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10 Dunning y Lundan_2010- Traducción

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1 
 
Traducción de 
THE INSTITUTIONAL ORIGINS OF DYNAMIC CAPABILITIES 
IN MULTINATIONAL ENTERPRISES 
de John H. Dunning y Sarianna M. Lundan (2010) 
Publicado en Industrial and Corporate Change, Volume 19, Issue 4, pp. 1225-1246. Una copia electrónica del original está disponible en 
http://ssrn.com/abstract=1493222. 
Traducido en 2012 por José Luis Pellegrini para ser utilizado exclusivamente por estudiantes de cursos a su cargo. 
 
LOS ORÍGENES INSTITUCIONALES DE CAPACIDADES DINÁMICAS 
EN LAS EMPRESAS MULTINACIONALES 
 Resumen 
Este documento sostiene que un enfoque sobre las bases institucionales de la estrategia y el comportamiento de las empresas multinacionales no sólo es 
consistente con la literatura emergente sobre capacidades dinámicas, sino que sirve también para resaltar el papel único de las empresas multinacionales en 
la generación de nuevas rutinas organizativas mediante la combinación de capacidades imbricadas (embedded) localmente con aquellas que son móviles a 
través de fronteras. Las empresas configuran los mercados y no al revés, debido al papel que juega la innovación organizativa en la redefinición de las reglas 
de selección en el entorno operativo. De tales innovaciones, cierta proporción permanecerá bajo patente, mientras que otras se difundirán más ampliamen-
te en la industria, en la medida en que las decisiones tomadas por las firmas pioneras sean imitadas por otras empresas. Sostenemos que la combinación de 
interconexiones crecientes entre mercados geográficamente dispersos y el mayor uso de las transacciones basadas en el mercado han intensificado los 
incentivos de las empresas multinacionales para participar en el desarrollo de nuevas rutinas y formalizarlas en prácticas transferibles. Es probable que esto 
aumente la transparencia general de los orígenes de las capacidades de la firma, llevando potencialmente a más especialización y menos internalización a 
nivel industrial. 
 
1. Introducción 
La literatura sobre capacidades dinámicas ha examinado el 
modo en que las empresas identifican y desarrollan nuevas 
oportunidades, cómo coordinan los activos necesarios para 
explotar esas oportunidades, y cómo, mientras lo hacen, desa-
rrollan nuevos modelos de negocio y formas de gobernación 
(Teece y Pisano, 1994; Teece, Pisano y Shuen, 1997). El marco 
analítico de las capacidades dinámicas ha dado lugar a varias 
escuelas de pensamiento diferentes, incluyendo la de la econo-
mía de los costos transacción, la teoría del comportamiento de 
la empresa y la economía evolutiva, con el objetivo de ofrecer 
un paradigma integrador y gerencialmente pertinente que reco-
nozca los desafíos relacionados con la apropiación de valor así 
como la creación dinámica de valor (Augier y Teece, 2008; Tee-
ce, 2007). 
Siguiendo a Augier y Teece (2007:179): “las capacidades dinámi-
cas se refieren a la capacidad (inimitable) que las empresas 
tienen para dar forma, remodelar, configurar y reconfigurar la 
base de activos de la empresa con el fin de responder a las nue-
vas tecnologías y mercados”. Incluyen “la capacidad (no inimita-
ble) de la organización para percibir las cambiantes las necesi-
dades del cliente, las oportunidades tecnológicas y la evolución 
competitiva; pero también su capacidad para adaptarse - y 
posiblemente incluso a dar forma - al ambiente de negocios de 
manera oportuna y eficiente”. 
Para ello, la empresa debe poseer la capacidad de “percibir y 
aprovechar las oportunidades, afrontar las amenazas y combi-
nar y reconfigurar activos especializados y cospecializados” 
(Teece, 2007:1344). Sin embargo, algunos estudiosos como 
Eisenhardt y Martin (2000) han sugerido en lugar de ser em-
prendedoras e innovadoras, las capacidades dinámicas se pare-
cen más a “las mejores prácticas” reconocidas que pueden 
transferirse dentro y entre empresas. En consecuencia, en su 
opinión, las capacidades dinámicas son una condición necesaria 
pero no suficiente para la ventaja competitiva sustentable. En 
este trabajo adoptamos el punto de vista de Augier y Teece 
(2007:187) de que mientras la difusión de nuevas rutinas y las 
mejores prácticas es un resultado importante del desarrollo de 
capacidades dinámicas por parte de las empresas, tan pronto 
sean codificadas y ampliamente difundidas dejan de conferir una 
ventaja única a la empresa que las origino. 
Nuestra comprensión de la esencia de las capacidades dinámicas 
también se basa en la definición proporcionada por Winter 
(2003), según la cual las capacidades dinámicas son capacidades 
de segundo orden o de orden superior que extienden más allá 
de las capacidades necesarias para que la empresa pueda a cabo 
sus actividades de generación de valor agregado ya existentes. 
Las capacidades dinámicas implican la capacidad de la empresa 
para crear nuevos productos o servicios y para reestructurar sus 
actividades con el fin de lograr un mejor ajuste al entorno com-
petitivo. Esencial a esta definición es que no todos los ajustes 
ante la incertidumbre dan lugar a capacidades dinámicas. Hay 
una diferencia entre la improvisación ad hoc en respuesta al 
cambio de las condiciones y las capacidades dinámicas, que 
incorporan elementos de una rutina para resolver problemas 
específicos. Es probable que el desarrollo de esas capacidades 
lleve a incurrir en costos, los cuales son, por lo menos parcial-
mente, hundidos. Por el contrario, los recursos que se desplie-
guen temporalmente en la solución ad hoc de problemas even-
tualmente pueden ser devueltos a sus usos originales. En conse-
cuencia, debido a la irreversibilidad relacionada con la inversión 
necesaria para desarrollar capacidades dinámicas, apoyarse en 
soluciones ad hoc puede ser una alternativa atractiva para las 
empresas que enfrentan restricciones de recursos. 
Debido a su complejidad y naturaleza sistémica, las capacidades 
dinámicas no son inmediatamente transparentes, incluso dentro 
de la empresa, y como tal no pueden ser copiadas directamente 
por otras firmas. Sin embargo, debido a la necesidad de transfe-
rir estas capacidades dentro de la empresa, es probable que se 
vuelvan menos opacas con el tiempo, hasta el punto en que 
 
