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Informe de Lectura: "El hombre y su mundo destruido" de Luria. I. Prefacio El libro trata, a modo de diario, la experiencia de Zasetski, participante herido cerebralmente durante la IIGM. Durante 25 años, Luria estudió a este sujeto, quien era incapaz de recordar eventos cercanos, solo lograba ver la parte izquierda de su campo visual y también era incapaz de leer su propia producción escrita. Neuropsicólogos y psicólogos siguieron caminos distintos para descubrir acerca del cerebro, fueron perfeccionándose y la neuropsicología comenzó a valorar la conducta de personas (con lesiones no provocadas, por temas éticos) y animales con lesiones cerebrales. Los neuropsicólogos seguían dos estrategias: eliminar en varios sujetos unidades funcionales del cerebro para que hagan tareas y delimitar cuáles no pueden ejecutar, y, la más común, identificar pacientes que han perdido determinada función psicológica, graficar el lugar de la lesión en una plantilla del cerebro y determinar qué zona converge en todos los casos. Se denominó “principio de equipotencialidad” al hecho que distintas zonas corticales contribuyen a funciones psicológicas superiores, es decir, si se elimina una parte, otra puede mantener la función. Es imposible que un adulto pueda restablecer su funcionamiento psicológico normal tras lesiones graves, sin embargo, pueden potenciar otras competencias para compensar la falta de la función. Zasetski, tras una herida de bala en el cerebro, escribe sus atormentantes memorias. Por día, a lo mucho podría escribir una página o dos. Añadido a esto, Luria recoge sus observaciones y complementa los escritos del paciente. En un lugar lejos e iluminado, Zasetski luego de recibir la bala, pasado unos momentos, no podía recordar nada ni decir nada. Su cabeza estaba totalmente vacía como una hoja en blanco, tenía un enorme dolor sordo y una sensación de vértigo. Al inicio no podía reconocerse a sí mismo, según él,la herida de la bala en su cabeza lo hacía parecerse a un niño debido a las consecuencias que le causó el accidente. Durante su periodo de recuperación, estuvo en un lugar encantador. Cuando Zasetski recordó su ambivalencia, escribió que no quería creer que había sufrido tanto por la herida que tenía en la cabeza.Desde que pasó el accidente, Zasetski tuvo complicaciones para entender e identificar las cosas que le rodeaban,perdió la visión del lado derecho y tenía que inclinarse para volver a ver. Cada vez que le hacía preguntas a Zasetski, al principio no podía entenderlas. Luego del tratamiento, pudo entender algunas palabras y nombrar los meses del año. Dos hemisferios cerebrales: izquierdo y derecho, unidos por un grueso ligamento calloso. La corteza de los sectores exteriores de los hemisferios es de origen más reciente que el de las partes interiores. Tenemos a: ○ Primer bloque: ‘’energizador’’ o ‘’regulador del tono’’. Ubicado en la base del cerebro, en las secciones del pedúnculo cerebral, y en la formación reticular que constituye el punto de partida para las actividades vitales del cerebro. Parte de este bloque es el ‘’montículo visual’’ o tálamo óptico. Es una central preliminar para la elaboración de impulsos que provienen de las funciones metabólicas del organismo y de las excitaciones de los órganos sensoriales. Cuando estos impulsos son conducidos a su vez a la corteza cerebral le confieren su estado normal de tonicidad y vigor. Si se interrumpe el aflujo de los impulsos, la corteza pierde su tonicidad, la persona cae en un estado de semisomnolencia, y luego se duerme. Este mecanismo proporciona energía al cerebro. Este bloque está intacto en el paciente. ○ Segundo bloque: ubicado en las secciones posteriores de los grandes hemisferios. Su función consiste en actuar para recibir, elaborar y conservar las informaciones que la persona obtiene en el mundo exterior. El hombre recoge de su ambiente una gran cantidad de señales, el reflejo que producen estas señales en la retina del ojo se transmite por fibras nerviosas a las region ○ Tercer bloque: ubicado en los sectores anteriores del cerebro y abarca los lóbulos frontales. Su función tiene una importancia decisiva, pues permite formar y mantener intenciones, planificar acciones y llevarlas a la práctica. Una lesión acá no perjudica la capacidad de la persona para aprender, percibir o recordar aunque le es imposible elaborar decisiones perdurables, planificar sobre el futuro o determinar el rumbo de su conducta. En el paciente descrito, está área se encuentra intacta. II. El hombre con su mundo destrozado Zasetsky se encontró incapaz de percibir el lado derecho de todo, solo podía ver en fragmentos. Todos los objetos que observaba se encontraban inestables, pareciendo estar en un flujo permanente. Su visión se veía impedida por varios enjambres de puntos luminosos. Además, había olvidado los aspectos que la mayoría de objetos poseían antes del accidente. Debido a esto, recurrió a utilizar su imaginación para llenar esos vacíos. La situación de Zasetsky no se redujo a solo ser incapaz de percibir el lado derecho. El tejido cicatricial que se había desarrollado en la zona lesionada de su