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La caracterización de la realidad: el cambio o la permanencia, el sustancialismo estático frente al devenir La caracterización de la realidad como cambio o permanencia, y la distinción entre sustancialismo estático y devenir, son conceptos fundamentales dentro de la filosofía que han sido objeto de debate y reflexión a lo largo de la historia. Cambio y permanencia: El cambio y la permanencia son dos aspectos esenciales de la realidad que nos rodea. Desde la antigüedad, los filósofos se han preguntado sobre cómo conciliar la aparente fluctuación y transformación constante de las cosas con la persistencia y estabilidad de otras. Algunos pensadores, como Heráclito, resaltaron la idea del cambio como una característica primordial de la realidad. Según su famoso aforismo "Todo fluye", sostuvo que el mundo está en constante movimiento y cambio, y que no hay una realidad fija y eterna. Por otro lado, Parménides defendía la idea de la permanencia y la inmutabilidad de lo real, argumentando que el cambio era solo una ilusión y que solo lo que es eterno y estático es verdaderamente real. Sustancialismo estático frente al devenir: Estos términos hacen referencia a dos enfoques filosóficos diferentes sobre la naturaleza de lo real. El sustancialismo estático, también conocido como "substancialismo", sostiene que la realidad está compuesta por entidades sustanciales o cosas con una naturaleza esencial e inmutable. En este enfoque, la realidad se entiende como una colección de objetos y entidades con propiedades estables y fijas que permanecen a lo largo del tiempo. Esta perspectiva es típica de filósofos como Platón y su mundo de Ideas eternas, así como de algunas concepciones religiosas sobre la existencia de un ser supremo e inmutable. Por otro lado, el devenir o "becoming" en inglés, representa una perspectiva dinámica de la realidad, donde se enfatiza el proceso constante de cambio y transformación. Los defensores de este enfoque, como Heráclito, consideran que la realidad es un flujo continuo en el que todo está en constante cambio y desarrollo. Esta visión se ha vuelto más prominente con el desarrollo de la filosofía procesual y la ciencia moderna, que entienden la realidad como un proceso evolutivo en lugar de una entidad estática. Es importante destacar que ambas perspectivas tienen sus méritos y limitaciones. La realidad es compleja y multifacética, y no puede reducirse completamente a una sola concepción filosófica. En la actualidad, muchas corrientes filosóficas reconocen la interacción entre el cambio y la permanencia en la realidad, y buscan encontrar un equilibrio entre estas dos dimensiones para comprender mejor la naturaleza de lo real. La filosofía contemporánea, la ciencia y otras disciplinas siguen explorando y debatiendo estas cuestiones, enriqueciendo nuestro entendimiento sobre la complejidad de la realidad y nuestra relación con ella.
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