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PSICOLOGÍA JURÍDICA Herramientas y desafíos PSICOLOGÍA JURÍDICA Herramientas y desafíos EDITORES José Ignacio Ruiz Pérez, Ever José López Cantero, Luis Orlando Jiménez Ardila, Andrea Catalina Lobo Romero, Manuel Javier Támara Barbosa, Olga Lucía Valencia Casallas Bogotá, D.C. - 2018 Psicología jurídica. Herramientas y desafíos D. R. ©2018 por Editorial El Manual Moderno (Colombia) S. A. S. ISBN libro impreso: 978-958-8993-21-8 ISBN versión electrónica: 978-958-8993-22-5 Editorial El Manual Moderno (Colombia) S. A. S. Carrera 12A No 79 - 03/05 E-mail: info.colombia@manualmoderno.com Bogotá, D. C., Colombia Impreso en Colombia en los talleres de: Xxxxxxxxxx. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema alguno de tarjetas per- foradas o transmitida por otro medio –electrónico, mecánico, foto- copiador, registrador, etcétera– sin permiso previo por escrito de la editorial. All rights reserved. No part of this publication may by reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording or otherwise, without the prior permission in writing from the publisher. es marca registrada de Editorial El Manual Moderno, S. A. de C. V. Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia Congreso Nacional de Psicología Jurídica (3o. : 2017 : Bogotá) Psicología jurídica : Herramientas y desafíos / editores, José Ignacio Ruiz Pérez ... [et al.]. -- 1a. ed. -- Bogotá : Universidad Na- cional de Colombia : Manual Moderno, 2018. 316 p. Incluye referencias bibliográficas. ISBN 978-958-8993-21-8 -- 978-958-8993-22-5 (e-book) 1. Psicología jurídica. 2. Investigación científica - Congresos, conferencias, etc. I. Ruiz Pérez, José Ignacio, ed. II. Encuentro de Semilleros de Investigación (1o. : 2017 : Bogotá) III. Título CDD: 614.15 ed. 23 CO-BoBN– a1021045 Diagramación: Aristóbulo Rojas Ch. V Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá Dolly Montoya Castaño Rectora Jaime Franky Rodríguez Vicerrector de Sede Luz Amparo Fajardo Uribe Decana Facultad de Ciencias Humanas Eduardo Aguirre Dávila Director Departamento de Psicología José Ignacio Ruiz Pérez Director Laboratorio de Psicología Jurídica Luis Orlando Jiménez Ardila Director de la Especialización en Psicología Jurídica Universidad Católica de Colombia Manuel Javier Támara Barbosa Director de la Maestría en Psicología Jurídica Universidad Santo Tomás Olga Lucía Valencia Casallas Directora de la Especialización en Psicología Forense Fundación Universitaria Konrad Lorenz Centro Editorial Facultad de Ciencias Humanas Esteban Giraldo González VI Editores José Ignacio Ruiz Pérez Ever José López Cantero Luis Orlando Jiménez Ardila Andrea Catalina Lobo Romero Manuel Javier Támara Barbosa Olga Lucía Valencia Casallas Óscar Fernando Acevedo Arango Stefanie Alarcón Padilla Santiago Amaya Nassar Juan Aparicio Barrera Ramón Arce Fernández Mauricio Beltrán Avilés Paola Rocío Bustos Benítez Carlos Julio Cortés Sánchez Silvia Cristina da Costa Dutra Richard José de Sousa da Silva Fernando Díaz Colorado Adriana Patricia Espinosa Becerra Tania Fernández Laura Alejandra Fraile Gómez Fulton Edisson Franco Vélez Jorge Mario Galán Díaz Orlando Garay Quevedo Elidet García López Viviam Andrea García Pachón Carolina Gutiérrez de Piñeres Botero Gladys Hernández Sarmiento William Alejandro Jiménez Jiménez José Raúl Jiménez Molina Tatiana Andrea Lasso Valbuena Luz Mery Liscano Cleves Nadia Sofía López Plazas Luisa Fernanda Martínez Leidy Muñoz Forero Eliana Milena Nieto Vanegas María Silvia Ochoa Carrascal Frank Steward Orduz Gualdrón Darío Páez Rovira Ángel Parra Pirazán Ismael E. Pérez García Angélica Pineda-Silva Mercy Yovany Polania Garzón Luis Alberto Quiroga Baquero Leonardo Rodríguez Cely Luz Stella Rodríguez Mesa Ángela Tapias Saldaña Autores VII Perfil editores Pública, Contratista en el Ministerio de Jus- ticia y del Derecho, Dirección de Política Criminal, Observatorio de Política Criminal; Profesional Adscrito en Laboratorio de Psi- cología Jurídica de la Universidad Nacional de Colombia; Docente de la Universidad Ca- tólica de Colombia; Integrante Junta Direc- tiva y Representante del Campo Psicología Jurídica y Presidente del Capítulo Bogotá y Cundinamarca del Colegio Colombiano de Psicólogos. Luis Orlando Jiménez Ardila Psicólogo, Doctor en Psicología, Magister en Psicología, Especialista en Ciencias Forenses, Experto en Investigación Criminal y Crimina- lista. Docente de la Facultad de Psicología Universidad Católica de Colombia, Profesor Escuela de Policía General Santander, Escuela de Investigación Criminal y Criminalista de la Policía Nacional, Funcionario Judicial. Andrea Catalina Lobo Romero Psicóloga y especialista en Psicología Jurídi- ca de la Universidad Santo Tomás, Abogada de la Universidad Sergio Arboleda, con estu- dios de Maestría en Derecho Procesal Penal de la misma Universidad. Capacitadora en José Ignacio Ruiz Pérez Psicólogo y Doctor en Psicología Social y Me- todología de la Universidad del País Vasco. Magister en Criminología por el Instituto Vas- co de Criminología. Director del Laboratorio de Psicología Jurídica, Universidad Nacional de Colombia. Su trabajo se ha enfocado en áreas de psicología social, psicología jurídica y métodos de investigación en Psicología Social, entre otros. Docente universitario de los programas de pregrado y posgrado de Psicología de la Universidad Nacional de Co- lombia. Estudios Post-doctorales de la Uni- versidad del País Vasco. Ever José López Cantero Psicólogo, Doctorando en Psicología, Ma- gister en Derecho, Profundización en So- ciología y Política Criminal, egresado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá; Máster (c) en Justicia Transicional, Desplazamiento Forzado, Paz, Desarrollo y Cooperación, por el Instituto de Altos Estu- dios Europeos en convenio con la Red UNI- PAZ y la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid España; Especialista en Administración Pública Contemporánea de la Escuela Superior de Administración VIII PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos asuntos de psicología jurídica para USAID y la Unión Europea; docente universitaria de pregrado y postgrado en las Universidades Javeriana, Católica de Colombia y Santo To- más de Tunja y Bogotá. Directora de la Espe- cialización en Psicología Jurídica y Forense de la Universidad Santo Tomás de Bogotá. Manuel Javier Támara Barbosa Psicólogo de la Universidad Nacional de Co- lombia, Magíster y Especialista en Psicología Jurídica. Director del programa de Maestría en Psicología Jurídica de la Universidad San- to Tomás de Bogotá, Docente en diferentes programas de postgrado en las áreas de psi- cología jurídica, psicología forense, psicolo- gía criminológica y psicología penitenciaria. Investigador científico y miembro de Grupos de Investigación clasificados ante COLCIEN- CIAS. Conferencista Invitado a eventos Na- cionales e Internacionales. Olga Lucía Valencia Casallas Psicóloga con Master en Psicología Clínica Legal y Forense de la Universidad Complu- tense de Madrid, con Doctorado de la mis- ma universidad. Creadora y fundadora de la Especialización en Psicología Forense de la FUKL. Trabajó con víctimas del conflicto armado en Colombia, en la Fundación Ce- davida y ACNUR. Co autora de varios libros en temas de evaluación forense, violencia In- trafamiliar, violencia sexual, tortura, agresor sexual y salud mental en Colombia. IX Contenido A los lectores ............................................................................................................................................................................................................... XV Parte 1 Epistemología de la psicología jurídica y forense Capítulo 1. Darío Páez Rovira Justicia transicional y restaurativa:evaluación de su impacto, potencialidades y limitaciones .......................................................................................... 2 Capítulo 2. Adriana Patricia Espinosa Becerra, Luis Alberto Quiroga Baquero Investigación traslacional en psicología jurídica: retos y perspectivas ......................................................... 11 Capítulo 3. Fernando Díaz Colorado La psicología política clínica desde una perspectiva ética y psicojurídica ............................................... 23 Capítulo 4. José Ignacio Ruiz Pérez, Juan Aparicio Barrera Temas prevalentes en la Revista de Criminalidad: análisis de títulos de artículos en el periodo 2008-2016 ............................................................................................... 35 Parte 2 Aspectos técnicos y procedimentales en evaluación psicológica forense Capítulo 5. José Ignacio Ruiz Pérez Metodología básica de la evaluación en psicología forense .................................................................................... 48 X PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos Capítulo 6. Leonardo Alberto Rodríguez Cely, María Silvana Ochoa Carrascal, Paola Andrea Perilla, Santiago Amaya Nassar Las buenas prácticas en la evaluación psicológica forense en los casos de abuso sexual infantil en Colombia: el uso de la evidencia demostrativa y la Prueba Novel .................................................................................................. 