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RESUMEN de: Hermenéutica de la medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). EL CONCEPTO DE CULTURA La antropología desarrolló muchos conceptos innovadores y, entre ellos, el que más se destaca es el de cultura, que derribó ciertos mitos acerca del comportamiento humano. Antes de este concepto, había tres ideas dominantes: 1. Se creía que la conducta humana estaba controlada por la iniciativa individual, por intereses y apetitos personales y lo único que nos limitaba era el derecho positivo (la ley escrita) del Estado. 2. Se consideraba que la conducta humana registraba un origen biológico, natural. Se entendía que gran parte de nuestros comportamientos estaban regidos por la herencia biológica, por mandatos innatos. Por eso mismo, los filósofos sociales centraban sus debates en si el individuo en su estado natural, era bueno o malo. Esta corriente de pensamiento se puso de manifiesto de forma explícita y sistematizada con los evolucionistas. 3. La cultura era entendida como sinónimo de erudición: sólo los intelectuales e instruidos eran portadores de cultura. Los demás eran incultos, carentes de este atributo que comprendía el conocimiento académico. Por tanto, la cultura era patrimonio de la civilización, de aquellas sociedades con Estado, derecho positivo (leyes) y capacidad de cultivar conocimientos artísticos, científicos y filosóficos. Con esto, la humanidad quedaba dividida en dos grandes categorías: civilizados y salvajes. Más tarde, el concepto de cultura que vino a proponer la antropología, descalificó las tres ideas en torno al comportamiento humano, poniendo en evidencia tres nuevas ideas: 1) La ley no es el único elemento que regula la conducta individual. La cultura modela, orienta, limita y estimula el comportamiento del individuo. El conjunto de valores, normas, expectativas, proyectos, conocimientos y hábitos, transmitidos y aprendidos en sociedad a través de las generaciones, tiene una existencia previa e independiente a la presencia del Estado y la ley. 2) El comportamiento humano no registra mandato natural alguno, no es genético y menos aún instintivo como el animal. Nuestra herencia biológica ocupa un lugar irrelevante en el desarrollo de nuestra conducta. Nuestros únicos mandatos biológicos son básicos: mamar (somos mamíferos), caminar erguidos (somos bípedos), agarrar elementos (tenemos manos prensiles) e interactuar con otros evitando quedar solos (somos gregarios). El resto de nuestro comportamiento está regulado por la cultura, por lo que aprendemos de los demás, de nuestros pares y nuestros mayores, viviendo en grupo y en sociedad. Incluso la forma en que mamamos, caminamos, agarramos elementos y nos asociamos a otros, está definida por la cultura. La cultura de cada sociedad es la que dispone cómo realizamos estos cuatro instintos, los medios para hacerlo, los ámbitos, el RESUMEN de: Hermenéutica de la medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). momento apropiado y la forma más conveniente. Incluso la satisfacción de las necesidades orgánicas más elementales (como excretar, comer, beber o copular) está determinada por la cultura. Por ejemplo: para los occidentales está prohibido copular con más de una mujer luego del matrimonio; por el contrario, para los musulmanes es deseable contar con varias esposas; pero ambos coinciden en no copular con familiares, mientras para los Kariera de Australia la única forma de copulación posible era entre primos. 3) El concepto de cultura mostró que no es necesario practicar las artes, las ciencias o la filosofía para ser culto. Todo ser humano es portador de una cultura. No poseer cultura implica perder la condición de humano, de ser social. Para el hombre, el aislamiento conlleva la pérdida de la cordura y la temprana muerte. Por tanto, si el individuo está vivo es porque está viviendo en sociedad y, si vive en sociedad, está expuesto a sus influencias culturales. Su cultura será más o menos desarrollada, más o menos compleja, pero siempre será cultura. Ahora bien: ¿Qué es la cultura? ¿Cómo definió la cultura la antropología? Al principio, la antropología definió la cultura en sentido holístico, como algo abarcativo, integrador de todos los aspectos de la conducta humana. CONCEPTO HOLÍSTICO DE CULTURA Podrían citarse muchos ejemplos de definición de cultura, pero basta con la primera que se enunció, la de Edward B. Tylor: “La cultura es un todo complejo de hábitos y capacidades