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Curso de Capacitación Docente en Neurociencias Clase 6 | Clase 6 | Clase 6 | Clase 6 | Clase 6 | Clase 6 | Clase 6 | Clase 6 | Introducción al estudio del sistema nervioso IV HEMISFERIOS CEREBRALES. CORTEZAS Corteza occipital. Ubicado en la zona posterior del cerebro; está compuesto principalmente por áreas de procesamiento visual. Corteza parietal Se ocupa, sobre todo, de las funciones relacionadas con el movimiento: la orientación, el cálculo y ciertos tipos de reconocimiento. Está ubicado en la zona superior del cerebro. Es el encargado de las percepciones sensoriales externas (manos, pies, etc.) sensibilidad, tacto y percepción. En la parte inferior del cerebro, cerca de los oídos, se encuentra la corteza temporal que tiene que ver con el sonido, la comprensión del habla (en general sólo el del lado izquierdo) y con algunos aspectos de la memoria. En la corteza temporal se encuentra el área del lenguaje de Wernicke: está ubicada en el hemisferio dominante izquierdo, que se conecta con el área de Broca. Recibe f ibras de la corteza visual (occipital) y de la corteza auditiva (temporal superior). Permite la compresión del lenguaje hablado y de la escritura. Es decir, posibilita que uno pueda leer una frase, comprenderla y leerla en voz alta. Área de WernickeCorteza Temporal Corteza frontal. Situado en la parte anterior, por delante de la cisura de Rolando. Se divide en: ''Región posterior'' (área motora primaria): su función es llevar a cabo los movimientos individuales de diferentes partes del cuerpo. La ''Región anterior'' (área premotora) almacena programas de actividad motora reunidos como resultado de la experiencia pasada. Corteza frontal. Área motora del lenguaje o área de Broca. Es importante en la formación de palabras, debido a sus conexiones con el área motora primaria. En la mayoría de las personas esta área es dominante en el hemisferio izquierdo. La ablación del hemisferio no dominante no tiene efectos sobre el lenguaje, mientras que el daño del hemisferio dominante produce pérdida de la capacidad para producir la palabra, es decir, una afasia de expresión, conocida como '''afasia de Broca'''. Corteza prefrontal. Se ubica por delante del área precentral, región extensa que se conecta con un gran número de vías aferentes y eferentes. Se vincula con la personalidad del individuo y con la regulación de la profundidad de los sentimientos, así como en la determinación de la iniciativa y el juicio del individuo. También interviene en el proceso de atención. “NEUROTRANSMISORES” DOPAMINA Controla los sistemas encargados de activar los centros responsables de la actividad motora y los centros del placer. Relacionado también con las adicciones. Desempeña un extraordinario papel en el aprendizaje y la memoria. Necesitamos un alto nivel de dopamina para que el cerebro esté motivado para mantener la atención y fijar los conocimientos. Los niveles muy elevados de dopamina se relacionan con la manía; los altos, con el buen humor, espíritu de iniciativa y motivación. Los niveles bajos, con depresión, desmotivación e indecisión. Cuando nos sucede algo y nos asustamos, por ejemplo, la adrenalina es segregada hacia el torrente sanguíneo por las glándulas adrenales. El corazón late rápido, la sangre se va de la piel y de los intestinos hacia los músculos y aparece sudoración en las palmas de las manos y la frente. El cuerpo se ha preparado para "luchar o huir". La noradrenalina, que es un pariente cercano de la adrenalina, tiene muchas funciones importantes en el sistema nervioso. Una de ellas es el establecimiento de los niveles de energía. Su liberación es esencial para sentir energía y pasar a la acción. Su bajo nivel produce cansancio. La noradrenalina se encarga de crear un terreno favorable para la atención, el aprendizaje y la sociabilidad. Un nivel bajo provoca falta de atención, escasa capacidad de concentración y de memorización. ADRENALINA Y NORADRENALINA Este neurotransmisor se hizo conocido desde la aparición de Prozac. Se lo denomina como el agente químico del bienestar, dado su efecto sobre el estado de ánimo y la ansiedad. Los niveles altos de serotonina producen calma, paciencia, serenidad, control de uno mismo, sociabilidad, adaptabilidad y humor estable. Los niveles bajos, en cambio, conducen a la hiperactividad, la agresividad, la impulsividad, las fluctuaciones del humor, irritabilidad, la ansiedad, la insomnio, la depresión, la migraña, la dependencia (drogas, alcohol) y la bulimia. SEROTONINA
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