67 Capítulo 7. Ramón Arce Fernández Análisis de contenido de las declaraciones en el Sistema de Evaluación Global: Estado de la cuestión ..................................................................................................................................................................................... 114 Capítulo 8. Ismael E. Pérez García, Luz Stella Rodríguez Mesa El SEG (Sistema de Evaluación Global): una técnica versátil con diferentes protocolos ....... 123 Parte 3 Procesos básicos Capítulo 9. Carolina Gutiérrez de Piñeres Botero Evaluación de la cognición social desde una perspectiva neuropsicológica .................................... 128 Capítulo 10. Silvia Cristina da Costa Dutra Obediencia a la autoridad, respuestas cognitivas, afectividad, creatividad e innovación ante una orden anti-normativa: la experiencia de Milgram ............. 136 Capítulo 11. Paola Rocío Bustos Benítez, Olga Lucia Valencia Casallas, Carolina Gutiérrez de Piñeres Botero Activación de memoria en niños que actúan como testigos en la práctica probatoria en delitos sexuales ....................................................................................................................... 147 Capítulo 12. Gladys Hernández Sarmiento, Ángel Parra Pirazán, Mauricio Beltrán Avilés ¿Las falsas memorias pueden influir en los procesos de testimonio? ....................................................... 155 Capítulo 13. Luz Mery Liscano Cleves, Mercy Yovany Polania Garzón Actitudes implíciticas y explicitas de defensores de familia en la toma de decisiones administrativas ................................................................................................................................ 162 XI © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Contenido Parte 4 Victimología y criminología Capítulo 14. José Raúl Jiménez Molina Una revisión sistemática sobre el estudio y evaluación de la violencia política desde una perspectiva psicosocial ................................................................................... 179 Capítulo 15. Angélica Pineda-Silva Una política de seguridad democrática, o más de cinco mil ejecuciones extrajudiciales ................................................................................................................. 187 Capítulo 16. Tatiana Andrea Lasso Valbuena, Luisa Fernanda Martínez Villa Aspectos teóricos y metodológicos para la comprensión de la violencia sexual .......................... 194 Capítulo 17. Frank Steward Ordúz Gualdrón Análisis de la delincuencia sexual ..................................................................................................................................................... 202 Capítulo 18. Elidet García López Violencia contra las mujeres: poder, vulnerabilidad y resistencia .................................................................. 209 Capítulo 19. Fulton Edisson Franco Vélez Toma de decisiones y flexibilidad cognitiva en mujeres víctimas y no víctimas de violencia de pareja. Tocancipá, 2017 ...................................................................... 216 Capítulo 20. Viviam Andrea García Pachón Expectativas de confianza en el mundo y el derecho a ser reparado ......................................................... 228 Capítulo 21. Orlando Garay Quevedo, Richard José De Sousa Da Silva, Laura Alejandra Fraile Gómez, Nadia Sofía López Plazas Relación entre la percepción emocional y el desarrollo de la conducta del bullying en adolescentes agresores de 11 a 16 años de edad .................................................................. 236 Capítulo 22. William Alejandro Jiménez Jiménez, Stefanie Alarcón Padilla Estudio comparativo entre habitantes de calle y estudiantes universitarios mediante el Self-Reported Psychopathy Inventory - Short Form (SRP-III-SF) ........................................ 248 Capítulo 23. Jorge Mario Galán Díaz Administración de la privación legal de la libertad (corresponsabilidad en el sistema de justicia penal) ................................................................................................... 257 XII PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos Capítulo 24. Lucía Jiménez, Ever José López Cantero Notas sobre el III Congreso Nacional de Psicología Jurídica Una apuesta para evolucionar la psicología jurídica en el país ................................................ 266 Anexos Aproximacciones a la psicología jurídica picología jurídica Ismael E. Pérez García, Luz Stella Rodríguez Mesa Revisión teórica de la evaluación de la aptitud psicológica de los conductores, y otras actividades de riesgo, en el modelo español. Posibles connotaciones para Colombia ................................................................................................................................... 273 Luz Stella Rodríguez Mesa, Ismael E. Pérez García Prueba psicológica forense: Análisis correlacional transcultural del informe pericial privado ..................................................................... 276 Carlos Julio Cortés Sánchez La psicología forense una herramienta clave en la auditoría forense ......................................................... 282 Leidy Muñoz Forero, Eliana Milena Nieto Vanegas Programa de entrenamiento en primeros auxilios psicológicos dirigido a personas privadas de la libertad por la comisión de un delito ............................................... 284 Manuel Javier Támara, Óscar Fernando Acevedo Arango Transición del excombatiente ciudadano: Experiencias de trabajo sobre reconstrucción de la civilidad en zonas veredales con comunidades y excombatientes de las FARC ............................................................................................................. 285 Ángela Tapias, Tania Fernández Medición de la victimización y miedo al delito en América Latina .............................................................. 286 XIII © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Contenido Índice de figuras Figura 4.1. Análisis de correspondencias múltiples. Ejes 1 y 2 ............................................................................. 40 Figura 4.2. Análisis de correspondencias múltiples. Ejes 2 y 3 .............................................................................41 Figura 10.1. Porcentaje de miembros que obedecerían la orden .................................................................. 142 Figura 10.2. Porcentaje de miembros que desobedecerían la orden ........................................................ 143 Índice de tablas Tabla 4.1. Palabras más frecuentes en los títulos de los artículos de la Revista Criminalidad 2008-2016 ............................................................................................................... 39 Tabla 4.2. Clasificación jerárquica de palabras presentes en los títulos de artículos de la Revista Criminalidad en el periodo 2008-2016 ....................................... 42 Tabla 5.1. Solicitudes de EPF según áreas del derecho ............................................................................................ 50 Tabla 5.2. Ejemplos de la aplicación de los tres criterios a casos de diferentes ramas del derecho ..................................................................................................... 54 Tabla 6.1. Crear pensamiento forense ......................................................................................................................................... 87 Tabla de replicación ........................................................................................................................................................................................... 97 Tabla 7.1. Categorías de análisis de contenido de las declaraciones del SEG .............................. 120 Tabla 10.1. Condiciones experimentales y obediencia a la autoridad ..................................................... 142 Tabla 10.2. ¿Obedecerías la orden? ................................................................................................................................................ 142 Tabla 11.1. Resultados ................................................................................................................................................................................. 153 Tabla 13.1. Estadísticos descriptivos, efecto D para cada TAI y puntaciones en el cuestionario de actitudes explícitas ................................................................................................ 169 Tabla 19.1. Resumen de la puntuación total y el porcentaje de cartas de riesgo en el juego de cartas .................................................................................................. 222 Tabla 19.2. Resumen de la puntuación de la muestra en el Trail Making Test (TMT) ................. 222 Tabla 19.3. Resumen de los datos obtenidos en el Test de Clasificación de Tarjetas de Wisconsin (WCST) de la muestra ................................................................................ 223 Tabla 21.1. Medias (m) y desviación estándar de las categorías del Test PEM por edad ...... 243 Tabla 21.2. Medias (m) y desviación estándar de las categorías del Test PEM por sexo ........ 243 Tabla 21.3. Medias (m) y desviación estándar de las sub-escalas y factores de la Escala de Agresión entre Pares por edad ................................................................................... 