Tabú de la sangre y Ceremonias del corte de pelo del Cap XXI

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“Tabú de la sangre” y “Ceremonias del corte de pelo” del Cap. XXI de La rama dorada
En lo que respecta a la sangre, se nos menciona que cualquier actividad que implique tener o haber tenido contacto con ella conlleva una carga espiritual bastante delicada, ya sea que el esposo haya ayudado a parir y se haya, naturalmente, manchado; tocar o incluso nombrar lo referente a la carne cruda era de mal agüero, reconociendo también el poder de la palabra como invocador de malos presagios
	Era de mucha mala suerte dejar que este líquido se derramara, caso opuesto a aquellas creencias que, al considerarlos origen y dador de vida, lo vertían sobre la tierra o sobre los cuerpos; en estas ocasiones no, se tenía el sumo cuidado de no tirarla por el miedo a la magia por contacto, es decir como el líquido perteneció al cuerpo, este todavía podía tener injerencia en el cuerpo, si es que aún estaba vivo, del que la había derramado, o si esta persona estaba “maldita”, no en el sentido cristiano de posesión, sino en el sentido de cargar una maldición, así, el contacto con su sangre provocaría que esta se transmitiese al que la tocaba. 
	Es sumamente similar el aspecto que nos remite al tratamiento del cabello en estas tribus, pues tampoco era permitido o recomendable que este cayera al suelo pues podía llegar a ser objeto de hechicería en el aspecto de contacto, es decir podrían utilizar esas partes del cuerpo que fueron alguna vez de un ser humano para causarle daño, aquí está un poco más entendible hacia nuestra cultura, pues bien la sangre nos queda un poco más lejana como referente, sin embargo, en comparación con el cabello existen muchas personas, en regiones o comunidades indígenas o de creencias mágicas o de tradiciones prehispánicas, que al cortarse las uñas, no dejan que ninguna caiga al suelo y evitan tirarlas a la basura, las queman para romper toda posibilidad de este tipo de contagio, observando cómo, a siglos de distancia por su origen, con kilómetros separados y con tantas diferencias culturales, sociales, de creencias, existen ciertos patrones de pensamiento dentro del ser humano, más allá de lo que podríamos imaginar.