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Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco 
Observación Participante en la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos
Durante la visita realizada de manera virtual a la Escuela para entrenamiento de perros guía para ciegos en la plataforma zoom, en un horario de 10:00am a 12:00 pm con algunas dificultades técnicas, se nos brindó la información por medio de diapositivas y videos para para comprender la labor social que realizan. Al presenciarla resultó sumamente complicado observar el espacio físico de esta, pues resultó ser más una experiencia teórica de conferencia, que una visita o recorrido más dinámico, sin embargo esta situación se comprende completamente puesto que estamos atravesando una situación mundial complicada. A pesar de este pequeño inconveniente creemos que la visita/conferencia virtual resultó sumamente enriquecedora. Aunque surgió curiosidad por conocer las instalaciones donde se desarrolla esta plausible tarea, para resolver esta curiosidad nos dimos a la tarea de buscar contenido multimedia en los diversos sitios web y redes sociales que posee la institución, además de buscar en otras páginas de información que tuvieron la gran oportunidad de visitar de manera presencial las instalaciones de la Escuela para entrenamiento de perros guía para ciegos.
Después de observar las instalaciones mediante la modalidad virtual que ofrecen los contenidos multimedia de dichos sitios web, nos parece un espacio muy adecuado, puesto que tiene una distribución bastante bien articulada, además de que es amplio, posee diversas estancias para cada una de las distintas actividades que ahí se llevan a cabo, tanto en el aspecto de talleres para la inclusión y rehabilitación para personas con discapacidad visual, así como para el voluntariado y talleres para los familiares de las personas que utilizan y conviven en las instalaciones. Sin embargo, lo que consideramos más importante es que cuenta con un amplio espacio de jardín en donde realizan la tarea más noble que brinda esta Escuela de entrenamiento para perros guía, que es precisamente entrenar física y quizá también mentalmente a los cachorros golden retriver, labrador y la cruza de estos dos, en su proceso de preparación para llegar a su graduación y acompañar por fin a la persona con discapacidad visual que esté en busca de esta gran ayuda y que sea lo suficientemente capaz y responsable de brindarle el mismo cuidado que el perro guía brinda. Además, posee un espacio completamente destinado al servicio de hospital veterinario y venta de alimento canino para el público en general que guste llevar a sus mascotas a este particular servicio.
Si hablamos de la distribución dentro de los talleres u oficinas lamentablemente nos encontramos con el obstáculo de que existe poca información, sin embargo en muchas fotos se logra percibir como un espacio limpio, amplio y donde se promueve la convivencia comunitaria, puesto que hay una sala que está destinada a ser un comedor utilizado por las personas que conviven diariamente en esta institución, tanto personas con discapacidad visual que asisten al servicio de rehabilitación integral, trabajadores y trabajadoras de la Institución y voluntarios a talleres de inclusión.
Respecto a las características temporales de esta institución y que tanto en la visita guiada como la página web se han mencionado. Principalmente el tiempo invertido en un perro para su entrenamiento es de mínimo 2 años, aunque cabe recalcar que no todas las crías logran alcanzar su graduación como perros guías, para ser exactos solo un 30% concluye el proceso, ya que algunos demuestran miedos a distintos ruidos como el de los autos, a subir escaleras o a otros perros, o por motivos de salud.
Todo comienza desde las 4 semanas de edad del cachorro en la que es sometido a distintas pruebas para examinar sus reacciones a distintos estímulos entre ellos, sonidos o entornos, posteriormente es educado para caminar con correa, seguir distintos comandos o bien cubrir sus necesidades como alimentación o ir al baño en horarios establecidos.
Posteriormente el cachorro es cuidado por la familia adoptiva durante su primer año de edad, una vez transcurrido este tiempo el perro guía debe ingresar a las instalaciones de la escuela donde aprenderá nuevos comandos, esquivar obstáculos y a utilizar su arnés una herramienta que se volverá esencial. Después de todo este procedimiento se logra el “binomio” conocido como la unión formada por la persona con discapacidad visual y su perro guía.
Para el apoyo de los entrenamientos la institución acepta voluntarios, los cuales deben cubrir las siguientes características, no tenerle miedo a los animales y contar con alguna habilidad que aporte tanto al perro como a la persona con discapacidad visual, para ello es importante que el interesado tenga disposición de horario y permanezca apoyando durante dos años.
Por último, otros servicios con los que cuenta esta escuela son con el hospital veterinario, abierto al público fundado desde el 2011 y que ofrece un servicio de 24 horas o revisión médica en un horario de lunes a domingo, de 8:00 am a 8:00 pm. Mientras que el Entrenamiento de Obediencia Básica Canina acepta perros de razas medianas y grandes desde los 6 meses de edad, estos permanecen en las instalaciones de 4 a 6 semanas, permitiéndole a los propietarios visitarlos lunes a viernes de 10:00 am a 2:00 pm y de 4:00 a 5:30 pm, sábados de 10:00 am a 2:00 pm. Por último la Pensión Canina en la que se aceptan perros de cualquier raza y edad, siempre y cuando no sean agresivos, ofreciendo el servicio de 24 horas de lunes a domingo, de 8:00 am a 7:00 pm.
Es importante mencionar que, al ser una escuela de sector privado, los cuidados que requieren los perros guías están cubiertos con actividades como talleres o los servicios que ofrecen al público en general. Sin embargo, estos no están siendo suficiente durante la contingencia sanitaria poniendo en alto riesgo la permanencia de nuestra Escuela, pues los ingresos han disminuido.
