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Combatir el estrés laboral La empresa debe facilitar que los empleados estrechen lazos y no se conozcan únicamente en el plano profesional, sino también en el personal, mediante la existencia de un espacio de relax de uso común y la organización de comidas informales y actividades lúdicas fuera de la oficina. Como combatir el estrés laboral Nosotros pasamos la mayoría del tiempo en el trabajo, Si tienes un trabajo convencional estarás en torno 8 horas, en el mejor de los casos, eso supone un tercio de tu día. Si le quitamos las horas que duermes y le restamos el tiempo que inviertes en desplazamiento nos quedamos con que la mayoría de tu tiempo lo pasas trabajando. Si no te encuentras feliz en este lugar tu vida se puede convertir en un auténtico calvario. Pues lo que sucede generalmente es que uno empieza a desarrollar emociones negativas hacia su trabajo. Empieza a aburrirse, a estresarse, a cabrearse o a entristecerse. Uno suele bajar el nivel de esfuerzo, pierde el entusiasmo, pierde las ganas de comerse el mundo cada mañana y llega un momento en el que te levantas y lamentas profundamente tener que pasar un tercio de tu día en el sitio que más odias. Empiezas a temer los lunes, y si tienes tendencia a la preocupación ya anticipar el futuro, es probable que los domingos por la tarde también. Emociones negativas en el trabajo Ansiedad La ansiedad surge cuando percibimos algo como peligroso. Aparece cuando creemos que estamos ante una amenaza. Esta emoción nos prepara para la lucha o la huida y en determinadas situaciones puede ser muy útil. Nos tensa los músculos, nos aumenta la frecuencia cardíaca, respiramos más rápido, liberamos hormonas del estrés al torrente sanguíneo y una serie de respuestas fisiológicas que nos facilitan mucho la respuesta de escape o ataque. la respuesta de ansiedad es ancestral y nuestro cerebro es la única forma que tiene de reaccionar ante una percepción de peligro. Los empleados que experimentan síntomas de ansiedad en el trabajo a menudo reportan problemas para concentrarse, fatiga excesiva, irritabilidad y menor productividad como resultado de tener que repetir el trabajo o corregir errores, así como evitar ciertas actividades. Tristeza La tristeza surge cuando percibimos una pérdida. Puede ser desde un ser querido a pérdida de calidad de vida. Esta emoción nos predispone a estar más reflexivos y a guardar energía. A su vez actúa como alarma para nuestros iguales que ante la aparición de señales externas de la emoción (Cara triste, o llanto por ejemplo) vienen en nuestra ayuda. El problema es cuando nos sentimos tristes en el trabajo. El cuerpo nos va a pedir que bajemos la actividad que es justamente lo contrario a lo que quiere nuestro jefe, esto puede ocasionarnos nuevas “pérdidas” ya sea de salario, de días libres o de apoyo social lo que nos puede ocasionar más tristeza todavía. Solo nos falta coger la baja laboral para añadir inactividad a la ecuación y empezar una depresión. Ira La ira surge cuando vemos amenazados nuestros intereses sean cuales sean. Esta emoción fisiológicamente se parece mucho a la ansiedad, ya que se acompaña de una activación del SNA simpático La Ira, como las demás, tiene muchas ventajas que nos ayudan a sobrevivir. Por ejemplo, imagina que estás en medio de la selva y una tribu de indígenas te quieren quitar tu mochila de Bob Esponja. Evidentemente tu reacción normal será la de cabrearte un montón. Tu cuerpo reaccionará fisiológicamente para prepararte para la lucha. Afortunadamente, en el trabajo la expresión emocional de ira no suele estar bien vista. No queda nada bien en el currículo agarrar por la pechera a tu jefe cuando viene a pedirte que te quedes dos horas más. Por el contrario la represión de la ira genera una acumulación de estrés muy grande que a la larga te predispone a tener un infarto de corazón. Entonces, ¿Qué hacemos para mejorar nuestra calidad de vida en el trabajo? Vamos paso a paso. Ejercicio físico No me canso de resaltar la importancia de hacer algo de ejercicio físico. Es bueno para tu salud física y emocional. No solamente te ayuda a regular emociones y favorece un aumento del estado de ánimo si no que fortalece tu sistema respiratorio y circulatorio. (A parte de un montón de cosas más) Realizar ejercicio físico frecuentemente ha demostrado ser igual de eficaz que tomar antidepresivos para salir de una depresión, pero es que además previene recaídas. Hora de las preocupaciones Hay veces que no tenemos suficiente con trabajar un tercio o más de nuestro día si no que nos quedamos enganchados a nuestro trabajo a nivel mental. Salimos de trabajar y nos pasamos el resto del día preocupados por lo que tenemos que hacer mañana o rememorando todo lo que hemos hecho mal (O podíamos haber hecho mejor). Cambio de pensamientos automáticos negativos El pensamiento es una interpretación de la realidad. Es decir que el mundo real pasa por el filtro de nuestras creencias y modifica nuestro estado emocional dependiendo de cómo lo veamos en ese momento. Practicar el agradecimiento Al igual que con la amabilidad, la práctica del agradecimiento no solamente supone beneficios para la cohesión de tu grupo de apoyo social, si no que se traduce en efectos positivos sobre tu bienestar. Tomar como costumbre el sentirse agradecido es incompatible con sentir envidia o pena. Dos emociones que pueden dinamitar tu felicidad en el trabajo. Vacaciones de 10 minutos Si, has odio bien. No es que los derechos laborales estén tan mal que hayan recortado nuestros días a libres a diez minutos, es que tomarte diez minutos de descanso para hacer lo que te salga de las narices tiene muchísimos beneficios a nivel psicológico. Salir diez minutos a la calle te ayuda a estirar las piernas, a descansar la vista, a tomar el aire fresco y supone un punto y aparte en tu jornada. La atención sostenida en una tarea solamente dura media hora aproximadamente. A partir de ahí se empiezan a cometer fallos importantes. Por ello no tiene ningún sentido que trabajes como un robot durante 8 horas seguidas. Qué bonito sería que todo el mundo pudiera dedicarse a lo que realmente le hace feliz. La vida es demasiado corta para tener el trabajo equivocado.
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