UNIDAD II OBJ 2,2 COD 516

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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA 
CENTRO LOCAL ANZOATEGUI 
CARRERA 521 
 LAPSO: 2023 - 1 
 
 
UNIDAD II (Cod. 516) 
 
 
OBJETIVO 2.2 EXPLICAR LOS ELEMENTOS QUE CONVERGEN EN 
LAS RELACIONES HUMANAS EN EL HECHO EDUCATIVO, LA 
IMPORTANCIA DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR Y LA PROMOCIÓN 
DE LA CULTURA DE PAZ EN LA ESCUELA 
 
 
 
 
 
TUTOR: LUISA GARCIA AUTOR: 
Yulisbeth María Diaz Torres 
C.I. 16.224.156 
 yulisbethd@gmail.com 
 0424-8987438 
 
 
PUERTO LA CRUZ, 15 ABRIL 2023 
mailto:yulisbethd@gmail.com
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Caso No 2 
El cuarto grado del turno de la tarde de la escuela tricolor presenta varios 
problemas de indisciplina que se manifiestan en irrespeto entre compañeros y a 
algunos docentes que trabajan con este grupo en la institución. Específicamente, 
hay un pequeño grupo de alumno (3 alumnos) que presentan un comportamiento 
que afecta el desarrollo de las clases, es decir, interrupciones constantes durante 
las explicaciones, lo que produce que sus otros compañeros de distraigan y la 
maestra pierda por momentos el control de la clase y para recuperarlo aplica 
sanciones al responsable y en el peor de los casos a toda la clase. Esta situación a 
veces se torna tan intensa que afecta el desarrollo de las actividades de los otros 
grados y secciones del colegio. 
A partir de este ejemplo haga un análisis a la luz de las lecturas realizadas 
sobre el caso en cuestión: 
a. ¿Qué tipo de violencia escolar se está manifestando aquí? 
b. ¿Qué tipo de disciplina se está aplicando? 
c. ¿Cómo pudiera construirse aquí un ambiente de convivencia? en 
relación a: 
• ¿Qué tipo de relación entre alumnos y docente debe 
desarrollarse? 
• ¿Qué tipo de disciplina debería practicar el docente para evitar 
estas conductas? 
• ¿Cuáles acciones debería promover la escuela para ayudar 
tanto a los alumnos como a los docentes para solucionar 
situaciones como estas? 
• ¿Cómo establecer normas sociales? 
• ¿Cómo promover estas normas? 
 
 
 
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ANALISIS 
 
Empecemos este análisis recalcando que la educación y la comunicación le 
propician al individuo un desarrollo a nivel particular y en sociedad, por lo tanto, le 
permite desenvolverse en su entorno generando relaciones humanas con los 
demás. 
Whittaker señala y define las relaciones interpersonales en el aula como el 
cimiento que hace posible la construcción del edificio de los aprendizajes, lo que le 
sirve de fundamento y apoyo. Invertir en la construcción de una buena relación 
interpersonal en el aula es invertir en un mejor aprendizaje, teniendo en cuenta, 
además, que la construcción de la relación positiva es uno de los elementos 
fundamentales que deben enseñarse y que nuestros alumnos/as deben aprender a 
lo largo de la escolarización. 
La importancia de las relaciones y sus consecuencias en el aprendizaje debe 
ser una de las primeras enseñanzas que debemos transmitir a los nuevos 
profesionales. Mucho más importante que las condiciones materiales del espacio 
del aula, la relación interpersonal es imprescindible para crear un buen clima de 
clase, en el que todos los miembros se sientan emocionalmente a gusto, deseen 
estar en el grupo y encuentren la motivación necesaria para sus aprendizajes. 
Suele ser un error muy común entre profesionales de la educación, pensar 
que el clima de clase se construye solo, o que la principal responsabilidad 
corresponde al alumnado, que son los alumnos y alumnas quienes deben cambiar 
y modificar su actitud y comportamiento para que los profesionales podemos hacer 
bien el trabajo. 
Aprender a comunicarse, saber cómo conseguir que los alumnos/as nos 
escuchen y se escuchen entre sí, se abran a nuestros mensajes y a los de los 
demás, poner en práctica una escucha activa dejando de lado la escucha selectiva, 
aplicar en la clase los pasos recogidos en la comunicación no violenta (observar sin 
juzgar, manifestar las emociones, descubrir las necesidades, hacer demandas no 
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exigentes…) son tareas fundamentales en la preparación de todas las personas que 
nos dedicamos a la educación. 
Según este caso que se plantea, donde 3 alumnos recurrentemente 
interrumpen la clase, a mi juicio particular es un problema de conducta. Por ejemplo, 
Lawrence, Steed y Young (1977) definen la conducta conflictiva como aquella que 
«influye negativamente en el proceso docente y/o supone un grave trastorno para 
el normal desarrollo de la vida escolar». Conducta conflictiva es aquella que genera 
conflictos. 
Este tipo de conducta puede traer como consecuencia violencia psicológica 
ya que ocurren agresiones de verbales o emocionales, en la que figuran todas las 
formas de exclusión, rechazo, insultos, propagación de rumores, mentiras, injurias, 
burlas, humillaciones, amenazas o castigos psicológicos. Además de poner en 
práctica disciplina como sinónimo de control y normas que regulan el aula de clase 
pero que en la mayoría de los casos los alumnos no son participantes de crearlas y 
no son de conocimiento sino hasta que ocurre una eventualidad. 
Es importantísimo plantear conscientemente la forma de transformar y 
gestionar pacíficamente los conflictos que, de manera ineludible, van a aparecer en 
las relaciones dentro del aula. Ocasiones como las descritas al principio no se 
pueden dejar pasar, es preciso prestar atención a ellas, y aprovechar su presencia 
para abordar los procedimientos que se van a establecer para evitar dichas 
situaciones. 
 
 Dentro del aula, es importante analizar periódicamente la selección de los 
contenidos del curriculum, la metodología, la forma de evaluar, la organización del 
aula, las normas y sanciones que empleamos y la forma de dar respuesta a las 
conductas disruptivas. En todos estos factores la responsabilidad y el cambio no 
corresponde sólo al alumnado sino también a los profesores/as. 
Es importante establecer normas claras, acordes y reales donde los 
alumnos sean participes en la formulación de las mismas, esto genera confianza en 
ellos, participación, democracia y mejor disposición a la hora de llevarlas a cabo. 
 
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Para finalizar hay que recordar que vivimos en una sociedad marcada por 
el cambio tecnológico acelerado, el desigual reparto de la riqueza y los niveles de 
desarrollo tan extremadamente diferentes entre regiones y países que, por otro lado, 
están tan comunicados entre sí mediante sofisticados sistemas técnicos de 
distribución de la información, hace que sea muy complicado afirmar que lo que es 
bueno para un lugar no sea claramente insuficiente para otro; además de la crisis 
económica, ambiental, armamentista, energética, así como la disminución de la 
calidad de vida de la población en general. Todo ello ha tenido graves repercusiones 
en su salud y en el deterioro de las relaciones humanas. 
Por ello se sugiere que la escuela, además de alfabetizar con letras y 
números, debe propiciar también la alfabetización de las emociones, las habilidades 
sociales, la toma de decisiones y el manejo de las relaciones interpersonales 
(Teruel, 2000). Sin embargo, la escuela ha tenido una función prioritaria o casi 
exclusivamente de enseñanza y transmisión de aspectos académicos, sin 
responsabilidades explícitas y claramente establecidas en lo atinente a las 
competencias sociales del alumnado y al bienestar interpersonal y personal.