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Categorías de manejo de áreas protegidas de UICN Las áreas protegidas no son en modo alguno entidades uniformes, antes bien, abarcan un amplio abanico de objetivos y están administradas por un gran número de actores muy diversos. Así, podemos encontrar un número de sitios cuyo acceso está totalmente prohibido debido a su enorme importancia y fragilidad, pero también otro tipo de áreas protegidas que engloban territorios y espacios marinos tradicionalmente habitados, donde la acción humana ha moldeado los paisajes culturales con una alta biodiversidad. En algunos casos, la propiedad y la gestión de los sitios están en manos de los gobiernos, mientras que en otros esta propiedad y gestión corresponde a particulares, empresas privadas, comunidades y grupos religiosos. La UICN desarrolló un sistema preliminar de categorías para la gestión de áreas protegidas para ayudar a organizarlas y definirlas. La intención original del sistema de Categorías de Gestión de Áreas Protegidas de la UICN era crear un entendimiento común y un marco internacional de referencia para las áreas protegidas tanto entre países como dentro de ellos. Hoy en día, las categorías están aceptadas y reconocidas por organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas y el Convenio sobre la Diversidad Biológica, y gobiernos nacionales como el punto de referencia para definir, recordar y clasificar las áreas protegidas. A continuación una explicación y ejemplos de las categorías de gestión de áreas protegidas de la UICN: Categoría I. Protección estricta Ia. Reserva Natural Estricta Objetivo: Conservar a escala regional, nacional o global ecosistemas, especies (presencia o agregaciones) y/o rasgos de geodiversidad extraordinarios: dichos atributos se han conformado principalmente o exclusivamente por fuerzas no humanas y se degradarían o destruirían si se viesen sometidos a cualquier impacto humano significativos. Área donde la interferencia humana directa reducida al mínimo para garantizar que las comunidades vegetales y animales y los procesos ecológicos se desarrollen en forma natural. En estas áreas no puede realizarse ningún uso ni agrícola, ni ganadero, ni forestal y no puede desarrollarse infraestructura turística masiva Ejemplos en la Argentina: RESERVA PROVINCIA San Antonio Misiones Reserva Otamendi Buenos Aires Categoría I. Protección estricta Ib. Área natural silvestre Objetivo: Proteger la integridad ecológica a largo plazo de áreas naturales no perturbadas por actividades humanas significativas, libres de infraestructuras modernas y en las que predominan las fuerzas y procesos naturales, de forma que las generaciones presentes y futuras tengan la oportunidad de experimentar dichas áreas. No hay ejemplos de esta categoría en América del Sur. Categoría II: Conservación y protección del ecosistema Parque nacional Objetivo: Proteger la biodiversidad natural junto con la estructura ecológica subyacente y los procesos ambientales sobre los que se apoya, y promover la educación y el uso recreativo. Son áreas a conservar en su estado natural, representativas de una región fitogeográfica (distribución de los vegetales en la superficie terrestre) y zoogeográfica (distribución de los animales en la superficie terrestre) determinada. Ejemplos en la Argentina: Parque Nacional Provincia Calilegua Jujuy Baritú Los Cardones El Rey Salta Rio Pilcomayo Formosa Chaco Chaco Copo Santiago del Estero Campo de los Alisos Tucumán Talampaya La Rioja Iguazu Misiones Mburucuyá Corrientes Pre Delta El Palmar Entre Ríos Quebrada del Condorito Córdoba Sierra de las Quijadas San Luis El Leoncito San Guillermo San Juan Lihuel Calel La Pampa Laguna Blanca Lanín Los Arrayanes Nahuel Huapi (Río Negro) Neuquén Lago Puelo Los Alerces Chubut Perito Moreno Los Glaciares Monte León Santa Cruz Tierra del Fuego Tierra del Fuego Categoría III: Conservación de los rasgos naturales Monumento natural Objetivo: Proteger rasgos naturales específicos sobresalientes y la biodiversidad y los hábitats asociados a ellos. Pretenden conservar las características naturales de importancia, por ser única o especiales, localizadas en zonas pequeñas. Es un elemento de gran valor paisajístico, geológico o simbolico. Ejemplos en la Argentina Ballena Franca Austral Huemul (ciervo nativo de los Bosques Patagónicos) Yaguarete Taruca o Venado Andino (presente en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja) Laguna de los Pozuelos (norte de Jujuy) Bosques Petrificados (noreste Santa Cruz) Categoría IV: Conservación mediante manejo activo Área de manejo de hábitats / especies Objetivo: Mantener, conservar y restaurar especies y hábitats. Área protegida manejada principalmente para la conservación, con intervención a nivel de gestión. Área terrestre y/o marina sujeta a intervención activa con fines de manejo, para garantizar el mantenimiento de los hábitats y/o satisfacer las necesidades de determinadas especies. Categoría V: Conservación de paisajes terrestres y marinos y recreación Paisaje terrestre y marino protegido Objetivo: Proteger y mantener paisajes terrestres/marinos importantes y la conservación de la naturaleza asociada a ellos, así como otros valores creados por las interacciones con los seres