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Resumen Antropología teórico. Caja de herramientas: Busca develar el pasaje de la antropología filosófica a la antropología cultural. La filosófica es una rama de la filosofía del siglo 6 a.C. que estudia al ser, hace una ontología, estudia las acciones humanas (ética), estudia la belleza (estética). Es decir que estudia al ser humano, su condición de ser humano, lo que lo hace humano y distinto a los demás seres. Ser temporal, estar transido por el tiempo y reconocer al mismo, ser gregario, que tiene la necesidad de otro y no es un ser en soledad. La preocupación de la antropología filosófica es el hombre, y me va a devolver una figura de este como un ser de cultura, como un ser hacedor de cultura. La antropología es un discurso, un saber, un estudio o disciplina que tiene como objetivo de estudio al hombre como ser humano, la antropología filosófica y la cultural tienen al mismo objeto de estudio que es el hombre. La antropología filosófica estudia al hombre en tanto hombre, mientras que la antropología cultural incorpora al hombre en la cultura, lo estudia como un ser cultural. Y su problemática inicial es la diferencia que tiene este con el animal, y a medida que se va diferenciando, despegándose del animal, es que va apareciendo en el campo de la cultura. Según Max Scheler el lugar que ocupa el hombre en el cosmos, orden, universo, tiene que ver con su condición de diferente al resto de los seres que ocupan un lugar en el mismo. En el despegue del hombre con el animal, hay un punto de contacto, es una cierta zona común, es aquel sustrato biológico, físico, material que nos emparenta con el animal, como la necesidad de comida, abrigo, la necesidad sexual, etc. Esta es la animalidad en el hombre. La cultura se encarga de suavizar, opacar, limpiar estas necesidades y gracias a eso el hombre puede retardar la respuesta ante la misma, esto es lo que nos territorializa al ámbito humano. La animalidad en el hombre es camuflada por el aparato cultural, el hombre posee un plus, un valor agregado que son las preocupaciones metafísicas, políticas, etc. Las perspectivas de este plus pueden ser tanto espiritualista, como algo en el hombre que es semejante a lo divino, algo trascendente, o materialista como una complejizacion, sofisticación de la materia, es un estadio superior de la propia evolución material. Las diferencias entre el hombre y el animal: El hombre es extrañado, es capaz de separarse de la cultura, de tomar distancia. El hombre es capaz de cuestionarse sobre las cosas y hacer con ellas lo que más quiera. Él habita el mundo, le da significaciones, no es solo una categoría geográfica si no un domicilio existencial, lo transforma al medio en su propio espacio físico. El animal en cambio es incrustado en la naturaleza, está fijado, fundido en ella. No tiene consciencia ni del propio ser ni del otro, es una mismidad estructural con la naturaleza, él está en su hábitat, dura en él y transcurre en el tiempo. Según Jaspers, él distingue el comienzo del origen de la filosofía, comienzo para él es como una fecha de nacimiento, que sería en el siglo 6 a.C. con los jónicos. En cambio al origen esto no le importa, éste piensa en las fuentes que generan el impulso a filosofar, aquello que brota como el agua y lo impulsa a interrogarse. Plantea 4 orígenes de la filosofía: El primero asombro o admiración: Estas dos palabras obedecen a un mismo pathos, como afección o sentimiento, es aquel impacto que siente el sujeto a partir de un elemento externo. Tiene que ver con la conmoción que pone en movimiento al hombre a preguntarse. Devuelve la consciencia de no saber, y está vinculado a la ignorancia y determina la pregunta, a lo que le sucede un deseo por responderla. La pregunta ya es cultura, y las respuestas son formas culturales, que engrosan el tejido cultural y lo que la determina es el enfrentamiento con la naturaleza, se maravilla con el objeto. Hay 3 secuencias del asombro: El animal incrustado en la naturaleza, el hombre distanciado de ella, y por último el hombre como objeto de preocupación, siendo epístrofeo y epimeleo, que son el retorno y el cuidado hacia uno mismo, o de sí mismo. Maravillarse de uno mismo es tener la consciencia de no saber y asumirse como objeto de estudio y de preocupación. La segunda es la duda como aquello que moviliza a pensar, el hombre es el único ser que duda, esto implica interrogarse, como poner algo en suspenso. Al dudar de la certeza, rompe con ésta y a su vez con lo que lo sustenta, con el cimiento que tiene para transitar por el “abismo”. El hombre es el único que puede