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54_Circ_Ciclo_Cardiaco

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Dr. Fernando D. Saraví 
 
El estudio de la mecánica del corazón supone el 
conocimiento de las propiedades de las fibras 
musculares cardíacas (ver PROPIEDADES DEL 
MÚSCULO CARDÍACO). En esta parte se 
describirá la actividad cíclica del miocardio, con 
particular referencia al ventrículo izquierdo, pero 
señalando además algunas diferencias 
funcionales entre ambos ventrículos. 
 
FUNCIÓN VALVULAR 
Por su estructura anatómica, las válvulas 
cardíacas normales aseguran la 
unidireccionalidad del flujo sanguíneo a través 
de las cámaras cardíacas. Las válvulas funcionan 
como elementos pasivos que se abren o se 
cierran según la diferencia de presión entre 
ambos caras. 
Las hojuelas o cúspides que componen 
las válvulas están formadas por tejido conectivo 
denso, con fibras colágenas y elásticas. Están 
revestidas por endocardio, e insertadas a anillos 
fibrosos que forman parte del esqueleto fibroso 
del corazón. La aposición de las cúspides 
interrumpe el flujo de sangre entre las cavidades. 
 
Válvulas auriculoventriculares 
La válvula tricúspide impide el reflujo de sangre 
desde el ventrículo derecho hacia la aurícula 
derecha, y la válvula mitral hace lo propio con 
respecto a las cavidades izquierdas. La válvula 
mitral tiene solamente dos cúspides, llamadas 
anteromedial y posterolateral.1 Las válvulas 
completamente abiertas tienen una sección 
transversal de 4 a 6 cm2 (comparable a sección de 
la aorta ascendente). 
Las válvulas auriculoventriculares están 
unidas por su cara inferior (ventricular) a 
prolongaciones de tejido conectivo rígido 
llamadas cuerdas tendinosas, que se insertan en 
prolongaciones endocavitarias del músculo 
ventricular denominados músculos papilares. El 
ventriculo derecho posee varios músculos 
papilares pequeños, tanto en el septum como en 
su pared libre. El ventrículo izquierdo, en 
cambio, posee dos grandes músculos papilares, 
correspondientes a las dos cúspides, ambos 
 
1 El nombre “mitral” proviene de que sus dos 
valvas se asemejan a una mitra o gorro de obispo 
(obviamente invertida). 
El ciclo cardíaco 
Posgrado-00
Sello
El ciclo cardíaco 
Dr. Fernando D. Saravi 
2
insertados en la pared libre. Las 
cuerdas tendinosas que se insertan 
cerca del borde libre de las 
cúspides son más finas que las 
que se insertan próximas al anillo 
fibroso. 
Las cuerdas tendinosas y 
los músculos papilares forman el 
aparato subvalvular. El mismo 
no interviene en el cierre o la 
apertura valvular, sino que impide 
que las válvulas protruyan 
excesivamente (se prolapsen) 
hacia la cavidad auricular cuando 
el ventrículo se contrae. Durante 
la activación del ventrículo, los 
músculos papilares se contraen 
con el resto del ventrículo y 
tensan las cuerdas tendinosas. De 
ese modo contrarrestan 
efectivamente la tendencia al 
prolapso causado por el aumento 
de la presión ventricular. 
 
Válvulas sigmoideas 
Las válvulas sigmoideas separan 
las cavidades ventriculares 
derecha e izquierda de las arterias 
pulmonar y aorta, 
respectivamente. Ambas válvulas 
sigmoideas tienen normalmente 
tres cúspides, aunque se encuentra 
una válvula aórtica bicúspide en 1 % de la 
población. Esta malformación congénita (la más 
frecuente en el corazón) predispone a la estenosis 
aórtica en la quinta ó sexta década de vida. 
 Las válvulas sigmoideas poseen anillos 
fibrosos, pero carecen de aparato subvalvular. 
Funcionan de manera semejante a las válvulas 
venosas. 
 