humanos mediante prácticas de manejo tradicionales. Área protegida manejada principalmente para la conservación de paisajes terrestres y marinos y con fines recreativos. Superficie de tierra, con costas y mares, según el caso, en la cual las interacciones del ser humano y la naturaleza a lo largo de los años ha producido una zona de carácter definido con importantes valores estéticos, ecológicos y/o culturales, y que a menudo alberga una rica diversidad biológica. Salvaguardar la integridad de esta interacción tradicional es esencial para la protección, el mantenimiento y la evolución del área. Único integrante el Parque interjurisdiccional marino costero Patagonia Austral en la provincia del Chubut Categoría VI: Uso sostenible de los recursos naturales Área protegida manejada Objetivo: Proteger los ecosistemas naturales y usar los recursos naturales de forma sostenible, cuando la conservación y el uso sostenible puedan beneficiarse mutuamente. Área protegida manejada principalmente para la utilización sostenible de los ecosistemas naturales. Área que contiene predominantemente sistemas naturales no modificados, que es objeto de actividades de manejo para garantizar la protección y el mantenimiento de la diversidad biológica a largo plazo, y proporcionar al mismo tiempo un flujo sostenible de productos naturales y servicios para satisfacer las necesidades de la comunidad. Categoría según objetivos y tamaño ZONAS INTANGIBLES Prohibido todo uso directo de los recursos, únicamente está permitido realizar investigación científica y turismo controlado. Son los Parques Nacionales, Santuarios Nacionales y Santuarios Históricos. ZONAS DE USO CONTROLADO Aquellas áreas en las que se aprovecha la fauna silvestre bajo la supervisión del Estado para que no se realice un uso abusivo. Entre estas áreas encontramos las Reservas Nacionales, Reservas Comunales y los Cotos de Caza ZONAS RESERVADAS Aquellas áreas que están temporariamente protegidas mientras se define su categoría de uso más apropiada 5. Explique cómo se aplica la Teoría de islas en el diseño de ANP, y cuáles son las principales limitante y/o crítica para su aplicación. BIOGEOGRAFÍA DE ISLAS Y ÁREAS PROTEGIDAS. La fragmentación del hábitat ha sido un resultado colateral de la agricultura y la tala inmoderada que ha tenido muchos efectos adversos en las poblaciones de plantas, las cuales quedan como relictas en esos manchones o islas virtuales, donde pueden extinguirse. La Teoríabiogeográfica de islas explica desde el punto de vista ecológico, el número de especies presentes en las islas y similares (hábitats rodeados por ambientes hostiles a las especies). De acuerdo a esto, el número de especies presentes en una isla está determinado por el equilibrio que se establece entre la tasa de inmigración y la tasa de extinción, lo que a su vez está definido por su tamaño y la distancia al continente. Estos fundamentos tienen aplicación práctica en el diseño de Áreas Protegidas y Reservas Biológicas. La teoría de biogeografía de islas predice que el número de especies en una isla (o en un fragmento de hábitat) es el resultado de un equilibrio dinámico entre las extinciones ocasionales que ocurren y la llegada de inmigrantes. La teoría biogeográfica de islas predice que el número de especies eventualmente llega a un equilibrio cuando la tasa de inmigración es igual a la tasa de extinción en la isla. Ambos rangos varían con el tamaño de la isla y la distancia de éstas a la fuente de dispersión de los propágulos. La tasa de inmigración de especies nuevas a una isla disminuye a medida que el número de especies existentes en ella aumenta. La tasa de inmigración disminuirá hasta cero cuando la densidad de especies alcance el número total de especies disponibles para la colonización de la isla, lo que determina que ningún inmigrante puede ser una especie nueva. Las especies colonizadoras corresponden al número total de especies de las áreas que rodean al sistema insular. La tasa de extinción de las especies ya presentes en una isla aumenta a medida que se incrementa el número de especies que la invaden, debido a la competencia interespecífica y la incidencia de la exclusión competitiva, por tanto, el tamaño medio de la población disminuye. Cuando la tasa de inmigración es igual a la tasa de extinción, las especies existentes se extinguen con la misma velocidad con que se produce la invasión de especies nuevas, por consiguiente, la densidad de especies permanece constante. La renovación de especies determina que su composición está en una dinámica de cambio continuo. Efecto de área. Las tasas de extinción tienen relación con el tamaño del área. De esta manera, a mayor área, menor tasa de extinción y a menor área, mayor tasa de extinción. Las islas grandes en general permiten la existencia de más especies de plantas y animales que las islas pequeñas. En islas equidistantes de las áreas de origen la tasa de renovación de las especies debe ser más alta en las islas pequeñas que en las islas grandes, por lo tanto la tasa de renovación varía inversamente con la densidad de especies en equilibrio. Las islas sencillas con poco relieve topográfico y relativamente pocos hábitats diferentes deben presentar por lo general tasas de extinción más altas que las islas más