La Incomprensión de la Insignificancia

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La incomprensión de la insignificancia
LA INCOMPRENSIÓN DE LA INSIGNIFICANCIA
Ensayo sobre la subjetividad
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Más allá de solo tener un título bonito, tal vez elegante, pero sobre todo pretencioso, en este corto ensayo pretendo exponer el concepto de la insignificancia y presentar a ti, lector, algunos elementos para invitarte a construir una reflexión en torno al mismo. Cabe recalcar que para el momento en que redacto esto no tengo muy claro aún dichos elementos, he realizado algunas anotaciones pero nada demasiado estructurado, así pues, este texto me servirá también a mí para consolidar una serie de ideas que han rondado mi cabeza durante ya algunos años, pero que nunca les había dedicado seriedad más allá de dormirme pensando en ello. Antes de finalizar con este párrafo introductorio, me gustaría señalar algunas aclaraciones que considero necesario comentar: el aquí presente es principalmente una introspección, por lo que, en este sentido, argumentos habrá más bien pocos, sin embargo esto no desvaloriza el objetivo del mismo, puesto que para conseguir reflexionar sobre un tema como este, no veo necesaria una fundamentación teórica demasiado sólida. De último señalar que lo aquí presentado no es nada nuevo, no tengo la intención ególatra de abrirte los ojos, lo que leerás son seguramente ideas a las que ya habrás llegado en algún momento, sin embargo considero que te resultará interesante contemplar estas cuestiones desde una estructura más ordenada y no como simples pensamientos fugaces que olvides a la hora de dormir. Y ahora sí, ¿a qué me refiero cuando hablo de la insignificancia? el párrafo subsiguiente servirá para responder esta pregunta.
EL SENTIDO DE LA VIDA SEGÚN LA CIENCIA
Con la insignificancia me refiero a la irrelevancia del todo; desde una perspectiva totalmente científica, y por tanto atea, como seres orgánicos estamos determinados a luchar contra la entropía[footnoteRef:2] un breve periodo de tiempo, pero que en algún momento terminaremos siendo nada más que materia inerte. En este sentido y sin intención de hacer apología a la violencia, a nivel universal ninguna acción que realicemos tendrá relevancia alguna, da exactamente lo mismo darle de comer a un niño que lleva tres días sin degustar un alimento, que salir armado a las calles y producir un homicidio masivo, porque como materia que somos, inevitablemente nuestro final será el mismo. El ser humano, como sujeto singular y como especie, tiene exactamente la misma importancia que una mariposa, o incluso una mota de polvo: ninguna, lo único que nos diferencia de esta última es que, por algunos años, somos un sistema molecular termodinámicamente más estable. Porque pongámonos en perspectiva, qué representa; ya no nosotros como individuos ni el planeta entero, sino los 100, 000 años luz de diámetro la Vía Láctea (que ya de por sí es una cantidad absurdamente inimaginable) frente a los 93, 000 millones de años luz del universo observable. [2: Magnitud física que mide la estabilidad de un sistema molecular, en este proceso de estabilidad el sistema produce energía en forma de calor.] 
Pero la insignificancia se extiende más allá, no se limita a un nivel antropocéntrico para simplemente decirnos que la existencia del hombre le resulta irrelevante al universo, sino que el propio universo no tiene una finalidad, la misma existencia del universo no tiene sentido alguno, puesto que la inflación[footnoteRef:3] del mismo, recae en un supuesto teórico, el “Big Crunch”, en este supuesto se indica que la expansión del universo terminará en un colapso del mismo, volviendo al estado original del que partió, toda la materia concentrada en un solo punto para iniciar nuevamente con la expansión, otro Big Bang. Esto último está basado, en parte, en la acción de algunas estrellas muy masivas[footnoteRef:4]: cuando se encuentran en sus etapas finales de vida su volumen se expande, pero manteniendo la masa, y es hasta que se termina su “combustible”[footnoteRef:5] que finalmente la gravedad termina consumiendo la masa de la estrella, colapsando y comprimiéndola en un espacio muy reducido en comparación al que originalmente ocupaba, que termina con una densidad increíblemente absurda y dejando en el lugar de la estrella un agujero negro. [3: La inflación del universo es una propuesta de la física teórica que sirve de explicación al porqué, a pesar de que la velocidad de la luz es algo inalcanzable para la materia, la luz más lejana que llega a la Tierra es la de precisamente el radio del universo observable, considerando que la edad aproximada del universo es solamente de 13, 000 millones de años. Este supuesto propone que es debido, no a que sea la materia la que se mueve más rápido que la luz, sino que es el propio espacio el que se expande, nada evita que sea el propio espacio el que se expanda a una velocidad mayor a la de la luz.
