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Resolución DE CONFLICTOS El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Unidad didáctica Subdirección de Proyección Institucional -ESAP- P ho to b y E m iliano V itto rio si o n U nsp lash ESAP ha verificado, hasta donde es posible, que el contenido de los enlaces web citados y presentados en este curso sean verídicos y que correspondan; sin embargo, y debido a la naturaleza dinámica de internet, ESAP no puede responsabilizarse por el correcto y adecuado funcionamiento de los mismos. Las imágenes de este documento han sido compradas a través de: https://es.123rf.com/ Escuela Superior de Administración Pública ESAP Unidad didáctica El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Autora Rocío Del Pilar Marín Equipo de virtualización Dirección de Capacitación ESAP. Corrección de estilo, acompañamiento pedagógico, diseño instruccional, diseño grá ico y virtualización. Fecha última revisión Abril 2023 Contenido Resumen de la unidad didáctica ................................................................................................ 4 Palabras clave ............................................................................................................................ 5 Competencia .............................................................................................................................. 5 Tema 1. Generalidades del conflicto y del posconflicto colombiano 6 Tema 2. De una cultura de violencia a una cultura de paz 16 Glosario .................................................................................................................................... 22 Lista de referencias .................................................................................................................. 23 Resolución DE CONFLICTOS 4 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Resumen de la unidad didáctica La firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-EP en noviembre del 2016, dio lugar a que se hablara de posconflicto en el país. Sin embargo, no es la primera vez que se habla de posconflicto o que se consi- dera estar inmersos en dicha condición, puesto que ya se había hablado de una Colombia de posconflicto, por ejem- plo, al proferirse la Constitución Política de 1991 o cuando se expidió la Ley de Justicia y Paz. El posconflicto no solo se relaciona con la terminación de un conflicto armado sea este internacional o de carácter interno, sino que también hace referencia a la etapa de re- construcción social, política y económica que debe reali- zarse una vez terminan las confrontaciones armadas, pero más importante aun, se relaciona con la actividades que hay que llevar a cabo para la consolidación de la paz y la consecución de la reconciliación entre todos los miembros y sectores afectados por el conflicto. Así, la presente unidad contempla dos te- mas. El primero, relacionado con el con- texto del conflicto colombiano y el paso a la etapa de posconflicto, para lo cual se define este último, sus características y elementos. El segundo tema es el relacionado con la transformación de la cultura de violencia en cultura de paz, en la medida que toda so- ciedad que transita por el posconflicto debe reconstruir sus valores y forma de interac- ción ciudadana que, debido a la prolonga- da exposición al conflicto y diversas formas de violencia, terminaron incorporando esta última en su quehacer cotidiano. Resolución DE CONFLICTOS 5 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Palabras clave • Convivencia ciudadana • Conflicto • Paz • Posconflicto • Reconciliación Competencia Comprender la importancia del cambio de una cultura de violencia a una cultura de paz, como consecuencia del posconflicto, para proponer acciones conducentes a la efectividad de la convivencia pacifica en su entorno vivencial próximo. Resolución DE CONFLICTOS 6 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Tema 1 Generalidades del conflicto y del posconflicto colombiano Como se dejó establecido en la primera unidad del curso, el conflicto es connatural al ser humano, se trata de un fenómeno “implícito en el mismo acto de vivir, que se halla presente en todas las épocas y edades y que afecta de manera importante a la vida de las personas y de las sociedades que estas conforman” (Vinyamata, 1999, p. 7). Resolución DE CONFLICTOS 7 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz De acuerdo con lo anterior, no siempre