complejas y con una mayor variedad de hábitats, dado que las últimas recibirían una mayor variedad de inmigrantes con altas probabilidades de invadir con éxito las diversas multiformas y de persistir en la isla. Efecto de distancia. La tasa de inmigración decrece al incrementarse la distancia de la isla con otras áreas naturales. Los hábitats más alejados o más aislados del continente tienen menos probabilidad de ser recolonizados, por las dificultades que se presentan a lo largo de las barreras, en relación a la capacidad de las especies para superarlas. Efecto de tiempo. Las islas formadas tienen un número representativo de especies del hábitat original; a pesar de esta constancia, el número de especies decrece con el tiempo, ya que el número de extinciones aumenta. Estos efectos también se observan en relación a “islas virtuales” tales como montañas y lagos y en fragmentos de ecosistemas terrestres que semejan islas. De esta manera se puede enfatizar que la diversidad de especies decrece por: − La reducción del área total. − La distancia que las separa de otras áreas naturales. − La edad del fragmento Las áreas naturales continentales semejan cada vez más archipiélagos. La aplicación de los principios de la teoría de islas puede brindarnos herramientas para mitigar los impactos de la fragmentación. Las reservas de naturaleza, como hábitats insulares se hallan bajo la influencia de los mismos factores que afectan a las islas reales: el número final de especies estará relacionado con la superficie y será el resultado de las tasas diferenciales de inmigración y extinción. Las islas reales se hallan por lo general cerca de áreas de origen ricas, de las que reciben inmigrantes; pero con frecuencia no es éste el caso de las reservas definidas por el hombre para su protección. De manera progresiva, a medida que cada vez más vegetación resulta alterada, las reservas se hallan más aisladas. Al igual que en las islas, en una reserva natural el proceso dominante será la extinción de especies. Una reserva grande sustentará más especies en equilibrio, al permitir la existencia de poblaciones mayores, con tasas de extinción menores. El tamaño mínimo dependerá de la comunidad que uno quiera preservar. Como regla general, las reservas como unidad serán adecuadas si son suficientemente grandes para sustentar poblaciones de grandes mamíferos; para ello serían necesarios miles de km2, en muchas partes del mundo. El modelo de predicción que se propone, puede ser utilizado por planificadores de parques y reservas, con el objeto de prevenir la desaparición de especies y por consiguiente el ecosistema del que se trata. Por medio de esta herramienta y con cálculos sencillos, como son: el tamaño del área natural, y la distancia a posibles fuentes que aporten inmigrantes, puede predecir el número total de especies que sostendrá y por cuánto tiempo. Este modelo estará en función de las especies ecológicamente especializadas; ya que son este tipo de especies, las más sensitivas, sobre lo cual puede determinarse la calidad de un hábitat. Como puede observarse, la biogeografía de islas nos brinda un marco teórico acerca de los parámetros más importantes a tomar en cuenta, para determinar las características que deben reunir las áreas a proteger para conservar la biodiversidad como riqueza natural que puede ser explotada de manera razonable, en el futuro. CRITICAS PARA SU APLICACIÓN Si bien las reservas naturales que se protegen actualmente efectivamente son islas terrestres (áreas fragmentadas con efecto de borde), su dinámica poblacional no actúa igual que la de una isla volcánica o una isla continental, como nos lo han querido hacer ver. Se pueden ver los defectos de la aplicación de la teoría de dos formas principales posibles. Primero: La teoría de la biogeografía de islas NO está tan firmemente establecida como para depender de ella y tomar decisiones tan importantes como la conservación de áreas, puesto que los estudios llevados hasta ahora son insuficientes o agregan variables a los resultados que propician el equilibrio deseado y no la dinámica poblacional natural, lo que conlleva a tomar decisiones equivocadas a la hora de elegir un área para protección. Segundo: Los diseños lógicos que se recomiendan NO se obtienen de la biogeografía de islas, ya que los dos supuestos basados en la insularidad y en el efecto de borde provienen del trabajo de Simberloff. Podemos decir que la biogeografía de islas es una técnica inadecuada para diseñar áreas naturales o refugios, ya que se trata de una hipótesis débil y pobre que ha llevado a algunos investigadores a ajustar el efecto de borde e insularidad al modelo de biogeografía de islas para hacerlo autosuficiente, pero nada de eso sustenta su diseño; es decir no está bien establecida. No se puede tratar de resolver un problema tan complejo como lo es el diseño de un área de conservación con una teoría que únicamente sirve para estimar la abundancia de la biota y su modo de dispersión en una isla, que apuesta a un falso equilibrio de sus poblaciones, sin una verificación confiable de sus datosy sus resultados que nos indique que dichas aproximaciones hechas a los hábitats continentales es confiable. Simplemente no se puede pensar en una reserva como si fuera una isla.