244 Tabla 21.4. Medias (m) y desviación estándar de las sub-escalas, factores y variables de la Escala de Agresión entre Pares por sexo ............................... 245 Tabla 21.5. Correlación entre las variables de percepción emocional y la agresión entre pares ............................................................................................................................................. 246 Tabla 22.1. Distribución de la muestra por edad ............................................................................................................. 253 Tabla 22.2. Distribución de la muestra por nivel educativo ................................................................................. 254 Tabla 22.3. Comparación entre grupos y factores ....................................................................... 255 XV A los lectores El lector tiene en sus manos un volumen que reúne una serie de trabajos representativos, por un lado, del momento actual que vive las sociedades hispanoamericanas, en especial la colombiana y la psicología jurídica de nuestras latitudes, pero también de la direc- ción a la que queremos llevar nuestra disciplina, incorporando téc- nicas, procedimientos y estudio de variables que nos pueden ayudar a una mejor comprensión –como antesala de la intervención– de di- ferentes problemáticas y formas de violencia que nos afectan como sociedades. En este andar, y con sus aportes, se reúnen en este texto aportes de autores especializados en sus diferentes campos, pero también conscientes del impacto que la violencia, en sus diferentes expresiones, tiene en las víctimas y en la sociedad en general, y de la necesidad y posibilidad de responder a los desafíos que se nos plantean en el ámbito del sistema de justicia, en particular en la pro- tección, reconocimiento y reparación a las víctimas. Los capítulos se presentan en un orden que los agrupa desde sus núcleos temáticos en varias partes. De forma anticipada los edito- res nos disculpamos con algún autor que considere que su capítulo podría haber ido antes o después en el orden de exposición, o más cerca o más lejos de otro capítulo. Todo intento de ordenar y clasi- ficar este generoso material que los autores aportan al libro corre el riesgo de no haber acertado en el ordenamiento para alguno de los textos. Seamos entonces explícitos en indicar que consideramos igualmente relevantes todas las aportaciones a este texto, que per- mite mostrar una semblanza de las diferentes panorámicas y terri- torios en los que tiene incidencia la psicología jurídica y la forense. En primer lugar, el lector encontrará una serie de trabajos que comprometen reflexiones en torno a la epistemología de la psicolo- XVI PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos gía jurídica. Se inicia con el capítulo del profesor Darío Páez, acerca de la justicia transicional, que consti- tuye un marco normativo vigente y actual en el momento actual de pro- cesos de desmovilización de grupos armados en Colombia, de diálogo, acuerdos y búsqueda de resolución de los conflictos violentos en un marco que asegure el respeto a la voz y a los derechos de las víctimas. En este mismo bloque, en el capítulo 2, Adriana Patricia Espinosa y Luis Al- berto Quiroga tratan aspectos acerca de la conexión entre investigación básica y aplicada, en el ámbito de la psicología jurídica, en el capítulo 3, Fernando Díaz introduce una nueva perspectiva en la psicología jurídica, al conectarla con la psicología políti- ca clínica, lo cual permite sacudir un poco, afortunadamente, una visión algo estática de la psicología jurídica, mientras que en el capítulo 4, José Ignacio Ruiz y Juan Aparicio Barrera muestran una aplicación del análisis textual informatizado al análisis de publicaciones de criminalidad, que permite identificar pautas temáticas prevalentes, lo cual puede tener apli- caciones para una historiografía de la psicología jurídica. Se llega así a un segundo bloque de trabajos centrados esta vez en as- pectos técnicos y procedimentales, que, no lo olvidemos, resultan de la acumulación de la experiencia foren- se, pero también de una investigación rigurosa en procesos psicológicos bá- sicos. Así, en el capítulo 7, el profe- sor Ruiz presenta unos lineamientos básicos para el desarrollo de actua- ciones profesionales en evaluación psicológica forense, y en el capítulo 6, Leonardo Rodríguez-Cely, Maria Silvana Ochoa, Paola Andrea Peri- lla y Santiago Amaya nos presentan unas orientaciones sobre las buenas prácticas en psicología forense, espe- cialmente en casos de abuso sexual infantil, y con referencia a la eviden- cia demostrativa y prueba novel. Así este capítulo responde a una necesi- dad sentida de orientacionespara la evaluación forense en un contexto como el colombiano en que aprecia- mos una escasez de pruebas psico- lógicas adaptadas a nuestros grupos poblaciones. A continuación en el mismo bloque, los capítulos 7 y 8 convergen en exponer características de una técnica, el Sistema de Evalua- ción Global, útil para la recolección del testimonio, con aplicaciones en diferentes ámbitos del derecho, y que supera algunas limitaciones e in- convenientes de otras técnicas. Así, en el capítulo 7, Ramón Arce, co-au- tor de esta técnica (Arce y Fariña, 2005) nos presenta el estadio de la cuestión del desarrollo de técnica, y en el capítulo 8, Ismael Pérez y Luz Stella Rodríguez muestran sus aplica- ciones en diferentes protocolos. Nos alegra tener en este volumen estas contribuciones, que seguramente ge- nerarán debate –como cualquier otra metodología sometida al escrutinio académico, y que contribuyen a me- jorar la praxis en nuestro país en la recolección y evaluación psicológica forense del testimonio. XVII © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o A los lectores Desde aquí el itinerario del libro incursiona en una serie de trabajos que hemos denominado “Procesos básicos”, con aplicaciones a uno u otro ámbito del comportamiento an- tisocial o victimal, pero centrados en un estudio procesos intrapsíqui- cos y psicosociales. Así, Carolina Gutiérrez de Piñeres presenta en el capítulo 9 un área de importante de- sarrollo actual, la cognición social, conectada a la evaluación neuropsi- cológica, en el capítulo 10, Silvia da Costa analiza una serie de variables psicológicas relacionadas con la obe- diencia a la autoridad, tema poco tra- tado desde una óptica psicosocial en nuestro país, pero que subyace en la evaluación de la responsabilidad pe- nal y la consecuente reparación de crímenes de violación de derechos humanos cometidos por grupos ar- mados ilegales y por sectores de las fuerzas armadas en Colombia. Por su lado, los capítulos 11 y 12 coinciden en abordar una variable específica, la memoria, respondiendo a un área clásica de la psicología jurídica: la psicología del testimonio. En el 11, Paola Bustos, Olga Lucía Valencia y Carolina Gutiérrez se centran en la activación de la memoria en niños testigos en casos de delitos sexuales, un flagelo en nuestro país, que mo- viliza importantes recursos penales y penitenciarios, mientras que en el capítulo 12, Gladys Hernández, Án- gel Parra y Mauricio Beltrán, se acer- can a una controvertida –desde el punto de vista de la práctica pericial y del juzgamiento- cuestión, como lo son las falsas memorias. Finalmente, para este bloque, en el capítulo 14, Luz Mery Liscano y Mercy Polania se centran en el tema de las actitudes de defensores de familia en la toma de decisiones administrativas. El tema del estudio de las actitudes o repre- sentaciones sociales y su incidencia en la conducta –en este caso, la toma de decisiones administrativas- co- rresponde a esa Psicología del Dere- cho a la que se refería Muñoz-Sabaté (1980) o a esa psicología social del derecho que proponía Munné en el mismo texto, y que tiene escasos de- sarrollos por el momento en Colom- bia, al menos en comparación con otras áreas de investigación en psico- logía jurídica. A continuación, en un cuarto blo- que temático se presentan trabajos aplicados relacionados con unas u otras formas de victimización o per- filación criminal. En este sentido, en el capítulo 14 Raúl Jiménez presenta una revisión sistemática sobre el es- tudio y la evaluación de la violencia política, y Angélica Pineda, en el 15 complementa este tema con una ex- posición crítica de lo que se denomi- nó en años relativamente recientes en Colombia la “política de seguri- dad democrática”. Por su lado, los dos capítulos siguientes convergen también en abordar un tipo de vic- timización, la sexual. Así, en el 16, Tatiana Lasso y Luisa Fernanda rea- lizan una revisión de las tendencias en la investigación académica sobre los delitos sexuales, mientras que en 17 Frank Orduz hace un análisis de XVIII PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos la delincuencia sexual desde el punto de vista de la perfilación criminal. A continuación, en los dos siguientes capítulos se presentan estudios so- bre formas de violencia que afectan de forma especial a las mujeres. Así, el capítulo 18, a cargo de Elidet Gar- cía, desde México, aborda la violen- cia contra las mujeres, mientras que en el 19, Fulton Franco incursiona en la violencia de pareja, y sus posibles, repercusiones en las funciones eje- cutivas de las víctimas, analizando el funcionamiento en la toma de deci- siones y en la flexibilidad cognitiva. Tres capítulos integran y cierran este bloque temático. De un lado, en el