soportar estar en la “intemperie existencial” planteándose a sí mismo que siempre hay una razón más por la que vivir, una nueva dación de sentido, es decir que puede generar un nuevo sosiego para transitar ese “abismo”. La tercera fuente de origen son las situaciones límites, que también hacen brotar en el hombre el impulso a filosofar. Estas situaciones son estrictamente humanas e inevitables, se le imponen al hombre y son ineludibles, pueden ser el error, el “acaso” o angustia del “tal vez” y la muerte. El único ser con consciencia de esta última es el hombre, y está relacionado con su temporalidad y la finitud del mismo, nosotros le damos un sentido a la muerte, la asumimos ya sea negándola, aplazándola o ritualizándola. Según Cassirer, el retoma la estructura “Animal – Hombre” y a su vez el circulo funcional que se da en el animal como eterno, repetitivo, que se vincula con el concepto de Scheler del animal como incrustado en la naturaleza, definiendo a este círculo como la sucesión cristalizada que con determinado estimulo “A”, sea “B” siempre la respuesta. En el animal el tiempo de respuesta es inmediata, instintiva, y las diferencias con el hombre son en cuanto al tiempo en que este posee consciencia del mismo, de que es un ser finito y que el hombre habita el mundo, en cambio el animal dura en él. Plantea que el hombre puede romper con este círculo funcional, modificar los esquemas gracias al hiato, a la distancia que hay entre el estimulo y la respuesta, el hombre puede retardar, diferir, posponer la respuesta, provocando una respuesta mediata y humana. Toma la costumbre como ancestral, antropológica, que lo sitúa en el cosmos humano, lo espacializa al horizonte humano. Esto se logra gracias a que el hombre es un animal simbólico, es decir que está dotado de un equipo simbólico, que es constitutivo del hombre, que produce subjetividad como aquello que lo hace hombre, es instituyente, lo instituye al hombre en el universo humano, simbólico. El equipo simbólico son los elementos que nos permiten romper con el círculo funcional. Éste está provisto de lenguaje, pensamiento, religión, arte, mito, etc. Es como un surtidor que abastece de las distintas respuestas posibles. Foucault plantea que todos los elementos que integran este equipo nos ponen en el umbral del hombre como hacedor de cultura. La palabra cultura, según su etimología que proviene de dos palabras latinas, cultus (sustantivo) y collo (verbo), nos plantea a un hombre que humaniza, trabaja, define a todo lo que rodea al cultivo, es decir los seres humanos y sus relaciones según la primera palabra cultus, que viene de cultivo, y según la segunda, collo, viene de habitar, tiene que ver con “ser en un mundo”, nos da sosiego, abrigo, protección como una trama, un tejido que nos sostiene. Y el objetivo de la antropología es estudiar esa trama, el cosmos cultural, estudiar a lo otro, lo diferente, lo que nos desconcierta, nos produce temor, lo que socaba nuestra certeza. Esa otredad como espejo donde la mismidad se mira y necesita de este otro para identificarse a sí mismo. La cultura implica la posibilidad de trascender sobre la naturaleza, transformándola en una producción cultural. Cultivar está asociado también a un pensamientoreligioso, a humanizar, y los alcances de este concepto pueden ser, en el sentido restringido, como una corriente de carácter europeizante, asociada a la apreciación de bienes vinculados con el clasicismo, con cierto perfil estético, literario, epistemológico, etc. Y en el sentido amplio a los elementos ya construidos por nosotros, pensar la cultura como obra, producto humano, pensando al hombre como artesano, como hacedor de cultura, y entre todos hacemos de un territorio cultural. Según las metáforas, el concepto de cultura varia en dos, la agraria que plantea a la cultura como cultivo, poniendo al hombre como hacedor de cultura como decíamos antes, y la metáfora del tejido, que pone la cultura como una trama, una red, pone al hombre como tejedor, y los tejidos son los elementos que refuerzan al equipo simbólico. La tarea del antropólogo es generar consciencia de no saber, comienza con una distancia inaugural entre el antropólogo y el otro que se genera por la opacidad, y esta distancia se va haciendo cada vez más pequeña a medida que se lo va conociendo, a medida que hay un saber del objeto, es un acercamiento epistemológico y antropológico que permitirá distinguir entre otras otredades. El antropólogo debe iluminar, hacer menos amenazante a la otredad. Según Todorov, los ejes de la antropología son: A- 1. Axiológico: referido a los juicios de valor que uno emite, para definir a la otredad, la mismidad hace un juicio de valor ubicando a la otredad como inferior. 