VICIOS DEL LENGUAJE

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
                                                 
VICIOS DEL LEGUAJE 
 
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA LA CÁTEDRA 
DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
SECCIÓN 003
AREVALO KATIUSKA
C.I.: V-27.237.656 
Maracaibo, junio del 2023
Introducción: 
 Los vicios del lenguaje son aquellas formas de expresión que se alejan de la norma o que dificultan la comunicación. Algunos ejemplos son el barbarismo, la redundancia, el pleonasmo, la ambigüedad, la anfibología, el solecismo, etc. Estos vicios pueden afectar tanto a la escritura como al habla, y pueden generar confusión, malentendidos o incluso ofensas. Por eso, es importante evitarlos y corregirlos cuando los detectemos.
Vicios Del Lenguaje:
 Un vicio del lenguaje es una forma incorrecta o inadecuada de expresarse, ya sea oralmente o por escrito. Los vicios del lenguaje pueden deberse a diversos factores, como la ignorancia, la pereza, el descuido o la influencia de otros idiomas. Algunos ejemplos de vicios del lenguaje son: Barbarismo, extranjerismo, solecismo, anfibología, cacofonía, redundancia, pleonasmo y pobreza de vocabulario. 
Barbarismo.
 El barbarismo es un vicio del lenguaje que consiste en pronunciar o escribir mal las palabras, o emplear vocablos impropios o inexistentes. El barbarismo puede afectar a la ortografía, la fonética, la morfología, la sintaxis o el léxico de una lengua. El barbarismo se considera una falta de corrección y de respeto hacia el idioma, y puede dificultar la comunicación y el entendimiento entre las personas. Para evitar el barbarismo, se recomienda consultar los diccionarios, las gramáticas y las normas de la Real Academia Española, así como leer y escuchar textos de calidad lingüística.
 Algunos ejemplos de barbarismos son: haiga en lugar de haya, nadien en lugar de nadie, murciégalo en lugar de murciélago, etc.
Extranjerismo.
 Los extranjerismos son palabras o expresiones que provienen de otras lenguas y que se incorporan al idioma propio, ya sea con o sin adaptación. Aunque el uso de extranjerismos puede enriquecer la comunicación y facilitar la comprensión de ciertos temas, también puede considerarse un vicio del lenguaje cuando se abusa de ellos o cuando se emplean innecesariamente, sustituyendo a las palabras equivalentes que existen en el idioma propio. El uso excesivo de extranjerismos puede generar confusión, ambigüedad, pobreza léxica y pérdida de identidad lingüística. Por eso, se recomienda evitar los extranjerismos cuando sea posible y optar por las alternativas que ofrece el idioma propio, especialmente en contextos formales o académicos.
 Algunos ejemplos de extranjerismos son: software, marketing, selfie, etc.
Solecismo.
 Un solecismo es un error que se comete al construir una frase, alterando las reglas de la sintaxis. Se considera un vicio del lenguaje, ya que dificulta la comprensión y la claridad del mensaje. Algunos ejemplos de solecismos son:
- Usar mal las preposiciones: "Salí de el cine" en vez de "Salí del cine".
- Usar mal los pronombres: "Le dije a él que viniera" en vez de "Le dije que viniera".
- Usar mal los verbos: "Habían muchas personas" en vez de "Había muchas personas".
- Usar mal los nexos: "No solo me gusta el chocolate sino también el helado" en vez de "No solo me gusta el chocolate sino el helado".
- Usar mal las concordancias: "Los niños y la niña está jugando" en vez de "Los niños y la niña están jugando".
Para evitar los solecismos, es importante conocer y aplicar las normas gramaticales, así como revisar y corregir los textos antes de enviarlos o publicarlos.
Anfibología.
 La anfibología es un vicio del lenguaje que consiste en emplear palabras o frases que pueden tener más de una interpretación, generando confusión o ambigüedad en el mensaje. La anfibología puede deberse a un uso incorrecto de la sintaxis, la puntuación, los pronombres o los modificadores entre otros elementos lingüísticos. Para evitar la anfibología, se recomienda expresarse con claridad, precisión y coherencia, evitando el uso de términos ambiguos o equívocos. Algunos ejemplos de anfibología son:
- Le regalé un libro a mi hermano que habla de historia. (¿El libro o el hermano habla de historia?)