Intentar explicar lo qué significa este espacio para las diferentes personas que lo utilizan cotidianamente, resulta un trabajo sumamente complicado; sin embargo gracias a las palabras de la creadora y directora de la Escuela de perros guía para ciegos I.A.P. Silvia Lozada Badillo, quien es una persona con discapacidad visual nos amplía increíblemente el panorama. Considerando que el hecho de que una persona con discapacidad visual sea fundadora y directora de la primera escuela de perros guía en Latinoamérica y la única en México; resulta sumamente significativo, es clara su toma de conciencia desde su gran perspectiva independiente y generosa de que todas las personas merecemos un trato digno y una oportunidad de abrir los brazos a la inclusión mediante el respeto y del reconocimiento de que las personas con discapacidad visual y de cualquier tipo, son personas completamente capaces e independientes merecedoras de una vida con libre movilidad, capacidad plena de comunicación y derecho a una rehabilitación integral.
Creemos que dentro de este espacio de inclusión se encuentra una enorme carga de significados positivos. Uno de ellos es para aquellos que apenas han perdido la visión este espacio es una nueva oportunidad de reintegrarse al mundo, a reaprender sobre la vida cotidiana y las acciones que llevaban a cabo día a día como trabajar, cocinar, vestirse, trasladarse de un lugar a otro con distintos fines como la compra de víveres, les permite recuperar su independencia a través de un proceso de readaptación o, en el caso de aquellos que nacieron con discapacidad visual, el proceso de aprendizaje para lograr esta autonomía en la vida cotidiana, este espacio representa la inserción de estas personas en nuestra sociedad como seres funcionales y autosuficientes. 
También es un lugar de socialización y entendimiento entre las personas con discapacidad visual y aquellas que no la tienen pero desean comprender y ser conscientes de los otros, entender acerca de la cultura dela discapacidad e insertarse en ella a través de los voluntarios y los talleres que se ofrecen con estos propósitos; simboliza una pugna para visibilizar los problemas a los que aún se enfrentan las personas con discapacidad visual tanto sociales como legislativos y la importancia de no excluirlos de las dinámicas sociales. debería de considerarse un lugar sumamente valioso, pues reivindica el hecho innegable de que las personas con discapacidad visual son independientes y autónomas. 
El contar con este tipo de instituciones o escuelas que apoyan la discapacidad visual en las personas, proporcionándoles otra opción que les ayuda a cubrir sus necesidades en la vida cotidiana, y aumenta su autonomía, demuestra que existen personas que empatizan y se interesan por apoyar a este tipo de discapacidad que en su momento pueden encontrarse en situaciones de riesgo, en las que muchas veces son excluidos y sus derechos humanos no son respetados.
Este espacio es símbolo de inclusión hacia las personas que desgraciadamente en nuestra sociedad luchan por pertenecer o simplemente desenvolverse en ella. La visita guiada provocó que concienticemos sobre la falta de recursos o apoyo que tienen las personas con discapacidad.
De acuerdo con la información que se nos compartió, las personas que afortunadamente no contamos con alguna discapacidad, estamos lejos de comprender sus necesidades, lo cual nos lleva a cometer muchas faltas hacia estos individuos, desde el lenguaje que utilizamos para dirigirnos a ellos que muchas ocasiones pueden ofenderlos, llamándolos invalido, minusvalido, los cuales son “adjetivos” comunes, sin embargo ofensivos para estas personas.
Estas situaciones han provocado una reflexión sobre la falta de educación que tenemos sobre el trato, cuidado, apoyo y manera de relacionarnos con estas personas, sinceramente no sabemos cómo acercarnos y dirigirnos a ellos, implementamos todavía palabras tabú como mirar, ver, observar, escuchar hacia personas que no pueden hacerlo, no somos tolerantes y respetuosos hacia el tiempo o espacio que necesitan. Los lugares públicos, en su gran mayoría no están adaptados para ellos, y tal vez porque se tenga la idea errónea de que son la minoría en la población, sin embargo forman parte de ella y merecen el mismo trato y derechos que cualquier otro individuo. 
Consideramos que falta sensibilizar a la sociedad en este asunto, para ser empáticos y cuidarnos entre nosotros, no hacernos de oídos sordos u ojos que no ven, no es necesario que tengamos un familiar o nosotros mismos con alguna discapacidad para estar interesados en el tema.
La dueña de la escuela nos abrió las puertas generando un espacio de aprendizaje y sobre todo de confianza al compartirnos un poco de su historia de vida abriendo paso a motivarnos quitándonos esas limitantes internas que podamos tener. Un espacio que creó para educar perros a un costo más bajo logrando que las personas con pocos recursos puedan tener un perro guía para facilitar la movilidad de las personas con discapacidad visual creando confianza y autonomía. 
Con la actividad sugerida de vendarnos los ojos y ver una película con audio descriptivo algunas interrogantes se generaron en nosotras por ejemplo alguien que perdió la vista a una temprana edad y no conoce los colores ¿qué pasa cuando le dicen que el cielo es color azul?, o sea se que quiza puede saber cómo es un cuadrado sintiendo algo cuadrado pero las cosas que son necesarias de ver ¿como las imaginan? Esto generó conmoción en nosotras y sobre todo nos hizo hacer una pausa para poder agradecer y valorar cada uno de nuestros sentidos.
Nos llena de orgullo conocer a Silvia Lozada, ver lo que ha logrado y darnos cuenta que no existen limitantes físicas para apoyar a los demás y crear algo así de grande como lo es la escuela para entrenamiento de perros guía.

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