que se habla de conflicto se debe entender en su lado negativo, puesto que este constituye una oportunidad para el conocimien- to y reconocimiento del ser humano, pues a partir de la conflictividad se pueden construir relaciones, en la medida que “el conflicto, la diversidad y la diferencia son constitu- tivos del orden democrático” (Toro, 2011, p. 23). Sin embargo, en el contexto colombiano, el conflicto sociopolítico vivido a lo largo de siete décadas ha tenido claramente una connotación negativa, que ha traído consigo un número considerable de víc- timas derivadas de las violaciones masi- vas, múltiples y sistemáticas de derechos humanos cometidas por diversos actores del conflicto. “No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla”. Eleanor Roosevelt. Las cifras que evidencian dichas vulneraciones de dere- chos varían dependiendo de la fuente que se consulte, sin embargo, solo a manera de ilustración, se relaciona la información plasmada el 25 de junio del 2016 por la revista Semana cuando indicó que: … el conflicto armado que ha padecido Colombia por más de 50 años ha dejado 1.800 soldados heridos, 1.500 presos militares, 8 millones de víctimas, 3.000 falsos positivos, 2.083 guerrilleros muertos en comba- te, 716 acciones bélicas, 27.023 secuestrados en toda la guerra, 2.000 presos de las Farc y 100.000 desapa- recidos según el Comité Internacional de la Cruz Roja (http://bit.ly/2HPg0U7). Pero, antes de hablar de posconflicto re- sulta pertinente recordar cómo el conflicto marcó por décadas el desarrollo político, social y económico del país, para lo cual se transcribe a continuación una breve, pero concisa caracterización efectuada por Fundación Ideas para la Paz (2017), a propósito de la transición del país hacia una etapa de posconflicto. A finales de la primera década del 2000 Colombia era considerada lite- ralmente un milagro. Hoy es un caso Resolución DE CONFLICTOS 8 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz paradigmático y un laboratorio de políticas públicas a propósito del nexo entre seguridad, desarrollo y paz. Efectivamente, en menos de veinte años nuestro país pasó de ser un “estado fallido” para situarse hoy en la antesala de la OECD. En ese lapso, nuestra tasa de ho- micidios por 100.000 habitantes se redujo de 66 a 24, al tiempo que la pobreza multidimensional cayó de 30,4% a 17,8% y el desempleo pasó de 16,9% a 9,7%. A lo largo de este tránsito las autoridades colombianas han tenido que lidiar con problemas de seguridad de muy distinta naturaleza. En primer lugar, con un conflicto ar- mado interno protagonizado por el Estado, guerrillas de izquierda y paramilitares de extrema derecha, que dejó más de 8 millones de víctimas directas en los últimos treinta años. Este conflicto se ha venido apaciguando, primero con un proceso que llevó a la desmovilización parcial de los grupos paramilitares hace una década, y luego con un momento de inflexión crucial durante el 2016, cuando el Gobierno de Juan Manuel Santos firmó un acuerdo de paz con las FARC, la guerrilla más longe- va y numerosa del hemisferio occidental. El conflicto armado interno se ha superpuesto con dis- tintas manifestaciones de criminalidad común y organi- zada que afectan directamente laseguridad ciudadana. Es bien conocida la descomunal capacidad de daño y de captura institucional que tuvieron los grandes carte- les de la droga en la Colombia de los 80s y 90s. En una guerra sin cuartel, auspiciada por los Estados Unidos, el Estado colombiano logró vencer a estos capos, pero el problema del narcotráfico continuó y hoy seguimos siendo el principal productor de cocaína del mundo. A la vez irrumpió con fuerza la explotación criminal de oro que además de sus im- pactos humanitarios ha tenido efectos ambientales devastadores. Actualmente estamos en un escenario de transición marcado por la salida de las FARC como actor armado predo- minante de una cuarta parte de los municipios del país, la reconfiguración de reductos guerrilleros y de una mul- tiplicidad de organizaciones criminales herederas de los viejos carteles y de los paramilitares. Estos grupos dina- mizan economías ilícitas en muchas regiones del país las cuales son causa y consecuencia de la debilidad del Es- tado a nivel local y representan un enorme reto para asegurar la paz terri- torial (http://bit.ly/2Uag2vt). Resolución DE CONFLICTOS 9 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Así las cosas, resulta ser todo un reto