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SOPORTE EMOCIONAL, CLIMA POSITIVO EN EL AULA INTRODUCCION En la actualidad, muchos docentes están desconcertados por el comportamiento y actitud que muestran sus alumnos en las aulas. Comprueban que a pesar de estar convencidos de ello, que no solo las estrategias no funcionan de igual forma que hace unos años, sino que ya no sirve el manejo tradicional de sus aulas. Deben plantearse poner en práctica destrezas de enseñanza adaptadas a la manera de aprender del alumnado en todas sus dimensiones -cognitiva, social, moral, emocional, entre otras. Los maestros se sienten sobrepasados y desconcertados con los cambios sociales habidos en los últimos años que están afectando a todos y, en especial, a sus alumnos, por lo que creen que es necesario abordar las dificultades que surjan entre la escuela y la familia. En este siglo, ser docente es una labor cada vez más interesante. Ello ha dado lugar a pensar de que los docentes deben formarse a nivel emocional y social lo cual constituye, por tanto, una labor indispensable que conllevaría una gran ventaja para su desempeño profesional, tanto a nivel intrapersonal como interpersonal. La capacidad para comportarse de forma apropiada y de relacionarse bien con los demás se aprende en el ambiente familiar-escolar y, para que sea efectivo el aprendizaje, debe haber una colaboración entre ambos contextos, que facilite la convivencia y el respeto de los valores enseñados, como son la autonomía, la responsabilidad y el esfuerzo por mejorar. SOPORTE EMOCIONAL, CLIMA POSITIVO EN EL AULA Las emociones en la actualidad juegan un papel muy importante en los diferentes ámbitos debido a que estas regulan el comportamiento humano, estas pueden manifestarse en cualquier momento y dependiendo de la situación serán positivas o negativas, mismo que cada individuo será capaz de regularlas y enfocarlas en actividades que le den una mejor satisfacción en este caso para aspectos relacionados con la escuela. Derivado de las emociones Daniel Goleman habla sobre la inteligencia emocional, misma que se debe saber utilizar, para mejorar muchos aspectos en beneficio del alumno, como el bienestar físico, mental, en lo educativo, en lo social etc., todo esto se puede favorecer si se sabe manejar la inteligencia emocional. Como se puede apreciar, es urgente que se les dé un buen soporte emocional a los niños, para que puedan ser expertos en controlar sus emociones y enfocarlas a aspectos positivos en su vida cotidiana, esto es interesante si los alumnos conocieran sus propias emociones, se les facilitaría entender y reconocer las de los demás, además de autorregularse oportunamente en su comportamiento. La neurociencia ha reconocido el valor de las emociones para un mejor desempeño de la persona. Se cree que las emociones son el motor de la persona y una parte necesaria para procesos y capacidades humanas como la reflexión, la toma de decisiones, la actitud positiva frente a la vida y por ende en el aula; entonces, el docente tiene un rol interesante en la inteligencia emocional del estudiante, porque debe enseñar a sus alumnos a manejar sus emociones de una forma correcta para distintas actividades o tareas escolares, en donde el docente debe motivarlo y tratar que esas emociones sean positivas, para que pueda el alumno apoyarse en ellas y tener un buen desenvolvimiento académico. El rol del docente en el proceso educativo es prioritario, pues el educador es quien da vida y sentido a toda organización escolar, es la persona que mantiene un contacto más prolongado con el educando, quien espera de su profesor comprensión, empatía y respeto; por lo que el papel del docente es decisivo en la vida del estudiante ya que lo lleva a vencer sus miedos, inseguridades, desajustes, preocupaciones y lo hace enfrentar el futuro con esperanza, optimismo, valor y mucha reflexión. La función del docente es que sus alumnos se sientan a gusto y puedan aprender los contenidos que se requieren, por lo tanto, debe de crear un buen ambiente para el aprendizaje no solo basándose en desarrollar su sesión de aprendizaje, sino también debe de tomar en cuenta el lado humano y emocional de sus alumnos, y partir de ello para que su aprendizaje sea más significativo, por lo tanto es necesario que en el aula se brinde el afecto que sea necesario para que haya una mejor comunicación y nos lleve a tener estudiantes con mayor confianza para obtener nuevos y mejores aprendizajes. Para algunos estudiantes la vida no es tan fácil, necesitan de motivación, para que puedan seguir aprendiendo con entusiasmo, por lo tanto, el docente debe estar al pendiente del alumnado que tiene a su cargo, para que pueda brindar afecto y motivar para desarrollar emociones positivas en cada uno de ellos, los alumnos que están motivados pueden aprender más, porque se sienten seguros, así que a las personas involucradas como los docentes les toca hacer más labor con sus alumnos, para que estos puedan aprender de una forma eficaz, llevando los aprendizajes a situaciones practicas donde puedan desarrollar más de lo que aprendieron, los docentes tendrán la tarea de buscar estrategias de motivación para sus estudiantes y el clima en el aula es uno de los factores primordiales. Los docentes tienen un papel de mediadores en todos los sentidos, ya que debe estar al pendiente de sus alumnos, para tratar que aprendan de una forma integral tomando en cuenta todos los aspectos que deben de comprender; para que su vida se favorable llena de conocimientos y satisfacciones, por esta razón se resalta la importancia que la escuela tiene para que los estudiantes, para que logren todos sus aprendizajes utilizando la forma afectiva y emocional. CONCLUSIONES No se percibe una clara relación entre la capacidad de los maestros para gestionar el clima emocional de su aula y su formación socioemocional, los docentes en sus cursos para generar un buen clima emocional y social, en el aula, están influenciados por su formación y capacidad emocional. Los maestros que fomentan un clima de aula positivo basado en el fomento de un buen respaldo emocional y social producen en sus estudiantes una reacción apropiada, además estos, suelen sentirse más seguros en su capacidad para aprender. Otra importante conclusión es que, si los docentes instauran buenas relaciones con sus alumnos, provocan a su vez interacciones correctas y provechosas entre ellos y con sus propios compañeros, es decir, se sienten libres para poder expresar sus necesidades tanto a nivel académico como en lo emocional. Existe la necesidad de instruir al profesorado emocionalmente para que pueda enseñar a sus alumnos desde el nivel inicial, habilidades interpersonales e intrapersonales, pues esto favorecerá, la capacidad del profesor para crear un clima emocional adecuado en sus alumnos y por lo tanto el desarrollo de competencias emocionales y sociales -como la empatía y la asertividad- y fomenta en ellos la autonomía para la toma de decisiones y reflexiones, para realizar las actividades de clase, así como su capacidad para interactuar con los compañeros y favorecer un clima emocional positivo en el aula. BIBLIOGRAFÍA: Revista de currçículum y formación del profesorado - PROFESORADO https://orcid.org/0000-0002-3714-1670 Bisquerra-Alzina, R. (2000). Educación emocional y bienestar. Barcelona: Praxis. Cejudo-Prado, J. & López-Delgado, M.L. (2017). Importancia de la inteligencia emocional en la práctica docente: un estudio con maestros. Psicología Educativa, 23(1), 29-36. https://orcid.org/0000-0002-3714-1670
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