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CAPITULO 5 PROCESOS DE COMERCIALIZACION 5.1. COMERCIALIZACION EN EL MERCADO INTERIOR 5.1.1. Utilidades generadas por los procesos de comercialización La procesos comerciales se configuran como puente entre la producción y el consumo de productos, constituyendo de esta manera un conjunto de actividades generadoras de servicios o utilidades'. Básicamente, aunque no exclusivamente, dichas utili- dades pueden ser agrupadas en torno a tres concepciones esen- ciales: utilidades de espacio, de tiempo y de forma. Las utilidades de espacio corresponden a las funciones que per- miten la aproximación física del producto a los demandantes del mismo. Se producen mediante el concurso del transporte de los bie- nes desde los centros de origen o de producción hasta los de con- sumo, así como hasta los mercados físicos donde se confrontan la oferta y la demanda. La importancia del transporte en la comercia- lización es capital, teniendo en cuenta la gran separación geográfica que suele existir entre productores y consumidores. En muchas ocasiones, los productores instalan sus plantas de fabricación en zonas donde el abastecimiento de materias primas es más fácil desde el punto de vista logístico y más económico, como es el caso de muchas extractoras y refinerías de aceites instaladas en puntos portuarios donde se realiza la importación de la materia prima. En cambio, la gran masa de consumidores se localiza en las zonas urbanas alejadas de las áreas de producción. El transporte adquiere también una dimensión relevante dentro de un mismo núcleo urbano, sobre todo en lo que se refiere al reparto urbano ' Véase una esquematización funcional de las distintas facetas desarrolla- das por la actividad comercial en CASARES (1987) y en CALDEN'I'EY (1992). 161 a los minoristas y a los consumidores finales. Por otra parte, los mercados físicos, entendiéndose éstos como espacio físico de competencia, proporcionan una evidente utilidad espacial al hacer más transparentes los términos de intercambio, utilidad que se encuentra favorecida por la creciente potenciación de las economías de localización relacionadas con el diferencial de cos- tes entre distintas regiones. Las utilidades de tiempo surgen de la necesidad de abastecer los mercados de consumo en los períodos oportunos, es decir, en el momento que los productos son demandados por los consumido- res. La demanda final de los productos alimentarios suele ser rela- tivamente uniforme en el tiempo, en comparación con el elevado grado de estacionalidad de la producción agraria y agroindustrial. Para paliar los efectos de la estacionalidad de la producción, la dis- tribución comercial pone en práctica una serie de mecanismos como el almacenamiento, la importación o la exportación, entre otros. En el caso del aceite de oliva, el almacenamiento adquiere una dimensión de primera relevancia en la regulación de los mer- cados de consumo, ya que tiene la ventaja de ser un producto no perecedero a medio plazo, por lo que puede almacenarse durante largos períodos de tiempo. Este mecanismo de regulación tempo- ral es frecuentemente complementado con el intercambio con los mercados exteriores que, en nuestro caso, consiste en exportar parte o la totalidad del excedente de la producción. El producto transformado se encuentra preparado para ser tipificado, envasado y etiquetado. La realización de estas opera- ciones supone la génesis de utilidades de forma que se añaden al producto antes de su puesta en los canales de distribución. La tipificación o normalización viene impuesta por las autoridades comerciales y sanitarias, encargadas del control y de la vigilancia de los procesos de producción y comercialización. Los empresa- rios normalizan sus productos para presentarlos en el mercado en partidas homogéneas. Se trata, por lo tanto, de una clasifica- ción de los productos de acuerdo con determinados patrones de interés técnico y comercialz. Respecto a las operaciones de enva- 2 En este contexto, destacamos las importantes consecuencias económicas de la normalización sobre los procesos productivos y comerciales. En primer 162 sado y etiquetado, permiten mejorar la presentación del pro- ducto, al tiempo que lo protegen del deterioro físico o químico que ocasionalmente puede producirse a lo largo del proceso comercial -calidad del envase-, y proporcionan la información necesaria sobre sus características tanto organolépticas como comerciales --etiqueta-. 5.1.2. Agentes y funciones comerciales S.1.2.1. Etapas de producción primaria y transformación industrial El proceso de comercialización del aceite de oliva comienza a nivel de la producción de la materia prima con el transporte de aceituna desde las explotaciones olivareras hasta las almazaras. El coste del transporte es soportado por el agricultor que utiliza sus propios medios o, en su caso, los de la cooperativa de almaza- ras a la que pertenece. Cabe señalar, en este contexto, que la cosecha de la aceituna se realiza durante un período concreto de la campaña que, dependiendo de las zonas de cultivo, se escalona desde el mes de diciembre hasta el mes de marzo. La operación de recolección se lleva a cabo manualmente, dadas las limitacio- nes existentes para su mecanización. Como habíamos señalado en páginas anteriores, la tecnología disponible en la actualidad produce serios daños físicos a los árboles, por lo que su utiliza- ción es muy limitada. lugar, la normalización favorece la transparencia de los mercados y, por con- siguiente, la competencia, al poner a disposición de los compradores catego- rías homogéneas de productos cuyas características son perfectamente cono- cidas. En segundo lugar, al normalizarse los productos, se pueden realizar ciertas economías en los costes, ya que el tratamienfo de cada producto se realiza en función de la categoría que tenga y no de forma indiscriminada. En tercer lugar, el proceso de normalización puede servir como herramienta para fijar los precios públicos, como en el caso del aceite de oliva, teniendo en con- sideración que el establecimiento de unas normas simplifica considerable- mente los procedimientos de fijación de los precios institucionales. Para mayores detalles sobre la economía de la normalización, véase, por ejemplo, BALLESTERO (1991). 163 Los agentes que intervienen en la siguiente etapa del proceso comercial son las almazaras, cuya primera función consiste en el acopio de la materia prima para procesarla lo más rápido posible. Es imprescindible minimizar el período de tiempo transcurrido entre la recolección de las aceitunas y su transformación, ya que una estancia prolongada del fruto en la almazara afecta de forma negativa a la calidad de los aceites obtenidos -aumenta el grado de acidez y se alteran determinadas cualidades organolépticas- y, por consiguiente, a los precios percibidos por los produ ĉtores. Recordemos que los precios se establecen en función de la cali- dad del aceite ofrecido. Otra función de extrema importancia desarrollada por las almazaras, consiste en el almacenamiento de los aceites extraí- dos. La fuerte estacionalidad de la producción, tanto dentro de la misma campaña como entre campañas, en comparación con la regularidad del consumo final, obliga a las almazaras a dotarse de una considerable capacidad de almacenamiento con el fin de asegurar una cierta fluidez en el abastecimiento a los mercados. La financiación del almacenamiento corre a cargo de los socios en el caso de las almazaras cooperativas y de la propia almazara en el caso de las almazaras industriales, aunque éstas acaban por transferir el correspondiente coste financiero a los agricultores. Salvo algunas excepciones, la salida al mercado de los aceites almacenados no suele realizarse directamente por las almazaras. En general, las almazaras cooperativas comercializan sus aceites a través de otras cooperativas de segundo grado, contratando a corredores o efectuando ventas en régimen de intervención al FORPPA -actualmente denominado Secretaría General de Pro-ducciones y Mercados Agrarios-. En cuanto a las almazaras industriales, la mayoría de sus ventas se realiza por medio de corredores, siendo en este caso de menor importancia los volúme- nes vendidos en régimen de intervención. Los costes de transporte desde la almazara hasta las instalaciones del comprador son sopor- tados por este último, salvo el caso de las ventas a la Administra- ción, donde son las almazaras las que financian el transporte. Una parte significativa de la cantidad del aceite obtenido en el proceso de extracción no cumple los requisitos cualitativos necesarios para ser consumidos directamente, por lo que es pre- 164 ciso refinarlo previamente. La operación de refino se lleva a cabo por las empresas refinadoras que, a su vez, constituyen el siguiente eslabón de la cadena comercial. Su primera función comercial consiste en adquirir la materia prima o los aceites refi- nables, bien a las almazaras o bien a los organismos públicos de intervención. Las compras se efectúan en función de la capacidad de refino y, sobre todo, de las previsiones de ventas, ya que estas empresas no operan con grandes stocks y, en consecuencia, la función de almacenamiento es residual en este nivel. El aceite refinado se transporta a los establecimientos de enva- sado, que pueden pertenecer a la propia refinería o a empresas ter- ceras. En el caso de los grandes grupos empresariales que agrupan bajo una misma organización los procesos de refino y de envasado, sus actividades suelen extenderse verticalmente tanto hacia arriba como hacia abajo de la cadena. De esta forma, realizan ellas mis- mas operaciones tales como la compra, el transporte de la materia prima, la venta directa a la distribución minorista sin pasar por una fase intermedia, así como la venta en los mercados exteriores'. Las empresas envasadoras operan con todo tipo de aceites vegetales que adquieren a almazaras, refinerías y/o a los organis- mos de regulación. Una vez envasado el aceite y etiquetados los envases, se procede a su comercialización, bien bajo la marca del fabricante o bajo la marca de la empresa a la que pertenece la envasadora, o bien bajo la marca de los distribuidores, que gene- ralmente corresponden a grandes cadenas de distribución mino- rista. A diferencia de las refinerías, las envasadoras trabajan con un considerable volumen de stocks que es necesario financiar y gestionar adecuadamente, al tiempo que realizan varias activida- des de marketing mix. 5.1.2.2. Estapas de distribución Los centros de distribución mayorista y minorista constituyen los últimos agentes implicados en el proceso de comercialización. ' Algunos grupos aceiteros tiene q una filial especializada en la exporta- ción, como es el caso de la filial SALGADO perteneciente al grupo KOIPE. 