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La construcción de la identidad y la autonomía, en la primera infancia ¿Cuál es el pensamiento de Piaget de acuerdo a la construcción de la identidad en la primera infancia? La identidad se modifica evolutivamente a través de los procesos de asimilación y acomodación, los cuales en la interacción con la realidad transforman los esquemas, permitiendo el equilibrio y la adaptación (Piaget, 1971). Se postula en este sentido que el concepto de identidad personal es la síntesis del proceso de estructuración del conocimiento, dando cuenta del nivel de desarrollo del sujeto y del equilibrio del sujeto con los objetos, Piaget desarrolla la teoría de la identidad considerando el problema de la permanencia de los objetos a pesar de sus transformaciones. Es un proceso y a la vez una tarea del ser humano, en la que se involucran aspectos biológicos, psicológicos y sociales. El sentido de la propia identidad surge en los primeros años de vida extrauterina y supone el desarrollo del sentido de continuidad de uno mismo, por el que uno se reconoce como una persona singular, que tiene un pasado, presente y futuro. ¿Cómo se forma la identidad personal? La identidad es considerada como un fenómeno subjetivo, de elaboración personal, que se construye simbólicamente en interacción con otros. La identidad personal también va ligada a un sentido de pertenencia a distintos grupos socio- culturales con los que consideramos que compartimos características en común; es un proceso largo y complejo. Su inicio se remonta a la infancia del individuo y transcurre junto con su vida entera, a medida que su forma de ser se adapta a lo vivido e integra las distintas experiencias vividas, es decir, aprende. Durante todo el ciclo vital, la identidad se desarrolla y acompaña la construcción de nuevo conocimiento, al permitir al sujeto mantener algunas características esenciales que le aseguren la continuidad, tanto del sí mismo como estructura generadora de conocimiento, como de los objetos a conocer, de manera de asegurar un alto grado de coherencia interna que organice el desarrollo y permita la adaptación. Considerando el papel permanente de la identidad en el proceso de construcción del conocimiento, surge el problema acerca de su constitución y rol en los diferentes movimientos evolutivos del ser humano, considerando sus etapas de desarrollo y los mecanismos que determinan su equilibrio o desequilibrio, y como la identidad podría ser el nexo clave entre la natural capacidad constructiva del sujeto y los objetos a conocer. De esta forma, la identidad y el conocimiento serían, respectivamente, el lugar desde donde se define cómo se conoce y el resultado de dicho proceso activo. El desarrollo de la identidad y autonomía son propósitos de la Educación desde la Primera Infancia, que buscan promover en el niño y niña la identificación y valoración progresiva de sus características, necesidades, preferencias y fortalezas, y potenciar su autoconfianza para explorar el mundo que los rodea y adquirir conductas cada vez más independientes del apoyo de otros, en concordancia con las posibilidades que su maduración y desarrollo le van otorgando. Estos procesos permiten favorecer no sólo la relación del niño y niña con los demás, sino que también su apertura a nuevos aprendizajes. De acuerdo con ello, los procesos de enseñanza y aprendizaje deben orientarse, diseñarse e implementarse según las características individuales de cada niño y niña; esta forma de concebir la educación permite asegurar los derechos que tienen todos a aprender y desarrollarse en contextos de bienestar, de respeto y de valoración por la individualidad. De esta manera, al ser los niños y niñas respetados en sus características, necesidades e intereses, pueden desarrollar sentimientos de autoaceptación y autovaloración, y vivenciar un sentido de seguridad y confortabilidad respecto de su entorno. Asimismo, pueden aprender a respetar a los demás y valorar la diversidad.
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