hablar de paz y re- conciliación en una nación como la nuestra, en la que varias generaciones de colombianos hemos crecido bajo la zozo- bra del conflicto, para algunos cercano, para otros lejano, pero en todo caso, con una influencia que ha permeado todas las instancias de nuestra interacción ciudadana al punto de parecernos normal las diferentes formas de vio- lencia que se viven en lo cotidiano: verbal, física, intrafami- liar, psicológica, laboral, escolar, de género, etcétera. Más aun cuando en la actualidad, a poco más de dos años de la firma del Acuerdo Final, se observa una mezcla de es- cepticismo y preocupación de muchos colombianos frente a la forma como se van a aminorar los conflictos en el país. Esto se debe en parte porque no tenemos claro que el Acuerdo de Paz solo buscó la terminación de un conflicto en particular: el vivido con la guerrilla de las Farc-EP. Uno de cientos de miles o incluso millones de conflictos existentes, puesto que se vive en medio de la conflictividad, en una sociedad con raíces en el conflicto, nacida del con- flicto y viviendo en el conflicto. Sin embar- go, en el fondo vivir en, por y para el con- flicto no es un asunto del todo negativo. Por esto, se debe tener claro en qué con- siste el posconflicto y cuáles son sus ele- mentos y características. Lo primero a establecer, es qué se en- tiende por posconflicto. Así, para diversos expertos en el tema, se trata de un “con- cepto multidimensional y multitemporal (o sencillamente impreciso)” (Rettberg, 2003, p. 16), Algo que debe quedar claro desde ya, es que “el posconflicto no es la paz” (Ga- ribay, 2015), pero lo más importante, es que se trata de un proceso de largo pla- zo, que puede tomar varios años e inclu- so lograrse como cambio social y cultural en varias generaciones, que requiere por tanto de un fuerte compromiso institucio- nal, pero también ciudadano. En el ámbito internacional, el concep- to de posconflicto se vincula al informe “Un programa de paz” (1992) elaborado por la Oficina del Secretario General de Naciones Unidas con el fin de desarrollar Resolución DE CONFLICTOS 10 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz actividades de diplomacia preventiva, enfocadas al esta- blecimiento y el mantenimiento de la paz en todos los paí- ses que acababan de salir de una situación de guerra o conflicto –nacional o internacional. Este informe, no define el posconflicto como tal, ni hace mención al mismo, sino que toma el concepto generalizado de “consolidar la paz después de los conflictos” para seña- lar los compromisos y actividades que se deben desarro- llar al interior de los Estados para evitar de una parte, que el conflicto o las hostilidades se reanuden, pero de otra, para hacer frente a los problemas que han aquejado a la población en general y que, por causa del conflicto, fueron dejados de atender por el Estado, entiéndase, problemas económicos, sociales, cultuales, humanitarios, etcétera. Para las Naciones Unidas la consolidación de la paz (de- rivada de una situación de posconflicto o postacuerdo) es un concepto además relacionado con los objetivos de de- sarrollo sostenible1, en particular con la meta número 16 que habla de la consecución de la paz, justicia e institu- ciones sólidas. 1 Los Objetivos de Desarrollo Sostenible fueron proferidos en septiembre del 2015 después de evaluar las metas alcanzadas en los Objetivos del Milenio, y que se proponen 17 nuevas metas para el año 2030, y en el que “líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger al planeta y asegurar la prosperidad para todos como parta de una nueva agenda de desarrollo sostenible” http://bit.ly/2HGzo5m Ahora bien, cabe preguntarse: ¿Cuándo se empieza a hablarse de posconflicto y cuándo de construcción de paz? En esencia, el posconflicto “se inicia con el cese de las hostilidades entre las partes previamente enfrentadas [en tanto que] la construcción de paz prepara el terreno desde mucho antes [a la terminación del conflicto]” (Rettberg, 2003, p. 20). Por esta razón es que en Colombia se ha hablado en más de una ocasión de pos- conflicto, en tanto que solo hasta ahora –en el marco de la firma del Acuerdo Fi- nal- es que se empieza a hablar en el país de consolidación de la paz, mediante la planeación y desarrollo de actividades de construcción y consolidación de la paz que no tienen un término fijo ni una fór- mula única para su aplicación. Resolución DE CONFLICTOS 11 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Como