EL CICLO CARDÍACO 
El corazón es una bomba discontinua, que eyecta 
sangre de manera intermitente. La función 
mecánica del corazón se realiza en un proceso 
periódico de lleno y expulsión, que es 
denominado ciclo cardíaco (Fig. 1). En él 
pueden distinguirse varias fases, numeradas de 1 
a 7 en la Fig. 2 para el ventrículo izquierdo de un 
sujeto en reposo. Con una frecuencia cardíaca de 
75 latidos/min, la duración del ciclo es de 800 
ms, de los cuales aprox. 300 ms corresponden a la 
sístole ventricular y 500 ms a la diástole 
ventricular. La numeración es arbitraria pues 
por tratarse de un fenómeno periódico, su 
descripción puede iniciarse a partir de cualquier 
momento del ciclo. 
El trazado inferior es un 
electrocardiograma (ECG) para mostrar la 
correlación entre los fenómenos eléctricos y los 
fenómenos mecánicos. Nótese que la activación 
eléctrica de las aurículas (onda P) y ventrículos 
(complejo QRS) es previa a los respectivos 
fenómenos contráctiles. 
 
Sístole auricular 
La fase 1 corresponde a la sístole auricular, 
también llamada presístole. Es precedida en el 
ECG por la onda P que indica la activación 
eléctrica de la aurícula. 
Externamente se puede detectar esta fase 
por la onda a de presión venosa (ver SISTEMA 
VENOSO Y LINFÁTICO) que se debe al flujo 
retrógrado hacia la yugular causado por la 
contracción de la aurícula derecha. La 
contracción auricular puede evidenciarse también 
por la producción del cuarto ruido cardíaco. Este 
ruido no se ausculta en adultos normales pero sí 
en niños y en pacientes con condiciones en las 
que aumenta anormalmente la fuerza de 
contracción de la aurícula, como la estenosis 
(estrechez) de las válvulas aurículoventriculares. 
El ciclo cardíaco 
Dr. Fernando D. Saravi 
3
Por otra parte, incluso en adultos normales el 
cuarto ruido puede registrarse mediante un 
micrófono apoyado sobre el precordio y 
conectado a un amplificador (fonocardiografía). 
 Durante la fase 1, las válvulas auriculo- 
ventriculares están abiertas y las válvulas 
sigmoideas cerradas. Los ventrículos se han 
llenado pasivamente por el retorno venoso 
(sistémico y pulmonar) hacia las aurículas, que 
antes de esta fase funcionan como meros 
conductos por los cuales pasa la sangre hacia los 
ventrículos. 
Esta pasividad se interrumpe al activarse 
el músculo auricular, que entonces se contrae e 
impulsa activamente cierto volumen de sangre 
hacia el ventrículo. En esta fase, las aurículas 
funcionan como propulsoras de la sangre hacia 
los ventrículos, aunque se produce cierto flujo 
retrógrado hacia el sistema venoso, por la 
ausencia de válvulas en la desembocadura de las 
venas en las aurículas. 
Esta fase se corresponde 
aproximadamente con el intervalo PR del ECG, 
ya que el enlentecimiento de la conducción del 
potencial de acción en el nodo auriculoventricular 
introduce un retardo necesario para que la 
contracción auricular se complete antes de que 
comience la actividad mecánica de los 
ventrículos. 
En condiciones de reposo, con frecuencia 
cardíaca relativamente baja, al llegar a la fase 1 
los ventrículos están casi llenos. Por ello, el 
volumen aportado por la aurícula sólo aumenta 
un poco la presión y el volumen ventriculares 
(hasta 20 % del volumen de fin de diástole). Por 
esta razón, la ausencia de contracción de las 
aurículas (por ej., durante una fibrilación 
auricular) generalmente no ocasiona problemas 
durante el reposo. En cambio, la contribución 
auricular activa al lleno ventricular se torna 
importante cuando el tiempo de llenado pasivo 
está acortado (taquicardia), en particular si 
además está aumentado el gasto cardíaco, como 
durante el ejercicio físico. 
La sístole auricular contribuye al cierre 
de las válvulas auriculoventriculares, pues crea 
remolinos debajo de las cúspides que causan el 
desplazamiento del borde libre y facilitan su 
aposición (Fig. 3). El cierre de las válvulas 
aurículoventriculares origina el primer ruido 
cardíaco (I en la Fig. 2), por mecanismos que 
luego se verán. Al final de la fase 1 las aurículas 
alcanzan su volumen mínimo (aprox. 20 mL) y 
los ventrículos su volumen máximo de 110 a 120 
mL (llamado volumen de fin de diástole o 
telediastólico). 
 