2 
 
también se vuelvan transferibles a otras empresas (ya sea deli-
beradamente o por descuido). Dicha transferencia requiere que 
las prácticas específicas pueden ser aisladas y articuladas en 
rutinas que pueden llegar a ser “las mejores prácticas”. No es 
probable, sin embargo, que este sea el caso con toda la innova-
ción organizacional y en esto una pregunta clave se refiere a las 
condiciones bajo las cuales las empresas tienen un incentivo 
para transformar las formas embrionarias (no articuladas) de la 
innovación en rutinas identificables. 
En este trabajo examinamos el desarrollo de las rutinas organi-
zativas, como bloques de construcción de lñas capacidades 
dinámicas, en el contexto de las empresas multinacionales 
(EMN). En concreto, hacemos dos señalamientos relacionados. 
Primero, que ni la literatura de las capacidades dinámicas ni la 
literatura de negocios internacionales, han reconocido plena-
mente la influencia del contexto institucional de la empresa en 
el desarrollo de nuevas rutinas. En segundo lugar, que la misma 
literatura tampoco ha prestado suficiente atención al proceso de 
difusión de las nuevas formas de gobernación través de fronte-
ras. En ambos casos, argumentamos que los avances recientes 
en la literatura de negocios internacionales, tanto en términos 
de aportes teóricos como empíricos, proporcionan un contexto 
rico en que el núcleo del concepto de de capacidades dinámicas 
puede desarrollarse aún más. 
En consonancia con North (2005), creemos que el balance entre 
el medio físico y humano en que influyen sobre las actividades 
generadoras de valor agregado de las empresas está cambiando 
y lo ha hecho en las últimas dos décadas. Por un lado, esto se 
debe a la creciente importancia del medio ambiente humano en 
las actividades relacionadas con el entornofísico, y por el otro, a 
la creciente importancia de la creación, transmisión, protección 
y uso del conocimiento en todas las actividades generadoras de 
valor agregado. Además, el medio ambiente humano en sí mis-
mo está experimentando grandes cambios. Estos cambios tie-
nen muchas causas concurrntes, que entre los que destacan los 
objetivos cambiantes de los individuos, empresas y países (Dun-
ning, 2006). Juntos se han traducido en la creciente volatilidad, 
incertidumbre y complejidad del entorno humano y sus compo-
nentes, y así como en el modo en que éstos inciden en el en-
torno físico. 
Naturalmente, un factor importante de estos cambios ha sido el 
advenimiento de la globalización, que vincula a las empresas, 
capacidades y mercados, y los entornos humanos en los que 
tienen lugar las actividades generadoras de valor agregado. Esto 
implica que las instituciones, que son los principales instrumen-
tos mediante los cuales las empresas y los individuos enfrentan 
las incertidumbres en el entorno físico o humano, deberían 
incorporarse dentro de un análisis de capacidades dinámicas, ya 
que apuntalan el contenido y el patrón de la explotación de los 
recursos, capacidades y mercados disponibles para las empresas 
(Dunning & Lundan, 2008a; 2008b). Específicamente, sugerimos 
que la motivación y cognición y las estructuras de incentivos y 
mecanismos relacionados de aplicación compulsiva dentro de las 
empresas, influyen en la forma que toman las capacidades di-
námicas y cuán efectiva es su aplicación. 
La creación eficiente y el mantenimiento de las capacidades 
dinámicas (definidas en relación con el logro de metas específi-
cas) es dejado de lado por modelos económicos que emplean 
conceptos como la maximización del beneficio o la disciplina del 
mercado. Mientras que esto puede ser apropiado en el caso de 
las incertidumbres derivadas del entorno físico, creemos que es 
demasiado restrictivo para lidiar con las complejidades que 
plantea el medio humano, donde la búsqueda experimental 
podría caracterizar con mayor precisión los objetivos de las 
empresas. Además, mientras que la tradición evolutiva ha sub-
rayado la importancia de la dependencia de la trayectoria (path 
dependence) y la inercia y la lenta difusión de innovaciones 
organizacionales, pensamos que las estrategias flexibles adopta-
das por las empresas multinacionales están cambiando las es-
tructuras de la industria de maneras que hacen más probable la 
difusión. 
El artículo está organizado como sigue. La primera sección pre-
senta las bases del componente institucional de nuestro análisis. 
La segunda examina el concepto de capacidades dinámicas en el 
contexto del paradigma OLI, y sobre todo, cómo se relaciona con 
las ventajas de la propiedad (O) de las empresas multinaciona-
les. La siguiente sección explora los límites contextuales a la 
creación de nuevas rutinas. La sección final examina la interac-
ción entre las dinámicas de la empresa y de la industria de nivel 
en la difusión de nuevas rutinas. 
Sostenemos que la combinación de interconexiones crecientes 
entre mercados geográficamente dispersos y el mayor uso de las 
transacciones basadas en el mercado han intensificado los in-
centivos de las empresas multinacionales para invertir en la 
creación de rutinas transferibles. Las soluciones estructurales y 
de gestión de que las empresas multinacionales han desarrolla-
do para hacer frente a los problemas y las incertidumbres rela-
cionadas con el intercambio impersonal en varios mercados y la 
adquisición y la recombinación de conocimiento disperso, son 
las principales entre dichas innovaciones. Mediante la búsqueda 
continua de nuevas soluciones y el desarrollo de las mismas en 
rutinas transferibles y mejores prácticas, las EMN dan lugar a 
nuevas formas de instituciones embrionarias, que se difunden a 
las partes de la red interna y externa y gradualmente se difun-
den más ampliamente. 
2. El papel de las empresas en el cambio institucio-
nal 
La definición de las instituciones que hemos adoptado se basa 
en el trabajo de Douglass North (1990, 2005), que ha hecho 
avanzanuestra comprensión de las instituciones que sustentan el 
crecimiento económico a nivel macro. North (1990) define a las 
instituciones como reglas formales (por ejemplo, las constitucio-
nes, leyes y reglamentos) y restricciones informales (normas de 
comportamiento, convenciones y autoimpuestos los códigos de 
conducta). Instituciones (y sus mecanismos de aplicación com-
pulsiva) establecen las reglas del juego, que las organizaciones, 
en procura de su propia asignación de recursos y otros objetivos, 
tiene que seguir. (Además de empresas, se pueden incluir otras 
organizaciones, políticas o sindicales, por ejemplo). Un sistema 
institucional está completo sólo cuando las instituciones forma-
les e informales se toman en cuenta. La continua interacción 
entre lasinstituciones y las organizaciones que a veces resulta en 
un cambio institucional se produce en todos los niveles de agre-
gación, del individuo a individuos que actúan en las organizacio-
nes, de las filiales de empresas multinacionales a la sede de la 
empresa multinacional y a las organizaciones y la sociedad en 
general. 
Según North (2005), desde una perspectiva histórica, los desa-
fíos plantean por el entorno físico inicialmente resultaron en una 
infraestructura institucional que se caracterizó por unas creen-
cias colectivista y formas personales de intercambio, y donde la 
cohesión y la aplicación compulsiva de las normas se basaron en 
relaciones personales. El marco más individualista que surgió en 
respuesta a los nuevos retos que enfrentaban individuos y orga-
nizaciones en el entorno humano gradualmente dieron lugar a 
una evolución hacia formas de intercambio más impersonales, 
que exigieron la creación de nuevos tipos de instituciones que 
fuercen la cohesión en el contexto de relaciones impersonales. 
Este movimiento de formas de intercambio personales a imper-
 