165 A continuación, nos detendremos en realizar un análisis retros- pectivo de la evolución de ambas figuras tanto desde el punto de vista estructural como organizativo debido, por una parte, a su creciente peso específico dentro de la cadena alimentaria y, por otra parte, a las profundas transformaciones que han experimen- tado durante los últimos años. No obstante, hemos de indicar, en primer lugar, que entre los agentes que intervienen en el escalón mayorista pueden distin- guirse los mayoristas de aceites y los de alimentación general, de acuerdo con su mayor o menor grado de especialización en la distribución de aceites°. Los mayoristas de aceites han desapare- cido en su casi totalidad. Actuaban como almacenistas de aceites envasados en los mercados de origen y de destino. La extinción de los almacenistas en origen fue provocada por la desaparición de buena parte de las pequeñas almazaras agríco- las con las que trabajaban, así como por la proliferación de los grandes grupos oleícolas que, como hemos señalado anterior- mente, realizan ellos mismos la función del almacenamiento. Respecto a los almacenistas de destino, no han podido competir con las empresas envasadoras, generalmente más eficientes en cuanto a la gestión de los almacenes, aunque el factor decisivo en su desaparición fue la prohibición de las ventas de los aceites a granel, práctica habitualmente realizada por este tipo de agentes. 5.1.2.2.1. Transformacioneĉ de la distribución mayorista La actuación de estos agentes respecto a los aceites de oliva es similar a la mantenida con respecto a cualquier otro producto alimentario. A diferencia de los mayoristas especializados en la comercialización de los productos alimentarios perecederos -productos ganaderos, frutas y hortalizas frescas, pescados...-, los que trabajan con aceites pertenecen a la categoría genérica que podemos denominar almacenistas-distribuidores de produc- ' Tanto a nivel mayorista como minorista, no existen prácticamente en la actualidad establecimientos especializados exclusivamente en la venta de aceite de oliva. 166 tos de consumo de masas o ultramarinos. La naturaleza de los productos comercializados les confiere una serie de especifidades tanto desde el punto de vista estructural como funcional. Asi- mismo, están con frecuencia ubicados en áreas próximas a los centros de distribución minorista y, por consiguiente, de con- sumo, por lo que pueden configurarse como agentes de distribu- ción en destino. En los últimos años, este tipo de agentes ha experimentado cambios profundos orientados hacia la mejora de su competitivi- dad y eficacia operativa. Ello se debe en gran medida al creciente dinamismo de sus proveedores y clientes, lo que les ha obligado a introducir nuevos sistemas logísticos y de ventas, así como a aumentar y diversificar la gama de productos con que trabajan, lo que les permite administrar mejor el riesgo. El cambio más destacado es de carácter estructural y hace referencia a la paulatina reducción del número de establecimien- tos mayoristas de alimentación, bien a través de los procesos de fusión y adquisición, o simplemente por quiebra y cierre de loca- les. Cuando el número de mayoristas sobrepasa un determinado nivel, disminuye el volumen de ventas unitario disponible para generar una rentabilidad que permita la continuidad del negocio, al tiempo que el entorno competitivo se vuelve más agresivo, reduciéndose los márgenes de beneficio. Además, pueden perder clientes debido a que, en muchos casos, los detallistas se integran horizontalmente ^ooperativas de detallistas, centrales de com- pras- o con los fabricantes para abastecerse directamente sin pasar por la intermediación del mayorista tradicional. Esta ten- dencia se encuentra favorecida por el desarrollo de las comunica- ciones físicas y electrónicas. Un gran número de mayoristas han desaparecido por no saber desenvolverse eficazmente en su entorno. Como consecuencia de todo ello, han proliferado nuevos canales alternativos de distribución al por mayor que se caracte- rizan por una mayor flexibilidad funcional y, al mismo tiempo, aseguran una mayor racionalización de los movimientos distribu- tivos. Nos referimos de forma particular a las grandes redes de distribución mayorista en destino y al cash and carry o autoservi- cio mayorista. 167 Las redes de distribución mayorista operan con grandes volú- menes de productos, intentando de esta manera conseguir un ele- vado grado de integración de las funciones comerciales y una máxima diversificación de productos. Para ello, establecen cone- xiones directas con los centros de producción, con las cadenas de distribución minorista y con determinados colectivos de consumo -restauración colectiva y comercial, eeonomatos, industria del catering...-. Para obtener ventajas competitivas en cuanto a la reducción de costes y al incremento de cuota de mercado, hacen especial hincapié en desarrollar los sistemas de ventas, almacena- miento, transporte e información. En cambio, los establecimientos cash and carry trabajan con pequeños lotes de productos y con stocks comparativamente más reducidos. El pago tiene que realizarse al contado y los costes de logística se soportan por los clientes. Suprincipal ventaja estriba en permitir la compra rápida de cantidades reducidas para satis- facer demandas de carácter coyuntural. En España, desde que se instalaron los primeros estableci- mientos cash and carry a finales de la década de los sesenta, su número ha ido incrementando de forma exponencial, estabilizán- dose su índice de crecimiento a partir del año 1986. Según los datos proporcionados por NIELSEN, el universo de los cash and carries ha pasado de 358 establecimientos en 1982 a 623 en 1986, a 668 en 1990 y a 626 establecimientos en 1991. Como ilustración de las características estructurales de un establecimiento medio, pueden observarse los datos recogidos en Cuadro 5.1 correspon- dientes a los años 1986,1989 y 1991. 5.1.2.2.2. Transformaciones de la distribución minorista El comercio minorista de aceites y, en general, de alimenta- ción, ha seguido unas líneas de cambio semejantes a las experi- mentadas por el comercio mayorista, sobre todo, en lo que con- cierne a la reducción del número de establecimientos y a la modernización de las formas de trabajo. Sin embargo, sus especi- ficidades como último escalón de la cadena de procesos distribu- tivos, le han obligado realizar cambios de otro tipo. 168 CUADRO 5.1. CARACTERISTICAS ESTRUCTURALES DE UN ESTABLECIMIENTO CASH A1VD CARRY MEDIO Características estructurales 1986 1989 1991 Superficie de venta (mz) ...................... 1.161 1.256 1.380 Personal ................................................. 8,2 9,4 9,3 Níunero de cajas de salida ................... 1,5 1,5 1,8 Ventas totales (millones de Pts) ......... 576 633 819 Ventas por mz (miles de Pts) ............... 496 504 593 Fuente: NIELSEN ( varios años): Anuario de evolución. Los cambios en las preferencias de los consumidores y en sus hábitos de compra han motivado una auténtica revolución en los sistemas de venta al por menor. Básicamente, dichos sistemas pueden separarse en dos categorías: régimen de venta tradicional -tiendas de alimentación tradicionales- y de libre servicio - autoservicios, superservicios, supermercados e hipermercados. A lo largo de las dos últimas décadas, el número de tiendas tradi- cionales ha ido disminuyendo de forma continua, al tiempo que las de libre servicio han seguido una tendencia ascendente. Según las estadísticas de NIELSEN relativas al comercio detallista de alimentación, el universo de tiendas tradicionales ha pasado de 99.848 establecimientos en 1981 a 63.580 en 1992, lo que supone una reducción del 36%. Mientras, los universos correspondientes a los autoservicios, supermercados e hipermer- cados se han incrementado entre ambos años de 11.819 a 17.436 (48%), de 848 a 7.233 (753%) y de 48 a 181 (277%) estableci- mientos, respectivamente. Este cambio en la estructura numérica de los universos ha provocado una fuerte concentración del volumen de ventas, hasta el punto de que en 1992, e12% de los establecimientos aca- paraba el 48% de las ventas totales, debido obviamente al peso relativo muy alto de los grandes establecimientos con elevados volúmenes de facturación. Otro dato ilustrativo consiste en que, en el año 1987, el 80% de los establecimientos detallistas de ali- mentación eran tradicionales y representaban el 32% del volu- men total de ventas, mientras que e120% correspondía a estable- 169 cimientos de libre servicio que acaparaban el 68% de las ventas. En 1992, los establecimientos tradicionales suponían el 72% y su cuota de mercado era sólo del 16% (Figura 5.1). Destacamos en particular el fuerte aumento de la cuota de mercado de los hiper- mercados, que prácticamente se ha duplicado en cinco años, pasando del 15% en 1987 a128% en 1992. 32 27 24 20 1K 14 15 15 16 16 30 30 ^5 27 25 12 ^ l2 12 ^ ^ ^ ^^f, ® r^4 19R7 1 19Hfi Tradicionales 1989 1990 1991 - Super.grandes 1 Autoservicios - Hipermercados Super.pequeños Fuente: NIELSEN (1993): Anuario Nielsen l993. 