] [4: Es la gravedad la encargada de formar a las estrellas, y es la misma gravedad la que una vez formadas, intenta devorarlas. El colapso es contrarrestado por la energía liberada gracias a la fusión de los átomos de hidrógeno (elemento más abundante en las estrellas) que los convierte en elementos más pesados, y aunque las reservas de hidrógeno en estos cuerpos celestes son muy bastas, nos son infinitas, así que cuando se terminan, la energía que evitaba que la fuerza gravitacional hiciera su trabajo desaparece, dando paso a la muerte de la gigante incandescente.
] [5: Refiriéndonos al hidrógeno.
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EL SENTIDO DE LA VIDA SEGÚN LA RELIGIÓN
Es en este punto donde el ser humano, con toda su obra, interviene. Busca evitar el destino que le espera y genera mitos[footnoteRef:6] en la subjetividad[footnoteRef:7] que le envuelve, otorgándoles un valor que opaca y/u oculta este enorme vacío de realidad, esta aterradora verdad. [6: Entender al mito desde su definición original, desde la cual Mircea Eliade, nos invita a pensarlo en su texto “La estructura de los mitos” en Mito y realidad: como una “historia verdadera”, una realidad que viven quienes lo practican.
] [7: Entender por subjetividad no como un imaginario individual, en el cual se basan las opiniones de un sujeto, sino (desde el enfoque de la psicología social), como un imaginario colectivo, una red de significaciones generada en un grupo. Este grupo puede ser desde dos sujetos y hasta extenderse globalmente.] 
Lo gracioso aquí es que desde un punto de vista religioso, el sentido de la vida también deja mucho que desear, porque ya sea el cielo o la reencarnación, ¿realmente este sentido llenaría al sujeto existencialmente? Pongámonos en papel, imagínate morir y elevarte al cielo, ¿qué habría por hacer allí, vivir eternamente? con qué fin, si ese es el fin último, la inconformidad de quien busque alcanzar la “plenitud” no se hará esperar en esta situación. No hay esperanza ni dentro de lo imposible.
Soy de la creencia de que las religiones son cimentadas sobre tres pilares fundamentales; para explicar lo inexplicable, para generar ingresos y por el miedo a la muerte. Lo curioso aquí es que frente a lo que representa la insignificancia, el miedo a la muerte resulta nada, en este sentido la muerte termina siendo más que un miedo, un consuelo; el único consuelo que nos queda a los mortales, y un deseo para los que no lo son, pues ya conocemos lo que le espera al universo.
EL EXISTENCIALISMO MÁS ESCUETO
Llegados a este punto podría parecer que la cosmovisión que nos ofrece la insignificancia es la más escueta y sin valor frente a la de cualquier cultura, cuyo “sentido de la vida” está bien definido, o cuyos mitos rigen el comportamiento de quienes los viven, y realmente es así, esta ideología engloba el todo y nos ubica en la nada. Con el concepto de “la insignificancia” no pretendo ofrecer una cosmovisión compleja, sino presentar al ser humano como lo que es, a la vida como lo que es, la insignificancia nos invita a pensar en la conciencia humana como una broma que la naturaleza nos jugó, una broma del humor más negro que se pueda imaginar,pues no conforme con hacernos partícipes de este gran chiste que representa la existencia, nos dotó con la capacidad de raciocinio suficiente solo para darnos la oportunidad de entenderlo, entender lo divertido que le resulta a la evolución crear organismos complejos para que terminen pudriéndose en lo más profundo del olvido.
Puestos aquí podemos concluir con que el sentido de la vida es inexistente, porque más allá de las cursilerías que nos invitan a creer que el “sentido de la vida” es el que nosotros mismos nos propongamos y forjemos, en el fondo sabemos que todo eso será en vano, porque ya lo dije en el primer párrafo de este ensayo, nada de lo que aquí expongo es algo nuevo, son pensamientos que transitan de vez en cuando por todo aquel que se cuestiona un poco las cosas, y esto mismo es lo que me lleva a una segunda conclusión: que la forma más efectiva de alcanzar la felicidad es manteniéndose ignorante. De esta manera, defiendo que la mejor etapa en la vida de un ser humano, en cuanto a felicidad se refiere, es la infancia, pues en ésta es donde más ignorantes somos, no tenemos preocupaciones más allá de jugar y somos incapaces de comprender lo abrumador que resultan estas ideas. Así pues, considero también al conocimiento como un arma de doble filo, y no por el cliché de que pueda ser usado tanto para hacer el bien como el mal, que estos son términos tan ambiguos que prefiero no tocarlos, sino porque te saca de la ignorancia para después abofetearte con la realidad.