3 
 
sonales fue fundamental para el logro del crecimiento económi-
co. Aunque estos este cambios involucraron un aumento en los 
costos de transacción, estos fueron más que compensados por 
las ganancias de la especialización. 
Mientras que han disminuido las incertidumbres derivadas del 
entorno físico a medida en que se han desarrollado institucio-
nes para enfrentarlas, se han multiplicado las incertidumbres en 
el medio humano, debido principalmente a la inconmensurabili-
dad y/o la opacidad de las normas y valores que guían toma de 
decisiones y proporcionan el fundamento para el diseño del 
sistema institucional formal. Esto se debería tomarse como que 
el mundo es en cierto sentido absoluto más incierto de lo que ha 
sido antes, sino más bien que las complejas interdependencias 
resultante de la superposición de los diferentes sistemas institu-
cionales son cada vez más difíciles de predecir y administrar. Las 
incertidumbres debidas a la interconexión de la economía global 
resulta en lo que North (2005:16) llama un mundo no ergódica 
de continuo cambio, en el que a menudo no es posible pronosti-
car el futuro a partir de los patrones de comportamiento del 
pasado, y donde el conocimiento derivado de los estados pre-
vios del mundo probablemente decaigan muy rápidamente
1
. 
 Desde esta perspectiva, la crisis económica y financiera actual 
combina dos de los elementos que contribuyen a la incertidum-
bre no ergódica; es decir, incertidumbre en cuanto a los valores 
humanos y las motivaciones, y las interconexiones que resultan 
en una mayor probabilidad de no linealidades en las relaciones 
entre variables específicas y efectos contagio que se propagan 
rápidamente a través del sistema 
En la teoría institucional de North, a pesar de enfocarse en los 
procesos que subyacen el crecimiento económico a nivel macro, 
las creencias de individuos desempeñan un papel importante, ya 
que proporcionan la base sobre la que se construye el entorno 
institucional externo. La conformidadideológica es importante 
para la aplicación de las instituciones informales, mientras que al 
mismo tiempo, es la fuerza principal que el cambio institucional, 
ya que restringe la experimentación consciente y el cultivo de 
nuevas ideas
2
. En efecto, la tensión que existe entre las fuerzas 
de defensa de la estabilidad institucional y las fuerzas que ofre-
cen incentivos para que los agentes individuales ideaen nuevas 
instituciones, se ha convertido en un foco central en la reciente 
investigación institucional sobre las organizaciones (Kostova, 
Roth y Dacin, 2008; SEO y credo, 2002). Respondiendo a las 
incertidumbres en su entorno operativo mediante la experimen-
tación deliberada y con un propósito, o mediante lo que Augier y 
Teece (2008) denominan un proceso de “evolución con diseño”, 
las empresas actúan como agentes importantes del cambio 
institucional en la economía mundial contemporánea. 
 3. Capacidades dinámicas dentro del marco analí-
tico OLI 
3.1 Los principales elementos del marco analítico 
El paradigma ecléctico u OLI pretende ofrecer un marco general 
para determinar la extensión y el patrón tanto de la producción 
en el extranjero llevada a cabo por empresas del propio país 
como de la producción en el interior del país reaplizadas por 
 
1 Desde esta perspectiva, la crisis financiera y económica actual combina 
los dos elementos que contribuyen a la incertidumbre no-ergódica, es 
decir, la incertidumbre sobre los valores y motivaciones humanos, y las 
interconexiones que se traducen en un aumento de la probabilidad de 
no linealidades en la relación entre las variables específicas así como 
efectos de contagio que se extienden rápidamente a través de un siste-
ma. 
2 Esto también está relacionado con la literatura que explora los efectos 
sofocantes del exceso de capital social. Véase, por ejemplo Florida 
(2002) y Florida y Gates (2002). 
empresas de propiedad extranjera o controlada por éstas. No es 
una teoría de la EMN per se, sino más bien un paradigma que 
engloba varias explicaciones de las actividades de las empresas 
involucradas en actividades transfronterizas generadoras de 
valor agregado entre (Dunning, 2001). 
El paradigma afirma que para comprometerse en inversiones 
transfronterizas, una empresa debe poseer ventajas de propie-
dad específicas únicas y sustentables vis à-vis las empresas de 
otras nacionalidades. Tales ventajas consisten en ventajas de 
activos específicos (Oa), especialmente las relacionadas con los 
derechos de propiedad y otros activos intangibles, y aquellas 
ventajas (Ot) que surgen de la capacidad de una empresa para 
coordinar actividades generadoras de valor agregado múltiples y 
geográficamente dispersas, y capturar los beneficios de la diver-
sificación del riesgo (Dunning, 1988). Estas últimas puede ser 
descrito como economías de gobernación unificada, que son 
afectadas por el tamaño de las empresas y su grado de multina-
cionalidad. 
 Esto también está vinculado a la literatura que explora los efec-
tos asfixiantes de un excesivo capital social. Véase por ejemplo 
Florida (2002) y Florida y puertas (2002). 
 Cualquiera que sea la combinación de las transacciones realiza-
das a través del mercado y dentro de la jerarquía, es el acto de 
coordinación el que crea valor dentro de las empresas multina-
cionales (Hennart, 1994). Además, es muy probable que la inno-
vación organizativa y la creación de nuevos modelos de negocio 
sean la clave para el éxito de la regeneración de las ventajas de 
propiedad de la empresa, en lugar de la innovación de proceso o 
de producto (Augier y Teece, 2007; Hamel, 2006). 
Las ventajas institucionales (Oi) son una nueva adición al para-
digma y cubren el rango de las instituciones formales e informa-
les que rigen los procesos de generación de valor agregado en 
las empresas (Dunning & Lundan, 2008a; 2008b). Tales ventajas 
son parcialmente endógenas y en parte exógenas a la empresa
3
. 
El elemento exógeno resulta del grado en que las instituciones 
informales (y formales) en el país de origen de la empresa, o en 
países receptores importantes, han impactado la manera en que 
se establecen incentivos dentro de la empresa. La influencia 
endógena es el resultado de la actividad empresarial gerencial, 
que se manifiesta en un tipo particular de cultura corporativa, 
que también puede ser encapsulado en los valores de la empre-
sa o la declaración de su misión. 
La inversión extranjera directa se llevará a cabo cuando la em-
presa percibe que le conviene agregar valor a sus ventajas O en 
lugar de venderlas, o ceder su derecho de uso, a empresas ex-
tranjeras independientes. Las ventajas la internalización del 
mercado (I) reflejan la mayor eficiencia de la organización o las 
estructuras de incentivos superiores de jerarquías, o la capaci-
dad de las empresas (grandes) para ejercer el poder de monopo-
lio sobre los activos bajo su gobierno. Por último, se supone que 
la distribución espacial de los recursos, capacidades e institucio-
nes ligados a una localización (L) es desigual y, por lo tanto, 
confieren una ventaja competitiva a los países o regiones que los 
poseen. Las ventajas Oi están interrelacionadas con todos los 
demás elementos del paradigma, ya que influyen tanto en el 
modo (I) y el lugar (L) que la EMN elegirá para explotar, o añadir 
a, sus ventajas O. 
Un aspecto importante de las ventajas O de las empresas multi-
nacionales es que mientras que algunas de ellas pueden ser de 
naturaleza monopólica, otras provienen de sus capacidades 
 
3 Una ventaja institucional ha de considerarse en términos netos, ya que 
es probable que la firma haya absorbido valores institucionales, normas 
y prácticas que no confieren ninguna ventaja, o que realmente obstacu-
lizan sus actividades generadoras de valor agregado. 
 