se indicó, en Colombia se ha pasado, en los últimos tiempos, al menos por tres situaciones que se podrían ca- lificar como de “posconflicto”: la Constitución Política de 1991, la Ley 975 del 2005 y la firma del Acuerdo Final. Cla- ro, la experiencia nos ha demostrado que la terminación de todas las formas de violencia no se logra únicamente con la expedición de una nueva Constitución Política o de una ley o con la firma de un acuerdo de paz, puesto que la consecución de una sociedad libre de violencia, con la posibilidad de resolver de forma pacífica sus conflictos, solo se logra a través de un proceso que conlleva tiempo, recursos y esfuerzos institucionales, sociales y personales para su realización efectiva. Así, la Constitución Política de 1991, la Ley 975 del 2005 y más recientemente el Acuerdo de Paz tuvieron como propósito terminar con el conflicto armado, pero ol- vidamos que el propósito de cada una de estas iniciativas, se enmarcó dentro de un contexto político en particular y frente a unos actores armados ilegales igualmen- te particulares: terminar con un conflicto dentro de una compleja realidad conflic- tiva del país. El propósito particular de cada iniciativa, quedó plasmado bien de forma expresa o de forma tácita en cada una de ellas, así: Tabla 1. Instrumentos que han dado por terminado el conflicto en Colombia Constitución Política de 1991 Ley 975 del 2005 Acuerdo de Paz Se dio de forma indirecta, cuando se indi- có en el artículo 13 transitorio que “Dentro de los tres años siguientes a la entrada en vigencia de esta Constitución, el Gobierno podrá dictar las disposiciones que fueren necesarias para facilitar la reinserción de grupos guerrilleros desmovilizados que se encuentren vinculados a un proceso de paz bajo su dirección; para mejorar las condiciones económicas y sociales de las zonas donde ellos estuvieran presentes; y para proveer a la organización territorial, organización y competencia municipal, ser- vicios públicosy funcionamiento e integra- ción de los cuerpos colegiados municipa- les en dichas zonas”. Se plasmó de forma di- recta en el artículo 1º de la norma, cuando señaló que la “presente ley tiene por objeto facilitar los procesos de paz y la re- incorporación individual o colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley, garantizando así los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación”. Se dio de forma indirecta, cuando en la parte introduc- toria del texto del Acuerdo Final se indicó que el objetivo del mismo es “construir una paz estable y duradera, con la participación de todos los colombianos y colombianas… poner fin de una vez y para siempre a los ciclos históricos de violencia y sentar las bases para la paz”. Fuente: elaboración propia a partir de Constitución Política, Ley 975 del 2005 y Acuerdo de Paz Resolución DE CONFLICTOS 12 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz De la lectura de la información de la anterior tabla, se ob- serva que el propósito de terminar con el conflicto armado y conseguir una paz –por demás estable y duradera- no se ha podido materializar o hacer efectivo, puesto que esto dependerá de diversos factores, y que van más allá del cambio de Constitución Política, de la expedición de una ley o de la firma de un Acuerdo de Paz. Por supuesto que esto no basta, es apenas el comienzo, en la medida que el “éxito o el fracaso del post-conflic- to puede depender no solo de lo que se negocia, sino primordialmente de lo que se logra concretar” (Rettberg, 2002, p. 9). Además, para la realización efectiva del derecho y valor supremo de la paz, haría falta tener en cuenta elementos adicionales, como serían entre otros los que se enlistan a continuación. 1. El involucramiento de actores armados que aun se encuentran en la ilegalidad. 2. La puesta en marcha de procesos judiciales en el marco de la justicia transicional en aras de la lograr la verdad, la justicia y la reparación. 3. Una mayor inversión del Estado en infraestructura en las regiones. 