capítulo 20, Viviam Pachón analiza varias variables psicosociales relacio- nadas con el derecho a la reparación, que han de ser tenidas en cuenta para una reconstrucción efectiva del teji- do social. Por su lado, en el capítulo 21, Orlando Garay, Richard José de Sousa, Laura Alejandra Fraile y Na- dia Sofía realizan un abordaje de un tema también presente en nuestros contextos educativos, el acoso esco- lar o bullying, indagando sobre las re- laciones entre este y la percepción de emociones en agresores niños y ado- lescentes. Luego, en el capítulo 22, a cargo de William Jiménez y Stefanie Alarcón, se presenta un estudio que compara resultados en una medida breve de psicopatía entre habitantes de la calle y estudiantes universitarios, y en el capítulo 23, desde una óptica que podríamos identificar con la Psi- cología en el Derecho que formulaba Muñoz-Sabaté, se expone un análisis de la normativa penitenciaria en Mé- xico, por parte de Jorge Mario Galán. Para finalizar el libro, se inclu- ye un capítulo sobre el III Congre- so Nacional de Psicología Jurídica, transcurrido en Bogotá del 8 al 11 de noviembre de 2016. Este capítu- lo se nutre de una relatoría sobre el evento, a cargo de Lucía Fernández y Ever José López y de resúmenes de trabajos presentados en el mismo. El evento fue co-organizado por las Universidades Nacional de Colom- bia, Católica de Colombia, Santo To- más y Konrad Lorenz, y celebrado en las instalaciones del Edificio Rogelio Salmona, de la Universidad Nacional de Colombia. Gracias al concurso de diversas instituciones y autores –conferencistas, ponentes, autores de póster- es posible la realización de este espacio académico como un esfuerzo más de los que se llevan a cabo en nuestro país para consolidar y contribuir al desarrollo de la psi- cología jurídica y forense, por lo que bien merece dedicarle unas páginas en este texto. Queda por esperar que los lecto- res encuentren en este texto mate- riales de utilidad sobre su formación para la investigación y práctica profe- sional en estos temas. Agradecemos a los autores de Colombia, España y México que han contribuido a este volumen, el cual, esperamos que sea un hito más, pero no el último, “en el camino que se hace al andar” en el ámbito de la justicia. Los editores XIX © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o A los lectores REFERENCIAS Arce, R. & Fariña, F. (2005). Peritación psicológica de la credibilidad del testimonio, la huella psíquica y la simula- ción: el sistema de evaluación global (SEG). Papeles del Psicólogo, 26 (92): 59-77 Muñoz-Sabaté, L., Bayés, R. & Munné, F. (1980). Introducción a la Psicología Jurídica. México: Trillas. PARTE 1 Epistemología de la Psicología Jurídica y Forense 2 Capítulo 1 Justicia transicional y restaurativa: evaluación de su impacto, potencialidades y limitaciones 3 © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Capítulo 1Justicia transicional y restaurativa: evaluación de su impacto, potencialidades y limitaciones Darío Páez Rovira1 1 Psicólogo y Doctor en Psicología por la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica. Catedrático de psicología social la Univer- sidad del País Vasco. Responsable del Grupo de Investigación en Psicología Social: Cultura, Cognición y Emoción. Sus áreas de interés son Psicología Social Transcultural, Memoria Colectiva y Representaciones Sociales de la Historia, Clima emocional y rituales, Inteligencia y regulación emocional e Identidad Social y colectiva. Resumen Se revisan los estudios sobre actividades de justicia procedimen-tal y restaurativa en contextos de post violencia, sintetizando los efectos positivos individuales y colectivos, así como los costes, encon- trados en Argentina, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay, así como en otros países como Sud-África y Ruanda, con vistas a extraer lecciones para Colombia. Palabras clave: justicia transicional, restaurativa, comisiones ver- dad, clima emocional, reconciliación. Hacer frente a pasados de violen-cia colectiva a través de políti- cas activas por parte de los Estados, es una obligación para las sociedades en transición de un periodo de guerra y/o dictadura a un periodo de paz y ampliación democrática, con el obje- tivo de hacer frente a las violaciones de Derechos Humanos masivas y de que la violencia no vuelva a ocurrir en el futuro. Consistentemente con lo reportado por Martín-Baró (1984) en El Salvador, en países como el Perú, el efecto más serio de la violen- cia fue el deterioro de las relaciones sociales (Espinosa et al., 2016). En este escenario, un tema que aparece con mucha centralidad es el del sur- gimiento de un clima emocional de desconfianza, así como la pérdida de la solidaridad y el respeto, no solo en- tre los ciudadanos, también hacia los 4 PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos demás, los “otros” representados por el Estado y las ONG. Esta situación di- ficulta el fortalecimiento institucional y la reconstrucción de las redes y el tejido social. Las actividades denomi- nadas de justicia transicional, retri- butivas, distributivas y restaurativas, pueden ayudar a reconstruir un cli- ma emocional positivo, de esperanza y seguridad. La justicia transicional consiste en “procesos interrelaciona- dos de enjuiciamiento y rendición de cuentas, difusión de la verdad, indem- nizaciones y reforma institucional que se producen a raíz de conflictos de gran magnitud, que contribuyen al restablecimiento de las relaciones so- ciales a largo plazo” (Lopera, 2011, p. 5). Dentro de los mecanismos propios de la justicia transicional se encuen- tran: a) Acciones de justicia procedi- mental, dentro de las cuales destacan las Comisiones de la Verdad. Uno de los mecanismos que más auge han te- nido en las últimas décadas han sido las denominadas Comisiones de la Verdad (CV), como foros a través de los cuales se ha podido validar el su- frimiento de las víctimas, documentar las violaciones perpetradas durante el periodo represivo, así como propor- cionar diverso material para incidir en la búsqueda de la justicia y la repa- ración a las víctimas (Hayner, 2001). Desde mediados de la década de los ochenta, las CV se han difundido en todo el mundo, particularmente en América y África. Las primeras co- misiones se establecieron en Uganda en 1974 y en Bolivia en 1982, pero la Comisión Nacional sobre la Des- aparición de Personas (CONADEP) de Argentina (1983-84) fue la pri- mera en completar un informe final (Nunca Más, 1984) y recibir atención internacional generalizada. Desde en- tonces, más de 70 comisiones se han establecido en el mundo, desde Chi- le y Sudáfrica hasta las más recientes en Canadá y Brasil. En Latinoamérica, las CV han sido uno de los mecanis- mos de la justicia transicional más utilizados para elaborar y superar los hechos traumáticos asociados a las vulneraciones de los Derechos Huma- nos, habiéndose creado comisiones en Argentina (1983), Chile (1990), Guatemala (1997), Perú (2001), Para- guay (2004), Ecuador (2007) y Brasil (2011). Si bien ha sido un aporte con informes detallados que constituyen pruebas documentales de los hechos acontecidos, no siempre ha tenido un carácter vinculante con la justicia, lo que ha limitado seriamente su alcance (Páez et al., 2015). Las CV pueden ser entendidas como rituales transicio- nales que buscan la consolidación de normas y el refuerzo de la cohesión social, permitiendo evitar la aparición futura de violencia y recuperar la con- fianza institucional (Beristain, Kan- yangara, Páez y Rimé, 2010). Es decir, las CV pretenden hacerse cargo de graves conflictos sucedidos en un pa- sado reciente, en la perspectiva de ge- nerar condiciones para la paz social, con base en la verdad y evitando dejar estos hechos en la impunidad (Cárde- nas et al., 2016). El objetivo principal de las CV es alcanzar la verdad, más precisamente la documentación y el 5 © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Capítulo 1 reconocimiento oficial de los críme- nes cometidos en el pasado, y con ello, reconocer y validar el sufrimiento de las víctimas, contribuir a crear una memoria colectiva inclusiva orienta- da al futuro, prevenir nuevos actos de violencia y ayudar en la búsqueda de justicia, entre otras (Cárdenas et al., 2016). b) Acciones de justicia retri- butiva, como los procesos judiciales de los responsables y colaboradores. Estos procesos de judicialización y las acciones penales que pretenden velar por la identificación y castigo a los responsables, aunque este tipo de me- didas ha sido implementado de forma residual (Lessa, 2014). c) Acciones de justicia restaurativa, como meca- nismos simbólicos que pueden incluir pedido de disculpas oficial, cambio de nombres de espacios públicos, es- tablecimiento de fechas conmemo- rativas, monumentos a las víctimas y asistencia para realizar nuevos en- tierros o ceremonias de duelo cultu- ralmente apropiadas (Hayner, 2001). d) Acciones de justicia distributiva, tales como programas de reparación material como forma de indemniza- ción, a través de pagos en efectivo o paquetes de servicios como propor- cionar educación, salud y vivienda. Las reparaciones individuales brin- dan beneficios concretos a los desti- natarios y subrayan el valor de cada ser humano, mientras que las colecti- vas se enfocan en ofrecer beneficios a personas que sufrieron como grupo (Lessa, 2014). Los objetivos comunes de