2. Praxiológico: Referido a como se vincula con el otro en cuanto a lejanía, cercanía, es decir la inclusión o exclusión de la mismidad con el otro. 3. Gnoseológico: Relacionado a los vínculos en el orden del conocimiento, es decir conocer o ignorar la otredad. B- 1. Axiológico, en cuanto a la manera de juzgar. 2. Topologico, relacionado a la ubicación que le doy al otro. Toda relación de mismidad –otredad incluye movimientos de territorialización, desterritorialización y reterritorialización, ya sea en espacios físicos o simbólicos. 3. Tecnológico, referido al hacer con los otros, que es lo que se hace con ellos. 4. Político, en cuanto a las relaciones con el otro se establecen diferencias, se producen relaciones dinámicas. Locura: Tomando como punto de partida a la emergencia del saber psiquiátrico, lo que hace Foucault es hacer una arqueología, tomando esto como un método de análisis, trata de excavar en las capas discursivas, en la espesura, cometiendo un descenso arqueológico para develar lo no visible, y es aquí donde aparece el monstruo en sus primeras representaciones. La locura es capturada por un logos epistémico, es decir que se transforma en un objeto de estudio, es objetivada y territorializada, fijada al interior de un corpus epistémico, al interior del saber científico. El punto más bajo de esta espesura, lo encontramos en la experiencia trágica, se logra ver la locura a través del arte, es decir que lo trágico es igual a lo artístico, la locura es nombrada por el arte, es escrita y narrada por la literatura y es pintada por los artistas. La locura es una construcción epocal, que viene a ocupar el lugar que ocupaba la lepra, como si fuera un castigo divino, produciendo así un quiebre en la unidad religiosa y con esto la desacralización del mundo que se puede ver en las pinturas. Esto implica un desdibujamiento de la figura de Dios como gerente de la cohesión universal, fracturándose lo moral, antropológico y lo cósmico. La locura y el loco anuncian el fin de los tiempos, traen consigo un discurso enteramente otro, este discurso es desanidado, fracturado y devuelve una visión apocalíptica del fin de los tiempos, donde la figura de Dios es opacada por el triunfo de Satán. Se puede ver por ejemplo en el tríptico de heno, una desmesura en la ambición material, y alude así a la pérdida del rumbo. El loco tiene una función especular, es el espejo de un tiempo desanidado del fundamento y librado a su anarquía, esta locura es asociada a la muerte, despertando en la mismidad sentimientos de rechazo, temor, debido a que anuncia el fin de los tiempos, y el tiempo es inminente, a su vez también despierta sentimientos de respeto porque trae algún tipo de verdad, es portador de un logos – otro, evocando fascinación, por su extravagancia y su ser extraordinario. En la experiencia trágica la locura toma una dimensión topotecnológica, excluyéndola del corazón de la mismidad e interiorizándola en la nave de los locos, en ese tiempo la gente se imaginaba que los ríos de Europa cargaban naves que llevaban a estos otros, el agua no se sabía de dónde venía ni hacia donde iba, y este loco viene del mas allá y hacia el mas allá es donde lo transporta esta nave. Ésta es un dispositivo de exclusión de la mismidad y a su vez de inclusión dentro de la misma, territorializando a la amenaza. Pasamos al momento de la experiencia crítica, llamada por Foucault “el gran encierro” debido a que en el siglo 17, se inaugura en Paris el hospital general, y se encierra a la otredad en ese lugar, que constituye una estructura semijurídica de un intenso matiz burocrático, se trata de una institución donde no hay matiz terapéutico, no hay una intención de curar si no de encerrar, es otro dispositivo de internamiento y se lo compara con la nave ya que ambos excluyen al otro de manera indiscriminada, es una masa compacta de otredad homogénea, pero heterogénea en su constitución, es decir que encierra a todos los otros. En conceptos de Foucault, en el inicio de la edad media, comienza a perderse la visibilidad de la locura y se funde con “los otros”, alienando así a todos los que transgreden el buen orden burgués. En la segunda parte de la experiencia crítica hay un nuevo ejercicio de poder, que es el “poder de policía”, que separa y ubica a cada uno en su respectivo lugar, es decir que los territorializa a donde corresponde, tratando de que esa masa improductiva a lo mejor se revierta. Se inaugura un nuevo modo de mirar, los locos no aprenden, no siguen el ritmo y no comprenden sus