4. Un mayor compromiso ciudadano en el proceso de cambio, a través del respeto por las diferencias y re- solviendo de forma pacífica los conflictos. Este último elemento toma fuerza, en la medida que el cambio cultural no opera a manera de imposición desde el Estado hacia el ciudadano, sino desde la toma de consciencia de la necesidad del cam- bio, aprovechando las herramientas que el Estado prodiga y exigiendo de este lo que se necesite para lograr la superación de una problemática que por generacio- nes ha marcado el desarrollo del país. Así las cosas, se puede como nación, en- trar y salir de una situación de poscon- flicto a otra, dependiendo del contexto social, político y económico del momen- to. Solo a través de la adecuada mate- rialización de lo que ya existe plasmado en una norma o en un acuerdo, puede hacer realidad la paz, ya que una nueva Constitución Política (1991), la expedición de una norma, o la firma de un acuerdo de paz, se insiste, no son suficientes, con estos instrumentos recién empieza el Resolución DE CONFLICTOS 13 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz cambio institucional y social, a manera de una “gran tarea de preparar al país para lo que se llama el post conflicto es decir todas aquellas dimensiones nuevas, énfasis nuevos, recursos nuevos, instituciones nuevas y mentalidad nue- va” (https://bit.ly/2Uy70Fj, 2013). No se puede tampoco pretender tomar un modelo de ex- periencia exitosa de posconflicto de otras latitudes y apli- carlo en su integridad al país, puesto que las experiencias internacionales en la terminación de conflictos de diversa índole aun cuando tengan elementos en común como se- rían el tipo o modalidad del conflicto, la forma de su termi- nación o los retos y desafíos que tuvieron que afrontar a posteriori, es claro que todas las experiencias de poscon- flicto son distintas y no se encuentran casos idénticos en el mundo. Estas experiencias sirven solamente de ejemplo al momento de analizar el tema del posconflicto. Es claro que el posconflicto es una etapa en la que no exis- te un agenda particular a seguir o un término específico de duración, lo importante, es tener en cuenta que “prevenir que la violencia se reanude y crear una paz autosostenible son los dos desafíos primordiales a los que se ven enfrentadas las sociedades y los Estados en el con- texto posconflicto” (Abello, 2006, p. 316), desafíos en los que se debe trabajar ar- duamente, pero a distinto nivel, tanto por parte del Estado como de los ciudada- nos, para que “el después de la violencia no se convierta tan fácilmente en el antes de la violencia” (Galtung, 1998, p. 13). Es por esto que, con el posconflicto, sur- ge “la tarea de restaurar la paz [la cual] es más difícil que antes del inicio de la violencia pues, los efectos visibles y no visibles dejados por la misma permane- cen durante un largo período de tiempo” (Hueso, 2000, p. 139), tarea en la que se busca aplicar lo que Galtung (1998) de- nominó las “3Rs” o la reconstrucción, la reconciliación y la resolución tras la vio- lencia, en cuya obra del mismo nombre, señala lo siguiente: La enorme complejidad de los pro- blemas, peligros y oportunidades que emergen de la violencia en general, y de la guerra en particular, ha quedado re- ducida a tres ingredientes: reconstruc- ción (tras la violencia), reconciliación (de Resolución DE CONFLICTOS 14 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz las partes) y, más que nunca, resolución (del conflicto subyacente). Cada uno es un universo en sí mismo con su propia complejidad (p. 109). Como bien lo indica Fisas (2011), “toca reconstruir lo destruido, lo material y lo inmaterial. De ahí que du- rante unos años se hable de etapa de reconstrucción posbélica, en la que hay que trabajar al menos en ocho áreas” (p. 51) las cuales se presentan de forma esquemática en la siguiente figura. Figura 1. Áreas a intervenir durante el posconflicto. Fuente: elaboración propia a partir de Fisas (2011, pp. 51-52). Las áreas así descritas deben tener unos mínimos de intervención del Estado, puesto que pueden ser muchas más las áreas a trabajar durante el posconflicto. Colombia, como todo país que firma un acuerdo Posconflicto Apoyo democratización y modernización del Estado, sectores: * Judicial * Seguridad * Electoral * Educativo Fortalecimiento proceso de paz: * Verificación acuerdos. * Creación Comisionado de paz y Comisiones de la Verdad Desarme, desmovilización y reintegración: * Asistencia. * Capacitación. * Educación. Vigilancia, educación y difusión de los DD. HH. * Fortalecimiento institucional. * Creación tribunales especializados. Desmilitarización: * Desminado. * Reducción FF. MM. - formación excombatientes. Apoyo a retornos desplazados: * Asistencia humanitaria, alimentaria y sanitaria. * Reasentamientos. Rehabilitación y reconstrucción de zonas dañadas. Apoyo a los heridos y a familias de víctimas. Resolución