4 
 
dinámicas, es decir, de la capacidad de coordinar las transaccio-
nes y reconfigurar activos a través de las fronteras. Como conse-
cuencia, las capacidades dinámicas son relevantes para evaluar 
el impacto sobre el bienestar de las empresas multinacionales 
en los países de origen y recetores. Para citar de Teece 
(2006:125): “la esencia de la EMN es que acepta, se adapta a y 
capitaliza heterogeneidades institucionales, culturales y de 
mercado mientras que al mismo tiempo trata de capturar eco-
nomías asociadas con el aprovechamiento de algún tipo de 
ventaja (escalable) en ciertos activos o procesos que posee o 
está desarrollando”. La desigualdad en el paisaje institucional y 
económico recorrido por las empresas multinacionales crea 
oportunidades para desarrollar nuevas capacidades, y mientras 
que las empresas multinacionales pueden poseer algunas venta-
jas monopólicas, estas pueden compensarse total o parcialmen-
te por las ventajas de la mejora de la eficiencia que se deriva del 
aprendizaje acumulativo y el desarrollo de capacidades dinámi-
cas. 
Lo que subyace al paradigma OLI es una teoría de la empresa 
que incorpora los conocimientos de la teoría de la internaliza-
ción y de lo que se conoce como el enfoque basado en los re-
cursos de la empresa. Las siguientes secciones pretenden de-
mostrar que nuestro enfoque a los fundamentos institucionales 
del desarrollo de capacidades dinámicas sirve para destacar el 
papel único de las empresas multinacionales en la combinación 
de capacidades localmente imbricadas (embedded) con aquellos 
que son móviles a través de fronteras. 
3.2 El enfoque basado en los recursos y las ventajas O 
Una teoría satisfactoria de la empresa debe responder a dos 
preguntas básicas. La primera es la medida de la internalización, 
o en otras palabras, qué actividades se llevan a cabo dentro de 
la jerarquía y cuáles se llevan a cabo por medio del mercado. La 
segunda se refiere al ámbito de las actividades económicas de la 
empresa, o cómo determina la amplitud de sufunción de coor-
dinación. 
En cuanto al grado de internalización, en su contribución semi-
nal, Buckley y Casson (1976) sostuvieron que los recursos tecno-
lógicos que son difíciles de comercializar en el mercado debido a 
la especificidad de activos y la asimetría de información podrían 
explotarse internalizando la transacción
4
. Por lo tanto, la esencia 
de la explicación de por qué existen las empresas multinaciona-
les se encuentra en la capacidad superior de jerarquías para 
organizar las transacciones que involucran bienes intensivos en 
conocimiento. A la luz de esto, el cambio reciente de las empre-
sas multinacionales hacia una mayor flexibilidad, ya sea en tér-
minos de mayor tercerización, particularmente de servicios 
(Arora y Gambardella, 2004; Chen, 2005), o en términos investi-
gación y desarrollo realizadas por contrato (Chesbrough y Teece, 
2002), presenta algo de paradójico. 
¿Por qué han disminuido los costos de usar las transacciones 
basadas en el mercado? Parte de la explicación debe estar en los 
menores costos de información de transporte. Pero creo que en 
parte esto también se debe a las actividades de las propias 
empresas multinacionales. Los emprendedores dentro de las 
empresas multinacionales ayudan a crear nuevos mercados, en 
la medida en que la desinternalizacion requiere la capacidad de 
encontrar o crear a las contrapartes para una transacción dada. 
El contrato de investigación es un caso puntual. Tradicionalmen-
te, las empresas multinacionales llevaban a cabo la I+D dentro 
de la protección que le daba la firma, y dicha actividad se con-
 
4 Como la teoría del costo de transacción de Williamson (1975, 1985), la 
teoría de la internalización se basa en las ideas de Coase (1937), pero las 
dos teorías desarrollaron en gran medida independientemente una de 
otra. 
centraba geográficamente en el país de origen (Dunning & Lun-
dan, 2009). Sin embargo, en los últimos años hemos visto a las 
empresas multinacionales ampliando la gama de las actividades 
de I+D que se llevan a cabo en el extranjero y también partici-
pando en intercambios basados en el mercado para la investiga-
ción del contrato. Estos mercados no nacen automáticamente, 
sino que requieren de un proceso mediante el cual los partici-
pantes potenciales crean las normas que hagan posible que 
tengan lugar transacciones exitosas. En consonancia con Augier 
y Teece (2007:185), pensamos que el crecimiento de la terceri-
zación es en parte atribuible al comportamiento empresarial 
proactivo der las empresas multinacionales. 
De hecho, pensamos que la contribución de las empresas multi-
nacionales aquí es doble. La contribución tradicional de la EMN 
se debe a su capacidad para reunir activos complementarios 
cuando los mercados de insumos son débiles. Al internalizar las 
transacciones cuando los mercados son débiles o inexistentes 
debido a la existencia de activos coespecializados o asimetrías 
de información, las empresas multinacionales hacen posible que 
tengan lugar ciertas formas de actividad económica (Teece, 
2006:133). Sin embargo, en otros casos, a través de sus propias 
actividades, las empresas multinacionales pueden hacer los 
mercados más sólidos, transfiriendo conocimientos y capacita-
ción a sus socios contractuales. De hecho, hay una larga historia 
de dicha capacitación proporcionada por las empresas multina-
cionales a sus proveedores, cuyo impacto a veces ha sido muy 
significativo, especialmente en los países en desarrollo, en la 
medida en que se difundieron en la economía local nuevas 
tecnologías y métodos de organización (Dunning & Lundan, 
2008b). 
En algunos casos el proceso de codificación y posterior entre-
namiento puede contribuir a la aparición de la modularidad en 
el mercado de bienes intermedios, que a su vez permite que 
nuevos participantes entren en el mercado (Teece, 2006:134). 
Aquí podemos pensar en la modularidad tecnológica, como se 
ve por ejemplo del surgimiento de estándares como el GSM que 
permitió el crecimiento explosivo de los servicios de telefonía 
móvil (Leiponen, 2006). Sin embargo, también podríamos pensar 
en términos de modularidad organizacional, es decir, el desarro-
llo de rutinas para organizar las transacciones, que se vuelven 
suficientemente claras y codificadas como para que también se 
difundan en el mercado e influyan en las normas vigentes acerca 
de cómo se llevan a cabo las transacciones. 
 La segunda pregunta para una teoría viable de la firma debe 
referirse al alcance de las actividades económicas de la empresa, 
o cómo determina ella el alcance de su función de coordinación. 
Varias contribuciones recientes han explorado los vínculos entre 
la teoría de costos de transacción y el enfoque basado en los 
recursos, proponiendo que los costos de transacción son al 
menos parcialmente endógenos, que dependen de las caracte-
rísticas de la transacción y de las capacidades específicas y los 
recursos de cada empresa en particular (Jacobides & Winter, 
2005; Madhok, 2002)
5
. Estos académicos han intentado desarro-
llar una teoría más realista de la firma que dé cuenta de la hete-
rogeneidad, reconociendo todavía la influencia de los costos de 
transacción en los límites de la empresa. 
La teoría de la empresa basada en los recursos, elaborada a 
partir de las contribuciones seminales de Penrose (1959), postu-
la que los recursos que son valiosos, raros y difíciles de imitar 
son el origen de las ventajas competitivas de las empresas. La 
 
5 Los indicios de esta idea también puede verse en el enfoque de Penro-
se sobre la generación de conocimiento dentro de las empresas y el 
aprendizaje, y sobre cómo influyen no sólo el hacer o comprar, sino 
también el si y el cómo de las decisiones (Pitelis, 2007b). 
 