deberes. El trabajo es la clave para la detección de la locura, la mirada se convierte en un control sobre los sujetos haciendo que en cada espacio funcional estén los locos con los locos, los vagos con los vagos, etc. Así se obtiene una ganancia en el saber cómo rédito epistemológico. Llegando a la emergencia del saber psiquiátrico, que se dio a través de la construcción histórica de los saberes y las condiciones que la posibilitaron. La emergencia de la psicopatología sirve para entender el dialogo entre este saber, y las condiciones que lo posibilitaron. Para esto debemos meternos en la sociedad disciplinaria donde el objeto esta en disciplinar a los sujetos. La sociedad de control es un dispositivo de secuestro para fijar y territorializar a cada sujeto, el incorregible queda por fuera del control policial, así también como el monstruo, los anormales y el niño onanista, y resultan heterogéneos ante el sistema de control. Entonces aparece la consideración del cuerpo como un blanco de operaciones que es la dimensión laboratorio, manipulando a los cuerpos y esperando transformaciones. La sociedad disciplinaria descubre una anátomopolítica que es el ejercicio del poder que impacta sobre los cuerpos. Según Foucault hay un desplazamiento de esta anátomopolítica a una biopolítica como dispositivo político. Hay un control anatómico y microfísico para lograr un mejor rendimiento de los cuerpos sobre las poblaciones vivas. Si no tiene nada que corregir, se ejerce un control para lograr un mayor rendimiento. Otro dispositivo político que surge es el del panóptico como un espacio que visibiliza. Es un dispositivo arquitectónico multivalente, que tiene la intención de prevenir en vez de perseguir, es un “ojo” que todo lo ve, que siempre está presente. El modeloproviene del jardín de las fieras en París que tiene la perfecta distribución espacial de las especies, posee celdas abiertas en su frente y fondo y cerradas en sus laterales, las aberturas tienen la función de brindar luminosidad y los costados aíslan a los sujetos para que tengan el menor contacto posible para así poder dominarlo y controlarlo. Tiene como rédito económico que genera sujetos productores que sostienen el funcionamiento del modelo económico – político haciendo que el capital no se detenga. Como rédito epistemológico tiene al arte de la distribución y la combinación de sujetos para ver los resultados que se pueden obtener, otorgando saber sobre los sujetos, así nace la psicopatología y los saberes políticos. La torre que se encuentra en un lugar privilegiado en el centro, presenta una serie de mirillas, que desde adentro puede ver la totalidad de las cosas y por fuera no hay posibilidad de ver el interior, haciendo que con la presencia de algunos o ninguno se genere una sensación de control incesante. Incorregible: (Separado) Se desprende de los “otros” en la sociedad disciplinaria, en donde hay un pasaje del poder jurídico (negativo) al poder disciplinario (positivo). Foucault lo llama revolución del poder de occidente, debido a esta mutación, fue un acontecimiento radical, que transforma. El poder negativo es un poder sustancial, como una cosa material, por eso está asociado con el tener, pasa de mano en mano, y asociado a la ley, ya que el que lo posee puede imponer un orden, una prohibición, el soberano es aquel que no tienen ningún poder que limite el suyo. La problemática de este poder es la infracción, ya que esta supone un desafío a la soberanía del rey. Es un poder predatorio porque se manifiesta como un poder que quita, lastima, rompe y castiga físicamente. Se ejerce crueldad sobre los cuerpos como manifestación del poder soberano, no hay intención de corregir. Es un poder oneroso, y se paga caro, mientras mayor es el gasto que se produce, mayor es la demostración de poder. Es un poder discontinuo debido a que solo se manifiesta ante las infracciones. Y es un poder lagunar porque crece a grandes rasgos. A partir del sigo 17 18 hay una nueva concepción del mundo, se forma la sociedad burguesa sobre los tres pilares que son la razón, la virtud y el trabajo. Hay una producción de ganancias incesante y se da gracias al incremento de la eficiencia de los trabajadores. El poder negativo no puede hacer nada en contra de aquello que entorpece la producción y el problema del poder deja de ser la infracción, ahora el problema pasa a ser la corrección de conductas que no caen por fuera de la ley, para poder producir nuevos sujetos. Entonces aparece el poder positivo, que consiste en trabajar sobre la conducta del sujeto que esta desviada, es anormal, para lograr corregirla, normalizarla, encauzarla. Hay