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UNIDAD I OBJ 1 3 COD 516

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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA 
CENTRO LOCAL ANZOATEGUI 
CARRERA 521 
 LAPSO: 2023 - 1 
 
 
UNIDAD I (Cod. 516) 
 
 
OBJETIVO 1.3 EXPLICAR LAS DIMENSIONES ÉTICAS, 
SOCIALES Y POLÍTICAS DE LA FUNCIÓN DOCENTE. 
 
 
 
 
 
TUTOR: LUISA GARCIA AUTOR: 
Yulisbeth María Diaz Torres 
C.I. 16.224.156 
 yulisbethd@gmail.com 
 0424-8987438 
 
 
PUERTO LA CRUZ, 15 ABRIL 2023 
 
mailto:yulisbethd@gmail.com
2 
 
Todo lo que conlleva ejercer la profesión docente y la 
responsabilidad para la construcción de una sociedad 
democrática y ética en Venezuela 
 
Todos los seres humanos poseemos un caudal propio de habilidades que 
nos caracterizan, estas habilidades nos permiten ejecutar con mayor facilidad 
ciertas actividades en la vida habitual y tiene un impacto directo en el desarrollo 
competente de una práctica profesional. 
Cuando hablamos de un profesional nos referimos como lo dice (Popkewitz, 
1985 citado por Marcelo 1989:9)” A una persona con elevada preparación, 
competencia y especialización que presta un servicio público. Además, la 
denominación profesional proporciona privilegio, autoridad y reconocimiento social 
a las personas que las asume” Es decir, que todo profesional ocupa un rol determinado 
dentro de la sociedad que hace que colabore con ella sumando bien a la misma. Todas las 
profesiones, por distintas que puedan ser, hacen su aporte a la sociedad, brindando 
conocimientos tecnológicos, sociales, biológicos, ayudando en el ámbito de la cultura o la 
salud, realizando investigaciones y avances científicos, entre otros y todos deben aplicar la 
ética profesional que es la que determina cómo debe actuar ese profesional en una 
situación determinada. En síntesis, la ética general es aquella que se refiere a los principios 
universales del actuar humano (valores, diferencia entre bien y mal, libertad, 
responsabilidad, acto humano) y la ética profesional aplica los principios de la ética general 
a situaciones particulares o coyunturales, según sean sus coordenadas espacio – 
temporales. 
Un profesional docente cubre una de las responsabilidades más grandes en la 
formación de la sociedad después de la familia, ya que debe formar en valores y fomentar 
la participación ciudadana consciente y comprometida en sus estudiantes, a través de su 
ejemplo y enseñanza teniendo como rol fundamental es la construcción de una sociedad 
democrática y ética en el país. 
 
 
 
3 
 
El docente venezolano debe: 
 
• Fomentar el debate y la reflexión crítica en el aula, promover el diálogo y la 
discusión respetuosa entre sus estudiantes, fomentando el espíritu crítico y 
la capacidad para analizar y cuestionar situaciones que afectan a la sociedad 
venezolana. 
 
• Inculcar valores éticos y morales enseñando a sus estudiantes a respetar los 
derechos humanos y la dignidad de las personas, así como a valorar las 
instituciones democráticas como fundamentales para el bienestar y la 
convivencia pacífica. 
 
• Promover la participación ciudadana cívica y política en los jóvenes, 
sensibilizándolos sobre la importancia de su compromiso como ciudadanos 
en la toma de decisiones y la construcción de la realidad social del país. 
 
• Formar ciudadanos conscientes y críticos de la realidad social que les rodea, 
fomentando el compromiso con el bienestar común y la defensa de los 
derechos y libertades fundamentales. 
 
• Ser un líder ético y moral, respetando siempre los derechos humanos y las 
normas democráticas, y siendo un ejemplo de ciudadano comprometido con 
la construcción de una sociedad fundada en valores como la justicia, la 
equidad y la solidaridad. 
 