cerebro estimulaba las células nerviosas que conservaban los recuerdos visuales, por lo que a veces presentaba alucinaciones. Al cerrar los ojos, él veía cosas horribles y fantásticas (rostros, objetos, etc.). A partir de la operación también había cambiado la sensación de su propio cuerpo y con él sus reacciones. Tenía la sensación de que la mitad de su cuerpo derecho había desaparecido, es decir que no solo no sentía esa parte de su cuerpo sino que no tenía conciencia de que existía. Tambien sentia que algunas partes de su cuerpo habían cambiado,es decir que tenía la cabeza más grande o el torso muy pequeño y las piernas desplazadas. También suele olvidar donde se encuentran las partes de su cuerpo, es decir tiene conocimiento de lo que significa pero no puede ubicarlos en su esquema corporal. No solo perdía el sentido de su cuerpo sino que también olvidaba cómo funcionaba. Olvidó el lenguaje no verbal (por ejemplo: como llamar a alguien con la mano). Desde que el paciente fue herido presentó problemas a los que denominó "singularidades espaciales". No podía realizar acciones simples como estrechar la mano ya que no sabía cuál extender, también sentarse en una silla porque cuando lo hacía se sentaba más a un lado que del otro o sostener una cuchara debido a que la inclinaba hacia un costado. De igual manera, presentó problemas hacia las reacciones a los sonidos. Por ejemplo, cuando aún se encontraba en el hospital y lo llamaban en medio de un corredor, no sabía de dónde provenía el sonido, es decir, estaba tan desorientado en el plano auditivo y visual. Por otro lado, cuando tuvo que regresar a su hogar, pasó por las mismas calles que ya solía conocer; sin embargo, le pareció un lugar totalmente desconocido. Por ende, presentó dificultades para llegar ya que no supo orientarse y hasta el mismo menciono que no tenía sensaciones espaciales. Con el pasar del tiempo las peculiaridades espaciales persistieron y no pudo ni orientarse en el pequeño caserío que vivía. Su lesión borró varias cosas que no le fue posible de acordarse, asimismo la dificultad hasta para poder orientarse. Llevo lecciones para aprender a recuperar su capacidad de leer y tuvo un progreso sumamente lento. Cada paso exigia un esfuerzo adicional, pues a cada rato debía descubrir nuevas formas de encontrar sentido en las letras y de esa manera recordarlas. Para ello, realizó vinculaciones de letras. P.E: vinculaba la letra Z con su apellido “Zasetski”, letras “zh” y “sh” con los nombres de su hermana y hermano. (Realizaba la asociación de letras) Había palabras que no podía recordar porque no encontraba palabras para asociarlas a ellas y si se le ocurrían palabras al minuto se olvidaba de ellas. Podía recordar letras si recitaba el alfabeto en voz alta, usando su capacidad oral-motriz de larga data, este método era posibleexigia una facultad que no resultó perjudicada por su herida, ya que había sido afectada la parte de la corteza encargada de las relaciones visual-espaciales, pero no las funciones verba-motrices. Al cabo de unos meses podía recordar todo el alfabeto pero no le era posible identificar ninguna letra de forma inmediata. Pronto empezó a leer pero su campo visual era limitado, ya que no podía ver toda la palabra de una mirada, sino que debía leerla letra por letra. Con frecuencia después de percibir las letras de una palabra, se olvidaba de la palabra misma y tenía que volver a leer todas las letras con el fin de entenderlas. Ese fue el nombre original de la historia de su diario, posteriormente la llamó "Seguiré luchando" Inicialmente no sabía cómo empezar frases o vincularlas, escribir cartas le tomaba demasiado tiempo. Intentaba durante semanas pero se le dificultaba tanto que terminaba con dolores de cabeza. A veces escribía de manera mecánica pero sin pensar, luego no podía leer o entender lo que había escrito, confundía verbos. Llegó a un punto en el que sí podía escribir una carta, pero le tomaba bastante esfuerzo y tiempo, por lo que lo agotaba demasiado. No contaba con mucho vocabulario y cuando pensaba en palabras o ideas, no podría mantenerlas por mucho tiempo. Como alternativa, cada vez que algo se le ocurría anotaba varias palabras, objetos, cosas, ideas, etc. Luego las agrupaba para formar frases. Cuando formaba una frase la escribía en papel. Tenía que leer las frases anteriores para escribir la siguiente puesto que siempre olvidaba lo que escribía. Con el tiempo, iba olvidando los detalles de su enfermedad, de su vida pasada y presente. A veces, cuando se paraba sentía vértigo y tenía que sentarse. Se demoró 25 años en terminar su historia. III. Mi mundo no tiene recuerdos Podía recordar el pasado distante pero no el reciente, escuchar a los demás estimulaba su memoria. Entender palabras también implica poder recordar impresiones del pasado, comprender relaciones entre las cosas y concebir ideas. Sus recuerdos visuales y auditivos se "separaron". Ejm: ve un número y no puede pensar en la palabra, oye una letra y no puede imaginar su aspecto. Olvidó expresiones comunes (ejm: no podía hacer pequeñas diligencias como comprar pan porque no sabía cómo hacerlo). La memoria no es tan simple como "buscar en un almacén", ya