5 
 
capacidad de la empresa no sólo de poseer, sino hacer crecer o 
adquirir más activos de este tipo, ofrece una ventaja competitiva 
sobre otras empresa, y este proceso de acumulación se refleja 
también en la literatura sobre capacidades dinámicas
6
. El enfo-
que basado en los recursos ha hecho hincapié en la importancia 
de las barreras a la movilidad y la heterogeneidad de los recur-
sos como elementos que permiten a la empresa crear ventajas 
sustentables. Sin embargo, en su mayor parte, mucho del análi-
sis basado en los recursos ha prestado relativamente poca aten-
ción a la calidad de las relaciones intrafirma o interfirmas, o a las 
estructuras de incentivos - internas y externas a la empresa - 
que sustentan el acceso, la creación y uso de los recursos y 
capacidades de la empresa
7
. 
A diferencia de las inversiones basadas en la búsqueda de mer-
cados y recursos naturales, las inversiones en la búsqueda de 
activos realizadas por las empresas multinacionales a menudo 
tienen un valor que depende de los demás recursos y capacida-
des poseídos o controlados por la empresa, y de la medida en 
que puede coordinar con éxito su sistema de actividades globa-
les. Tales competencias sistémicas (y sus fundamentos institu-
cionales) podrían hacer que la adquisición de un activo fuera 
más valiosa para una empresa que para otra
8
. Por lo tanto, 
incluso recursos relativamente homogéneos pueden contribuir a 
la ventaja competitiva de una empresa en particular, mientras 
que recursos altamente heterogéneos pueden tener un valor 
limitado para algunas empresas, pero un valor significativo a los 
demás. Este es el caso, por ejemplo, de los activos de intensivos 
en tecnología, cuyo uso eficaz depende de la capacidad de ab-
sorción de la empresa compradora (Cohen y Levinthal, 1989). 
La heterogeneidad de los recursos que una empresa multinacio-
nal puede poseer o aprovechar es la consecuencia de la especifi-
cidad de la localización de ciertos tipos de recursos. Si por acci-
dente histórico o debido a las acciones de empresarios indivi-
duales, los recursos y capacidadespueden llegar a ser inmóviles 
y por lo tanto específicos de la localización. Las empresas multi-
nacionales pueden acceder a esos recursos en sus países de 
origen, pero a diferencia de las empresas uninacionales, también 
pueden acceder a recursos inmóviles en países receptores. Esos 
recursos pueden ser utilizados localmente o eventualmente ser 
integrados dentro de la empresa y transferidos a través de las 
fronteras. Ventajas específicas de las subsidiarias de este tipo 
son cada vez más importantes en las actividades de creación de 
valor de las empresas multinacionales (Cantwell y Mudambi, 
2005; Rugman y Verbeke, 2001). 
De hecho, la estructura de red de la empresa multinacional, que 
es una combinación de transacciones internas y externas a la 
empresa, podría ser un modo por el cual la EMN puede superar 
los límites impuestos al crecimiento de las empresas por la 
disponibilidad de recursos gerenciales y de capacidades, el lla-
mado “efecto de Penrose” (Augier & Teece, 2007). Más gene-
ralmente, pensamos que es a través del desarrollo de las capaci-
dades dinámicas que las empresas multinacionales son capaces 
de introducir nuevos formas organizacionales híbridas formadas 
por redes de transacciónes basadas en la propiedad y en el 
mercado, lo que les permite superar o reducir los obstáculos 
administrativos para el crecimiento de la empresa. 
 
6 Además de las muchas revisiones de la literatura del enfoque basado 
en los recursos (Barney, 2001; Conner, 1991; Peng, 2001; Wernerfelt, 
1995), hay una interesante colección de escritos críticos editado por Foss 
(1997), que también incluye las contribuciones de los economistas 
evolucionistas. 
7 Una excepción es el trabajo de Oliver (1997). 
8 En este caso, los propios recursos no tienen que ser en realidad únicos, 
sino que es suficiente que las combinaciones de adición de valor sean 
únicas, y sean capaces de estar a salvo de la imitación. 
4. Límites para el desarrollo y la transferencia de 
capacidades dinámicas 
4.1 Incentivos y motivación 
La firma proporciona el marco institucional dentro del cual se 
forman y aplican las reglas formales e informales y los incentivos 
que guían el proceso de generación de conocimiento y transfe-
rencia (Dunning & Lundan, 2008a; 2008b). Además de los atribu-
tos de los conocimientos que transfieren, el éxito en la genera-
ción y transferencia de conocimiento depende de la voluntad y 
la motivación del cedente y el cesionario, que tienden a ser 
fuertemente influenciado por los incentivos que forman parte 
de la matriz institucional de una empresa. 
 Con pocas excepciones, la literatura que explora la generación y 
transferencia de conocimiento dentro de las empresas multina-
cionales ha prestado poca atención a los problemas de motiva-
ción y a los incentivos que inducen a personas a cooperar
9
. La 
teoría basada en el conocimiento de la empresa es una excep-
ción, en la medida en que ha abordado la cuestión de los incen-
tivos y la motivación sugiriendo que la generación y transferen-
cia de conocimiento dentro de la red de la EMN suele ser organi-
zado por “principios organizativos de orden superior”, que tien-
de a surgir sólo dentro de una organización jerárquica (Kogut y 
Zander, 1993)
10
. Estudios posteriores de los mismos autores 
desarrollaron la idea que la identidad organizacional es la base 
sobre la que el conocimiento es compartida dentro de la empre-
sa. La firma misma es percibida como consistiendo en comuni-
dades de práctica, dentro de las cuales se establecen las normas 
y límites normativos que orientan el proceso de aprendizaje 
(Kogut y Zander, 1996; Kogut y Zander, 2003). Creemos que tales 
ideas proporcionan intuiciones fructíferas para avanzar en nues-
tra comprensión de las instituciones informales a nivel de em-
presa y encaja bastante bien con la perspectiva institucional de 
la actividad de las empresas multinacionales, aunque los mismos 
autores rechazan los costos de transacción o la falla de mercado 
como explicación para la internalización de la transferencia de 
tecnología. 
En la medida en que los incentivos dentro, y no entre empresas 
son más fáciles de establecer en una forma mutuamente benefi-
ciosa, los agentes pueden estar menos inclinados a engañar a 
sus directores que a socios contractuales. Del mismo modo, si 
las empresas son capaces de proporcionar mejores métodos de 
comunicación que los mercados, incluso los desacuerdos o 
malos entendidos honestos podrían ser más fáciles de conciliar 
internamente (Ghoshal & Moran, 1996; McFetridge, 1995). 
Desde que el proceso de generación de nuevo conocimiento 
está plagado de incertidumbre, es probable que la capacidad de 
una empresa para crear comunidades de práctica (Spender, 
1996) que proporcionen un contexto para la experimentación 
estructurado subyazca al desarrollo de las capacidades dinámi-
cas. 
 
Al mismo tiempo, como las empresas multinacionales se esfuer-
zan para ser localmente más sensibles y globalmente más inte-
gradas para utilizar los conocimientos y capacidades de subsidia-
rias localmente imbricadas, se enfrentan a los problemas deri-
vados de la autoridad delegada. Por un lado, este tipo de pro-
blemas incluye cuestiones de motivación y compromiso que son 
causadas por la incapacidad de la sede para tomar un compro-
 
9 Otra excepción es un aporte teórico de Gottschalg y Zollo (2007), que 
aborda directamente el tema de la motivación. 
10 También es probable que algunos principios de organización sean 
específicos de la industria más que de la firma, cf. las recetas de la 
industria descritas por Spender (1989). 
 
