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RESUMENES HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORANEO - P28

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LA ECONOMIA CAMBIA DE RITMO 
ERIC HOBSBAWM 
La economía mundial de 1889 estaba marcada por una gran depresión que se diferenciaba de todas las 
anteriores por su universalidad. Esta tendencia de baja económica no distinguió de ninguna manera a los 
países, afectando a todos. Lo raro es que desde hacía 20 años que la economía no paraba de crecer, este 
crecimiento se venía dando tanto en la agricultura como en las industrias del hierro y el acero, el comercio 
internacional y la inversión extranjera en América latina. Estos progresos llevan a la duda de si este periodo 
fue efectivamente una depresión, algunos historiadores lo ponen en duda pero la gente, indudablemente, la 
vivió así. Este sentimiento de perturbación puede verse en el pesimismo literario y filosófico. 
De este periodo, a los economistas les preocupa el descenso de precios que ponía en juego no la producción 
sino su rentabilidad. 
La agricultura fue el sector más deprimido de la economía, hay que tener en cuenta el alto impacto de la mala 
racha agrícola considerando que los trabajadores agrícolas eran entre un 40 y un 90 % de la fuerza laboral de 
los países. Las dos respuestas más habituales entre la población fueron la emigración masiva de quienes no 
tenían tierras o cuyas tierras eran muy pobres y la cooperación entre campesinos con explotaciones viables. 
Fueron estos dos fenómenos los que permitieron mantener la presión social fuera de la revolución o rebelión. 
En el mundo de los negocios preocupaba la deflación que hacia caer los beneficios, que podía ser subsanada 
con una expansión del mercado, pero que en ese momento no sucedía. Otro problema era que la suba de los 
costos de corto plazo (salarios, maquinaria, etc.) no ofrecía garantía de amortizarse en un contexto de una 
economía muy fluctuante. A esto debemos sumarle que la inestabilidad del precio de los metales preciosos, 
aun a corto plazo, imposibilitaban las transacciones internacionales. 
Las soluciones que se le encontraban a esta situación general eran las siguientes: 
Bimetalismo: como se habían encontrado fuentes de plata, se proponía hacer las transacciones 
internacionales en ambas monedas. Esto fue rechazado por los países más fuertes del circuito de ese 
momento. 
Proteccionismo: se pretendía favorecer a los productores nacionales de la competencia con bienes 
importados. Estas medidas eran buscadas por agricultores e industrias familiares principalmente. Esta fue la 
que se adoptó en mayor medida. 
Las tarifas proteccionistas de bienes de consumo pasaron a ser un elemento indispensable en el escenario 
económico internacional. Pero mientras la gran depresión ponía fin al librecambio en los artículos de consumo, 
se incrementaba el movimiento libre de capital, transacciones financieras y mano de obra. 
La única defensora del librecambio de bienes de consumo era Reino Unido (UK). Esto se debía a que: era el 
mayor exportador de bienes de consumo del mundo, el mayor exportador de capital y “servicio invisibles” 
financiero y comerciales, y además el mayor importador de bienes primarios y materias primas. La idea de UK 
de dejar caer la agricultura para poder preocuparse por la industria solo era posible si se continuaba el modelo 
de libre cambio, de otra manera debería hacer resurgir su agricultura, lo cual destrozaría la industria. Este país 
era el que más tenía para perder con este proteccionismo. Excepto en términos de inmigración, se siguió 
mostrando como partidaria del liberalismo permitiendo a los demás países controlar sus mercados internos 
con la condición de que siguiesen exportando. 
La centralidad de los países en estas cuestiones se debe a que en el SXIX, el núcleo fundamental del capitalismo 
lo constituían cada vez más las economías nacionales. No obstante, la nación como unidad no tenía lugar claro 
en la teoría pura del capitalismo liberal. El liberalismo era el anarquismo de la burguesía y, como el 
anarquismo revolucionario, en él no había lugar para el estado. El estado como factor económico solo existía 
como otro factor independiente del mercado. Cuanto más crecía la economía, menos fronteras reconocía. El 
ideal de sus teóricos era la división internacional del trabajo (DIT) que asegurara el crecimiento más intenso 
de la economía. No aceptaban ninguna sugerencia que interfiriese con esto. El único equilibrio posible en la 
economía liberal era el equilibrio mundial. 