que sujetar al sujeto a la norma basada en los 3 pilares. Necesita ser un poder continuo para eso, estar corrigiendo continuamente, mediante la presión constante para encauzar el comportamiento. Este poder se reparte en todo el cuerpo social, mediante la red institucional de secuestro, que son aquellas instituciones que responden a ese modelo. Para comprender este modelo Foucault usara una genealogía para descubrir lo que oculta la historia. Busca como surgen las relaciones disciplinarias, entonces entendemos que es una red, debido a que cubre a toda la vida social y lo social se cumple dentro de estas instituciones y son de secuestro por ser de encierro, fijación, etc. Hay dos exponentes históricos europeos de dispositivos de encierro. Lepra: conocida en el Medioevo como “enfermedad religiosa” y por eso se fundaron leprosarios como instituciones de encierro indiscriminado y no terapéutico. Estan ubicados en las afueras de la ciudad, es decir que excluyen a los enfermos y los apartan. Peste: En ese momento primero se creó una estricta división espacial, prohibiciones para no salir de la zona que les correspondía a cada uno, división de la ciudad, vigilancia en las calles, es decir que este fue un encierro dentro de la ciudad, de manera individualizante. La institución disciplinaria de normalización sintetiza estos dos modelos, es un espacio de encierro al igual que el leprosario, es una exclusión que incluye, debido a que los hace entrar en la sociedad, toma una posición dentro de ella, se cuadricula el espacio y el tiempo se lo segmenta en ritmo, ocupaciones, ciclos. A cada lugar le corresponde una conducta, un gesto y a cada momento una conducta y un ritmo. Aquello que hace posible esta vigilancia y encauzamiento es la nueva configuración del poder conocida como “panóptico”. Es un dispositivo que funciona como modelo arquitectónico, cuyo significado de la palabra es “ver todo”, y permitió diseñar algo, basado en el jardín de las fieras de París, que a nivel espacial hay un punto privilegiado más otros espacios individualizados, funciona bajo la diada “ver y ser visto” para producir la sensación de estar vigilados constantemente, la sujeción real se basa en una ficticia, al sentirse observado uno se autocontrola y autonormaliza. El poder disciplinario es polivalente y múltiple, está repartido en la sociedad y cae sobre el cuerpo, es una anátomopolítica para trabajar sobre los cuerpos, y se valora en el ámbito del trabajo. Cuerpo como jardín: se lo observa, cuida, corrige para que crezca prolijo. Cuerpo como laboratorio: se experimenta para ver su mejor desempeño y de esas experiencias se espera obtener 3 réditos. Económico en cuanto que al ser obreros lograr un trabajo más eficiente. Social en cuando a que se vuelve más claro y eficiente y se consolida en el buen orden burgués. Y Epistémico debido a que se extrae un saber (pedagogía y psiquiatría) y siempre que hay saber hay poder. La sociedad disciplinaria trata de producir sujetos que se autocontrolen. Mujer: Para comenzar a hablar de la mujer, Foucault plantea que es imprescindible hacer una arqueología en la espesura discursiva de una cuestión presente, meternos en esa espesura de saberes, de discursos que se acumulan como sedimentos. A lo largo de la historia se ha ido consolidando el ideal de mujer, como un modelo LogoFaloCéntrico, es decir que gira en torno a las mujeres, pero tiene como centro el modelo de saber masculino, viril. Cada una de las representaciones que se tienen, buscan continuidades y discontinuidades de este modelo, de cómo llegamos a esta que es la cuestión presente, como saber cuáles fueron las continuidades que lo permitieron y como surgieron las marcas identitarias. Estas identidades de lo masculino y femenino son siempre en el orden de la ficción, de la construcción y producción ya que naturalmente no hay “masculino” y “femenino”. Este modelo logofalocéntrico aún así presenta al hombre como dominante y a la mujer como dominada. Entrando en la espesura de los saberes llegamos al mito griego, donde aparece la mujer de Prometeo, el mito cuenta que éste se pelea con Zeus para defender a los hombres, él quería que los hombres tengan fuego, entonces se lo roba a Zeus que tenía el privilegio de poseerlo, y Zeus decide castigarlos y les pide a los hombres que armen un ser y que cada uno le ponga algo, así dan nacimiento a la primera mujer, la mujer castigo, Pandora. La primera concepción que se tiene entonces sobre la mujer se caracteriza por ser improductiva, móvil, de naturaleza voraz, es decir que consume, que trae consigo un discurso persuasivo, que seduce y encanta, es decir