DE CONFLICTOS 15 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz de paz, podrá presentar dificultades en el momento de abordar cada una de dichas áreas, ya que: … sin excepción, todos los países que firman un acuerdo han de hacer frente a toda una serie de dificultades polí- ticas, económicas y sociales y, en virtud de la superación de estas dificultades, podrá hablarse de una auténtica superación del conflicto original (Fisas, 2011, p. 52). Dificultades en la instauración de la paz que de alguna manera serán normales, la paz no puede ser entendida como la mera ausencia de guerra o la terminación de un conflicto armado, sino de muchas otras formas: como valor supremo, como principio constitucional, pero también como derecho y comodeber ciudadano. Resolución DE CONFLICTOS 16 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Tema 2 De una cultura de violencia a una cultura de paz De forma amplia la cultura de paz ha sido definida por las Naciones Uni- das (1999) como un “conjunto de valores, actitudes, tradiciones, com- portamientos y estilos de vida basados”, entre otros en el respeto, la promoción, la práctica o en la adhesión a valores supremos como serían entre otros: Resolución DE CONFLICTOS 17 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz • La vida. • El fin de la violencia –entendida como la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación-. • Los derechos humanos y las libertades fundamentales. • El arreglo pacífico de los conflictos. • La satisfacción del desarrollo y protección del medioam- biente de las generaciones presentes y futuras. • La igualdad de derechos y oportunidades de muje- res y hombres. • La justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, coo- peración, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones. De acuerdo con esta misma Declaración de las Naciones Unidas (1999), el logro efectivo de una cultura de paz solo es posible con el concurso del compromiso, los esfuerzos y el actuar tanto del gobierno como de la sociedad civil. Este último aspecto es muy importante en toda sociedad de posconflicto, como es el caso de Colombia, por cuanto ante mayor: … participación de la sociedad civil, mayor sostenibilidad tiene el proceso. La gente se acerca a un acuerdo como un punto final, pero el acuerdo es una puerta que abre un espacio nuevo. Un espacio conflictivo y de transforma- ción. El cambio no se puede imple- mentar de arriba abajo, desde una mesa en Cuba a los territorios en Co- lombia. No es así. Se requiere una ro- busta participación de la sociedad (Lederach, 2016). Hablar de posconflicto significa, necesaria- mente, pasar de una marcada cultura de violencia a una nueva cultura de paz, lo que puede tomar varios años, incluso décadas, Resolución DE CONFLICTOS 18 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz en la medida que se trata de reconstruir tejido social en so- ciedades que han tenido una larga y cruenta historia de con- flictos internos y en los que se incluye a Colombia. El proceso de cambio –de una cultura de violencia a una paz- es per se lento, debido al fuerte arraigo que se gene- ra en el imaginario colectivo de algunos elementos que facilitan, estimulan y coadyuvan la cultura de violencia, como los mencionados por Fisas (1998, p. 2), y que se enlistan a continuación. • El patriarcado y la mística de la masculinidad. • La búsqueda del liderazgo, el poder y el dominio. • La incapacidad para resolver pacíficamente los conflictos. • El economicismo generador de desintegración social y su principio de competitividad. • El militarismo y el monopolio de la violencia por parte de los Estados. • Los intereses de las grandes potencias. • Las ideologías exclusivistas y las interpretaciones religiosas, que per- miten matar a otras personas. • El etnocentrismo y la ignorancia cultural. • La deshumanización (la considera- ción de otros seres humanos como ‘objetos’). • El mantenimiento de estructuras que perpetúan la injusticia y la falta de oportunidades y de participación. Debido a la presencia de los anteriores ele- mentos al interior de la sociedad, el cambio de una cultura de violencia a una de paz se hace más difícil –aunque no imposible- de lograr, requiriendo por tanto de la conjun- ción de esfuerzos para su consecución. Resolución DE CONFLICTOS 19 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz La construcción de una verdadera cultura de paz, requiere entonces de “un cambio de paradigma, cultural, mental