1992 Fig. 5.1. Cuotas de mercado de distintos tipos de establecimientos minoristas de alimentación durante el período 1987-92 170 Entre laĉcausas de este comportamiento, señalamos el hecho de que las tiendas tradicionales suelen ser uniseccionales con una escasa superficie de venta, operando con productos poco diversi- ficados y en cantidades reducidas. A1 mismo tiempo, su área comercial de influencia es muy limitada y los servicios prestados a los clientes son prácticamente inexistentes. En cambio, los esta- blecimientos de libre servicio tienden a aumentar su superficie de venta, a organizar el espacio físico en secciones para agilizar la compra y permitir el acceso libre a los productos, a aumentar la frecuencia de rotación de existencias y a potenciar las actividades de merchandising y promoción. De esta manera, pueden realizar economías en los costes de distribución, lo que les permite ven- der sus productos a precios inferiores a los de las tiendas tradi- cionales y, por consiguiente, pueden competir en'mejores condi- ciones e incrementar su cuota de mercado. Por otra parte, cabe destacar la creciente tendencia hacia una mayor integración y coordinación de las actividades distributivas, sobre todo, las que se establecen entre las empresas minoristas y mayoristas. Nos estamos refiriendo en concreto a los modelos organizativos correspondientes a los sistemas de asociación de carácter vertical y horizontal5. Esta tendencia se ha originado dentro de un espíritu de adap- tación estratégica por parte de los agentes de distribución a los cambios experimentados por la industria de transformación y la demanda final. En todo caso, los objetivos finales de esta diná- mica integradora consisten en mejorar el posicionamiento en el mercado y la eficiencia económica y operativa, a través de la con- secución de economías de escala y de alcance, la coordinación de 5 Los sistemas verticales están compuestos por el sistema corporativo 0 comercio integrado -cadenas sucursalistas, cooperativas de consumo y economa- tos- y el sistema contractual ^adenas voluntarias, franquicias y cooperativas de detallistas-. Los sistemas horizontales pueden ser de carácter espacial ^entros y galerías comerciales, calles comerciales y mercados mayoristas y minoristas- o no espacial --creación, fusión o absorción de empresas, acuerdos de compra de servicios y acuerdos de utilización en común de instalaciones y equipos de distri- bución-. Los sistemas contractuales y horizontales forman conjuntamente el comercio asociado. Vé.ase un discusión detallada sobre las características específi- cas de cada una de la citadas figuras en BRIZ ESCRIBANO y MUÑOZ (1987). 171 las políticas comerciales, la reducción de las disfuncionalidades y la simplificación de las transacciones. 5.1.3. Circuitos y flujos comerciales 5.1.3.1. Estructura de los circuitos comerciales Las interrelaciones entre los agentes que intervienen en la comercialización del aceite de oliva vienen esquematizadas en la Figura 5.2. Los porcentajes que aparecen en dicha figura corres- ponden a los flujos físicos intercambiados entre las distintas eta- pas de comercialización. En este contexto, hemos de puntualizar que estas cifras son estimaciones realizadas por el IRESCO (1987) y constituyen la única cuantificación completa y homogé- nea que disponemos. Sin embargo, si bien el esquema global sigue siendo válido en la actualidad, los valores relativos a la distribu- ción de los flujos han cambiado significativamente, por lo que hacemos referencia a los mismos únicamente a título orientativob. Observando la circulación de los flujos entre las diferentes figu- ras, destaca el importante peso de los circuitos largos. Los circuitos cortos de tipo productor-consumidor son prácticamente inexisten- tes. Se limitan a pequeñas cantidades vendidas a granel por algunas almazaras a determinados consumidores, siendo esta práctica cada vez más marginal a causa de la creciente tendencia hacia el enva- sado de la totalidad del aceite producido. Asimismo, no entran en este circuito las cantidades entregadas a losoleicultores en régimen de autoconsumo ya que, aparte de que representan volúmenes reducidos -en torno a 20.000 Tm en la campaña 1991-92- y con- tingentados por la Administración, no suponen ninguna operación de tipo transacci,onal al no cambiarse la propiedad del producto. 6 Aparte de las desviaciones derivadas del paso del tiempo, estas cifras corresponden a estimaciones realizadas en base a opiniones personales de exper- tos. Asimismo, se han obtenido estableciendo hipótesis limitantes: se ha conside- rado neutra la actividad de los organismos de intervención (FORPPA/SENPA), no se han contabilizado los stocks, no se han tenido en cuenta los subproductos y, en cuanto a las exportaciones, sólo se han tenido en consideración las exportacio- nes llamadas regulares, excluyendo a las coyunturales. 172 a 0 N Q ^ a Q ^ W .a Q ĉG Ĥ ^ Q z N 0 ', á z_ w ^ ---------^ ------ o^ ^, ^ ^ ^ ^ Z r. r, ^O Ú ¢ ^ ^ ŵ ^ O r.a Q E- z w ^ J Q 0 N̂ ^ ^ ^ .] n-^ 0 á z w W a ^ ^ ^ Fw A r^ ^ O ^ Z U F ^ O o. ^ w ^ ^n Q Q á F ^ a W Z^ Q 173 Las modalidades de intercambio de los productos obtenidos en cada etapa tanto en términos físicos como monetarios, junto con las políticas comerciales practicadas por las diferentes figuras participantes, determinan las relaciones de competencia y el reparto del poder de decisión a lo largo del circuito comercial. En este sentido, nuestro objetivo es conocer dichas modalidades y políticas, con el fin de caracterizar, desde el punto de vista ope- rativo, las interrelaciones que se establecen entre las sucesivas fases de la comercialización, así como detectar las eventuales dis- funcionalidades del proceso. El primer mecanismo de intercambio consiste en el acopio de la materia prima por parte de las almazaras, que se realiza de forma diferente según se trate de una almazara cooperativa o industrial. En el caso de las cooperativas, el aprovisionamiento se lleva a cabo por los socios que, en principio, deberían entregar la totalidad de su producción a su cooperativa. Pero dicha obliga- ción no se respeta de forma unánime ya que, en determinados casos, los socios depositan la aceituna de peor calidad y venden la de mayor calidad a las almazaras industriales cuando éstas ofrecen precios superiores. Las cooperativas no han desarrollado mecanismos eficaces para hacer efectiva la norma de entrega obligatoria por parte de los socios, aunque el hecho de canalizar en los últimos años las ayudas institucionales a la producción les ha permitido aumentar su capacidad de control. Las almazaras industriales se abastecen de agricultores individuales generalmente no pertenecientes a las cooperati- vas. Compran directamente la aceituna y admiten la entrega en régimen de maquila, siendo esta modalidad la más practicada por ambos tipos de almazaras. Este régimen no implica una transacción monetaria al no transferirse la propiedad del pro- ducto entregado. La almazara se limita a cobrar una maquila como contrapartida de su labor de transformar la aceituna en aceite. El pago a los agricultores se efectúa después de la venta del aceite, habitualmente a los envasadores, refinadores u organis- mos de intervención. La cantidad pagada corresponde a la dife- rencia entre el montante cobrado por la venta y la maquila que, además incluye el beneficio empresarial de la almazara. En este 174 contexto, existen diferencias en el sistema de pago según el tipo de almazara, que pueden sintetizarse de la manera siguiente: - Las almazaras cooperativas no pagan a sus socios hasta que se haya vendido la totalidad del aceite, lo que significa una espera de varios meses o incluso de un año entero. En estas cir- cunstancias, los socios suelen pedir anticipos sobre los que se car- gan intereses. En cambio, las almazaras industriales dejan a sus clientes la libertad de elegir el momento de venta de sus produc- tos, por lo que se consideran más flexibles en este aspecto. - En general, las almazaras cooperativas reparten la totali- dad del beneficio neto o excedente financiero vía precios, lo que permite a sus socios obtener precios más altos que los que traba- jan con las almazaras industriales. Sin embargo, esta política deja a la cooperativa en un permanente estado de descapitalización, al impedir la acumulación de reservas financieras necesarias para hacer frente a las demandas de inversión. A nivel comercial, las almazaras cooperativas carecen por completo de una verdadera organización comercial. Su actuación en los mercados se limita a la venta de los aceites bien a través de los corredores o, en su caso, de las cooperativas de segundo grado. La decisión de venta la toman por los gerentes de las almazaras en función de las expectativas de evolución del mer- cado en cuanto a precios y cantidades. Las almazaras suelen ser agentes pasivos respecto a las decisiones sobre precios de venta ya que, cuando las ventas se dirigen hacia los organismos de regulación, éstas se efectúan a los precios institucionales preesta- blecidos. Cuando se realizan en el mercado, los precios suelen fijarse por las empresas de segunda transformación donde los grandes grupos oleícolas son predominantes. Por lo tanto, la incidencia de las almazaras en el proceso de comercialización y, por consiguiente, en la generación de utilida- des comerciales y de valor añadido, es muy escasa. Así, el control de los circuitos comerciales se encuentra trasladado hacia las siguientes fases de la cadena, es decir, la industria de segunda transformación y las empresas de distribución mayorista y deta- llista. Cuando las refinerías y las envasadoras actúan de forma concertada -mediante acuerdos contractuales o integración ver- tical por propiedad-, estas últimas suelen encargarse de gran 175 parte de la operaciones relativas al acopio de materia prima y al aprovisionamiento de sus