adquiridos por el hombre, en tanto miembro de una sociedad”. Cada una de las palabras escogidas por este antropólogo, tienen un sentido preciso: Todo: no es una parte de la conducta humana, es el conjunto de lo que el hombre hace y sabe en cada sociedad. Complejo: hace referencia al carácter sistémico1 de la cultura, donde las partes establecen múltiples relaciones entre sí. Hábitos: hace referencia al aspecto práctico y observable que toda cultura tiene; es su dimensión material. Capacidades: es la dimensión simbólica de la cultura. Hace referencia al conocimiento, lo que la cultura dice de sí misma y de su entorno. No se puede observar pero se puede inferir o comprobar por las declaraciones de sus miembros. Adquiridos: hace referencia a la herencia social, al carácter de la cultura como lo opuesto a lo instintivo. La cultura no se hereda biológicamente sino que es un comportamiento aprendido, producto de un proceso de enseñanza y aprendizaje. Como miembro de una sociedad: indica el carácter social de la cultura. La cultura es un hecho social, un producto social, una consecuencia de la vida de los individuos en sociedad. Cultura y sociedad son complementarias. La cultura sin sociedad no es posible, porque es la interacción con el otro lo que me obliga a practicar la cultura. Pero la sociedad sin cultura se desintegra, porque un grupo humano sin tradición cultural es incapaz de organizarse y estalla en el conflicto. La cultura determina la convivencia en sociedad, y la sociedad produce la cultura como una forma de autorregularse y organizarse. Pero, al igual que pasó con la metodología, el concepto de cultura holístico perdió poder explicativo cuando se complejizaron las sociedades. Estudiar toda la cultura de una sociedad periférica compleja pasó a ser una tarea imposible de abarcar y, por lo tanto, el concepto integrador ya no era aplicable. Las alternativas eran dos: o la antropología renunciaba a las sociedades periféricas como objeto de estudio o modificaba el concepto de cultura, restringiendo su alcance para poder estudiar algún aspecto de estas sociedades ahora complejizadas. 1 Carácter sistémico: significa que tiene características de un sistema, es decir, un conjunto de elementos dependientes que interactúan para que el todo funcione. RESUMEN de: Hermenéutica de la medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). La opción escogida fue la segunda, por lo que se empezó a manejar otro concepto de cultura más restringido y limitado en su alcance. Un concepto de cultura que dejó fuera lo material y observable: la economía, la organización institucional, la organización jurídica y todos los demás hábitos. El nuevo concepto se ocupó sólo del significado, de lo simbólico, lo que opera en el plano mental: aquellos valores, prejuicios y conceptos colectivos, comunes a una sociedad, que ordenan y orientan la interpretación y la percepción que los individuos tienen de la realidad social. EL CONCEPTO RESTRINGIDO DE CULTURA El nuevo concepto de cultura fue: “Cultura es la representación simbólica compartida de la realidad social, que puede ser funcional o disfuncional a su reproducción”. Por un lado tenemos una determinada sociedad o realidad social.Esta sociedad se vive, se interpreta, se discute, se defiende, se critica… Pero lo que experimentamos, vemos y pensamos de la realidad social, no es para todos igual. La forma en que vivimos e interpretamos la sociedad, está influenciada por la cultura de cada uno. Esta cultura va a depender de nuestro grupo social. Desde chicos, habitamos en un grupo que nos va enseñando las maneras de ver, entender y vivir el mundo. Es como si cada grupo tuviera unos anteojos determinados para ver las cosas desde ahí. Estos anteojos compartidos por nuestro grupo son nuestra cultura o representación simbólica de la realidad. La representación simbólica opera en el plano mental, perceptivo y discursivo. Son los esquemas cognitivos, que ordenan la percepción e interpretación de la realidad social y los relatos respecto a ella: lo que una sociedad piensa y dice de sí misma y del otro social. Esta representación simbólica es un hecho social; debe estar compartida por un grupo humano, comunidad local o regional, clase social, nación, etc. Debe tratarse de esquemas cognitivos compartidos y regulares dentro de un grupo delimitado para que sea cultura. Lo importante en la cultura es lo que piensa y dice de la realidad social. Por supuesto que la cultura también sirve para interpretar la