Lamentablemente la profesión docente no ha sido precisamente de las más 
valoradas socialmente, y mucho menos de las más reconocidas por las élites 
políticas ni de las propias autoridades educativas en los países latinoamericanos. 
Particularmente la educación formal venezolana vive lo que pudiera ser denominado 
un momento particular en la historia de la educación. El comienzo del siglo XXI no 
ha traído para los maestros venezolanos mejores perspectivas, Los 
4 
 
salarios devengados nunca han logrado alcanzar los estándares mínimos como 
para lograr compensar los niveles de inflación en el país. Esta situación hace 
presumir que los maestros organizados continuarán exigiendo las reivindicaciones 
necesarias para lograr mejores condiciones de vida y de trabajo. Aunado a ello se 
debe resaltar que, de acuerdo con datos de la Federación Venezolana de Maestros, 
más de cien mil docentes abandonaron el sistema educativo entre los años 2015 y 
2020. Los bajos salarios, la dolarización y la migración forzada son los factores que 
fundamentalmente explican la deserción de los educadores 
Para el director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica 
Andrés Bello, José Javier Salas, la situación del docente venezolano es alarmante, 
pero no sólo por razones económicas sino por el deterioro general del sistema 
educativo fomentado desde el gobierno. Salas advierte que el ejercicio profesional 
ha sido minado por una política oficial que ha institucionalizado “la mediocridad, 
irresponsabilidad y promoción del pensamiento político partidista”, lo que dará como 
resultado, severas consecuencias negativas en las posibilidades de desarrollo 
futuro del país. Corregir cuanto antes esta precaria y delicada situación es una 
prioridad para todos los venezolanos. 
A pesar de este panorama, el gremio ha dado suficientes evidencias a lo 
largo de la historia reciente, de tener plena identificación con el trabajo que realizan, 
lo cual se ha traducido en un arraigado y fuerte espíritu de servicio y una vocación 
a toda prueba. 
Ser docente se afecta, retroalimenta y re-significa a partir de los cambios 
en el contexto y las influencias sociales. Cambios que actualmente exigen a los 
profesores enfrentar a diario nuevas exigencias, que nacen de una clara 
orientación a los resultados y que ponen en un difícil panorama el quehacer del 
profesor. 
“El reto es desmontar la desesperanza” 
 
 
5 
 
No hay dudas de que la educación mundial en general y la venezolana en lo 
particular, viven momentos importantes marcados por un interés creciente de los 
Estados y de otras organizaciones sociales públicas y privadas en reformas y 
adecuaciones con el propósito de atender las críticas sobre las deficiencias y 
deformaciones de los sistemas educativos y de la escuela. En las propuestas de 
reforma destaca el papel del docente profesional en la conducción de la educación 
formal y no formal, en virtud de las exigencias técnicas, científicas y éticas que 
plantea la educación del presente y del futuro. La docencia profesional está 
comprometida con los retos del conocimiento y las exigencias de la cultura: la 
formación cognitiva y ética de los más jóvenes. 
Partiendo de los principios fundamentales del sistema educativo venezolano 
que se encuentran contenidos en la Constitución Nacional y en la Ley Orgánica de 
Educación. A partir de la primera, se indica que la educación es un derecho humano 
y un deber social fundamental, definida, a su vez, como democrática, gratuita y 
obligatoria. 
Es uno de los factores que más influye en el progreso de sociedades. 
Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los 
valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos como un 
importante motor del desarrollo y uno de los instrumentos más eficaces para reducir 
la pobreza y mejorar la salud, y lograr la igualdad de género, la paz y la estabilidad. 
La educación es necesaria en todos los sentidos. Para alcanzar mejores 
niveles de bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdadeseconómicas y sociales; para propiciar la movilidad social de las personas; para 
acceder a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de 
la población; para ampliar las oportunidades de los jóvenes; para vigorizar los valores 
cívicos y laicos que fortalecen las relaciones de las sociedades; para el avance 
democrático y el fortalecimiento del Estado de derecho; para el impulso de la ciencia, 
la tecnología y la innovación. 
6 
 
En las economías modernas el conocimiento se ha convertido en uno de los 
factores más importantes de la producción. Las sociedades que más han avanzado 
en lo económico y en lo social son las que han logrado cimentar su progreso en el 
conocimiento, tanto el que se transmite con la escolarización, como el que se genera 
a través de la investigación. De la educación, la ciencia y la innovación tecnológica 
dependen, cada vez más, la productividad y la competitividad económicas, así como 
buena parte del desarrollo social y cultural de las naciones.

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