Período isovolumétrico sistólico 
Su inicio es virtualmente simultáneo con el 
comienzo de la contracción (sístole) ventricular, 
la cual . Si las válvulas auriculoventriculares no 
se han cerrado por el efecto de la contracción 
auricular, se cierran apenas los ventrículos 
comienzana contraerse y la presión en ellos 
supera a la presión de las aurículas. Cuando se 
cierran las válvulas auriculoventriculares, los 
ventrículos quedan hemodinámicamente aislados 
de las aurículas. Como las válvulas sigmoideas 
también están cerradas, esta etapa (fase 2 en la 
Fig. 2) se denomina período isovolumétrico 
sistólico (PIVS) pues el ventrículo se contrae y 
cambian su forma, sin modificar su volumen ya 
que la sangre es incompresible. 
El PIVS comienza con el cierre de la 
mitral y finaliza con la apertura de la válvula 
sigmoidea aórtica, que es un fenómeno silencioso 
(la apertura de válvulas normales no genera 
ruidos). Durante el PIVS la presión ventricular 
aumenta hasta superar la presión aórtica. Cuando 
el ventrículo se contrae isovolumétricamente, se 
produce un leve abombamiento de la válvula 
mitral hacia la aurícula (limitada por el aparato 
subvalvular) que causa la onda c de presión 
auricular. 
Durante las fases 1 y 2 la presión aórtica 
desciende pues el sistema arterial está 
desconectado hemodinámicamente de los 
ventrículos por la válvula sigmoidea cerrada, pero 
el flujo de sangre hacia la periferia continúa. 
Fig. 3 
El ciclo cardíaco 
Dr. Fernando D. Saravi 
4
 
Eyección rápida 
La presión del ventrículo izquierdo aumenta 
rápidamente por la contracción de sus paredes. La 
fase 3, de eyección rápida, comienza al abrirse 
la válvula sigmoidea. Cuando la presión 
ventricular supera la presión aórtica, comienza la 
salida de sangre hacia la aorta. Ahora el 
ventrículo reduce rápidamente su volumen y la 
longitud de sus fibras. La cámara ventricular 
reduce su diámetro longitudinal y transversal a 
medida que se vacía en la aorta. 
Aunque la fase de eyección rápida 
comprende sólo un tercio del tiempo total de la 
eyección, en ella se expulsan aproximadamente 
dos tercios del volumen total eyectado, llamado 
volumen sistólico. 
La presión aórtica asciende durante la 
eyección rápida, porque el caudal que recibe del 
ventrículo es mayor que el caudal que 
simultáneamente se escurre por las ramas de la 
aorta. 
La presión auricular cae porque, al 
expulsar sangre hacia la raíz de la aorta, el 
ventrículo se desplaza hacia delante, abajo y a la 
izquierda (lo que clínicamente se palpa como el 
latido apexiano ó choque de la punta). Se trata 
de un fenómeno de acción y reacción (Fig. 4). El 
movimiento del ventrículo desplaza el piso de la 
aurícula y por tanto aumenta transitoriamente su 
volumen. No obstante, como la sangre sigue 
retornando por las venas pulmonares, luego de tal 
reducción transitoria la presión auricular 
aumentar hasta que se abra la válvula mitral (al 
final de la fase 5). 
 
