Sujeto activo e histórico

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Reflexión
1. ¿Qué significa sujeto activo?
Consideramos que el sujeto es pasivo y activo en todo momento, ya que se mantiene inscrito y sujetado a instituciones sociales que lo interpelan, pero, a la vez, éstas son resignificadas por el propio sujeto. Es activo en tanto que está en constante interacción con el medio que lo rodea, y pasivo, pues al mismo tiempo está siendo intervenido por las significaciones de la realidad.
Pensamos que es a través de la inserción en el mundo simbólico que dicha actividad se posibilita en el sujeto, debido a que en toda pasividad hay actividad, de igual modo, es por la inserción en el mundo simbólico que se da el sujetamiento del cuerpo a los órdenes de la vida cotidiana, y a su vez, esto posibilita su actividad-pasividad, siendo atravesado por discursos de las instituciones que regulan su cuerpo y su forma de vivir, pero significándolos por su cuenta.
2. ¿Qué significa realidad Histórico-Social?
La reflexión en torno a la actividad del sujeto nos permitió pensar en lo que concebimos como realidad histórico-social. Pensamos que se trata de la percepción interrelacionada entre lo real, en el sentido de lo experimentado por los sujetos, y el conjunto de significaciones y representaciones que nos permiten codificar las percepciones sensoriales de cada sujeto.
Estas representaciones que configuran la realidad subjetiva de los individuos devienen de contextos específicos permeados por la historia, y las situaciones culturales propias de cada espacio social, dichos contextos llevan consigo un conjunto de significaciones del “deber ser” ideal que otorgan diversas instituciones sociales, significaciones en un tiempo histórico determinado, en un espacio con características culturales propias. No podemos hablar de una realidad histórico-social, sino de muchas, lo que nos ofrece un amplio campo de indagación, lleno de diversos sentidos y problemáticas.
A partir de la concepción de ‘hombre’ se abre un campo temporal, y la historia se vuelve determinable y visible, y es por medio de las prácticas sociales del hombre que la historia tiene una fuente de determinación para experimentar el mundo.