- El profesor observó a los alumnos con el telescopio. (¿El profesor usó el telescopio o los alumnos tenían el telescopio?)
Cacofonía. 
 La cacofonía es un vicio del lenguaje que consiste en la repetición de sonidos o sílabas que producen un efecto desagradable al oído. La cacofonía puede ser intencional, cuando se usa con fines humorísticos o poéticos, o involuntaria, cuando se debe a un descuido o una falta de corrección. 
Para evitar la cacofonía, se recomienda variar el vocabulario, usar sinónimos o cambiar el orden de las palabras. También se puede recurrir a la puntuación, las pausas o los signos de entonación para romper la monotonía sonora. La cacofonía puede dificultar la comprensión del mensaje y generar una impresión negativa en el receptor, por lo que es conveniente revisar el texto antes de emitirlo o publicarlo. Algunos ejemplos de cacofonía son:
- El cielo es azul y la nube blanca.
- El perro de San Roque no tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha robado.
- Tres tristes tigres comen trigo en un trigal.
 
Redundancia.
 La redundancia es un vicio del lenguaje que consiste en repetir innecesariamente una idea o un término que ya ha sido expresado. La redundancia puede afectar la claridad, la precisión y la coherencia de un texto, por lo que se recomienda evitarla en la comunicación escrita y oral. Algunos ejemplos de redundancia son: subir arriba, bajar abajo, entrar adentro, salir afuera, etc. Estas expresiones son redundantes porque los verbos ya implican la dirección o el movimiento que se quiere indicar. La redundancia también puede darse cuando se usan palabras o frases que tienen el mismo significado o que pertenecen a la misma categoría gramatical. La redundancia puede tener algunos usos estilísticos o retóricos, como enfatizar una idea, crear un efecto humorístico o poético, o adaptarse al ritmo o a la rima de un texto. Sin embargo, en general se considera un defecto del lenguaje que debe corregirse para lograr una comunicación más efectiva y elegante. 
 Por ejemplo: Mi tío es un hombre muy bueno y bondadoso. En este caso, las palabras bueno y bondadoso son sinónimas, por lo que se podría eliminar una de ellas sin alterar el sentido de la oración. 
 Pleonasmo: 
 El pleonasmo es una figura retórica que consiste en utilizar palabras innecesarias para expresar una idea, con el fin de reforzarla o darle énfasis. Sin embargo, cuando el uso de estas palabras no aporta nada al sentido de la frase, se considera un vicio del lenguaje que debe evitarse. Estas expresiones son redundantes y pueden generar confusión o ambigüedad en el receptor. Por lo tanto, se recomienda emplear el pleonasmo solo cuando se busca un efecto estilístico o poético, y no como un hábito lingüístico. Algunos ejemplos de pleonasmos viciosos son: subir arriba, bajar abajo, entrar adentro, salir afuera, lo vi con mis propios ojos, etc. 
En estos casos, el pleonasmo demuestra falta de precisión o de conocimiento del significado de las palabras.
Pobreza del Vocabulario. 
 La pobreza del vocabulario es un vicio del lenguaje que consiste en el uso limitado y repetitivo de las palabras, lo que empobrece la expresión y la comunicación. Este vicio puede deberse a varios factores, como la falta de lectura, el desconocimiento de la lengua, la pereza mental o la imitación de modelos léxicos pobres. La pobreza del vocabulario afecta tanto al habla como a la escritura, y puede generar ambigüedad, confusión, monotonía o falta de interés en el receptor. Para evitar este vicio, se recomienda ampliar el vocabulario mediante la lectura de textos variados y de calidad, el uso de diccionarios, sinónimos y antónimos, y el aprendizaje de nuevas palabras cada día. Así se podrá enriquecer el lenguaje y expresar conmayor precisión y claridad los conceptos, ideas y sentimientos.
 Algunos ejemplos de este vicio son:
- Usar muletillas o palabras comodín, como "cosa", "cosita", "esto", "eso", etc. Por ejemplo: "Me gusta esta cosa que me regalaste" en vez de decir «Me gusta este libro que me regalaste».