Eyección reducida 
La fase 4, de eyección reducida, dura el doble 
que la fase de expulsión rápida, pero durante ella 
se expulsa sólo un tercio del volumen sistólico; 
por lo tanto el caudal medio (volumen/tiempo) 
es aproximadamente cuatro veces menor que en 
la fase tres. 
Durante esta fase se produce la onda T 
del ECG, que indica la repolarización ventricular. 
Aunque el fenómeno contráctil es algo más 
prolongado que el potencial de acción ventricular, 
la presión ventricular comienza a disminuir por 
aproximarse al fin de la contracción y al límite de 
acortamiento de las fibras del miocardio 
ventricular. Consecuentemente comienza a decaer 
la presión aórtica. 
Como se dijo, la presión auricular 
aumenta por la sangre que continúa llegando por 
las venas pulmonares mientras la válvula mitral 
continúa cerrada. 
Durante un breve intervalo al final de la 
fase de eyección reducida, la presión ventricular 
llega a ser levemente menor que la aórtica, pero 
la sangre aún se desplaza hacia la aorta por su 
mayor energía cinética proporcionada por el 
ventrículo, que le otorga una mayor energía 
mecánica total (recuérdese que los fluidos reales 
circulan por diferencia de energía mecánica 
total). 
La fase 4 finaliza con el cierre de la 
válvula sigmoidea aórtica, que ocurre 
porque la energía mecánica total por 
unidad de volumen en la aorta supera la 
del ventrículo. Esto ocasiona un pequeño 
flujo retrógrado, que cierra la válvula, y 
una reducción breve de la presión aórtica, 
llamada incisura o escotadura dícrota, por 
la onda que le sigue (ver más abajo). El 
cierre de las válvulas sigmoideas ocasiona 
el segundo ruido cardíaco. 
Al final de la fase 4, los 
ventrículos alcanzan su volumen mínimo, 
de aprox. 40 a 50 mL en el adulto normal, 
denominado volumen ventricular de fin de 
sístole o telesistólico. 
 
Período isovolumétrico diastólico 
En esta fase 5, el período isovolumétrico 
diastólico (PIVD), tanto las válvulas 
auriculoventriculares como las válvulas 
sigmoideas están cerradas. La fase 5 se 
inicia con el cierre de la válvula 
sigmoidea aórtica, que junto con el de la 
válvula pulmonar causan el segundo 
Fig. 4 
El ciclo cardíaco 
Dr. Fernando D. Saravi 
5
ruido cardíaco. 
La aorta queda hemodinámicamente 
desconectada del ventrículo, y la presión aórtica 
depende ahora de las propiedades elásticas del 
árbol arterial, de la velocidad de escurrimiento 
periférico y de la existencia de ondas reflejadas. 
En el adulto joven, luego de la incisura se 
produce un segundo aumento en la presión 
aórtica, llamado onda dícrota (menor que el 
ocurrido durante la eyección) que se debe 
principalmente a la reflexión de la onda de 
presión (ver PRESIÓN Y FLUJO EN LAS ARTERIAS). 
La presión ventricular izquierda 
desciende abruptamente por la relajación del 
músculo ventricular mientras el volumen de la 
cavidad se mantiene constante en el valor 
telesistólico. La presión auricular izquierda sigue 
subiendo debido al continuo retorno de sangre 
por las venas pulmonares. 
Esta fase de relajación isovolumétrica 
concluye cuando la presión ventricular cae por 
debajo de la presión auricular, pues en ese 
momento se abren las válvulas 
aurículoventriculares. 
 