las CV y de las actividades de justicia distri- butiva y restaurativa son: la identifi- cación de los abusos acontecidos, el reconocimiento público de la existen- cia y las características de dichos abu- sos, la reparación simbólica y material de estos, y, finalmente, la rendición de cuentas sin castigo penal para los autores. Las comisiones de la verdad pueden servir, a largo plazo, para lo- grar objetivos en la sociedad, tales como prevenir los ciclos de venganza, evitar nuevos crímenes de guerra y el resurgir de la violencia colectiva. Este extremo ha sido validado por estudios empíricos de nivel colectivo sobre el impacto macrosocial de las CV en América Latina. Estos estudios han mostrado que en los países en los que se han desarrollado procesos y CV más eficaces, comparados con aque- llos en los que no se llevaron a cabo, o se hizo en condiciones limitadas (falta de informe final, desarticulación de la comisión, etc.), se constató un incre- mento estadísticamente significativo del respeto por los Derechos Huma- nos (Kayangara, Martin-Beristain, Páez y Rime, 2010; Sikkink, 2011). Finalmente, el impacto de las CV y de las instancias de justicia restau- rativa no solo incluye el trabajo que haya realizado una comisión o las iniciativas de disculpas y reparación oficiales, sino que dependerá del proceso de seguimiento yde las con- diciones políticas del país en que se ha realizado. A pesar de esto, las ac- tividades de justicia transicional res- taurativa aportan al reconocimiento social de las víctimas y de los hechos acontecidos, a la vez que sus efectos 6 PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos positivos aumentan cuando existen medidas de reparación, tanto mate- riales como simbólicas, que ayuden a la creación de un clima social positi- vo (Cárdenas et al., 2016). Los estudios muestran a nivel general, que las comisiones y otros procesos de justicia transicional son instancias conocidas por la mitad o menos de la opinión pública en Chi- le o Perú, aunque su conocimiento es mayoritario en Argentina y Uruguay (Arnoso et al., 2014; Cárdenas et al., 2016; Páez et al., 2015). Siendo este conocimiento menor en aquellos ca- sos en que las personas no han sido víctimas –directas o indirectas– de la violencia política en sus sociedades. Del conjunto de estudios también se puede establecer que el conocimien- to declarado acerca de las comisio- nes, más que de la cercanía temporal del proceso, depende del grado de discusión y asimilación ideológica de los conflictos pasados. De manera específica, la contextualización de las comisiones pone en evidencia que en algunos países, como Uruguay, Ecua- dor y Brasil, estas comprenden una actividad de justicia poco difundidas ante la opinión pública, en medio de procesos de cambios políticos más amplios. En cambio, en países como Argentina y Chile, las comisiones jugaron un papel central en la tran- sición política y sus consecuencias fueron más importantes –leyes de reparación, juicios a perpetradores, aunque con castigos más fuertes y cambios más globales en Argentina que en Chile–. En Perú la CVR si bien tuvo protagonismo político y un fuer- te impacto colectivo, su capacidad de generar actividades de reparación y juicios posteriormente se vio limita- da por las resistencias de gobiernos y buena parte de las fuerzas políticas conservadoras, aunque su influencia como documento probatorio en el juicio por crímenes de lesa humani- dad contra el expresidente Alberto Fujimori es innegable. En Paraguay la comisión fue bien evaluada pero tuvo un impacto político limitado, es- pecialmente por la caída del gobierno de Lugo, responsable de su instaura- ción, quien fue depuesto antes de po- der terminar su mandato. En general, una minoría importante, especial- mente en los países donde las comi- siones tuvieron más consecuencias como Argentina, opinaba que estas habían ayudado a cumplir las metas de conocer la verdad, hacer justicia, prevenir nuevas violencias y crear una historia inclusiva. Esta opinión favorable era genérica y no caracte- rizaba solo a los afectados directa o indirectamente por la represión. Po- demos decir que las comisiones tu- vieron un relativo éxito y hacen parte de la cultura política consensual, sin negar que minorías importantes las critican. Entre estas minorías están algunos sectores de víctimas y so- brevivientes para los cuales las comi- siones tenían inicialmente un fuerte sentido, por ejemplo, algunos afec- tados decepcionados por los escasos resultados sociales como en Perú, o por los limitados efectos políticos como en Chile (Páez et al., 2015). 7 © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Capítulo 1 Una opinión favorable sobre las CV se asociaba en general a una me- jor visión del clima emocional y de las instituciones; o mejor dicho, una representación menos negativa de las instituciones y del clima emo- cional, ya que en todos los países se perciben más emociones negativas que positivas, y la evaluación de las instituciones linda con el rechazo. Análisis multivariados basados en una encuesta representativa peruana mostraron que a mayor conocimien- to de la CVR, más rechazo del olvido de pasado y más acuerdo con el cum- plimiento de los objetivos de esta. Además, a mayor acuerdo con las va- riables anteriores, más percepción de clima positivo nacional y más acuer- do con el perdón, confirmando que esta ha actuado como ritual exitoso de mejora del bienestar social, pese a sus limitaciones. El acuerdo en que se lograron los objetivos de verdad, construcción de una memoria inclu- siva, justicia y prevención de la vio- lencia, se asocia coherentemente con una actitud favorable al recuerdo y desfavorable al olvido, así como con mayor acuerdo con el perdón, aun- que se asociaba a mayor percepción de miedo, enojo y tristeza en el clima social. El efecto ambivalente sugiere que mantener la memoria y aprender de hechos traumáticos como la violencia colectiva tienen un coste, aunque el balance es globalmente positivo (Es- pinosa et al., 2016). La percepción de las disculpas oficiales en Paraguay, Chile y Argentina era relativamen- te crítica –una minoría pensaba que eran sinceras y que ayudaban a la reconciliación– aunque al igual que en el caso de las Comisiones, una visión positiva de estas se asocia- ba coon una visión más positiva del clima emocional nacional (Bobowik et al., 2017). Ahora bien, el tamaño del efecto era moderado, alrededor de r = .20, y sugiere que actividades de justicia restaurativa mejoraran la opinión y actitudes del 20% de la po- blación y que es ingenuo pensar en grandes modificaciones. Podemos concluir que las comi- siones y las disculpas restaurativas se asocian con una visión relativamente más positiva de la sociedad, sugirien- do que cumplen su rol positivo de ritual de justicia transicional refor- zando la cohesión social. Los efectos positivos en el clima ocurren porque la participación en actividades de justicia transicional y las disculpas, ayudan a dar sentido y a reacciones positivas de reestructuración del trauma. La participación refuerza la integración social e incrementa la percepción de esperanza y solidari- dad involucrada en un clima emocio- nal positivo. Kanyangara, Philippot, Rime y Yzerbyt (2007) muestran que la participación en tribunales populares posteriores al genocidio en Ruanda refuerza el clima positi- vo (aunque solo entre los acusados en los juicios) a la vez que reduce los estereotipos intergrupales negativos que existen entre las víctimas y los perpetradores e induce una visión más individualizada de los otros. 8 PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos Estudios sistemáticos sobre el im- pacto de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en Sudáfrica (Gib- son, 2004) y sobre la experiencia de los juicios populares, o Gaçaca, en Ruanda (Broneus, 2008), permiten concluir que la participación directa en comisiones y juicios tiene un efec- to ambivalente en los participantes. Por un lado, pueden permitir a las víctimas recuperar dignidad, aumen- tar la sensación de control y eficacia de los participantes, y disminuyen al- gunas emociones negativas en los so- brevivientes, como la vergüenza, así mismo aumentan emociones morales de reparación como la culpa en los perpetradores. Por otro lado, gene- ralmente conllevan un fuerte impac- to emocional asociado al recuerdo del pasado, aumentan las emociones negativas como el enojo, la tristeza y el miedo, tanto entre víctimas como victimarios (Kanyangara, Philippot, Rimé y Yzerbit, 2007; Kanyangara, Páez, Rimé y Yzerbyt 2011). Los es- tudios muestran que el afrontamien- to activo contra la injusticia se asocia con la reactivación de emociones ne- gativas, por lo que se podría hablar de un efecto ambivalente de algunos procesos de justicia transicional a nivel emocional. Estos potenciales efectos negativos dependerán de las condiciones en las cuales se entregan los testimonios, pudiendo también generar un efecto liberador, de alivio e incluso la sensación de realización por la oportunidad de expresarse li- bremente, si se les otorga seguridad, tiempo para expresarse y se respon- de a susnecesidades (Kanyangara, Philippot, Rimé y Yzerbit, 2007). Las actitudes hacia el recuerdo y aprendizaje del pasado eran mayori- tarias, así como el rechazo a olvidar el pasado. En opinión de la mayoría también se rechazaba la posibilidad de perdonar a