Pero en la práctica, Hobsbawm encuentra este modelo inadecuado. La economía no podía medirse como un 
conjunto de elementos separados que se influían entre sí sin influencia del estado. Es cierto que hay 
actividades económicas que excedente el control estatal pero la mayoría de ellas siguen estando sujetas a 
vínculos con los estados. 
La DIT que pretendieron imponer los liberales fue muy eficaz en los países desarrollados donde las economías 
efectivamente se manejaban como un bloque. Pero en los países periféricos, la DIT no tuvo frutos porque las 
economías no se especializaban sino que había diversidad de actividades. 
Pero además de las economías nacionales del mundo desarrollado que estaban cambiando, también hay que 
ver que la industrialización y la depresión hicieron rivales a estas economías. Y en esta rivalidad no solo 
competían las empresas, también competían las naciones. 
Este conjunto de medidas proteccionistas tuvo tres consecuencias principales y una secundaria: 
1. Dentro de la industria ayudo a ampliar la base industrial del planeta, ya que más países se industrializaron. 
Pero dentro de la economía no fue la reacción principal a la depresión, la centralización económica y la 
racionalización empresarial fueron las mayores tendencias. En este caso, las concentraciones no fueron 
en monopolios sino que en oligopolios, producidos generalmente por la fusión o acuerdos de mercado 
entre varias empresas que, según los liberales, deberían haber competido en el mercado en beneficio del 
consumidor. Esta tendencia siguió existiendo después de la depresión en industrias pesadas, energéticas, 
de transporte y en productos de consumo masivo. 
2. Se generó la nocion y las prácticas de la gestión científica de las industrias. Al haber aumentado la presión 
sobre los beneficios industriales, el tamaño y la complejidad de las empresas se evidenció que los métodos 
existentes ya no eran adecuados. Ante la necesidad de una forma más racional de aprovechamiento, 
surgen métodos como el taylorismo, y posteriormente el fordismo, que intentan sacar mayor rendimiento 
a los trabajadores mediante tres ejes principales: 
a. Aislar al trabajador del resto del grupo y transferir el control de la producción a los encargados 
fabriles; 
b. Descomponer sistemáticamente el proceso productivo en elementos componentes 
cronometrados, de manera que cada trabajador se especialice en una sola pieza del proceso; 
c. Sistemas distintos de pago que dieran al trabajador un incentivo por mayor producción. 
Así surgieron nuevas figuras dentro de la empresa como los ejecutivos y encargados que vinieron a realizar 
las tareas que antes hacían los dueños de las empresas. 
3. Imperialismo: la presión del capital para conseguir nuevos mercados y más inversiones productivas 
contribuyo a la política de expansión que incluía la conquista colonial. 
4. Agitación social: aparecen movimientos obreros y socialistas de masas. En este contexto la caída del nivel 
de vida de los agricultores provoca una baja en los costos de vida de los asalariados, mejorando su calidad 
de vida. 
Esta afluencia en la vida de las capas urbanas dio origen a lo que se llamó la belle époque. El paso drástico de 
la preocupación a la euforia se dio en parte por el descubrimiento de nuevas reservas de oro en áfrica que 
creo una ilusión de mejora en la crisis. 
Esta rápida recuperación constituyo la base de la creación de las especulaciones de las ondas largas del 
capitalismo mundial, que se asocian con Kondratiev. Mientrastanto, en los marxistas esta recuperación llevo 
a dudar de las capacidades de la teoría del propio Marx. 