- Usar términos genéricos o ambiguos, como "bueno", "malo", "grande", "pequeño", etc. Por ejemplo: «Ese es un buen trabajo» en vez de decir «Ese es un trabajo creativo y bien hecho».
- Usar eufemismos o rodeos para evitar nombrar algo directamente, como "ir al baño", "pasar a mejor vida", "tener una aventura", etc. Por ejemplo: «Tengo que ir al baño», en vez de decir «Tengo que orinar».
- Usar clichés o frases hechas, como "más vale tarde que nunca", "no hay mal que por bien no venga", "el tiempo lo cura todo", etc. Por ejemplo: «No te preocupes, el tiempo lo cura todo», en vez de decir «No te preocupes, pronto te sentirás mejor».
Conclusión:
Los vicios del lenguaje son aquellas formas de expresión que se apartan de las normas gramaticales, semánticas o estilísticas del idioma. Entre los vicios del lenguaje más comunes se encuentran el barbarismo, el extranjerismo, el solecismo, la anfibología, la cacofonía, la pobreza de vocabulario, la redundancia y el pleonasmo. Estos vicios pueden afectar la claridad, la corrección y la belleza del discurso, por lo que es conveniente evitarlos o corregirlos.
El barbarismo consiste en pronunciar o escribir mal una palabra, o emplear una palabra inexistente en el idioma. Por ejemplo: "haiga" en lugar de "haya", "almóndiga" en lugar de "albóndiga".
El extranjerismo es el uso innecesario de una palabra extranjera cuando existe una equivalente en el idioma propio. Por ejemplo: "parking" en lugar de "aparcamiento", "shopping" en lugar de "compras", "selfie" en lugar de "autorretrato".
El solecismo es el error que se comete al construir una oración, alterando la concordancia, el régimen o la colocación de las palabras. Por ejemplo: "Los niños juegan al parque" en lugar de "Los niños juegan en el parque”.
La anfibología es la ambigüedad que se produce cuando una oración puede tener más de un sentido, debido a la falta de claridad o precisión en el uso de las palabras. Por ejemplo: "El profesor entregó las notas a los padres enfadado" (¿el profesor o los padres estaban enfadados?).
La cacofonía es el efecto sonoro desagradable que se produce por la repetición de sonidos similares o por la combinación de palabras que forman otras con un sentido diferente o ridículo. Por ejemplo: "El cielo es azul celeste", "Se cayó al suelo y se hizo polvo".
La pobreza de vocabulario es la falta de variedad y riqueza en el uso de las palabras, lo que implica una limitación en la expresión del pensamiento y la emoción. Por ejemplo: "Estoy muy contento porque he aprobado todo y me voy de vacaciones con mi familia y mis amigos y vamos a pasarlo muy bien".
La redundancia es la repetición innecesaria de una idea o de un dato que ya se ha expresado anteriormente. Por ejemplo: "Subir arriba", "Bajar abajo", "Entrar adentro".
El pleonasmo es el uso intencionado de palabras innecesarias para reforzar o enfatizar una idea. Por ejemplo: "Sal fuera inmediatamente", "Te lo repito otra vez".
 Por ende, los vicios del lenguaje son errores que debemos evitar para comunicarnos de forma clara, correcta y elegante. Para ello, es necesario conocer las normas del idioma, ampliar nuestro vocabulario y revisar nuestro discurso antes de emitirlo o publicarlo.
Bibliografía:
 ALTAMIRA ORTIZ PATRICIA (2015), “Vicios del Lenguaje”. Disponible en https://repository.uaeh.edu.mx/revistas/index.php/prepa2/article/view/470/5253#:~:text=Son%20aquellos%20usos%20incorrectos%20del,de%20vocabulario%2C%20redundancia%20y%20pleonasmo , consultado el 29/06/2023. 
GONZALES SAMUEL (2022), “Vicios del Lenguaje”. Disponible en https://www.studocu.com/latam/document/universidad-nacional-experimental-politecnica-de-la-fuerza-armada-bolivariana/lenguaje-y-comunicacion/unidad-3-vicios-del-lenguaje/15263385 , consultado el 30/06/2023.
 RETORICAS (2015), “Vicios del Lenguaje”. Disponible en https://www.retoricas.com/2012/02/vicios-del-lenguaje.html , consultado el 30/06/2023.