clientes, tanto en el interior como en el exterior'. Normalmente, efectúan los pagos -o cobros- al con- tado o mediante un giro bancario a 90 días. En el caso de las ven- tas en los mercados exteriores, se realizan de acuerdo con diver- sas modalidades: a través de comisionistas en los países de destino o bien, lo que es cada vez más frecuente, de la venta directa a envasadoras o grandes cadenas de distribución. En el caso de las ventas en el mercado interior, se han produ- cido importantes cambios en las condiciones tradicionales de venta -precios y plazos de entrega y de pago-, como conse- cuencia de la creciente centralización de los procesos de decisión. Así, las operaciones de compraventa entre los refinadores/enva- sadores y los distribuidores finales, se realizan negociando de forma individual un conjunto o paquete de condiciones donde se incluyen las variables siguientes: - Precios. - Descuentos sobre la tarifa estándar. - Cantidad intercambiada. - Calendario de entregas. - Plazos de pago. - Rapeles. - Política de promoción en el punto de venta y cabeceras de góndola. - Financiación de las campañas de publicidad. - Marcas comerciales: del fabricante o del distribuidor. - Otras actividades relacionadas con el merchandising. S.1.3.2. Mercados de consumo final La puesta de los aceites a disposición de los consumidores corre a cargo de las empresas detallistas. Como hemos señalado anteriormente, estas empresas no constituyen una figura específica ' Indicamos que existen dos tipos de empresas envasadoras bien diferen- ciados según su área geográfica de influencia: las grandes que operan en todo el territorio nacional y las pequeñas y medianas cuyo mercado se limita a la región o provincia donde están ubicadas. 176 de distribución de aceites, sino que su actividad se extiende a una amplia gama de productos alimentarios. En este escalón, la totali- dad los aceites de oliva se venden envasados y con marca que, como veremos más adelante, es fundamentalmente del fabricante. De acuerdo con los datos de NIELSEN correspondientes al período comprendido entre los años 1988 y 1992, el sector de los productos ultramarinos -entre losque se incluyen los aceites vege- tales-, representaron e141,1% del valor de las ventas del conjunto del sector alimentación en 1988 y e134,8% en 19928. Dentro de este sector, las participaciones en el valor total de las ventas relativas a los aceites han sido del 19,8% y el 17,7%, respectivamente para ambos años. Este grupo de productos es el que mayor peso tiene en comparación con el resto de los grupos considerados9. Por tipos de aceites, destaca el de oliva, cuya participación en el valor de las ventas totales de la sección de aceites ha alcanzado el 64,1% en 1988 y e174,7% en 1992. Le sigue el aceite de girasol con unas pro- porciones respectivas de129,5% y del 18,1%. El resto de los aceites han participado solamente con una cuota del 6,3% y de17,2%, res- pectivamente para los dos años considerados. A partir de estos datos, se desprende que las ventas del aceite de oliva suponen más del doble que las del aceite de gira- sol. Esta diferencia se deriva del amplio diferencial de precios de venta al público existente entre ambos tipos de aceites. En el año 1992, los precios al público del aceite de oliva fueron más del doble que los del aceite de girasol en todas las áreas geográficas controladas por NIELSEN (Cuadro 5.2). " Según la clasificación que utiliza NIEISEN en sus estudios de mercado, el segmento de alimentación comprende los sectores de ultramarinos, de pro- ductos perecederos y de productos líquidos. El sector de ultramarinos engloba los siguientes grupos de productos: alimentos de animales, aceites, café e infu- siones, galletas, derivados de cacao, leches no líquidas, primeros platos, con- servas de pescado, salsas y postres. Por otra parte, los paneles de NIELSEN están diseñados para auditar aproximadamente el 80% de las ventas reales de los productos marquistas, dado que no incluye en su muestreo ni los economa- tos ni determinados mercadillos y tiendas marginales. ' Para los aceites de oliva, el hecho de que entre el 90% y el 95% se comercializan con marca, significa que el universo NIELSEN representa entre el 72% y el 76% del universo real. Con este nivel de cobertura, los resultados inferidos se consideran significativos. 177 CUADRO 5.2. CONCENTRACION DE LAS VENTAS Y PRECIOS AL PUBLICO EN LAS DISTINTAS AREAS GEOGRAFICAS NIELSEN PARA LOS ACEITES DE OLIVA Y DE GIRASOL EN 1992 Areas Aceite de oliva Aceite de girasol Concentración de ventas (% litros) PVP (PtsJL) Concentración PVPde ventas (% litros) ^PtsJL) A.M.B .................. 12,3 326,5 6,8 105,7 Area 1 .................. 10,9 328,4 10,4 104,6 Area 2 .................. 10,2 322,1 12,6 107,0 Area 3 .................. 17,6 319,6 16,3 106,1 A.M.M ................. 15,8 321,9 1,7 109,9 Area 4 .................. 7,6 323,8 12,0 106,8 Area 5 .................. 12,5 322,5 16,9 106,3 Area 6 .................. 13,0 326,0 14,4 106,3 Nota: Las áreas Nielsen cubren la totalidad del territorio español excepto la Comunidad Canaria. Son clasificadas de la manera siguiente: - A.M.B.: Area Metropolitana de Barcelona. - Area 1: Cataluña - Aragón. - Area 2: Levante. - Area 3: Andalucía. - A.M.M.: Area Metropolitana de Madrid. - Area 4: Centro. - Area 5: Noroeste. - Area 6: Norte - Centro. Fuente: NIELSEN (1993): Anuario Nielsen 1993.. En dicho cuadro se refleja también la participación de cada una de las áreas NIELSEN en el total de las cantidades vendidas. En este sentido, mientras los precios manifiestan pequeñas varia- ciones interregionales, la dispersión espacial de las cuotas de ven- tas entre las distintas áreas es significativa, explicándose esta situación por las diferencias en cuanto al número de consumido- res y a la actitud de los mismos ante el consumo de dichos aceites. Por otra parte, en el universo de los productos alimentarios marquistas controlado por NIELSEN, la participación de las marcas de la distribución en el valor total de ventas ha crecido de16,2% en 1988, a16,9% en 1991 y a17,6% en 1992`°. En la sec- 'Ó EI cálculo de estos porcentajes se ha realizado en base a la inclusión de 69 clases de productos. 178 ción de aceites, dicha participación en el valor de ventas del sec- tor de ultramarinos ha pasado de114% en 1990 y a118% en 1992, bastante inferiores a los correspondientes a otros productos como, por ejemplo, las legumbres transformadas, donde las pro- porciones respectivas fueron de121% y e122%. Para la práctica totalidad de las gamas de productos, los pre- cios de venta al público de las marcas de distribución son signifi- cativamente inferiores a los del fabricante. Los aceites constitu- yen uno de los grupos de productos con mayor diferencial de precios. En el año 1992, los precios gama de las marcas de distri- bución de aceites fueron un 31,7% inferiores a los de las marcas del fabricante (Cuadro 5.3). Esta tendencia se invierte única- mente en el caso de los espárragos y de los mejillones, donde los precios de las marcas de distribución se situaron en un 4,1% y un 11,0% por encima de las del fabricante, respectivamente. Asimismo, es interesante observar que el grado de penetración de las marcas de distribución en los establecimientos minoristas de alimentación es importante y que crece a medida que aumenta el volumen de facturación del establecimiento, es decir, que tienen mayor presencia en los establecimientos pertenecientes a la "gran distribución", como bien lo demuestran los datos del Cuadro 5.3 relativos a la distribución numérica y ponderada de dichas marcas. Esta observación confirma los resultados obtenidos en otro estudio realizado anteriormente en el área metropolitana de Madrid donde, entre otras cuestiones, se quisieron identificar las marcas comerciales de aceite de oliva más vendidas en este ámbito geográfico, así como su distribución por distintos tipos de establecimientos detallistas". Para ello, se pidió a los detallistas que nombraran, en función de la participación en las ventas tota- les, las seis primeras marcas de aceite de oliva con las que traba- jan. La fijación del número seis se justificaba por el elevado grado de concentración del mercado marquista dado que, en el período de realización de dicho estudio, las marcas pertenecien- tes a los seis primeras empresas oleícolas ocupaban una cuota de mercado superior a los dos tercios del total. " El mencionado estudio consiste en una encuesta que se llevó a cabo dirigiéndose a los diferentes tipos de detallistas dedicados, con mayor o menor grado de especialización, a la venta de aceites, con el fin de investigar, entre 179 CUADRO 5.3. MARCAS DE DISTRIBUCION VERSUS DEL FABRICANTE EN DETERMINADOS PRODUCTOS ALIMENTARIOS DE ULTRAMARINOS.1992 Clases PVP Marcas de distribución-PVP Distribución Distribución Marcas del numérica ponderada fabricante (%) (%) ^% ĉ Aceites ............................... -31,7 35 77 Galletas ............................. -28,3 26 66 Túnidos ............................. -19,3 18 58 Legumbres ........................ -11,1 34 69 Café tostado ..................... -23,7 25 71 Café instantáneo .............. -28,4 23 69 Tab. de chocolate ............. -27,3 20 59 Tomate natural ................. -17,3 36 66 Piña envasada ................... -9,7 31 59 Mermelada ........................ -25,2 35 64 Crema de cacao ................ -33,8 18 61 Sardinas ............................. -22,1 36 64 Espárragos ........................ 4,1 29 64 Arroz ................................. -20,0 22 66 Mejillones ......................... 11,0 29 62 Pastas alim. secas ............. -38,0 16 54 Pan tostado ....................... -24,4 15 54 Tomate frito ..................... -18,6 19 63 Catsup ............................... -16,3 10 51 Pan de molde .................... -39,7 2 34 Bebidas de cacao .............. -33,0 16 66 Mayonesa .......................... -33,7 8 43 Notas: 1) EI diferencial de precios entre las marcas de distribución y las del fabricante corresponde a la media del año 1992. 