6 
 
miso creíble de no interferir en la gestión de las filiales que han 
obtenido una delegación de funciones (Foss, 2003) 
Por otro lado, el comportamiento de búsqueda de rentas (rent 
seeking) de las filiales que desarrollan competencias estratégi-
camente importantes es probable que sea mitigado por la am-
plia adopción de estructuras organizativas planas - llamadas 
“metanacionales”- con una amplia delegación de autoridad 
(Kristensen y Zeitlin, 2005; Mudambi & Navarra, 2004; Verbeke y 
Kenworthy, 2008)
11
. 
Para superar estos problemas de control y coordinación, las 
empresas multinacionales han experimentado con híbridos 
internos y externos mediante la combinación de transacciones 
intraempresariales con transacciones contractuales realizadas 
con terceros externos a la firma y mediante la adopción de 
incentivos basados en el mercado interior de la empresa. Sin 
embargo, desde que las filiales innovadoras también son pro-
pensas a ser perturbadoras, una empresa multinacional podría 
preferir ver que sus filiales se comportan como “boy scouts” que 
son más susceptibles de dirección gerencial desde la casa central 
que como “estrategas subversivos” (Andersson, Forsgren & 
Holm, 2007; Morgan & Kristensen, 2006). Esto implica que la 
creación y transferencia de nuevas rutinas suele ser problemáti-
ca, incluso si la esencia de la función de coordinación de la EMN 
es difundir tecnología, incluyendo las innovaciones organizacio-
nales, dentro de la empresa. 
4.2 Límites contextuales 
Una razón importante por la cual la transferencia de nuevas 
rutinas suele ser problemática es que estas rutinas son difíciles 
de transmitir (“sticky”) (Szulanski, 1996) e incorporan conoci-
miento tácito que no puede ser completamente articulado. Otra 
razón es que el desarrollo de nuevas rutinas probablemente sea 
altamente contextual y dependa de las instituciones existentes. 
De hecho, hay muchos ejemplos en la literatura de administra-
ción de grandes organizaciones que han tenido dificultades 
desarrollar nuevas rutinas en respuesta al cambio de las condi-
ciones (Henderson & Clark, 1990). Esto se debe a que nuevas 
rutinas no describen simplemente lo que debe hacerse, sino que 
también incorporan información acerca delo que debe recom-
pensarse y al hacerlo, redefinen los contratos relacionales vigen-
tes (Kaplan & Henderson, 2005). 
Puesto de forma ligeramente diferente, las rutinas representan 
una “tregua” dentro de la organización que resuelven un conjun-
to particular de problemas de coordinación (Coriat y Dosi, 1998). 
Desde que las rutinas incorporan elementos de la cognición y de 
incentivos, son difíciles, si no imposibles, de adaptar a nuevas 
circunstancias y de transferir a través de las fronteras. Esto ha 
sido visto, por ejemplo, en el caso de la transferencia de la orga-
nización de forma M a Europa en los años 50 y 60, o la transfe-
rencia de la fabricación de estilo japonés a Estados Unidos en la 
década de 1980 (Kipping & Bjarnar, 1998; Kogut y Parkinson, 
1998; Westney, 2001). 
Las características estructurales de las empresas multinacionales 
traen un nivel adicional de complejidad a la cuestión del desa-
rrollo de las capacidades dinámicas y la transferencia de nuevas 
rutinas a través de las fronteras. Una filial de la empresa multi-
nacional probablemente presente una amalgama de por lo 
menos cuatro tipos diferentes de contextos institucionales. En 
cuanto a las instituciones informales, comprenden los valores 
que pueden caracterizarse como cultura corporativa, las normas 
y valores que son específicos del país de origen de la EMN, pero 
 
11 Véase también Pitelis (2007a) para una discusión esclarecedora de por 
qué, siguiendo Penrose (1959), lña literatura sobre el enfoque basado en 
los recursos basado y sobre las capacidades dinámicas ha tendido a 
pasar por alto las cuestiones de conflicto intrafirma. 
que se han institucionalizado dentro de la EMN, las normas y 
valores que surgen del entorno del país anfitrión y algunas nor-
mas y valores que trascienden las fronteras nacionales, como la 
influencia de los mercados de capitales. Todas estas suelen 
influir en el desarrollo de las capacidades dinámicas y a la crea-
ción de cualquier nueva rutina. 
Aunque abundan los ejemplos de falsas expectativas de transfe-
ribilidad y la falta de aprecio por la naturaleza específica del 
contexto de las ventajas de la firma, este tipo de problemas se 
articula particularmente bien en el caso de la expansión en el 
extranjero de la banca hipotecaria de Estados Unidos estudiado 
por Jacobides (2008). Para un número de bancos de Estados 
Unidos, la transferencia al extranjero de su modelo de negocios 
resultó r infructuoso, incluso en casos donde los gerentes creían 
que los mercados en que estaban entrando eran de muchas 
maneras similares a los de Estados Unidos. Una inspección más 
cercana revela que gran parte de la similitud fue superficial y 
que la banca hipotecaria en los países receptores había evolu-
cionado en diferentes ecologías de participantes coespecializa-
dos. En algunos casos, por ejemplo, las empresas estadouniden-
ses experimentaron dificultades con intermediarios como las 
agencias de calificación, que no proporcionaban el mismo tipo 
de información que estaban acostumbrados a recibir. Jacobides 
llegó a la conclusión de que los gerentes de las empresas de 
Estados Unidos a menudo eran inconscientes de la influencia de 
la arquitectura de la industria bancaria de su país sobre su ven-
taja competitiva, mientras que al mismo tiempo, creían que a 
través de las actividades de lobby y consultoría, podrían provo-
car un ambiente más hospitalario en el país anfitrión. 
Podríamos añadir que, además de ser sorprendidas por los 
efectos de una diferente división vertical del trabajo, es proba-
ble que parte de la incapacidad de las empresas para ajustarse 
se haya debido a la especificidad del contexto de las rutinas en 
que ellos se apoyaban. Además de basarse en una división del 
trabajo, las rutinas empleadas por las empresas también incor-
poran las expectativas sobre el comportamiento de los otros 
participantes de la industria, por ejemplo en relación con la 
calidad de la información que se espera recibir y la medida en 
que podría pasarse por alto la falta o mala calidad de la informa-
ción. 
La posterior caída del mercado del crédito hipotecario estadou-
nidense confirma la amplia extensión en la que los participantes 
del mercado adhirieron a las normas que permitían que la in-
formación pertinente fuera ignorada en todas las etapas de la 
cadena de valor de la industria. Sin embargo, el punto que que-
remos destacar aquí no se refiere a la inmoralidad de un merca-
do en particular, sino al hecho de que la coordinación de las 
operaciones, ya sea entre las unidades de la misma firma, o 
entre los participantes coespecializados del mercado, se lleva a 
cabo en el contexto de las normas implícitas y articulados. Esto 
implica, que cualquier transferencia de rutinas a través de fron-
teras es probable que requiera un proceso de negociación y 
ajuste con el fin de garantizar que las transacciones propuestas 
puedan llevarse a cabo según lo previsto. 
5. Las empresas multinacionales y la difusión de 
nuevas rutinas 
5.1 La influencia de la estructura de la industria 
Hemos discutido en la sección anterior que la aparición de las 
diferentes formas de la red de las empresas multinacionales 
(Birkinshaw & caso, 2000; Doz, Santos y Williamson, 2001), que 
combina una red externa basado en transacciones de mercado 
con su red interna de filiales pueden ser vistas como una mani-
festación de la reducción de los costos de transacción en los 
 