Lleno ventricular rápido 
Con la apertura de la válvula mitral comienza la 
fase 6, de lleno ventricular rápido. Las aurículas 
han alcanzado su máximo volumen, de aprox. 70 
mL. La presión auricular, que está elevada, 
supera a la presión ventricular, y causa un 
abundante y abrupto pasaje de sangre hacia el 
ventrículo. 
Si el ventrículo es rígido o el lleno es 
muy abrupto, puede ocurrir un tercer ruido 
cardíaco (generado por vibraciones de la pared 
ventricular). El tercer ruido puede auscultarse o 
registrarse fisiológicamente en algunos adultos 
jóvenes, pero en otros casos tiene significado 
patológico. 
 La presión auricular desciende por la 
transferencia de sangre al ventrículo, a la par con 
la reducción de la presión ventricular que 
continúa descendiendo por el proceso de 
relajación que aún continúa. 
 En la fase de lleno rápido se transfieren 
aproximadamente dos tercios del volumen que 
recibe el ventrículo en cada ciclo. 
 La presión aórtica alcanza el máximo de 
la onda dícrota durante esta fase del ciclo (Fig. 
2). 
 
Lleno ventricular lento 
En la fase 7 de lleno ventricular lento o diastasis, 
el llenado ventricular prosigue, aunque con un 
menor caudal. Con frecuencia cardíaca normal, la 
fase de diástasis dura aproximadamente el doble 
que la fase de lleno ventricular rápido. No 
obstante, la diastasis solamente contribuye con 
aprox. 15 % del volumen transferido al 
ventrículo. 
Cuando la frecuencia cardíaca es baja, 
esta fase se prolonga. Por el contrario, con 
frecuencia cardíaca elevada esta es la fase que se 
reduce más. Cuando hay taquicardia, además del 
lleno rápido, adquiere importancia el aporte de la 
sístole auricular (Fase 1). 
 Durante toda esta fase, la presión aórtica 
desciende por escurrimiento de sangre hacia la 
periferia. 
 
EXTENSIÓN DE LA SÍSTOLE Y LA DIÁSTOLE 
Existen varias formas de definir la extensión 
exacta de la sístole y la diástole en cada ciclo 
cardíaco. En la Fig. 5 se indican tres 
formulaciones diferentes: una atribuida a Carl 
Wiggers, otra clínica (basada en los ruidos 
cardíacos, que son fácilmenteauscultables) y una 
tercera basada en los conocimientos actuales de la 
mecánica cardíaca. 
 Según Wiggers, la sístole se inicia con el 
comienzo de la contracción ventricular y finaliza 
con la apertura de la válvula mitral. La diástole 
corresponde a la fase de llenado ventricular 
pasivo (rápido y lento) y activo, por contracción 
auricular. 
 Desde el punto de vista clínico, la sístole 
es el intervalo comprendido entre el primer ruido 
cardíaco (cierre de las válvulas 
auriculoventriculares) hasta el cierre de las 
válvulas sigmoides. Por tanto, incluye el PIVS y 
Fig. 5
El ciclo cardíaco 
Dr. Fernando D. Saravi 
6
el período de eyección. El resto del 
ciclo corresponde a la diástole. 
 En la concepción moderna, la 
sístole comprende todo el período 
durante el cual el aparato contráctil 
del ventrículo se activa y se relaja. 
Esta formulación se basa en que la 
relajación es también un fenómeno 
activo. Por tanto, la sístole se 
extiende, desde el inicio del PIVS 
hasta el final del lleno rápido, cuando 
se completa la relajación ventricular. 
Una consideración importante 
es que la tasa de relajación ventricular 
es dependiente de la carga (más rápida 
cuanto mayor es la presión aórtica). El 
desarrollo de presión, por su parte, 
depende de la precarga y del estado 
contráctil. 
 
DIFERENCIAS ENTRE LADOS 
DERECHO E IZQUIERDO 
Como se dijo, la descripción 
proporcionada corresponde 
principalmente a los acontecimientos 
en las cámaras cardíacas izquierdas. 
Ahora se compararán con los que 
ocurren en las cámaras derechas. 
 