los perpetradores, y esto no variaba fuertemente según el grado de afectación por la violencia colectiva. Ni olvido ni perdón pare- cen ser una representación política colectiva (Páez et al., 2015). Ahora bien, en el país en que la violencia fue más masiva, Perú, había un grupo importante que estaba de acuerdo con olvidar y este acuerdo caracterizaba a regiones y personas más afectadas por la violencia colec- tiva al contrario de lo que ocurría en los otros países, en los que los afecta- dos insistían más en recordar y no ol- vidar. Encuestas realizadas en Perú, hacen mención que con relación a la actitud hacia el pasado, en las zonas menos afectadas por la violencia exis- te un acuerdo ligeramente mayor con la necesidad de recordar, mientras que en las zonas más afectadas por la violencia, el acuerdo sobre los bene- ficios de olvidar lo sucedido es más consensual (Espinosa et al., 2016). Estudios cualitativos en Lima confir- man que si bien muchas intervencio- nes apuntaban hacia la necesidad de recordar, porque se espera justicia o para aprender, hay un grupo signifi- cativo que apuesta por olvidar. Estos estudios sugieren que se considera mejor no recordar el pasado porque: a) es revivir el miedo, el terror; b) no 9 © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Capítulo 1 vale la pena, no sirve para nada, no va a salir nada beneficioso de recor- dar algo doloroso; c) es mejor pensar hacia delante, no inmovilizarse pen- sando en el pasado y hay que mirar hacia el futuro; y d) es mejor enfati- zar lo positivo (Jara, Tejada y Tovar, 2007). Esto sugiere que violencias masivas, en la que perpetradores y víctimas conviven y las condiciones de dicha convivencia siguen marcan- do sus vidas, orientan la población hacia el olvido como algo más fun- cional al contexto. Destaquemos que en los países con gobiernos “amiga- bles” ante las víctimas (como los de Kirchner y Lugo en el momento de la aplicación de la encuesta) las per- sonas que declararon ser afectadas directa o indirectamente por la vio- lencia percibían más positivamente el clima emocional del país, mientras que países con gobiernos menos sen- sibles, como los de Perú o Chile (con gobiernos de derecha en el momento de la encuesta), las víctimas directas e indirectas tenían una visión más negativa del clima emocional (Páez et al., 2015). Este resultado es impor- tante porque sugiere que no hay mar- ca indeleble del pasado que condena a las víctimas a una visión más ne- gativa del mundo sociopolítico, sino que su actitud depende también de si cuentan con contextos favorables de reconocimiento. Globalmente, los resultados de los estudios revisados sugieren que, para los afectados directos, el impac- to de las comisiones de la verdad es menos intenso que para la población en general. Además, pese al coste emocional colectivo, se ha confirma- do que participar en procesos como las CV tiene efectos positivos, dis- minuyendo la estereotipia o visión simplificada de los grupos en con- flicto y aumentando la cohesión y emociones colectivas positivas (Ka- yangara et al., 2007). La aceptación de una historia o memoria colectiva común del pasado, que supere e in- tegre las visiones diferenciales, es un elemento que refuerza la cohesión social (Gibson, 2004). Creemos que estos procesos son válidos para una realidad como la colombiana actual y esperamos que las actividades de justicia procedimental, restaurativa y distributiva que se lleven a cabo ayu- den a consolidar una cultura de paz y a superar la violencia colectiva. 10 PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos Referencias bibliográficas Arnoso, M., Cárdenas, M., Páez, D. y Beristain, C. (2014). Paraguay: de las violaciones a los Derechos Humanos a la justicia transicional. Salud & Sociedad, 5(1), 98-114. 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Con formación académica complementaria en Psicología Forense, Psicología del Testimonio, Evaluación de violencia sexual, Prueba Pericial, Sistema Acusatorio, entre otros. 3 Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia y Doctor en Ciencia del Comportamiento de la Universidad de Guadalajara. Magíster en Psicología de la Universidad Nacional de Colombia. Resumen El objetivo del presente documento es identificar la necesidad, rele-vancia y pertinencia de la investigación traslacional en el campo de la psicología jurídica. Para tal fin, en primera instancia se des- cribirán los dominios funcionales del conocimiento en la psicología jurídica como disciplina científica y como profesión. Posteriormente, se presentarán algunas concepciones en torno a la dicotomía entre ciencia básica y ciencia aplicada, y algunos modelos de interrelación entre aquellas. Se enfatizará en el modelo de investigación traslacio-nal en el campo de las disciplinas científicas en general y de la psi- cología jurídica en particular, ejemplificando su práctica en algunas experiencias de implementación en los campos de la violencia intra- familiar. Finalmente, se identificarán algunas implicaciones de la investigación traslacional sobre el desarrollo de conocimiento disci- plinar, el impacto en la solución de problemas socialmente relevantes y la formación de profesionales en el campo de la psicología jurídica. Palabras clave: psicología jurídica, ciencia básica y aplicada, in- vestigación traslacional, problemas socialmente valorados. 13 © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Capítulo 2 AbstrAct The purpose of this paper is to clearly identify the need, relevance and relatedness of translational research in the field of legal psy- chology. To this end, in the first instance the functional domains of knowledge in legal psychology as a scientific discipline and as a pro- fession will be described. Subsequently, some conceptions will be pre- sented around the dichotomy between basic and applied science, and some interrelation models between them. It will emphasize about the translational research model in the field of scientific disciplines in general and of legal psychology in particular, exemplifying its prac- tice in some implementation experiences in the fields of domestic violence and substance abuse in teenagers. As a final point, some implications will be identified in the translational research on the development of disciplinary knowledge, the impact on the solution of socially relevant problems and the training of professionals in the field of legal psychology. Key words: legal psychology, basic and applied science, translational research, socially valued problems. Investigación traslacional en psicología jurídica: retos y perspectivas La psicología jurídica se defi-ne como un “área aplicada de la psicología que estudia, de manera interdisciplinar, el comportamien- to humano en relación directa con escenarios regulados jurídicamen- te, propendiendo por la justicia y la dignidad humana” (Posgrados en Psicología Jurídica, Universidad San- to Tomás, 2016). En la tarea de defi- nir qué es la psicología jurídica para precisar su pertinencia, límites y al- cances, varios autores han aportado desde sus particulares reflexiones. Unas han sido producto de la revisión teórica, otras desde la experiencia y otras tantas desde las necesidades que los mismos contextos demandan de la labor y aporte del psicólogo. En ese continuo histórico se pue- de precisar que desde las primeras décadas del siglo XX, autores como Mira y López (1932), a través de sus publicaciones empezaron a llamar la atención sobre la naciente área apli- cada de la psicología, y a partir de ahí desde diferentes posturas e incluso denominaciones, se vienen aunando 14 PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos esfuerzos aún inagotables por llegar a tener precisión frente a lo que se en- tiende por psicología jurídica. La diversidad de términos utiliza- dos para denominar el objeto de estu- dio de esta área ha llamado la atención de autores como Gutiérrez de Piñeres (2010) quien tras una revisión y re- flexión frente al punto, advierte que la utilización del término psicología jurí- dica (a diferencia del uso de términos como psicología y ley, psicología judi- cial, psicología aplicada a los tribuna- les, psicología criminal, entre otros) “permitiría un campo de acción más amplio y menos dependiente, deli- mitado y definido por el derecho” (p. 232). Sin embargo, partiendo del presupuesto de que lo “jurídico” hace referencia a lo “que atañe al derecho o se ajusta a él” (Real Academia de la Lengua Española – RAE, 2017) y que este a su vez es un “conjunto de prin- cipios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regu- lan las relaciones humanas en toda so- ciedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera coactiva” (RAE, 2017), o como lo plantea Noguera (2008) precisando una definición desde consideraciones ontológicas y deontológicas, se tiene que el derecho es el: “ordenamiento de la vida social, desde el punto de vista de la justicia, expresado en un conjunto de normas, con miras a realizar el bien común” (p. 27); no resulta posible hablar de psicología jurídica sin establecer su relación con el derecho. Así, se puede apreciar cómo en- tre la psicología y el derecho se cons- truye una interesante intersección disciplinar, en donde una de ellas tie- ne como intención la comprensión y explicación del comportamiento hu- mano, mientras que la otra se intere- sa por la regulación de las relaciones humanas con el fin de un ordena- miento de la vida social basado en el principio de justicia; ¿cómo suponer la una sin la otra? La psicología jurídica en opinión de los autores, es una interdisciplina que surge como área aplicada de la psicología y que tiene como objeto de estudio los fenómenos frontera y problemas socialmente valorados, que atañen a la relación entre psicología y derecho, estando su interés particular en el comportamiento humano regu- lado por la norma, con el fin de favore- cer y aportar a una mejor justicia. Pero si es una psicología aplicada ¿qué es lo que aplica? ¿cómo se aplica? y ¿qué implicaciones tiene su aplicación?. La mayoría de los autores en psi- cología jurídica han coincidido en plantear la organización de la misma a partir de campos de aplicación, de acción o sub-áreas (Clemente, 1998; Garrido, Masip y Herrero, 2006; Mo- rales y García, 2010; Tapias y Her- nández, 2011, entre otros); así como las organizaciones y cuerpos colegia- dos más representativos del gremio: American Psychological Association (APA), Colegio Oficial de Psicólogos de España (COP) y el Colegio Co- lombiano de Psicólogos (COLPSIC), entre otros, los cuales a su vez han planteado perfiles y funciones de quienes ejercen la psicología jurídica. 