LA INCOMPRENSIÓN
Regresando al título de este texto, podemos darnos cuenta de un factor fundamental en el mismo, el cual no hemos abordado aún y precisamente es el subtítulo de este apartado, la incomprensión. A pesar de que el sentimiento de la insignificancia llegase a ser recurrente en nosotros, habría algo que evitaría que caigamos en la depresiva espiral de eterna penumbra que esto representa, y es precisamente la incapacidad de comprenderla. Porque después de todo tenemos a nuestros familiares, pasatiempos, obligaciones, aspectos de nuestra vida que no nos resultan insignificantes a pesar de que realmente lo sean, y es aquí donde la incomprensión de un concepto resulta benéfico para nuestra vida, porque si llegásemos a comprender del todo la insignificancia, al punto de que fuese algo siempre presente en nuestra cotidianeidad, se nos imposibilitaría el disfrute de cualquier cosa, representaría para el sujeto un quiebre total de su realidad.
EL DETERMINISMO
Como último apartado y para complementar el resto del trabajo tenemos la exposición del determinismo, una corriente filosófica que niega la existencia del libre albedrío y dice que todo está causalmente determinado, es decir, que la acción y el resultado de cualquier fenómeno, ya sea el impacto de un asteroide, nuestra toma de decisiones o el hecho de que yo esté redactando esto, estuvo siempre condicionado a ocurrir de la forma en que ocurrió u ocurrirá, podrías llamarle si quieres “destino”, aunque personalmente no me gusta usar dicho término porque el mismo remite a algo esotérico, y esto no puede estar más alejado de las bases del determinismo, pues éste se basa en distintas razones para fundamentarse. Estas pueden ser desde factores biológicos; como la genética o conductas evolutivas, hasta sociales; tal como la situación socioeconómica, el ambiente familiar o la misma subjetividad, que no es más que otra forma de condicionar las acciones del sujeto, e incluso recurrir a algo tan primordial como las leyes clásicas de la física; las cuales nos indican que todo cuerpo tiene una trayectoria, trayectoria que se ve prefijada por la dirección y la velocidad del objeto en cuestión, y esto se extiende desde nuestro sistema solar, hasta los mismos átomos que conforman tu cuerpo.
Esto trae consigo varios factores, el libre albedrío, el cual ha quedado claro que es inexistente según el determinismo, y la duda de la responsabilidad humana, puesto que si todo estuvo determinado desde el principio y no tenemos más que una ilusión en lugar de la real capacidad de elección, cómo debemos juzga a los criminales y no solo eso, por qué celebrar a aquellos que realizaron actos benéficos para terceros, si ya estaba escrito en piedra que así actuarían.
Sin embargo, el determinismo además de traer consigo la idea de que, no solo la existencia no tiene sentido alguno, sino que todo lo que realizamos ya está determinado, también añade aspectos positivos a la vida del ser humano, pues hace resaltar la humildad; ya que hemos de saber que nuestros logros no los conseguimos gracias a nosotros mismos, sino de que influyeron una enorme cantidad de factores para que eso ocurriera, el traer una tranquilidad al sujeto; al no estresarse por lo que sucederá, debido a que, se preocupe o no, ocurrirá de todas formas y la compasión hacia el otro; quien no es responsable de sus actos y por tanto tampoco culpable de los mismos.
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Para dar fin al presente documento, quisiera invitarte a no darle demasiadas vueltas a la información aquí expuesta, está bien reflexionar al respecto y conocer el lugar que nos corresponde en el universo para así poner en práctica los valores mencionados en el párrafo anterior, pero estas son una serie de ideas que, de realmente aprehenderlas, pueden ser muy nocivas para tu desarrollo integral, así que trata de mantenerte al margen y continuar en La incomprensión de la insignificancia, de todas formas no me responsabilizo ni me sentiré culpable por las acciones que tú como lector, tomes después de realizar la revisión de este ensayo, a fin de cuentas ya estaba determinado.
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