2) La distribución numérica corresponde al porcentaje de establecimientos del uni- verso Nielsende alimentación que trabajan alguna marca de la distribución. 3) La distribución ponderada representa la cuota de participación de estos estableci- mientos respecto al volumen total de ventas de productos de alimentación auditados por Nielsen. Fuente: NIELSEN (1993): Anuario Nietsen 1993. i8o Los resultados obtenidos (Cuadro 5.4) muestran que, den- tro de las seis primeras marcas vendidas, la utilización de la marca propia comienza a aparecer en los supermercados para cobrar una mayor relevancia en las grandes superficies. Así, en los supermercados, la marca del distribuidor ocupa el sexto lugar en cuanto a la participación en el total de las ventas de los aceites de oliva y el cuarto en el caso de las grandes super- ficies. El lanzamiento de las marcas del distribuidor está conce- bido para cubrir el segmento de mercado de las llamadas mar- cas no líderes o segundas marcas, generalmente más baratas. Constituye un indicador del poder relativo de los distribuido- res, al tiempo que tiene importantes repercusiones sobre las relaciones entre éstos y sus proveedores en general y sobre el control de los productos en particular, que pasa del fabricante al distribuidor1z. otros aspectos, la presencia en los establecimientos y las características comerciales de las distintas categorías de aceites de oliva, los atributos del producto y la actitud del comprador ante los mismos, las marcas comerciales, las formas de aprovisionamiento y el efecto de las actividades promo-publici- tarias sobre las ventas. La información se obtuvo mediante un muestreo alea- torio con afijación proporcional y con un error máximo de muestreo para la estimación de proporciones del 6,87%. Se realizaron un total de 246 entrevis- tas de un universo de 688 establecimientos. Para más detalles acerca de las características de la población, de la muestra y de los resultados obtenidos, véase MILI (1990). 'Z Las razones por las que aparecen las marcas de la distribución residen en las posibilidades que ofrecen a los distribuidores de obtener mejores már- genes finales, diferenciarse de sus competidores, ofrecer a sus clientes precios más bajos, conirolar totalmente el producto, incrementar su poder de negocia- ción frente a los proveedores, aumentar la fidelidad de los consumidores, y aprovechar los esfuerzos de promoción y pubGcidad tanto en beneficio del producto como del posicionamiento de su establecimiento. 181 CUADRO 5.4. LAS SEIS PRIMERAS MARCAS COMERCIALES DE ACETTE DE OLIVA VENDIDAS EN LOS DISTINTOS TIPOS DE ESTABLECIMIENTOS MINORISTAS DEL AREA METROPOLITANA DE MADRID Número Auto- Super- Super- Grandes de orden servicios servicios TEAGC mercados supe^cies 1 a ............... Carbonell Carbonell Carbonell Carbonell Carbonell 2.a ............... Koipe Koipe Koipe Koipe Koipe 3 a ............... Uca Uca Uca Uca Uca 4.a ............... La Antigua La Masia La Masia La Masia M. distribuidor 5 a ............... Dintel Dintel Dintel Dintel Elosúa 6.a ............... La Masia Coosur La Antigua M. distribuidor Guillén Notas: 1) Las marcas están clasificadas por orden decreciente de participación en las ventas totales. 2) Las grandes superficies agrupan a almacenes populares, grandes almacenes e hipermercados. Dicha agrupación se ha realizado debido a la semejanza de las res- puestas obtenidas separadamente en las tres estructuras. 3) TEAGC corresponde a la abreviatura de Tiendas Especializadas en Aceites y Gra- sas Comestibles. Fuente: BRIZ ESCRIBANO y MILI (1990). Así, el producto pasa a pertenecer al distribuidor, quien paga todos los costes derivados de su producción, el beneficio del pro- ductor -la industria de segunda transformación en el caso de los aceites-, así como los costes de distribución y la creación de demanda. El producto se suministra con etiqueta diseñada por el distribuidor, donde se reflejan una serie de características como los atributos de calidad, información al consumidor... En la eti- queta también figura la marca comercial, que puede tener un nombre amparado por los logotipos de la empresa distribuidora o directamente su propio nombre. En este último caso, la imagen del producto y de la empresa están estrechamente relacionadas, por lo qĉe el volumen de ventas puede incrementarse o dismi- nuirse de acuerdo con una mejor o peor imagen de la empresa. En España, la práctica totalidad de las grandes cadenas de distribución, bien sean hipermercados, supermercados o centrales de compra, ponen en la actualidad a disposición de los consumi- dores productos bajo sus propias marcas. Sin embargo, esta cre- ciente representación de dichas marcas contrasta con su contribu- 182 ción en las ventas, proporcionalmente más baja que el resto de las marcas. Esta participación asimétrica en el valor de las ventas, se deriva fundamentalmente del diferencial de precios que separa las marcas de la distribución de las de la fabricación, que los dis- tribuidores necesitan transferir al consumidor para que éste adquiera sus marcas. Parece, por lo tanto, que los comerciantes "compran" cuota de ^mercado para sus marcas, incentivando los precios de las mismas en relación con las marcas del fabricante. Cabe señalar, por otra parte, que numerosas empresas de trans- formación están cada vez más interesadas en abastecer este segmento de marcas de distribución. Ello les permite conseguir dos importantes ventajas. De una parte, pueden reducir sus costes fijos unitarios mediante la consecución de economías de escala derivadas de un mayor volumen de producción. De otra parte, pueden extender su presencia en el mercado ocupando un segmento no dominado por ellos, con el consiguiente perjuicio para los pequeños proveedores". 5.1.4. Formación de precios en los circuitos comerciales El precio del aceite de oliva en los mercados finales integra toda una serie de precios que se forman a lo largo de la cadena de comercialización, precios que vienen ponderados por la importan- cia relativa de la participación de los diferentes agentes en la for- mación del valor del producto final. Este valor depende, por una parte, del coste total de comercialización, es decir, del total de los gastos incurridos en el proceso de intermediación para hacer dispo- nible, temporal y espacialmente, el producto a los consumidores14 y, por otra parte, de la política comercial de las figuras participantes. " Sin embargo, el relativamente reducido peso específico de las marcas de distribución en España -bastante por debajo de la media europea-, puede tener serias implicaciones en la estructura de la industria transforma- dora, en el sentido de que limita el desarrollo de líneas de fabricación especia- lizadas en la producción de las marcas del distribuidor. Por otra parte, segtin ORMAZA (1992), este escaso peso se deriva principalmente de la insuficiente concentración del sector de la distribución comercial. " Se incluyen en dichos gastos los costes de transporte, industrialización, almacenamiento, envasado, financiación, tipificación, información y creación de demanda. 183 Desde la entrada en la CE, la evolución de los precios del aceite de oliva en los diferentes escalones comerciales ha experi- mentado un crecimiento continuado con fluctuaciones significati- vas. Durante el período comprendido entre las campañas 1984-85 y 1990-91, los precios a nivel de las almazaras y las refinerías han progresado en una tasa anual nominal del 7,5% aproximada- mente (Cuadro 5.5)15. En cuanto a los precios de venta al público, han seguido una tendencia alcista regular hasta el momento de la aplicación de la ayuda al consumo, cuyo impacto hizo que el pre- cio al público en la campaña 1990-91 se situara a 19 Pts menos que en la campaña anterior. CUADRO 5.5. EVOLUCION DE LOS PRECIOS MEDIOS DE ACEITE DE OLIVA (Pts corrientes/Kg) SOBRE ALMAZARA, REFINERIA Y AL PUBLICO DURANTE LAS CAMPAÑAS 1984-85/1990-91 Ex-almazara Campaña Refinable 1° Virgen a envasar 1° Ex-refinería A1 público 1984-85 ........................ 178,3 180,1 189,2 245,2 1985-86 ........................191,4 192,5 203,2 254,7 1986-87 ........................ 201,4 205,9 215,5 262,7 1987-88 ........................ 199,3 205,2 212,2 271,7 1988-89 ........................ 250,6 260,9 268,1 305,7 1989-90 ........................ 261,3 266,9 274,9 338,2 1990-91 ........................ 275,0 279,4 290,5 319,2 TVA (%) 84-85/90-91. 7,49 7,59 7,41 4,49 Notas: 1) El aceite de oliva virgen 1° para envasar se asimila, desde el punto de vista de la calidad, al aceite de oliva virgen corriente o virgen fino, que contempla la clasifica- ción comunitaria. 2) Los precios al público para la campaña 1990-91 incluyen la deducción de la ayuda al consumo aplicable a partir del 1 de diciembre de 1990. Fuentes: Elaboración propia a partir de bs datos de: 1) Revista OLEO (varios números). 2) Ministerio de Economía y Hacienda: Boletín de información de Precios al Público (varios números). 15 Estos precios corresponden a las cantidades vendidas y compradas en el mercado, excluyéndose los volúmenes entregados al SENPA en régimen de garantía, cuyos precios están prefijados. 184 En teoría, la repercusión de la ayuda al consumo sobre el precio final debería ser mayor, ya que su importe neto ha ascen- dido a 62,6 Pts/Kg durante la primera campaña de aplicación. En este contexto, cabe recordar que la citada ayuda ha sido insti- tuida con el fin de mantener la competitividad del aceite de oliva frente a la competencia de otros aceites más baratos, especial- mente los de girasol y de soja. De este modo, el precio que debe- rían percibir los oleicultores tendría que ser igual al precio de un producto equivalente a la importación. CUADRO 5.6. RELACIONES DE PRECIOS AL PUBLICO OLIVA/GIRASOL Y OLIVA/SOJA DURANTE LAS CAMPAÑAS 1984-85/1990-91 Campaña Relación de precios oliva 1°/girasol refinado Relación de precios oliva 1°/soja refinado 1984-85 ........................... 