15 © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Capítulo 2 Para el caso específico de Co- lombia, se pueden precisar que los campos de aplicación de la psicolo- gía jurídica son: psicología jurídica aplicada a la victimología, psicología jurídica aplicada a la criminología, psicología del testimonio, psicolo- gía forense, psicología penitenciaria y psicología aplicada a los Mecanis- mos Alternativos de Resolución de Conflictos (MASC); dejando clari- dad en que el interés por aportar en la creación y evolución de la norma (en palabras de Clemente, 1998) o como lo plantean Morales y García (2010) en la subárea denominada normativa o de atribución, es lo más anhelado, siendo abordada a través de la investigación con la pretensión de que la brecha entre la academia y la función pública legislativa sea cada vez más estrecha, esperando que to- dos los sectores del Estado motiva- dos a estructurar proyectos de ley, se permeen por lo que la investigación y la academia tienen por aportar al problema socialmente relevante en cuestión. Teniendo en cuenta lo anterior, resaltan dos aspectos fundamentales en torno a la delimitación de los do- minios de conocimiento concernien- tes al campo de la psicología jurídica: a) el carácter aplicado de este campo de conocimiento; dado que sus obje- tos de estudio al ubicarse en proble- mas sociales concretos, requieren de las categorías teóricas, conceptuales y metodológicas de disciplinas cien- tíficas que aborden fenómenos re- lacionados con el comportamiento humano regulado normativamente, con el fin de comprenderlos e inter- venirlos; y b) su participación en un concurso interdisciplinar necesario para abordar tales realidades concre- tas, debido a que estas comprenden fenómenos con múltiples dimensio- nes políticas, económicas, culturales, sociales, psicológicas,etc. Algunos de los problemas social- mente valorados más destacados en psicología jurídica, que a su vez se pueden ajustar a uno o varios de los campos de aplicación arriba mencio- nados, son: la conducta delictiva, la violencia de pareja, el riesgo de rein- cidencia, la victimización secundaria, la efectividad de los programas de tratamiento penitenciario, la aprecia- ción de la prueba pericial, la conci- liación como mecanismo alternativo de solución de conflictos, la justicia restaurativa, entre muchos otros, que como ya se ha planteado deben ser abordados desde diferentes perspec- tivas disciplinares y científicas; y en donde sin lugar a dudas la psicología tiene mucho que aportar. Pero este aporte no debe darse en vacío o sin fundamento, Clemente (2012), plan- teando las funciones de la psicología jurídica, indica que es tarea de esta aplicar los principios resultantes del conocimiento científico a la regula- ción de la vida social, fin primigenio del derecho; y que por tal razón tanto la psicología como el derecho deben ser conscientes de las “ventajas de la colaboración”. Particularmente ad- vierte: “…tanto los procesos básicos del comportamiento humano como 16 PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos las estructuras que pueden explicar su conducta se convierten en claves explicativas importantes a la hora de crear la ley…” (p. 100). Así las cosas, es preciso para la psicología jurídica reconocer y apropiarse de su papel como ciencia aplicada; que necesita de la ciencia básica para estructurarse como un interlocutor válido, argumentado, responsable y ético frente a los pro- blemas socialmente valorados que comparte, entre otras disciplinas, con el derecho. Ciencia básica, ciencia aplicada e investigación traslacional Históricamente se ha resaltado una doble naturaleza en los dominios del conocimiento y la práctica en psi- cología (Anderson, Lindsay y Bush- man, 1999; Baer, 1978; Gutiérrez, 2010; Mustaca, 2014; Ribes, 2009, 2010), a saber, la distinción entre el conocimiento de tipo analítico-dis- ciplinar y el conocimiento de orden sintético-tecnológico, o en otras pa- labras, la diferencia entre lo que se ha denominado como psicología básica y psicología aplicada. Esta doble na- turaleza supone diferencias de orden ontológico, epistemológico y meto- dológico en torno a la definición, de qué se estudia, cómo se estudia (in- vestiga, aplica y practica), por qué y para qué, y sus implicaciones sobre la generación, transferencia y aplica- ción del conocimiento psicológico. La distinción entre el conocimien- to básico y aplicado ha sido transver- sal a múltiples disciplinas científicas a lo largo de la historia y principalmen- te en los periodos de posguerra del si- glo XX, en los cuales se hizo explícito un encargo de responsabilidad social a las disciplinas científicas sobre la so- lución de problemas socialmente va- lorados (Albee, 2000). Stokes (1997) describe que la cualidad definitoria de la investiga- ción básica es la generación de un cuerpo de conocimiento amplio que permita explicar y comprender los fenómenos en un área específica de la ciencia, lo cual concuerda a su vez con la definición de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, según la cual la inves- tigación básica se refiere al “traba- jo teórico y experimental dirigido primordialmente a adquirir nuevo conocimiento acerca de los funda- mentos subyacentes a los fenómenos y hechos observables sin el propósi- to intencional de aplicación o uso en particular” (OECD, 1994, p. 68). Asi- mismo, Stokes (1997) enfatiza que la investigación básica busca extender el área de comprensión fundamental, mientras que la investigación aplica- da se dirige hacia un individuo, gru- po o sociedad que requiera su uso. Con base en lo expuesto por Stokes (1997) y la OECD (1994), es posible identificar esta misma distinción (conocimiento básico vs. aplicado) en la propia definición que ofrece el diccionario de psicología de la APA (VandenBos, 2007) al propo- ner la psicología como una disciplina científica que comprende múltiples 17 © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Capítulo 2 campos principales de investigación básica (e.g., experimental, biológi- ca, cognitiva, ciclo vital, personali- dad, social, entre otras), así como varias subáreas de investigación y aplicación psicológica (e.g., clíni- ca, organizacional, educativa, salud, neuropsicología, entre otras). Adicionalmente, esta definición resalta que la práctica psicológica involucra el uso y aplicación de co- nocimiento psicológico con el fin de comprender y tratar disfunciones en los dominios emocionales, físicos, sociales y de salud mental, y mejorar el comportamiento en diversos en- tornos de la actividad humana (e.g., escuela, trabajo, familia, juzgados, escenarios deportivos, etc.). Según lo anterior, se evidencia una diferencia conceptual entre la in- vestigación básica y aplicada en tér- minos de los objetivos que cada una de ellas persigue, tanto en las disci- plinas científicas en general como en el caso particular de la psicología; sin embargo, la relación uni o bidirec- cional que pueda establecerse entre estas dos formas de investigación ha adoptado distintas formas, a saber, como diseños de interacción (Parke, 1979), como confluencias metodo- lógicas (Novak, 1996), como prácti- cas basadas en evidencia (Mustaca, 2014), como investigación básica inspirada en su uso (IBIU) (Stokes, 1997), o como investigación trasla- cional o de traducción (IT) (Butler, 2008; Woolf, 2008), entre otras. El modelo de Investigación Tras- lacional (IT) se define como una for- ma de indagación empírica y teórica basada en la traducción de conoci- miento, principios y metodologías de la investigación básica para su uso en la investigación aplicada a la solución de problemas socialmente valorados y al desarrollo tecnológico (Breckler, 2006; Escobar, 2012). Al respecto, Clay (2011) destaca como característica fundamental de la IT, su bidireccionalidad, de tal forma que la investigación básica ofrezca información útil para el desarrollo e innovación de estrategias efectivas de intervención en contextos prácti- cos, y la investigación aplicada ofrez- ca información útil sobre cuestiones empíricas y teóricas de tipo analíti- co-disciplinar, aún no exploradas