7 
 
mercados transfronterizos. Esto está en contraste con las em-
presas de la segunda revolución industrial descriptas por Chand-
ler (1990), que llevaron a cabo inversiones de capital de gran 
escala en capacidad productiva y adoptaron estructuras de 
organización integradas. 
Las empresas configuran al mercado y no al revés, porque las 
empresas introducen nuevas rutinas, y debido al papel que 
juegan en la redefinición de las reglas de selección en su entorno 
operativo
12
. La necesidad de invertir en activos complementa-
rios y coespecializados junto con la capacidad de la firma para 
cocrear el mercado hace que la posibilidad de crear valor dentro 
de la protección brindada por la firma sea más creíble que la de 
crearlo a través del mercado (Pitelis y Teece, 2009). De hecho, es 
la innovación organizacional y el desarrollo de nuevos modelos 
de negocio (en lugar de innovación de producto o proceso) lo 
que se encuentran en el núcleo del desarrollo de capacidades 
dinámicas (Augier y Teece, 2007:182). De tales innovaciones, 
algunos beneficiarán sólo a la firma focal, mientras que otras se 
difundieron más ampliamente en la industria, como las decisio-
nes tomadas por las empresas pioneras son imitadas por otras 
empresas. 
La combinación de las crecientes interconexiones entre merca-
dos geográficamente dispersos y el mayor uso de las transaccio-
nes basadas en el mercado han intensificado los incentivos para 
desarrollar nuevas rutinas, y en virtud de la naturaleza de su 
negocio, las empresas multinacionales están liderando el camino 
en el desarrollo de nuevas capacidades. En consonancia con 
Jacobides y Winter (2005), sugerimos que como las operaciones 
coordinadas por las empresas multinacionales empiezan a abar-
car más coordinación basada en el mercado que jerárquica, es 
probable que aumente la transparencia de las fuentes de las 
capacidades de la firma dentro de ciertos sectores de la indus-
tria. Esto es porque en sectores donde dominan las transaccio-
nes basadas en el mercado, las empresas suelen tener acceso 
más fácil a las innovaciones que han permitido que otras empre-
sas obtengan menores costos de transacción o proporcionen 
mayor valor. Es probable que este proceso sea autosostenible, 
llevando a más especialización y menos internalización, en la 
medida en que las innovaciones realizadas por las empresas 
pioneras permita a otros reducir los costos de las transacciones 
del mercado. 
Por el contrario, en los mercados dondesoluciones integradas 
de jerárquicas son dominantes, como en el período de la apari-
ción de la gran empresa industrial descrita por Chandler (1990), 
ocurre lo contrario. Desde que las empresas pioneras no tienen 
ningún incentivo para aumentar la transparencia de las prácticas 
competitivas, las innovaciones organizativas permanecen ocul-
tas dentro de las empresas integradas. En consecuencia, es 
probable que a otras empresas le resulte más difícil identificar e 
imitar a tales prácticas. Este proceso también suele ser autosufi-
ciente, ya que entre empresas poca innovación puede tener 
lugar, y los avances siguen estando en gran medida ocultos 
dentro de las empresas integradas. 
Mientras que el grado de internalización a nivel de la firma está 
influenciado en parte por factores como la experiencia y repu-
tación que predisponen a una empresa en particular a elegir (o 
persistir en) formas particulares de gobernación (Hagedoorn & 
Duysters, 2002), el mayor uso de las transacciones basadas en el 
 
12 En entornos donde el cambio tecnológico es rápido, las condiciones de 
apropiabilidad y otras instituciones de apoyo también influyen en que 
las empresas innovadoras sean capaces de cosechar los beneficios de la 
innovación de producto o de proceso (Teece, 1986; 2007). Sin embargo, 
debido a su carácter sistémico, la innovación organizacional puede ser 
más difícil de proteger, y al mismo tiempo, estar "naturalmente" prote-
gida por su complejidad. 
mercado también depende de la existencia y disponibilidad de 
contrapartes adecuadas. Es precisamente mediante la identifica-
ción de posibles contrapartes y la transferencia de las rutinas 
pertinentes para llevar a cabo nuevos tipos de transacciones, 
que las empresas se comprometen en emprendedorismo insti-
tucional e influencia en la arquitectura de la industria. 
Por supuesto, no todas las industrias son igualmente suscepti-
bles de dicha reestructuración. Las empresas que la integran 
(incumbents) tienen intereses creados en mantener la arquitec-
tura actual y en consecuencia los costos de cambiar la estructura 
de la industria, ya sea intentando combinar jugadores altamente 
especializados o induciendo a firmas independientes a hacerse 
cargo de partes de la cadena de valor, pueden ser importantes 
(Jacobides, Knudsen y Augier, 2006). Para una industria arraiga-
da, puede que sea necesario un cambio tecnológico exógeno o 
en la legislación anti-trust para forzar un cambio en la estructura 
de la industria, de una dominada por empresas integradas a otra 
donde prevalezcan las transacciones del mercado. 
5.2 El impacto de las actividades transfronterizas de las em-
presas multinacionales 
Un examen más detenido de este proceso dinámico en el con-
texto de las actividades transfronterizas de generación de valor 
de las empresas multinacionales revela dos dimensiones impor-
tantes. La primera de ellas se refiere a las actividades innovado-
ras de las filiales de empresas multinacionales, y cómo estas 
contribuyen al desarrollo de las capacidades dinámicas dentro 
de las empresas multinacionales. El segundo surge de las dife-
rencias en los entornos institucionales prevalecientes en los 
países de origen y receptores de las empresas multinacionales, y 
los incentivos que estos proporciona para el desarrollo de nue-
vas rutinas. 
Hasta ahora, hemos argumentado que las empresas multinacio-
nales modernas tienen fuertes incentivos para ayudar a hacer 
más transparente las innovaciones organizacionales para que 
puedan ser transferidas dentro de la empresa. La creciente 
interconexión de los mercados y la mayor capacidad de las 
empresas más pequeñas para tener acceso a los mercados glo-
bales mediante la vinculación con las empresas multinacionales, 
ha creado más oportunidades para las empresas de identificar y 
formar contrapartes convenientes para las transacciones. Esto, a 
su vez, ha habilitado la mayor división de la cadena de valor en 
múltiples localizaciones y permitió aumentar la especialización. 
Mediante la concesión de mayor autonomía a sus filiales, las 
empresas multinacionales pueden beneficiarse de las aportacio-
nes innovadoras de toda su red. Lo mismo vale para el creciente 
número de relaciones de mercado en otras partes de la red, 
donde las empresas nacionales o extranjeras independientes 
son llamadas a participar no sólo en la actividad productiva, sino 
también en actividades como el diseño y la investigación. El 
costo de tales relaciones abiertas es que requieren un grado de 
transparencia que una empresa integrada no necesariamente 
tendría que alcanzar. Para aumentar la transparencia, las em-
presas ponen en marcha un proceso que alienta aún más desin-
tegración. Así en este caso, la dimensión transfronteriza de los 
negocios actúa como un catalizador para acelerar los procesos 
que ocurren también en un entorno de uninacional. El proceso 
se invierte cuando no pueden encontrarse más contrapartes, o 
cuando el cambio tecnológico e institucional es de una magnitud 
suficiente que las capacidades que se ofrecen en el mercado 
requieren que la firma organice su producción en una nueva 
forma (Jacobides & Winter, 2005). 
La segunda dimensión transfronteriza que hemos destacado en 
nuestro análisis es la influencia del entorno institucional en los 
países de origen y receptores de las empresas multinacionales. 
 