Fases del ciclo cardíaco 
La secuencia general es igual del lado 
derecho, pero hay varias diferencias 
de detalle (Fig. 6). 
1. La sístole auricular comienza 
primero del lado derecho que 
del lado izquierdo, debido a la ubicación 
anatómica del nódulo sinusal. 
2. La sístole ventricular izquierda comienza 
antes que la derecha, por la distribución 
del sistema de conducción cardíaco. 
3. Como consecuencia, la válvula mitral se 
cierra antes que la tricúspide. 
4. No obstante, la válvula arterial pulmonar 
se abre antes que la aórtica debido a que 
el ventrículo izquierdo debe desarrollar 
mucho más presión que el derecho para 
superar la presión de la arteria 
correspondiente. 
5. Por lo expuesto, el período 
isovolumétrico sistólico es relativamente 
prolongado del lado izquierdo y muy 
breve del lado derecho. 
6. La eyección comienza antes del lado 
derecho y termina después. Aunque la 
aorta y la pulmonar tienen igual caudal 
medio, el caudal en la arteria pulmonar 
asciende y desciende más gradualmente 
que en la aorta. El flujo máximo es 
mayor en la aorta. 
7. La eyección finaliza antes en la aorta que 
en la arteria pulmonar, y la válvula 
sigmoidea aórtica se cierra normalmente 
antes que la sigmoidea pulmonar. 
8. La válvula tricúspide se abre antes que la 
mitral. El período isovolumétrico 
diastólico es mayor del lado izquierdo. 
 
En resumen, el ventrículo izquierdo tiene 
mayores períodos isovolumétricos y menor 
período eyectivo que el ventrículo derecho. 
 
RUIDOS CARDÍACOS 
La auscultación del corazón proporciona 
importante información sobre la función 
cardíaca. 
 La actividad mecánica del corazón genera 
vibraciones, algunas de las cuales tienen 
frecuencias de entre 16 y 400 Hz, y por tanto se 
Fig. 6 
El ciclo cardíaco 
Dr. Fernando D. Saravi 
7
encuentran en la parte más baja 
el rango audible (16 a 16 000 
Hz). Los sonidos agudos se 
escuchan mejor con el 
diafragma del estetoscopio, y 
los graves con su campana. 
Los sonidos originados 
en el cierre valvular normal y 
aquéllos causados por estrechez 
(estenosis) o cierre inadecuado 
(insuficiencia) de las válvulas 
no se escuchan mejor en el área 
de la superficie del tórax más 
próxima a la válvula en 
cuestión, sino al área 
superficial donde el orificio 
valvular se proyecta hacia la 
superficie torácica (Fig. 7). 
 
Foco mitral (apical): 5º espacio intercostal, en la 
línea hemiclavicular izquierda. 
Foco tricuspídeo: 4º espacio intercostal, línea 
paraesternal izquierda. 
Foco aórtico: 2º espacio intercostal, línea 
paraesternal derecha. 
Foco pulmonar: 2º espacio intercostal, línea 
paraesternal izquierda. 
 
El foco mesocárdico, en el 3º espacio 
intercostal, línea paraesternal izquierda, permite 
en principio escuchar en forma balanceada todos 
los ruidos. De todos modos, los ruidos normales 
pueden escucharse generalmente desde 
cualquiera de los focos. 
Normalmente se auscultan dos ruidos 
cardíacos, correspondientes el primero (R1) al 
cierre de las válvulas aurículoventriculares 
(onomatopeya blup) y el segundo (R2) al cierre 
de las válvulas sigmoideas (dup). Entre ambos 
ruidos (blup-dup) está el llamado pequeño 
silencio, que incluye el período isovolumétrico 
sistólico y la eyección ventricular. El gran 
silencio corresponde a las fases 4 a 7, de 
relajación isovolumétrica (PIVD) y lleno 
ventricular (Fig. 8). Debe subrayarse que, a 
diferencia del cierre, la apertura de válvulas 
normales es silenciosa. 
 Cuando la frecuencia cardíaca es elevada, 
puede ser difícil distinguir R1 de R2. En este caso 
cabe recordar que R1 es el ruido que aparece 
sincrónicamente con el pulso carotídeo. 
 
