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LEÍSMO, LAÍSMO, LOÍSMO

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Laísmo, Leísmo, Loísmo 
 
Mayelyn E. Mantilla Manzaba 
 
Facultad de Ciencias Administrativas, Universidad de Guayaquil 
 
VE – 19: Lenguaje y Comunicación, Desarrollo del Proyecto de Vida y 
Participación Ciudadana 
 
 
Ing. Aracelly Cruz Burgos 
 
 
25 De Agosto de 2021 
 
 
 
 
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Introducción 
En varios lugares de habla hispana, existen las incorrecciones del lenguaje habituales como 
son el Leísmo, laísmo, loísmo. Son incorrecciones de la lengua que varios no comprenden del todo 
bien y que inclusive se aplican como habituales en el habla de ciertos países del ámbito hispano, por 
diferentes motivos. 
La norma procede del latín y, en última instancia, se refiere a los complementos directo e 
indirecto de la oración en castellano 
En el presente documento se mostrará la respectiva indagación sobre estos tipos de 
incorrecciones del lenguaje que son presentes en el habla hispana, con el fin de que conozcamos y 
tengamos en cuenta el tipo de influencia que tienen estas incorrecciones al momento de hablar y 
cómo podemos evitar usar el leísmo laísmo y loísmo en nuestro hablar. 
 
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Laísmo 
El laísmo es, en español, el uso de los pronombres personales de objeto directo femenino 
«la» y «las» como objeto indirecto para referentes femeninos, en lugar de las formas estándar «le» y 
«les». De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), siguiendo las reglas de la etimología 
corresponde que asuman la función de complemento indirecto femenino los pronombres le y les. El 
uso de la y las, en este marco, resulta antietimológico. 
Se cree que el laísmo surgió en la Edad Media en la zona de Castilla. En la actualidad varios 
dialectos del español lo siguen empleando, sobre todo en Castilla y León, Cantabria y Extremadura. 
Ejemplo: 
Supongamos que alguien quiere comentar que le obsequió una muñeca a su sobrina. Esta 
persona debería indicar: “Le regalé una muñeca a mi sobrina”. Sin embargo, si incurre en el laísmo, 
se expresará de este modo: “La regalé una muñeca a mi sobrina”. 
 “A mi madre la gusta el ballet” 
 “La solicité que se retirara del bar, pero la chica no me hizo caso” 
 “La pregunté qué le ocurría y empezó a llorar”. 
Otro verbo que con bastante frecuencia se complementa incorrectamente con el pronombre 
personal la es ver. Cuando lo usamos en referencia a una persona a la que vemos, es correcto usar la 
o lo: «Ayer por la tarde la vi en la plaza del centro». Sin embargo, si queremos hacer referencia a una 
parte de su cuerpo o a una de sus pertenencias, entonces lo correcto es recurrir a le: «Le vi la cara al 
pasar y no la reconocí» 
Con algunos verbos se puede dar una situación en la que no se entienda el sentido de la 
oración a menos que sepamos si el hablante está incurriendo en laísmo. Un ejemplo muy claro 
sucede con el verbo pegar: «La pegó» puede significar que el sujeto golpeó a otra persona o bien 
que adhirió un objeto a otro. 
Más ejemplo de laísmo: 
 A mi hermana no la gusta el chocolate 
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 La compré un regalo de cumpleaños 
 A las amigas de mi hija las dije que hoy no podía ir a jugar con ellas 
 La di un beso de despedida 
 La dijeron que ya se había cerrado la tienda 
 Cuando me tranquilicé la pedí disculpas a mi madre 
 La pegaba a la pelota 
 
 
 