Aunque los historiadores se centren en el declive de UK a manos del avance alemán y estadounidense, 
Hobsbawm considera que lo importante de esto es que la economía global creció como conjunto en la belle 
époque. En cuanto a las ondas del ciclo revolucionario de considera que ninguna de las teorías disponibles 
logra explicarlas con eficacia. Ni siquiera Schumpeter lo logra, ya que sitúa a las industrias como motor de la 
economía en 1890 cuando realmente no lo eran. Descarta entonces la teoría de las ondas de Kondratiev 
porque no puede explicarlas. 
Sin embargo, rescata de su la teoría de las ondas la relación entre el sector industrial y agrícola del mundo. 
Considera que en 1910, la agricultura contaba con mucha más producción que la industria por lo que se 
encontraba en ventaja con respecto a esta. Los precios relativos y absolutos de los agricultores eran menores 
en la compra de productos industriales. Se cree que esta variación podría explicar que los precios 
experimentaran un gran aumento en ese periodo. Lo seguro es que esta situación presiono los costos de la 
industria, que fueron trasladados por los empresarios a sus empleados. De esta manera, cayó al ascenso de 
los salarios que había experimentado la industria durante la gran depresión. 
La clave para entender este dinamismo económico es que los países desarrollados eran los que manejaban el 
ritmo de la economía. Eran la mayor parte de la producción, la compra de productos y servicios, y además 
experimentaban un aumento de población urbana a una escala tal que revolucionaba el mercado. Hay que 
recordar que estos nuevos citadinos habían acumulado excedentes monetarios durante la gran depresión ya 
que la mayoría de ellos trabajaban en industrias, por lo que contaban con capital para comprar bienes de 
consumo. Rápidamente, los empresarios entendieron ante qué tipo de consumidores estaban y emprendieron 
la mejora y multiplicación de bienes de consumo masivos. Un elemento fundamental de este cambio fue la 
industria de la publicidad, que volvía atractivos los productos a ojos de los consumidores, y también la venta 
a plazos (fiar/crédito), que permitió que aún los más carenciados pudiesen comprar. 
Este nuevo mundo desarrollado agrupaba a un 40% de la población pero solo ocupaba un 15% de la tierra, 
conformando un 80% del mercado internacional. Las economías satélites o periféricas, avanzaban en el mismo 
esquema pero nunca llegaban a nivelarse con las centrales ya que el progreso de las satélites generaba 
también progreso en las centrales por lo que estas nunca se alcanzaban. 
Resumen de los diferentes rasgos de la economía mundial del imperio: 
1. Se amplió la base geográfica de las industrias 
2. Se pluralizo la economía mundial: UK dejo de ser el único país industrializado. Pero esta pluralidad quedo 
relegada por la dependencia financiera de los países con UK. Esto llevo a que UK fuera quien controlara el 
equilibrio mundial importando o dejando de importar productos. 
3. Revolución tecnológica: la gran innovación fue la maquina a vapor y las turbinas, el resto fue refinamiento 
de estos dos grandes inventos. 
4. Transformación de la estructura y el modus operandi de la empresa capitalista: 
a. Concentración: creación de grandes empresas a partir de muchas pequeñas. 
b. Racionalización de la producción: taylorismo. 
5. Transformación del marcado de bienes de consumo: cuanti y cuali. La aparición de mercado de masas 
llevo a masificar la producción y a hacer que apareciesen nuevos productos de consumo masivo. Todo 
este proceso trajo consigo nuevos medios de comunicación de masas. 
6. Crecimiento absoluto y relativo del sector terciario, privado y público: aumento el número de empleos 
públicos. 
7. Convergencia entre política y economía: el gobierno y el sector público fomentan un avance del 
colectivismo a expensas de la empresa individual. Los gobiernos fueron adoptando políticas de bienestar 
social y empezaron a defender los intereses de ciertos sectores electorales. De todas maneras, el peso del 
estado en la economía seguía siendo modesto. 
En lo social estos cambios produjeron la ilusión de un empleo fabril sin fin, que jamás dejaría de contratar 
gente. Pero de todas maneras, la pobreza no se reducía. 
Aun después de la IWW la gente seguía tomando como referencia esta belle époque gloriosa a la que había 
que lograr volver.

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