Primer ruido cardíaco 
El primer ruido es normalmente el más intenso. 
El ciclo cardíaco 
Dr. Fernando D. Saravi 
8
Tiene una duración de 150 ms y frecuencias de 
25 a 45 Hz. Es generado por las válvulas 
auriculoventriculares. La mera aposición de las 
cúspides es silenciosa, pero inmediatamente 
después de su cierre, la fuerza transmitida a las 
cúspides por el aparato subvalvular las tensa. 
Esto ocasiona vibraciones de las cúspides que se 
transmiten a la sangre contenida en el ventrículo 
y a las propias paredes ventriculares. Como se 
dijo, algunas de estas vibraciones están dentro del 
rango audible y se transmiten a la superficie del 
cuerpo, donde pueden ser auscultadas o 
registradas. 
 El componente del primer ruido generado 
por la válvula mitral precede apenas al generado 
por la válvula tricúspide. La diferencia no supera 
normalmente 30 ms, y por tanto rara vez se 
percibe. El componente mitral es más intenso en 
todos los focos, por lo cual para percibir ambos 
componentes es necesario auscultar en el foco 
tricuspídeo. 
En algunas condiciones anormales se 
distinguen como diferentes los componentes 
mitral y tricuspídeo. Esto ocurre, por ejemplo, 
cuando hay un bloqueo de la rama derecha del 
haz de His. Esto demora la activación del 
ventrículo derecho y por tanto el cierre de la 
válvula tricúspide, acentuando la diferencia 
normal. 
 
Segundo ruido cardíaco 
El segundo ruido tiene una frecuencia de 50 Hz y 
dura normalmente 120 ms. Se genera debido a la 
vibración de las válvulas sigmoideas causada por 
el retroceso breve de sangre de la arteria aorta y 
pulmonar cuando finaliza la eyección. El impacto 
hace vibrar las cúspides y estas vibraciones se 
transmiten a la sangre y estructuras adyacentes. 
 Debido al elevado régimen de presión de 
la circulación sistémica, el componente aórtico 
del segundo ruido (A2) es normalmente el más 
intenso, incluso en el foco pulmonar. El 
componente pulmonar (P2) es más tenue y en 
general sólo se escucha bien en el foco pulmonar. 
 Los componentes A2 y P2 normales son 
virtualmente simultáneos (separación de 2 ms) 
durante la espiración, pero normalmente están 
separados por un intervalo de 40 ms durante la 
inspiración. Este fenómeno se denomina 
desdoblamiento fisiológico del segundo ruido 
cardíaco. 
 La causa principal del desdoblamiento 
fisiológico es que durante la inspiración 
desciende la presión intratorácica (ver MECÁNICA 
RESPIRATORIA y SISTEMA VENOSO Y LINFÁTICO). 
Esto ocasiona un aumento del retorno venoso a la 
aurícula derecha, lo que aumenta el lleno del 
correspondiente ventrículo y prolonga su período 
expulsivo. En menor medida el desdoblamiento 
se debe a que durante la inspiración aumenta el 
volumen de los vasos pulmonares, con lo cual 
disminuye el retornoa la aurícula izquierda. Esto 
disminuye el lleno ventricular izquierdo y acorta 
su período expulsivo. En resumen, dos tercios del 
desdoblamiento fisiológico se deben a retardo 
del componente pulmonar P2 y un tercio a 
adelanto del componente aórtico A2. 
 