Leísmo 
La noción de leísmo se utiliza en el ámbito de la gramática para aludir al reemplazo de los 
pronombres personales “lo”, “los”, “la” y “las” por las formas “le” y “les” en el complemento directo. 
Se trata de una característica del modo de expresión de ciertas regiones, aunque no siempre se 
considera correcto desde el punto de vista gramatical. 
Ejemplo: 
“Ramón lo ha golpeado / Ramón le ha golpeado” 
“Ya lo he escuchado a Juan / Ya le he escuchado a Juan” 
“A tu padre lo veo muy animado / A tu padre le veo muy animado” 
La norma culta del castellano indica que, para realizar la sustitución de manera adecuada, se 
debe atender la función sintáctica desarrollada por el pronombre. También hay que considerar el 
número y el género gramatical de la palabra referida. 
Lo correcto según el ámbito académico es usar las formas “lo” y “los” para el género 
masculino y “la” y “las” para el género femenino siempre que el pronombre actúe como 
complemento directo. 
Si el pronombre se desempeña como complemento indirecto, en tanto, hay que utilizar las 
formas “le” y “les” más allá del género: 
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“Le comenté al jefe que mañana no voy a venir a trabajar” 
“Anoche le conté un cuento a mi sobrino” 
“Les pedí a mis padres que me acompañen al médico”. 
Es importante conocer, además, que hay varios tipos de leísmo, entre los que podemos 
destacar los siguientes: 
-El leísmo de contacto que consiste, fundamentalmente, en la utilización del “le” para 
sustituir a todos los pronombres tanto de dativo como de acusativo. 
-El leísmo de cortesía, que es uno de los más utilizados. Consiste en usar el pronombre 
dativo para concordar con el ‘usted’. 
No obstante, además de esos dos, también se puede hablar del leísmo aparente. 
Veamos más ejemplos de leísmo: 
 Me gustó el televisor, así que le compré (incorrecto) 
 Me gustó el televisor, así que lo compré (correcto) 
 Después de entrevistar a María y Eva, les contraté (incorrecto) 
 Después de entrevistar a María y Eva, las contraté (correcto) 
 A mis hijos les quiero mucho (incorrecto) 
 A mis hijos los quiero mucho (correcto) 
Algunos leísmos aceptados (masculino singular): 
 A tu hermano le veo muy contento (leísmo aceptado) 
 A tu hermano lo veo muy contento (correcto) 
No siempre es fácil saber si un pronombre está siendo usado como complemento directo o 
indirecto. 
 
 
 
 
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Loísmo 
La idea de loísmo se emplea en la gramática para nombrar a la utilización de las formas “los” 
y “lo” del pronombre átono en lugar de “les” y “le” para el complemento indirecto masculino de 
cosa o de persona. Esta característica aparece en determinadas variantes del castellano. 
“Le” (y el plural “les”) son pronombres personales que suelen representar el objeto 
indirecto, mientras que “lo” (y “los”) se usan generalmente para el objeto directo cuando no hay 
loísmo. 
El loísmo surge a partir de un empleo antietimológico de los pronombres átonos 
correspondientes a la tercera persona. 
Ejemplo: 
 Según las normas gramaticales, la expresión “Los pedí que se quedaran en silencio” es 
incorrecta, ya que lo adecuado sería “Les pedí que se quedaran en silencio”. 
“Los estudiantes de la clase de 4º se quedaron petrificados cuando el profesor los dijo que 
tenían examen sorpresa”. Esta frase es claramente un loísmo y es que lo correcto sería decir: “Los 
estudiantes de la clase de 4º se quedaron petrificados cuando el profesor les dijo que tenían examen 
sorpresa”. 
“A Manuel no lo gustó el plan que le propuso su chica para el fin de semana”. Sin loísmo lo 
correcto sería: “A Manuel no le gustó el plan que le propuso su chica para el fin de semana”. 
 
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Conclusión 
De acuerdo a todo lo previsto en el presente documento podemos destacar la importancia 
de conocer los errores presentes en el vocabulario de muchos hispanos que pueden ser evitados o 
simplemente se habla de esa forma por influencia de su cultura o por la falta de conocimiento con 
respecto a cómo se debe emplear correctamente los pronombres en tercera persona. 
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Bibliografía 
Pérez J, Gardey A. (2020) Definición de laísmo, https://definicion.de/laismo/ 
Pérez J, Merino M. (2018) Definición de leísmo, https://definicion.de/leismo/ 
Pérez J, Merino M. (2018) Definición de loísmo, https://definicion.de/loismo/ 
Escribien.com. Laísmo, Leísmo y Loísmo Guía con ejemplos. 
https://escribien.com/gramatica/laismo-leismo-loismo/ 
 
 
 
https://definicion.de/leismo/

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