que posee una belleza asociada a la atracción, y a su vez se observa algo de lo terrorífico y monstruoso. Esta mujer trae el mal a la tierra, trae consigo las pestes, sufrimiento, enfermedad, dolor y vejez. Los varones dejan de nacerde la tierra como se creía y dejan de tener la buena vida que les brindaba Gea, ahora deben casarse con las mujeres, y es parte del mal, ya que ésta los agota física y económicamente, lo que el hombre produce la mujer lo consume, y si elige no casarse, tiene como desventaja no poseer descendencia, por lo que se considera a la mujer un mal necesario y los hombres dejan de vivir en el estado de plenitud en el que vivían. Este mito explica básicamente que el hombre implantaba la semilla y a la mujer se la consideraba una “maseta” dándole la pertenencia de los hijos al padre, como propiedad de él. En la época clásica, la concepción de Aristóteles analiza políticamente la constitución del gobierno, y dice que ni las mujeres, ni los esclavos, ni los niños poseen la capacidad de gobernar, ya que la mujer está emparentada con la esclavitud y los niños no son aptos. Adopta a la razón como el alma del gobierno, teniendo una parte racional y una irracional gobernada por la hybris, que tiende a lo ilimitado, a la desmesura y es insaciable. Y en lo racional se encuentra la razón en su parte práctica que es aquella que conoce acerca del obrar y su parte teórica que tiene el conocimiento sobre las necesidades abstractas y los objetivos universales. Esta razón pone límites, da medida, y define al ethos, que es el carácter o la forma de ser, son los distintos límites que se le imponen a los deseos. Y lo irracional define la falta de gobierno, a una falta de principios y límites. Entonces plantea que a estos 3 les falta la razón, la ética viril griega es racionalista y para ser virtuosos hay que poseer esa racionalidad, entonces dicen que al no poseer racionalidad suficiente la mujer está destinada a ser mandada, ya que ella no puede darle forma a sus deseos. Posee una precariedad ontológica que la hace ser de naturaleza peligrosa, por eso es que “hay que hacer algo” y se la territorializa, encierra, fija al interior del oikos, como ámbito privado, es decir un interior controlado que también custodia el espacio moral, dentro del hogar la mujer es la que administra los bienes del varón. Plantea que la mujer es un problema, por eso es un otro. Así llegamos al Medioevo cristiano, donde aparece la mujer pecado con el mito de Eva, que cae en la tentación arrastrando al hombre con ella, no se puede autogobernar y su cuerpo posee una fuerza de atracción lujuriosa, irresistible, la carne es la sede de lo pecaminoso. A partir del siglo 12 hay una recuperación de ciertas figuras bíblicas como la virgen María y Sara, la esposa de Abraham, dando a luz al ideal aristotélico, una mujer joven y virgen como perfecta esposa. Aparece la mujer fijada al espacio de la enseñanza y la formación y el hombre es el perfecto conductor de esta paideia femenina, ya que la mujer joven tiene la maleabilidad asegurada, dándole al hombre conductor una mayor plasticidad. La mujer depende de la manutención del marido, dándole una relación de subordinada, sigue siendo una figura improductiva y la dependencia económica supone una fijación al oikos y al marido, esta dependencia excede el marco del dinero, el hombre es responsable de todos los actos de la mujer y debe corregir toda trasgresión moral. Aparece en el esposo una función pedagógica ya que imparte los principios ordenadores, la mujer por su estatuto racional exige mayor control, habiendo un incipiente esquema panóptico como mecanismo de control y corrección. Sara es la representante de una red de deberes atribuidos a una buena esposa. Primer deber es honrar y respetar a los suegros como a sus propios padres, tratarlos de igual manera, dándole al matrimonio la unión de dos familias, y en el amor conyugal debe haber asimetría, el amor de la esposa ser desmesurado y el del hombre debe ser con juicio y sin perder la racionalidad. El segundo deber es de ser buena esposa, casta y fiel, debe poseer respeto por el marido, que es el que custodia su cuerpo, ya que el hombre es el que se hace cargo de aportar los medios de subsistencia y también de la instrucción, enseñanza y control. El tercer deber es el de cuidar a la familia, ocuparse de los hijos, su función nutricia, el padre se encarga de la función educativa y moral. El cuarto deber es el de mostrarse irreprochable, debe ser buena cristiana en relación con la buena imagen, ya que será la suya propia y la de su familia.
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