naturaleza, pero esta interpretación también es social. Ninguna sociedad interpreta los elementos naturales en forma pura; lo que hace es una apropiación social de la naturaleza, en caso que cuente con suficiente RESUMEN de: Hermenéutica de la medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). fuerza de producción como para transformarla. La cultura interpela la naturaleza desde una sociedad con intereses y necesidades específicas. La cultura no es un hecho natural, está creada por y para la sociedad. Por ejemplo: los boroboro del Mato Grosso tienen una representación simbólica de la selva sumamente positiva, porque las necesidades de la economía de extracción que practican (caza, recolección y pesca), exigen conservar la selva conviviendo armónicamente con ella. En cambio, la sociedad industrial tiene una representación simbólica peyorativa de la selva, porque así lo exigen las necesidades de la agricultura intensiva y la urbanización. Sin embargo, últimamente la representación simbólica de la selva ha ganado virtudes en la sociedad industrial por la necesidad que ésta tiene de combatir la contaminación ambiental y desarrollar el turismo (nueva rama industrial). Por funcional se entiende que sirva a los intereses del conjunto social, o de quienes dominan el conjunto social. En contraposición, lo disfuncional se opone a los intereses de la clase dominante y lucha por la transformación de la sociedad. La reproducción de la sociedad es la repetición y perpetuación del conjunto social en el tiempo, sin cambiar su composición básica. En otras palabras: reproducir la sociedad es mantenerla viva tal cual está, sin grandes transformaciones. Este proceso se fortalece con las producciones culturales y artísticas de cada sociedad. La producción cultural de una sociedad responde a estas dos cualidades: 1) ser funcional a los intereses dominantes de una sociedad y contribuir a la organización de una sociedad y 2) facilitar la reproducción de la misma. Es decir, posibilitar que tal organización se estabilice en el tiempo. RESUMEN de: Hermenéutica de la medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). GRUPOS SOCIALES Cuando hablamos de un grupo socialmente delimitado, nos referimos a un conjunto que presenta ciertos atributos económicos dados por la división del trabajo según su participación en la producción social de bienes y servicios. Toda sociedad se divide económicamente de manera horizontal y vertical asignando diferentes roles. Los roles horizontales de la producción son: los sectores de la producción: primario (productor de materia prima), secundario (industria), terciario (servicios), público, privado, etc., las ramas de la producción (ganadera, textil, láctea, hotelera, metalúrgica, etc.); su distribución territorial (europea, sudamericana, regional, patagónica, cuyana, urbana, rural, etc.). Estos roles son horizontales o simétricos porque no conllevan una relación de jerarquía entre ellos, pueden ser todos más o menos productivos y generar más o menos ganancia cualquiera de ellos. Por ejemplo: el dueño de una automotriz alemana puede ser tan poderoso como el de una tecnológica norteamericana. Sin embargo, dentro de cada uno de estos sectores y ramas, sí hay grupos con diferentes jerarquías. Estos son los roles verticales o asimétricos, dados por las distintas clases sociales. Por ejemplo, los dueños de las industrias no tendrán la RESUMEN de: Hermenéutica de la medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). misma jerarquía que sus empleados. La clase social es un grupo definido por su relación con los medios de producción (¿tiene o no tiene medios productivos?) y el lugar que ocupa en el proceso productivo de bienes y servicios (¿tiene o no trabajo?). Los medios de producción son la tecnología, las herramientas, los insumos (energía, materia prima), el lugar de trabajo y la tierra. De acuerdo a la propiedad y/o posesión que ejerza sobre todos estos elementos, se definirá el lugar del individuo en el proceso productivo, y por consiguiente la clase social a la que pertenece. La estructura social, más allá de sus variaciones, contiene cuatro clases: Hegemónica: propietaria de medios de producción y liberada de la necesidad de trabajar. Media: propietaria de medios de producción escasos, y por tanto, obligada a trabajar. Subalterna: desposeída de medios productivos y obligada a trabajar para subsistir. Marginal: desposeída y excluida de la producción (por lo tanto, del trabajo). La cultura como hecho