y político” (Fisas, 2006, p.14), lo cual solo se logra, se insiste, si convergen diversos sectores: público y privado, la empre- sa y la academia, la familia y la sociedad. Esto lo evidencia Fisas (2006), en los siguientes términos. La cultura de la violencia desarrollada inevitablemente du- rante el período de conflicto, lleva a penetrar y permeabili- zar de tal modo la vida política y cultural de la sociedad que luego, ya iniciando el período de paz, se manifiesta como un permanente obstáculo para cumplir con los pun- tos de la agenda de la reconstrucción. De ahí que surja el empeño de difundir y construir una nueva cultura de paz, como expresión de las necesidades de diálogo, coopera- ción, empatía, responsabilidad, equidad y justicia, princi- pios todos ellos que a su vez habrán de impregnar la nue- va vida política, social, económica y cultural. Todo esto ha de construirse a partir de la creación de estructuras de reconciliación, del fomento de iniciativas ciudadanas y de un intenso trabajo en las escuelas (p. 123). De acuerdo con lo anterior, pasar de una cultura de la violencia con fuerte arraigo en todos los ámbitos de la sociedad y no solo en el marco de un escenario de con- flicto armado, a una cultura de no violen- cia o de paz, no es un proceso fácil o ins- tantáneo como podría creerse. Ese clic en el pensar y en el actuar ciuda- dano no ocurre de la noche a la mañana, como lo indica Fisas (2006). Es un largo, constante y costoso esfuerzo de varios sectores, y no únicamente del Estado, comenzando por el trabajo en las escue- las, es decir, una apuesta por el cambio en las nuevas generaciones. Al tratarse entonces de un proceso, la construcción de una cultura de paz re- quiere de unas etapas o pasos a seguir con el fin de lograr la erradicación de la cultura violenta. A continuación, se pre- sentan de forma esquemática dichos pa- sos, los que involucran, además, diversos actores y no solo al Estado. Resolución DE CONFLICTOS 20 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Figura 2. Construcción de una cultura de paz y noviolencia. Fuente: Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria (2000). Erradicación de la cultura de la violencia Desarrollo de una cultura de paz Bandos Etiquetas Uso o justificación de la violencia Posturas erradas: en posesión de la "verdad absoluta” Imagen de enemigo/a Indiferencia Doble moral: los derechos se exigen para mí o para mi grupo, no para los/as demás Cultura de chales adosados: convivo contigo porque no tengo más remedio, te "tolero", pero no me interesan ni tu vida ni tus problemas No violencia Inconformismo Solidaridad con las víctimas Cultura del diálogo: buscar puntos de encuentro Respeto a la vida y a la integridad de las personas La diversidad como riqueza. Aceptación de la pluralidad Respeto para quienes piensan distinto Dignidad de cualquier persona Carácter universal de los DD. HH. Agentes * Las instituciones. * Los partidos políticos. * Los medios de comunicación. * La escuela. * La familia. * La iglesia. * Las asociaciones y movimientos sociales. * Los líderes deportivos y culturales. Resolución DE CONFLICTOS 21 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz La anterior figura parte de la base de que “la violencia es algo cultural, adquirido, creado, y que hay que potenciar unos nuevos valores que puedan contrarrestar y transfor- mar esa realidad” (Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria, 2000, p. 5), por tanto, enfatiza en un elemento clave en el cambio en toda sociedad: la educación. En este caso, la educación para la paz en clave de derechos humanos. Esta valiosa herramienta –la educación- es la que final- mente permitirá la transformación de los valores y cambio de paradigmas, en la medida que es en la escuela y en la donde se aprenden y aprehenden comportamientos fren- te a la violencia o frente a la paz. En el contexto colombiano, y a partirde la firma del Acuer- do de Paz, realizada el 24 de noviembre del 2016, recién comienza la familiarización con las expresiones “cultura de paz” y “cultura de reconciliación”. Después de esta firma, vienen dos etapas. Una inicial que podrá denominarse de transición o de adecuación nor- mativa e institucional, en la que todo el Estado revisa y modifica los criterios y procedimientos institucionales para adecuarlos a la nueva realidad postacuerdo, etapa por la que actualmente atraviesa el país. Una segunda etapa, que se denominaría de normalización