1,41 2,23 1985-86 ........................... 1,40 2,25 1986-87 ........................... 1,28 1,95 1987-88 ........................... 1, 38 1,76 1988-89 ........................... 1,60 1989-90 ........................... 1,76 1990-91 ........................... 2, 00 2,39 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Secretaría General de Producciones y Mercados Agrarios (MAPA). Este objetivo no ha sido alcanzado, al menos durante la pri- mera campaña de aplicación de la ayuda. Las relaciones de pre- cios al público entre aceite de oliva y los de girasol y de soja no sólo no se han mantenido, sino que se han deteriorado en favor de estos últimos (Cuadro 5.6). A lo largo del período conside- rado, las relaciones de precios oliva/girasol y oliva/soja han alcan- zado su máximo justamente en la campaña 1990-91, con unos ratios respectivos de 2,00 y 2,3916. 1° Esta situación se debe, por una parte, a la sensible reducción en los pre- cios de girasol y de soja, como consecuencia de la liberalización del mercado interior tras el final del período de stand still y, por otra parte, a que la reper- cusión de la ayuda al consumo sobre el precio del aceite de oliva ha sido 185 Por otra parte, conociendo el precio final y el precio al pro- ductor, puede realizarse una aproximación acerca del margen total de comercialización. Dicho margen representa el incre- mento del precio que experimenta el producto entre la fases de producción y consumo final. Puede calcularse en términos abso- lutos o relativos. EI margen total absoluto de comercialización (Ma) consiste simplemente en la diferencia entre el precio al con- sumo (P^) y el precio a la producción (Pp), de manera que: Ma=Pc-Pp El margen total relativo de comercialización puede calcularse respecto al precio de consumo (Mr^) o al precio de producción (Mrp), de modo que: Mr^ = Ma/P^ Y Mrp = Ma/Pp A lo largo del período considerado, la variación tanto abso- luta como relativa entre los precios en origen -sobre alma- zara- y al consumo, ha sido inestable aunque, por término pro- medio, el precio al consumo ha sido un 27% más elevado que el registrado en origen (Cuadro 5.7)". Los márgenes se han ido reduciendo, sobre todo durante las tres últimas campañas del período en consideración. El margen comercial total se forma mediante la agregación de las diferencias entre los precios que se establecen en los sucesivos escalones del circuito comercial. Los factores influyentes en su formación se corresponden con los que determinan la formación de los precios parciales. sólo parcial. Respecto a este último hecho, numerosos expertos consultados se han mostrado confiados en que los mecanismos de adjudicación de la ayuda se irán controlando cada vez con mayor eficacia y que, en las próximas campañas, el mercado se normalizará Sin embargo, no se puede olvidar que aparte del control, el propio importe de la ayuda se encuentra disminuido por las retenciones que realizan las empresas en concepto de beneficio empresarial, así como por el pago del Impuesto sobre el Valor Añadido (6% del importe total de la ayuda). España es el único país comunitario en el que se aplica el NA a la ayuda al consumo. " No obstante, hay que tener en cuenta las implicaciones que puede tener el desfase temporal que separa la realización de ambas actividades (la produc- ción y el consumo). 186 CUADRO 5.7. EVOLUCION DEL MARGEN TOTAL DE COMERCIALIZACION DURANTE LAS CAMPAÑAS 198485/1990-91 PARA EL ACEITE DE OLIVA REFIlVABLE Y EL ACEITE DE OLIVA PARA ENVASAR ampaña Media de los precios en origen de los aceites re6nable y para envasar Precio al público Me (PtsJKg.) M^ Mr^ (%) (%)(PP) . (P^) 1984-85............ 179,2 245,2 66,0 36,8 26,9 1985-86............ 191,9 254,7 62,8 32,7 24,7 1986-87............ 203,6 262,7 59,1 29,0 22,5 1987-88............ 202,2 271,7 69,5 34,4 25,6 1988-89............ 255,7 305,7 50,0 19,6 16,4 1989-90............ 264,1 338,2 74,1 28,1 21,9 1990-91............ 277,2 319,2 42,0 15,2 13,2 T'VA (%) 84-85/90-91 ..... 7,54 4,49 -7,26 -13,70 -11,19 Fuente: Elaboración propia a partir del Cuadro 5.5. El precio pagado por los consumidores depende del vector de costes de producción y de distribución, así como de los márge- nes comerciales aplicados a lo largo de todo el proceso. Los fac- tores que influyen en su determinación son numerosos, siendo los más destacados: - La categoría del aceite comprado: características organo- lépticas y marca comercial. - Las fluctuaciones de los precios del aceite en los diferen- tes estadios de transformación y distribución. - Los itinerarios a través de los cuales el producto es con- ducido hasta su destino final. - El tipo de establecimiento minorista donde el consumidor realiza su compra. Para realizar una evaluación objetiva del proceso de forma- ción del precio final, hemos utilizado las estimaciones efectuadas por el IRESCO en el año 1987 sobre los costes, márgenes y pre- cios de los aceites de oliva 0,4 y 1 grado, que son los más repre- 187 sentativos en el mercado. Se trata de una cuantificación de dichas variables a nivel del agricultor, la almazara, el refinador, el enva- sador, el mayorista y el minorista. A partir de estas estimaciones (Cuadro 5.8), se desprende la fuerte participación de la industria de segunda transformación en la determinación del valor final de ambos tipos de aceite. En el caso del aceite de oliva 0,4°, el coste de la materia^ prima a nivel de refinería representaba el 61,0% del precio al público, sobre el cual las operaciones de refino y envasado añaden un valor correspondiente al 28,5% del precio final en conceptos de costes de transformación y envasado y de exce- dentes financieros, mientras que los márgenes de los distribui- dores suponen solamente el 8,4%. Sucede lo mismo en el caso del aceite de oliva 1°: el coste de materia prima suponía el 62,5%, las operaciones de refino y envasado el 28,1 %, y los márgenes de distribución el 8,4% del precio de venta al público'g. En consecuencia, puede deduçirse que la mayor parte del valor añadido de los aceites de oliva se genera en la fase de segunda transformación industrial.De acuerdo con los indicado- res disponibles y las opiniones de los expertos consultados, esta contribución de la industria de refino y envasado al valor aña- dido del producto final sigue siendo elevada en la actualidad, lo que confirma nuestra hipótesis de partida sobre la importancia relativa de este eslabón del subsector. '" La estrechez de los márgenes brutos de distribución aplicados a nivel mayorista y minorista implica que, al deducir los costes estructurales y de comercialización, el margen neto resultante queda muy reducido y, en algunas ocasiones, nulo. Es por ello que existe una creciente tendencia hacia la diversi- ficación de los productos surtidos en los establecimientos que operan con acei- tes. EI carácter de primera necesidad de los aceites y su consumo masivo son los principales factores que justifican su comercialización, ya que de esta manera, pueden utilizarse como productos de "reclamo" que sirven para atraer a un mayor número de clientes. 188 CUADRO 5.8. CUANTIFICACION DEL VECTOR DE COSTES Y FORMACION DEL PRECIO FINAL DE LOS ACEITES DE OLIVA 0,4 Y 1° Concepto Precios/Costes/Márgenes (PtasJKg.) Oliva 0,4° Oliva 1° Precio percibido por el agricultor ................... 40,0 40,00 - Costes de cultivo ......................................... 30,4 30,4 - Excedente del agricultor ..........................:. 9,6 9,6 Precio de venta en almazará ............................ 190,0 190,0 - Costes de materia prima ............................ 179,9 179,9 - Costes de extracción ................................... 10,1 10,1 - Excedente de almazara .............................. - - Precio de venta del refinador .......................... 203,0 203,0 - Costes de materia prima ............................ 187,5 187,5 - Costes de refino .......................................... 8,5 8,5 - Excedente del refinador ............................. 7,0 7,0 Precio de venta del envasador ......................... 268,3 263,4 - Costes de materia prima ............................ 200,4 197,8 - Costes de envasado ..................................... 59,9 57,6 - Excedente del envasador ........................... 8,0 7,9 Precio de venta mayorista ................................ 275,7 271,2 - Margen bruto mayorista ............................ 7,4 7,9 Precio de venta al público ................................ 293,0 287,6 - Margen bruto detallista .............................. 17,3 16,3 Notas: 1) Estos resultados se han obtenido estableciendo las siguientes hipótesis del trabajo: - Las distintas figuras no están integradas, por lo que han sido tratadas de forma separada. - El rendimiento medio de extracción es del 22 %. - Los márgenes aplicados en los escalones mayorista y minorista a nivel de un esta- blecimiento tipo son del 3% y e16 %, respectivamente. - La composición del aceite 0,4° corresponde al 80% de refinado y 20% de virgen, y la del oliva 1° es 60% de refinado y 40-% de virgen. - A los costes de transformación de los aceites de oliva constituidos por una mezcla de aceite virgen y refinado, se les ha deducido el coste de refino que correspondería a la parte de aceite virgen que Ileva incorporada - Los precios medios al público son 293 Ptas/Kg. para el aceite de oliva 0,4° y 287,6 P[s./Kg. para el de oliva 1'. 2) Las unidades de medida de las variables consideradas han sido homogeneizadas en Pts./Kg., utilizando el coeficiente 0,925 kilogramos por litro. Fuente: Elaboración propia a partir de IRESCO (1987). 