Felicidad y bienestar

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FELICIDAD Y BIENESTAR
Lauren Lucía Negrette Maussa
“Quizás la clave para ser realmente libre sea, reír cuando puedes y llorar cuando lo necesites”. – El Chojín.
El término felicidad ha tenido definiciones y enfoques diferentes a lo largo del tiempo, para algunos es simplemente una palabra y se representa con simplemente sonreír o reír en determinado momento, para otros es mucho más profundo que eso. La RAE la ha definido de tres formas:
1. “f. Estado de grata satisfacción espiritual y física.”
2. “f. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz. Mi familia es mi felicidad.”
3. “f. Ausencia de inconvenientes o tropiezos. Viajar con felicidad.”
El bienestar, por su lado, tiene su definición implícita en su nombre, es ese estado de estar bien, pero que debe ser así en todos los ámbitos de la vida, social, personal, físico, emocional, familiar, laboral, etc. Porque el bienestar es eso, es encontrar un equilibrio en ciertos aspectos de la vida, es conectar cuerpo y mente y lograr una estabilidad perfecta entre ambos. Definido por la RAE de tres formas:
1. “m. Conjunto de las cosas necesarias para vivir bien.”
2. “m. Vida holgada o abastecida de cuanto conduce a pasarlo bien y con tranquilidad.”
3. “m. Estado de la persona en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica.”
Entonces, ¿qué tiene que ver la felicidad con el bienestar?, ¿son lo mismo o simplemente son similares? Ambos son conceptos subjetivos, eso tienen en común, el bienestar o estabilidad puede encontrarse en cosas materiales, personas, situaciones, momentos, lugares, etc. Y es eso, lo que, al brindarnos estabilidad, nos genera bienestar, y es este mismo bienestar el que nos lleva a alcanzar ese estado de felicidad.
La plenitud, la familia, la sana convivencia, las no carencias, los amigos, la pareja, el agradecimiento, lo poco y lo mucho, la satisfacción personal, la tranquilidad, la salud, la paz, entre otros, son las definiciones que muchas veces encontramos de felicidad y bienestar, pero también pueden ser cosas más materiales como las buenas notas, poder comprar ropa, el trabajo, los alimentos, las bebidas, los lujos, los detalles, etc. Y en ambos casos está bien, porque en el mundo todos tenemos conceptos diferentes, experiencias diferentes que nos llevan a hacerle otro hueco a la pared para ver las cosas desde un ángulo diferente.
Al principio, la frase de El Chojín, un cantante, demuestra que la vida trata de equilibrios, de reír cada que se pueda porque eso es importante, eso te da vida, eso te abre puertas, eso te despeja, eso te ayuda, eso te sana, pero también se trata de llorar de vez en cuando, porque eso también es importante, también da vida, libera, ayuda y, sobre todo, también sana. Cuando uno logra comprender eso, que la vida tiene que tener lo bueno y lo malo porque si no sería muy simple, es más sencillo el proceso de buscar esa estabilidad, ese bienestar, esa felicidad que tanto se anhela, que muchas veces se tiene y no se ve, que otras se tiene y se ve, pero no se valora, que en algunos casos ni siquiera existe.
Esa felicidad se construye cada día, de la mano con el bienestar. Cuando esa conexión, cuerpo-mente existe, en donde hay una estabilidad no sólo emocional si no física, es decir, de salud, donde la persona se siente bien consigo mismo físicamente y también siente que no tiene nada que lo perturbe, nada que robe tranquilidad y paz como lo mencionaba antes, es cuando empezamos a hablar de que hay un bienestar, de que esa persona, tú, yo, está bien, se siente pleno, y consecuentemente a esto, está feliz. Feliz no porque sonríe, porque no todo lo que brilla es oro, la felicidad va más allá de una sonrisa o de un momento de carcajadas, pero, si esa sonrisa o ese momento sucede cuando la persona se siente plena consigo misma, en un equilibrio perfecto, entonces sí podríamos decir que cuando realiza una de esas dos acciones, existe felicidad.
Ahora bien, para alcanzar un bienestar no sólo es importante la conexión cuerpo-mente, hay un factor muy importante que es bastante influyente para alcanzar o no la felicidad, y es el entorno.
En el mundo, a pesar de ser seres individuales con pensamientos propios, se convive con millones de personas, muchas de ellas te brindan estabilidad y otras tantas te la quitan; encontrar personas que te brinden eso, es un gran paso en la búsqueda de la felicidad ya que son esas personas externas las que, dependiendo de la estabilidad emocional y mental propia, pueden impulsarte a conseguir la felicidad o atarte tan fuerte que no logres ni pensar en que puede existir.
Entonces, felicidad la definiría como: Estado que una persona logra alcanzar cuando tiene un bienestar. Y bienestar, lo definiría como: Estado que una persona consigue cuando encuentra una estabilidad, cuerpo-mente-entorno, completa en su vida.
La felicidad no es imposible de conseguir, ella está ahí, existe, sólo que nos centramos tanto en lo mínimo que no logramos ese equilibrio, ese bienestar y por ende, no vemos que somos y que podemos ser felices.
“Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.” – Voltaire.