivo. Signo de psoas- ilíaco. Signo del rebote (Blumberg). Pielonefritis aguda Puñopercusión positiva en fosa lumbar del lado comprometido
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