189 5.2. COMERCIO EXTERIOR La condición de España de tradicional exportador neto de aceite de oliva y las nuevas potencialidades de este producto, sobre todo tras la integración en la CE y el posterior estableci- miento del Mercado Unico, obligan a ampliar el marco de esta investigación a los mercados exteriores, de cuya evolución depen- den, en buena medida, las posibilidades de desarrollo del subsec- tor de aceite de oliva en España. Así, vamos a efectuar un análisis de la evolución de estos mercados durante la década de los ochenta y principios de los noventa, haciendo especial hincapié en los intercambios con los países pertenecientes al área comunitaria. La posición exportadora de España en este producto deriva de su gran potencial productor y del relativo estancamiento del consumo a raíz de la entrada en el mercado interior de otros aceites sustitutivos más baratos, como ha sido inicialmente el aceite de soja y posteriormente el de girasol. Así, se ha generado la necesidad de buscar salida a los excedentes de producción en los mercados internacionales. Durante el período comprendido entre 1981 y 1993, las exporta- ciones totales de aceite de oliva han mantenido una tendencia cre- ciente, aunque se observan fuertes fluctuaciones entre un año y otro derivadas de las variaciones de la producción19 (Cuadro 5.9). Ello pone de manifiesto que el comercio exterior actúa como instrumento regulador de la estacionalidad de la producción, exportándose el excedente de producción no absorbido por la demanda interior. " Indicamos que los datos sobre el comercio exterior proporcionados por la Asociación Española de Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (ASOLNA), que integra a195% de las empresas exportadoras de aceite de oliva, varían sustancialmente de los datos ofrecidos por el MAPA, debido a que los últi- mos incluyen también las operaciones de exportación institucionales de carácter coyuntural o atípico. Pero su diferencia respecto a los datos de la Dirección Gene- ral de Transacciones Exteriores es escasa, y se debe principalmente a ciertas diver- gencias en los criterios de imputación anual de las operaciones comerciales, efec- tuadas en los últimos días de cada año y en los primeros del siguiente. Por tanto, utilizamos los datos de ASOLNA y de la Dirección General de Transacciones Exteriores, por considerarlas más representativas de la dinámica empresarial, ya que los mismos se obtienen en base a criterios más apropiados, sobre todo desde el punto de vista de la clasificación comercial de los aceites exportados. 190 CUADRO 5.9. EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE ACETTE DE OLIVA EN EL PERIODO 1981-93 Año Importaciones Exportaciones (Tm) Envases <_ 5 L Envases > 5L Total 1981 ................... 0 21.525,1 28.097,0 49.622,1 1982 ................... 0 12.898,2 20.165,7 33.063,9 1983 ................... 0 22.132,3 48.210,9 70.343,2 1984 ................... 12 24.430,4 39.860,3 64.290,7 1985 ................... 14 42.208,7 218.541,7 260.750,4 1986 ................... 4.487 23.023,4 39.247,9 62.271,3 1987 ................... 4.931 22.524,7 50.580,2 73.104,9 1988 ................... 402 44.821,2 64.588,8 109.410,0 1989 ................... 21.107 29.680,2 42.141,8 71.822,0 1990 ................... 46.230 39.862,3 92.438,7 132.301,0 1991 ................... 64.506 36.498,1 104.650,9 141.149,0 1992 ................... 50.800 46.817,5 59.370,0 106.187,5 1993 ................... 35.700 40.353,7 93.328,7 133.682,4 Nota: Las exportaciones no incluyen las realizadas a Canarias, Ceuta y Melilla. Tampoco se tienen en cuenta las exportaciones de aceite de orujo de oliva. Fuentes: Elaboración propia a partir de los datos de ASOLIVA para las exportaciones, MAPA (Anuario de Estadística Agraria, 1991) y Dirección General de Transacciones Exte- riores para las importaciones. Cabe destacar, sin embargo, la drástica disminución de las exportaciones en 1981 y 1982, como consecuencia de la imagen adquirida por el aceite español en el exterior a raíz del denomi- nado caso del aceite intoxicado de colza. En efecto, estas fechas coincidieron con la aparición en el mercado español de importan- tes cantidades de aceite de colza fraudulento y tóxico que causó numerosas víctimas, lo que mermó el crédito y prestigio de España en los mercados de destino que tardó un tiempo en recuperarse. Respecto a las importaciones, tienen poca significación; lle- gando a ser nulas en determinados años. Las escasas importacio- nes se producen durante las campañas de baja producción o bien porcompromisos comunitarios. Por ejemplo, durante la cam- paña 1990-91, se importaron 49.190 Tm de aceite de oliva, la gran mayoría de ellas correspondientes a la calidad oliva virgen, 191 procedentes de Italia (14.937 Tm), Túnez (7.238 Tm) y Grecia (6.684 Tm). En el año 1989, las importaciones se realizaron como consecuencia fundamentalmente de la baja cosecha de la campaña precedente que hizo incrementar los precios en el mer- cado interior. Las operaciones de exportación se llevan a cabo a través de un elevado número de empresas cuyas posiciones en el ranking exportador cambian continuamente de un ejercicio a otro. Durante el año 1993, las 20 primeras empresas exportadoras representaron el 85,1% del volumen total exportado y el 84,5% del valor monetario correspondiente (Cuadro 5.10). Ello supone una reducción del 11% en volumen y un aumento del 1% en valor respecto al año 1991. El incremento registrado en el valor se debe al aumento de las exportaciones marquistas en envases menores de 5 litros, que se venden a precios más altos, aunque las exportaciones en envases mayores de 5 litros, es decir, a gra- nel, siguen siendo predominantes en términos de cantidad. Las exportaciones marquistas llevan marcas de los fabricantes, que corresponden a grupos oleícolas multinacionales o empresas españolas de tamaño medio o grande. La primera empresa exportadora durante el año 1993 ha sido JOSE GUIU Y CIA., S.A. Ha realizado e198,7% de sus exporta- ciones a granel y el resto bajo marca, lo que en conjunto supone un incremento del 150% respecto al año anterior. A continua- ción viene la empresa MINERVA, S.A., que ha ascendido 5 puestos en el ranking y ha incrementado sus ventas al exterior en un 110%. Entre los cambios de posición en la lista de empresas señaladas en el Cuadro 5.10, destaca sobre todo el aumento pro- tagonizado por MIGUEL GALLEGO, S.A. que ha pasado del puesto 24 en 1992 al 12 en 1993, con un incremento de las ventas de1539%. El destino de las exportaciones queda reflejado en el Cuadro 5.11, separando en el mismo las realizadas hacia los países comu- nitarios de las destinadas a países terceros. Asimismo, hemos dividido el período analizado en dos subperíodos correspondien- tes a los años anteriores y posteriores a la incorporación de España a la CE, con el fin de comparar la evolución experimen- tada antes y después de dicho acontecimiento. 192 CUADRO 5.10. VOLUMEN Y VALOR DE LAS EXPORTACIONES DE ACEITES DE OLIVA REALIZADAS POR LAS 20 PRIMERAS EMPRESAS EXPORTADORAS EN 1993 Empresas exportadora Volumen (Tm) Valor (millones Pts.) José Guiu y Cía., S.A ................................. 18.844,3 6.901,1 Minerva, S.A ............................................... 12.907,1 4.396,7 Aceites Carbonell, S.A .............................. 11.016,9 3.556,2 Juan Ballester Roses, S.A . ........................ 9.502,8 2.789,4 Industrias Pont, S.A ................................... 7.875,0 2.680,9 Salgado, S.A ................................................ 7.400,2 2.551,8 Agro Sevilla, S. Coop. L ............................ 6.636,0 1.621,0 Aceites Toledo, S.A ................................... 6.157,3 2.221,7 Cía. Colomé de Aceites, S.A . ................... 5.480,3 2.146,1 Hispanoliva, S.A ......................................... 5.224,7 1.565,1 Aceites del Sur, S.A ................................... 4.579,2 1.350,3 Miguel Gallego, S.A . ................................. 4.550,7 1.254,4 Rafael Salgado, S.A . .................................. 4.294,6 1.057,2 Mueloliva, S.L ............................................. 3.953,8 1.305,5 Agroles, S. Coop. L .................................... 3.112,0 1.214,7 Vea, S.A . ..................................................... 2.881,8 1.132,3 Orbesa ......................................................... 2.698,7 973,3 Fran. José Sánchez Fernández, CB.......... 2.494,2 799,3 Tejedera Andaluza, S.L ............................. 2.173,8 756,7 Agroalimentaria Minerva ......................... 1.990,3 555,9 Total 20 primeras empresas ........ .............. 123.773,7 40.829,6 Resto de las empresas ................................ 21.639,0 7.468,7 Total empresas ...................... ..................... 145.412,7 48.298,3 Notas: 1) Los datos incluyen las exportaciones realizadas a Canarias, Ceuta y Melilla. No se tienen en cuenta las exportaciones de aceite de orujo de oliva. 2) Debido a que las empresas realizan sus operaciones en diversas monedas, se ha realizado la conversión de los cobros efectuados en monedas extranjeras en pesetas, utizando la media anual de los tipos de cambio (posición comprador) registrados en el mercado de divisas de Madrid. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de ASOLIVA. 193 Observamos que, tanto en el período 1981-85 previo a la integración como durante el período 1986-93, más de la mitad de las exportaciones totales del aceite de oliva español se han diri- gido a los mercados comunitarios. En el segundo período, la Comunidad ha absorbido e162,31% del volumen total exportado, lo que supone un incremento de122,3% respecto al período ante- rior. Este aumento fue motivado, de una parte, por la liberaliza- ción de los intercambios con los países comunitarios y, de otra parte, por el incremento de la demanda en determinados países europeos tradicionalmente no consumidores de aceite de oliva, como es el caso de Alemania, Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido20. Por países, Italia es, con gran diferencia, el primer cliente de España, ya que absorbe prácticamente el 50% de las exportacio- nes totales y entre el 70% y el 90% de las destinadas a la CE21. El resto de los países comunitarios importan cantidades reducidas, siendo significativas únicamente las importaciones realizadas por Francia y recientemente por el Reino Unido. Este último país ha incrementado sus compras en casi 1.500% entre 1981-85 y 1986-93. 