compartido y colectivo debe alcanzar el conjunto de los individuos que comprenden uno de los múltiples grupos. DISTINTAS CULTURAS En las sociedades complejas, fragmentadas en clases y sectores sociales, ya no es posible hablar de una sola cultura. Dentro de los límites de una misma sociedad, hay distintas culturas que se relacionan (relación intersocial) de manera asimétrica. Una cultura será la dominante respecto a las demás, y no será cualquiera sino la cultura de la clase dominante. La dominación se manifiesta en el hecho que las demás clases sociales, practican esta misma cultura pero adaptada a su realidad material. Es decir, la diversidad cultural en las sociedades complejas es el producto de la desigual distribución de los recursos materiales entre las clases sociales. Clase hegemónica = Cultura dominante La cultura que practica la clase hegemónica es la cultura dominante. Esta clase social, privilegiada en la distribución del producto social, cuenta con la mayoría de los medios para la producción cultural y artística. Mediante esta producción cultural se generan significados y se difunden valores que colaboran con una determinada representación simbólica de la realidad. Esta producción de significados, exige recursos materiales: editar un libro, producir una película, un programa de TV o de radio, poner en escena una obra de teatro, difundir un diario o una página web, crear una campaña de publicidad, sostener una galería de arte o un museo, construir una catedral o mantener una universidad… Todo lo que se necesita para producir y difundir valores, conceptos o ideas, requiere la disponibilidad de recursos financieros, humanos, insumos, equipamiento e infraestructura que solamente la clase hegemónica tiene. Con esto, la clase hegemónica domina la producción del significado que constituye la cultura. RESUMEN de: Hermenéutica dela medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). En el sistema capitalista actual, la cultura dominante adopta una forma particular denominada ideología. Como toda cultura dominante, la ideología es funcional al sistema y contribuye a su reproducción. La diferencia con otras formas culturales es que la ideología presenta una representación simbólica invertida de la realidad social para favorecer la organización armónica del sistema y legitimarlo. Hay ideología cuando la cultura dominante muestra igualdad donde hay desigualdad, equidad donde hay inequidad, libertad donde hay opresión... Un ejemplo económico de ideología es la idea de que el intercambio de fuerza de trabajo por dinero es igualitario y equitativo, cuando en realidad el trabajo comprado produce un valor muy superior al dinero pagado por él. El trabajo, en nuestra sociedad, es un producto de cambio más, que se compra y se vende en el mercado. Pero si un empleador está dispuesto a pagar $100 por un trabajador, es porque su producción le dará una ganancia muy superior a $100, caso contrario no lo compraría. La diferencia entre lo que se paga por el trabajo y lo que gana con él, se conoce en teoría marxista como plusvalor o plusvalía. La cultura capitalista, al negar la existencia del plusvalor, se convierte en ideología. Un ejemplo político de ideología son los discursos de los dictadores que justifican los golpes de Estado diciendo que buscan “preservar la institucionalidad democrática”. Derrocan gobiernos electos por sufragio universal, proscriben los partidos políticos y sindicatos, suspenden los derechos y garantías individuales, pero sostienen que defienden la institucionalidad democrática. En el siguiente link pueden encontrar un sketch cómico que muestra un ejemplo de ideología producido por los medios de comunicación: https://www.youtube.com/watch?v=zvg1CxZ4N5k Clase media = Cultura dominante Mientras la clase hegemónica controla los recursos para la producción cultural, el resto de la sociedad participa con recursos escasos, lo que dificulta generar una cultura propia con sentido independiente. Por ello, lo usual es que la cultura de las demás clases no sea otra cosa que la cultura dominante adaptada a sus propias condiciones materiales de vida. La clase media, no tan desfavorecida en la distribución del producto social, practica una cultura que no presenta marcadas diferencias con aquella que produce la case hegemónica. Es una copia insípida y devaluada de la cultura dominante, con las limitaciones propias de no contar con el mismo volumen de recursos. Clase subalterna = Cultura popular La clase subalterna, más