8 
 
Ya que se trata de procesos a largo plazo por el cual las empre-
sas co-evolucionan con sus entornos operativos, no es sólo la 
heterogeneidad de la firma lo que interesa, sino también la 
heterogeneidad en los entornos físicos y humanos en los que 
operan las empresas multinacionales y sus filiales. De hecho, 
mientras que en un contexto uninacional todas las diferencias 
parecen ser específicas de la firma o de la industria, en un con-
texto transfronterizo se vuelve evidente que de hecho algunas 
diferencias tienen orígenes geográficos (y a menudo regiona-
les)
13
. 
Las empresas multinacionales están anidadas en varios sistemas 
institucionales superpuestos, que oscilan entre lo local y lo 
global, y combinan influencias del país de origen y del país re-
ceptor. Como consecuencia, existen límites a la capacidad de la 
empresa para introducir nuevas rutinas y moldear su entorno 
operativo debido a las diferencias de costumbres, idiomas, 
normas y valores. Desde que el desarrollo de nuevas rutinas y en 
última instancia, de capacidades dinámicas, implica la inversión 
y la irreversibilidad, tales diferencias tienden a persistir en el 
tiempo. Estos límites van a ser particularmente importantes en 
la parte de la organización que se relaciona con los clientes, 
mientras que en aquellas partes de la cadena de valor donde la 
estandarización y la modularización han sido más fáciles de 
lograr, se han hecho prominentes las transacciones de insumos 
intermedios basadas en el mercado. 
6. Conclusión: hacia una visión dinámica institu-
cional de la empresa multinacional 
Desde la contribución seminal de Buckley y Casson (1976), una 
explicación ampliamente aceptada de por qué existen las em-
presas multinacionales tuvo que ver con la capacidad de la firma 
de internalizar los mercados intermedios de tecnología. Esto, 
combinado con las ideas desarrolladas por Teece (1986) sobre la 
necesidad de las empresas de realizar inversiones en activos 
complementarios para apropiarse del valor debido a la innova-
ción, ha proporcionado un marco sólido para explicar las deci-
siones de gobernación de las empresas multinacionales integra-
das. Sin embargo, con la mayor delegación de autoridad por 
parte de la casa central de las empresas multinacionales a sus 
filiales y con el crecimiento de las relaciones contractuales que 
son complementarias de las actividades realizadas dentro de la 
empresa, ahora se está dirigiendo más atención a los problemas 
de coordinación y cooperación dentro de las empresas multina-
cionales. 
Este artículoha argumentado que las empresas multinacionales 
han respondido a estos desafíos mediante el desarrollo de nue-
vas rutinas organizativas y modelos de negocio. También argu-
mentamos que dependiendo de sus objetivos, la creación de 
nuevas rutinas por parte de las empresas multinacionales puede 
contribuir a desarrollar arquitecturas industriales más permea-
bles, lo que permite que tenga lugar una especialización adicio-
nal. Podríamos pensar, por ejemplo, en el crecimiento de los 
centros de atención de llamadas en mercados emergentes como 
la India como un ejemplo de un resultado de dicho proceso. 
Mientras que en parte, estos acontecimientos son atribuibles a 
los avances tecnológicos en el transporte y la informática, pen-
samos que también son el resultado de un proceso mediante el 
cual las empresas multinacionales, tanto deliberada como inci-
dentalmente, han transformado la estructura de los mercados 
mediante el desarrollo de nuevas rutinas que permiten que las 
 
13 También cabe señalar que, al igual a que hay niveles teóricamente más 
altos de capacidades dinámicas, también hay niveles teóricamente 
inferiores de influencia institucional a nivel regional o local. Si tales 
diferencias son empíricamente importantes, dependerá del contexto. 
transacciones se lleven a cabo en formas novedosas, tanto den-
tro como fuera de la empresa. Además, hemos sugerido que 
mientras más se utilizan las transacciones basadas en el merca-
do para componer el sistema de actividades generadoras de 
valor agregado de la empresa, más probable es que sus capaci-
dades se vuelvan transparentes y, en consecuencia, más corta 
será la duración de la ventaja así ganada. 
También se señaló, que estando expuestos a la competencia 
global y en múltiples contextos institucionales, las empresas 
multinacionales reciben estímulos continuos para el desarrollo 
de nuevas rutinas. Asimismo, las empresas multinacionales 
tienen grandes incentivos para invertir en la formalización de 
estas rutinas, ya que sostienen la capacidad de las empresas 
multinacionales para coordinar las transacciones a través de las 
fronteras. Sin embargo, el desarrollo de las capacidades dinámi-
cas que subyacen a tales rutinas lleva a costos no triviales, y 
estos costos se ven agravados por las dificultades en la transfe-
rencia de nuevas rutinas a través de contextos institucionales 
diferentes. 
Creemos que un examen de nivel micro de los procesos de lidiar 
con la creación de nuevas rutinas, los procesos de selección y 
retención y su difusión, proporcionan un eslabón importante 
para la comprensión de la coevolución de las empresas multina-
cionales y las instituciones de nivel macro examinadas por 
Cantwell et al., (2008). El desarrollo de las capacidades dinámi-
cas es institucionalmente contingente y a través de su difusión 
por parte las empresas multinacionales, las nuevas rutinas influ-
yen en la estructura de las industrias y el desarrollo de las capa-
cidades futuras. Teniendo en cuenta de este vínculo micro-
macro, los estudios de las empresas multinacionales son capaces 
de moverse desde el marco institucional comparativo presenta-
do por la teoría de la internalización a una teoría dinámica, lo 
que significa hacer importantes avances en términos teóricos y 
empíricos. 
De hecho, pensamos que la adopción de un marco institucional 
dinámico abre muchas vías prometedoras para la investigación 
empírica. Esto incluye cuestiones tales como dónde y cómo se 
están desarrollando nuevas rutinas, y ¿qué tipo de problemas de 
coordinación pretenden resolver? ¿Bajo qué circunstancias las 
soluciones locales reciben el apoyo suficiente para ser converti-
das en rutinas transferibles, y cómo son esas rutinas transferidas 
con éxito dentro de la empresa? ¿Hasta dónde las nuevas ruti-
nas se difunden en los países receptores y esto es el resultado 
de aprendizaje intencional o incidental (derrames)? 
La literatura sobre el comercio internacional ya ha dado los 
primeros pasos en el análisis empírico de las partes de este 
proceso, por ejemplo examinando las formas en que las empre-
sas multinacionales se han adaptado a su entorno en el país 
anfitrión (Ferner, almendra y Colling, 2005; Kostova y Roth, 
2002) y el modo en que son orquestados los flujos de conoci-
miento dentro de las empresas multinacionales (Bjorkman, 
Barner-Rasmussen y Li, 2004; Holm & Pedersen, 2000). Es pro-
bable que los estudios de caso longitudinales e incluso históricos 
de las empresas multinacionales saquen a luz conocimientos 
más detallados sobre el proceso completo, desde las medidas 
adoptadas para identificar nuevas rutinas y las inversiones nece-
sarias para que sean transferibles, hasta el posterior proceso de 
transferencia dentro y fuera de la empresa. 
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