20 La creciente penetración del aceite de oliva español en estos mercados no tradicionales se ha favorecido por las acciones de promoción realizadas por los miembros de ASOLIVA con la colaboración del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que contribuye con el 75% de los gastos. Las campañas rea- lizadas corresponden en su gran mayoría a programas de publicidad genérica, que se complementan con acciones llevadas a cabo por el Consejo Oleícola Internacional, con un importe anual de un millón de dólares aproximada- mente. Véase DEL POZO (1989) para mayores detalles sobre los programas de promoción del aceite de oliva en el exterior. 21 Mención especial merecen las muy elevadas importaciones realizadas por Italia durante 1991, como consecuencia de una cosecha autóctona excep- cionalmente baja (180.000 toneladas según los datos oficiales para la campaña 1990-91). Por ello, y dado que el resto de los países competidores (principal- mente Grecia) no han producido excedentes para la exportación, esta cam- paña oleícola se inició con una fuerte demanda de los operadores italianos en España, lo que ha originado un nivel récord de exportaciones a Italia: 52.271,459 Tm (52.063,182 Tm a granel y 208,277 Tm en envases inferiores a 5 litros). Señalamos también que estas elevadas exportaciones han repercutido más tarde durante la campaña, incrementando los precios en el mercado inte- rior, aún cuando se esperaba una buena cosecha para la campaña 1991-92 y no era previsible que surjieran problemas de enlace entre ambas campañas. 194 CUADRO 5.11 EVOLUCION DE LAS EXPORTACIONES ESPAÑOLAS DE ACEITE DE OLIVA DURANTE LOS PERIODOS 1981-85 Y 1986-93 POR PAISES DE DESTINO País Promedio 19R1-85 Promedio 1986-93 % Volumen (Tm) % sobre total exportado Volumen (Tm) %VAR. % sobre 1981-85/ total 19g6-93 exportado Alemania, R.F.(a) ... 626,0 0,66 813,6 0,78 30,0 Benelux ..................... 606,4 0,63 1.232,3 1,19 103,2 Dinamarca ................ 23,6 0,02 196,5 0,19 702,6 Francia ...................... 3.458,6 3,63 8.343,0 8,04 141,2 Grecia ....................... 27,4 0,02 55,1 0,05 101,1 Irlanda ......................18,4 0,02 129,6 0,12 604,3 Italia .......................... 47.310,0 49,48 45.178,7 43,55 -4,5 Portugal .................... 453,8 0,47 3.173,4 3,06 599,3 Reino Unido ............ 349,2 0,36 5.523,8 5,32 1.481,8 Total CE ................... 52.873,4 55,30 64.646,0 62,31 22,3 EE.UU ...................... 4.570,3 4,78 8.397,0 8,09 83,7 Australia ................... 3.728,0 3,90 4.753,9 4,58 27,5 A. Saudita ................. 2.350,8 2,46 2.567,9 2,48 9,2 Andorra .................... 208,0 0,22 1.414,6 1,36 580,1 URSS (b) .................. 7.381,0 7,92 3.471,3 3,35 -53,0 Libia .......................... 4.469,8 4,67 1.491,2 1,44 -66,6 Brasil ......................... 1.598,0 1,67 3.566,4 3,44 123,2 Japón ......................... 1.075,0 1,12 1.632,5 1,57 51,9 Canad á ...................... 1.477,2 1,54 1.759,7 1,70 19,1 Suiza .......................... 1.768,4 1,85 1.653,6 1,59 -6,5 Otros países .............. 14.114,2 14,76 8.386,9 8,09 -40,6 Total países terceros. 42.740,7 44,70 39.095,0 37,69 -8,5 Total geaeral............ 95.614,1 100,00 103.741,0 100,00 8,5 (a) Alemania unificada desde 1992. (b) Rusia desde 1992. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Dirección General de Transacciones Exteriores y de ASOL[VA. No se incluyen las exportaciones realizadas a Canarias, Ceuta y Melilla. 195 En el caso de Italia, una gran parte de sus importaciones corresponden a aceites a granel que se envasan en este país y que en gran parte vuelven a exportarse bajo marca italiana. En este contexto, hay que tener en cuenta el alto nivel de desarrollo de las industrias de refino y envasado en Italia, así como la posición de este país en la Comunidad como operador de pleno derecho desde la constitución de la misma, lo ha significado un intercam- bio libre con sus socios comunitarios y el acceso a las restitucio- nes comunitarias para exportar a países terceros. De este modo, las empresas italianas han conseguido un elevado grado de pene- tración en los mercados exteriores y, en la actualidad, sus marcas gozan de gran prestigio en numerosos países importadores. En cuanto a las exportaciones españolas a países terceros, son en su mayoría marquistas, por lo que se venden más caras que las granelistas al incorporar un mayor valor añadido. Sin embargo, salvo algunas excepciones, estos países no constituyen unos mercados regulares, en el sentido de que compran el aceite ahí donde les es más rentable. Aunque las exportaciones destina- das al conjunto de los países terceros han descendido en un 8,5% entre 1981-85 y 1986-93, destacan los considerables incrementos de los envíos a Estados Unidos (83,7%)22, Andorra (580,1%), Brasil (123,2%) y Japón (51,9%). En los mercados de Australia y de los países de Oriente Medio -sobre todo Arabia Saudita-, donde España es líder, se ha producido una relativa estabilidad de los volúmenes exportados. ' Desde la integración en la CE, las exportaciones españolas dirigidas a países terceros comenzaron a tener acceso a las resti- Zz El mercado estadounidense presenta excelentes perspectivas de creci- miento, debido a la buena imagen que el aceite de oliva ha ido adquiriendo entre los consumidores de ese país durante los últimos años. El aumento de la demanda en el mercado norteamericano fue mejor aprovechado por las empresas italianas que, en el año 1990, controlaban el 73% de un mercado de 75.000 Tm, mientras que España ocupaba la segunda posición con el 17%. Una parte de las ventas españolas es marquista y se entrega directamente a los distribuidores, mientras que el resto se envía a granel que posteriormente se envasa por empresas autóctonas con marca de nombre italiano, dado el gran prestigio alcanzado por este país. Respecto a la presencia de marcas españolas, destaca "Pompeya" que se envasa en Estados Unidos por una filial de la empresa HISPANOLIVA. 196 tuciones comunitarias. A partir del mes de marzo de 1986, la restitución empezó a fijarse con carácter general para el con- junto de la Comunidad. Tradicionalmente, se otorgaba una res- titución comunitaria a las exportaciones de aceite de oliva efec- tuadas en envases no superiores a 5 litros, conociéndose este tipo de restituciones en el argot comunitario como "restitucio- nes de derecho común". No obstante, desde el primero de enero de 1987 se introdujo, además, el sistema de fijación de restitu- ción por el denominado método de adjudicación, quedando incluido de esta forma todo tipo de exportaciones. Posterior- mente, a partir del mes de diciembre de 1987, las restituciones de derecho común afectaron también a las exportaciones reali- zadas a granel. A partir de la entrada en vigor de la ayuda al consumo el pri- mero de diciembre de 1990, la restitución neta percibida por un operador español para una exportación en envases no superiores a S litros, se calcula de la forma siguiente: RN=R+(DAC-MCA) En el caso de las exportaciones efectuadas a granel y con derecho a restitución, la restitución neta sería: RN=R-MCA donde: RN: Restitución neta. R: Cuantía de la restitución establecida, en ECUs/100 Kg. 0 AC: Diferencia entre las ayudas al consumo aplicadas en la Comunidad a diez y en España, deducida la retención para la financiación de las acciones de promoción del consumo de aceite de oliva, en ECUs/100 Kg. MCA: Montante Compensatorio de Adhesión. Por último, señalamos que gran parte de las exportaciones españolas están formadas por aceites de oliva vírgenes. El Cua- dro 5.12 recoge la evolución de las exportaciones según las dife- rentes categorías de aceite de oliva y por tipos de envases y desti- nos durante el año 1993. Se desprende de dicho cuadro que el 197 57,1 % del total exportado corresponde a las categorías de aceites vírgenes -extra, virgen, corriente y lampante-, aunque sola- mente el virgen extra representa el 41,6% de las exportaciones totales. La mayor parte del aceite vúgen extra (72%) se ha expor- tado a la Comunidad en envases mayores de 5 litros. El aceite de oliva -anteriormente denominado "puro"- ha supuesto el 34,1% de las exportaciones totales; en este caso exportado en su mayoría (82%) a países terceros y en envases no superiores a los 5 litros. A las restantes categorías, es decir, los aceites de oliva refinado y de orujo, les han correspondido unas participaciones del 6% y del 3%, respectivamente. En el caso del oliva.refinado, la totalidad de las exportaciones se ha realizado a granel y se han dirigido principalmente a países de la CE (67%), mientras que el 67% del aceite de orujo se ha enviado a países terceros en enva- ses no superiores a S litros. CUADRO 5.12. EXPORTACIONES DE ACEITE DE OLIVA POR CATEGORIAS DURANTE EL AÑO 1993 (Tm) Categoría Envases <_ 5L Envases > SL Total Total % s/total CE general exportadoCE Total CE Total Vírgen Extra......... 932,9 6.914,5 44.672,6 55.309,2 45.605,5 62.223,7 41,6 Virgen .................... 1.507,2 2.501,7 10.900,2 11.573,5 12.407,4 14.075,2 9,4 V. corriente........... 0 0 250,0 250,0 250,0 250,0 0,2 V. lampante .......... 0 0 8.897,1 8.897,1 8.897,1 8.897,1 5,9 Oliva ...................... 761,242.382,7 2.506,1 8.663,8 3.267,3 51.046,5 34,1 O. refinado............ 0 0 6.004,3 8.920,2 6.004,3 8.920,2 6,0 Orujo ..................... 137,8 3.142,6 994,8 1.370,9 1.132,6 4.513,5 3,0 Totales ...................3.339,154.941,5 73.975,4 94.734,9 77.314,5149.676,4 100,0 Nota: Los datos inluyen Canarias, Melilla y, además, las zonas francas de Barcelona, Málaga, Valencia, Vigo, Algeciras y Gijón. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de ASOLIVA. 198