que un objeto posee muchos atributos y al querer nombrarlo no se rememoran todos ellos, sino solo el objeto en sí. Cuando se busca el nombre de algún objeto, nuestra memoria recurre a una infinidad de asociaciones y en cuanto se halla, las desecha inmediatamente. Ejm: intentamos recordar el nombre de un objeto tecnológico familiar, lo hemos visto un par de veces y sabemos que se parece al celular (en ese momento la mente busca todas las posibles relaciones), finalmente determinamos que es un Ipad. Pavlov señaló que en circunstancias normales la corteza se encuentra sometida a la "ley de la fuerza", donde los estímulos más fuertes dejaban huellas sólidas y producían fuertes reacciones (por lo que se recordaban más fácilmente). Solo durante estados de agotamiento o sueño todos los estímulos se percibían con la misma intensidad y provocaban las mismas respuestas enérgicas. (Planteado por Pavlov también) cuando la mente entra en el "estado igualatorio o de fase" la corteza no puede distinguir lo esencial de lo que no lo es (ejm: antes del sueño). La lesión del paciente antes mencionado afectó una zona de la corteza encargada del análisis, síntesis y organización de asociaciones complejas.Para intentar comprender lo que escuchaba, Zasetski tenía que descifrar palabra por palabra ya que le costaba mucho esfuerzo asociar una palabra con su significado. Además de ello no se podía formar imagen alguna de la palabra que escuchaba, a pesar de que sí le resultaba familiar el término. Las ideas que quiere descifrar se van casi al instante en que las escucha. Y cuando ya encontró lo que quiere decir una palabra, la idea ya se fue. Por ello no entiende más de la mitad de lo que oye del interlocutor. Las palabras que surgían revoloteaban y desplazaban a las anteriores antes de poder ser unidas coherentemente. Cuando a Zasetski se le ocurría algún pensamiento, idea o pregunta, al momento de tener que expresarla verbalmente no lograba decir nada o decía incoherencias, debido a que dicha idea ya se había esfumado. De igual manera sucedió cuando ibas, quería anotar su idea, escribía una a dos palabras y ya no recordaba qué iba Hay textos que exigen mayor cantidad de razonamiento para entender la idea principal o sentido. Esto tiene que ver con la estructura sintáctica de las oraciones: extensas (La idea principal es interrumpida por digresiones que tienen la finalidad de enriquecer algún elemento de la oración) o directas (se leen de corrido ya que la idea principal no está interrumpida por otro elemento) De los dos tipos de Sintaxis, Zasetski solo captaba la “directa” (orden de las palabras coincide con la secuencia de las acciones o sucesos) (p.e. “llegó el invierno, hacía frío, cayó nieve, el estanque se heló, los niños patinaban sobre hielo). Los médicos, después de muchas evaluaciones y pruebas, llegaron a la conclusión de que Zasetski padecía “afasia intelectual” (dificultad para entender la lógica implícita en las construcciones gramaticales) no podía recordar y pronunciar palabras, visualizar objetos cuando oye que los mencionan, ni entender cantidades de palabras que vinculan ideas entre sí y les dan sentido. Necesita mucho tiempo para entender frases así de complejas. Aprender y entender significa absorber ideas que la memoria conserva en forma sucinta como una forma de resumen, más adelante se puede revivir este conocimiento y ampliarlo a través del “recuerdo”. Los conocimientos no se acumulan en la memoria como si fuera un cuarto de depósito, sino que se conservan por medio de un sistema abreviado de codificación que crea un marco de ideas. Entonces esta es la explicación de que cuando recordamos algo, no recordamos algo muy específico, sino que siempre recordamos ideas en general relacionados con aquello que queremos recordar, recordamos este marco de ideas. Este es el caso de un hombre que perdió todos sus conocimientos que había adquirido a lo largo de toda su vida. Afectó tanto en su vida cotidiana que ni siquiera podía salir solo, no podía ir a comprar porque no sabía cómo pagar. No sabía contar correctamente las monedas. No solamente afectó esto, sino lo más importante para la vida de un ser humano, en su interacción social, una conversación, una película, conciertos. No podía mantener la información que recibía. En un concierto escuchaba los sonidos pero no entendía las letras. En una película escuchaba las bromas pero no se reía como los demás porque no las entendía. En una conversación escuchaba a los demás pero tampoco entendía lo que les decían y por lo tanto no reaccionaba de la manera correcta a lo que se le decía. Su imaginación se mantuvo intacta ante su lesión. Esto le proporcionó un alivio momentáneo frente a la lucha constante de tratar de comprender un mundo el cual era muy incomprensible para él. A manera de conclusión el autor nos brinda una reflexión acerca de las cosas que pudieron haber pasado si no hubieran existido las guerras, de aquellos personas que pudieron mantener su vida y lograr grandes aportes a la sociedad con sus conocimientos si no fuera por la codicia y el egoísmo de aquellos personas que dirigen grandes naciones.
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