desfavorecida en la distribución del producto social y desposeída de medios productivos, practica la cultura popular. Esta cultura es una versión degradada de la cultura dominante por la escasez de recursos propia de la clase subalterna. Clase marginal = Cultura de la pobreza En el caso de la clase marginal, donde la desigualdad social y la exclusión son muy profundas, la cultura dominante se convierte en lo que el antropólogo norteamericano Oscar Lewis llamó “la cultura de la pobreza”. Esta forma cultural es la adaptación de la cultura dominante a condiciones materiales de vida precarias o muy precarias, a la pobreza extrema. Según esta visión, la imposibilidad de disponer de recursos hace que la cultura de la pobreza desarrolle ciertos atributos: 1) Carencia de valores laborales: producto de la desocupación crónica y de la ausencia de toda rutina de trabajo en la vida cotidiana. 2) Improvisación: consecuencia de la disponibilidad incierta de recursos que impide toda posibilidad de planificar. RESUMEN de: Hermenéutica de la medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). 3) Alteración de la secuencia de vida: el orden cronológico del ciclo vital (que para otras clases suele ser: nacer, desarrollarse, estudiar, trabajar, lograr independencia económica, formar pareja, procrear…), en la clase marginal se encuentra desvirtuado a causa de la ausencia de planificación. 4) Fragilidad en los soportes familiares: producto inevitable del punto anterior, ya que la secuencia normal de vida contribuye a solidificar la familia. 5) Rechazo a los valores generales: lógico escepticismo de quienes se ven marginados y discriminados por el conjunto social. Para comprender estas ideas, les propongo hacer un ejercicio de reflexión cultural y analizarlo desde los zapatos de Mayra Arena: https://www.youtube.com/watch?v=4JDu69Jy41Y Cultura de impugnación En la mayoría de los casos, la producción cultural de las sociedades es funcional con la reproducción social, pero hay excepciones. Estas excepciones se presentan en las sociedades complejas, sobre todo en las centrales. Se trata de culturas populares o culturas de la pobreza que logran alcanzar un matiz distinto y se transforman en culturas de impugnación. RESUMEN de: Hermenéutica de la medicina. Socioantropología de la salud (Raggio, A., 2014, pag. 41-57). Realizado por Prof. Yanina Frezzotti para la materia SOCIOANTROPOLOGÍA DE LA SALUD (Unnoba, 2019). En lugar de ser consecuentes con la reproducción social, estas culturas se oponen a los intereses de la clase dominante y luchan por la transformación de la sociedad. Por lo tanto, no son simples adaptaciones de la cultura dominante a condiciones materiales más modestas o precarias, sino que son producciones culturales propias de las clases subalternas. Cuando estas clases son conscientes de sus intereses y tienen pleno dominio de su voluntad, arrojan una representación simbólica crítica de la realidad social, a la que llamamos cultura de impugnación. Pero el problema de la cultura de la impugnación radica en que su experiencia es escasa y leve. Escasa porque, en el transcurso de la historia, son pocos los casos en los cuales las clases subalternas lograron configurar su propia cultura, sobreponiéndose a la imposición de la cultura dominante. Y estos casos han sido leves por el poco tiempo que duran. Cuando una clase subalterna ha alcanzado su propia representación simbólica de la realidad social, toma plena conciencia de sus intereses y desarrolla un estilo de vida acorde a ellos. Al lograr conformar su propia cultura, comienza un proceso emancipatorio que termina con la desaparición de la cultura de impugnación, ya sea por su éxito o por su fracaso. Si el proceso de liberación fracasa, se llevará a cabo la destrucción de todo indicio de la cultura de impugnación, por parte de la clase dominante. En cambio, si el proceso de emancipación resulta exitoso, la cultura de impugnación acompañará el ascenso social de su clase y se tornará cultura dominante. El ejemplo más notable de este fenómeno en la historia ha sido el traspaso de la sociedad feudal a la capitalista, con la revolución industrial, la revolución francesa y la reforma protestante. En cuanto la burguesía logró consagrar su propia cultura de impugnación frente a la cultura feudal dominante, el ascenso social de esta clase fue vertiginoso y rápidamente devino en clase dominante, perdiendo el rango popular que tenía su cultura.-
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