para “superar las condiciones estructurales detonantes de violencia, [que tendrá como] oportunidades: fomentar la cul- tura de paz y de reconciliación. Tramitar pacíficamente con- flictos entre sectores sociales” (FIP, 2017). Así, a nivel normativo, se expidió el De- creto-Ley 885 del 26 de mayo del 2017, por medio del cual se modifica la Ley 434 de 1998 y se crea el Consejo Nacional de paz, Reconciliación y Convivencia, que define la política de paz como una polí- tica de Estado que debe trascender los gobiernos con el fin de poder alcanzar los siguientes propósitos. … avanzar en la construcción de una cultura de reconciliación, convivencia, tolerancia y no estigmatización; pro- mover un lenguaje y comportamiento de respeto y dignidad en el ejercicio de la política y la movilización social, y generar las condiciones para fortale- cer el reconocimiento y la defensa de los derechos consagrados constitu- cionalmente” (Art. 1º). Aunque son muchas las funciones a car- go de esta nueva entidad para el pos- conflicto, una labor específica en el tema es la de diseñar y ejecutar “campañas de divulgación masiva de una cultura de paz, reconciliación, pluralismo y debate libre de ideas en desarrollo de la demo- cracia” (Decreto Ley 1885 del 2017, Art. 6º, Num. 3º, Lit. i). Resolución DE CONFLICTOS 22 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Glosario A posteriori: expresión del latín que significa “posterior a”. Cuerpos colegiados: expresión con la que se denomi- na a los órganos o instituciones que toman decisiones en conjunto o por una pluralidad de personas, es el caso de los tribunales de justicia o también de los consejos muni- cipales o asambleas departamentales. Decreto-Ley: norma que se expide por parte del Presi- dente de la República en ejercicio de las facultades extraor- dinarias conferidas por el Congreso de la República con el fin de regular determinados temas y durante un tiempo igualmente determinado (que no supera los seis meses). Este tipo de norma tiene fuerza material de ley, es decir, con los mismos efectos de una ley a pesar de no serlo. Economicismo: forma de dar demasiada importancia a los temas económicos por encima de otros temas impor- tantes para el país. Etnocentrismo: actitud o creencia de superioridad racial o étnica. Paradigma: imaginario o pensamiento arraigados en la sociedad o en una cul- tura determinada y que por lo general, resulta muy dificil de cambiar. Marcan las creencias de las personas. Per se: expresión del latín que significa “por sí mismo”. Reconciliación: se puede entender como la forma de resolver pacíficamen- te los conflictos, pero también como un proceso de comprensión y acpetación del otro, sin cuestionar ni condicionar. Tácito: elemento implícito en otro y que no es necesario colocarlo de forma ex- presa en un texto sino que, de la sola lec- tura se desprende. Resolución DE CONFLICTOS 23 El posconflicto: de una cultura de violencia a una cultura de paz Lista de referencias Abello, A. (2006). Aproximaciones a procesos comprehensivos de reconciliación en contextos de posconflicto. En F. Cante y L. Ortiz. Umbrales de reconciliación, perspectivas de acción política noviolenta (pp.310-326). Bogotá, Colombia: Centro de Estudios Políticos e Internacionales Universidad del Rosario. Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria. (2000). Educándonos para la Paz. Recuperado de http://bit.ly/2uwKotK El posconflicto no es la paz: académico David Garibay. (8 de junio del 2016). El Espectador. Recuperado de http://bit.ly/2JJzwTq FIP. (2017). Los Consejos de Paz en el postconflicto. Recuperado de http://bit.ly/2U0N2H9 Fisas, V. (1998). Una cultura de paz. En V. Fisas. Cultura de paz y gestión de conflictos. (pp. 1-26). Barcelona, España: Icaria/Unesco. Recuperado de http://bit.ly/2Yv2QAA Fisas, V. (2006). Cultura de paz y gestión de conflictos. Barcelona, España: Icaria-Antrazyt / Ediciones Unesco. Recuperado de http://bit.ly/2U5AdLX Fisas, V. (2011). Negociación en procesos de paz. En Estado y ciudadanía para la paz. Serie documentos para la paz. (pp.35-53). Bogotá, Colombia: Universidad Jorge Tadeo Lozano. Recuperado de http://bit.ly/2V1H31o Galtung, J. (1998). Tras la violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia. Bilbao, España: Bakeas- Gernika Gogoratuz. Recuperado de http://bit.ly/2UjbqTy Lederach, J. (8 de junio del 2016). La paz la construye cada colombiano. El Espectador. 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