sis- temáticamente. Mace (1994) afirma que en el caso de la psicología, actualmente la investigación aplicada se basa cada vez menos en los principios encon- trados en el laboratorio, y que la in- vestigación básica está perdiendo gradualmente su relevancia práctica e impacto social, dado su carácter abstracto. Según Critchfield (2011) Neuringer (2011) y Poling (2010), el desarrollo de la IT podría reducir la brecha actual entre investigación psicológica básica y aplicada, a través de varias estrategias: a) un compro- miso por parte de los investigadores básicos para promover la traslación, seleccionando preguntas de investi- gación que apunten directamente a problemas socialmente relevantes; b) un compromiso de los investiga- dores aplicados por soportar teórica 18 PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos y empíricamente sus estrategias de intervención; c) que los programas de formación gradual y posgradual apunten a desarrollar investigado- res de corte traslacional; y d) pro- moviendo la traslación o traducción entre los distintos lenguajes técnicos, marcos conceptuales y metodologías correspondientes a los subcampos de la psicología básica y aplicada. Tanto la noción de IBIU, como la de IT, ha permeado la política públi- ca relacionada con la administración de la investigación científica en dife- rentes países. Por ejemplo, la Funda- ción Nacional para la Ciencia Suiza (SNSF por sus siglas en inglés) ha adoptado el modelo de IBIU, como uno de sus ejes enel plan de acción 2013-2016 (SNSF, 2013). En Estados Unidos, el Instituto Nacional de Sa- lud y el Instituto Nacional de Salud Mental (NIH y NIMH por sus siglas en inglés, respectivamente) crearon en el año 2004 dos divisiones de in- vestigación enfocadas en IT: La Divi- sión de Investigación Traslacional y Desarrollo de Tratamientos en Adul- tos y la División de Investigación Traslacional del Desarrollo (Clay, 2011). Cabe resaltar que en los dos ejemplos expuestos, se enfatiza en la investigación de tipo inter y trans- disciplinar en la solución de proble- mas socialmente valorados, debido a que aquellos se caracterizan por fenómenos complejos que compren- den dimensiones correspondientes a diferentes disciplinas científicas y cuyo abordaje trasciende a cualquier disciplina particular. Psicología jurídica e Investigación traslacional Tradicionalmente, el desarrollo de la IT se ha dado en el campo de las ciencias médicas y de la salud, y en menor medida en el campo de las ciencias sociales, la psicología gene- ral y la psicología jurídica. A nivel nacional, un ejemplo de ello es que se encuentran cinco grupos de inves- tigación sobre IT reconocidos en los resultados de la convocatoria 737 de 2015 del Departamento Administra- tivo de Ciencia, Tecnología e Innova- ción – Colciencias (uno en categoría A1, uno en categoría B y tres en ca- tegoría C), todos en los campos de las ciencias médicas y de la salud; sin embargo, en el Índice Bibliográfico Nacional – Publindex, no se encuen- tra ninguna revista especializada en IT. De igual forma, ninguna agremia- ción formal de psicólogos, contempla el modelo IT como campo de inves- tigación y desarrollo en sí mismo, o como un modelo de investigación en alguno de sus campos ya existentes. A nivel internacional, en Scimago Journal Rank para el periodo 2016 se encuentran 44 revistas sobre investi- gación traslacional (36,4% en cuartil 1; 25% en cuartil 2; 18,2% en cuartil 3; y 20,4% en cuartil 4), pero ninguna en psicología o en algún campo de las ciencias sociales. A pesar de esto, en lo que concierne particularmente a la psicología jurídica, la Sociedad Ame- ricana de Psicología y Ley (2017) -correspondiente a la División 41 de la APA-, propone en su visión: sobre- 19 © E d it o ri al E l M an u al M o d er n o • F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o Capítulo 2 salir como una organización valiosa, eficaz e influyente que avanza en la generación de conocimiento acerca de la relación entre psicología y ley y en su traslación en la práctica y la política pública. Asimismo, el Instituto Nacional de Justicia de Estados Unidos (NIJ, por sus siglas en inglés), al describir el campo de la Criminología Trasla- cional plantea que “si queremos pre- venir, reducir y manejar el crimen, debemos ser capaces de traducir los descubrimientos científicos, en po- líticas y prácticas” (Laub, 2011, p. 17). La idea central de este campo, es romper la barrera entre la investi- gación básica y la investigación apli- cada, creando dinámicas de interface que permitan conocer por qué ciertas estrategias de intervención sobre el comportamiento criminal funcionan y cómo implementar dicha evidencia en condiciones del contexto real. En Europa, el Comité Permanen- te para las Ciencias Sociales (2013) plantea en el marco de la prevención de violencia juvenil, un conjunto de nueve recomendaciones para que la investigación en temas de política pú- blica en Europa, pueda contribuir a la reducción de bullying y violencia ju- venil. Dentro de ellas, mencionan que hay falta de estudios longitudinales dirigidos a estimar la efectividad de las intervenciones transdisciplinares de prevención de violencia, que per- mitan a las entidades gubernamenta- les estimar sus efectos en condiciones del contexto real. Finalizan puntuali- zando que tal evidencia se puede so- portar con estudios longitudinales de campo a gran escala y con investiga- ción traslacional en programas, polí- ticas públicas e intervenciones que puedan ser insertadas efectivamente en los servicios ofrecidos en los con- textos naturales de las problemáticas de violencia juvenil (p. 14). En relación con la implemen- tación de la IT en el campo de la psicología jurídica, se expone a con- tinuación una propuesta que ofrece herramientas para identificar la im- portancia del desarrollo de este tipo de investigación. Heyman y Smith (2009) propo- nen un modelo de IT compuesto por seis fases, implementado en el estu- dio de la violencia familiar. Parten del hecho de que en la actualidad, la investigación empírica sobre es- trategias de intervención, específi- camente en el abordaje del maltrato familiar, está desconectada de la in- vestigación básica acerca de los prin- cipios, mecanismos y procesos que explican tales fenómenos. El modelo de IT que proponen, está constituido de la siguiente mane- ra: Fase 1. Descripción. Su objetivo es la adopción de paradigmas de in- vestigación básica, así como el desa- rrollo de definiciones operacionales y herramientas de medida útiles para la indagación científica, que permita identificar las relaciones entre varia- bles y parámetros relevantes en la ex- plicación de los fenómenos de interés. Fase 2. Etiología. Se busca identificar los factores causales y de manteni- miento implicados en los problemas 20 PSICOLOGÍA JURÍDICA – Herramientas y desafíos bajo estudio (e.g., factores de riesgo y protectores, rutas y causas). Fase 3. Eficacia. Consiste en someter los tratamientos, técnicas y procedimien- tos de intervención, a pruebas cuida- dosamente controladas con el fin de estimar su capacidad para producir los resultados esperados. Fase 4. Efec- tividad. Está fundamentalmente rela- cionada con poner a prueba la validez externa de las intervenciones, en los contextos naturales de ocurrencia de los fenómenos bajo escrutinio. Fase 5. Diseminación. Tiene como ob- jetivo divulgar en la comunidad de profesionales y de beneficiarios, el conocimiento sobre la eficacia y efec- tividad de las intervenciones, con el fin de persuadirlos acerca de su uso. Fase 6. Implementación y manteni- miento. Principalmente se indaga por los factores que contribuyen con la adopción de intervenciones empírica y teóricamente soportadas, así como con el mantenimiento del uso de las intervenciones, contemplando las cualidades idiosincráticas de las po- blaciones, sus ambientes y los profe- sionales. Adicionalmente, los autores pro- ponen un puente traslacional entre las fases 1 y 2, denominadas fases de descubrimiento, y las fases 3 y 4, denominadas fases de prueba de intervención. Se propone que dicho puente es esencialmente bidirec- cional, cuyo propósito es tomar el conocimiento obtenido en la investi- gación básica y usarlo para el diseño de intervenciones eficaces, así como tomar los hallazgos de intervencio- nes eficaces y aislar los mecanismos que producen los resultados exitosos y no exitosos. Finalmente, los auto- res mencionan ocho áreas básicas en las cuales es necesario el trabajo en IT para abordar los fenómenos rela- cionados con la violencia familiar: a) influencias genéticas, b) cerebro y sistema nervioso, c) psicopatología del desarrollo, d) planeación y auto- matización del comportamiento, e) regulación emocional, f) cognición social, g) aprendizaje y comporta- miento, y h) agresión. De esta manera, se espera que los psicólogos jurídicos encuentren en la IT un modelo apropiado para desa- rrollar sus investigaciones, y que los resultados de estas investigaciones sean los más favorecidos en la con- sulta y apropiación de sus hallazgos para clarificar la dimensión psicoló- gica de aquellas realidades concretas que esperan el aporte legítimo de esta interdisciplina. Por ello, se espera que en la formación de psicólogos jurídi- cos se promueva y se potencialice la IT como estrategia transversal en los procesos de enseñanza
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