Tercer y cuarto ruidos 
La amplificación electrónica de los ruidos 
cardíacos permite a veces registrar otros dos 
ruidos durante la diástole ventricular, llamados 
tercero y cuarto. 
El tercer ruido (R3) se produce al inicio 
del lleno ventricular, y se debe a la vibración de 
la pared ventricular por el súbito ingreso de 
sangre al abrirse las válvulas aurícula- 
ventriculares. Este ruido puede a veces 
auscultarse en personas jóvenes normales, pero 
también puede ser un signo de un ventrículo 
dilatado y poco distensible. 
El cuarto ruido (R4) corresponde a las 
vibraciones causadas por la contracción auricular 
o presístole. En general se torna audible cuando 
el ventrículo izquierdo está hipertrófico y es poco 
distensible. A diferencia de R3, un cuarto ruido 
audible es generalmente anormal. 
Cuando existe un R3 ó un R4 audible y la 
frecuencia cardíaca es elevada, se ausculta un 
llamado “ritmo de galope”. 
 
Soplos y otros ruidos agregados 
La auscultación permite identificar ruidos 
agregados (anormales) , en especial soplos. Otros 
ruidos agregados, que no se tratarán aquí, 
incluyen chasquidos de apertura valvular y roces 
pericárdicos. 
Los soplos no son necesariamente signo 
de enfermedad (el 90 % de los niños menores de 
1 año tienen soplos que desaparecen con el 
tiempo). Suelen ser anormales los soplos más 
intensos y los que no se modifican con cambios 
de posición o durante el ciclo respiratorio. 
Para que se produzca un soplo debe 
aparecer flujo turbulento. Por esta razón la 
probabilidad de que se produzca un soplo 
aumenta cuando la velocidad circulatoria es 
mayor y cuando la viscosidad de la sangre es 
menor (anemia), pues ambos factores favorecen 
la turbulencia. No obstante, la turbulencia es una 
condición necesaria pero no suficiente para que 
se produzca un soplo. 
El ciclo cardíaco 
Dr. Fernando D. Saravi 
9
El soplo se produce cuando la 
desorganización del flujo crea pequeños 
remolinos o vórtices que crean zonas de baja 
presión y originan vibraciones de las estructuras 
adyacentes. 
Los soplos se clasifican en sístólicos si 
aparecen entre R1 y R2, diastólicos si aparecen 
entre R2 y R1, y continuos si perduran durante 
todo el ciclo (Fig. 9). 
Los soplos sistólicos se clasifican en una 
escala de 1 a 6, según su intensidad y la presencia 
o ausencia de frémito (vibración palpable). Los 
grados 1/6 a 3/6 carecen de frémito, y los de 
grados 4/6 a 6/6 se asocian con frémito. Los de 
grado 4/6 son audibles con el estetoscopio en 
contacto con la pared torácica. Los de grado 5/6 
se auscultan antes de apoyar el estetoscopio sobre 
el tórax, y los de grado 6/6 se oyen sin necesidad 
de estetoscopio. Los soplos diastólicos no suelen 
acompañarse de frémito, y se clasifican en una 
escala de 1 a 4 (1/1 apenas audible a 4/4 intenso). 
La ubicación del soplo dentro del ciclo 
cardíaco es un dato importante para determinar su 
origen. Por ejemplo, un soplo sistólico puede 
deberse a estenosis de una válvula sigmoidea o a 
insuficiencia (cierre imperfecto) de una válvula 
auriculoventricular. A la inversa, un soplo 
diastólico puede indicar estenosis de una válvula 
auriculoventricular o insuficiencia de una válvula 
sigmoidea. 
Por supuesto, una misma válvula puede 
ser a la vez estenótica e insuficiente (como en la 
enfermedad mitral) y además pueden coexistir 
dos defectos valvulares, como insuficiencia 
mitarl y estenosis aórtica. 
Los soplos continuos, por su parte, son 
causados por comunicaciones interauriculares, 
interventriculares y persistencia del ducto 
arterioso. 
Además del momento del ciclo, la calidad 
del soplo da pistas sobre su origen. Hay soplos 
cuya intensidad es máxima al principio y luego 
decrece (decrescendo). Otros se inician suaves y 
se intensifican progresivamente (crescendo). Una 
tercera clase sigue un patrón crescendo-
decrescendo (“en diamante”). Finalmente, los hay 
de intensidad uniforme.

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